Elgatovolador

03/05/2008 17:22:05

La paladín vigilaba el camino del comercio como tantas veces habia hecho ayudando a los viandantes a llegar a la ciudad sin peligros de repente una gran columna de humo llamó su atención parecia provenir de los Picos Nevados y se acercó con premura para ver lo que sucedia, dos orcos parecían pelear entre sí al parecer sin motivos evidentes, varias veces fue abatida por las tribus , (hay que tratar de saber cuales son sus motivos de lucha), la innata mandó a su familiar a avisar al Baluarte el único lugar al que le tenia algo de confianza por el momento , unas horas más tarde Laura apareció buscando ayuda y consejo . . .

ArkasLynvail

03/05/2008 18:01:03

[i:f6f44730d1]Un elfo forrado de pieles observaba el horizonte nevado mientras intentaba calentar un poco sus manos en un fuego cercano que había hecho.Al ver que el sol volvía aparecer de entre las nubes decidió que era un buen momento para salir a cazar algo para comer.

Todo estaba tan tranquilo como siempre, y eso es algo que le encantaba. Hace muchos años que había decidido ir a las montañas, por un lado porque se lo debía a ese pueblo extinguido y otro porque la soledad era lo mejor para pensar.

Un par de certeros disparos abatieron a un licántropo que estaba devorando a un venado. Se acercó sigiloso y sonrió orgulloso al ver su puntería. Cuando arrancó la flecha del costado del hombre-lobo observó un pequeño destello en el suelo.

Se acercó hasta que dió con el causante del brillo, una pequeño cristal opaco que reflejaba al sol con fuerza. El elfo rápidamente se hizo con él y se observó a si mismo desde el cristal.

- Vaya qué tenemos por aquí, ¿Un espejo en las pertenencias de un hombre-lobo? - rió con ganas, pero un ruido a su espalda lo alertó.

De entre la maleza salieron varios orcos gritando como posesos en dirección al sorprendido elfo que no pudo más que levantar una mano mientras se tapaba el rostro para no ver su terrible futuro.



Cuatro orcos cargaron con el cuerpo del elfo y se lo llevaron al oeste de las montañas...[/i:f6f44730d1]

mancebo

03/05/2008 18:15:15

Cuando Tómas llegó a la zona solo quedaban un par de orcos de un bando en pie, el resto habian sido abatidos por otros orcos, ese echo no cabia en la cabeza del paladin pero al fin y al cabo, estos solamente eran orcos

cuidado!! llegan a nuestra posicion mediante escaleras,empujadlas! - gritaba Tomas intentando evitar la lucha que se presumia cruenta y terrible, por suerte eran muchos aventureros y bien pertrechados y el numero de orcos mas bien limitado

bien, las puertas de la muralla se cierran y los fuegos del interior se apagan, retrocedamos y pensemos en la forma de acabar con ellos evitando su llegada al camino del comercio

Uno por uno los aventureros se fueron alejando de la zona, pero el peligro era latente, esos orcos estaban ahi y antes o despues, querrán salir.

Tómas tomo rumbo norte en busca de un antiguo mediano con grandes dotes para poner trampas, algo que diera mas tiempo para planificar una buena defensa y ataque contra estas criaturas

pastoretpastor

03/05/2008 18:16:46

Los cuerpos de la tribu abatida yacían todos con cara de horror en su rostro pisoteado.

Todos parecían con ganas de masacrar y conseguir sangre de orco con la que bañarse en ella como en un sueño edonista. Masacraron los pocos que quedaban de la ahora extinta tribu del Acero.

Fue todo una estratagema, los chamanes consiguieron mediante la ilusión que todos los presentes fuéramos hacia las montañas, donde quedaban unos cuantos muertos de hambre y miedo, apunto de morir, el último reducto de su tribu hablaba con el semiorco, pero de nada les sirvió, se bañaron en sangre de orco como parecía que querían.

El Fénix Tomas, parecía el único que pensara igual que el arcano, así que volvieron adonde observaron el campamento de donde los Leones gritaban el nombre de su dios con sus voces guturales. En pocos días se reforzarían y atacarían el camino y sus fértiles praderas colindantes (si la gran sierpe les dejaba vivir).

Ya no había más que hacer, el Sol llegó al cielo y con él se apaciguaron los orcos. El mayor estudio que se propuso el arcano no ha llegado hoy a ninguna conclusión, pero el Fénix estaba inquieto, así que le propuso un plan de acción que debía discurrir con rapidez. Puede que murieran, pero la satisfacción de encontrar el final de su investigación merecía la pena arriesgarse.

Haldyr_Gorcan

03/05/2008 18:45:11

Dos Tribus rivales de orcos aparecieron el los picos nevados cercanos a la guarida de Shires.

Un nutrido grupo pudo comprobar como los orcos se hacián pedazos unos a los otros.La nieve estaba teñida por un color carmesí producto de la sangre allí derramada.

Sin entender lo que sucedía, llegamos a la altura del elfo que vigilaba el paso a las colinas, cuando vimos su cuerpo descuartizado.

Una ligera ventisca ímpedía poder observar lo que sucedia en los alrededores. Muchas antorchas encendidas en el este, no presagiaban nada bueno.Orcos, trasgoides y algunos humanos formaban el frente.

No tardamos mucho en dar con un grupo de fuertes orcos que custodiaba una gran puerta. Sus vigilantes se percataron y comenzaron una lucha sin cuartel.

Cuando su ataque fue rechazado, empezaron a apagar sus antorchas y unos cánticos a un dios orco resonaban en los picos nevados.

Se trataba de un dios del panteón orco, uno de los mas sanguinarios.

Nada bueno tramarían estos orcos, más cuando acabaron con la otra tribu, al parecer mas débil.

Cuales serían sus intenciones ahora? las faldas de los picos nevados serian testigo de ello.

Dava

03/05/2008 20:40:14

*Jadiva estaba en el lindero oeste de mir cuando vio el humo*
(Mi Casa, mi refugio, ...)
*llena de ira miro a sus compañeros Altair y Necrom*
- Vallamos hacia alli, le dijeron.
*partieron camino alos picos nublados con paso raudo y Jadiva haciendo gala de los conjuros de Acelerar...*
(han tomado mi refugio, habran abatido a el elfo que vigila el camino? si sigue vivo nos contara lo ocurrido)
*Al cabo del rato llegaron alli al pie de los picos nublados, se podria palpar la ira de jadiva aunque oculava su rostro bajo la capucha al ver los cadaveres*
- Infiltremonos dijo Necrom
- Os seguire, dijo jadiva con la voz cargada de odio.
*al infiltrarse en la montaña invisibles vieron lo que temian, orcos por doquier habian tomado el monte, y ni rastro del guardian... *
-No se si Necrom vio clara la ofensiva o le descubrieron , pero minimo una docena de orcos se abalanzo sobre el, pero reaccione de forma instintiva y con un odio visceral a tal ataque, recurriendo a uno de los conjuros mas efecivo que disponia.
Un Alarido de dolor y Odio atraveso las montañas y una silueta espectral gigantesca se manifesto a las espaldas de necrom ate esa vision 6 orcos cayeron muerto de miedo en el acto y el resto cargo contra mi al hacerme visible. mi reaccion fue repetir el conjuro pero ya era tarde , esos pieles verdes alzaban sus hachas contra mi y me golpeaban mientras acababa de lanzare el conjuro por segunda vez, salio con extito pero en ese momento uno de ellos me golpeo de forma certera en el cuello y cai muerta.... o eso creia....*

Recupere el conocimiento en las afueras del monte a manos de Paskinel, ...

solo se que quiero recuperar mi refugio... MORIRA todo aquel que se me oponga Orco, Dragon o Hombre.

// No ta muy bien narrado, lo se, :P //

Blues

03/05/2008 22:18:44

Saliamos hacia el lago Esmel.La noche parecia tranquila y Amy deseaba ver ese lago,Tigran y otra elfa misteriosa se unieron al grupo y partimos hacia el norte.

No tarde en divisar la columna de humo que tapaba las estrellas,y grupos de gente se dirigia hacia el norte para saber que pasaba.Pensaba que seria Shires,el dragon blanco,que habia despertado de su letargo,pero algunos comentarios decian que eran orcos.

A los pies del lago decidimos acercarnos,tenia interes en saber que tribu de orcos era la causante y lo que me encontre en las colinas fue sorprendente.
Dos tribus orcas luchaban entre si ferozmente y cadaveres de ambas tribus yacian en la falda de la colina.Un puño negro y una cabeza de leon eran sus simbolos.

Permaneci al margen mientras vi llegar a Marcus a caballo desde Baldur.No se como se complicaron las cosas y un grupo decidio subir a las montañas nevadas.Tras unos minutos,Marcus traia a caballo dos cuerpos sin vida y pedia ayuda para las desdichadas.

Me acerque a los cuerpos y reconoci las ropas de Lady Jadiva.Por su tez blanca como la nieve aun corrian hilillos de sangre,el otro cuerpo era de una humana que no conocia.
Solo podia salvar a una de ellas,el poder del cetro solo devolveria a Lady Jadiva a la vida asi que la llevaron a las dos a un lugar apartado y alli devolvi el habla a esos labios,pero no el color a su piel.Sus vacios ojos me miraron un instante y se cubrio con la capucha.

Lady Jadiva me agradecio enormemente lo que habia hecho y le pregunte si podia ayudar a la humana que habia corrido la misma suerte.Se puso tensa al oirlo pero a regañadiente accedio a devolver la consciencia a la humana.

Hablamos un rato y decidimos vovler a weldazh todos los elfos hasta que las tribus dejaran de pelear,cuando el humo desaparezca ya vovleriamos a ver que a ocurrido.

anbu

03/05/2008 22:33:59

[i:ace42b6896] - Uys que barbaridad de gente por casa....¿que? ¿que vienen por unos orcos?....ju...y por eso tanto alboroto, tambien hay un dragon y nadie le hecha cuentas....si es que la gente se aburre mucho...¿He cerrado la puerta de Ninguna parte?...va da igual...si entran seguro que se comen las trampas...

"Pensamientos de pasada"[/i:ace42b6896]

oculta

04/05/2008 00:48:53

La columna de humo se veia desde varias millas de distancia, y la mercader envió a sus secuaces para que la informaran de lo que ocurría, mientras ella se hacía nuevamente con la confianza de Lune. Tras unas horas volvieron e informaron a la Mercader de entre ciudades de contienda entre clanes orcos. Curiosa, y tras encontrarse con varios aventureros mas, emprendieron el camino hacia las montañas nevadas.

Despues de varias horas de viaje, pudieron contemplar aquel panorama: muchos cuerpos en el suelo, aún algunos orcos peleándose, y al este del sendero, cánticos y sonidos de guerra inundaban el ambiente. Al ver al grupo de aventureros indecisos, Cristina comenzó a otear el horizonte en todas direcciones, dando con la gran muralla de un campamento. Desde lo más alto, podian verse orcos, humanos y gigantes, todos arremolinados y jaleando en aquel enorme fuerte.

Entonces, decidió acercarse al fuerte, escondida, examinando las posibilidades de aquella construcción, y escudriñando a sus protectores. Orcos y mas orcos arqueros se apostaban en atalayas, mientras un chamán con sus conjuros de visión, escudriñaba el horizonte. No tardo en descubrirla. Los orcos gritaban contra la humana, querían espantarla sin escuchar los gritos de esta, uno de ellos destacaba en sus comentarios, y Cristina no tardó en avisarle con una flecha pese a su posición, que rebotó en el pecho del orco. Haciendo que entrasen en cólera y mandasen una patrulla a por ella.

Inteligentemente observó el tiempo que pudo el interior del campamento, mientras esas enormes puertas se abrían, pero no tardó en replegarse. Esos malditos orcos, llevaban esos ojos mágicos, que los chamanes habían conjurado sobre ellos, ni siquiera el globo de oscuridad les distrajo. Pero poco pudo hacer ese batallon de al menos 20 orcos contra grupo de aventureros. Cristina subió la colina, y ahora con el factor de la pendiente a favor, se deshicieron de ellos.

Tras explicar la situación, decidieron ir en busca del otro bando, pero cual fue su sorpresa, cuando vieron que solo 1 miembro quedaba en pie, con algunos heridos de gravedad a sus pies. Pese a que el semiorco intentaba sacarles información, no fue mucho lo que sacaron, como tampoco fue mucho el tiempo que el orco permaneció vivo.

Ahora solo quedaba un bando.

mancebo

04/05/2008 01:41:26

Señor Mer, necesito su ayuda, su habilidad para las trampas es necesariaen un asunto de gran urgencia

Tomas, Mer y Humakt fueron al desfiladero a comprobar si todo seguia en calma

Parece que esperaran algo mas, bien aprovechemoslo, necesito que pongas una fila de trampas de esa piedra a este muro, taparles la salida por aqui...

El mediano las puso rapidamente, no llebaban ni 5 minutos puestas cuando un pequeño viajero cayo encima de las trampas haciendo caso omiso a las advertencias

Pero que pasa, porque poneis esto aqui, no veis que es peligroso!-inquirio Gludar una vez en pie ya recuperado

Tras esplicarle como estaba la cosa se decidió poner una lapida de advertencia con un poco de tinte que tenia el paladin en la mochila
[color=red:f73fee7d61]PELIGRO TRAMPAS PARA ORCOS[/color:f73fee7d61]
Colocadas en el camino, para que nadie se acercara sin al menos tener precaucion

Mer coloco otra hilera de trampas en la otra posible zona po la que estos orcos accederian al camino y Tomas volvio a marcar, esta vez en una roca con las mismas palabras
[color=red:f73fee7d61]PELIGRO TRAMPAS PARA ORCOS[/color:f73fee7d61]

Tomas se despidio y fue a buscar a sus hermanos, debian preparar la defensa al otro lado de las trampas, pues sabia que eso no seria suficiente para detener a los orcos

elfrances

07/05/2008 19:31:52

Sir Tomas le había puesto al corriente de todo.
Lady Jeanna y él partieron de la Capilla del Sufrimiento hasta los Picos, para comprobar la amplitud de la matanza que allí había acontecido, y la amenaza que suponian los orcos recién instalados.

Pasaron en medio del campo de batalla, y se adentraron en las montañas. Juntos, caminaron por la nieve, y se detuvieron justo donde Tomas habia marcado la roca. Se quedaron mirando un buen rato los fuegos que se veían a poca distancia de allí. El campamento orco. Planeando qué podrían hacer, cómo plantearse la situación.

Oyeron unos pasos por detrás, y vieron a Meroippi y Fadel. En los últimos tiempos Kian estaba viendo a menudo al mediano, cosa que le alegraba, después de tanto sin saber de él. El mediano y la elfa se engancharon a la conversación, y pronto estuvieron asentando las bases del plan. Se marchó Mer, apresurado, quedando en volver a verse pronto, para seguir ultimando detalles.
Fadel, Jeanna y Kian bajaron hacia el valle poco después, enfrascados todavía en la conversación.

elfrances

07/05/2008 19:50:20

En el momento de ofrecerla, ya se estaba arrepintiendo un poco. Pero si había alguien que aprecieria el fuerte sabor de la Suzale, aparte de Jeanna, eran los enanos y Arlas. De modo que, sin más miramientos, sacó el pequeño barril que llevaba consigo y les invitó a beberla, hablándoles maravillas de Cormyr, de su ejército y de su perla, la Suzale. El encuentro fortuito y la conversación habían transcurrido amigablemente, así que valía la pena ofrecerles esto para remojar la propuesta que les iba a hacer.

Por sus expresiones cuando la bebieron vió que les gustaba, y Kian no pudo evitar esbozar una sonrisa mientras los enanos y Arlas se la iban acabando e iban soltando sus lenguas. Pronto la conversación acabo virando hacia Moradin, y sobre orcos. Y no iba a dejar pasar esa oportunidad.

He pensado hacer una expedición para obtener información sobre los orcos que allí moran ahora. En una dekhana, en la Capilla del Sufrimiento.

Los enanos empezaron a gritar vivas a Moradin y asegurando que acudirían a la cita.

Se marchó del casual encuentro satisfecho. Tal vez, al fin y al cabo, no tuvieran que esperar a que los orcos atacaran para actuar.

