Farben

28/03/2008 12:48:03

*En la entrada al Bosque de Mir, justo tras el puente, puede verse este cartel*

Mir es ahora territorio de Dragones, todo aquel de otra raza que entre sin permiso, será atacado y, o bien expulsado del bosque gracias a una caida desde gran altura o bien devorado sin piedad.

*La firma es una garra de dragón y a lo lejos, si se mira bien, cerca de la linde del bosque puede verse alguna cabeza enorme de un enooorme dragón, siempre cromático.*

Sh0No

28/03/2008 15:12:12

*Shono lee el cartel y levantando una ceja va hacia el norte con paso decidido y sin decir ni una palabra*

(esto va mal, ya lo digo yo, va muyyy mal... me temo que dejamos poco a poco de ser libres como dices amigo...)

mnho

28/03/2008 17:13:02

Tras una noche de entrenamiento en las montañas Alamir, Sheldarah y la humana que le seguía, se adentraban en el basto bosque dispuestas a volver a Calimport para retomar sus fuerzas.

-Crias de Dragón-. Dijo Sheldarah al caminar varios cientos de metros

Eso no era todo, al poco rato pudo avistar varios Dragones Ancianos, algo no iba bien. Estaba encerrada en un bosque plagada de Dragones.
Solo cabía la posibilidad de correr hasta la saciedad.
Por fortuna hubo suerte.
-.(Usar a la humana de cebo causó efecto)... -. Pensó la elfa.
La cual no pudo resistir la tentación de probar sus conjuros a una distancia prudente, sorprendida al ver como esa inmensidad no se inmutaba ante nada.

-Hora de marchar-. Le dijo a la humana.
-Corre¡-. Gritó

Sudorosas y jadeando llegaron a la entrada del bosque, a las llanuras que predecen a lo salvaje.
Ambas puedieron apreciar el cartel...

(Se ha abierto un nuevo coto de caza) *pensó para si*

Cormarion

28/03/2008 20:58:32

¡Allá iba de nuevo! Viktor no había tenido suficientes dragones por un día que se aventuró en compañía de esa elfa flacucha y el desconocido de raras pintas. Y allí estaban frente a un cartel que decía bien a las claras lo que les podía pasar si pisaban el bosque de Mir...

(*recordando los últimos acontecimientos*)

[i:141da8f370]No hacía ni media jornada que un grupo de aventureros liderado por un paladín, Neshnosecuantos de alguna orden, interrumpió su travesía desde Calimport hacia Baldur. Bueno, más bien se había perdido, así que el samaritano grupo se dispuso a guiarlo hasta el cruce de caminos.

Pero no, no pudo ser. El grupo avistó un dragón de negras escamas en la planicie de Tethyr dándose un atracón de jabalíes y no pudieron dejarlo darse el festín en paz. Se dispusieron a presentar batalla al dragón y picándole a Viktor la curiosidad por ver como se zampaba el dragón al paladín y a los otros siguió sus pasos.

Ante el hostigamiento de esos tontorrones, el dragón dejo a un lado el banquete, y con un súbito y poderoso movimiento de sus musculoso cuerpo, se abalanzó sobre los incautos. Zarandeó al paladín, mientras el enano daba vueltas alrededor de la bestia buscando un punto débil. ¡Infelices! Ante la superioridad de la bestia tuvieron que retroceder, dejándole sólo ante el peligro. Ya estaba bastante asustado viendo el combate para que ahora se hubiera fijado en su presencia. Viktor puso pies en polvorosa, pero el miedo que le atenazaba y la velocidad de la bestia, que parecía jugar con él al gato y al ratón, hicieron que al final trastabillara y cayera entre las garras del dragón. Los vapores ácidos del aliento de la bestia acabaron de ajar sus ropas y el peso de su garra sobre su cuerpo rompió muchas de sus existencias de licor que transportaba. Al menos pudo dar tiempo a que el grupo recuperase el aliento y finalmente pudieran derrotar al dragón negro.

Apoyándose en un bastón pidió al paladín que le acompañase a Calimport pues se encontraba malherido y el camino era largo y peligroso, y éste le acompañó hasta la tierra de los dos ríos, y en uno de los puentes se encontró con la elfa. Luego el paladín partió, al Norte, pues al parecer Baldur estaba en aquella dirección.

La elfa y Viktor reposaban a los pies de la colina cuando llegó el tipo con pintas raras, túnica, escudo en mano y una fina espada de aspecto poco amenazador, y les propuso dirigirse a un volcán en busca de fortuna. En los oídos de Viktor sonaron las monedas que ya caían y tanto él como la elfa aceptaron acompañarlo.[/i:141da8f370]

...y se quedaron mirando los unos a los otros frente al cartel.

- ¡Mil rayos!, dijo Viktor. Nadie me dijo que tendríamos que atravesar el territorio de los dragones.

Por la cara de sus acompañantes parecía que tampoco ellos estaban al corriente. Viktor ansiaba estar echado entre cojines, con una buena copa de vino en una mano, una buena pipa en la otra, y recibiendo las atenciones de una bella y cariñosa mujer. Ya casi se había acostumbrado a su vida de mercader ahora que se había quedado sólo.

El grupo se adentró en el bosque con Viktor en la retaguardia caminando con la ayuda del bastón. Entre las copas de los ancianos árboles pronto divisaron que el cartel no mentía. Una enorme cabeza verde los miraba con ojos amarillos mostrándoles a las claras un profundo odio. Con un rugido que hizo que pájaros y demás animales huyeran del lugar, la bestia anunció sus intenciones. La fina espada del desconocido eran picaduras de mosquito para la acorazada criatura mientras que la elfa, arco en ristre, salpicaba la piel de la sierpe con una miríada de saetas. El terreno está vez, gracias a Silvanus, les fue favorable pues la anciana y gigantesca arboleda entorpeció el movimiento de la bestia poniéndoles lejos del alcance de sus garras. Largo y duro fue el enfrentamiento, y Viktor viendo que su varita de proyectiles era inútil, se limitó a contemplar como saeta tras saeta, la elfa iba desangrando al dragón que finalmente se derrumbó entre un terrible crujido de pequeños árboles rotos bajo su peso.

Esta vez habían sido afortunados y el bardo podrá cantar alguna hazaña...

Farben

28/03/2008 21:08:02

*En el bosque se oyen varios rugidos desgarradores al poco tiempo de ver a los dragones muertos y a multitud de crías rugiendo algo parecido a sollozos*

pastoretpastor

28/03/2008 21:56:42

Abü se adentró inconscientemente solo a las profundidades del bosque.

Ante el amasijo de cadáveres que habían a la entrada del bosque no pudo más que lanzarse un sortilegio de protección ilusoria y seguir su pequeña investigación.

Caminaba mesurando sus pasos, poco a poco, movía balanceándose en equilibrio todos sus pasos. Observó a lo lejos, un semidragón verde corría por el bosque. Le persiguió, mesurando sus pasos, pisando donde él pisaba. Pero en el primer recoveco ya le esperaba alguien. Un dragón azul, inmensamente más grande de los que había visto con anterioridad se abalanzó sobre el arcano. Retrocedió, un paso, dos, preparaba su conjuro de vuelta a su ciudad y la garra del dragón impulsó su cuerpo unos veinte metros cual pelota pateada por un vigoroso niño.

Despertó a las afueras, su ropa manchada y ajada mostraba en su pecho una costra con alguna forma en especial. Ahora sólo le quedaban fuerzas para conjurar la vuelta que por temor no conjuró en su momento.

Después de descansar, se presentó en palacio con su ropa hecha jirones, documento de ciudadanía a la vista se encaminó hacia el capitán de la guardia.

-Se presenta el ciudadano Abü Kari-m. Vengo aquí porque en territorio perteneciente a Calimshan sufrí un ataque por parte de un cromático de tamaño inmenso. *les muestra todos los estigmas de la paliza sufrida, poniendo incapié en el del pecho, que muestra una marca que dejó un objeto incandescente sobre su esternón*.
-Reclaman el territorio para ellos, dicen que solamente los de su raza podrán entrar en el bosque. Espero que el grandísimo syl comprenda la gravedad de un ataque a su territorio, nuestro territorio.
*se despide formalmente y se marcha a remendar sus ropas cabreado*
(espero que ellos hagan algo por recuperar esa gran fuente de recursos para la ciudad, contra esas sierpes no hay nada más que hacer por mi parte)

Farben

29/03/2008 01:23:19

*En la entrada al bosque pueden verse numerosos cuerpos despedazados
y hediondos, algunos partidos por la mitad con los ojos de los dueños aún abiertos con expresión de terror; pueden verse también miembros repartidos por el suelo y varios cuerpos colgados de árboles chamuscados, hay ojos por el suelo y sobre una rama chamuscada puede verse algo parecido a unos pulmones, etc etc. Da miedo sólo asomarse tras el puente y ver esta escena dantesca*

//A partir de ahora, CD 40 de voluntad contra miedo para intentar entrar al bosque cuando se ve esta escena. Recuerdo que es mp y que estamos hablando de dragones, así que pensad bien en lo que hacéis, que luego pasa lo que pasa.

Reb

29/03/2008 01:41:14

Reb estaba en las cercanías del Bastión cuando vio a la enorme bestia negra. Hacía tiempo que no veía un dragón de ese tamaño y poder. Con esfuerzo terminó con el y corrió al bastión a dar la alarma. Allí encontro a Sir Althiem, a Penco y a un valiente elfo al que no conocía y luego supo que se llamaba Elvin.

Juntos salieron al camino y al poco tiempo estaban espalda contra espalda luchando por sus vidas. Quizá ese primer embite fue el mas terrible. No recordaba cuantos mataron, pero si que por poco no lo cuenta. A pesar de ello, la escena era bella. Los tres caballeros luchando contra el mal encarnado en los dragones, apoyados por el arco del elfo.

Continuaron camino al sur, y toparon con no menos de 20 ejemplares mas, enormes todos ellos. Cerca del bosque de Weldath se les unió sir Khilak y toparon con mas personas que contaban escenas similares vividas en el sur.

Pero lo peor estaba por llegar. Una semidragona con un poder incomparable se enfrentó al numeroso grupo que se había reunido y acabó con practicamente todos. Reb fue de los que primero se le enfrentó y cayó. Sintió un enorme dolor, no solo por las heridas sino por fallar así a sus compañeros. Cayó a tierra y mientra agonizaba veía como uno tras otro seguían su misma suerte. Cuando el camino parecía mas un camposanto, la semidragona gruño unas palabras que a duras penas pudieron luego reconstruir los que las oyeron. Mir era para los dragones. Aquello era venganza, revancha por tanta "masacre".

