radabar

28/10/2008 17:04:49

Una Intriga sacudió el cuerpo del mago al recordar lo sucedido en el cementerio dekhanas antes. La sensación era enfermiza cual adicción, así pues, pronto fue por su droga, sí, droga, pues sabe que algún día le acabará matando.

Allí fue donde se cruzó con un elfo a quien no tardaría en reconocer, Ankor, el capitán caído en desgracia, como el Dendravoz citó. Ambos se internaron en las criptas y avanzaron sin problemas. Ya habría tiempo para éstos más adelante.

Fue llegando casi a la salida. El primer batallón de no muertos se sobrevino en mayor número, furia y habilidad que los anteriores. El mago sonrió conforme, al fin y al cabo, pensó que aclararía ciertas dudas.

El escenario pronto se convirtió en un caos de cuerpos ajados que, a pesar de ser objetivo de numerosos golpes o desmembraciones seguían fieles a su tarea, destruir al duo. A estos, se les añadieron otros dos no muertos, un liche y un dragón de igual naturaleza y un orco que empezaron a conjurar sin preámbulos.

-"Un liche, un dracoliche y un orco. Bien... será difícil pero posib.... ¿un orco? ¿qué hace aquí...? ¡Maldita sea todo! ¿¡más preguntas!?"-.

El mago luchaba sumido en un frensí que no tardó en dar sus frutos, cabreado por la posibilidad de no encontrar sino más cuestiones. El elfo, por otro lado, se las apañaba para mantener a raya a muchísimos cuerpos cuya lozanía quedó perdida mucho tiempo atrás y seguían sin mostrar sensación alguna ante los poderosísimos golpes que impartía.

Al final ganaron la batalla y dedicaron unos minutos para recuperar el aliento y buscar algo entre los restos. Así fue como hayaron dos cosas entre los huesos y túnica destrozada del liche: la primera, una nota, la segunda, una piedra la mar de interesante. Leyó la nota con premura en voz alta, intercambiando unas caras de incredulidad con el elfo.

El papel daba a entender que el liche estaba citado, por alguien que le era superior, dedujo el mago por el tono imperativo, con alguno de los otros. Concluyó Nathan que sería el orco.

Observó luego la gema, de un color rojizo claro y en cuyo interior se vislumbraba un remolino del mismo color pero más intenso. La estudió durante varios minutos intentando descifrar su utilidad y por fin lo consiguió. Sin poseer demasiada magia, la gema en sí estaba preparada para servir como canalizador de muchísima más cantidad de magia, por lo que pensó sería un activador de algún mecanismo.

Con ella en mano y el aliento recuperado, ambos se pusieron en pie, el elfo dispuesto a salir de las critas, el mago deseoso de encontrar el mecanismo a activar o algo que le condujera a él. Por lo que se puso a buscar por las criptas. Sin saberlo, sería éste sería quien llegaría a Nathan.

El no muerto sólo quería la gema (para regresar, había dicho) y el mago sólo quería respuestas.

Las mismas ansias sacudían ambos cuerpos, sin diferenciar si estaban vivos o muertos, eran ansias de conseguir lo que cada uno deseaba y ambas llegaban igual de lejos. El no muerto no quiso hablar y el combate no tardó en llegar, con el resultado previsto, curiosamente, por ambos.

Ya muerto (otra vez), no se descompuso, al igual que el resto de cadáveres o esqueletos, y por el intercambio de palabras y el hecho de que estuviera solo, el mago se interesó más por él. Detectó entonces que algún sortilegio de nigromancia, que no pudo reconocer, perduaba en los restos y, tras mirarlo detenidamente le retiró el peto. Ahí estaba.

En el esternón había una cavidad de igual geometría que gema. Esta vez la sonrisa del mago fue muy amplia y, sin pensarlo tres veces, introdujo la gema en el hueco.