ArkasLynvail

07/05/2008 20:52:50



[i:4fad38dcde]Los tentáculos palparon la superficie rugosa del mecanismo y insertaron una gema en el orificio central. Las paredes iluminaron la estancia en multitud de colores mientras de fondo se escuchaba el ruido de la maquinaria. El mecanismo despegó del suelo, si es que donde se encontraba lo había. Era muy dificil mantener la diferencia entre suelo y cielo, norte y sur en otros planos muy lejanos al material.

La energía de decenas de almas consumidas, lanzadas a un enorme horno avivaba el fuego del motor que hizo iniciar el potente conjuro que los llevaría rápidamente al plano astral. La mano huesuda del ilícido se movió léntamente mientras dibujaba los signos de un complicado conjuro, los muertos de las paredes gemían al sentir el poder arcano.

Y el conjuro expiró.


Un enorme, luminoso e infinito plano tenía ante él, el plano astral. El lugar que le llevaría justo a donde buscaba, ahora solo tenía que encontrar la entrada.[/i:4fad38dcde]

EspadaUngida

10/05/2008 23:26:16

[color=red:f0ecfd6c7f]Sangre y fuego

Y la sangre y el fuego baño los cuerpos de los aventureros, golpe muerte magia muerte.....todo se repite como un bucle, una y otra vez.

Los enanos delante, dos torres que no sentian las numerosas flechas clavadas en su cuerpo. Sin embargo la magia derribo las torres, ahora era el turno de los magos y el hechicero que sanaron a los enanos y volvieron a la carga...

Finalmente el grupo decidio volver y prepararse bien a lo que podia venir, habian visto el peligro y la muerte de cerca y no querian tentar a la suerte mas.

radabar

26/05/2008 05:43:33

"Ya nadie pisa los Picos". Esas palabras que me dijo la elfa me hicieron recordar aquel suceso...

...Cerca del campamento que hay junto a las minas, en el camino del comercio, me topé con un semiorco. Mientras hablábamos la enorme Sierpe Blanca surcó el cielo hacia el oeste, aparentemente intacta. Tras perderse de vista, dirigí la mirada instintivamente hacia el este, de donde había aparecido. Unos cuantos orcos a lomos de enormes lobos. La curiosidad que sentí fue tan grande, que esta vez "el gato corroboró el dicho".

Así pues, me dirigí hacia los Picos con el semiorco, Gabdish, mis puños y su espada rebosante de ácido. La tensión que se siente en cada aventura, se hacía más latente con cada copo de nieve caído.

Llegamos, tras largo camino, hacia las grutas que llevan a la guarida del dragón. Ni un segundo me duró el alivio sentido al entrar y librarme en cierta medida del frío.

Avanzamos un poco y conseguí oir a un grupo de cinco o seis integrantes, presuntos orcos. Vinieron a por nosotros cuando oyeron la ruidosa armadura del semiorco... Los orcos (enefecto lo eran) cayeron en un profundo temor al acercarse Gabdish, y terminaron siendo abatidos. Retomamos el avance.

La cueva de Shires estaba vacía, y cuando inspeccioné la estancia, no pude sacar nada en claro. No había más orcos, signos de batalla visibles, nada... Salimos de esas grutas y nos dispusimos a volver al camino.

A mitad de descenso, un adiestrado orco, desde lo alto de una loma, comenzó a dispararnos certeras flechas. El semiorco respondió y yo, tras varios intentos fallidos con mi honda y ser la nueva diana del orco, lleno de flechas y casi a rastras, me preocupé por eleminar el ángulo entre el atacante y yo.

Llamó a unos cuantos orcos más (mucho menos capacitados), que aparecieron tan rápido como cayeron tras recibir varios puñetazos y patadas, una vez más, me oculté como pude. Aun así, veía al orco de vez en cuando asomar la fea cara desde lo alto, justo antes de clavarme más flechas.

El sonido de las flechas se detuvo en el momento en que se oyó una espada surcar el aire una sola vez y luego un ahogado y grave grito de dolor emitido por el orco. Agradecido, di la cara para ver al nuestro salvador... ¿nuestro qué...?
Un amedrentador orco había destrozado al otro con ese único movimiento.
Comenzó luego a hablar con el semiorco mientras yo me temía que alguno fuera a asfixiarse por los sonidos que hacían.

La conversación por fin se terminó, cuando el imponente orco desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Continuamos el descenso conmigo abriendo la marcha:
-(Todo había salido bien... Inspeccionamos la zona y volvimos con vida...) *mirando la inmaculada nieve con una sonrisa en el rostro*.
Luego todo sobrevino tan, tan Rápidamente, que me parecieron... eones.

Un dolor lacerante en el hombro, producido por el ya conocido efecto de una espada, y el ardor propio del ácido, logró que me arrodillara y comenzara a ver la nieve teñida de carmesí. Otro golpe más, desde la clavícula hasta la cintura, y lo carmesí se volvió negro.

*En un extraño estadio de la vida, lucho contra un cuerpo inerte, ordenándolo a moverse o a dejarme salir de él.*

Por fin el cuerpo obedece. Estoy empapado pero templado. Una voz llega desde lejos "vamos, despierta", distorsionada por gritos internos de júbilo "¡he vuelto!".

Por fin abro los ojos y levanto la cabeza, pudiendo apreciar a "Salvador Izan", apoyado en la pared rocosa, sudando, jadeando y pálido como nunca. Sea cual fuera el esfuerzo que había hecho, era enorme.

En pésimas condiciones intenté arrastrarme a él y le oí decir que me quedara ahí quieto si no quería matarme a mí mismo... pues casi. Caí inconsciente.

Cuando desperté, Izan ya había recobrado el color y me explicó el estado en el que me había encontrado: el hombro partido por la mitad, haciendo que el brazo tomara un grotesco ángulo, la espalda rasgada por un profundo tajo y... decapitado... Me tambaleé un poco al oirlo y pude reprimir las náuseas a duras penas. Luego me señaló un rastro de sangre que terminaba en donde encontró el cuerpo, rastro que observaría más tarde en busca de respuestas.

Tan extraño me sentía que sólo pude expresar una milésima parte de mi gratitud con las palabras. Recordé cómo le vi hacía unos minutos y una lágrima cargada de lo que no podían decir las palabras cayó a la nieve.

Bajé al camino a los brazos de un gran elemental, y me depositó con cudiado en el suelo, para quedarse a mi lado mientras el arcano acababa con unos débiles enemigos para él, "poderosas sierpes" para mí, tal y como me encontraba.

Me recompuse pasado un largo rato y, al verlo todo un poco más claro, decidí volver a subir para encontrar las respuestas que buscaba. La sangre habló:

Cuando recibí el ataque por la espalda, estaba cerca de donde la nieve no cubre el suelo, luego el rastro llevaba al dorso de una loma, hacia el este, y, por último, un nuevo y mayor charco de sangre: donde me decapitó y dejó mi cuerpo para festín de carroñeros. El semiorco me mató por la espalda para reconfortar a aquel orco, estoy seguro de ello.

Toda esa sangre me dijo una cosa más: no estás preparado.

*Le narra la parte desconocida de la historia a Izan, la versión completa a Golg y a los hermanos de la orden del Puño Cegador (en definitiva, con quienes ha tenido la ocasión de hacerlo)*.



//Quizás el nombre no sea Gabdish, sino Gadbish, perdón por la confusión.

MasojHunett

04/06/2008 12:22:07

[i:291751f5a3]El Ron...curioso.Podríamos haber sacado dinero de ese pedido de no ser por esos dos orcos que irrumpieron en la cueva apaleando a la mujer.
Cristina y yo acabamos con ellos en poco tiempo aunque con un poco de dificultad.Esos dos no eran como el resto.Sabían lo que se hacían.

Seguimos por la cueva y la salida daba a la famosa aldea abandonado en los Picos de las Nubes.

[color=blue:291751f5a3](Para otra personita..aldea llamada "Ninguna Parte")[/color:291751f5a3]

Los ruidos de cajas resonaron por todo el valle...un grupo de unos siete individuos se lanzó a por nosotros nada más olernos.El combate fue duro pues los chamanes resultaban ser enemigos poderosos y con una magia que muchos desearían poseer.

Logramos volver por la cueva...aunque un detalle que me dejo algo confuso...¿Que hacía ese ser pequeño escondido en el tejado...?[/i:291751f5a3]

oculta

04/06/2008 13:56:34

Todo empezó mientras Cristina escuchaba a Altair despedirse, cuando la mercader se percató de que el río comenzaba a teñirse de rojo, y cuerpos mutilados tanto de orcos como de hombres y mujeres bajaban por la corriente.

Cristina investigó en solitario el suceso, y cuando apareció Abd, decidieron ir río arriba para averiguar de que se trataba. Sin apenas darse cuenta, fueron siguiendo un cauce que les conducía sutílmente hacia el norte. Llegaron a una enorme catarata, cuyo tiro discurría partiendo un enorme paredón en dos mitades intransitables. La humana mantenía fija la mirada en la catarata, buscando alguna respuesta en ella, hasta que se percató de la gruta que había tras ella. La infiltración comenzaba.

Bajo la protección de sus conjuros y de la propia oscuridad, se adentraron en la cueva, y toparon con unos desafortunados contrabandistas y su cargamento, que no tardaron en ser presa de los calishitas. Se deshicieron de los cuerpos, tomaron sus ropas, y esperaron al posible comprador. Un par de enormes orcos de la mano negra aparecieron, con poco aspecto de compradores y que tras un duro combate cayeron a los pies de los mercaderes.

- [color=cyan:46c177e00e]Creo que debemos seguir adelante, el cargamento no es lo mas importante que aquí sucede Abd...

Avanzaron en las grutas sospechando donde podían terminar, y acabaron saliendo por una abertura tras una casa del poblado abandonado de los picos, donde una patrulla de enormes orcos y chamanes parecían registrar al peculiar estilo orco todas las casas. Uno de esos orcos se separó del grupo, y pudieron deshacerse de el al girar una esquina. Pero pronto el resto al ver que no volvía suguió la senda del ya cadaver, y una lucha encarnizada se desató. Cristina optó por separar el grupo, llevandose consigo a un arcano y a tres combatientes. Pese a que acabó con un par, sus piernas fueron más útiles que su estoque. Pudo volver donde Abd, y junto a él recobrar el dominio de la batalla para poco a poco acabar con todos. Eran orcos descomunales, y los chamanes parecían sobremusculados cuyas venas se marcaban con un tono peculiar.

- [color=cyan:46c177e00e]Buscaban algo en el pueblo, y debemos saber que es...

Casa por casa, tras recuperar el aliento por un instante, fueron buscando alguna pista, pero no encontraron nada. Hasta que acabaron fijandose en el cementerio del pueblo. Y fué entonces cuando aquél diminuto ser apareció en un tejado protegido por las sombras, pero visible ante los ojos mágicos de los calishitas, que al percatarse de haber sido visto, desaparecío por donde vino rápidamente.

- [color=cyan:46c177e00e]Debí haber esperado para ver que pretendía ese maldito bicho....

Una de las tumbas de una larga serie, estaba completamente vacía, parece que esos orcos encontraron lo que buscaban. Poco más podían hacer tras registrar el pueblo entero con las fuerzas que le quedaban, y retomaron el camino de vuelta para informar de lo hayado, llevándose varias partes de un chamán que posteriormente sería estudiado. Pero un grupo más numeroso en chamanes junto con algunos combatientes como los del poblado, les cerraron el paso en las grutas.

Poco a poco conseguían mermar al grupo, pero un par de chamanes en las últimas conjuraron algo extraño, que dejó a la mercader inconsciente en el suelo. Por suerte Abd pudo recuperarla, y una vez restablecida, no les dió una segunda oportunidad. Exaustos por el esfuerzo, consiguieron llegar nuevamente al camino del comercio, con la intención de informar sobre lo ocurrido.

pastoretpastor

04/06/2008 22:23:37

Un maestro llegó a la charla entre compañeros y se unió como uno más a la conversación, puesto que lo era. Hablaron sobre unos asuntos pendientes y apareció el regalo por parte de los dioses, traía con él una buena cantidad de trabajo.

Le regocijaba tanto poder inmiscuirse en el interior de esos recipientes que no dudó ni un momento y pidió permiso a sus compañeros, que asintieron sin reproches y siguieron con su conversación.

Observó las notas del arcano, aún recientes, que analizaban las medidas que deberían tener y empezó a manipular lo que le parecía más jugoso.

Su daga hacía incisiones precisas y se hundía (no sin dificultad) en los huecos que harían sacar el interior a la luz para su estudio. Se alarmó ante los gritos de su compañero y siguió su trabajo rodeado del efecto de los sortilegios protectores, pero en harapos. La túnica yacía corroída en su mayoría, a sus pies.

Su concentración no disminuía ni lo más mínimo, así que, tras la comparación obvia, sintió decepción por un instante, pero ya sabían cual era la metodología a seguir.

Ante ellos el otro miembro fue puesto en su lugar para el estudio. Sabiendo donde estaba la clave, volcaron el reducto de información en una probeta y volvieron al trabajo con la daga, otra vez, tras los cortes precisos, disponía de los elementos separados.

El estudio se dirigía ahora a las prácticas de campo: lo que más le gustaba.

Los maestros andaban sonrientes por el oasis hacia las afueras pensando en las distintas posibilidades que se les ofrecían.

incubo_1

11/06/2008 22:36:17

El joven elfo sostenia su arco mientras observaba curioso la discucion entre el Dendravoz y un viajero misterioso.
Pudo entender que si no se quitaba el yelmo, no podia entrar al Bosque Sagrado.

Tras varios minutos, Elbereht se fue a estudiar.

Tigrán disfrutaba de un dia soleado y provechoso. Ni tan solo ese viajero misterioso de voz tranquila conseguia inquitarle.

Pero todo lo bueno se acaba, y su mente se nublo cuando vio lo siguiente:
El caballo del viajero caya rendido al suelo tras una lluvia de flechas.
De la nada salia una oleada de orcos con estandartes.
Sin pensarlo dos segundos los arqueros dispararon a matar. El viajero envaino sus brillantes katanas y ayudo en la batalla.

Los orcos sorprendidos por la destreza de weldazh yacian muertos con una caracteristica que los hacia unicos. Una cola demoniaca y una mano con 6 dedos pintada en los estandartes.

Los elfos y el viajero no puedieron respirar en paz, a unos metros al norte se alzaba una torre luminosa que los dejo ciegos. De repente una bola de fuego cayo entre los arboles.
Eldelbar fue corriendo avisar a los druidas. Estos pudieron apagar el fuego en general, pero habia arboles en que se resistia.
Se observaba un fuego oscuro. Fuego magico que se disipo con la ayuda de la arcana.

Esa arcana que nadie quiere tener como acompañante.

La torre desaprecio dejando un mensaje en las caebzas de los elfos.

"Vais a pagar por todo lo que me habeis hecho sufrir, Elfos"

Los elfos, agradecidos por la ayuda del viajero, le mostraron amabilidad dejandole la tienda para el.
Asi podra esperar al Consejero de Nelde.

Tigrán ArcoLargo

pastoretpastor

14/06/2008 10:14:34

Después de oir las palabras de Lilian, no dudó en marchar a las montañas.

Con cautela, intentaba caminar bajo los grandes riscos. Pero, antes de ver nada ya le habían visto. Intentaban que su voluntad cediera, apareció la torre y, si esa imagen es todo lo real que dicen, ese es quien domina, no el maldito rey orco elegido por Gruumsh.

Corrió hasta el siguiente risco, se posicionó otra vez, no había nada diferente. Por un hecho instintivo miró arriba, sin duda, ya tenía la clave. Tienen una brecha abierta para mezclar su sangre y menos mal que no le llegó a ver...

Llegaron los exploradores, le ensartaron unas cuantas flechas que negó mediante sus protecciones. Hay algo que no encaja, su rey es orco, ese ataque mental. Debe haber una conexión entre esa torre, carne de cañón quizá.