Poco a poco pudieron ponerse en pie y sanarse unos otros. Elektra causo problemas, como siempre, en el peor momento y de la peor forma. Reb quedo algo preplejo de que Khilak no ordenase que la apresasen cuando ella lo atacó sin mediar palabra ni provocación. Pero guardó silencio y permaneció disciplinado. Como siempre, el brazo tenía muchos frentes abiertos.

Blues

29/03/2008 12:17:11

Nada mas salir al camino pudo ver a esos dragones negros.
Sin dudar un momento las flechas de Paskinel acabaron pronto con los dos dragones que acechaban en la entrada al Bosque.Los gritos de las bestias eran desgarradores y empezo a llegar gente de todos los lados.
Todos habian tenido encuentros con esos dragones,los del Bastion de los Justos,con Khilak a la cabeza aparecieron desde el norte,y Belith y los demas salieron del bosque junto a una gnomo.

Alli estuvimos comentando buen rato lo que ultimamente acontecia en el bosque Mir.Paskinel estaba decidido a ir al bosque cuando ese semidragon aparecio.

Los cuerpos caian rapidamente sin tiempo a desenfundar las armas,pude reanimar a delor y disparar varias flechas a ese semidragon.
La Bestia roja empezo a conjurar y Paskinel uso una de sus varitas para disipar toda esa magia que habia estado usando.Tras eso varias flechas en las piernas y alas hicieron que lo persiguiera.

Una gran mano verde impedia moverse a Paskinel frente a la colina,alli vio a elektrah,escondida en las faldas de la colina y Delor protegiendolo.
Solo quedaban los 3 en pie,rodeados de cuerpos tumbados sin sentido.Cuando el conjuro se disipo,Paskinel subio a la colina junto a Belith y Hash que tambien yacian sin sentido.

Muchos recuerdos de vado de la daga volvieron a mi mente y la rabia se iba apoderando de mis pensamientos.Unos chasquidos hicieron que mirara abajo en la colina,alli elektrah azotaba con su latigo el cuerpo sin sentido de Khilak y ese acto indigno a Paskinel que tuvo unas palabras con ella.

Todos fueron levantandose poco a poco,magullados y doloridos.Hash y Belith abrieron los ojos y discutimos sobre que hacer.Insistia a todos en ir al bosque y hechar a esos dragones ,pero nadie hacia caso ni estaba dispuesto.
Mas recuerdos de Vado volvian a mi cabeza,recuerdos del Bosque de mir invadido de dragones blancos,recuerdos del usurpador y de como secuestraron a Mielikki antaño.

Lo tenia claro,esta vez no iba a quedarse esperando,solo estarian esperando su muerte si lo hacian,debia de ir y atacar,mermar sus fuerzas y moral antes de que esos semidragones de los que hablaban formasen otro ejercito.

joanmi84

29/03/2008 15:13:48

Tras una corta partida en las praderas de Tezhir, Hash regresó a la arboleda.
Contento de ver de nuevo a la druida Belith junto con joven aprendiz elfo, se acercó para conocer las nuevas que traian sus compañeros y hermanos.

El desequilibrio de lo natural señalaba de nuevo al bosque de Mir, conocedores del peligro y del poder de dichas criaturas deberian hacer algo al respeto.

Un sonido grave y conocido para el arquero, el ardiente aliento de un dragon , sonó cerca de la colina. Tensó el arco y se preparó raudo, de la misma forma que lo hicieron sus compañeros. Bajo la colina, algunos caballeros de la antigua orden de los Justos protegia el camino de ese ser que ahora se acercaba.

En apenas unos minutos, pocos quedaban ya en pie, incluso el arquero yacia ahora en el suelo, inconsciente, desangrando.

Tras recuperar el aliento y el sentido, muchos discutian sobre que es lo que se debia hacer y el motivo de los ataques . Pero Hash, de la misma forma que lo habia hecho saber Paskinel, pensaba que no debian quedarse esperando ni un dia mas sin hacer nada. Dispuestos a atacar a esos seres que habian hecho del bosque de Mir su guarida.

El Circulo conocia ahora cual era la postura de los paladines del norte, pero no eran suficientes, precisaban de mas aliados para hacer frente a esa amenaza.
Era el momento de encontrarse con antiguas amistades, forjadas muchas veces de la misma forma que el motivo que ahora les empujaba a pedirles ayuda.

mnho

29/03/2008 18:40:07

Cuatro miembros del Brazo se postraban delante del Bastión.
Elektrah miró al sur buscando algo que les pudiera preocupar... algo complicado conociendo su susceptibilidad.

(bah.......... histericos)...

Continuó su camino hacia el sur, al poco rato se percató que los mismos cuatro corrian tras ella. Al llegar estos a su altura continuaron buscando vete a saber que...

Un Dragón tras otro, es lo que encontraban, abriendose paso hacia el sur, mientras Elektrah unos metros siempre mas atras, iba derramando la sangre y vertiendola en botes de cristal... (Hacen el trabajo sucio... quien lo diría... espero que halla Dragones hasta mi destino...)

Llegaron al camino de Thezir... Elektrah se desvió hacia la colina de Weldazh dispuesta a descansar...
Los cerdos humanos comenzaban a reunirse en ese punto delante de la arboleda, quienes junto con Elfos se jactaban de haber "limpiado" el camino.

Al poco rato comenzó el ruido propio de la batalla, los humanos intentaban defenderse de lo que parecia un Semidragon en estado de furia... (Lógico... viendo lo hace poco acontecido)...
Los Humanos caian uno detras de otro... Al tiempo que los Elfos atacaban con sus arcos desde la colina.
Elektrah se mostraba impasible sin atacar a nadie... Admiraba tal espectaculo...

Se ocultó para evitar al Semidragon.

Cuando asomó la cabeza para ver si estaba pudo ver el panorama... Solo Paskinel y Delor seguian en pie...
Se asomó a la colina, apreció los cuerpos de los humanos.
No pudo evitar la curiosidad...

Se puso a la altura de los cuerpos y comenzo a quitar Capuchas al ver varios trajes que le resultaban "algo llamativos"...

(vaya vaya)... pensó al ver el rostro de Khilak... no lo dudó... ELektrah sacó el latigo y asestó cuatro golpes... para luego retirarse al ver que comenzaban a recuperar el conocimiento.

<Cobarde> <elf>... Pudo escuchar con la voz de Paskinel...
(Que ironia tal palabra viniendo de un pueblo que se mostró impasible al ver una elfa torturada pedir protección no hace meses...)
(¿Acaso ella se pudo defender cuando la ataron y castigaron?)

Una vez todos en pie, se cruzaban las palabras, todos buscaban lo mismo... El modo de acabar con los dragones...
Dialogo... Dialogo... Dialogo... (Bienvenidos a Weldazh...)

(Hablan de equilibrio... pero no dudan en arrodillarse y restregar su lengua por el sucio trasero de esos Humanos...)
(Y se hacen llamar los guardianes del equilibrio)

Anu, que no hacía poco de su llegada al lugar, preguntó en vano a los presentes por información.

-Pierdes el tiempo-. Dijo Elektrah al ver la intención de Anu...
-Toda la información que buscas esta en Mir-. Añadió.

Decidida, Anu decidió partir hacia Mir acompapñada de Elektrah.
Al poco rato, pudieron observar un Semidragon corriendo a gran velocidad hacia el norte.
Decidieron seguirlo. AL llegar de nuevo a la altura de Weldazh, ambas observaban atónitas como esa escoria de humanos y elfos ni se habían percatado... hablaban... hablaban... cegados por vete a saber que...

Extrañados al conocer lo recien sucedido recibieron la contestación merecida...

-Seguid, Seguid dialogando-. Les dijo ELektrah...

Rugrim

30/03/2008 16:52:54

[i:e640613fe2] Rugrim salió del campamento orco. Estaba disgustado por lo rápido que se reproducía esa escoria. No le extrañaría que algún día hicieran alguna incursión a las caravanas o incluso a algún pueblo cercano.

Decidió dirigirse hacia las afueras del bosque mágico. Gracias al cierre de sus fronteras, se le hacía muy fácil vender sus objetos a los escualidos elfos.
Al avanzar unos pocos kilometros, el enano se dio cuenta de que algo iba mal, no se veía ningún animal y el ambiente estaba más oscuro de lo normal. Miró al cielo pensando en la posibilidad de una gran tormenta y cual fue su sorpresa al ver a decenas de dragones volando al Norte. Gracias a la leve covertura que le ofrecían las colinas los dragones no le divisaron, pero hubo alguien que si le vio.
Un semidragón enorme, del tamaño de un gran demonio, le atacó derrepente; sin embargo el enano no era moco de pavo y pudo enfrentarse a él hasta que el cobarde semidragón invocó a un demonio y a un montón de piedras para que le ayudasen. A pesar de su entrenamiento, Rugrim tuvo que realizar una retirada estratégica.
Volvió a Calimport donde reclutó a dos humanos para que le ayudasen.
El trio llegó hasta las afueras de Weldazh. Allí los elfos alardeaban de haber matado a unos dragones negros y a un rojo.
Al poco aparecieron más humanos y elfos del norte, al parecer los dragones habían atacado el bastión y habían intentado tomar el camino del comercio.
Cuando los humanos se jactaban de haber matado a unos 20 dragones [/i:e640613fe2]
(ya claro, y yo soy un dwergar)
y los elfos se planteaban atacar el bosque de mir
(locos suicidas)
[i:e640613fe2] apareció un semidragón rojo y sin mediar palabra si lio a apalear a los allí presentes.
El monstruo dirigió su primer ataque contra el enano
[/i:e640613fe2] (se nota que nos temen)
derribandolo y dejandolo medio incosciente. Al parecer estaba enfadado por la matanza realizada contra los dragones
(si no se hubiesen movido de sus madrigeras, no habrían muerto)
[i:e640613fe2] Los humanos y los elfos fueron despertando y ayudando a los demás y empezaron a discutir sobre lo que tenían que hacer.
Rugrim lo tenía claro, iría a Baldur a hablar con los herreros, necesitaba un equipo adecuado para poder afrontar otro ataque así.[/i:e640613fe2]

pastoretpastor

30/03/2008 18:10:47

Tras una conversación insulsa con dos semidragones, el arcano se dirige otra vez a palacio:

-Necesito audiencia con algún miembro del consejo, soy el ciudadano Abü Kari-m y el asunto de la entrevista es la reciente ocupación de los dracónicos del bosque de Mir.

//si me pillais dentro alguno ya sabeis: privado jeje//

Farben

30/03/2008 19:43:20

//Aclaro algo: en Mir siempre han habido dragones, sólo que antes también dejaban estar a otros seres y había menos dracos que ahora :P

Sh0No

13/04/2008 18:03:23

Descansaban en la arboleda después de una intensiva ronda por los alrededores cuando Belith les contó los planes.

