Arxaon

31/05/2006 12:07:54

"El comienzo"

[i:db44307021]Tres hermanos gemelos nacieron un día cálido y soleado. Crecieron juntos y sin ningún tipo de problemas hasta que fueron conscientes de que en su interior se escondía una gran cantidad de energía. Fue entonces cuando les acogió una importante escuela de magia que esperaba ver grandes progresos en los tres chicos. Todo parecía ir a la perfección, pero tardaron poco en ver que uno de los chicos no era capaz de liberar esa energía interior. Por mucho que lo intentaba sus esfuerzos no tenían efecto alguno. Esto provocó una fuerte decepción en cuanto a los magos de la escuela, pues esperaban mucho de él. Todo el mundo le rechazaba excepto sus hermanos, que lo protegían y daban su apoyo, pero no podía aguantar más tiempo en ese lugar. Se despidió de sus dos hermanos y escapó corriendo de ese antro. Corrió y corrió como nunca lo había hecho adentrandose en el bosque para escapar de sus perseguidores, quienes no veían en él una gran pérdida y lo dejaron ir.

Pasó días en el bosque, alimentándose de lo primero que encontraba y acurrucándose entre las raíces de aquellos enormes árboles para dormir. Caminando siempre hacia el sur, cada día se le hacía eterno y pensaba que no llegaría nunca a ningún sitio, pero no fue así. Vio a lo lejos una edificación de piedra maciza y algo de movimiento cerca de ella. Eso le dio esperanzas y corrió hacia ese lugar, pero el agotamiento pudo con él y cayó rendido.

Los primeros rayos de luz despertaron al chico en una habitación con una sola ventana. No había nada allí excepto una pequeña mesilla y la cama en que estaba tumbado. Había una bandeja encima de la mesilla con un buen pan y una jarra de agua. Sin pensarlo comenzó a comer sin siquiera pensar dónde estaba. Acabó el pan y dio un buen trago dejando la jarra de barro vacía. Suspiró aliviado y decidió levantarse. En los pies de la cama había una toga gris y una cuerda. Se puso la toga, muy grande para él, y se la ajustó en la cintura con la cuerda. Abrió con cuidado la puerta chirriante de la habitación y caminó entre los pasillos hasta llegar a un jardín interior. Había algunos hombres vestidos como él caminando por allí, pero ninguno decía nada. De pronto otro hombre, que regaba las flores del jardín, hizo un gesto al joven para que se acercara. Lo llevó a una pequeña sala, llena de libros polvorientos, que parecía ser su estudio. Allí el joven le explicó todo lo ocurrido y el viejo monje escuchaba atento su historia. Decidieron que se quedaría en aquel viejo monasterio un buen tiempo hasta que estuviese preparado para salir.

Al principio parecía algo aburrido, aquellos hombres se pasaban el día con esos libros enormes, pero pronto vio que no se dedicaban solo a leer. Había un hombre en un patio interior que, concentrado y con los ojos cerrados, hacía unos movimientos extraños. El joven observó exhausto. Cuando el monje acabó, abrió los ojos y sonrió tras ver al chico, que intentaba imitar sus movimientos.

Aprendió mucho esos años, tanto de los libros, como de aquel hombre elástico que le enseñó los secretos del ki, a fundirse con su energía interior.

Cuando creyó que estaba preparado, volvió a emprender su viaje hacia el sur, no sin agradecer a los monjes todo lo que habían hecho por él.[/i:db44307021]

Arxaon

25/05/2009 11:51:03

"El viaje"

[i:3e09bc9755]Pasó varios días sin llegar a ninguna parte. No conocía los caminos, ni el lugar al que llegaría. Pero no le importaba. Estaba preparado para vivir una aventura y no se echaría atrás.

Llegó a un muelle donde había atracado un barco. Se acercó e hizo intención de subir. Un marinero le salió al paso y el joven monje le ofreció unas pocas monedas.
La mirada del marinero reflejó su poco interés por esas monedas, pero se apiadó y dejó que el chico viajase en su navío. Solo tendría que ayudar con la limpieza del mismo.

