M_v_M

16/11/2007 00:48:07

"No entiendo por qué me dijo aquél tipo que en Cálimport había uno de luchar para sobrevivir. Quizá yo nunca lo haya necesitado y es por eso que no sé a qué se refería...

Siempre he vivido con mis padres, en el distrito de los templos, y no puedo decir que me haya faltado de nada... Lo único que hecho en falta es dejar de ver esos grilletes encadenados a las muñecas de los esclavos que veo diariamente deambular como almas en pena por la ciudad.

Hecho de menos la ciudad de mis sueños, aquella en la que un puñado de hombres recubiertos de joyas no azotasen a sus súbditos para que carguen sus mercancías con todavía más joyas...

Soy calishita, pero a mi corta edad de dieciséis años, no me siento tal. Me niego a identificarme con estos principios que son la base de este reino de polvo y mentiras. Donde la arena no cosquillea sino quema, donde el sol no es baluarte de libertad sino de sumisión.

Heredé de mi anciana y pobre madre su talento de la hechicería, y al menos tengo que decir que aquí no es algo que tenga que esconder. No es nada extraño poder iluminar sin necesidad de velas, ni enfriar sin necesidad de hielo, calentar sin fuego... Aquí es habitual.

Nuestro méfit Asmos ha sido mi único amigo, el único verdadero, con el que puedo charlar sobre todo aquéllo que me preocupa. Como el ver una de las espadas que mi padre, el herrero, colecciona en la pared, y no saber empuñarla para blandirla contra todo aquello que oprime mi día a día...

Pero no, estoy harto de no sentirme bien... ¿Puede ser egoísmo? Quiero creer que no. Ansío irme de aquí para hacerme más fuerte y ayudar a todos aquellos que de verdad tienen una razón por la que ansiar la libertad.

Hoy mismo he hablado con mis padres, creo que he demostrado más madurez de la que ellos pensaban, porque me han animado a seguir a mi corazón.

Y mi corazón está en esas historias que oigo de los mercaderes y de los marineros. Aquellas gestas que parecen leyendas, que hablan de paladines, del Brazo de los Justos en su castillo, en su baluarte de lo que de verdad es justo.

Hoy he preparado la mochila con lo básico, con los cetros que me ha dado mamá, y con la ballesta de mi padre. He salido al mercado, solo, y he conocido a un enano llamado Rock.

Te doy las gracias, maese, por tu generosidad... El oro que me brindaste servirá para suplir la ausencia de los beneficios que aportaban a mis familias mis tareas diarias. Quizá ahora sí me sepa de algo lo poco que me enseñó padre con los bastones, más o menos se empuñar uno...

Pero no me es suficiente, quiero ir a ver ese Bastión con mis propios ojos, y encontrar allí mi destino.

Con el recuerdo permanente fruto de ver a aquel semiorco esclavizado, veo ahora mientras escribo estas líneas, la ciudad de Puerta de Baldur en el horizonte.

Donde el cielo se junta con el mar, allí veo mi hogar..."

M_v_M

16/11/2007 19:12:46

"Esta ciudad es enorme... No sé si más o menos que Cálimport, pero me he perdido nada más desembarcar.

Preguntando a la gente de por allí he llegado a una posada, la Elfa Cantora. He pasado el día en ella, gastándome las monedas que el bueno del enano me dió. Un buen solomillo y algo de vino de ese del que padre no me dejaba beber. Pero sólo he bebido un par de tragos, no me ha gustado nada.

Ahora estoy haciendo un alto en el camino, escribiendo mientras miro el río que cruza el camino que me han recomendado seguir para llegar al Bastión de los Justos.

También es casualidad encontrarme a la gran administradora, Drimilza, justo cuando iba a preguntar por el sendero a tomar...

Me ha hablado de los impuestos para comprar los permisos de ciudadanía... Qué mal. Pensé que en esta ciudad las cosas serían distintas, pero veo que el oro sigue moviendo montañas en cualquier sitio... Yo que me quedé asombrado cuando Rock me dió las 200 000 monedas, y que creía que con la mitad que les dí a mis padres les solucionaba la vida... Y ahora me encuentro con que me cuesta 100 000 monedas un permiso de ciudadanía...

En fin, como de momento no lo necesito, he preferido conservar el oro para cuando de verdad se presente una situación de necesidad.

Sigo pasando las horas con Asmos, al menos sé que vaya a donde vaya, no estaré solo si él está a mi lado. Lo malo es que de cuando en cuando tenga que descansar un día en su plano, pero no le puedo culpar.

A lo lejos parece que se perfila la silueta de un gran edificio, y debe ser el Bastión.

Ardo en deseos de conocer cómo son los paladines, y la ilusión me embarga cuando recuerdo que Drimilza me dijo que solían aceptar aprendices.

Aunque, por otro lado, me inquieta aquello que mencionó sobre Aldarion, el líder de los Justos muerto, y algo de una guerra en el norte.

Voy para allá".

Andriu_ZGZ

17/11/2007 14:40:28

[i:033557a7f6]En el Baluarte la situación era de bastante calma, no obstante ya se habían dando órdenes para que el edificio se mantuviese en alerta y en vigilancia contínua ante la salida hacia Vado de la Daga de sus principales paladines.
Por la experiencia demostrada durante años, a Aline Sanner se le había asignado la comandancia de la patrulla que vigilaba el Bastión, las patrullas se sucedían en su muralla y en las cercanías se disponían batidores improvisados sin mucha experiencia para alertar de emboscadas y ataques.

La situación del Baluarte a varios kilometros de Puerta de Baldur y sin un recinto claramente amurallado lo hacía más vulnerable y más expuesto a los peligros del camino.

Solo la creencia de la protección de los dioses de la triada, hacía mantener la firmeza en los corazones de los defensores de aquel bastión.

Varios soldados comprobaban el trasiego de los mercaderes que iban de un lado a otro del camino, uno de ellos reparó en una figura que se acercaba al edificio.

El soldado avisó a la lugarteniente Aline, que salió a la puerta.

No tardó en ver a la persona que se acercaba.[/i:033557a7f6]