Al cabo de un rato de preparativos, Shono y Belith tomaron forma de tejón para poner rumbo al bosque de Mir. La intención era adentrarse con cuidado y sigilosamente para analizar el estado del bosque, confiando en que los dragones no se molestarían por un par de tejones asustadizos.
El arquero Tigrán los escoltó hasta las cercanías de Mir, y los dos tejones siguieron adelante cuidando de no llamar la atención de las manadas de lobos que por allí rondaban.
Cuando se acercaron lo suficiente a los límites del bosque ambos tejones quedaron paralizados por la espeluznante escena: montañas de cuerpos, tanto elfos como humanos, rodeaban la entrada al bosque como si de una muralla se tratara. El tejon que era Shono sacudió la cabeza y comenzó a caminar decidido a averiguar el estado del bosque y los animales a pesar de lo que veía, pero Belith era incapaz de seguir. Las vistas eran demasiado chocantes para cualquiera y la pequeña tejon se acurrucaba escondiendo la cabeza horrorizada ante el espectáculo de cadáveres.

Shono trató de calmarla dándole golpecitos con su pequeño hocico hasta que decidieron dar media vuelta hacia la arboleda, ya convencidos de que el estado del bosque no debía ser muy bueno vistas las volutas de humo que aparecían entre los árboles.

ArkasLynvail

15/04/2008 11:25:20

[i:5bd60ddbe9]La semidragona observaba el vuelo de los dragones hacia el norte, sabía que Shia tenía algo que ver en todo esto y no pudo hacer otra cosa que una mueca de preocupación.
Tenía que repletírselo una y otra vez, su señora solo seguía las instrucciones y dogma de madre, aunque esta vez empezaba a ser demasiado peligroso.

Entre el grupo de jóvenes semidragones salió Orus vociferando y dando gritos, a él le gustaba incluso menos que a ella esto.

Desde el bosque mir se oian los gritos de victoria y los terribles aullidos de los dragones al caer, la semidragona no podía permitir continuar con esto, tenía órdenes de no involucrarse pero no podía permitir la caida inútil de más sierpes.

Reunió todo el poder que Tiamat le otorgaba y lo completó con unos pocos pergaminos que había comprado a un arcano humano cuando aún no tenía ni siquiera alas en su espalda.

Observó tras el puente y vió como el grupo sureño se distanciaba de los elfos, ese fue el momento que la sacerdotisa eligió para atacar. Como una exalación pasó por encima de los sorprendidos humanos que creían que ya había cesado el ataque, con furia incontrolada empezó a golpear y a tumbar a los humanos.
La magia la golpeaba directamente en sus escamas, pero tenía que soportar el dolor, apretó los dientes y volvió a la carga.

Se preparó para retirarse pero entonces vio a su espalda a Orus, una leve sonrisa apareció en su rostro y reanudaron el ataque, dispersando y desorganizando al grupo elfo-humano.

Finalmente sonó la retirada, había sembrado suficiente la discordia. Quizás si lo hacían los gobiernos cercanos se plantearan muy y mucho el envío de tropas a los bosques.[/i:5bd60ddbe9]

MasojHunett

15/04/2008 14:12:40

[i:bddd4f7b24]No había visto tantas escamas juntas en mi vida.Estaba acalorado.Venían en oleadas de 20 ejemplares aproximadamente.Unos venían volando y nos flanqueaban realizando un movimiento de pinza quedándonos en el centro.

Pero hubo uno que si me llamo la atención...Uno de ellos se teletransporto y utilizo conjuros que los otros no utilizaban.Apareció por el puente sur y lanzo un par de conjuros que dejaron fuera de combate a Frem.
Es curioso....[/i:bddd4f7b24]

mnho

15/04/2008 14:19:23

Sonabá al fondo los rugidos de la batalla, Dragones sobrevolaban el cielo
para postrarse sobre la superficie en la lejania.
Un destacamento partió de Weldazh en esa dirección comandada por Hash.

Al llegar al lugar, los gritos eran presentes, el sonido del combate estremecedor.
Los elfos se distribuyeron por la colina, tras pestañear una última vez, ráfagas de flechas cubrian el cielo.
Nada ni nadie sabia con certeza lo alli sucedido, hasta cesar la batalla. Momento en el que humanos, Semiorcos, Gnomos y demas razas que blandían sus armas en la llanura, dirigieron su mirada hacia la colina.El destacamento de elfos se mostraba en hilera con los arcos tensados.
Nadie daba credito a lo que veian sus ojos.

Una batalla, una victoria... era el momento de la represalia que no tardó en llegar.
Un grupo de enormes Semidragones avazaba con rapidez, su poder era inmenso.
No era un ejercito lo que esperaba, sino muchos destacamentos, con diferentes intereses y motivos para su presencia alli.
La desorganización era notoria, Tiamat supo aprovecharla.
Por un momento todas las razas tenían algo en común. La histeria con la que corrian despavoridos a forma de retirada ante el avance de los poderosos Semidragones.

Tiamat podría sonreir una noche mas. Pero en la moral de los guerreros alli presentes, al tiempo que recobraban los cuerpos de los caidos, la sensación de derrota no era notoria. Algo pesaba aun mas. Todas las razas civilizadas de Faerun habian luchado sin acuerdo previo. Y todas eran conscientes del poder de un interes comun.

Horas despues, las forjas de las grandes ciudades humanas sonaban a golpe de martillo, los animales de los bosques se mostraban agitados al tiempo que reunian a los elfos para tensar los arcos y tambores de guerra sonaban en los grandes campamentos de los semiorcos.

(El momento de la verdad...) *pensaba Elektrah*
Quien solo era capaz de ver una cosa al tiempo que luchaba, su hogar, Los bosques de Mir, donde antaño corría al lado de manadas de lobos...

Libre...



//Lo he roleado como "ejercitos" pues poco sentido onrol tiene que 20 guerreros acaben con un dios ^^//
//Edito : Un par de screens de lo de ayer >
http://img165.imageshack.us/my.php?image=elfosrw2.jpg
http://img138.imageshack.us/my.php?image=dragongrisqj5.jpg //

M_v_M

15/04/2008 14:38:11

*Kyrst escribe sentado en el oasis, temblando de entusiasmo y emoción contenidas. No se le da bien escribir con la pluma que sujeta, de su propio trasero. Pero aún así, intenta unir los símbolos que su ama Cris tanto tiempo había pasado enseñándole para componer palabras:*

"Ha sido un día extraño. Kyrst sólo quería ir a ayudar a unos caderes del camino de la hierba que eran atacados por ñols, y a un caza peces que era atacado por San Joaquines. Y Kyrst convenció a gnomo Frem, Ad y Ronie Sibil de que le ayudaran, a Kyrst.

Ya estábamos en camino de la hierba, cerca del bosque Mir, y nos juntamos con más gente. Mucha gente, muchos Ronies y elfos. Y de repente el suelo va y tiembla, bajando Lagoses del cielo... Al principio Kyrst se asusta y se intenta esconder, pero luego Kyrst saca el arco y dispara a Lagoses pequeños.

¡Kyrst duerme para siempre a muchos Lagoses pequeños, a muchos! ¡Kyrst héroe!

Pero luego vino un Lagos como el Lagos que Kyrst conoce, rojo y grande, y otro blanco pero también grande. Éramos casi veinte gentes, todas luchando.

¡Kyrst piensa que si quitamos a los Lagoses, podría volver a montañas a ver si están ahí los otros Kyrst! Y luchamos, y luchamos, y luchamos... Casi toda la tarde y noche, hasta que ya no venían más.

Kyrst mira a la colina y hay muchos elfos... ¡Pero muchos! Ayudaban a los Ronies. Kyrst cree que antes no eran amigos, porque decían algo de volver a serlo. Amigos.

Pero luego vienen dos Lagoses pequeños muy fuertes, y rojos. Y nos pegan a todos por separado, porque no estábamos juntos.

Así que Kyrst fue a colina a avisar a amigos elfos, y bajaron. Pero los dos Lagoses cabrones ya se habían ido.

Luego hablamos, y hablamos. Algo de alianza, que debe ser juntarse gente distinta para hacer algo. Y luego había un Ronie que tiraba luces y gritaba mucho, pero con gritos de ese Ronie y gritos de Kyrst, hicimos alianza.

¡Grandes héroes del camino de la hierba! Gritaba Kyrst. Y eso íbamos a ser al día siguiente, porque nos íbamos a juntar todos, todos, y a dormir para siempre a todos los Lagoses cabrones.

¡Así Kyrst pueder volver a montañas!

Kyrst entiende poco, y todavía no he visto otro Kyrst... Pero los elfos siempre son niños porque nunca se hacen viejos, ni duermen para siempre. Y los Ronies tardan mucho.

Pero como Kyoht ya casi tenía sueño, y tenía veintidós vueltas de estrellas... Creo que Kyrst tiene sueño antes que los demás, así que dormiré para siempre antes que los demás.

¡Pero Kyrst casi tiene nueve vueltas de estrellas y casi es mayor!

Elfos traerán elfos para alianza, y Ronies traerán Ronies también... Gnomo Frem no sé si traerá a más gnomos Frem.

Kyrst traería otros Kyrst, pero... Por culpa de Lagoses Kyrst no puede subir a las montañas.

Hoy, Kyrst ha aprendido una cosa.

Que no importa si están despiertos mucho o poco... Si no se puede estar despierto para ser libre, es como dormir para siempre. Kyrst ha visto a gente fuerte, y Kyrst no lo es.

Pero Kyrst lucha por lo que quiere, y Kyrst lo que quiera es estar despierto, pero feliz y libre. Con otros Kyrst, con ama Cris, o con todos los amigos de Kyrst. Pero así no, no con Lagoses malos que no dejan ir donde Kyrst quiere.

¡Así que Kyrst irá a la alianza, y luchará! O dará voces para animar a los demás, pero... ¡Estará ahí!

Sea lo que sea, ocurra lo que ocurra... ¡Kyrst será uno de los Grandes Héroes del Camino de la Hierba!

*El kenku termina de garabatear en su trozo de pergamino. Tras pensarlo y ver el amanecer que iniciará ese día de reflexión, decide pincharlo con una de sus dagas en el poste de direcciones más cercano a la llanura donde se libró la primera batalla. Y donde seguramente se libraría la última*

(Sea lo que sea, ocurra lo que ocurra...)

Pensaba Kyrst al alejarse. Ahora más que nunca necesitaba los cariños de su ama Cris.

Y es que, aunque él no pudiera entenderlo, en ese mismo instante había dejado de ser un niño.

//Eran casi las dos de la madrugada xDDDD Y pensé que no vendría mal abrir un post de la batalla final, al margen del principal. Aquí queda copiado :P

likazu

15/04/2008 14:38:24

*Escribe en un diario de tapas duras de color negro y rebordes metálicos*

Tormenta de Dragones

Alith y yo estabamos entrenando en esas dichosas minas, cuando terminamos y salimos de ellas exhaustos por tan numerosas batallas, nos encontramos una compañía de elfos, Elektrah, un tal Milmar...otro elfo que parecía el más inteligente y astuto de la compañía, un tal Hash.