Cuando escuchó aquel revuelo, subió a cubierta para ver qué ocurría. Los marineros asomaban mirando en la misma dirección. Llegaban a Puerto Calim, la Joya del Desierto.
Todos admiraban aquella ciudad. Era preciosa vista desde el mar, con aquellos edificios tan peculiares.

Llegaron a puerto y el monje, tras despedirse, se adentró en la ciudad. No tardó en encontrar unos dormitorios públicos, donde descansaría los próximos meses. No eran seguros, pero no tenía otra opción.

Al amanecer salió a visitar la ciudad en la que residiría.

Todavía no conocía la naturaleza de Calimport, ni su peligro.

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Arxaon

25/05/2009 12:29:40

"Calimport"

[i:f71871a33f]Tras visitar varios distritos de la ciudad, llegó a la entrada de la misma. Una gran cantidad de gente comerciaba en los puestos de comerciantes. Uno de estos puestos llamaba mucho la atención. Casi todo el gentío se concentraba allí. El comerciante era un enano, Bunus.

Wilhelm siguió caminando y vio una extraña pareja: un elfo de pelo verdoso que portaba una túnica morada, y un mediano vestido de negro.
El monje había oído hablar de los medianos y sus travesuras, así que llevó sus manos a la bolsita donde guardaba unas pocas monedas.
El mediano recriminó esa acción, diciendo que no podía acusar a todos los medianos de ladrones. Pero su amigo, el elfo, lo tranquilizó.
El chico les dijo que era nuevo en la ciudad, y se presentó. Ellos hicieron lo mismo. Sus nombres eran Paskinel y Farben.
El elfo le ofreció hacerle algún mapa para no perderse en la ciudad. Decían que era un buen cartógrafo.
Cuando terminaron de charlar, se despidió de ellos. No los volvería a ver... hasta muchos años después.

Wilhelm se encontraba en el oasis cuando sonaron unas campanas. Era la apertura de la nueva Academia de Guerra de Puerto Calim. Muchas personas fueron para inscribirse, y el monje se unió al gentío.
Una vez en la academia le entrevistó una tal Nica Singermanner, la fundadora. Le aseguró que encontrarían un buen profesor para Wilhelm. Recibiría clases de Asura, un monje experto.
Desgraciadamente, nunca llegó a conocer a ese monje. Por aquel entonces había desaparecido y nunca más se supo de él.

Cuando se impartió la primera clase, otro profesor acogió al chico en su grupo. Su nombre era Menelvagor Ronkisleid. Un guerrero conocido, y guardia de la ciudad.
Durante esa clase aprendió mucho sobre el trabajo en grupo. Fue una gran experiencia.

Wilhelm se empezaba a acostumbrar a la vida en la ciudad, cuando una noche se congregó mucha gente en la entrada de la ciudad, tras el muro. Se oían tambores de fondo y en el suelo se podía notar un leve temblor. Se acercaba un ejército de orcos.
El monje quiso ayudar, pero le dijeron que dejase hacer a la guardia.
Tras mucho insistir, le dejaron colocarse tras el muro y usar el arco.

Pronto vieron llegar a los informadores. El ejército era enorme. De fondo ya podía verse la gran masa de enemigos que se acercaba.
Wilhelm aguardó nervioso. Nunca había vivido una situación así. Intentaba que no le temblase el arco.
Cuando los tuvo a una distancia adecuada, disparó. Pero pocas flechas sacó de su carcaj. Un chamán orco descargó su magia sobre el muro, y el monje cayó.

Despertó gracias a la magia del Clérigo Supremo de Calimport. El ejército orco había huído tras raptar a Bunus, el comerciante más importante del mercado.
Algunos ayudaban a los heridos, otros comentaban lo sucedido.
Un grupo de personas había conseguido retener a un gran contingente de orcos en las montañas. El líder de este grupo era Menelvagor, y era tratado como un héroe.

Pasado el tiempo, la ciudad consiguió recuperar a su mercader Bunus, así como a otro mercader llamado Nathell que había sido raptado con anterioridad.