El arcano se marchó por donde vino después de tres preguntas, los orcos ni siquiera tuvieron la intención de intentar matarlo, puesto que no mostró más interés en ellos cuando llegó a suponer lo que podía estar pasando.

sharkang

14/06/2008 13:59:55

*Nyrnael inspecciona su equipo tras la durisima prueba a la que se habaia sometido, comprobando que todo estaba de una pieza*
Sin duda ha sido la mayor prueba a la que me he enfrentado... Gracias a Tyr pude hacer frente a ese enorme demonio *se estremece recordando la indescriptible maldad que emanaba de ese ser, grande como dso gigantes de las montanas, con 4 brazos alas rojas y cara de orco pero mas bestial si cabe* Me siento orgullosa, ayude a los elfos, a Weldahz, y fui capaz de aguantar a esa mole de maldad en combate, apenas un minuto o dos es cierto, pero el tiempo suficiente para que acudieran mas y mas elfos, haciendo huir asi a la bestia. Nunca vi un ser semejante, pero por lo que sabian los elfos mas versados en esos temas se trata de uno de los mas poderosos demonios de los planos infernales.
*Mientras Nyrnael ayuda a los supervivientes sanando sus heridas piensa e que debe actuar con rapidez, debe encontrar a Lady Lomoniak con rapidez*

Nyrnael, Paladina de Tyr, miembro del Brazo de los Justos

Blues

14/06/2008 14:29:43

Estaba reunido en suldanessellar con Nyrnael,ella y Lomoniak estaban invitadas a pasar una temporada en la arboleda pues en realidad necesitabamos de su ayuda.Le explicaba como iban a traer una reliquia elfica corrompida cuando una serie de bolas de fuego cayeron al oeste del bosque.

Una especie de dragon estaba lanzando bolas desde el aire.Alerte a los guardias y fuimos hacia alli.Otros elfos habian acudido tambien al lugar,un silencio tan espeso y esa sensacion de maldad parecia inundar todo el bosque.Cerca del camino,un humano esperaba solo y fui a advertirle cuando esa mole aterrizo.

Una gran mole de musculos con 4 brazos y dos alas rojas se poso ante mi despues de lanzar una de esas bolas.
El humano llacia en el suelo,la bola le cogio de lleno y empece a disparar a ese demonio con cara de orco.

Los demas acudieron al momento,una gran lluvia de flechas cayo sobre el demonio,saque una de las flechas especiales,apunte bien justo entre los ojos y dispare.
El demonio cayo al suelo inerte y al instante desaparecio.Habia numerosos heridos y ayude a Shono a recuperarse,parecia que habiamos eliminado a ese demonio,pero no duro mucho esa alegria.

Ese demonio volvio a aparecer dentro del bosque(si era el mismo),fuimos hacia alli de nuevo,sin tiempo de tomar un respiro Nyrnael fue hacia el y lo contuvo de forma perfecta,me dio tiempo a coger posicion y dispararle lo mas rapido posible,muchas flechas las esquivaba pero bastantes le entraron.

Nyrnael parecia cansada,no podria aguantar mucho mas,shono y elbereth habian caido,me acerque y le dispare con mas fuerza llamando su atencion.El demonio se lanzo sobre mi con rabia y corri hacia atras,me perseguia bien eso es lo que quiero.

Nyrnael tenia el respiro que necesitaba mientras intentaba atraer al demonio.Varias flechas mas le dieron,tras un grito de ese demonio,desplego sus alas y se fue volando hacia el norte dejando parte del bosque ardiendo.

Shono y elbereth yacian en la hierba,Nyrnael descansaba agotada y parte del bosque seguia ardiendo.
"Shono despierta shono"
"Puedes hacer algo Nyrnael?"

La paladina se arrodillo y rezo a su dios,al momento shono abrio los ojos y Elbereth empezo a moverse tambien.Algunos guardias tambien empezaron a incorporarse,pero sufrimos algunas bajas que fueron llevados hacia la arboleda.

Shono consigio apagar las llamas que aun perduraban y cayo rendido.Mientras velaba por shono,Nyrnael y Elbereth hablaban.

ArkasLynvail

14/06/2008 15:18:46

[color=red:8ab9d92ffe][size=18:8ab9d92ffe]General de los Ejércitos


[i:8ab9d92ffe]Una enorme puerta dimensional apareció ante el elfo. Los bordes estaban llenos de llamas y en el interior se podía ver un paisaje desolado.

Del portal apareció una enorme garra monstruosa, después otra y otra, hasta un total de cuatro enormes garras. El ser con una cabeza similar a la de un orco y con dos enormes alas rojizas salió por completo del umbral y miró a su alrededor con sus ojos rojos inyectos de sangre.

Delante del demonio solo había un elfo, atabiado y repleto de joyas. Decidió que lo mataría antes de que hablara pero algo captó su atención. Un poder latente había en el elfo, pero no procedía de él sino de alguno de los artefactos que portaba.

- Saludos Kurichir - Dijo el elfo en la oscura lengua del abismo.
- Como osas invocarme elfo, ¿Has perdido la cordura?- El demonio siguió escrutando las ropas del elfo, hasta que dió con el origen de sus dudas. Una siniestra sonrisa apareció en su semblante.
- Te he invocado porque yo lo deseo, soy el dueño de la Wéldazh.
- Asi que el dueño de la piedra...-El demonio rió con ganas- Claro "Amo" haré lo que has pedido, pero siempre cobro por mis servicios, tarde o temprano.

Tras esto el demonio salió volando por uno de las cristalinos ventanales en dirección al sur.[/i:8ab9d92ffe]

Elgatovolador

15/06/2008 17:21:00

. . . soy pésimo , no he podido defenderme de ese ser es poderoso sin duda, pero no actue con lucidez, estoy avergonazado de mi mismo menos mal que muchos elfos defendían el bosque , centenares de ellos aun así ese demonío con cabeza de orco y rasgos de bestia mató a muchos . . . buscán algo estoy seguro de ello

*el mago se aleja con la Túnica medio chamuscada y unos cuantos golpes recibidos , más morales que físicos . . . *

Blues

27/06/2008 13:10:43

Desde el Lago se divisaba una pequeña columna de humo y me acerque a ver que ocurria.

En el Pico de las Nubes,una carreta ardiendo era la causante de esa columna,a su lado Earar hablaba con alguien sobre un clerigo de Waukeen.

Las huellas de ese Alanius subian hacia el pico y se adentraba hasta la aldea abandonada.
Seguimos las huellas de batalla y nos llevo al cementerio de esa aldea,alli rodeado de cadaveres orcos yacia Alanius el clerigo.Su cuerpo inerte tapaba una especie de simbolo.Su ayudante,que nos acompaño,hecho en falta un collar que seguramente habia mandado de regreso a casa mediante medios magicos.

Enterramos alli mismo su cuerpo,mientras Jadiva interrumpia para poner flores a una de esas lapidas.

El ayudante de Alanius nos hablo de su ciudad,Bryn Shander muy al norte en el espinazo del mundo.Nunca habia oido de ese lugar y decidi acompañar al grupo en busca de ese collar.

Un largo viaje en barco desde Baldur nos llevo cerca del espinazo del mundo.Alli en esas tierras salvajes ,el frio parecia ignorar la ropa y la piel y se asentaba continuamente en los huesos.El camino a BryN Shander no fue facil pero llegamos a una pequeña ciudad con grandes murallas.

La fortaleza era impresionante,un gran contingente vigilaba continuamente la aldea amurallada.El mercado nos dio la oportunidad de preguntar por el templo de Waukeen.
Nos hablaron de Irianos el loco y fuimos a buscarlo hacia el este.Alli la guardia lo acababa de apresar para llevarlo al castillo,asi que nos dirijimos alli.



El Castillo se alzaba en la mitad de la ciudad como un Baluarte inexpugnable.El interior era enorme y con gargolas a ambos lados del pasillo que moria en una amplia sala donde El Gobernador y Irianus discutian.

Pronto repararon en nuestra presencia y el Baron de Baldur hablo con ellos.Tras un tiempo de conversacion con ese clerigo loco pudimos saber que el collar estaba ahora en posesion del clan BattleHammer,un clan de Enanos que vivian por la tundra.

Vinduil

27/06/2008 15:29:03

Earar se encontraba en Weldazh, deseaba saber si su primo había salido vivo de la batalla que le habían relatado. Los portales ahora estaban rodeados por pequeños portales, pero eso no le imporaba ahora mismo. Vio a Shono a lo lejos y le saludó. Shono no tuvo tiempo de contestar, puesto que un explorador de Suldanessellar llegó corriendo buscando al consejero Amamir. El exlporador informó de que un anciano ent había tenido una visión. Un collar de la señora del comercio que controlaría la torre de cristal.
Inmediatamente Earar ató cabos, era el mismo collar del que le había hablado hace poco y por suerte sabía en que ciudad se encontraba. Antes de saber que el collar podía controlar esa torre no tenía valor alguno para el bardo, pero las cosas habían cambiado. Sin perder el tiempo reunió a un grupo de aventureros de su confianza, eso suponiendo que se pudiera confiar en alguien viendo las cosas de las que había sido testigo.
Un guerrero, Golg, sería perfecto para las estepas del norte, no en vano los pocos humanos que sobreviven allí fuera de las ciudades son bárbaros como él. Shono, que mejor que un druida para hacer el viaje menos duro por un paraje natural tan duro como la tundra? Penco, nunca está de mas tener un paladín en tus filas y este en concreto era amigo personal de Earar. Encontraron a Trent por el camino y Earar decidió que era mejor que formara parte del grupo, puesto que había estado en el ataque a los clérigos y sería de gran ayuda. Para terminar necesitarían un explorador y conocía al mejor de la región. Paskinel se unió al grupo minutos antes de zarpar desde Puerta de Baldur hasta Aguas Profundas, desde ahí tomarían el camino hacia el este y luego hacia el norte, hacia Bryn Shander.
Salvo por algunos bandidos poco inteligentes no hubo ningún problema, avanzaban rápido y relativamente confortables teniendo en cuenta la nieve y el viento. Pasados unos días llegaron a Bryn Shander. HAciendo uso de su título de barón, cosa que nunca le gustaba hacer, Earar consiguió enterarse de que el collar había sido vendido a dos enanos del clan Battlehammer e incluso recibió de manos del gobernador un mapa para llegar a sus minas. Paskinel los guió hasta allí, con mas problemas de los esperados debido a algunos bárbaros que Golg despachó sin sudar y unos cuantos yetis.
Se encontraban al fin en la entrada de las minas, el frio disminuía un poco allí dentro, pero pronto se dieron cuenta de que había otros peligros. Cada pocos pasos Golg era víctima de alguna trampa, pero con la ayuda de la magia de Shono se recuperaba al momento. Finalmente llegaron ante los guardias enanos. Para sorpresa de Earar fueron mucho mas amistosos de lo esperado y les llevaron ante su lider, un tal Bruenor Battlehammer. Al parecer estaba algo...suelto de vientre por algo que había comido y estaba bastante pálido. Les informó de que el collar se encontraba en un pozo, en donde descansaba un dragón blanco. Tambien dijo que si no fuera porque su hija y "el negro" se encontraban fuera y él no podía separarse mas de 10 metros de una letrina el dragón estaría mueto hace tiempo. Nos dió permiso para quedarnos con el collar si acababamos con la bestia y envió con nosotros al pobre desgraciado que había tirado el collar por el pozo.
El dragón resultó ser una bestia mas poderosa de lo esperado, pero tras horas de combate al fin fue derrotado. Penco encontró el collar mientras la mayoría del grupo se llenaba los bolsillos con el tesoro del dragón antes de que los enanos lo reclamaran. Penco le entregó el collar a earar para que lo estudiara y tras darle las gracias a los enanos partieron de vuelta hacia Puerta de Baldur.
Una aventura muy interesante, sin duda.

poen

29/06/2008 00:07:04



Vinduil

04/07/2008 13:56:40

El bardo caminaba de un lado a otro del escenario. Se encontraba a solas en el teatro como casi siempre de madrugada. Le gustaba aquel lugar, sobre el escenario nada de lo que ocurría fuera tenía importancia y eso le permitía sopesar la información que tenía con mayor objetividad.
Le perturbaba el hecho de que el demiurgo Graz´zt hubiera interferido personalmente en su conjuro. Era consciente de que el demonio podría haber hecho mucho mas que interrumpir sus investigaciones. Seguramente enviaría a sus orcos o criaturas peores para arrancarle el collar de sus manos muertas, así que debía decidir que hacer.
Sus opciones eran claras, primero debía descubrir el poder exacto del collar. Luego tendría que decidir que hacer con él. La primera opción consistía en aguantar todos los ataques que sin duda tendría que sufrir hasta tener en su control la gema, con la ayuda de sus compañeros. Con la gema y el collar estaría a salvo de cualquier ataque e incluso podría acabar con los portales cuando aparecieran en Puerta de Baldur. Un plan arriesgado con una gran recompensa. La segunda opción consistía en entregar el collar a su Señor y esperar recibir a cambio una recompensa y el poder suficiente para hacer frente a los portales y cualquier otra cosa que pudiera venir. Era consciente de que a entregar el collar a su dios tendría asegurado un lugar importante cuando abandonara el Plano Material, pero por alguna extraña razón esa idea empezaba a parecerle demasiado poco.

Burgg

10/07/2008 11:40:03

La hechicera caminaba por el bosque de Mir junto a Golg un poderoso guerrero y un mago algo molesto, se dirigían hacia el volcán Cys nunca había visitado ese lugar y por lo que decían era bastante peligroso.

De repente Cyshilan se paró en seco y su mente cayendo en un sueño...Caminaba hacia una torre repleta de demonios estos no hacían nada sólo la miraban, una torre de puro zafiro negro todo rodeado de lava sin cielo....Y vió una figura un ser completamente negro con dos cuernos en la frente sólo le dijo lo siguiente.

"Acaba con el desollador oscuro"

Cyshilan despertó algo asustada e inquieta...seguía en el mismo lugar pero con el mago en sus narices...

Debemos ir al volcán, llevadme allí

Los tres continuaron su camino, cuado llegaron al volcán Cyshilan pensó que ese era el lugar...pero y la torre y los demonios?, había que avanzar hasta que llegarón al final del crater un demonio sentado en un horrible trono les estaba ¿Esperando? el mago dijo que quería hacerle unas preguntas, Cyshilan al ver al demonio rápidamente sintió que él no era el ser que le había producido su visión, después de hablar el demonio y el mago sobre la guerra de la sangre y los portales que cubren la costa de la espada el demonio le tendió una trampa al mago disipando toda su magia, a Cyshilan ya no le interesaba nada de lo que allí sucediera así que utilizó su magia para salir de allí.

Más tarde Cyshilan se encontró con el semiorco y el humano, habían salido vivos y acabaron con el demonio, ahora estaba cada vez más segura que el no era.


Después de unos días pensándolo decidió intentar cumplir cierta visión o profecía que había tenido debía buscar información sobre los desolladores mentales, ¿se refería a los ilicidos?, quizás...pero dijo acaba con el desollador quizás con su dios, su lider? tantas preguntas.

Su próximo destino Puerto calavera.

Palantir11

11/07/2008 17:25:57

Amilmar Latonlven caminaba distraido por las montañas Estrial, siguiendo a sus compañeros de viaje. Meditaba sobre la reprimenda recibida por Gludar al lanzar una bola de fuego que casi acaba con su vida juntamente con las de esos enormes mastodontes de hielo. Atravesaron el desfiladero y entraron en los montes Zargalla.

Despues de detener el avance de dos engendros del frio que hicieron la necedad de interponerse en el camino del extraño grupo, pararon a descansar.

Llebaba un rato mareado.. pero supuso que era resultado de conjurar demasiados hechizos de tan alto nivel, que recientemente habia aprendido. Con el permiso de el gnomo, Gludar y su otro acompañante al que no reconocia debido a su rostro cubierto con una capucha, procedió a reposar.

Algo, pero, altero su sueño, su dolor de cabeza se intensificó y cayó al suelo de bruces gritando, al tiempo que la oscuridad le devoraba. . .