Tras largo rato hablando de diversas cosas.
Al mirar al cielo. ¡Oh Dragones! -Grité-
Parece ser que van a atacar, debemos hacer algo.
Los elfos irán a ayudar. -Dijo Has-
Estoy maldito. -Se oyó decir a Alith-.
Me acerque a intentar quitar esa maldición gracias a los dones de mi Dios, pero no funcionó.

¿Alith confias en mí? -Dije con una voz tranquilizadora-.
Sí.-Contesto el elfo-.
Bien, tú elfo...disparale una flecha que sea lo más certera posible...quiero que lo mates...las maldiciones desaparecen cuando el cuerpo deja de tener vida.-Dije con voz suave a Hash-

Hash enarco una ceja, uhm...espero que funcione.-Dijo-
Funcionará, puedo resucitarle. -Contesté-
Las flechas del elfo y los cortes provocados por Elektrah provocaron a Alith la muerte casi instantánea.

Alith vuelve a la vida -Dije mientras alzaba una oración-
El elfo en efecto volvió a la vida.
Debemos prepararnos, partiremos hacia Thezyr para ver que demonios ocurre.

La compañia de elfos y el calishita Karam partieron raudos hacía Tezhyr.
Cuando llegaron contemplaron asombrados los cuantiosos aventureros luchando contra un gran dragón blanco.

La compañía comenzó a lanzar flechas sin parar.
El silbido de las flechas era expectacular, sobre todo las de ese elfo, Hash. Vaya velocidad alcanzaban sus flechas.
Jamás había visto nada así.-Pensé al verlo-

Llegaron más dragones, más y más, dragones enormes de color rojo, un dragón negro, semidragones como si fueran hormigas, había cientos tal vez. Ibamos derrotandolos, poco a poco.

Hasta que... un grito desesperanzador sonó en la zona.
¡Semidragón viene un semidragón!. -Grité con todas mis fuerzas-
Todos se prepararon rápidamente, se oían las palabras arcanas por doquier, entre los numerosos arcanos que había. Los gritos de ataque, los rezos de los clérigos y paladines.

Poco a poco ese o esa semidragón/a iba tumbandolos.
Observando la situación atento, ví el gran peligro, tuve que pedirle a mi dios en una oración que me protegiera de todo ataque o todo acto hostil contra mí.
Las oraciones de mi dios fueron escuchadas, proporcionandome el sortilegio Santuario Mayor.

Corría y corría de un lado para otro buscando a los caídos.
Derrepente..otro semidragón apareció, parecía tener similar fuerza que el otro.
¡Ahora son dos! -Grité de nuevo desesperanzado-
Pam, oí un par de sonidos acompañados de unos gritos de dolor.
Pude ver, como Hash y Eidolon caían sin vida al suelo.

Corrí hacia ellos y cuando tuve la oportunidad los devolví a la vida.
Vamos no podemos caer, dijo una voz que no reconocí prácticamente entre tanto barullo.
Todos tomamos retirada a solo unos pocos metros de distancia, intentamos reposar para el nuevo enfrentamiento.

Eidolon subía la moral de todas las razas allí presentes.
Semiorcos,gnomos,humanos,elfos y demás razas se encontraban allí forjando una alianza para poder sobrevivir, forjando una alianza para poder retomar el bosque y echar de allí a esos malditos dragones.

Un paladín, dijo que en una luna podría reunir a su ejercito de paladines, los elfos quisieron también poder reunir tantos arqueros y demás como fuera posible.
Todos acordaron que en una luna, todos estarían dispuestos para la batalla.

Todos juntos de nuevo.
¡Los dragones morirán! -Gritó Eidolon-

Todos se despidieron para reposar y poder reunir tropas, para lo que puede ser el destino de estas tierras.
Si no nos juntamos todos, estás tierras caerán.
Debemos unirnos.

~Extracto del diario de Karam, ciudadano calishita~

*El diario aparece en la caravana que hay junto a la entrada de weldhazt*

oculta

15/04/2008 15:49:58

[color=orange:f6cabf2891]EXTRAÑAS SENSACIONES

Ama Cris recibió a Kyrst a la vuelta de su largo viaje, y como una madre, escuchaba al pequeño entusiasmado mientras le contaba las increibles hazañas de los Grandes Héroes del Camino de la Hierba. Era extraño, por alguna razón ese pequeñajo con plumas, sacaba la parte mas tierna de Cristina y es que él tenía una magia que ni en pergaminos se podía reproducir.

Poco a poco, Cristina sacaba la información de entre las salpicadas frases de medio sentido de su pequeño kenku, pues lo conocía perfectamente y le entendía muy bien. Desde su corazón, un extraño sentimiento cálido comenzaba a recorrer su cuerpo, como la brisa de media mañana en las arenas del desierto de su amada ciudad. Y aun sabiendo las limitaciones de Kyrst, no podia evitar pensar, que quizás era orgullo, de ver como aquel "beso con patas" se hacia kyoth.

Al día siguiente, Cristina iria a Caballo con su ayudante, a Lagoses Cabrones que en algun momento se atrevieron a desafiar a su ciudad y a tocar al kenku.

Sh0No

15/04/2008 15:57:32

Volvía del desvío que entra a Weldazh después de una charla con Earar, la cual habia desvelado cosas que no esperaba para nada y que aún rondaban por mi cabeza junto con las palabras que repetía para mí: "a mi nadie me ha preguntado, a mi nadie me ha preguntado...".

Entonces, cuando apenas había pasado unos metros los lindes del bosque noté algo detras mio y volví corriendo al cruce arco en mano, a tiempo para ver como una enorme sombra se deslizaba por el camino de tezhyr.

¿Dónde diablos estaban todos?? había que ponerse en marcha pero sabía muy bien que ir solo era una estupidez, más valía que encontrara a los demás y rápido.

Al cabo de poco por fin aparecieron por el norte corriendo en dirección a donde se habia dirigido el grupo de dragones y en un momento me encontraba ya preparado corriendo junto a ellos.

No pude evitar que la imagen de los enormes dragones sacudiendo a diestro y siniestro y los grupos de humanos, elfos y demás razas luchando codo con codo para reducirlos me trajera recuerdos de situaciones identicas más al norte.

Uno a uno las enormes criaturas iban cayendo y el grupo de elfos tapaba el cielo con flechas desde lo alto de una colina como si se hubieran entrenado en grupo para ese instante. Entre ellos, yo combinaba mis flechas con los conjuros otorgados por Silvanus que electrocutaban y hacían arder las enormes escamas.

Cuando parecía que había caido el último, un semidragón apareció por el sur envuelto en conjuros. Mis conjuros apenas atravesaban sus defensas, pero persistía usando también todo cetro y varita que encontraba en mi cinturón y bolsa, intentando hacer lo posible para que los cuerpos de los que se cruzaban en el camino del semidragón dejaran de estrellarse contra el suelo.

Al fin se acabó cuando el semidragón se retiró junto a otro cromático que se le había unido. Habian conseguido causar estragos entre los grupos de diversas razas que habían unido sus fuerzas. Tan solo dos semidragones...

Farben

15/04/2008 16:40:12

[quote:e91bf8ca8e="mnho"]//Lo he roleado como "ejercitos" pues poco sentido onrol tiene que 20 guerreros acaben con un dios ^^//[/quote:e91bf8ca8e]

//Tiamat es un vacilón y prefiere que sus seguidores le hagan el trabajo sucio :P Con el carácter que tiene, fijo que ni se digna pasar por neverun ¬¬ . Muy buenos relatos.

joanmi84

15/04/2008 21:16:01

Al regresar a la arboleda de Weldazh, tras combatir durante horas, Hash, junto con su amigo Milmar y Samia, se apresurarón sin descanso alguno, a hacer correr la noticia entre sus compañeros. Su voz recorria toda la arboleda y parte de Tezhir, los miembros del circulo se apresuraban a la vez a hacer correr la voz*

Una vez reunidos bajo la sombra de los arboles, el Guardabosque miró desafiante a sus compañeros y hermanos :

- Ha llegado el momento de combatir hermanos. Elfos y humanos debemos darnos la mano para librar la mas dura y terrible de las batallas que nunca hubierais podido imaginar.

*su armadura ligera aún muestra resplandeciente la sangre dráconica que hará unas horas brotó en los campos de Tezhir, junto con un corte profundo en su hombro*

- Dejaremos solos a todos aquellos que se ofrecen a combatir para liberar al bosque de Mir? Daremos la espalda una vez más a esta región?

*Parpadea lentamente unos instantes cansado y exhausto, mirando a todos los elfos y compañeros que se han reunido cerca. Tras una pausa, trata de nuevo de coger aliento *

- NO!! Lucharemos!!... Lucharemos y liberaremos Mir de esas sierpes espantosas!!! Nuestras flechas brillaran y surcaran el cielo mañana!!*alza el arco tratando de dar intensidad a sus palabras*

Mañana iniciaremos la marcha hacia las llanuras de Tezhir y os imploro hermanos mios que dejeis a un lado el odio, el rencor... la confusion y que cojais con fuerza vuestro arco, seguros de que mañana por la noche Mir será liberada!

*Ya sin aliento, el elfo mira a sus hermanos un momento y se coloca un nuevo carcaj en la espalda*

//Adjunto este post del foro del circulo por si alguien relacionado al bosque podria en ese momento estar presente se sienta vinculado al rol

Farben

16/04/2008 09:34:37

Tras el ataque al palacio y a la ciudad, la ciudad Calimport se encuentra en Estado de Guerra. Se aplica la Ley Marcial en toda la ciudad. Todos aquellos que sean vistos en la ciudad durante la noche serán detenidos de inmediato y sin miramientos. Se recompensará a cualquiera que pueda traer la cabeza de una elfa llamada Shia, madre de Cortiam el Usurpador, como atacante del palacio.

Las puertas de la ciudad permanecen cerradas y sólo se deja pasar a aquellos que se descubren la cabeza, cerrando inmediatamente. (//al entrar y salir de la ciudad, cerrad las puertas, plis :wink: ). Queda prohibido ir por la ciudad con la cabeza tapada, excepto los guardias y los consejeros, por supuesto.

Se ha llamado a todos los guardias disponibles y se han cancelado todos los permisos de descanso de éstos.

*Sello personal del Syl-Pashá*

Farben

16/04/2008 10:11:53

El enorme ejército avanzaba con paso firme cargado de magias protectoras desde su lugar de reunión en la salida del bosque de Weldahz hacia el Camino de Comercio. Los guerreros más fuertes y protegidos iban delante abriendo el paso junto con algunos exploradores, los lanzadores de conjuros iban en medio, y los elfos, con la gracia y eficacia de movimientos que les caracterizan iban cerrando la marcha con los arcos preparados, y paladines por todas partes.

