Azlinraeh

08/03/2005 14:37:28

Tezhyr
Descubre uno de los países con más sobresaltos en los últimos años.
Fuente: Wizards of the Coast
Traducción: Cristóbal García
Formato: Jashir
Tezhyr es una de las tierras más antiguamente colonizadas en toda la faz de Faerûn, aunque pocos hoy así lo recuerden. Cuando uno habla de Tezhyr, cualquiera nacido en este siglo piensa sólo en una tierra llena de intrigas políticas, alarma entre los civiles, prejuicios contra los semihumanos y asesinatos por doquier. El que una vez fue uno de los países humanos más nobles, quedó reducido a una tierra sin ley. Las dos décadas del Interregno de Alemander incrementó el número de barones ladrones, criminales, monstruos y fanáticos religiosos en la zona, desestabilizándola de forma muy grave.
Ahora, un nuevo amanecer resplandece sobre Tezhyr, con el ascenso de Zaranda Estrella y la nueva nobleza. Su pueblo nunca volverá a sufrir su destino de forma tan pasiva, y todos esperan que, con el sudor de sus frentes, mejoren sus vidas.
Tezhyr se esfuerza por resurgir con nuevas fuerzas, y con el tiempo la gente volverá a ver este país como un gran poder de la Costa de la Espada.
Una Visión General
“Elmínster, amigo mío, gozosos saludos para ti,
Después de mi estancia de 37 años en la Roca de Bral, mi familia y yo decidimos retornar a mis tierras situadas cerca del Bosque de Tezhir. Aunque me había mantenido bien informado del desasosiego que ha planeado sobre Tezhyr en los últimos 20 años, aún así quedé muy afectado por el grave sufrimiento del pueblo a manos de su propia “nobleza”.
Azut y Mystra deben ser alabados por decidirnos a volver cuando lo hicimos, pues fuimos capaces de ayudar a nuestros arrendatarios a defender las tierras de los ataques de trolls, bandidos y una pareja de ‘barones’ extralimitados en sus funciones.
Tymora nos bendijo a todos cuando envió a la joven Dama Zaranda, la Condesa de la Mañana Dorada, para unir a nuestro pueblo de las tierras onduladas bajo una nueva casa real. La Reina Zaranda y el Rey Jédrak me han restaurado agradecidamente en el liderazgo del condado de mi abuelo, así como también me ha sido garantizada una posición en la corte.
Me presento ante ti ahora como el Señor Gamulon Idogyr, Conde de la Comarca del Conjuro, Señor de la Laguna de Shilda y Consejero de la Corte de Sus Majestades.
Un amigo mutuo ha sugerido que podría ser interesante que tomase pluma y pergamino para recoger para ti y los Arpistas los cambios surgidos en nuestra tierra. Aquí te envío el primero de los muchos documentos que centran su atención en el estado actual de esta tierra de onduladas colinas conocida como Tezhyr.”
- Conde Gamalon Idogyr de la Comarca del Conjuro (“G”)
País y Clima
Las fronteras de Tezhyr han crecido y decrecido muchas veces a los largo de los siglos, aunque su reciente estabilidad promete definir los límites de Tezhyr para las generaciones venideras. Algunos de esos límites se hallan actualmente en cuestión; los límites aceptados y las áreas de contención se muestran en el mapa político que aparece en la cubierta trasera de este libro.
La frontera norte está aún definida por la Carretera de Tezhyr, aunque la defección de Riatavín y Petrasenda de Amn a Tezhyr en 1370 CV sugiere que la nueva frontera norte bordeará las laderas meridionales de las Colinas Tejam, al este de Shilmista, el Bosque de las Sombras. Los límites meridionales de Tezhyr son oficialmente las orillas septentrionales del río Memnon y las colinas norteñas de las Montañas de la Marcha.
Las tierras de Mir (encerradas por el meandro más septentrional del río Memnon, los límites occidentales del Bosque de Mir y las Montañas de la Marcha) han sido reclamadas tanto por Calimshán como por Tezhyr, aunque nadie se ha asentado en ellas por la fuerza. Ambas naciones permitieron a esta tierra un amplio espacio para maniobrar hasta hace poco, con el establecimiento de una guarnición de tropas del conde local en el interior de las ruinas de Sunakh.
La frontera occidental es la propia Costa de la Espada, mientras que la oriental finaliza en las laderas occidentales de la cadena montañosa de Iltkazar.