Se encontraba en un amplio salón, muy bien decorado, y lujaosmente ornamentado con joyas. no sabia como, pero se encontraba depié. No tardó en acostumbrarse a la leve falta de luz, lo que siguió al descubrimiento de una figura que se levantaba a unos pocos metros delante suyo. Era grande e imponente y llebaba un enorme espadon muy ornamentado que en absoluto parecia pesarle al portador. No supo definir si era humano o solo lo parecia, ya que unas protuberancias similares a cuernos surgian de su cabeza, y su torso finalizaba en unas patas similares a las de los caballos.

Su atontamiento se vió intensificado al ver que el humanoide le habló:

Encuentra al Desollador y acaba con él

La figura le señalo con un largo y huesudo dedo y un dolor provocó su subito despertar.

Se encontraba de nuevo en los montes Zargalla rodeado de curiosos.. pero esta vez habia mas gente. Reconoció a Althiem, el paladín, y a un elfo que a menudo habia visto por la entrada de la arboleda, pero no consiguió recordar su nombre.

Procedió a contarles su sueño.. si esque asi se podia denominar lo que le habia acontecido.. no0 obstante solo obtuvo como respuestas bromas sore un posibl estado de enajenacion mental y una contestacion del elfo, que dijo que él a menudo tenia visiones. Un asunto le surgió al paladin, quien apresurado marcho, no sin preocupacin encima, desde luego. Al poco rato uno de los acompañantes con los que llebava desde hacia mucho rato caminando, el encapuchado, tambien desapareció.

Quedaba el elfo y Gludar, retrocedieron hasta las montañas Estrial para poder hablar con mas calma. Amilmar sudoroso, algo poco corriente en él, se descubrió y al apartar su capucha, que rozó con su cuello, sintió un subito pinchazo de dolor, su mano palpó su cuello, y cual fue su sorpresa al notar que una pequeña marca habia emergido desde dentro de su carne y sobresalia en su cuello.

Los sagaces acompañantes no tardaron en advertir esa anormalidad, el primero fue por supuesto el elfo, y muy intrigados se acercaron lentamente hacia él.

Retrocedió un poco asustado, ya que no etendia nada, y las palabras que el elfo pronuncio murmurando mientras entrecerranba los ojos para observar esa marca, se le quedaron grabadas:

un elegido de los demonios los cuales le envian visiones. . .

Amilmar dscubrio que con la tonteria le habian acorralado contra el saliente de la montaña pero ellos seguian avanzando, bastó un murmuro y que su rapida mano de deslizase hasta su amuleto, para que el hehicero desapareciese de aquel lugar.

Vinduil

17/07/2008 19:41:26

Tras la visita de los clérigos de Waukeen había ido informando a sus compañeros de lo que había descubierto. En primer lugar parecía que el poder del collar consistía en conceder a su portador una enorme suerte en los negocios, pero el bardo sospechaba que quizás había algo mas. El collar tenía dos inscripciones, una en común y la otra en abisal. Las dos inscripciones decían exactamente lo mismo: en abisal la palabra clave estaba escrita entre comillas.
Además, lo que le habían dicho los clérigos dejaba claro que había gato encerrado en todo aquellos. Según los clérigos, existía una herejía dentro de su iglesia. Waukeen había pasado un tiempo en el Abismo secuestrada por Graz'z't, eso no se discutía. El problema era que según la herejía, la diosa había escapado tras hacer un trato con el demonio. Los clérigos dijeron que el collar había sido robado, pero no encajaba que los ladrones hubieran hecho todo lo posible por que no fuera a parar a manos de los orcos, llegando uno incluso a sacrifircarse por proteger el collar. Para colmo los ladrones tambien eran clérigos de Waukeen y desde luego gozaban de su favor. Tambien parecía ser que si el collar se usaba para beneficio propio traería grandes miserias a su portador. El bardo no creía esa parte, pero tampoco estaba dispuesto a correr el riesgo de comprobarlo.
Paskinel y Shono ya habían accedido a los planes de Earar de usar el collar para defenderse de la torre cuando apareciera y si era posible llegar a controlarla para acabar con los portales. Faltaba informar a Golg, Penco y Trent.

Kentara

22/07/2008 22:42:36

Una pequeña visión de las frases que se pasean por su ocupada mente...


[i:e045dadaab]-Se atreverán a traicionarme...

...aún conservo la cordura.

Mi sombra es su sombra, y me protege...

...es una influencia fuerte, las pondrá en mi contra.

Haré lo que me pide, pero no para conseguir lo que me promete...

...Cambiará de dueño cuando vea que soy más útil que el elfo.

Ese ser renegado y perseguido, ¿dónde se esconde? ¿dónde me escondría en su situación...?[/i:e045dadaab]



Las velas se consumen en la sala, y esta se oscurece progresivamente hasta apagarse y morir. Aun entonces sigue en la silla, delante del escritorio, pensando... ella no la había dominado, la Señora de la Oscuridad la habia bendecido con una fe inquebrantable, por encima de toda influencia y poder.

likazu

23/07/2008 03:56:05

[i:564418c844]Andrius Gerfold, el cazador de monstruos me llaman.
Conocí a Jame X, el semidragón de cobre en puerta de Baldur, tras una charla salimos a dar un paseo por el camino y a ayudar a varias personas en sus labores diarias y no tan diarias.

Que si la caza de un líder gnoll, que si ayudar a un maese contra unas hormigas en una mina. Y el último destino, una cala de saguajines, había que entrar en la cala matar a todos los saguajines, matar al lider y coger su tridente para darselo al hombre que permanecía fuera esperando que alguien lo consiguiera.

Y lo conseguimos, claro que lo conseguimos, no había rival para ese semidragón. Me mantenía fuera del combate cuerpo a cuerpo, bien sabía que como se me acercará alguno me destrozaría. Una vez conseguido el tridente y cuando nos marchabamos.

Temblores...y el sonido del agua que empezaba a bañar la sala en la que nos encontrabamos. Una explosión, la sala empezo a inundarse estrepitosamente, a una velocidad inaúdita.
Jame...salgamos de aquí. -Dijo Andrius-

Semielfo y semidragón salieron de la cala, pero derrepente, Bum!.
Otra explosión, seguida de un humo de distintos colores. Jame voló hasta la altura de una loma para poder divisar de donde venía la explosíon.
La explosión es en la montaña encima de la cala, Andrius.-Dijo Jame-

Subamos a explorar Jame, tal vez saquemos algo en claro, cogeme y volemos arriba.-Dijo andrius mirando anonadado a la montaña-.
Ambos subieron volando hasta el agujero que había en la montaña, apenas salía humo ya de la abertura, pero aún así olía raro, olía a muchos olores a la vez, qué estúpido parece decirlo, pero es cierto.

Derrepente mientras intentaban divisar algo en el agujero, una criatura pequeña, de tez pálida, sin pelo y de piel arrugada se asomó para observar. Al momento de mirarnos se internó en el agujero a una velocidad fantasmal.
Tras un rato intentando divisar lo que había en aquel agujero con una antorcha.

Andrius, puedo atarte con la cuerda y bajarte poco a poco con ella. Si pasa algo grita y te subo. ¿Tienes miedo de hacerlo? -Dijo Jame-
Para nada...toma otra cuerda, atalas y bajame, tengo curiosidad por ver lo que hay.-Dijo Andrius mientras Jame le ataba la cuerda a la cintura con una fuerza asombrosa-

Poco a poco fue descendiendo por el agujero de la montaña, 15 metros o más había desde el agujero hasta tocar suelo, la sala estaba llena de sillas, escritorios, y estanterías, casi todos los muebles estaban en llamas.

Jame baja, rápido. -Dijo Andrius alzando un poco la voz para que Jame le escuchara-
Jame bajó rápidamente gracias a sus poderosas alas. Al frente un pasillo que doblaba hacia la izquierda.

Bueno...ya que estamos aquí tendremos que mirar más a fondo. -Dijo Andrius mientras intentaba rastrear algún tipo de huella-
Ambos se internaron por los pasillos, Andrius con la antorcha en mano y cubriendo la espalda del semidragón, hasta que llegaron a una especie de cruce de caminos.
Era una pequeña sala, de lugubres y oscuras paredes. En el sur una puerta, y en el este otra.

¿Por cual vamos? -Dijo Jame indeciso-
Es fácil, lanzaré una moneda, y depende de la cara que salga iremos por un sitio o por el otro. Si sale la zona marcada iremos por el sur, y si sale la no marcada iremos por el este.-Dijo andrius lanzando la moneda y viendo sorprendido lo que había salido-

Zona marcada, al sur Jame..abre la puerta, yo te cubro desde aquí. -Dijo Andrius mientras sacaba el arco y lo tensaba-

Jame abrió la puerta, lo único que pudo ver Andrius es el semidragón luchando contra unos azotamentes y una sala en la que había dos cristales de colores y un escritorio, aunque la sala parecía ser mucho más amplia.

Derrepente, palabras mágicas sonaron, los azotamentes conjuraban, un conjuro cayó entre el semidragón y el semielfo, dejando a este último herido de gravedad. Más palabras mágicas, el segundo conjuro, cayó en el mismo sitio. Andrius se desplomó al suelo muerto.

Cuando despertó lo hizo gracias a Jame, tenía dos azotamentes muertos al lado de donde se había levantado. Le dolía muchísimo la cabeza y no hablaba correctamente. No recordaba nada, ni donde estaba ni quien era Jame. Y para colmo sufría unos espasmos, como si fuera un tic en el brazo izquierdo.

Jame se internó en la sala este, buscando alguna cosa más. Y en efecto, más azotamentes. Antes de morir, uno de esos azotamentes lanzó un conjuro de dominar sobre Andrius, la puerta de la sala este donde había entrado Jame a combatir, se había cerrado y no era capaz de abrirla.

Algo estaba dando órdenes a Andrius, en su mente podía ver un cerebro enorme. Andrius obedeció por su estado de dominado, hizo lo que el cerebro le mandaba y volvió al cruce de salas. Jame pudo abrir la puerta.
Jame sacó a Andrius de aquel lugar y le acompaño hasta el bastión.

Andrius no podía hablar bien, parecía hablar como un semiorco o alguien que le falta capacidad mental. El semidragón le contó de camino al bastión, que mientras estaba muerto un azotamentes estaba chupandole el cerebro.

Cuando fui a rescatarte te tenía comido medio cerebro, he podido salvarte a tiempo, ¿Te encuentras bien?. -Dijo Jame-
¿Como decir tú que llamar yo? -Le respondió Andrius-
Andrius, Andrius Gerfold. Dijistes que eras cazamonstruos. -Dijo Jame-
Pues yo deber ser famoso, varias personas me llaman por camino. Además mi nombre sonar famoso. -Dijo Andrius-

Si entras en el Bastión podrán curarte, tan solo debes esperar a poder hablar con alguien, algún clérigo, mientras descansa dentro. Volveré a verte en unos días. -Se despidió el semidragón-

Andrius se despidió de él mientras estaba en el bastión. Iba en busca de ayuda, aunque no entendía muy bien el porqué. Pero se fiaba de las palabras del semidragón ya que le había salvado la vida.

Andrius pasa los días en el bastión, ha podido hablar con Nyrnael y con uno de los clérigos que mantienen el bastión. Van a buscar a algún clérigo de poder para intentar curar a Andrius. Andrius día y noche pasea por el bastión buscando a alguien que le pueda ayudar.[/i:564418c844]

//Falta un poco de la historia que me he permitido no ponerla. Then, si quieres posteo ese poco ;)

Kentara

25/07/2008 23:54:05

La mujer movió ficha, había entrado al exótico lugar buscando algo, y ahora salía con todo lo que necesitaba. Desdeluego no había sido barato.

El viaje que la llevaba fuera de la Infraoscuridad era largo, dedicó tiempo a pensar en su siguiente paso y decidió tomar su corcel llegada a la superficie y acudir inmediatamente al lugar que le había descrito el drow. No iba a ser tarea fácil, tendría que usar varios caballos de refresco, de todos modos merecía la pena.

Ahora faltaba decidir qué haría con él, ¿matarlo o intentar llegar a un acuerdo? En estos momentos a ella todo le importaba bien poco, sólo tenía lugar para pensar en la venganza y estaba dispuesta a sacrificarlo todo por ella.

-...Volveré a entrar a esa torre, y de un modo u otro, conseguiré lo que exijo.

Kentara

31/07/2008 22:24:35

Uno frente a otro, y esa exclamación por parte del elfo... Nunca consiguió dominar su mente y ella era consciente de lo que suponía que alguien tan poderoso se encontrase con una persona a la que no podía dominar de manera alguna, pues pertenecía a su diosa el derecho único de mandar sobre la mujer.


La luz, cegadora, una reacción insuficiente y el dolor... el rayo traspasó todos sus conjuros, incluso su santuario, y cayó de lleno sobre el escudo de la mujer quemándolo y amputandole el brazo por completo entre sangre y gritos.

El rayo prosiguió su tarea en dirección al resto del cuerpo, pero la mujer reunió las fuerzas y la concentración necesaria para desaparecer y aparecer en una lejana región sobre una manta de verdor que pronto se tiñó de sangre.


-Sea la voluntad de la diosa, que frente a un superior poder ha querido que mi vida no acabase en ese momento. Alabada sea porque esto me ha hecho más fuerte y ahora se lo que ella quiere de mi...


Cerradas las heridas mediante una plegaria, se incorporó con dificultad por el suelo resbaladizo a causa de la sangre. Había demasiado que hacer para morir...

Kentara

03/08/2008 22:51:29

De camino a la arboleda, el joven elfo se veía a sí mismo en una imagen mental sobre los acontecimientos que recientemente habían tenido lugar.

[i:95634fe8e7]-Hagamos un recuento... muchos cadáveres, un toque de suerte para encontrar el primero, aquellas cuevas... el símbolo de una tal Waukin... ¿Tenía que ser neceariamente tan...tan...? En fin, aquella mujer casi no sobrevive. Supongo que es lo lógico.

Yo por lo menos, no me entero muy bien de lo que aquí ocurre...pero se que tiene conexión con esos picos de los que tanto se hablan. Será una oportunidad para hacernos con una porción de poder... Nunca viene mal la fama y la gloria.¿No crees?

Mierda, recuerdo seis dedos...ahí sobra uno. ¿Me habré equivocado? Aunque tiene el mismo sentido que una torre que aparece y desaparece, y casi tanto como un lugar rodeado de campamentos orcos que combaten entre sí y disfrutan masacrandose entre ellos.[/i:95634fe8e7]




En la conversación, llegaron al verdor característico del bosque de la arboleda él y su acompañante elfico.

ArkasLynvail

04/08/2008 14:11:06

[color=red:7d8fdac600]LA CURA


Dos orcos de aspecto imponente cruzaron el umbral arrastrando el cuerpo de un humano de edad media y cabellos canos. El humano sintió una punzada de dolor cuando lo lanzaron contra el suelo cristalino de la torre. Sintió el tacto cálido de la sangre e hizo un ademán de limpiarse el rostro con la manga del brazo, entonces levantó la vista.

Un reguero de sangre recorría toda la estancia, una sala totalmente de cristal del que sus ojos nunca pudieran haber imaginado un escenario tan grotesco.
Partes desmembradas humanas decoraban la habitación teñida en sangre, la mayoría de humanas de mediana edad, en el centro y delante de él estaba sentado sobre un trono de cristal un elfo a medio vestir y completamente bañado en sangre, sangre que no era suya.


El pulso del elfo era agitado y de su boca chorreaba la sangre aún caliente de los cuerpos que había mutilado, observó desde la tranquilidad de su trono al nuevo preso que le habían entregado sus subordinados.


- Asi que por fin, uno de los sacerdotes da señales de vida - Dijo con sorna el elfo, mientras se secaba la sangre con la manga de su valiosa túnica. El hombre aún boquiabierto no pudo sacar palabras de su boca, sus ojos desorbitados se quedaron fijos observando aquel espectáculo.

-los últimos de tu orden murieron, habeis sido un inconveniente importante en mis planes sacerdote pero ahora estais aquí y quizás vosotros podais ....darme una cura - La gema, el artefacto que decoraba el trono se quejó o al menos eso sintió el sacerdote, pero sabía que no se quejaba de él sino de las palabras del elfo.