Una especie de tornado oscuro se podía ver sobre el Bosque de Mir, pero al acercarse, los aventureros se percataron de que no era tal, sino un enjambre de dragones que los habían divisado... y empezó el combate justo en la entrada del bosque de Mir.

Tras cruzar todo el norte de Mir, los valientes combatientes, pertenecientes a todas las razas, llegaron a la parte Este del bosque. El combate había sido duro, y los dragones muy numerosos y en gran número. Estaba claro que ante una ofensiva de ese tipo los dragones podían contenerla al trabajar juntos. ¿Qué o quién les impulsaría a unirse?

Debido al intenso desgaste producido por los dragones en el ejército que avanzaba, y viéndose con las carretas de habituallamiento de armas y provisiones quemadas, los aventureros tuvieron que replegarse. Estaba claro que un ataque masivo no era algo que frenase a los temibles dracos, habría que pensar en otra estrategia menos escandalosa. Dicen que una retirada a tiempo es una victoria... En este caso no podía ser menos cierto...

Mientras que los que habían participado en esa ofensiva salían del bosque hacia el Camino de Comercio, una tétrica risotada podía escucharse perfectamente en toda la zona, llegando a los corazones de los osados defensores. Al levantar la vista buscando el origen de la risotada, los valientes vieron un enorme dragón negro, mucho más grande que los demás, volando en círculos sobre el bosque, como contemplando la retirada. Al poco, otros dragones de menor tamaño y de todos los colores se le unieron y comenzaron a dar vueltas en círculo siguiendo al negro, como si estuviesen tramando algo o vigilando algo, pues no se movían de la zona del bosque sobre la que volaban. Algo extraño, sobre todo teniendo en cuenta que podían haber seguido hostigando fuera del bosque al ejército de valientes hasta acabar con ellos.

anbu

16/04/2008 10:41:16

[i:a95d4ea7cb]La elfa a pesar de la ley marcial, seguia comiendo sus galletas a la orilla del oasis, nadie se percataba de su presencia o preferian no hacerlo.

- Aun no se por que les segui a Myr....mmm seria por aburrimiento, asi quedo bien como maestra...pero no entiendo por que tanta gente para matar lagartijas.. - Pega un mordisco generoso casi metiendose toda la galleta en la boca - Fi yo fola me Fepille un gagon fe lof gandotes...ains.....en fin, para la proxima me quedo aqui, oh no...¡no puede ser! ¡mierda! arrghhh....terrible....no puede ser....ya me he vuelto...a quedar sin galletas...jo...[/i:a95d4ea7cb]

Farben

16/04/2008 10:47:16

*Los guardias no le quitaban ojo a la elfa y susurraban entre ellos*

- Si esa elfa intenta andar de noche por la ciudad, va a acabar con sus huesos en la cárcel.

*De paso aprovechan para mirar a ver si pillan cacho*

kamikaze_77

16/04/2008 14:33:12

El mago miró en derredor y suspito. Aquello era un caos. El ejército avanzaba poco a poco y son orden hacia la boca del lobo.

Al principio pareció que aquello sería fácil... hasta que pudieron contemplar los gargantuescos cuerpos de dos dragones blancos. El miedo se adueñó del corazón y mente de Abhadar, impidiéndole reaccionar y reduciéndole a una masa de temblores.

Aunque, finalmente se puedo acabar con ellos y el calishita volvió a la calma, otros dragones volvieron... aquella vez eran rojos, mucho más feroces que sus primos blancos. Bastaron dos llamaradas de uno de ellos para achicharrar y matar a Abhadar. Por suerte, alguien consiguió devolverle a la vida...

Aquello fue demasiado, y dió gracias cuando el ejército se retiró. Al final se planificaría algo, deseaba mientras volvía a su ciudad, sabía que un ataque a lo loco no iba a conseguir nada. Tendrían que planear algo... mientras no fuera demasiado tarde.

anbu

16/04/2008 17:20:00

[i:9d0c386830]La elfa miro de de reojo a las puertas y se percato de que los guardias la miraban, alzo su mano y saludo animosamente con una sonrisa

- Malditos salidos - murmuro por lo bajo mientras saludaba - Y ahora a entrar por galletas...ah no que esta todo cerrado...asco de dragones...aun tendre que volver a Myr para matarlos y poder comprar mis galletas tsk....ui, con que mala cara me mira la guardia....mejor me quito de enmedio - Con un saltito se puso en pie y se esfumo en la noche con una risita hiriente[/i:9d0c386830]

Cormarion

16/04/2008 19:52:09

Durante su cabalgada desde Puerta de Baldur hasta las tierras de Amn, Jeanna, sólo pensaba en cómo sería la nueva Ciudadela de la Orden. Ya casi tenían los terrenos, y faltaba aún mucho por hacer, contactar con los gremios de artesanos, permisos, ... y no le salían las cuentas.

Aún tenía pendiente acudir a la cita del Syl-Pashá en breve. Tantas cosas por hacer y tan poco tiempo.

Llegada a los Desfiladeros, se cruzó con mercaderes que se dirigían al norte. Tras los saludos le dieron la nueva de que un ejército multiracial se estaba reuniendo en las lindes del Bosque Mir ya que los pueblos de los alrededores no podían contener la amenaza dracónica solos.

Echó abajo el visor de su yelmo y partió rauda y veloz. Quizás allí encontraría a otros miembros de la Orden y podrían defender a esas buenas gentes de las sierpes. Mientras sujetaba con fuerza las riendas de su montura, y con la vista fija en el horizonte, recuerdos de la historia de Cormyr afloraban a su mente. El origen élfico del Bosque del Rey, los enfrentamientos con los dragones, primeros dueños y señores de aquellas tierras, el linaje Obarskyr y los magos supremos. ¡Qué orgullosa estaba de ser un Dragón Púrpura!

Se iba a librar una nueva batalla y reunidos de nuevo bajo el mismo estandarte la Orden del Fénix iba a defender una causa justa. Otra vez, los gentiles elfos, los valerosos humanos, los duros enanos, y el resto de pueblos avanzaban juntos al amanecer. A pesar del aparente desorden no había lugar para dudas en los corazones de los reunidos en la Alianza.

La batalla iba a ser larga y cruenta...

Nacho

16/04/2008 23:00:43

Elfos, humanos, enanos, gnomos, semiorcos e incluso un kenku. Una última alianza entre razas de tan distinta índole se agrupaban bajo un mismo fin, un mismo objetivo. Erradicar el mal que asolaba el bosque de Mir. Ya fuere por unos intereses honorables o unos con afan de lucro, todas aquellas razas se concentraron en la entrada de Mir.

Lidhyanel se unió a los elfos y a sus arcos, con la esperanza de causar suficiente daño y desgaste para que las tropas de infantería tuvieran tiempo y "ayuda" contra aquellas feroces criaturas, las cuales no tardarían en ver. Los arcanos y sacerdotes se concentraron en el medio de la formación, lanzando plegarias y protecciones al gran ejercito.

Todos parecían preparados a luchar hasta el fin. La elfa siguió las direcciones que hash daba a los suyos. Aunque no se consideraba de Weldatzh, si se sentía orgullosa de su raza. Eso fue clave en el transcurso de la batalla épica, puesto que fue el símil de organización y estructuración lo que hizo que no perecieran todos en aquel amanecer.

Una vez llegaron a Mir se encontraron lo que suponían, ¿o no era asi..? Dos dragones blancos como la misma nieve azotaron a las tropas de primera fila.

-Arqueros! Disparad!!!*Gritó Hash, en el lenguaje de los elfos*

Al instante, y a pesar del gran terror que sentían algunos, todos los elfos alzaron los arcos, tomaron sus flechas igneas, los tensaron con afinidad y.. dispararon. Una lluvia de flechas de fuego se dercargó contra el primero de los dragones, causándole un daño "considerable". Los espadachines hacían lo imposible para esquivar tanto las garraras y las fauces como la misma cola, que se lanzaba contra ellos sin piedad. Los arcanos lograban articular palabras ofensivas, conjuros hechizos y encantamientos, contra esas criaturas. A pesar de los daños todo parecía ganado.. ¿ganado? dos míseros dragones habían contenido la oleada frontal de un ejército de todos los reinos? era eso todo lo que se podía conseguir?

Para horror de todos, dos dragones rojizos aparecieron de los lindes del bosque. Los árboles dificultaban su gracilidad pero no su fuerza. Todos sufrieron sus consecuencias, en especial su fuego exhalado con rabia hacia el ejército.

No quedó otra, el ejército tuvo que tomar la retirada y resguardarse de los dragones. Una cosa estaba clara, no se podía luchar de esa forma contra las razas más antiguas que habían habitado faerun. Debía haber otro modo, pero..¿cuál?

Dilvish

18/04/2008 18:44:45

[i:8dea384418]Desde las sombras, una figura observó como los elfos se mezclaban con el resto de la escoria de Faerun para combatir a los orgullosos dragones.

-"Lo ideal sería que se exterminasen entre ellos.".- pensó Illyndar. "Si solo queda uno, me bastará una flecha para recuperar lo que es mío."

Cuando los dos grupos entraron en batalla, la sombra desapareció con una leve carcajada de placer al ver como el primer humano caía muerto a los pies de un dragón.[/i:8dea384418]

Farben

20/04/2008 12:03:51

Algunos han visto a un lagarto por el camino de comercio que propone cosas a los que se cruza. Más adelante es encontrado muerto de un zarpazo en la espalda y medio devorado, parece que no le dió tiempo ni a girarse siquiera.

Blues

20/04/2008 17:06:20

Oculto tras el carro veia a ese Lagarto corriendo hacia el norte del camino de comercio.Giro hacia la arboleda y lance dos flechas al suelo para detener su avance hacia el bosque.

Su aspecto amenazante me hizo ser cauto,sabia como se las gastaban esos lagartos pues habia luchado contra ellos en bastantes ocasiones estando en Vado.Con el acento caracteristico empezo a contarme lo que estaba ocurriendo en Mir.Parecia asustado y nos pedia ayuda,tras contarmelo partio corriendo hacia el Sur.

Volvi a la arboleda y avise de lo que aquel lagarto me habia contado.

Farben

20/04/2008 22:18:59

Shia estaba contenta: la semilla de la plaga que secretamente había inoculado en algunos estaba empezando a florecer. Ese extraño círculo verde que se propagaba por el sólo acercamiento haría sentir a todos esos alfeñiques de dos patas lo que sintió su hijo y tantos otros. Nadie querría acercarse a ellos, y la plaga se transmitiría más rápido que cualquier otra, por todo faerun. ¿El por qué? Sencillo: el Mal. Simple y llanamente el deseo de martirizar y hacer sufrir a otros por el simple placer de hacerlo.

kamikaze_77

21/04/2008 15:49:29

La lucha fue cruenta, y en más de una ocasión Abhadar sintió una muerte prematura cerca... pero al fin su ciudad, la Joya del Desierto, volvía a estar libre.