Tezhyr es un país de temperaturas altas, con un clima mucho más hospitalario que el del Salvaje Norte. Las precipitaciones medias varían de las 25 pulgadas de agua caída en las regiones occidentales y meridionales a las 30 caídas en el resto del país. Los veranos de Tezhyr son largos y opresivamente cálidos, aunque la ligera humedad de la región mitiga el calor en cierto modo.
Los inviernos son moderados, raras veces con temperaturas por debajo de cero y con heladas duraderas, mientras que las montañas ven nevar desde Uktar (finales de otoño) hasta Alturiak (finales de invierno). La nieve en las Tierras altas es algo típico pero no duradero; las tempestades suficientemente poderosas como para impedir los viajes son raras. El clima es más frío en las Tierras altas del norte y del este de Tezhyr, y el aire se vuelve más seco a medida que uno se va alejando de la costa. Los ríos de Tezhyr nunca se congelan completamente (aunque se pueden formar capas de hielo espesas) convirtiéndolos en excelentes defensas, así como aguas suficientemente seguras para viajar por ellas.
Razas Civilizadas
Los humanos han sido la raza dominante en Tezhyr durante cerca de cuatro mil años; son el 35% de la población adulta de Tezhyr, calculada en torno a unos 3 millones de personas (todavía no se ha realizado un censo oficial desde el fin de la guerra). Uno de cada siete tezhyrianos viven en un área urbana, mientras que la mayor parte de la población rural vive diseminada a lo largo de las dos principales rutas comerciales del país; la que va desde Murann a Riatavín y aquella que va de Espolón de Zazes a Saradush (incluyendo la ruta del sur hacia Myratma). Tezhyr tenía unos 4.200.000 habitantes hace tan sólo unos 20 años, antes de la guerra civil.
Los actuales humanos de Tezhyr forman una mezcolanza de credos y orígenes, pero los verdaderos nativos provienen de la mezcla de esclavos fugados de Calimshán y de una pequeña pero fiera población humana nativa que apareció en las alturas de Shanatar. Aunque ha habido diversas migraciones humanas procedentes del Estrecho de Vilhon, Lantan, Mintarn y otras regiones aún más alejadas, sobre el 40% de los humanos de Tezhyr descienden de los inmigrantes de Calimshán y de las ciudades-estado del Lago de Vaho.
Los medianos son la segunda raza más populosa de Tezhyr, aproximadamente un 19% de la población nativa civilizada. La mayoría de los medianos residen en las colinas Púrpura, en la costa occidental, pero muchos jóvenes se están trasladando a las ciudades y a los pies de las colinas de las montañas Estriral, al norte del río Sáldaskun. Su influencia en el pasado de Tezhyr nunca pasó de las áreas mercantiles, pero su estricto monopolio del comercio del tabaco de pipa les ha proporcionado mucho dinero, respeto e influencia tanto en Tezhyr como en Amn. Los clanes de las colinas Púrpura mantienen la reputación de producir los mejores vinos en todo Tezhyr, garantizándoles una parte del negocio y comercio con aquellos que se encuentran en el poder. Ahora, los medianos en los consejos locales de Espolón de Zazes, Myratma y Darromar, sin mencionar a los nuevos condes medianos que han aparecido con el nuevo orden impuesto, han ganado bastante influencia y poder políticos en sus tierras natales.
Los elfos han vivido en las tierras boscosas de Tezhyr durante siglos, haciendo presa incluso en la gran civilización enana de Shanatar, pero su número ha quedado muy diezmado a lo largo de los milenios. Cuando los actuales bosques de Mir, de Tezhyr, de las Sombras y de la Serpiente eran uno solo, en esta masa forestal vivían siete grandes tribus de elfos, totalizando más de medio millón de Tel´Quessir. Hoy en día el Bosque de Tezhyr alberga al mayor asentamiento superviviente de elfos de los bosques en toda las Costa de la Espada, aunque su número se halla diezmado, no superando los 40.000 habitantes. Durante y después de la caída de Myt Drannor, algunos elfos que escaparon de la masacre huyeron y se cobijaron bajo las ramas del bosque de Tezhyr. Sólo dos tribus élficas, la nativa de los Sulduk y la inmigrante de los Elmanesse, componen la estructura social de los elfos de Tezhyr, y su actitud hacia las otras razas vecinas es de cautela como poco. Los últimos tres reyes de Tezhyr aprobaron la persecución de los elfos y la destrucción de sus bosques, y eso es algo que no se puede olvidar fácilmente.
