Axe_Blackshadow

18/05/2005 17:00:21

Era 0, Tuabemoots y Pioneros

Pocos conocen la verdadera historia de esta gran ciudad, cuyo origen se remonta más de un milenio, cuando el Norte hacía verdadero honor al nombre que por entonces le daban despectivamente los pueblos del Sur: el “Salvaje Norte”.

En aquellos tiempos, la mayor parte del Norte estaba poblada de vastos y frondosos bosques de árboles milenarios en los que habitaban enanos y trasgos (en las montañas y colinas más septentrionales) y elfos (en enclaves muy esparcidos por el resto del bosque).
Algunas tribus primitivas de humanos vivían de la caza y la pesca en la Costa de la Espada y en primavera y otoño se reunían para intercambiar sus pieles por joyas, herramientas de metal y, ocasionalmente, por una o dos armas con los mercaderes que llegaban hasta allí en barcos procedentes del Sur.
En primavera, dichos barcos venían principalmente con el fin de talar y transportar grandes árboles para la construcción naval, ya que no existían árboles de tales dimensiones en las regiones más al sur.
En otoño, los barcos venían para cortar madera para sus propias reparaciones o para llevarse un cargamento de madera si los infortunios del comercio hubieran dejado sus bodegas vacías o semivacías.

La mayoría de estas actividades comerciales se realizaban en un lugar concreto en el que existía un gran puerto natural de aguas profundas, protegido del mar por una estribación de terreno rocoso, un brazo de arrecife costero aislado y una isla rocosa más allá del mismo.

Era I, El Ascenso de los Señores de la Guerra

A lo largo de los años, debido a la tala de árboles, la zona de bosque fue retrocediendo paulatinamente tierra adentro y las tribus comenzaron a quedarse allí la mayor parte del año, cultivando la zona desarbolada. Las tribus más astutas reclamaron sus derechos y adquirieron el control de parte de la madera con el fin de comerciar para obtener más armas y herramientas.
Tales reclamaciones enfurecieron a muchos que veían cómo estos intrusos se enriquecían gracias a sus frecuentes relaciones comerciales, lo que provocó una serie de ataques por mar y tierra por parte de tribus más guerreras que degollaron a los colonos más sedentarios que se habían asentado allí.

De entre estas tribus, destacaba la acaudillada por Nimoar, déspota que ordenaba a su gente apropiarse de granjas, embarcaderos, barracones comerciales y graneros construidos alrededor de la bahía. Se asentaron allí y edificaron una empalizada de madera rodeada de un foso de tierra para proteger sus botines.
Tras una serie de frustradas incursiones tribales y piratas, la gente de Nimoar prosperó en su nuevo asentamiento conocido como el “pueblo de Aguas Profundas”.

Más al norte, a las tribus de orcos se les habían quedado pequeños sus baluartes en las montañas. En sus intentos de expansión hacia territorios subterráneos, se encontraron con la fiera resistencia de los enanos (aunque muchas pequeñas colonias de gnomos quedaron aplastadas y aniquiladas). Así pues, las tribus de orcos se extendieron por la superficie de la tierra, dirigiéndose hacia el sur y descendiendo de las montañas, lanzando sus aparentemente interminables ejércitos contra todo aquello que se interponía en su camino.

Algún que otro enclave de elfos se resistió, pero este desplazamiento hacia el sur obligó a muchos habitantes del norte a trasladarse, incluyendo a los “sempiternos” (trolls) que descendieron a las tierras recientemente desarboladas situadas al noreste del Fuerte de Nimoar, hoy en día conocidas como el Páramo de los Trolls.

Nimoar murió a avanzada edad durante esos tiempos de peligro creciente. Otros Señores de la Guerra más jóvenes acaudillaron a los hombres de Aguas Profundas (nombre que le habían dado los capitanes de barcos al puerto por su profundidad) en las batallas contra los trolls.

Durante una década, se produjeron numerosas batallas sangrientas entre hombres y trolls, hasta que la magia de un joven del norte llamado Ahghairon cambió el curso de la guerra en contra de los trolls, quedando los “sempiternos” destruidos o esparcidos.
Ahghairon adquirió paulatinamente a lo largo de los años más habilidades y poder, hasta que llegó a convertirse en un gran mago. Descubrió una serie de pociones para la longevidad (o aprendió el arte de su elaboración) y así siguió viviendo década tras década en plena forma física.

Temiendo más ataques, los hombres de Aguas Profundas erigieron una pequeña torre en las colinas del Monte Aguas Profundas, situado por encima de sus granjas, desde donde podían lanzar flechas de fuego para defenderse de los ataques de los trolls. Muchas tribus remotas, que habían venido al asentamiento para protegerse de los trolls, se quedaron y ampliaron los muros en varias ocasiones con nuevas granjas. Los Señores de la Guerra gobernaban la Ciudad Libre de Aguas Profundas, manteniéndola independiente y cada vez más próspera con el paso del tiempo.