Ahora tan solo queda librarla de ese problema de los portales. Mientras caminaba hacia el sur aún se preguntaba extrañado cuantos semidragones se habían visto en el puente, cuando solo de uno se vio el cadáver, desaparecido después para añadirle más intriga.

//¿Lo del aura se fue al morir la negra? :roll:

Sh0No

21/04/2008 20:40:32

Volvian todos absolutamente exhaustos del bosque de Mir, cuerpos de dragones, semidragones, elfos y humanos cubrian muchos de los rincones del bosque, como prueba de la larga batalla que se habia llevado a cabo.

Sin embargo el druida sentía que aún no había acabado todo, aún quedaba mucho por hacer, había que trabajar duro para devolver al bosque a su estado natural. En cuanto hubiese recuperado las fuerzas volvería con todos los de la arboleda que consiguiera reunir. Debían cuidar de los venados y jabalíes, ayudar a crecer a los arboles abrasados por los alientos de los dragones y derribados por sus colas, y debían vigilar que no hayan podido quedar grupos de dragones en algun rincón del bosque que pudieran repetir la destruccion que reinaba Mir.

En fin, debían ser fuertes para devolver la fuerza de la Madre en Mir.

ArkasLynvail

21/04/2008 21:40:12



La sacerdotisa Tiamantina coreó el nombre de su diosa ante sus tropas, luciendo una brillante cota metálica con bordados repletos de cabezas de dragones que serpenteaban desde el torax hasta la pelvis.

Por el norte se empezaron a ver las primeras siluetas humanas, que aumentaban rápidamente de número hasta superar la treintena.
Y allí estaban ellos cuatro observando a un ejército de al menos treinta humanos, elfos y enanos que había sobrevivido y aniquilado al núcleo de dragones que habitaban Myr y ahora se disponía a acabar con su señora la elegida de Tiamat.

De nuevo entonó una canción a su señora y mandó al semidragón verde, el más pequeño, para que informara a madre que los invasores habían llegado al templo.

El lugar había sido escogido estratégicamente y esperaron a los humanos tras un puente que habían hecho arder. Las flechas elfas volaron contra los semidragones, la sacerdotisa clavó su enorme escudo en el suelo y se cubrió tras él. Las flechas impactaron en el escudo y su armadura pero ninguna la hizo más que un pequeño corte. No la preocupaba esperar, sus órdenes eran claras, aguantar hasta que la señora hubiera recibido suficiente poder de Tiamat para aniquilar a los humanos.

Los invasores como si hubieran leido sus planes terminaron sus protecciones contra el fuego y se lanzaron directos al puente. Y la lucha comenzó. La sacerdotisa aguantaba estocadas, hachazos y flechas desde todos los flancos, sangrando por multitud de pequeñas heridas mientras cuerpos de sus enemigos la rodeaban.
Se había creado el suficiente pánico sobre su peligrosa cimitarra que los guerreros se lo pensaban dos veces antes de acercarse a ella.

Sin embargo su suerte cambió, un semiorco cogió un cetro con una forma extraña y lo apuntó hacia ella, tras activarlo primero apareció un diminuto arcoiris y un par de flores, tras esto unos efectos igual de extraños hasta que ocurrió lo impensable. La sacerdotisa empezó a notar como su cuerpo cambiaba, plumas la salieron de sus hombros armadura y piernas que se cambiaron por dos finas patas.

El ejercito invasor se lanzó hacia la semidragona-gallina y la acuchilló por multitud de lugares hasta matarla. Por suerte aún estaban sus aliados que cogieron su cadaver y lo llevaron al templo volando sobre el magma.

Allí el clérigo vicharico usó el cetro que la sacerdotisa le había prestado antes y la trajo del mundo de los muertos.

Se escuchaban golpes al otro lado del portón y lo peor de todo es que su señora no había hecho más que empezar sus oraciones. Furiosa y sin arma cogió una cimitarra que había robado de un humano muerto hacía tiempo y se lanzó volando contra el grupo.

Con una enorme furia empezó a golpear al sorprendido grupo, pero no tardaron en usar su superioridad numérica para contener a la sacerdotisa mientras los arcanos se juntaban y lanzaban toda su magia sobre la clériga que cayó finalmente muerta.
Los vítores se sucedieron y un enano la empujó con el pie hacia la lava mientras gritaba el nombre de su dios.
Aunque su curiosidad hizo que se fijara en el cadaver de la hembra dracónica que no parecía abrasarse en el magma.

Sin su general y sacerdotisa, los demás semidragones se lanzaron a la fuga,aunque algunos sin demasiado éxito.No lo habían logrado, no habían aguantado lo suficiente para que su señora juntara suficiente poder y eso podía ser fatal.






Mientras la señora Shia destructora del Vado de la Daga moría, Thintia se hundía léntamente en el lago de la Magma, había fracasado y solo si Tiamat asi lo quería volvería a intentarlo.[/i:2d52d8df58]

Blues

21/04/2008 22:29:05





El viento traia sonidos de una batalla al sur,ya habia comenzado todo y me dirigi al bosque de Mir donde mis hermanos luchaban por liberarlo.
Alli me encontre multitud de heridos,la mayoria de los elfos habian caido y multitud de guerreros luchaban sin cuartel contra dragones y semidragones.

Me deshice rapidamente de algunos que vigilaban los cuerpos caidos y vi entre ellos a Hash.Enfurecido descargue toda mi ira sobre el semidragon blanco que alli permanecia de pie a su lado.

El cuerpo del semidragon caia llena de flechas al lado del cuerpo de Hash,saque rapidamente el cetro y devolvi el color al rostro de mi hermano.

Aun aturdido lo deje descansar unos instantes y me uni al grupo que luchaba contra esos dragones.
Avanzamos con mucha dificultad hasta llegar exhaustos al peñon de Arn.
Alli,en la guarida de los semidragones una multitud de guerreros se preparaban para liberar la region de la tirania.

La lucha fue intensa pero gracias a los dioses pudimos esta vez salir victoriosos.

M_v_M

22/04/2008 00:40:45

[size=18:e1deea5aa6]EL PORTADOR DE LA BANDERA[/size:e1deea5aa6]

[size=12:e1deea5aa6]*Kyrst despierta en la posada de Cálimport, después de un día entero de guardar cama. Un descanso necesario tras la larga batalla, y conciliador al haberse las pesadillas esfumado de sus sueños. Al levantarse, el pequeño kenku cumple la promesa que a sí mismo se hizo: escribir:*[/size:e1deea5aa6]

[i:e1deea5aa6]Kyrst escribe porque juró a Kyrst, o sea, a él, que lo haría tras acabar batalla. Promesa me mantendría despierto, porque tendría una razón por la que regresar. Y como no me he dormido para siempre, escribo todo lo que pude ver... Es que me dicen que sufro norcalepsia o algo así... Impalabrable. Significa que me quedo dormido muchas veces. Ama dice que no es contagioso.

Como Grandes Héroes del Camino de la Hierba habíamos quedado tras batallita primera del otro día, nos íbamos a diseccionar... ¿dividir? ... en grupos distintos, para encerrar a los dragones cabrones de Mir.

Kyrst se fue con ama Cris, no importaba quiénes eran los otros Ronies. Kyrst había prometido estar con ama en batalla, y llevar banderita de la suerte... Banderita que Kyrst tuvo que cambiar dos veces, porque la otra era gafes y no daba suerte.

Íbamos por arenas, camino de arenas entre montañas de rocas... Rocas con arenas. Pero había sendero que llevaba al bosque de Mir, por abajo, por el sur.

¡Pero ya en las arenas venían dragones semi-Ronies! Como Kyrst pudo con unos cuantos al principio del principio de todo, pensó que también. Así que dejó estandarte tras gritar y gritar, y moverlo y moverlo, y sacó la espadita regalo-secreto de Ama.

...Y creo que ahí fue cuando Kyrst se durmió la primera vez.

Pero creo que no fue mucho... Creo. Porque cuando desperté todavía seguíamos en arenas, pero todos los dragones semi-Ronies estaban dormidos para siempre.

¡Primera batalla ganada! ¡Ahora éramos Grandes Héroes del Camino de la Hierba Y de la Arena!

Mientras íbamos al bosque me decían que no me acercara tanto, que moviera la bandera, que todo muy bien, que no me acercara... Y dije que bueno, que vale, pero si ama estaba en peligro, Kyrst aunque fuera daría banderazos a los dragones.

Llegamos al bosque, todos bien, grupo de calishitas intacto. Bueno, Kyrst es montañita, pero da igual. ¡Apareció gran dragón nada más entrar en bosque! Mir daba pena a Kyrst... Árboles muchos por el suelo, no oía animalitos, y salía humo de las hojas...

Pero como ama me dijo que no luchara a no ser que ella en peligro, sólo podía gritar enfadado y mover la bandera de la suerte. Bueno, una vez disparé unas cuantas flechas, pero Kyrst no tiene tanta fuerza como Ronies, así que rebotaban en dragón. Kyrst se pregunta por qué rebotar se dice rebotar, si antes no ha botado nada... Tampoco sé lo que es botar.

Tras muchas espadazas y muchas flechas, amiga de Kyrst Sibil tiró una luz que fue lo que durmió al gigantesco y cabrón dragón. Así que íbamos ya más deprisa, porque no se veía al grupo de los elfos. Y así no éramos gran alianza, sólo éramos Ronies y Kyrst con una bandera.

Pero los compañeros de Kyrst decían cosas raras... Que si esperar, que si descansar, que si rezar... Kyrst no entendía muy bien nada de eso, así que guardó la bandera y se fue a dar un paseo a ver si veía algo.

¡Y vio gran dragón rojo y muchos dragones semi-ronies detrás de un puente! Volví corriendo a informar, porque ellos no vieron a Kyrst, y ama Cris se puso a dar voces.

Kyrst cree que era para luchar mejor, porque todos la hacían caso. Así fueron todos, y Kyrst detrás con la bandera, y tras larga lucha, durmieron a todos.

Seguíamos adelante, y Sibil debió tropezar o algo así, porque se cayó muy fuerte al suelo y no había nadie atacándola. Pero Kyrst contaba con papel regalo de Eararará, y se había escrito en otro papel la palabra que había que decir para hacer magia, para que no olvidara Kyrst. ¡Y funcionó! Sibil se despierta, habiendo dormido sólo un ratito. Creo que ella también tiene norcaplepsia.

