07/03/2005 18:54:01

Traducción: [REO] - Sarevok

La información sobre los dragones más poderosos del Norte transmitida por el famoso Volo (y corregida por Elminster) continúa con uno de los dragones más famosos de todo Faerûn: Balagos “La Llama Voladora”. Esta gran sierpe roja es legendaria a causa de su enorme tamaño, su mal genio, y por los conjuros que lanza cada dos por tres de la forma más temeraria, en su camino a la supremacía (eso pretende) sobre todos los dragones faerûnios. Balagos actúa como un dragón mucho más joven, sin mostrar debilidad o pérdida de ardor y mostrando sabiduría únicamente al esquivar a los magos que le buscan. Golpea fuerte y de improviso, y ha matado a tantos dragones que es conocido entre los elfos como "Azote de dragones".

Balagos es Ulla Bahor en el idioma gnoll. Acortado a Bahor, este nombre es ampliamente utilizado entre los humanos. Como quiera que le llamen, este enorme dragón es un temible enemigo que se recrea despedazando aventureros, magos y dragones indistintamente. Ha acabado con la Compañía de la Estrella de Fuego (con base en Esmeltaran), la Compañía de la Moneda (de Amnagua), la Compañía Caravanera del Lince Risueño de las Largas Distancias (de Riatavín), los magos de la Torre de Tyruld al este de Keshla, y la flota pirata de siete barcos de la Compañía de las Espadas de Plata al Abordaje.

Además se piensa que Balagos ha destruido a Tastrar Nagthalass y al menos otros cuatro Magos Rojos, así como tres o más magos Zhentárim que habían sido enviados para robar tesoros mágicos de del tesoro del dragón. Este estúpido encargo fue ordenado por Manshún con la esperanza de que Balagos perseguiría a los magos para recuperar su tesoro… sólo para caer en una trampa. Es seguro que los Viejos Orbes que apoyan (algunos dirían que manipulan) a Manshún han conseguido un conjuro que creen que pondrá a Balagos bajo su control mental (si consiguen rodear al dragón y lanzar el conjuro todos juntos), sin ninguna posibilidad de escapar del interminable poder de las poderosas mentes de una docena de contempladores. Seguramente la trampa aún espera a Balagos, que la ha evitado acabando con todos los agentes Zhentárim que se han acercado a su guarida.

Balagos es un megalómano que piensa que tiene el ingenio y el poder suficiente para mandar sobre todos los demás dragones de Faerûn… y liderarlos en una gran guerra destinada a exterminar a los humanos y los elfos, dejando vivir a las otras razas para servir de pienso para dragones. De todas formas, ni su increíble ego ni su temperamento airado lo convierten en un idiota. Donde la mayoría de los dragones rojos esperan la muerte, Balagos huye serenamente y luego prepara su venganza, golpeando a sus enemigos en su punto débil. (Acostumbra a huir para destruir los hogares y familias de aquellos que intentan matarle, si puede descubrir dónde se encuentran). Esta sierpe es más inteligente que la mayoría de los dragones rojos, y tiene tres talentos excepcionales: nunca olvida la cara, el nombre o la forma de actuar de los seres con los que se encuentra (sea dragón, humano, u otro); es un sutil juez del carácter de los demás (de muchas razas, no sólo de dragones); y siempre calcula las consecuencias y los resultados probables de sus acciones. Estas facultades le permiten actuar de la manera más efectiva en el exterminio de sus enemigos y en la consecución de sus metas.

Si es acorralado o se ve en apuros en una lucha, Balagos es despiadado y temerario, aguantando las heridas necesarias hasta neutralizar a un enemigo cuando se enfrenta a un grupo, y obligando a los enemigos a obstaculizarse o dañarse entre ellos con los conjuros y las armas que iban destinadas a él. Es llamado “la Llama Voladora” por la efectividad de su aliento de fuego, pero prefiere recoger rocas, carros o caballos y dejarlos caer sobre sus enemigos antes de lanzar su aliento o enfrentarse a las espadas de sus rivales.

Balagos necesita menos tiempo de sueño que los demás dragones rojos, y gasta el tiempo que consigue así en observar cautelosamente los alrededores. Suele posarse en la cima de una montaña de su territorio, vigilando la zona durante horas. Como ya comentó el sabio Thoravus de Azhkatla en uno de sus discursos (dado el 26 de Mirtul del año 1.354 CV), "La mente de Balagos nunca descansa. Siempre está pensando… pensando cómo conseguir la dominación de Faerûn. La mayoría de los dragones rojos creen que son apropiados para dominar el mundo, pero el resto de nosotros aún tiene que darse cuenta de ello. Balagos sabe que él es el apropiado, y teniendo en cuenta todos los arrogantes y vagos fracasos que componen la estirpe hoy en día, podría tener razón. Espera observando. Siempre esperará observando."

Tres días después de este discurso, Balagos descendió del cielo y devoró a Thoravus, destrozando la casa del sabio en el centro de Azhkatla para ello. La mayoría de los que presenciaron el ataque dicen que el dragón deseaba ser visto, acercándose con gran lentitud y adoptando una pose majestuosa sobre las ruinas tras acabar, para asegurarse de que un gran número de humanos lo vieran y quedaran impresionados. El arquero de una compañía mercenaria se abrió paso hasta la calle y disparó contra el dragón, y este ignoró sus flechas mientras saltaba al aire, daba vueltas lentamente y partía… pero al día siguiente, cuando esa compañía dejó la ciudad guardando una caravana con utensilios destinada a Iriebor, Balagos descendió de las nubes y devoró a todos los integrantes de la compañía de escolta (sin tocar la caravana). No hay duda de que Balagos es muy temido en Amn y las tierras circundantes. Su confianza y poder le hacen parecer realmente un “Rey de los Dragones”.