-¿Qué....qué cura? ¿De qué ...me estais hablando? - Logró articular el humano, aún tendido en el suelo sobre el charco de sangre.
- yo no, la gema me ha dado lo que pedía incluso lo que jamás llegué a imaginar que podría poseer, pero esto...necesito una cura al menos quitarme esta maldición y después os dejaré marchar.
- ¡Pero yo soy un sacerdote de Waukin! No soy especialista en sanación y mucho menos en maldiciones, si has oido hablar de nuestra diosa sabrás que nuestra verdadera vocación es el comercio -comentó el clérigo, bastante recompuesto-.
- Sé lo que eres humano, y sí he oido hablar de tu diosa y sus actos, mucho más de lo que yo lo hubiera deseado. Estarás encerrado y te liberaré para que uses los poderes de tu diosa sobre mi si te niegas te torturaré hasta la muerte y créeme he desarrollado un sentido muy agudo para mantener y prolongar tu dolor - amenazó el elfo/demonio mientras entrecerraba sus ojos.

Los orcos agarraron de los brazos al clérigo y lo sacaron como un trapo de la sala, volviendo a dejar solo al mago y su gema.

Una vez marchados, una figura se materializó de uno de los cristales, su piel camaleónica adoptó la forma de un humano pero con una piel blanquecina.

- te dije que no era algo seguro, aunque no perdemos nada en intentarlo - matizó rápidamente.
- Por su bien más le vale que sea capaz de curarme....ahora dile a Gosukk que traiga a más humanas, unas diez. Este encuentro me ha puesto de mal humor. - El ser carcajeó y se unió de nuevo al cristal mientras asentía a las órdenes de su amo, encontraría a ese orco y le mandaría el mensaje de su señor, si su amo seguía con ese humor pronto se le acabarían las humanas se dijo, aunque no le importó demasiado.

sharkang

05/08/2008 16:01:23

Nyrnael cabalgaba haciendo su patrulla rutinaria, cerca de los lindes del bosque de Mir cuando se encontro con dos elfos: Alith y Alquesh dijeron llamarse, al parecer habitantes de la arboleda.
Mientras hablaban vieron un cadaver descender por el rio. Lo sacaron del agua para descubrir una mujer joven, mutilada y con rastros de mordiscos, algunos de ellos en el cuello. Tras orar por la fallecida y darle digna sepultura procedieron a remontar el rio. Hallaron al pie de una cascada el resultado de una autentica masacre. Orcos y humanos destrozados, mutilados. Decidieron atravesar la cascada. Tras ella una gruta. Algunos ogros de gran tamaño trataron de cerrarles el paso sin exito. Encontraron varias cabezas empaladas y algun cadaver mutilado junto a unos barriles y estandartes de Waukin, la diosa del comercio. Al seguir avanzando se toparon con una dama. Diana, paladina de Illmater de la orden de los Dragones Purpura. Estaba herida y exhausta. Les conto que huia de un ejercito orco. Al parecer uno de los guias espirituales de su orden, el sumo interceptor, hablo de esa torre de cristal de la que se oye hablar. En sus visiones hablo de un mal caotico que se esconde tras los reflejos de los cristales. Su orden fue a investigar el tema, pero cayeron bajo el poder de esos extraños orcos rojizos y musculados sobremanera. Segun parece en esa torre tienen presos a varios clerigos de Waukin. Sin mas la paladina partio a informar a su orden no sin antes entregar a Nyrnael un trozo de placa pectoral de uno de esos orcos que muestra su simbolo: una mano negra con 6 dedos, simbolo de un demonio que se hace llamar Graz'zt y segun parece es sumamente poderoso.

*Nyrnael se dirige a galope tendido al Bastion de los Justos*
(demasiados frentes abiertos y somos tan pocos, debemos mantenernos alerta, vigilar... pero tambien actuar... la vigilancia no erradicara el mal por si sola...)

Espero ordenes, mientras tanto me mantendre alerta.

Nyrnael, Paladina de Tyr

Kentara

06/08/2008 14:51:17

El joven elfo se movía con el viento sobre el verde terreno de las montañas, agachandose silenciosamente de manera constante y oteando los alrededores de modo que si algo se moviese él lo supiese.


Había visto ya varios cadáveres en los dias que llevaba observando la zona, a la espera de que algún suceso arrojase nueva información. Había visto también a alguna de esas horrendas criaturas a las que relacionaba con la mano negra de seis dedos que aún recordaba pero nada que arrojase un poco de saber ante tanta incertidumbre.

Vinduil

06/08/2008 22:03:53

Un elfo que vendría del norte. Eso había dicho el azotamentes según Golg y Rugrim. Desde luego las visiones y profecias no eran un misterio para el bardo, pero estaba preocupado. Si él era el elfo al que se refería el ilícido, entonces había algo mas grande en todo el asunto que se le escapaba. Si no era él el elfo, entonces tenía competencia y eso le gustaba todavía menos que lo anterior. De todas formas estaba claro que debía darse prisa.
Tras reunirse con el semiorco y el enano, el plan había quedado claro. Rugrim reuniría un grupo que se encargaría de atacar a los orcos. Golg, junto al bardo, a Marcus y unos pocos compañeros mas irían a la torre de cristal, usando el ataque a los orcos como un manto bajo el que esconderse. El día se acercaba.

EspadaUngida

06/08/2008 22:24:23

[color=orange:ea0224f17e][b:ea0224f17e]El arcano miro a los pies, pero no los encontro, solo habia humo que le llegaba hasta las rodillas. La vista se alzo hacia delante donde le esperaban un ejercito de demonios a ambos lados, mirandoles mientras caminaba en linea recta.
¿Por que iba hacia alli? se pregunto el hechicero, pero no tenia respuesta, solo se guiaba por una especie de llamada.

Se planto delante de una torre negra como el ebano y observo su altura descomunal. Entonces, se encontro dentro de un salon, una especie de despacho donde delante de el habia un humano de piel negra.

Su cola se movia nerviosamente a su alrededor y en su frente se mostraban dos pequeños cuernos.
Finalmente abrio la boca y su gesto se torno terriblemente amenazador:

¡Tienes que acabar con el desollador mental o el acabara con todos!


En ese instante el hechicero desperto entre sudores, se estaba hartando de las pesadillas sin sentido.


//Espero haber resumido bien el sueño que me describiste then (que lo copie en el diario :wink: )[/b:ea0224f17e][/color:ea0224f17e]

Rugrim

11/08/2008 11:18:47

Un humano avisó a Rugrim y a Golg de que había divisado un río de orcos muertos subiendo por los picos nublados.

Al llegar allí se podía oir la batalla, además de cantos de batalla enanos. Rugrim subió a la carrera pensando en ayudar a sus camaradas, mas cuando llegó arriba se topó con un sólo enano el doble de alto de lo normal que despachaba a los orcos con tanta facilidad como matar gusanos. Llevaba un escudo con el símbolo de Clangeddin y por encima de su cabeza salía un halo de luz brillante que cegaba a sus enemigos.

Curiosamente tras acabar con el último orco, todo desapareció. No quedo ni rastro de cadavéres orcos ni del poderoso enano.

IRyD

11/08/2008 12:58:45

[i:be7744b1b9]Golg patrullaba el camino con Rugrim y otro enano, cuando un humano procedente del norte les avisó que en los picos de las nubes habia un mar de cadaveres de orcos, y se dirigieron raudos hacia allí. Cuando llegaron se encontraron con toda la cuesta de acceso a los picos llena de orcos y canticos en los alto que solo los enanos parecian conocer. Subieron a la colina y se encontraron con algo insospechado, un enano de enorme tamaño y que despedia una fuerte luz. El enano estaba exterminando a los orcos sin problema, pero cuando el ultimo orco cayó, todo desapareció de golpe, como si hubiera sido un sueño.

Golg no entendía nada de lo ocurrido. El único que al parecer pudo entender algo fue Rugrim, pero lo que es seguro es que todos estaban confusos por aquella extraña visión[/i:be7744b1b9]

radabar

13/08/2008 03:01:01

Rememorando los hechos en su cabeza (Nathan):
Unos sacerdotes llegan y dicen que algunos orcos les han robado unas baratijas y secuestrado a... yo qué sé... dos dijo? "os pagaremos blablabla (...) no-sé-qué' de un demonio elfo de mucho poder"... hasta aquel semidragón dijo su nombre... y que hablaba con una piedra... ¿falta algún ingrediente para querer echar un vistazo? Así que en marcha, hacia los Picos Nevados... nos topamos con más y más gente... genial, delante de todos estos haré el paripé de leer los pergaminos y no sabrán que soy yo quien conjura... ¡de qué coño me sirve esta parafernalia ahora! tengo que correr o eso me dejará... mier...)
*Era orco, era rapidísimo, era quien entonaba un sortilegio y señalaba al aparente guerrero mientras este intentaba salir de su alcance. Ahí quedó petrificado. Entró el mago en un paréntesis, en un descanso para su vida de fugitivo, de buscado, del que ni siquiera podía disfrutar*.

lachean

13/08/2008 14:08:27

Por fin habia llegado la hora. A mi izquierda está Rugrim, a mi derecha Furin. Los tres en perfecta formacion, con los escudos bien posicionados y avanzando con disciplina. El gran Golg y el semidragon Jame flanquean nuestra posicion, mientras la señorita Quiara permanece unos metros atras rezagada, atenta a prestar sus dones curativos. Habia otra joven, pero no sé donde se encuentra, ya que aprovecha el terreno para avanzar sigilosa, oculta a la vista. Ah..y un tiraluces. Pero el tiraluces no aguantó demasiado y a las primeras de cambio ya estaba fuera de combate. Esos magos de feria o salen corriendo en cuanto pueden o caen con los primeros enfrentamientos. Ser tan canijo es lo que tiene...

Algunos pensaran que estamos aqui en busca de unos sacerdotes que fueron asaltados y presuntamente retenidos. Algunos pensaran que luchamos por defender a los pueblos cercanos. Nada mas lejos de la realidad. Hoy combatimos porque nuestros dioses asi lo han querido. Las señales han sido claras y el Clan ha acudido a la llamada de Clangeddin. Guiados por él la victoria está asegurada. No importa cual grande sea el ejercito enemigo, los enanos permaneceremos firmes. Ahora resta saber si los demas estaran a la altura.

Comenzamos la ascension de la montaña por el sinuoso camino que lleva hasta la planicie superior. El miedo y el desanimo hace que algunos de nuestro grupo no aguanten la presion. ¿Porque juegan a ser guerreros? La nieve esconde alambres y resortes habilmente colocados por los tramperos. El grandullon se adelanta unos metros y avanza con cautela, ya que a falta de alguien habil en estos menesteres es necesario abrir huella en la nieve, aunque eso suponga caer en las trampas colocadas.

La tactica del enemigo es clara. Sus chamanes dominan los riscos que encajonan el estrecho valle y patrullas de fuertes orcos tienen controlados los accesos de avance. Avanzar, enterrar los pies bien firmes en la nieve y esperar la acometida de esos asquerosos. Jame vuela hacia las posiciones de los chamanes. Ahi vienen, como perros sedientos de carne. Ahhh..estupidos. Hoy solo encontrareis la muerte. Somos el hacha exterminadora de Clangeddin y vosotros, escoria, sois el objetivo de su ira.

Sus tambores resuenan en el valle. Ilusos. Nuestros canticos de batalla resonaran mas fuerte. Algunos rayos caen cerca de nosotros, reventando la roca cercana. Seguro que es obra de algun chaman. Cuidado!!! Una gran piedra cae en medio de nuestra posicion, fragmentadose en trozos y causando el desconcierto. Cuando la nieve vuelve a depositarse en el suelo vemos que la cleriga se encuentra casi sepultada por los cascotes. Esta mujer me ha causado muchos problemas en el pasado, pero sus dones curativos y su ansia de justicia hacen que en cierta manera le haya tomado aprecio. Rapidamente empezamos a retirar los escombros. Vamos camaradas..Pareceis topos en vez de enanos.!! Cavad !!!...

Ningun contratiempo evitará que cumplamos con nuestro cometido. Afortunadamente logramos sacar a la cleriga aun con vida. Clangeddin asi lo ha querido. Seguimos subiendo por el tortuoso sendero, siempre en perfecta formacion de combate. La disciplina es la clave de una victoria militar. Las fuerzas enemigas son cada vez mas correosas y fuertes, asi que decidimos hacernos con una posicion ventajosa y esperar sus acometidas. Jame los atraerá hacia nosotros. Ahi estamos el Clan, como un muro de roca solida, un muro infranqueable, la Roca de la Batalla.

Los combates son cruentos y rapidos, ya que la pericia de los combatientes hace que no se intercambien mas de una decena de golpes. Por cada uno de nosotros que sucumbe ante las armas orcas, caen diez de sus tropas. Nuestra sanadora reza y sus rezos son escuchados por su Dios. Vamos!! Reagrupad, curad a los heridos !!!

No se cuantos orcos cayeron bajo nuestras hachas.¿100, 1000? Me duelen los musculos y los huesos, la cabeza me va a estalllar y noto mis ojos encharcados de sangre. Como tres perros de caza, los enanos aplastamos y volvemos a aplastar a esa escoria. Tras varias horas de sangrientas luchas alcanzamos con dificultad la meseta superior del gelido monte. La elite orca está esperandonos. Como guerrero que soy, sé que estos orcos de elite se debaten entre la ira y la incredulidad. ¿Como un reducido numero de aventureros han podido atravesar todas las defensa y llegar hasta aqui?. Asquerosos orcos. No somos las presas que pensais. No somos como los aventureros que hasta hoy os habiais enfrentado. Somos enanos guiados por nuestros Padres y venimos acompañados por algunos de los mejores guerreros de otras razas. El filo de mi hacha será lo ultimo que veais.

Minutos despues, los cadaveres orcos manchaban de rojo la nieve. Aun jadeante doy gracias a Clangeddin por haberme mantenido con vida. El grupo se disemina buscando a un clerigo, creo. No es algo que me incumba. Los enanos hemos hecho lo que se esperaba de nosotros. Ahora es el tiempo de las otras razas.

Pero como dice el dicho enano, si te juntas con larguiruchos acabaras en problemas. No se que demonios han hecho esos tiposaltos, pero un gigantesco ser alado aparece peligrosamente cerca. Parece que esto aun no ha terminado, asi que es hora de subir de nuevo el escudo. Esa cosa demoniaca es increiblemente fuerte y con suma facilidad derriba a todo aquel que osa hacerle frente. Esta no es nuestra batalla. Los enanos hemos venido aqui a vencer a los orcos y el trabajo está hecho. Este ser debe de ser vencido por otros medios y por otras personas. Retirada!!!!

El descenso es agonico, con esa cosa arremetiendo con extremada violencia a los rezagados. Furin se encara con él para proteger la huida de los demas pero es inutil. No logra siquiera hacerle un rasguño. Vamos camarrada!!! Esto está perdido!!!!

Conseguimos llegar a la base de la montaña, cerca del camino principal. Una zona relativamente segura. El ser alado no nos persigue. Me siento feliz y agotado. Tras felicitar a los camaradas y al resto de los integrantes de este osado y variopinto grupo, me dirijo a Baldur para reponer equipo y viveres. Hoy ha sido una gran dia. Los enanos han demostrado ser dignos de la confianza que nuestros dioses han depositado en nosotros. Por la gloria...Por Clangeddin...

Haldyr_Gorcan

13/08/2008 17:55:05

Una ligera brisa, rompía la calma inherente de la mañana.

Un pensativo enano se encontraba reflexionando, aunque pareciera increíble, después de todo lo sucedido en la cueva donde los enanos que aun quedan en estas tierras, celebran sus reuniones.

Aun en su espalda, Furín podía notar el poder latente que emanaba de esa Hacha enana que por voluntad de Clangeddin había llegado a manos de los enanos. Se le dio el nombre de " Hoja sangrienta de Clangeddin " , el arma definitiva para cualquier enano.

Por el este aparecieron algunos rostros conocidos, Quiara del Brazo de los Justos o como el "grandote" de Golg" y otro humano que no reconoció. Un tiraluces con la cara tapada también se les unió, en lo que parecía una reunión improvisada mas, cerca de Thezyr.