Y grupo calishita-montañita encontró a grupo... eh... bosquita. O sea, los elfos. Pero estaban todos dormidos para siempre...

Kyrst mucha pena, porque había elfos que Kyrst conocía... Elfo Hash, elfo que no hablaba a Kyrst, elfa Belith... Pero como éramos gran alianza, todo el mundo se ayudaba, y Karam y Jere, Ronies los dos, empezaron a usar papeles como los de Kyrst.

Sólo me quedaba un pergamino de magia anti-norca... eso... así que usé con Belith y, ¡Kyrst también la despierta!

Ahora éramos Grandes Héroes del Camino de la Hierba, de la Arena Y de las Hojas.

Todos muy contentos, porque al final todos estábamos bien, y dragones estaban mal. Pero vimos cómo una montaña reventaba y empezaba a salir fuego como agua y rocas enormes.

Kyrst casi se queda debajo de una, como cuando a Kyoht le tiró la piedrada el gigante, pero esquivó a tiempo.

Decían de ir a coger un barco, porque montaña que escupía estaba en una islita de un lago, y de ahí salían risas raras. Como Kyrst no entendía mucho, pues cogió la bandera y siguió a todos. Eso sí, dando ánimos.

Cuando llegábamos a final del bosque aparecen dos dragones negros grandes. Uno enfrente y otro detrás de Kyrst. Porque Kyrst estaba en medio.

Y Kyrst se volvió a dormir tras medio volar por todo el bosque. Creo que me dormí en una rama.

Es extraño, porque siempre que me duermo así mucho rato, sueño con lo mismo. Kyrst no entiende los sueños, pero nunca se había repetido uno. Kyrst de repente... No es Kyrst. Está en niebla blanca, y Kyrst también es como niebla blanca... Pero sigue siendo Kyrst. No entiendo muy bien.

Siempre veo una torre de cristal. Kyrst quiere entrar, pero no dejan. De repente Kyrst mira a otro lado y ve un gran muro. Pero no acabo yendo a ninguno de los dos, porque justo me despierto.

El caso es que esta vez sí que debí dormir un montón, porque desperté ya en la isla esa, con ama Cris acariciándome.

Si ella estaba bien, Kyrst también tendría que estarlo. Cogí lo que quedaba de la bandera... Que era poco, y seguí a todos.

Cada vez iba haciendo más calor, y el suelo había cambiado a piedras negras, con mucho de ese fuego como agua, que ama me dijo que se llamaba lava. Como cuando Kyrst tenía que limpiar, y le decían ¡lava esto! No entiendo por qué se usan palabras iguales con cosas distintas.

Nos habíamos juntado todos, grupo de calishitas-montañita, grupo de bosquitas, y... el resto. Golg, gnomo Frem y más gente que Kyrst no conocía, pero que espero que sean amigos míos.

¡Grandes Héroes del Camino de la Hierba, la Arena, las Hojas, la Piedra Negra y la Lava! Lo repetía Kyrst todo el rato, y ahora estoy un poco afónico. Que es lo contrario de tener fonia, o sea, voz. Creo.

Cuando llegamos a cima de montaña escupidora, o volcán como dicen los Ronies, vemos un puente laaaargo, largo. Pero que quemaba mucho.

Al otro lado estaba un semiRoniedragón rojo. Y la verdad es que no me fijé mucho, porque tropecé y me caí un poco más abajo de la montaña.

Cuando volví lleno de vendas el puente ya no quemaba tanto, y casi todos estaban ya al otro lado, donde había una cueva. Todos creían que había que entrar ahí. Kyrst no entiende mucho de eso, son todo ideas de Ronies... Pero si ama lo creía, Kyrst también.

Entramos en gran cueva de lava, y...

Otra vez me dormí. Algo me pinchó en la espalda.

Kyrst despierta y ve a dos semiRoniedragones, uno azul, y el rojo. Los dos en el suelo. El azul estaba medio partido por la mitad, y al rojo lo estaban tirando a la lava.

Kyrst pensó por un momento que antes a los dragones rojos de Mir no les hacía daño el fuego, y lo echaban por la boca... A lo mejor no era buena idea, tirarlo a la lava... Pero bueno, las únicas palabras que había que escuchar de Kyrst eran las de ánimo con la bandera.

Fuimos por la cueva, por la cueva, por la cueva... Hasta que vimos al dragón negro más grande que Kyrst nunca ha visto. Creo que más grande que Lagos, el Lagos.

Y ya eran tres las veces que me dormí.

Pero creo que bandera de la suerte funcionó, porque a la que desperté ya habían dormido para siempre, siempre, siempre a ese dragón. Kyrst cortó un ojo y lo guardó en monedero mágico, como otros ojos de dragones. Pero este era el más grande.

Kyoht coleccionaba cosas y así se hizo el gran tesoro de los Kyrst. Así que Kyrst iba a hacer lo mismo. Coger cosas raras y guardarlas en un mismo sitio.

Todos gritaban y sonreían. Y estábamos todos sin dolor. Creo que con esa lucha acabó todo esto de los dragones. Así que nos volvimos, muy cansados, a nuestras casas.

Todos amigos, junta la Gran Alianza.

Kyrst no podía más, se guardó lo que quedaba de la bandera... La bandera había sido pisada, quemada, congelada, cubierta de hojas, rasgada, llena de arena, y con humo. Pero era gran tesoro que Kyrst iba a guardar con el resto.

Y Kyrst volvió a dormir, pero esta vez subido a caballito en brazos de ama Cris, de vuelta a la posada.

Pero esta aventura era sólo primera gran aventura que Kyrst tenía. Aún quedaban muchas más, y la siguiente empezará mañana.

Cuando ama Cris y Kyrst vayan a... Oh...

Eso Kyrst no puede decir, es secreto.

Pero Kyrst invitará a todo el que lea esto a gran fiesta de nueve vueltas de estrellas de Kyrst. Pero cuando ama Cris y Kyrst acaben lo que tienen que hacer.


[/i:e1deea5aa6]

*Orgulloso de lo bien que le había quedado lo que había escrito, no consciente de que muchas veces se iba por las ramas, colgó este papel al lado del anterior, en el poste de señales del Camino del Comercio. De donde no se había movido el primero, y no se movería el segundo.

Al menos, no sin que alguien, aunque sólamente una persona fuera, lo leyera, y pudiera conocer y difundir la gran aventura de los grandes héroes que echaron a los dragones del bosque.

Tal vez no todos los nombres sobrevivieran al paso del tiempo, cuando la aventura se convirtiese en leyenda y ésta en pura fantasía. Pero el portador de la bandera, aquel extraño humanoide picudo como apenas nadie había visto otro igual, siempre sería recordado.

Sea lo que sea que el futuro todavía le depare.*

//Y Fin xDDD Si has llegado hasta aquí, olé tus huevos. Pero la parrafada era lo menos que debía a una quest así de chula :oops:

oculta

22/04/2008 13:31:13



[size=18:da7fee1ec4][color=red:da7fee1ec4]Primera parte.[/color:da7fee1ec4][/size:da7fee1ec4]

Partieron en la noche hacia la senda marcada, habia llegado el gran día.

El gran grupo de aventureros llegó a la posición establecida, donde encontraron arrasado lo que parecía ser un campamento orco. Fue entonces cuando algunas miradas comenzaron a inquietarse, pero ahí estaba el "pajodraco" hondeando felizmente su bandera, y distrayendo al miedo que sigiloso pretendía colarse entre nuestras filas. El momento de abandonar había quedado muy atrás.

El grupo comenzaba a organizarse, tras algunas voces de mando:

[b:da7fee1ec4][i:da7fee1ec4]- ¡Conmigo los guerreros!
- ¡Arqueros, segunda fila!
- ¡Magos en tercera línea!
- ¡Clérigos y sanadores, no os trabeis en combate, vigilad a los heridos y proteged a los arcanos![/i:da7fee1ec4][/b:da7fee1ec4]

Instantes despues la cruenta batalla comenzaría, ya les estaban esperando.

Semidragones, grandes sierpes, a paso lento iban avanzando en el combate contra esas feroces criaturas. A paso lento, pero constante. Las sierpes comenzaban a ver como sus filas mermaban ante el contingente calishita, y como la insultante bandera del pequeño Kyrst avanzaba a paso firme entre sus filas.

Llegaron a lo mas profundo del bosque, donde encontraron al contingente élfico vencido, cuyos cuerpos se amontonaban entre los árboles, moribundos. Nuestros clérigos pudieron recuperar a muchos, uniendose así a nuestras filas, engrosando lo que hasta entonces había sido un batallon consistente en la lucha contra las sierpes. Pero el cansancio comenzaba a hacer mella y aun no podían detenerse.

Las voces de mando se repetían, los líderes comenzaban a ser claros, y el ahora reforzado batallón, se organizó nuevamente. Empezaba a parecer ya un grito de batalla:

[b:da7fee1ec4][i:da7fee1ec4]- ¡Conmigo los guerreros!
- ¡Arqueros, segunda fila!
- ¡Magos en tercera línea!
- ¡Clérigos y sanadores, no os trabeis en combate, vigilad a los heridos y proteged a los arcanos![/i:da7fee1ec4][/b:da7fee1ec4]

Pero entonces los dragones mas viejos, temerosos del inmenso peligro que esa gran compañía suponía, se avalanzaron contra ellos antes de que saliesen del bosque. Apenas les dió tiempo a reaccionar, los guerreros mas avezados caían por doquier ante las garras de esas temibles criaturas, que partían árboles y combatientes en cada embestida. Fue entonces cuando Cristina, en un intento de darle tiempo a los magos a conjurar, y sobre los ahora cadáveres de sus compañeros intentó resistir sus embites, pero el enorme dragón no tardó en empotrarla repetidas veces contra los árboles, hasta que en uno de esos golpes, partió su columna vertebral, dejándola inerte en unas raíces, tras caer desde varios metros de altura.

Sus ojos se cerraban, el dolor de la espalda enmudecía su cuerpo, que poco a poco expiraba su último aliento. Pudo ver como Kyrst ya "dormía para siempre" a unos metros de ella.



Rugrim

22/04/2008 13:58:21

*Rugrim cuenta la misma historia a todo aquel que esté dispuesto a invitarle a unas cuantas cervezas en "La elfa cantora"*
He de reconocer que el plan de ataque era bueno. Los humanos y los elfos atacando por dos frentes, mientras que un grupo reducido nos infiltrabamos por el Sur, a través del pantano de la araña.

Al parecer los lagartos hicieron un pacto y nos permitieron pasar por sus tierras a cambio de destruir a los dragones.