Wilhelm vivió más aventuras en la ciudad durante aquella época.
En una de ellas, vio el ataque de un demonio dragón llamado Garlax. Reía ante los ciudadanos de Calimport mientras los atacaba sin que pudiesen hacerle frente.
Un humano encapuchado, vestido con una túnica blanca, retó al demonio para que descargase su magia sobre él. El demonio lo hizo sin efecto alguno. Intentó atrapar al humano, pero éste era especialmente rápido. Volvió a lanzar su magia sobre él, y de nuevo no surtió efecto. Estaba claro que ese humano era un monje, y Wilhelm quedó admirado. Se concentraría en aprender esa técnica.

Al fin, llegó la hora de descubrir más mundo. Ya había pasado meses en la ciudad y se atrevió a salir solo de ésta. Se adentraría en el desierto, en busca de aventuras.
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Arxaon

25/05/2009 13:00:52

"El Refugio"

[i:a1495004ef]Pocos kilómetros más allá de la entrada vio una luz. Se acercó cauteloso hasta diferenciar a las cuatro siluetas que charlaban y reían. Siguió aproximándose con timidez y, al verlo, lo invitaron. Le ofrecieron el jabalí que estaban haciendo y se presentaron.
Eran: Éaco, una semielfa; Sátara, un humano. Era la pareja de Éaco; Nerea, una humana con poca ropa a la que solían piropear; y Jame, un semidragón de cobre que era el encargado esta vez de piropearla.
Era un grupo muy singular, pero poco a poco el monje cogió confianza.
Cuando comenzaron a recoger, le explicaron el proyecto que tenían en mente Satara y Éaco. Hacía poco habían hecho una nueva ley en Calimport en la que se prohibía entrar a los mestizos en la ciudad.
Así, pensaron en crear un Refugio en el que habitarían los que allí no eran aceptados.
Wilhelm ofreció su ayuda para ese proyecto. No estaba de acuerdo con la ley impartida en Calimport y habían prohibido la entrada a mucha gente que no lo merecía. Por ejemplo, al mismo Menelvagor, que era también un semielfo y había ayudado a la ciudad en muchas ocasiones.

El Refugio estaría formado por gran cantidad de razas. Semidragones, semielfos, semiorcos, drows que habían huído de sus tierras, etc.

Pasado un tiempo y reunida la suficiente gente para la creación del Refugio, se escogió a tres Arcontes por votación. Estos fueron Jame, Wilhelm y un drow renegado.

Era la primera vez que confiaban en él para un cargo.

La idea de la creación de dicho Refugio, crearía una tensión entre los partidarios de este grupo y la ciudad del desierto."[/i:a1495004ef]

Arxaon

26/05/2009 11:50:41

"El camino al norte"

[i:2e0089fc45]Conociendo el conflicto con Puerto Calim, la mayoría de integrantes del grupo del Refugio viajaron al norte, más allá de Puerta de Baldur.

Debían recolectar una gran cantidad de dinero para fabricar el tan deseado Refugio. Hasta entonces, deberían buscar otros lugares donde hacer noche. Los lugares más comunes fueron: Tirodarco, Fuerte Liam y la Colina de Giliam.

Tirodarco era un pueblo muy tranquilo, al que no solían acosar los problemas. Parecía un lugar ideal para vivir.
Saliendo del pueblo y cruzando el camino de comercio se llegaba al cementerio.
Algunos dicen que, al llegar la noche, se alzaban los muertos de sus tumbas y vagaban por el interior del recinto. Pero aparte de los curiosos que querían comprobarlo, nadie en Tirodarco solía tener problemas con esto. Pues lo tenían aislado del exterior y distanciado del pueblo.

Fuerte Liam era una pequeña fortaleza al norte de Tirodarco. En su taberna contaban historias misteriosas sobre lo que se encontraba bajo el edificio.
Quienes allí dormían podían oir varias voces rezar al unísono aclamando a un dragón. Quien fuese que se aventurase a visitar ese mundo subterráneo, se enfrentaría a un fuerte peligro, pero quizás hallase un gran tesoro.

Saliendo del fuerte podía verse el pueblo fantasma, Mizherón.
Un lugar siniestro, en ruinas. Cuando alguien osaba adentrarse en él, los muertos se alzaban y salían a su paso. No se recomendaba el paso excepto por gran necesidad.