Los pensamientos del enano seguían centrados en su espalda.
Todavía no estaba seguro del poder de semejante arma, cuando una pareja de gigantes de fuego se abalanzaron sobre ellos. Cargó con presteza para adelantarse al resto y al portarla un brillo sagrado rodeaba al hacha...bastaron dos golpes para acabar con los dos gigantes y hasta las piedras colindantes parecieron sufrir los poderosos embates de esa arma.

[color=orange:4e752bb7dc] ( Clangeddin, cumplirre tus designios y acabaremos con esa escoria que ha tomado los picos.) [/color:4e752bb7dc]

Pensó y realizó unos cánticos antiguos en honor al dios enano.

Poco paso cuando avistamos un semidragón , era Jame X. La talla de este alerto en un principio a todos, hasta que lo reconocieron por sus escamas color cobre y todos lo saludaron en una mezcla de amistad y respeto. Casi a la par, un grupo de hombres de fe caminaban algo nerviosos por el camino.

Quiara se destaco del resto y empezó a dialogar con el grupo de sacerdotes que al parecer, habían sido saqueados y diezmados por los orcos de los picos. Incluso tenían secuestrado al Padre de la orden.

Todos sintieron , una vez mas ,un sentimiento de repulsa a esos orcos.

Tras una rápida charla nos dirigimos a las faldas de los picos, en busca de alguna pista o novedad acontecida allí.

El destino quiso que se encontrara con dos maeses enanos, Rugrím y Korareandul,y una humana ,Cristina Marfil ,comerciante entre ciudades.El destino le sonreía una vez mas. Sabia que no era casualidad cuando miraba a su alrededor.

Una clériga de Lathander ,Quiara. Dos robustas e imponentes figuras como son Golg y Jame X, un hombre Arcano que desconocía y no se fiaba , una humana con muchos recursos y habilidad mas que refutada como es Cris , y para completar semejante compañía tres enanos. Tres autenticas murallas de carne y acero con sus hachas siempre dispuestas a machacar a cualquier orco que se les pasara por delante.

Sonrió una vez mas y pronto llegaron a las faldas nevadas. La posibilidad de la escaramuza, fue tomando forma y tras prepararse y rezar a sus dioses, entraron en formación al sendero nevado que les llevaría a su destino.

La primera subida estaba repleta de trampas que el arcano desmonto con un gesto. Tomaron posiciones y se dispusieron para la batalla...


//continuara





:wink:

ArkasLynvail

13/08/2008 19:01:56

[size=18:6e60c5e478][color=red:6e60c5e478]La otra perspectiva, la defensa orca.


[b:6e60c5e478]El shamán orco salió del trance en el que se había sumido entre sudores. Con poco más que un trapo que le cubría la cadera salió de la choza a toda prisa.
No importaba lo agotado que estuviera no importaba el dolor en las plantas de sus pies, no importaba importunar al lider.

Entró de golpe en la caseta del lider Oerghut que se encontraba desnudo junto a otras dos voluptuosas mujeres orcas. Los ojos del lider orco enrojecieron de ira mientras miraba al Shamán que había osado entrar en su caseta sin permiso.

[color=violet:6e60c5e478]¡¿Quién te ha dado derecho para entrar así en mi cabaña?!.

El Shamán apunto estuvo de desmayarse al sentir la enorme zarpa del orco en su cuello, aún así logró articular entre sollozos un grito - ¡Han entrado en sus dominios mi rey Oerguth! ¡Están en las montañas avanzan a toda prisa desarticulando nuestras defensas con rapidez!.

[color=violet:6e60c5e478] Nadie ha logrado entrar desde hace meses por esa gema que acompaña al elegido, ¡¿y ahora un grupo de extranjeros entra en el corazón de nuestros dominios?!.
El lider orco se recompuso y mandó una serie de órdenes a sus guerreros más veteranos.
- Avisarás al señor de la torre y la tribu de la Zarpa de Hierro necesitaremos ayuda pronto.

El shamán se sorprendió por el contenido de aquellas palabras, se había referido a la otra tribu más poderosa de los picos, ambas aliadas temporalmente (hasta que la sed de conquista de Gruumsh se saciara, cosa bastante dificil), aún así mantenían un odio mútuo entre si, la tribu de la Zarpa de Hierro vivía bajo la torre de cristal y su comportamiento era mucho más sangriento y psicótico que el de un orco.
Pasaron los minutos y los gritos y movimientos se sucedieron por todo el campamento orco, confundidos y pillados por sorpresa los orcos levantaron unas defensas improvisadas y ocultaron trampas alrededor del campamento.

En la caseta más grande del campamento ya preparados el chamán y el lider observaban desde un enorme cristal, la imagen nítida de sus invasores. Un grupo de varias personas encabezado por un enorme semidragón metálico y un semiorco de temible fiereza. Pero lo que más respeto, odio y miedo les produjo a los orcos fué la fila de enanos que entonaban cánticos mientras cercenaban las cabezas de los orcos.


El grupo irrumpió de manera salvaje en el campamento, aunque pronto fueron partícipes de la emboscada orca, trampas y orcos escondidos bajo la nieve salieron de todas partes, la sangre se sucedió. Los golpes, hachazos y el caos dominó el campamento.

El rey blandía su poderosa espada cercenacabezas que le había hecho muchos favores en el pasado (gracias a ella ahora ocupaba el puesto de lider), sin mucha dificultad dió un enorme tajo en la coraza y piel del semidragón metálico que cayó con todo su peso en la nieve.
Después divisó su futura presa, un semiorco un malnacido que no merecía tener sangre orca lo esperaba blandiendo un espadón y con ambos pies separados y firmes en el suelo.

Los embites se sucedieron y la primera sangre cayó del lado del enorme orco cuando le hizo un profundo tajo a Golg en el hombro.
Una sonrisa se dibujó en el feo rostro de Oerguth al ver el pecho del rival libre, mientras se llevaba una mano al hombro para tapar la hemorragia.
La espada cayó en vertical y rozó el aire hasta clavarse en una roca del suelo, que se partió en dos con aparente facilidad.

Sin embargo el semiorco fué más rápido, evitó el embite rodando por el suelo y se puso a su diestra, las venas de sus músculos se hincharon y golpeó de arriba abajo el pecho de su adversario que se abrió en dos entre borvotones y salpicaduras de sangre.
El chamán con los ojos desorbitados al ver caer a su lider intento trazar las líneas de un conjuro de teleportación, pero los enanos fueron más rápidos, el hacha golpeó el suelo y éste se hundió debajo de él haciendolo caer y trastabillarse, cuando el orco percibió algo a su izquierda solo pudo ver el filo de un hacha enana acercarse a su cabeza.[/b:6e60c5e478][color=#444444:6e60c5e478][/color:6e60c5e478]

nail2005

13/08/2008 20:24:14

Lo sucedido a través de los ojos de una sanadora:

[i:ba41437569]Quiara viajaba al sur, pues habían llegado rumores de los hombres y mujeres que pasaban por el Baluarte de los Justos que los hombre lagarto estaban atacando indiscriminadamente a viajeros y mercaderes en el camino.

No viajaba sola, Golg, un afamado guerrero le acompañaba. Pese a ser resistente en la batalla, Quiara no era una gran luchadora. Eso hacia necesario ir acompañada de alguien como Golg y como solo era un reconocimiento de la zona no creyó necesario advertir a ninguno de sus hermanos del Brazo.

Por el camino otros se unieron, un mago que nadie conocía y pese a las dudas iniciales se le permitió que los acompañara. Al fin y al cabo a veces los magos son útiles. También se les unió Fifur, el enano mas resistente que jamas haya conocido Quiara.

Llegaron al borde del bosque de Mir, justo donde se empiezan a oler los efluvios de los pantanos. No habían tenido noticia alguna de los hombres lagarto y tampoco tenían intención de adentrarse mas, la idea era cogerlos por sorpresa cuando atacaran a algún mercader indefenso en el camino del comercio.

Regresaron al camino del comercio, a esperar que apareciesen alguno de eso seres. Para su sorpresa lo que apareció fueron unos clérigos mercaderes, habían sufrido ataques pero no de los hombres lagarto sino de orcos, los orcos que custodiaban los picos nevados! Esos pobres se habían quedado sin sus mercancías y no solo eso, uno de los suyos había caído preso por esos dichosos orcos.

Entre tanto llegaron mas y mas guerreros, pero no guerreros cualquiera, los mejores! Jame, un semidragon metálico con el que había arrimado el hombro en la lucha por Vado y dos fornidos enanos del clan de Fifur.

Quiara lo presentía, era el momento. Los orcos no esperaban un ataque y hacia tiempo que no reunían tantas fuerzas (otros se unieron al combate, grandes guerreros que coincidieron en el camino). Todo el grupo se acomodo en las faldas de la montaña para prepararse para la batalla, un día de descanso después de todo el camino era necesario si querían rendir en la batalla. Mientras unos descansaban otros batían las colinas, el efecto sorpresa no se había perdido pese al día de descanso.

Quiara estableció la formación de combate, no es que fuera una gran estratega pero por algún motivo había tomado el mando en todo este asunto. Delante los tres enanos, un muro infranqueable. A los lados Jame y Golg para evitar sorpresas y por ultimo Quiara y el mago. También había una mujer, a la que Quiara no le ofrecía mucha confianza, de echo iba por libre ocultándose entre la nieve.
[/i:ba41437569]

Muchos juglares ya os habrán contado como sucedió la batalla así que me lo ahorrare aquí.

[i:ba41437569]
Cuando eliminaron al ultimo orco, empezó la verdadera misión que había llevado a Quiara hasta tierras tan inhóspitas, encontrar al clérigo capturado por los orcos. Busco entre todas las cabañas pero solo encontró un gran trozo de cristal, aparentemente un aparato de comunicación con el elfo demoníaco del que le habían hablado a Quiara. Allí estaba ese elfo, sobre un trono de cristal en una habitación de cristal rodeado de mujeres mutiladas y muertas.

Aparentemente no se había percatado de nuestra presencia inicialmente, pero pronto lo hizo y un gran demonio vino para acabar con los guerreros que habían derrotado a los orcos. No pudieron con el, era demasiado poderoso. Todos se batieron en retirada, Quiara también se retiro aunque a desgana no solo no había recuperado al pobre clérigo sino que ahora había un demonio enorme suelto.

Corrieron hasta llegar a la planicie, y el demonio se marcho de nuevo por donde había venido. Fue en ese momento cuando lo recordó, el mago que había quedado cautivo en un hechizo en los primeros instantes de la batalla había quedado a merced de ese demonio, ¿Como podía haberse olvidado de el?

Corrió hasta el lugar donde le habían dejado pero no estaba allí, el demonio se lo había llevado con el.

Otro fracaso mas, Quiara había venido a rescatar a un hombre y ahora eran dos los que estaban presos y encima un demonio enorme los custodiaba.

Cuanto tiempo mas podría gozar del favor de Lathander, había fallado una vez mas...
[/i:ba41437569]

IRyD

13/08/2008 22:48:27

[i:9b885b38d5]La comitiva estaba acampada al pie de los picos, preparandose, planeando la estrategia. Golg sentado en el suelo los miraba en silencio. No había tenido buenas experiencias en esas montañas, y no estaba muy seguro de lo que iba a hacer, pero la visión de aquel enano enorme, y la luz que emitia el hacha de Furin le daba una seguridad estraña. Una vez más iba a luchar codo a codo con los enanos, los únicos que nunca que le habian fallado, y no podía estar más orgulloso de eso. Golg admiraba a esos enanos, eran grandes guerreros para el.

Una vez preparados comenzó en ascenso, y la primera horda orca azotó a la muralla que constituian los enanos, una perfecta forma de flecha, que atravesaba las filas enemigas devastando a su paso. Golg se mantenía detrás de este muro, asestando brutales golpes desde lejos con el espadón, mientras los enano paraban el avance y destrozaban a aquel que se acercaba. Cristina acechaba desde las sombra, aprovechando cualquier hueco en la defensa enemiga para asentar precisos y dolorosos golpes. La clerigo se mantenia observando detrás, curando a los heridos, y rezando plegarias ayudando a los guerreros.

Desde las colinas esos malditos chamanes intentaron hacer estragos con sus luces, pero Jame cayó desde el aire sobre ellos, que no podian hacer otra cosa que pedir una muerte rápida.

La tierra temblaba, cada golpe de la muralla enana hacia descabrajar la piedra. Furin, Kor y Rugrim avanzaban lentos pero sin pausa, como inspirados por una fuerza superior. Aunque Golg no sabía bien que era sentía la presencia de algo que impulsaba a esos enanos a luchar como nunca. Quiara dirigia desde detrás, hasta que fue sepultada por unos desprendimientos, Golg se acercó a ayudar, pero lo suyo no era cavar, pero estaba claro que los enanos tienen en su sangre la mineria y consiguieron sacarla de la prision de piedras.

El avance era brutal y devastador, los orcos huian reforzandose en posiciones de retaguardia, eran bueno rivales, no cabía duda. El grupo llegó al final a un poblado orco, ahi esperaba el resto de la horda orca, se habían reforzado y a atrincherado. Poco a poco fueron cayendo.
Fue entonces cuando Golg vió en el campo de batalla a un orco enorme, que portaba un gran espadón y perseguía a Rugrim. No se lo pensó y corrió hacía alli sesgando cualquier cabeza orca que se pusiera por delante. El grito del semiorco llego a los oidos del Jefe orco, que se paró en seco. La mirada de ambos escupia odio, a la vez que brotaba rabia de cada poro de su cuerpo. El lider orco cargó contra el que le espero con el espadón en alto. Golg asentó un corte horizontal errando el intento, y el enemigo no desaprovecho la ocasion. Mientras armaba de nuevo el brazo le asesto un durisimo golpe que reventó la armadura literalmente y que desestabilizó al semiorco. Otro nuevo golpe calló sobre este ultimo, incluso mas brutal que el primero. Cuando ya parecia que todo estaba perdido y le iba a asestar el golpe definitivo, Golg rodó hacia una lado. Era su momento, y no lo desaprovecho. Alzó el espadón y gritando lo bajó con todas sus fuerzas mientras miraba a los ojos del lider, que no mostraban ápice de miedo. El arma impacto contra el pecho, reventandolo literalmente, cayendo muerto.

El semiorco cayó de rodillas al suelo, pero le dió tiempo a ver como el resto del grupo acaba con el chaman, que caía al suelo fulminado. Sonrió al ver que todos estaban bien y al incorporarse vió el espadón del lider orco. Tenía raras incripciones, y un brillo estraño. Él ya no podría usarlo, asi que se lo colgó a la espalda.

A partir de aquí los recuerdos son borrosos, solo recordó a un demonio enorme... y correr... hasta llegar a salvo. Una vez en lugar seguro miró a todos, advirtiendo la desaparición de uno de ellos. Venian a rescatar a uno y ahora tenían que rescatar a dos. Observó a los agotados enanos y sonrió, las batallas junto a ellos siempre eran grandes batallas...[/i:9b885b38d5]

Vinduil

23/08/2008 17:40:33

Earar se encontraba en su casa, sentado en el suelo observando su bastón. La mayoría de los muebles de la casa estaban completamente destrozados.
“Maldita sea! Tengo que saber en que he fallado!”
El bardo hizo crujir los huesos de sus manos, cerró los ojos y se concentró en lo ocurrido hace apenas unas horas.