Los enanos no han tenido gran influencia ni han sido muy numerosos en Tezhyr desde la caída de Shanatar hace unos 4.000 años. Pocos clanes sobreviven; un pequeño clan ocupa el brazo oriental de las montañas Estriral, y cinco clanes habitan en las cavernas de la cadena montañosa de Iltkazar (las cinco cadenas montañosas que se extienden desde la Carrera del Gigante al norte hasta las montañas Alimir, al sur de Kzélter), entre Tezhyr y su vecino Erlkazar. Los enanos de las Estriral forman el Clan Ghalmrin, que consta de mineros y talladores de gemas. Comercian de forma poco frecuente con los mercaderes de Espolón de Zazes, y éste es muchas veces el único contacto que tienen los humanos de Tezhyr con los enanos nativos de este país (aunque los habitantes de las Tierras altas del este tienen mucho más contactos con los enanos escudo de los Picos Kuldin y Omlarandín, en Erlkazar). Los saqueadores de las riquezas perdidas de Shanatar pueden esperar encontrar una seria resistencia por parte tanto de los enanos como de los monstruos que pululan por estas regiones.
Los gnomos en Tezhyr son una visión rara y curiosa, aunque son más numerosos aquí que en cualquier otro país situado al oeste del mar de las Estrellas Fugaces. La mayoría de ellos se hallan dispersos por todo el país como aventureros y empleados en las ciudades más importantes; una villa al sur de Myratma y dos al norte de Saradush reúnen a los restos de la población de gnomos de Tezhyr, aunque hay antiguas leyendas relativas a cierta villa poblada por guerreros gnomos de los bosques y situada en los confines orientales del Bosque de Mir. La mayoría de los gnomos de Tezhyr son ganaderos o comerciantes, tratados como iguales por los clanes locales de medianos.
Los semielfos son raros pero aceptados por la mayoría de los humanos, aunque son tratados con suspicacia (y a veces con odio) por los elfos. Hay excepciones, como las que se producen con los niños nacidos de las uniones entre elfos y los druidas de Musgolito, o las de aquellos cuyas acciones personales y heroísmo prueban su honor e integridad ante los mismos elfos.
Los semiorcos son más comunes que los semielfos, pero no son nunca fácilmente aceptados por ninguna raza. De hecho, muchas veces son considerados tan monstruosos como los mismos orcos. Para sobrevivir en Tezhyr los semiorcos deben tener suerte, ser hábiles y tener una conducta irreprochable, y pocos son los que lo cumplen. La Reina Zaranda intenta cambiar el trato que reciben los semiorcos, pero las viejas actitudes se imponen a cualquier otra circunstancia.
En el pasado, Tezhyr era patrullado por su ejército para mantener la población de monstruos en unos mínimos aceptables; los kóbolds quedaron extinguidos en este país hace unos 500 años. Ahora, muchas razas de monstruos nativas de Faerûn, y muchos bandidos, pueden ser encontrados en las áreas rurales, debido a los desastres acaecidos en los últimos 20 años. Los exploradores y aventureros del Señor de la Guerra Vajra Valmeyjar han sido licenciados para dedicarse a la caza de monstruos. Para finales del 1372 CV, humanoides tales como orcos, ogros, osgos, trolls, trasgos y grandes trasgos habrán sido expulsados de las tierras bajas occidentales de Tezhyr. La lucha para restaurar la reputación de Tezhyr como una nación libre de monstruos continúa en las Tierras altas orientales, mientras que las emigraciones de monstruos fuera de Tezhyr son vistas con bastante preocupación por las naciones vecinas.
Costumbres Sociales
La sociedad de Tezhyr fue en el pasado abierta y tolerante, pero los tumultos acontecidos en el último siglo han acabado con esa cualidad. Los excesos de los últimos reyes de Tezhyr y el caos provocado por el Interregno han convertido a un pueblo compasivo en otro traicionero y mentiroso. Muchos de los abusos de los regímenes previos han sido públicamente denunciados y corregidos por el actual monarca. Las gentes de Darromar, Espolón de Zazes y las tierras norte de Tezhyr han sido testigos de primera mano de esos cambios, y son muy optimistas con respecto al futuro, pero los granjeros del sur y los montañeses del este son muy escépticos ante las nobles promesas realizadas por la nueva nobleza dirigente.
