Axe_Blackshadow

18/05/2005 22:24:46

Era II, Comienzo del Reinado de los Señores.

Cuando ya había cumplido 112 inviernos, Ahghairon tuvo grandes desavenencias con Ráurlor, en aquel entonces Señor de la Guerra de Aguas Profundas. Ráurlor pretendía aprovecharse de la riqueza adquirida por la ciudad y de su potente fuerza armada para crear un imperio en el norte del que Aguas Profundas sería la capital y él mismo su gobernante. Con este propósito, Ráurlor reunió a sus ejércitos. Ahghairon lo desafió ante todo el pueblo y Raurlor ordenó que encadenaran al mago.

Ahghairon utilizó su magia para fulminar a todo aquel que se atrevió a ponerle las manos encima. Ráurlor, enfurecido, le asestó un golpe con su propia espada. El mago se elevó por los aires, fuera de su alcance; el Señor de la Guerra intentó asestar varias cuchilladas a los pies del mago, que se iba elevando, pero en este instante el mago hizo un gesto con su mano y la espada de Ráurlor se convirtió en una serpiente siseante que le mordió inmediatamente.
El Señor de la Guerra murió envenenado ante la estupefacción de todos los allí presentes. A continuación, Ahghairon ordenó reunir a todos los capitanes del ejército de Aguas Profundas, así como a los miembros más ancianos de las familias. Mientras que los mensajeros corrían en su busca para traerlos al castillo, Ahghairon mandó prender fuego al trono para que nadie pudiera ocuparlo.
Las llamas rugían y chisporroteaban alrededor del trono vacío del Señor de la Guerra. Después, el mago hizo un ademán con la mano y las llamas desaparecieron como si nada hubiera sucedido, quedando el trono intacto

Ahghairon ocupó el asiento, se autoproclamó el primer Señor de Aguas Profundas y dijo que a partir de aquel momento la sabiduría y no la fuerza armada reinaría en la ciudad. Nombraría a algunos ciudadanos Señores para que gobernasen junto a él en secreto, de tal forma que cuando apareciesen ante los demás ciudadanos nadie conociese su identidad. Gozarían de la misma autoridad que él y no estarían sometidos a ningún tipo de coerción, ni siquiera de su parte. Estos Señores procederían de todos los estratos sociales de la ciudad y podrían ejercer el cargo el tiempo que deseasen.
Los ciudadanos estuvieron conformes y durante dos siglos Ahghairon reinó en Aguas Profundas junto a los Señores desconocidos.

A lo largo de los años, los Señores enmascarados constituían un grupo de cinco, seis o siete miembros que apenas hacían acto de presencia ni declaración alguna. Se murmuraba que eran los sirvientes de Ahghairon o que incluso eran autómatas mágicos bajo las órdenes del Viejo Mago. A pesar de todo, la justicia de Ahghairon era rápida y ecuánime, sus leyes eficientes y su escolta amable e igualmente dispuesta tanto para prestar ayuda como para asegurar el cumplimiento de las leyes. Así pues, todos los ciudadanos estaban satisfechos.

Fueron años de paz y prosperidad. El norte se abrió a los humanos. Los caminos construidos bajo el mandato de Ahghairon sirvieron para comunicar toda la región, desde las ruinas del “Reino Caído”, que habían sido destruidas por los ataques de diversas razas de trasgos antes de que la presencia de los humanos llegara a ser numerosa en el norte, hasta las ciudades que más tarde se convertirían en Amn.
Aguas Profundas se multiplicó por cinco tanto en tamaño como en riqueza. Atraídas por el dinero, las gentes de otros reinos empezaron a venir a la “Corona del Norte” y entre ellos muchos ladrones, estafadores y rufianes.
De pequeños hurtos se pasó a grandes estafas realizadas por impostores que se hacían pasar por artesanos. Cuando estas noticias llegaron a oídos de Ahghairon, éste convocó una reunión de todos los mercaderes más antiguos, llamados “los Nobles”, y les propuso que formaran gremios tal como se hacía en el lejano sur para vigilar a los posibles impostores de cada profesión.

Algunos eran reacios, otros estaban furiosos, pero la mayoría supo entender las ventajas de tal acuerdo, especialmente si se les concedía libertad para resolver sus propios asuntos en vez de tener que atenerse a acuerdos menos favorables que les fuesen impuestos. Inmediatamente se crearon los gremios y Aguas Profundas siguió creciendo y prosperando.

Las murallas de la ciudad se duplicaron en extensión. Los mercaderes viajaban por todo el mundo y traían consigo bienes exóticos de tierras lejanas a la vez que iban extendiendo la fama de la riqueza de la ciudad por aquellos confines
En el sur, muchos aguardaban el momento de conquistar, o al menos saquear, estas tierras, pero en esos tiempos de conflicto generalizado, las espadas escaseaban y no aparecieron invasores.

Con el tiempo, la salud de Ahghairon empeoró y murió. Fue enterrado con gran fastuosidad en su torre, protegida contra locos y ladrones. Aquéllos que conocían el secreto de las artes del Viejo Mago protegieron su casa y su última morada utilizando la magia más poderosa conocida hasta el momento (muchos creen que aún permanecen intactas).