Todavía más al norte se encontraba la colina de Giliam. Un pueblo en parte tranquilo, pero con un gran misterio.
Sus guardias, apostados junto al camino que llevaba a la colina que daba el nombre al poblado, eran conscientes de su peligro.
Contaban que seres desconocidos atacaban a quienes se adentraban en ese, su territorio. Y que algunos aventureros habían encontrado un lugar secreto, pero no habían vuelto. Pues seres de la infraoscuridad aguardaban allí.

Estos lugares fueron visitados por muchos de los aventureros que conocía Wilhelm. Misterios, peligros y grandes momentos llenaron esa época del joven monje. Y, con suerte, encontraban algún tesoro que serviría para la construcción de su Refugio.

Pero necesitaban más. Necesitaban una gran suma de dinero. Quizás pronto llegase la oportunidad que aguardaban.[/i:2e0089fc45]

Arxaon

26/05/2009 13:31:00

"La oportunidad"

[i:ce3e69b056]Estaban reunidos la mayoría de miembros del Refugio, cuando un elfo apareció.
Dijo que su nombre era Kellenthill Windstorm y conocía una forma de ayudar al grupo, pero sería peligrosa.
Tendrían que buscar tres piezas que permitirían salvar a una semidiosa de su prisión. Pues fue castigada por su hermano por tener relaciones con un mortal. Fue transformada en piedra junto a su amado.
Seguramente les recompensaría de alguna forma.

El elfo entregó tres poemas que darían al grupo una pista de la localización de esas piedras.
Decidieron dividirse en tres subgrupos, para buscarlas por separado. Y así hicieron.

En el grupo de Wilhelm había algunos a los que conocía, como Satara y Éaco; y algunos que no, como la elfa Earaniel.

Su poema les guiaba claramente a Calimport, pero aún sabiéndolo buscaron primero en otros lugares cuya descripción, de forma forzada, coincidía en parte con el poema. Por supuesto no encontraron nada de interés y tuvieron que enfrentarse a su miedo hacia la ciudad.
Éaco era buscada allí por aquel entonces, debido a su raza y su relación con el Refugio. Pero consiguió pasar desapercibida.
Earaniel tenía los papeles de ciudadanía de Calimport. Visitó al liche Kaatos y consiguió algo de información. Seguramente, el no muerto le pediría algo a cambio.

Llegaron a un edificio desconocido para el monje y se adentraron en él. Varios enemigos intentaron barrerles el paso, pero el grupo consiguió salir adelante.
Cada paso que hacían, el sentimiento de grupo era mayor, así como su seguridad. Pero fue entonces cuando Earaniel se agachó gritando y quejándose. De su espalda crecieron dos nuevas extremidades. Dos alas de dragón. ¡Earaniel era una semidragones roja! Ahora entendía el motivo por el que se había unido al Refugio. A partir de ahora no sería aceptada en Calimport.

El grupo siguió con su misión y consiguió encontrar la pieza que buscaban. Huyeron de la ciudad y, una vez se hubieron alejado, tomaron aire.

Ahora solo cabía esperar a que los demás grupos consiguiesen las otras dos piezas.[/i:ce3e69b056]

Arxaon

27/05/2009 13:20:25

"¿Amigos?"

[i:0e9414ea95]Durante aquellos días, antes de reunir las tres piezas, el grupo se conoció más. Las risas y buenos ratos hacían que Wilhelm se sintiese casi en familia.

Un día hacían broma Éaco y Wilhelm en una arena, donde a veces entrenaban. Rieron juntos y, cuando el monje se despistó, ella le besó.
Wilhelm quedó confuso y sin comprender. Poco después llegó Satara. Nunca había tenido una situación tan incómoda, y menos con un amigo. Ocultarle algo que le afectaba directamente.

Otro día, salían Satara, Éaco y Wilhelm de una estancia. Cuando el primero salió, Éaco se giró y besó al monje. Luego rió y salió tras su prometido.
Wilhelm quedó desconcertado de nuevo. ¿La semielfa estaba jugando con él?

Finalmente, un día en Giliam, Éaco se declaró al monje. Wilhelm no fue capaz de reprimir sus sentimientos, y le correspondió.

Pocos días después, en la taberna de Giliam, Satara y Éaco anunciaron que se iban a casar. Todo el mundo fue a felicitarles, pero Wilhelm no fue capaz de mostrar ni una falsa sonrisa.