Las costumbres y hábitos sociales en este país están muy marcados según el eestatus social y la propiedad de la tierra de cada uno. La tierra es de la mayor importancia para los tezhyrianos, y su posesión establece el estatus de un individuo mucho más que el oro que pueda tener. A los propietarios de tierras se les concede el máximo respeto, pero los nobles conscientes de su estatus sabrán ganarse el respeto de su gente preocupándose del estado de sus tierras. Muchos nobles cayeron durante los Diez Días Negros de Eleint por abusar de los privilegios de la propiedad de sus tierras, dañando u olvidando el cuidado de sus tierras y de aquellos que las trabajaban.
Los tezhyrianos de todas las razas muestran su respeto hacia la tierra rodeándose con todo tipo de plantas. En las ciudades de Tezhyr, las terrazas llenas de flores y los patios llenos de plantas son la norma. La Reina Zaranda ha solicitado a todas las ciudades y pueblos de Tezhyr que reserven un espacio público para convertirlo en parque, una idea que ha sido acogida muy favorablemente. Ahora se ha convertido en un problema de estatus cívico ver quién tiene el parque más grande o el mejor mantenido, aunque hay muy pocos que puedan igualar el esplendor floral del Gran Jardín de Rhinda, plantado en honor de la madre del Rey Jédrak, que abraza la colina situada por debajo de Faemtarn, en Darromar.
Con el restablecimiento del orden social y la aparición de una nueva nobleza, están empezando a aparecer lentamente nuevas costumbre y hábitos sociales. Como siempre ha sido, los labriegos y campesinos son gobernados por los condes, mientras que éstos responden ante los duques. Los duques deben rendir cuentas ante la realeza y el monarca. Sin embargo, la Reina Zaranda ha proclamado públicamente que igual que los dioses necesitan a sus adoradores, “la nobleza necesita el apoyo de su pueblo. Un noble no puede limitarse a gobernar por decretos y leyes, sino con el objetivo de evitar el sufrimiento de aquellos a quienes gobierna. Un noble debe anteponer el bienestar de su pueblo al suyo propio, o será indigno de tal posición”. Con esta proclama, la Reina puso el orden social en manos de sus allegados y principales colaboradores, para consternación de la antigua nobleza poseedora de la tierra. Sin embargo, en vez de caer en la anarquía como se temía, el pueblo, agotado por la guerra, ha aceptado a los dirigentes elegidos por la reina como gobernantes buenos y justos. La gente cree que sus impuestos y tasas servirán para mantener a sus condes, duques y monarcas de tal manera que se pueda reflejar así la riqueza y la importancia social de cada una de las provincias de la nación. Unos pocos se muestran activamente disgustados con el nuevo orden social imperante en Tezhyr. El principal punto de discrepancia para algunos miembros de la clase mercantil y algunos nobles menores desposeídos de su posición durante el Interregno o la Reclamación es la integración de extranjeros entre las filas de la nobleza del país. Aunque la mayoría de la población ha aceptado a estos nuevos nobles, debido a su ayuda durante la Reclamación o a su posterior munificencia, el resto (principalmente entre las filas de la antigua nobleza) consideran a los nuevos nobles como usurpadores.
Otro motivo de división entre la población (tanto entre los nobles como entre los comunes) es el repentino ascenso de elfos y medianos a puestos reales. El muchas veces predicho ataque por la espalda de los semihumanos contra los humanos no ha llegado a darse nunca (y puede que nunca lo haga). Las viejas actitudes y prejuicios se hallan aún muy arraigadas entre la población urbana humana, aunque la paz resultante de la cooperación entre las razas está haciendo que muchos ciudadanos estén empezando a cambiar sus negativas ideas largamente acuñadas contra los semihumanos.