[i:ba3e3984f3]Todo estaba preparado, Rugrim y su grupo estaban deseando destrozar a los orcos, Golg y yo listos para llegar hasta la torre. Nos separamos en las cercanías de los Picos Nevados. Deseé suerte a los enanos y continué con el semiorco. El túnel empezaba en algún lugar en Tezhyr, así que tenían que darse prisa. Golg acababa con todo aquel que se ponía en su camino, apenas unos pocos bandidos y unos gigantes estúpidos, así que avanzamos rápido. Nos costó encontrar el túnel, yo nunca lo había visto y el semiorco no lo recordaba exactamente. En túnel era frío y húmedo, lo esperado. Encontramos unos pocos ogros, pero nada podían hacer contra el espadón de Golg. Le dije al semiorco que me golpeara, por poco me arranca la cabeza. Con una daga me hice unos cortes superficiales en el antebrazo y con la sangre manché mi cara. Para terminar, con un poco de barro manché mis ropas. Todo eso y una cuerda que debía aparentar atar mis manos sería suficiente para que cualquier orco pensara que Golg me tenía prisionero. Continuamos por el túnel y encontramos a un humano aferrado a una bandera con el símbolo de Waukeen. Inspeccioné sus pertenencias buscando algún símbolo que yo pudiera usar, de esa forma si había problemas no acabarían conmigo, puesto que el amo de la piedra necesitaba clérigos de esa diosa. Encontré un collar, colgué el mágico oculto tras mi armadura y el nuevo visible sobre ella. Salimos de los túneles y encontramos a unos cuantos orcos, aunque no eran orcos normales, tanarukks. Golg y los tanarukks hablaron durante un rato. El semiorco me arrancó el collar no mágico y se lo lanzó a los otros. Le habían dicho que me dejara allí, que recibiría su recompensa. Era de esperar. Le dije a Golg que estaba bien, que me dejara y fuera a ayudar a los enanos. Probablemente eso me salvó la vida, aunque no lo sabía en ese momento.
Los tanarukks me arrastraron hacia la torre o al menos eso esperaba. Mas túneles y ningún contratiempo, la verdad es que me trataban mejor de lo esperado, no me golpearon ni una sola vez. Entonces todo escapó de mi control. En medio del túnel apareció un semielfo. Parecía no saber que ocurría, parecía perdido. El tanarukk atacó sin pensárselo, lanzó todo su poder mágico sobre el semielfo. Ningún efecto, el extraño parecía inmune a los conjuros, pero lo más extraño era que no atacó, se quedó quieto. Entonces ocurrió algo que todavía me esperaba menos. Cuando el semielfo tocó al orco demoníaco, este explotó sin más. El extraño parecía que me buscaba, no sabía como había llegado hasta ahí y para colmo no sabía la razón por la que tenía que buscarme. Pensé que me sería útil, así que decidí llevármelo conmigo. Tampoco creo que hubiera sido prudente dejarlo atrás, al fin y al cabo acababa de destruir a un tanarukk con solo tocarlo. Con mi nuevo compañero seguí adelante, finalmente saliendo del túnel. El semielfo se agachó en el suelo nevado buscando huellas, no encontró ninguna. Inmediatamente me puse a buscar la torre en el horizonte. Un grave error, debería haber buscado enemigos. Los orcos aparecieron de la nada justo a nuestro lado. Tuve tiempo de llevar la mano sobre el lado derecho de mi pecho, ninguna respuesta.
Desperté en una celda, sin ninguno de mis objetos, ni siquiera el collar mágico. El semielfo estaba allí y para sorpresa mía Rugrim. Estaba claro que no me habían hecho caso cuando dije que corrieran si tenían problemas. El semielfo también despertó y empezamos a pensar en como salir de allí, pero entonces apareció el portador de la gema. Le engañé para hacerle creer que yo era un siervo de Waukeen y que si me traía mi collar y mis componentes mágicos podría liberarle de al maldición. El collar para dominar a Crenshinibon, los componentes mágicos para tener alguna posibilidad de escapar si las cosas se ponían feas. El portador lanzó un conjuro a alguien que se encontraba en la celda contigua y se marchó. En ese momento la piedra habló en mi mente, me dijo que yo era mas digno que su actual portador, al que yo ya había reconocido, y que acabara con él. Luego hizo pasar por mi mente una serie de imágenes. Curiosamente las esas imágenes eran menos de lo que yo ya deseaba en mi interior. Supongo que por eso la gema no pudo llegar a controlarme del todo. De todas formas eso no importaba, la gema me consideraba digno de ser su portador.
Se escucharon alarmas en la torre, algo que no esperaba. Rugrim intentó abrir la puerta de la celda, pero ésta le lanzó varios rayos eléctricos y el enano quedó fuera de combate y medio muerto. El semielfo intentó lo mismo.....pero simplemente atravesó la puerta como si no estuviera allí. Sin duda algo muy raro ocurría. Estando libre le dije que me trajera mis cosas, que con ellas yo podría liberarme de la celda. Se fue y no volvió.
Varios minutos mas tarde apareció ante la puerta alguien a quien no esperaba ver. Golg en persona. El semiorco había encontrado al otro grupo como le había dicho y se había abierto camino a espadazos hasta llegar a la torre y a las celdas. Parecía como si todos a mí alrededor estuvieran imbuidos de un poder sobrenatural. Llevé mi mano al lado derecho de mi pecho, ninguna respuesta. Golg, Trent, Quiara, Korareandul y Furin ayudaron al semielfo a llegar hasta la puerta de la celda, al parecer había sido descubierto por centinelas y había estado medio muerto en una esquina todo ese tiempo. Golg tenía el collar mágico y me lo dio. Sonreí y lo colgué de mi cuello. Pensaba que todo había terminado y que había ganado. Pero hacía tiempo que todo estaba fuera de mi control. El collar no dominaba a Crenshinibon, simplemente evitaba que la torre pudiera hablar en mi mente. Otra sorpresa más. El semielfo cogió los barrotes de la celda y aún sufriendo las sacudidas eléctricas fue capaz de doblarlos. Pude salir de la celda al fin y entre todos curamos las heridas de Rugrim. Hablaron de un demonio poderoso un tal Verin, un transformista. Entonces Quiara vio al humano de la celda de al lado. Pidió ayuda para sacarlo. El humano parecía mal herido y llevaba el símbolo de Waukeen. Cuando se recuperó del todo....se teleportó fuera de la celda. Inmediatamente las alarmas saltaron en mi cabeza. Si podía teleportarse como es que no lo había hecho mucho antes? La respuesta era clara, era el demonio Verin. Una vez descubierto me felicitó por mi perspicacia y dijo que nos volveríamos a ver. Se teleportó y desapareció sin más. En otra celda encontramos a un mago petrificado, Nathan, también lo salvamos.
Nos encontrábamos en la torre, estábamos relativamente bien y para aumentar todavía mas nuestras oportunidades encontramos una sala donde se encontraban todos nuestros objetos requisados. Una vez equipados de nuevo, Golg nos dirigió hacia donde había encontrado el collar. Seguimos el pasillo hasta llegar a un lugar que apestaba, cuerpos mutilados por todas partes, un trono, el portador de la gema y el auténtico clérigo de Waukeen. El elfo alado nos dijo que nos fuéramos o que acabaría con nosotros. Con un rayo fulminó al clérigo. Colgué el collar de mi cuello y puse en uno de mis dedos una anillo mágico. Entonces empezó la batalla de voluntades. La torre me quería como nuevo dueño por encima de todos los que estaban en la sala, así que debía acabar con el elfo alado. Le conté toda la verdad, al menos lo que yo sabía en ese momento. Que él era débil y que la torre me quería a mi. El elfo me atacó con un rayo. No me hizo ningún daño, el anillo me había protegido, pero había quedado destruido en el proceso. El elfo alado lo sabía. Jugué mi última carta. Me concentré en el collar y ordene a Crenshinibon que le quitara a su portador todo el poder. Todavía no sé si la piedra me hizo caso o ocurrió otra cosa completamente distinta. Solo sé que salimos disparados. El elfo alado quedó inconsciente, el collar y la piedra tirados entre los dos. Me recuperé el primero. Recogí el collar y alargué mi mano hacia la piedra. En ese momento una mano húmeda me cogió por la muñeca. Un azotamentes. Lanzó un conjuro sobre mí dejándome paralizado y cogió la piedra. Mi sangre hervía de rabia, la había tenido a unos centímetros. El azotamentes, Und’elek según supe luego, nos dijo la verdad sobre la piedra. No se trataba de la Crenshinibon original, había sido destruida hace no demasiado, se trataba de una copia hecha por él. Como reactivo principal había usado algo de sangre de Graz’zt el demiurgo. La piedra era muy similar a la original, salvo por un efecto secundario. Convertía poco a poco a los que estaban cerca en copias de Graz’zt. Por eso los orcos parecían tanarukks, por eso el explorador elfo de los Picos Nevados se había convertido en el elfo alado. Und’elek al parecer había creado la copia para protegerse de sus congéneres a los que no les había sentado bien que se separara de ellos. Entonces el semielfo se levantó como un zombi. Se acercó lentamente hacia el azotamentes y lo cogió del cuello. La magia que me mantenía inmóvil perdió su eficacia y vi mi oportunidad. Lanzando un conjuro obtuve el tiempo necesario para robarle la piedra a Und’elek. Sin perder ni una fracción de segundo usé el poder de la gema para destruir al azotamentes. Entonces la torre empezó a derrumbarse. La gema estaba agotada. Miré a mí alrededor y vi que la mayoría estaba todavía inconsciente o muerto. Mientras decidía que hacer apareció una decena de azotamentes. Yo no podía luchar contra todos. Explicaron que ellos habían estado detrás del poder del semielfo del poder del collar. Dijeron que si le entregaba la gema a Quiara y ella juraba destruirla nos ayudarían a salir de allí. Miré mis manos, la gema en la derecha, el collar en la izquierda. Todo el poder. Luego miré al suelo y vi a los compañeros que todavía estaban inconscientes. Si yo escapaba, los azotamentes los enviarían contra mí. Con un grito de furia lancé la gema sobre el cuerpo de Quiara. Un segundo después nos encontrábamos cerca del camino del comercio. Los azotamentes implantaron la conversación en la mente de Quiara.
Decenas de monstruos nos atacaron guiados por la gema. Finalmente la gema y el collar fueron destruidos en el Bastión. Los orcos ahora eran una simple molestia mas que una amenaza.”[/i:ba3e3984f3]


El elfo sentado en el suelo de su casa destrozada. Hacía unas horas había tenido un enorme poder en sus manos. Ahora solo tenía su maldito bastón parlante. Se consoló pensando que la gema lo había considerado el más digno de todos, pero entonces sonrió. Había una pregunta que no se había hecho hasta ese momento. Era Crenshinibon digna de Earar Zyrustine?

nail2005

23/08/2008 19:05:07

[color=red:d8e11a30f4][size=18:d8e11a30f4]La destrucción de Crenshinibon

Quiara formaba parte del grupo de aventureros que debían distraer a los orcos, dos enanos y un elfo, con el fin de dar a Golg y a un elfo la oportunidad de que pudieran adentrarse en la torre de cristal. Finalmente no fue así, pues se reencontraron con Golg y otro enano mas adelante. Y un tipo estaño que no hacia mas que importunar en esta importante misión, falto poco para que lo dejaran atado a un árbol.

Poco imaginaba Quiara que tendría que desplegar todo su potencial mas que nunca. Contaba con los enanos para defender las posiciones, pero estos orcos eran aun mas fuertes que la ultima vez. Las victimas se sucedían continuamente, no cesaban las curas y los ritos de resurrección. Pronto terminaron los conjuros que su dios, Lathander, le había otorgado para ese día, por suerte había previsto la situación y tenia una remesa de pergaminos preparados ¿serian suficientes?.

El viaje fue largo y duro, desde los picos nevados, se adentraron en cuevas y cruzaron grandes ríos. El tiempo no acompañaba, el frió se calaba en los huesos pero todos se apoyaban en su fe para seguir adelante. Los orcos habían preparado un sinfín de trampas que o bien eran "desarmadas" por Golg o mediante el conjuro que Quiara había pedido a Lathander. Por si eso fuera poco, los orcos se sucedían en pequeños grupos de forma que las curas no cesaron en ningún momento. Durante todo el viaje Quiara nunca ceso de buscar a los hombres que habían caído en las manos de los orcos, un mago y un sacerdote.

Al fin llegaron a la torre, un lugar de una especial belleza teñida por las emanaciones de maldad que desprendía, En su interior el frió seguía siendo tanto o mas intenso, pues habitaban elementales de hielo. En cada enfrentamiento con esos seres uno de los compañeros caía inconsciente y apenas quedaban ya pergaminos en las bolsas de Quiara. Era un lugar lleno de falsas esperanzas pero Lathander estaba con ellos y les guió por el camino correcto. Llegaron a unas salas con mas orcos, y para alivio de Quiara, dieron con los compañeros perdidos, el Mago petrificado, El sacerdote de Waukeen, el elfo que debía infiltrarse y que por lo visto había caído preso, y para consternación de Quiara también estaba aquel hombre tan pesado que los había puesto en peligro antes. Consiguieron liberarlos de las celdas, por lo visto ese hombre extraño estaba realmente allí por algún motivo (inescrutables son los designios de los dioses), ademas, gracias a la previsión de Quiara que había conseguido recientemente un pergamino para despetrificar pudieron liberar al Mago.

Quiara estaba satisfecha, parecía que por fin iba todo bien, habían rescatado a todos los hombres cautivos, pero pronto todo tomo otro cáliz, el sacerdote dejo de ser el mismo (algo iba mal), un tipo raro apareció y dijo que el clérigo estaba en los aposentos del elfo sádico. Eso era todo lo que le importaba a Quiara. Cuando llegaron a la sala del elfo asesino vio al fin al sacerdote, esta vez si tenia que ser el, pero al instante siguiente ¡un rayo lo fulmino! Eso era demasiado, Quiara estaba agotada no podría creer que después de todo no podría salvarle, se lanzo en su ayuda a prestarle los primeros auxilios pero otro rayo cayo sobre ella y la oscuridad le nublo los sentidos.

Cuando despertó estaba donde todo había empezado ¿Acaso había sido todo un sueño? No, de pronto un montón de imágenes azotaron su mente, estaba recordando cosas que no había vivido, la piedra, el elfo, los hombres con tentáculos ¿azotamentes? y lo mas importante, ahora sabia como destruir aquel artefacto maligno que tenia en su posesión. No era un ritual complicado ya que la piedra estaba debilitada pero el tiempo apremiaba. Fueron todos hacia el baluarte donde podrían realizar el ritual, por el camino encontraron a los sacerdotes de nuevo, pero algo raro había en ellos, sus emblemas no eran como antes. Quiara presintió que algo iba mal pero necesitaba el collar del elfo para realizar el ritual, se acerco a el y le pidió que le siguiera si las cosas se torcían.

En efecto se torcieron pronto. Los sacerdotes empezaron el ataque y Quiara sabiendo que la misión de destruir Crenshinibon era lo mas importante decidió correr hacia el baluarte, la piedra estaba recuperándose, llamaba a gritos a todos los seres de mentalidad débil para que asistieran en su ayuda. Una orda de Gigantes los asaltaron en las mismas puertas del baluarte, en circunstancias normales jamas se habrían atrevido a acercarse tanto. Quiara y los demás entraron al baluarte al fin, donde encontraron a Alaninus dando la misa de las mañanas. Quiara ordeno que desalojara la sala, ya que era posible que el ritual causara alguna destroza. Empezaron el ritual sin demora, pues se escuchaban ya los golpes en la puerta del baluarte. Mas gigantes o cosas peores estaban atendiendo la llamada de la piedra. Quiara se puso el collar que con desdén finalmente le entrego el elfo y empezó el ritual tal como las visiones le habían indicado. Cuando finalizo la piedra, Crenshinibon, estallo en mil pedazos destrozando algunos bancos cercanos e hiriendo algunos de los compañeros de esta aventura. Pero todo había terminado, los golpes a la puerta cesaron y el mal había sido vencido.

Una vez mas la justicia y el bien que Lathander profesa había vencido.

Haldyr_Gorcan

23/08/2008 19:11:42

[b:1cab0b32ba][size=18:1cab0b32ba]SACRIFICIO, DESESPERACION Y SUFRIMIENTO[/size:1cab0b32ba]




[size=12:1cab0b32ba]De nuevo nos adentrábamos en los Picos nevados, esta vez en minoría, era el precio que teníamos que pagar para darle una oportunidad a Golg y Earar.

A su Diestra Rugrím, en su izquierda Trent y un poco mas atrás Quiara.

Necesitábamos al menos el doble de efectivos pero no había tiempo.


Se saludaron antes de la batalla y conjurando la gracia de Clangeddin los enanos y el resto comenzaron un lento pero firme ascenso a los picos por el nevado sendero.

Todo tranquilo, ninguna patrulla de vigilancia en el camino.Esto solo hacia llenar el corazón del enano con mas desconfianza. Su instinto de batalla le decía que iban derechos a una trampa, una encerrona de la que quizás no saldrían.