Satara sospechaba algo, y su amistad con Wilhelm se convirtió en desconfianza. El monje lo comprendía perfectamente. Había hecho algo que nunca habría imaginado. Podía estar desviándose de su senda, haciéndole algo así a un amigo. Pero... también amaba a Éaco. Y, según ella, amaba al monje y no a su prometido.

Finalmente hablaron, y Satara quiso golpearle. Varios lo detuvieron hasta que se controló. El aprecio de Satara hacia el monje había terminado. Y la vida del humano cambiaría mucho tras este hecho. La oscuridad llenaría sus ideas y objetivos.
Y Wilhelm nunca olvidaría su culpabilidad.[/i:0e9414ea95]

Arxaon

04/11/2009 10:45:03

"El Mal de los Monjes"

[i:0fe5292ed3]La pareja tuvo una hija. Varias veces estuvieron a punto de perderla por el afán aventurero de la mujer, pero finalmente nació sana.
Su nombre era Kithanna.

Cuando la niña tenía cinco años, ocurrió algo que cambiaría la vida del monje.
Una voz retumbaba en su cabeza, reprochándole haber desequilibrado la balanza. Habló del Yin y el Yan, y últimamente Wilhelm se había inclinado hacia el bien.
Cuando el monje volvió en sí, se vio a sí mismo. Un doble frente a él, pero con otra mirada. El Mal de los Monjes había actuado y había dividido al monje en dos cuerpos: el bien y el mal.

Poco después supo que a Vanxel le había ocurrido lo mismo. Los dos monjes malvados se dedicaban a atacar a los viajeros y sembrar el mal allá donde iban, intentando manchar la imagen de los buenos.

Wilhelm avisó a su familia y al Brazo de los Justos. Los paladines ofrecieron protección a la familia del monje. Especialmente Dante. Y entonces, Wilhelm se alejó de ellos para no ponerles en peligro.

Tiempo después volvió por noticias, y las que recibió le rompieron el corazón. Su propio doble fue el encargado de dárselas.
- El paladín murió en una misión, y tu familia... - tras decir esto señaló al suelo y sonrió.
Su doble había acabado con su pareja y con su hija.
Llegaba el momento de hacer algo que quizás debería haber hecho tiempo atrás. Las vidas entre los dos estaban ligadas, y seguramente al morir uno moriría el otro. Se enfrentaría a su doble y lo comprobaría.
Pero la parte malvada de Wilhelm no dio tiempo a eso. Lo apuntó con una varita mágica y descargó su poder sobre el rostro del monje. Eso provocó una quemadura roja de la que no podría deshacerse.
- Así, sabrán diferenciarnos. - dijo el monje malvado.
Wilhelm también lo prefería así. Comunicaría al resto lo ocurrido y reconocerían al impostor.
Pero su doble huyó y no volvió a aparecer.

Todavía hoy se pregunta por el paradero y los objetivos de los clones malignos del Puño Cegador.

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Arxaon

04/11/2009 11:56:22

"La batalla del Bastión de los Justos"

[i:644e23d68a]El rumor sobre una enfermedad contagiosa se expandía por tierras calishitas. Según decían, se contagiaba por mordedura y, quien mordía, era curado. Eso llevó a cambios de actitud desesperados en algunas personas, aferrándose a la única salvación que veían.

Un mago humano se ofreció para ayudar. Khandelthor era su nombre. Muchos fueron los que no confiaron en él. Sobretodo calishitas. Pero Wilhelm no confiaba en ellos y quiso ayudar al mago, intentando que los demás cooperaran.

Mientras se investigaba el tema, grandes cantidades de personas enfermas reposaban en un campamento en la entrada del Bastión de los Justos. Allí los paladines y clérigos del Brazo atendían a los enfermos proporcionándoles los mejores cuidados.

Finalmente fue hallada la cura, y los enfermos fueron trasladados al lugar del ritual. Mucha gente se aglomeraba alrededor, curiosa y expentante.

El ritual tuvo éxito. Los enfermos fueron curados. Pero ese no era el objetivo principal del ritual. Khandelthor tenía otros planes. El poder de la enfermedad fue absorbido por una piedra en manos del mago. Entonces, usó la magia para desaparecer junto a una carcajada.