“La Reina se mostró muy inteligente cuando decidió restaurar muchos viejos nombres y títulos de la dinastía de las Reinas, de hace cinco siglos. El simple hecho de renombrar a Izhmong como Darromar, vinculado dicho nombre con las primeras dinastías del país, ayudó a curar las heridas producidas en las últimas décadas y a hacer pasar al olvido a ‘los déspotas de Izhmong’. La eliminación de algunos títulos nuevos, como los de barón o conde, así como la restauración de algunos viejos feudos, ayudó a mucha gente del pueblo llano a olvidar los abusos sufridos a manos de los gobernantes locales durante el Interregno. El Ducado del Crepúsculo y aquellos ducados más pequeños donde se cometieron las mayores transgresiones contra el bienestar de Tezhyr y su gente han pasado a formar parte del mismo polvo de sus propios dirigentes tiránicos.” -G
La maldición del cinco: la naturaleza de mala suerte del número cinco es una creencia social que sólo se encuentra en Tezhyr. La gente supersticiosa se aparta del camino para evitar utilizar el número cinco de ninguna manera: muchos lugareños tienen familias de cuatro hijos y no se arriesgan de ninguna forma a tener un quinto hijo presumiblemente maldecido. Algunas de estas supersticiones tienen un origen muy antiguo y pueden ser discernidas claramente, como el hecho de que no hay ningún edificio (público o privado) en Sunakh con sólo cinco escalones (o tendrán más o menos) y nunca habrá más de cuatro ventanas (o menos de siete) en una única pared en particular. Muchos temores relativos al número cinco están vinculados con la propia nobleza:
o El Rey Coram IV murió al recibir cinco puñaladas; su capitán de la guardia fue pagado por esta acción con cinco barras de platino.
o El Rey Teremir, el primer monarca después de la era de las Reinas, fue quinto hijo; su reinado entró en una disputa interna terrible a los 25 meses de su proclamación como rey.
o El Rey Coram II fue también un quinto hijo, y fue asesinado por el Rey Teremir II a los cinco años de haber subido al trono.
o El Rey Errilam fue un tercer hijo, pero el quinto de Jédrak II, y su muerte hizo iniciar la contienda con los elfos que duró 90 años.
o Las cinco hijas de la Princesa Kessynna murieron horriblemente en Aguas Profundas tal y como se cuenta posteriormente en la sección de Historia.
Idiomas
Aunque cualquier lengua procedente de cualquier rincón de Faerûn y más allá puede ser hablada por visitantes y nativos de Tezhyr, la lengua nativa común es la misma lengua común que puede ser encontrada a lo largo de todos los Reinos. Sin embargo, hay diferencias menores en la gramática y la acentuación de las palabras por todos los rincones del país, debido a distintas influencias de carácter geográfico. Debido a la vinculación histórica de Tezhyr con elfos, enanos, elementales y una amplia variedad de humanos de múltiples credos y orígenes, la lengua “tezhyriana nativa” es una mezcla chapurreada de elfo y enano arcaicos (dialectos del sur), alzhedo antiguo (la lengua “común” del Plano Elemental del Aire), alzhedo calishita, zhorass, una lengua racial de los medianos ya extinguida y el común moderno. El tezhyriano común contiene palabras y frases tomadas prestadas de sus raíces lingüísticas.
“Un antiguo comentarista sobre los lenguajes de Tezhyr se equivocó gravemente. La lengua común nunca fue “impuesta” por la antigua realeza, y la idea de que “la mayoría de la población rechazaba utilizar ese lenguaje” es completamente falsa. Parece que el cronista tuvo que ser el blanco de una broma local.” –G
Religión
Tezhyr ha sido siempre una nación tolerante con las religiones. Sin embargo, los dioses que patrocinan la destrucción caprichosa de la tierra, como es el caso de Talos (Belros en las zonas situadas al sur de Darromar), tienden a ser evitados y sus credos caen en el ostracismo. Algunos credos (como los de Perdición, Beshaba y Cyric) también son mal recibidos debido a su vinculación con el antiguo régimen del Interregno de Alemander. Dioses tales como Yelmo, Ilmáter, Torm, Tyr y los dioses de la naturaleza adorados en el Bosque de Tezhyr son ahora prominentes gracias a las benevolentes acciones de sus seguidores durante las dos últimas décadas de absoluto caos.
Con el restablecimiento del orden, se fijaron algunas censuras sobre las prácticas religiosas para evitar un resurgimiento de la anarquía presente durante el Interregno. Por ejemplo, el ampliamente extendido credo de Perdición, según se cree ayudó y promocionó a extender la destrucción y el caos provocados por los diez días negros de Eleint, así como mantuvo y apoyó a algunos despóticos señores feudales en los años que siguieron. Una medida impuesta en Aguas Profundas fue copiada para prevenir tales ilegalidades pías. Por decreto del Consejo Privado del Monarca, los credos que deseen trabajar dentro de las fronteras de Tezhyr deben cumplir las siguientes reglas:
o El credo de una deidad individual no puede estar vinculado con el robo o la destrucción de otros seres. No se permite el sacrificio de humanos, semihumanos, humanoides o animales.