*Rugrim da un largo trago a su cerveza*

Así pues, llegamos al bosque de Mir sin ningún percance digno de mención. Nada más entrar en Mir unos pocos dragones inmensos nos lanzaron sus alientos y empezaron a atacarnos. Sin embargo, estos dragones no eran lo suficientemente poderosos para el Maestro Furin ni para Toro, el unico semiorco en el que predomina la sangre humana *el enano sonrie al recordar a Golg*.
Uno de los exploradores divisó una gran sombra dirigiendose hacia el Este, al parecer se dirigía hacia el volcan del peñón y fue a informar de que nos mandasen barcos

El plan habia salido a la perfección. Mientras el frente de los humanos y el de los elfos luchaba contra el contigente de las sierpes, nosotros nos encontrabamos en medio del bosque de Mir.
Sin embargo nos asaltó una duda: Debiamos ir al Norte a ayudar a nuestros aliados o deberíamos ir al Este para limpiar las montañas y su costa.
Decidmos finalmente ir al Este, así permitiríamos a los barcos atracar en la costa para que nos llevaran al Peñón donde había huido ese dragon descomunal.

En la base de las montañas nos atacó un dragón, y que dragón. Un enorme dragón azul con unas escamas tan duras como el mismísmo Mithril. Tras una batalla de varias horas en las que fue de gran ayuda las curaciones de Necrom y de Reb y las magias del hechicero, pudimos derribar a la sierpe.

Nada más acabar con el dragón apareció una muchacha herida. Solicitaba ayuda, al parecer los elfos caían como moscas. Decidimos que lo mejor sería despejar el camino hasta la costa y allí estableceriamos un campamento base para atender a los heridos, mientras que la muchacha y unos de los clérigos volvían al bosque para ayudar a los elfos.

En uno de los valles de las montañas Alamir, también nos atacó otro gigantesco dragón, este era rojo, pero tampoco fue suficiente contra nuestra expedición.
Sin embargo ya estabamos muy cansado y el dragón apostado en la costa supo aprovechar esta situación y, tras emboscarnos nos fue derribando uno a uno. Ya veía esta batalla perdida, cuando un milagro aconteció. Los barcos llegaron y lanzaron multitud de virotes con sus ballestas de guerra, lo que debilitó al dragón y permitió a Toro y al maestro Furin acabar con el dragón.

*Rugrim se acaba la cerveza de un trago y pide otra a la vez que continua con su relato*

Gracias a Gorm esos barcos llegaron a tiempo, y pudimos descansar y curar nuestras heridas.
Sin embargo algo iba mal: Ni los humanos, ni los elfos habían llegado aún. Nos temimos lo peor, pero no habíamos llegar tan lejos para dar tiempo a las sierpes a hacerse fuertes en el Peñón. Cogimos un barco y nos dirigimos al Peñón.

Con suerte pudimos atracar y, ya descansados y recuperados, derribamos a dos dragones más. Cuando estabamos luchando con el tercero oímos aliviados los cuernos de los humanos que nos ayudaron a acabar con ese dragón. Poco después llegó también el grupo de los elfos que quedaban y todos juntos subimos a la cima del volcan.

En la subida nos topamos con unos pocos semidragones que no pudieron hacer nada frente al ingente ejercito.

Cuando llegamos arriba, un semidragón rojo nos esperaba. Estaba al otro lado de un puente en llamas y al ver que los elfos le acribillaban a flechas se parapetó detras de su escudo.
Una vez más, el maestro Furin y Toro arremetieron contra este hasta derribarle, pero no pudieron evitar que otros semidragones lo cogieran y los guareciesen dentro de una cueva.

El maestro Furin, Toro y unos cuantos más nos introducimos en la cueva persiguiendoles, pero detuvimos nuestra persecución al darnos cuenta de que ibamos solos. Tuvimos que esperar algunos minutos antes de que los humanos y los elfos se atreviesen a entrar en la cueva, tiempo suficiente para que el semidragón que habiamos derribado volviese a la vida y nos volviera a atacar. Aunque sufrió el mismo resultado, no sin antes darme un fuerte golpe que me dejo inconsciente.
Cuando recobré el sentido, habian derribado a otro semidragón, éste azul y habían tirado al rojo a la lava.

Nos adentramos más y más en la cueva hasta llegar a un lago de lava central en cuyo centro se encontraba la inmensa dragona negra que me amenazó en el Camino del comercio.
Ahora se iba a tragar sus palabras. Sin darle tiempo a que lanzase ningún tipo de magia, el ejercito cargo contra ella. A pesar de ser el dragón más magnifico que haya visto nunca, no pudo hacer nada frente a tantas hachas, espadas y magias.
Finalmente, el reinado de terror y destrucción que había llevado a cabo finalizó con su muerte.

*Rugrim sonrie satisfecho de su historia y de haber vivido algo así, y comenta en voz más baja*

Y todo esto la misma semana que gané el torneo de baldur.

//Le he dado realidad a lo de los barcos. No veía muy creible que el barco que lleva al Peñon estuviese ahí con tantos dragones por los alrededrores.

kosturero

22/04/2008 15:21:17

*Con el cuerpo aún amoratado se venda las heridas sentada en una de las sucias habitaciones comunales del distrito de los muelles, lejos de los lujos y la delicadeza a las que estaba acostumbrada*

(Finalmente...mi primera gran batalla...y si sigo viva es por el trabajo de ese pollo y aquel clérigo. Normal que la guardia me apaleara de aquél modo...aún estoy muy verde en cuanto a defenderme. No se ni cómo llegué a pensar en golpear a aquellas sierpes.)

*lanza una fugaz mirada a su cinturón, cargado de varitas*

(quién me iba a decir que algo tan...básico acabaría dando el golpe de gracia a uno de esos dragones...)

*sonrie levemente mientras afianza con fuerza los vendajes*

(En fin...pensaba que podría prescindir de él, pero esta claro que aún tiene cosas que enseñarme. Menudo espectáculo dió en la batalla. Más me vale concienciarme de que aún es mi maestro, aunque empiezo a valorar la posibilidad de hablar con aquel gnomo. Lo vi hacer un par de trucos bastante interesantes que podría añadir a mi libro de conjuros)

*una vez hubo acabado con las vendas, echó un vistazo a la funda de su katana de cristalacero, y a otra funda, aún sin desenvainar, que pareció emitir un leve zumbido, como si fuera capaz de notar los pensamientos de su dueña...aunque ésta aún no fuera capaz de empuñarla*

(ni siquiera puedo dominar la espada que me ofrjó aquella imbuidora...)

*suspira y se recuesta, agotada y dolorida, con su antiguo amuleto de la dama de los misterios roto en dos partes apoyado en el pecho, y descansa*

mnho

23/04/2008 15:58:46

*Dias despues de la gran batalla*

El bosque, cual parecia recobrar vida, se mostraba aun endeble. Emanaba humo del suelo, la natura no podia ocultar las heridas de un combate.

Al tiempo que la elfa se adentraba en el bosque, observaba los cuerpos de los caidos. Aun se oia el gemido de algún herido de muerte, suplicando ayuda.
Al adentrarse en la profundidad de Mir se erguia un enorme arbol, que por razones que ni la elfa podía comprender seguia en pie, rebosante de energia, ajeno a la guerra que alli había acontecido. Se apreciaba en su corteza una marca caracteristica, como si un Dragón hubiera posado su garra sobre el. Levantando la mirada se podían leer unas palabras en élfico talladas con algun arma pequeña y de gran filo, "<luna>" podía leerse.

La elfa no dudo en sacar su daga, con su enorme habildad marco una "X" superponiendola a la marca de Tiamat. Para levantar acto seguido la mirada y pronunciar la palabra escrita por ella misma antaño.

*Miro al cielo acto seguido*

Tiamat cometió un grave error... *penso para si*
Solo existe una manera de conseguir un proposito... centrarte exclusivamente en el.
Por poderoso que sea un oponente, sin usar la cabeza y la logica está destinado a extinguirse.
Enorme el error *se corregía a si misma*

Elektrah recordaba entonces las palabras de aquella guerrera, quien afirmaba considerar Mir su hogar, algo que no podía sino encender la ira de una elfa orgullosa de ese bosque.
La recordaba luego rodeada de Semidragones quienes obedecian sus ordenes sin dudarlo. Recordaba tambien a esa elfa que no era sino fruto de la magia ilusoria que el enorme dragon que habia dentro podía emanar engañando a cualquiera...

<Mir volverá a ser el hogar de los elfos> pronunció Elektrah al tiempo que bajaba la mirada al bosque despues de divagar mirando las estrellas.

oculta

23/04/2008 16:54:32



[size=18:bb423bd502][color=red:bb423bd502]Segunda parte.[/color:bb423bd502][/size:bb423bd502]

Los espasmos terminaron, su respiración desapareció, sus ojos se cerraban para no volver a abrirse. Pero en ese mismo instante, pudo oir una voz que decía: "Aún no ha llegado tu hora, levantate Cristina". Ipsofacto, como obedeciendo una orden, la calishita se levantó algo aturdida, y no tardó en reubicarse en la situación de combate. Pero ésta vez no permitiría que ese dragón acabase con su vida.

Con varios gritos volvío a llamar la atención del dragón, teniendo el tiempo justo para conjurar sus protecciones básicas antes del primer contacto. (Cinco pociones, ese es el tiempo que teneis arcanos)

El combate se alargaba, y la sierpe cada vez mas furiosa. Fué entonces cuando los arcanos tras prepararse, descargaron toda su magia contra el dragón, que empezó a retroceder hasta que con un tronco caido trastabilló, firmando su sentencia de muerte. Cristina se sintio reconfortada, cuando pudo ver como una increible cantidad de proyectiles mágicos provenientes del Gnomo Frem impactaban en la criatura incesantemente. Habían vencido.

Ese combate había terminado, podían proseguir, pero cuando se giró en busca de la compañía, vió la verdadera situación. Esa maldita sierpe había acabado con casi toda la compañía, y... con su pequeño Kysrt. Algo parecía removerse en su interior... ¡Clérigos, levantad a los caidos! ¡Ya sabeis el orden!, mientras recogía a Kyrst del suelo, sabiendo que el pequeño kenku no era prioridad para los clérigos.

(No te dejaré aqui, "pajodraco").

Colocándolo a su espalda con cuidado, como si de una mochila se tratase, recordó aquellos momentos en los que llevaba a Kyrst de la misma forma en el oasis. Lo ató con una cuerda a su espalda, aún así parecía abrazarse al cuello de su ama.

Kyrst - susurraba para sí misma.

Poco a poco, los clérigos levantaron a los que pudieron, y cargando a los caidos, acamparon cerca del lago. Recuperaron todas las fuerzas que un campo de batalla permite en momentos de descanso. Levantaron finalmente a todos los caidos y sanaron a los heridos. La última batalla estaba cerca y ahora la compañía de nuevo estaba al completo.

No tardarían en reorganizarse recordando las voces de mando, pronto embarcarían hacia el peñon, haciendo sus últimos preparativos en la travesía.