gatovengador

04/06/2008 18:15:21

Lilian recorría el camino del comercio a paso tranquilo en dirección al Bastión de los Justos. Aunque cualquier testigo ocasional pudiera pensar que se trataba de una monje dando una relajada vuelta, es un cabeza hervían las ideas a borbotones. Y es que la verdad, la monje llevaba unos días bastante intensos, en los que se habían ido desarrollando una serie de sucesos que casi parecían dedicados a trastocar su mundo.

Ya de por sí, los dragones eran un problema, a la ida, cuando acompañaba a Aria en dirección sur había tenido que interponerse entre la joven madre y su hija y un dragón verde que se les echo encima. Cierto es que de vez en cuando un dragón solitario atacaba los caminos... ¡pero es que con ese ya eran catorce a los que se había tenido que enfrentar en las últimas semanas!

Y para colmo está el encontronazo en Mir. Al recordarlo se rasco de forma refleja el vendaje de su frente. Al menos ya sabía que era solo eso, una marca, y con suerte podría encontrar a alguien que la borrase. Si los dragones eran malos, peor era encontrarse de bruces con tres semidragones en Mir... y eso que ella en el fondo sabías que podía dar gracias por haber salido tan bien parada... "con sólo esa marca". Al menos el Brazo estaba avisado y su orden tambien, pero habría que actuar rápido... la última vez no se hizó, y así pasó.

Siguió su camino y más hechos recientes vinieron a su mente. Pensando en el Brazo aun tenía que testificar sobre lo ocurrido en el Bastión del desierto... Eso sin duda había sido un castigo por no hacer caso a sus propios consejos... o había sido un mensaje del destino sobre una nueva amenaza. Cierto es que no debería haber acompañado a ese grupo a cazar no-muertos al desierto, era muy cosciente de que era un suicidio, pero por Tyr, que si no iba a convencerles de que no fuera, al menos les acompañaría para intentar sacarlos con vida de allí. Otro error.

Llegados al bastión el guardían apareció y cayo sobre ellos con magía, garras y colmillos, y cayeron... Ella consiguió salir a duras penas, después de haber hecho tiempo para que escaparan un par, pero aun quedaba un elfo dentro. Fue a Calimport en busca de ayuda y gracias a los dioses se topó con Golg y con Rugrim.

Volvieron juntos a ese rincón perdido del mundo, y gracias a la fuerza del semiorco la bestia cayó, y el elfo pudo ser rescatado. Y ese tendría que haber sido el momneto de volverse. Lilian suspiro recordándolo. Pero en vez de volver, envalentonados por su victoría decidieron adentrarse en el edificio maldito. En un principio eran imparables... los no muertos caían bajo sus filos, hechizos y puños... y luego lo oyeron. Esa voz hizo retumbar el edificio, alertando a sus siervos, piediendo la sangre y las almas de los intrusos.. de ellos. La voz era la de un rey, y reclamaba su montura con voz tronante, reclamaba las vidas de los intrusos, y sus esencis para su trono.

Recordó como miro a sus compañeros y optaron por huir, pero fue tarde... el autoproclamado Rey les estaba esperando, una figura negra con una espada de filo rojo, y se les echó encima... y todo acabó.

Lo siguiente que sintió fue una luz que la llamaba y volvió a estar en el bastión... con Golg y Rugrim mirandola. El elfo yacía incosciente a pocos metros. Lo cogieron y huyeron rapidamente de aquel lugar.

La monje siguió su camino a paso tranquilo... pero la tranquilidad solo era aparente.

gatovengador

06/06/2008 14:14:31

Lilian bajaba el camino del comercio, como tantas otras veces antes. Aun seguía escociendole la herida de la frente, pero había decidido dejarse la marca hasta que el asunto no estuviese zanjado... quizá fuese algo absurdo, pensaba, pero el símbolismo le parecía adecuado.

Gracias a los dioses las cosas parecían irse encauzando pues había conseguido capturar a un semidragón junto a Calimport... bueno un semidragón o como se pueda considerar a ese elfo de escamas rojas. En el Bastión le habían dicho que había hecho un gran trabajo al capturarlo, y al llevarlo hasta allí, pero es que no tenía la sensación de haber hecho un trabajo, aunque sí estaba segura de que había hecho lo correcto. Al fin y al cabo su sangre draconica era una amenaza, y que conociese a sus atacantes hacía evidente que estaba en contacto con ellos. Hasta le había dado el nombre de dos de ellos.

Aun así seguía con esa sensación rara. Porque aunque hubiese hecho bien el que hubiese parado al arcano, que casi se puso a llorar, y le hubiera tenido que derribar de una patada mientras huía, para después atarlo y amordazarlo pues no le parecía... noble o heroico. Todo hubiese estado mucho mejor si le hubiese acompañado voluntariamanete... Pero bueno, al menos el que tenga escamar sojas en la cara la aliviaba en parte de ese regusto amargo.

Apartando eso de su mente, parecía que los paladines habían capturado a otro semidragón, y uno de los grandes. Otra buena noticia, y señal de que Tyr estaba con ellos. Quizá fuese uno de sus atacantes, pero eso no lo podría confirmar hasta que lo viese. En fin, ahora sólo le quedaba esperar y mantenerse alerta... por si acaso.

gatovengador

24/06/2008 12:38:46

Observando como el "artista" pintaba junto a los portales a la entrada de la arboleda, la mente de la monje era un torbellino.

Hay que actuar, decía todo el mundo, pero ella no veía que nadie hiciese nada concreto. Los semidragones eran cada vez más audaces, el dendravoz de la arboleda había sido agredido ayer y ahora iba con las piernas lisiadas, y si no lleg a ser por Cristina y por Eldeth a saber como habría acabado ella. Se había borrado la marca del pecho, pero aun conservaba la de la frente, no había llegado el momento de pasar página aun.

Rasteros eran, no se dignaban ni siquiera en combatir aun estando en superioridad de tres a uno. La habían atacado a tración cegandola para poder dejarla sin sentido, y en parte asumía su culpa, pues había estado aguardando a ver que intenciones tenías. A veces era tan idiota... la proxima vez no se repetiría, la próxima vez caería sobre ellos de inmediato.

Hay que actuar, sí, pero tendría que empezar a actuar ella, no creía conveniente seguir esperando al resto. Y mientras tanto el "artista" seguía dibujando.