Khandelthor se estableció en el Erial del esclavo, no muy lejos del Bastión de los Justos. Allí preparó su ejército umbra y consiguió aliados de otros lugares.

Mientrastanto, en el Brazo también se buscaron aliados. Fueron enviados varios celestiales para defender la causa y liderar la batalla. También acudiría un regimiento de AguasProfundas, de Wéldazh y otros aliados de los paladines.

Finalmente llegó la la hora de la batalla, y el plan ideado por el celestial era arriesgado. La mayoría de las fuerzas permanecerían escondidas en una cueva en las montañas del desierto, mientras los paladines y algunos magos harían acto de presencia en el Bastión. Cuando el ejército umbra entrase, la fortaleza sería derruida y ellos aparecerían mágicamente junto al resto de aliados para comenzar la carga a la base umbra.

Wilhelm permanecía en la cueva en la montaña cuando llegó el aviso. Era hora de cerrar aquel portal que daba acceso a las fuerzas enemigas.

Una vez en el erial, acabaron con algunas de las fuerzas que aún defendían el lugar.
Pero fue entonces cuando pudo verse en la retaguardia a un grupo inmenso de umbras acercarse. Todavía quedaban muchas con vida y, junto a ellas, el príncipe con su Dragón de sombra, un elemental de sombra y Khandelthor, además de sus aliados. La descarga mágica fue brutal y muchos de los que allí estaban cayeron. Otros entraron a la construcción que allí había para cumplir el objetivo principal: Destruir el portal.
Wilhelm se quedó junto a Andriuth para intentar retener el grueso del ejército, aunque fuese poco tiempo. El paladín acabó con el dragón y Khandelthor estuvo a punto de caer bajo su espada. Pero sus aliados lo protegieron y acabaron con el paladín.

El monje sabía que no podría hacer nada solo, así que entró junto al resto del grupo. Apenas se podía caminar por la cantidad de cadáveres que había. Tanto de umbras como aliados. Había que proteger a Aioleth, la maga encargada de cerrar el portal. Joganth evitaba que fuese alcanzada, mientras el resto trataba de acabar con las máximas umbras posibles.
Wilhelm cayó, pero fue resucitado por un paladín. Rander Asat. Éste dijo: "Sé que serás capaz de salir de aquí. Yo no podré hacerlo."

Poco despues el portal fue cerrado, pero los refuerzos enemigos habían llegado. Muchos habían caído allí, otros estaban a punto de hacerlo. Quienes tuvieron más suerte, se escaparon mágicamente o, en caso del monje, corriendo. Intentó salvar a uno con el único cetro que tenía, pero poco después de alzarse fue asesinado de nuevo.

Había sido una masacre. El objetivo principal, cumplido: destruir el portal.
Muchos fueron los amigos que perdió en aquella batalla, y otros cayeron más tarde.

Ahora solo queda un compañero que pueda recordar aquella batalla: Hashishint Tolver.[/i:644e23d68a]

Arxaon

16/11/2009 16:08:19

"Nuevos objetivos: La Orden del Puño Cegador"

[i:a3bf8b89a2]Tiempo atrás, Wilhelm recibió una petición por parte de Vanxel para unirse a la Orden del Puño Cegador. El monje se resistió durante un tiempo, pues debía colaborar para hacer progresar el Refugio.

Vanxel le convenció de que no estaría obligado a nada, ni a ayudar a Calimport si no lo deseaba. Pues sabía que Calimport buscaba a varios miembros del Refugio, siendo considerada ésta una organización enfrentada a la ciudad del desierto. Una organización de exiliados.

Tras finalizar la batalla del Bastión, muy pocos quedaron del grupo del Refugio. Algunos habían muerto o fallecido antes; otros durante la batalla; y otros lo harían poco tiempo después.

El proyecto del Refugio había fallado, y Wilhelm centraría sus objetivos con la Orden del Puño Cegador. Sería el encargado de entrenar a los nuevos miembros y hacerles comprender los fines de la orden.[/i:a3bf8b89a2]

Arxaon

18/11/2009 11:58:56

"Aventuras y amistades"

[i:2ede42bb73]Desde el momento en que el monje se unió a la Orden del Puño Cegador, decidió viajar y recorrer mundo para encontrar nuevos adeptos. También aprovecharía para visitar a viejos amigos.