Llegando a la zona donde reposaba el elfo explorador, alzaron la vista y vieron , como si de la misma tierra brotara, unas robustas y recias empalizadas.

Solo descubrimos un camino posible, por el norte, las demás rutas estaban bloqueadas.


Justo antes de terminar el ascenso, Furín tuvo otro mal presentimiento. Su piel se erizaba, algo que nunca había sentido. Se coloco un anillo y uso su poder volviéndolo invisible. Se adelanto un poco al resto y alzo la mirada entre la espesa ventisca que azotaba la parte alta de la meseta.

Pudo ver un par de guerreros y dos shamanes y alerto al resto de su situación. Poco duro hasta que los vieron y comenzó una durísima y desigual batalla.

Los enanos no daban a vasto, peleando hasta 5 a 1 los enanos no pudieron evitar separarse con el fragor de la batalla, no existía tregua, solo el odio que se procesaban ambas razas.

Malherido el despiadado ataque el enano empezó a retroceder parando los múltiples golpes que le golpeaban mermando sus fuerzas. debían replegarse , estaban en campo abierto y en desventaja. Busco rapidamente a Rugrim, había que salir de allí ahora mismo.Alzo su ensangrentada mirada y pudo ver a Rugrim. cuando trató de alzar al voz vio como cayo de un terrible golpe que astillo tanto su brazo como el escudo. Furin gritó con todas sus fuerza y cargo con todo lo que le quedaba, pero no basto y tuvo que retroceder a punto de ser abatido también.

La desesperación hacia mella en la moral de todos los que quedábamos.

Un orco ancho los seguía cerca. tras sentir el poder de la dama Quiara, el enano no levanto el escudo como de costumbre, apretó los dientes y cargo gritando con todas sus fuerzas el nombre de su camarada. Los golpes se precedían uno tras otro, aquí no había sitio para hábiles fintas o sutiles ataques, si no para golpes terribles que resonaban el en yermo valle. Su vida por la de su amigo, caería en combate orgulloso pero Clangeddin no quiso que fuera así. Un tremendo hachazo a media altura reventó la parte baja de la armadura y las tripas de su enemigo con su hacha. La armadura ahí no es tan fuerte como en el pecho, como buen enano lo sabía. Sin piedad alguna rajo en canal el cuello del orco que cayo como un títere al que le cortan sus cuerdas. Aun así sangraba demasiado, uno solo de ellos era un formidable rival.

Una solo idea quedaba en su mente, su camarada. Allí apareció un extraño sujeto con la cabeza cosida en forma de tapa con unos espasmos y una actitud poco humanizada. Aun advertirle, no atendía a razones, quería cruzar esos picos como fuese, en pie o con las piernas por delante.


Menos mal que los orcos son mas indisciplinados y algunos iban por su cuenta buscándonos. Lograron abatir algunos y comenzaron a volver al ascenso. Un rayo de esperanza ilumino su cara la ver desde un punto mas elevado del sendero llegar a un enano, era Korareandul. Tras contarle lo sucedido nos armamos de valor y sin demora alguna empezaron de nuevo el ascenso.

Golg también llego enviado por Earar para ayudarnos. Esta vez los orcos serian los cazados, pensó.

Los orcos se vieron sorprendidos, estaban confiados en acabar con el resto del grupo, ese fue su error y lo pagaron con su vida, pero el cuerpo de Rugrim no estaba..se lo habían llevado.


Darían con el a cualquier precio.


Tras la fatigosa subida, tuvieron que pasar por un laberinto de túneles que parecían no tener fin y con portales que hacían perder la orientación al mejor de los exploradores. Después de perderse muchas veces ,consiguieron dar con unas celdas y encontrar al enano, junto a Earar, medio frito por la protección eléctrica que tenían las rejas de las celdas.

El misterio hombre fue recuperado de las manos de la muerte y se dirigió sin mediar palabra delante de las puertas.

Furín le advirtió que acabaría igual que su camarada, pero alzo su brazo ostentosamente haciendo un gesto consiguiendo que el enano no replicara . Le daba igual lo que hiciera si conseguía sacar a su camarada de allí.

Comenzó lentamente a acercar las palmas de sus manos a una pequeña distancia de los barrotes y como de un ritual se tratase, y tras gritar varias veces "YO TENGO EL PODER" afianzo sus manos con en los barrotes e increíblemente su poder no le daño. Gritaba como un poseso y salio corriendo, pero la puerta se abrió. Lo habían conseguido, al fin la muralla enana volvía a estar completa. También consiguieron salvar al mago Nathan que yacía petrificado , aunque seguro que consciente de lo sucedido y a un clérigo de Waukkin, que desapareció ante nuestra atónita mirada.


Solo quedaba encontrar al causante de tanta sangre y barbarie





// fin parte uno :wink:[/size:1cab0b32ba][/b:1cab0b32ba]

Rugrim

24/08/2008 12:41:51

Rugrim cuenta su historia en los picos nublados y la torre a todo aquel dispuesto a pagarle unas cuantas cervezas.

[i:64f5f606c3] El día señalado había llegado. Lamentablemente no había podido reunir a todos los que quisiera; un humano, la clérigo Quiara y el maestro Furin y yo tendríamos que partir de Puerta de Baldur. Sin embargo confiaba en que el camarada Korareandul pudiera llegar a tiempo.

El plan era sencillo: Distraer y permitir al Barón elfo y a Toro poder llegar a la torre desde el túnel que descubrimos semanas atras. Para ello nos adentraríamos en los picos armando mucho "ruido".

No encontramos ningún orco hasta que llegamos a las tierras de los lobos blancos. Los orcos habían concentrado sus fuerzas y nos emboscaron. Esas malas bestias eran más fuertes que cualquier otro orco con los que hubiera visto y luchado nunca y su número era abrumador.

Al principio de la batalla combatí al lado del Maestro Furin, mas en poco tiempo fueímos separados. Lo más inteligente era una retirada táctica, pero no sobreviviríamos si nos perseguían todos los orcos. Por ello me quedó para dar tiempo a mis compañeros...



Cuando desperté estaba en una celda con paredes de cristal. Uno de los orcos traía cargando con dos bultos que tiro casi encima mío. Eran el Barón y un semielfo que no conocía. "Genial, el plan ha fracasado" pensé al ver al Barón tirado a mis pies.


Tras horas de espera y con el semielfo loco y con menos luces que Toro, decidí que quiza la puerta podía ser derribada. Cogí carrerilla y choqué con toda mi fuerza y mi peso contra los barrotes, vi un destello blanco y sentí como una oleada electrica recorría todo mi cuerpo...



Una vez más desperté. Estaba rodeado por Furin y Kora y el enorme Toro que velaban por mi "sueño".

En la prisión había otras dos celdas. En una había un clerigo que tras tener una charla con el Barón desapareció, y en la otra estaba ese gerrero/mago que fue transformado en piedra varios días antes.

Había llegado el momento de matar al ser que había producido todo esto. LLegamos a una habitación horrible, toda llena de cadaveres de humanas descuartizadas y en el centro ese condenado elfo con cuernos y alas y con una piedra en sus manos con la que parecía hablar.

El Barón le dijo al elfo alado que la gema le quería más. Estaba claro que el Barón se ha vuelto completamente loco, y llegué a plantearme su buen juicio.

De repente se produjo una gran explosión. Cuando el polvo se asentó apareció un cara-pulpo que recogió la piedra que todos querían y empezó a contar un discurso sobre un demonio y que creó esa piedra.

Por supuesto no confiaba en ese cara-pulpo, aunque fuese un escultor, y en cuanto vi que el Barón atacaba no dudé en apoyarlo.

El cara-pulpo respondió con un hechizo que derribó a casi todos, sólamente quedamos en pie el Baron, el camarada Kora y yo.

Lo suiguiente fue muy confuso, pues aparecieron mas azotamentes después de matar al anterior. La torre empezaba a desmoronarse y los nuevos azotamente nos ofrecían salvarnos a todos, incluso los caídos, si les prometiamos destruir la condenada piedra.

Tanto el camarada Kora como yo presionamos al Barón, incluso habría estado dispuesto a hacerle entrar en razon a base de golpes, aunque sean un Baron. Finalmente el barón cedió a la presión y accedió a darselo a la clerigo y que ésta la destrullera.

Los cara-pulpos nos enviaron al valle de los picos nublados y desde allí partimos. Como siempre los pataslargas salieron corriendo, con prisas, hasta que llegamos al Bastión con algunas interrupciones sin importancia. Dentro, desalojaron el salón y destruyeron la piedra que produjo una gran explosion.

Y así fue como los enanos conseguimos expulsar a los orcos demoniacos de los picos nublados[/i:64f5f606c3]

*Rugrim da un largo trago satisfecho*

mnho

31/08/2008 05:00:07

La elfa anciana exploraba los limites de Thezir hasta el rio Esmel, cuando para su sorpresa divisa avanzadillas orcas protegiendo el puente. Tras desacerse de dos arqueros orcos, aprecia la fuerza de estos y se detiene cauta antes de cruzar el puente.

(son poderosos)

La cercania al bosque que habita, hace que la anciana medite la situación antes de partir tras sus pasos y poner al corriente al Dendravoz de Suldanessellar.

likazu

26/09/2008 15:14:28

//Posteo tarde, pero es una historia muy extensa, esta tarde pondré el final. :oops:



[color=red:42582ac2e7]

[i:42582ac2e7]Andrius Gerfold, el cazador de monstruos me llaman.
Conocí a Jame X, el semidragón de cobre en puerta de Baldur, tras una charla salimos a dar un paseo por el camino y a ayudar a varias personas en sus labores diarias y no tan diarias.

Que si la caza de un líder gnoll, que si ayudar a un maese contra unas hormigas en una mina. Y el último destino, una cala de saguajines, había que entrar en la cala matar a todos los saguajines, matar al lider y coger su tridente para darselo al hombre que permanecía fuera esperando que alguien lo consiguiera.

Y lo conseguimos, claro que lo conseguimos, no había rival para ese semidragón. Me mantenía fuera del combate cuerpo a cuerpo, bien sabía que como se me acercará alguno me destrozaría. Una vez conseguido el tridente y cuando nos marchabamos.

Temblores...y el sonido del agua que empezaba a bañar la sala en la que nos encontrabamos. Una explosión, la sala empezo a inundarse estrepitosamente, a una velocidad inaúdita.
Jame...salgamos de aquí. -Dijo Andrius-

Semielfo y semidragón salieron de la cala, pero derrepente, Bum!.
Otra explosión, seguida de un humo de distintos colores. Jame voló hasta la altura de una loma para poder divisar de donde venía la explosíon.
La explosión es en la montaña encima de la cala, Andrius.-Dijo Jame-

Subamos a explorar Jame, tal vez saquemos algo en claro, cogeme y volemos arriba.-Dijo andrius mirando anonadado a la montaña-.
Ambos subieron volando hasta el agujero que había en la montaña, apenas salía humo ya de la abertura, pero aún así olía raro, olía a muchos olores a la vez, qué estúpido parece decirlo, pero es cierto.

Derrepente mientras intentaban divisar algo en el agujero, una criatura pequeña, de tez pálida, sin pelo y de piel arrugada se asomó para observar. Al momento de mirarnos se internó en el agujero a una velocidad fantasmal.
Tras un rato intentando divisar lo que había en aquel agujero con una antorcha.

Andrius, puedo atarte con la cuerda y bajarte poco a poco con ella. Si pasa algo grita y te subo. ¿Tienes miedo de hacerlo? -Dijo Jame-
Para nada...toma otra cuerda, atalas y bajame, tengo curiosidad por ver lo que hay.-Dijo Andrius mientras Jame le ataba la cuerda a la cintura con una fuerza asombrosa-

Poco a poco fue descendiendo por el agujero de la montaña, 15 metros o más había desde el agujero hasta tocar suelo, la sala estaba llena de sillas, escritorios, y estanterías, casi todos los muebles estaban en llamas.

Jame baja, rápido. -Dijo Andrius alzando un poco la voz para que Jame le escuchara-
Jame bajó rápidamente gracias a sus poderosas alas. Al frente un pasillo que doblaba hacia la izquierda.

Bueno...ya que estamos aquí tendremos que mirar más a fondo. -Dijo Andrius mientras intentaba rastrear algún tipo de huella-
Ambos se internaron por los pasillos, Andrius con la antorcha en mano y cubriendo la espalda del semidragón, hasta que llegaron a una especie de cruce de caminos.
Era una pequeña sala, de lugubres y oscuras paredes. En el sur una puerta, y en el este otra.

¿Por cual vamos? -Dijo Jame indeciso-
Es fácil, lanzaré una moneda, y depende de la cara que salga iremos por un sitio o por el otro. Si sale la zona marcada iremos por el sur, y si sale la no marcada iremos por el este.-Dijo andrius lanzando la moneda y viendo sorprendido lo que había salido-

Zona marcada, al sur Jame..abre la puerta, yo te cubro desde aquí. -Dijo Andrius mientras sacaba el arco y lo tensaba-

Jame abrió la puerta, lo único que pudo ver Andrius es el semidragón luchando contra unos azotamentes y una sala en la que había dos cristales de colores y un escritorio, aunque la sala parecía ser mucho más amplia.

Derrepente, palabras mágicas sonaron, los azotamentes conjuraban, un conjuro cayó entre el semidragón y el semielfo, dejando a este último herido de gravedad. Más palabras mágicas, el segundo conjuro, cayó en el mismo sitio. Andrius se desplomó al suelo muerto.

Las puertas se cerrarón tras el semidragón y Andrius quedó solo tumbado en el húmedo suelo. Un azotamentes salió de la otra sala, se acercó a Andrius y con sus viscosos tentáculos empezó a soberle el cerebro a Andrius.
Jame pudo abrir la puerta cuando el azotamentes había devorado medio cerebro de Andrius.

Cuando despertó lo hizo gracias a Jame, tenía dos azotamentes muertos al lado de donde se había levantado. Le dolía muchísimo la cabeza y no hablaba correctamente. No recordaba nada, ni donde estaba ni quien era Jame. Y para colmo sufría unos espasmos, como si fuera un tic en el brazo izquierdo.

Jame se internó en la sala este, buscando alguna cosa más. Y en efecto, más azotamentes. Antes de morir, uno de esos azotamentes lanzó un conjuro de dominar sobre Andrius, la puerta de la sala este donde había entrado Jame a combatir, se había cerrado y no era capaz de abrirla.

Algo estaba dando órdenes a Andrius, en su mente podía ver un cerebro enorme. Andrius obedeció por su estado de dominado, fue a la sala de antes, y buscó unas gemas insconscientemente, las guardó sin saber ni donde, cuando volvió al cruce de salas no recordaba nada. Jame pudo abrir la puerta.
Jame sacó a Andrius de aquel lugar y le acompaño hasta el bastión.

Andrius no podía hablar bien, parecía hablar como un semiorco o alguien que le falta capacidad mental. El semidragón le contó de camino al bastión, que mientras estaba muerto un azotamentes estaba chupandole el cerebro.

Cuando fui a rescatarte te tenía comido medio cerebro, he podido salvarte a tiempo, ¿Te encuentras bien?. -Dijo Jame-
¿Como decir tú que llamar yo? -Le respondió Andrius-
Andrius, Andrius Gerfold. Dijistes que eras cazamonstruos. -Dijo Jame-
Pues yo deber ser famoso, varias personas me llaman por camino. Además mi nombre sonar famoso. -Dijo Andrius-

Si entras en el Bastión podrán curarte, tan solo debes esperar a poder hablar con alguien, algún clérigo, mientras descansa dentro. Volveré a verte en unos días. -Se despidió el semidragón-

Andrius se despidió de él mientras estaba en el bastión. Iba en busca de ayuda, aunque no entendía muy bien el porqué. Pero se fiaba de las palabras del semidragón ya que le había salvado la vida.

Andrius pasa los días en el bastión, ha podido hablar con Nyrnael y con uno de los clérigos que mantienen el bastión. Van a buscar a algún clérigo de poder para intentar curar a Andrius. Andrius día y noche pasea por el bastión buscando a alguien que le pueda ayudar. [/i:42582ac2e7]