o La veneración a una deidad no puede demandar tributo alguno a quienes no pertenezcan a dicho credo. El creyente puede entregar los tributos que desee, pero el no creyente no puede ser coaccionado para que lo haga.
o Actividades dañinas contenidas en un credo en particular no pueden ser aplicadas sobre los no creyentes sin impunidad. Por ejemplo, los seguidores de Tempus no pueden atacar ciegamente a otras personas sólo para promover la gloria y el nombre del dios de las batallas. Tal credo es muy aceptado en tiempos de guerra, cuando se estipula que será utilizado contra los enemigos de Tezhyr.
o Los dioses más prominentes adorados en esta tierra no son siempre los más poderosos. Cada deidad recibe sus apoyos dependiendo de cada situación dada, pero los siguientes dioses son los más influyentes y adorados a lo largo del país.
o La significación de Khauntea para Tezhyr es muy preciosa y recibe muchos apoyos, dada la importancia de la posesión de la tierra y de la agricultura desde la fundación de este país, hace ya 15 siglos. El reinado de Alemander IV vio un marcado descenso entre los adoradores de Khauntea a medida que se fomentaba el mercantilismo y el desarrollo de las ciudades, pero los habitantes de las Tierras altas nunca perdieron el contacto con ella, y siguen siendo sus principales seguidores.
o La importancia de Ilmáter proviene del alivio y mitigación de los sufrimientos del pueblo de Tezhyr durante el último siglo. La iglesia ha establecido 10 claustros en Tezhyr en los últimos 400 años, tres de ellos durante el Interregno de Alemander. Todos los claustros han sido situados a lo largo del país, de tal forma que cualquier peregrino o devoto puede viajar de uno a otro sin esfuerzo, en sólo un día a caballo.
o La Iglesia de Yelmo estableció órdenes de caballería que contuvieron parcialmente los desastres provocados por el Interregno. Los tres mayores puestos fortificados de esta iglesia, en el Vado del valle de Sur, en Velen y en Saradush, consiguieron mantener bajo mínimos los abusos de los nobles y de los aspirantes a reyes. Yelmo y sus sacerdotes son aún muy respetados en Tezhyr, ya que no en la mayor parte del resto de Faerun, sólo por estas razones.
o Silvanus y Eldat son igualmente reverenciados por la gente de Musgolito, Puerto Kir, Brost y otros asentamientos situados cerca del Bosque de Tezhyr. Sorprendentemente los elfos del bosque también honran a estos dioses como protectores de su hogar. A diferencia de otras sectas que sitúan a Silvanus por encima de otros dioses de la naturaleza, aquellos que viven en los claros del bosque de Tezhyr equiparan la fuerza de Silvanus con la paz de Eldat para demostrar así el poder de la harmonía de la naturaleza.
o Sune y Laira son poderes adorados por los holgazanes y ociosos ricos de las ciudades de Tezhyr. Tales credos son vistos con desaprobación por las gentes del campo.
o Siamorfhe, una semidiosa limitada en el pasado a Aguas Profundas, tiene un pequeño pero en continuo crecimiento grupo de seguidores en Tezhyr. La conversión pública de la Reina Zaranda a la iglesia de Siamorfhe fue una demostración de nobleza para los tezhyrianos; las manifestaciones de Siamorfhe en la boda y en la coronación de Zaranda demostraron con grandeza el noble corazón de la reina. Ahora muchos nobles rinden devoción o servicio a Siamorfhe, para demostrar a sus gentes que también ellos son aceptados como gobernantes por la diosa del gobierno justo. Aunque no tiene título nobiliario, la Ministra de la Reina Dama Harlaa Assumbar, como sacerdotisa principal de Siamorfhe, es respetada, amada o temida por muchos nobles.
“A mi retorno a Tezhyr descubrí que las Nueve Torres de las Estrellas de Mystra habían sido saqueadas y arrasadas durante el Interregno, habiendo sido utilizadas sus piedras para construir un acuartelamiento militar en las cabeceras del río Sáldaskun. La razón para dicha destrucción al parecer fue que la Reina Zaranda vivió en este lugar en su juventud como una hermana laica. Mis vecinos, el Conde Dancon Riikklass y la Condesa Wynnema Dughol, y yo hemos iniciado con esfuerzo la restauración de la escuela, la casa capitular y el templo con sus nueve minaretes para devolver este lugar a la dignidad y majestad que poseía hace tantos años”. – G