En Calimport no consiguió convencer a nadie con el perfil adecuado. Los que aceptaban se centraban en lo material o el aspecto. Incluso se deshacían de la túnica porque los hombres o mujeres no se fijarían en ellos/as. No comprendían la filosofía de la orden. Si no eran reconocidos como miembros por los demás, nadie podría pedirles ayuda.

Sin embargo, durante su estancia en Calimport, consiguió entablar nuevas relaciones y vivir nuevas aventuras. Todo esto le ayudó a progresar tanto en la senda del monje como en la social.

Una de las personas más curiosas que conoció allí fue Mertiim Yetrolta, un viejo bardo muy interesante.

Otro de los lugares que visitó fue el bosque de Wéldazh. Allí encontraría a viejos amigos, como Hash y Nuborn.
Durante su estancia allí les ayudó con temas relacionados con el exterior y actuó como aliado del bosque. Pero como miembro del Puño Cegador debía continuar su objetivo, y Wéldazh no era un lugar donde abundasen los monjes.

Wilhelm viajó mucho más al norte. Sabía que el único paladín superviviente del Brazo de los Justos, Aldarion, había sido acogido en Aguas Profundas e intentaba hacer prosperar la orden en su nuevo Baluarte. Aioleth ayudaba al paladín actuando como aliada del Brazo.

Allí fue donde conoció a Sabbath. Era una persona intrigante que pedía ayuda Aioleth por un asunto de un Bastón mágico. Ésta se mostró reacia al principio. Parecía asustada.
Wilhelm decidió escuchar a Sabbath y ayudarle en su cometido.

El tiempo pasaba y la relación entre Sabbath y Wilhelm podía considerarse una amistad. No eran de igual opinión, tenían sus más y sus menos, pero aún así se ayudaban mutuamente.

Un día, Sabbath le dijo a Wilhelm que se había unido a un ejército que se enfrentaría a Vado de la Daga para reconquistarla. La ciudad había cambiado mucho y sus tierras se extendían poco a poco hacia el sur bajo el mando de un irreconocible Proust.
Wilhelm decidió unirse y les hablaría de ello a viejos conocidos.

Muchas eran las amistades que había hecho en sus viajes, y con suerte algunos de ellos se unirían a la contienda.[/i:2ede42bb73]

Arxaon

09/12/2009 12:34:10

"Fuerte Liam"

[i:f02b264c4e]La primera base fue en Fuerte Liam.

El ahora coronel Corwin había retomado el Fuerte con la ayuda de sus fieles esclavizados por los orcos.
Muchos fueron los que acudieron a su llamada. Desde paladines que lucharían por una causa justa hasta mercenarios que lo harían por dinero.

Durante los días que se hacían los preparativos surgieron nuevas amenazas: emboscadas de exploradores orcos; muertos vivientes surgidos del pueblo fantasma adyacente, Mizheron; y el más peligroso, Vala, la semidragona verde.
Varios fueron los enfrentamientos con la medio sierpe cuya fuerza era mayor que la de diez hombres juntos. Fue gracias al valor y la astucia de algunos guerreros que Vala no hizo fracasar los planes del ejército.

Su siguiente objetivo era Gilian, el último asentamiento antes de Vado. [/i:f02b264c4e]

Arxaon

09/12/2009 13:59:54

"La colina de Gilian"

[i:b3c4253e6d]El ejército montó el campamento a las afueras del poblado de Gilian.

Debido a la proximidad con Vado de la Daga, se hicieron más frecuentes y contundentes los ataques orcos. Sin embargo, las filas del ejército de Corwin seguían aumentando. Su causa se había dado a conocer debido a la victoria en Fuerte Liam.

La semidragona Vala seguía siendo una enemiga a temer.
Además, un extraño y poderoso hombre que inspiraba poco confianza, el Siervo, había ofrecido cooperación al ejército.

Finalmente, ante todos sus seguidores, Corwin derrotó a la semidragona en un duelo singular.

El Siervo caería más adelante a manos de Midwin, buscado entonces con el nombre de "El Marcado". El arcano arrastró al Siervo a la muerte, provocando también la suya propia.[/i:b3c4253e6d]