El primer efecto se apreció en el remolino, que salió de la gema por los extremos superiores, como si deseara embadurnar el cuerpo. Acto seguido, el cuerpo se alzó suspendido, de pie, y una fuerte luz surgió de él, bañando gran parte de la estancia. Cuando el mago pudo ver, el esqueleto comenzó a convulsionar y los huesos emepzaron a volver a su lugar.

La luz por fin menguó, el no muerto se encontraba de nuevo frente al perplejo par que lo miraba entre maravillado y preparado para un segundo asalto. Emitió entonces un ruido ronco que el mago reconoció como una palabra en la lengua de los orcos y, tras otras palabra, desapareció, regresó.

Con algunas de las dudas primerizas resueltas y mucho más desconcertado que cuando llegó, salió de esas criptas. Se despidió del elfo, no quería hablar con nadie, necesitaba descansar, pues ya había tenido suficiente por ese día... y para unos cuantos más.

Así fue como llegó a la posada, pidió algo de cenar y una habitación libre y subió acompañado de la sensación de bienestar por quién consigue apaliar su adicción, consciente de que esta, lo único que hacía, era incrementar más y más.

annael

29/10/2008 13:42:05

Dos lunas despues ankor llevado por la curiosidad ademas de por la necesidad de conseguir glandulas de traccnidos para una imbuidora volvio a la cripta solo...

Sus pasos se frenaron en seco..(esto no se lo va a creer el arcano)...Dos lunas despues ankor llevado por la curiosidad ademas de por la necesidad de conseguir glandulas de traccnidos para una imbuidora volvio a la cripta solo...

Un presentimiento, una intuicion, algo sombrio albergaba en su corazon al pisar aquella cripta, sin mas dilacion retrocedio en su empeño y salio de aquel lugar haciendole caso a su instinto, nathan el sabe interpretar esas intuiciones, tal vez aquello a lo que nos enfrentamos alli no habia acabado...

Salio de las criptas raudo y corrio por el camino del comercio direccion calimport, tenia que encontrar a Nathan, el simplemente era un guerrero en el fondo y no intentaria descifrar las causas de aquel acontecimiento, eso era tarea del arcano, lo unico que sabia a ciencia cierta es que sus cimitarras ayudarian a aquel arcano cada vez que se lo pidiera.

radabar

07/11/2008 06:45:51

Las siguientes noticias que recibió Nathan con respecto a todo lo sucedido en aquel lar, se las ofrecieron Max y Bifur, amigo y cliente en buena estima respectivamente. Estaba el mago haciendo negocios con la gran imbuidora de Puerta de Baldur cuando aparecieron.

-Aquí está- dijo el enano.
-Por fin, ya creía que no lo encontrábamos- añadió Max.

La pareja venía de los Picos Nevados. Arduos enfrentamientos habían librado allí y los estragos eran bien notoros. No tardaron en explicar el motivo de la búsqueda del mago.

Al parecer un viejo les había sorprendido en los Picos. Ese señor sabía lo sucedido en las criptas, la incursión del mago y el guerrero, y algo con respecto a la gema. Quería hablar con ambos acerca de ella. Auguró que la victoria de los enanos frente a los orcos de las nieves, sería imposible mientras éstos tuvieran en su poder la piedra, su contenido, el Torbellino Negro.

Zanjados los tratos que le habían llevado hasta allí, y tras disipar algunas de las dudas a la pareja con la imbuidora presente, contándoles lo sucedido en el cementerio, se dispuso a partir a los Picos. Quería dar con ese anciano y saciar por fin la curiosidad que giraba en torno a este embrollo.

Su semana y media en los fríos parajes de las montañas nevadas, constituyeron, sin duda alguna, las horas perdidas más claras en toda su vida. El anciano no apareció por ningún lado. Entre resignado y abatido, decidió alzar su campamento y partir de nuevo a civilización.

Si ese viejo quería ver a Nathan, tendría que ser él quien lo encontrara.

..................

Un día, mediano, elfo y humano, apostaron cerca del sendero a Wéldazh. La jornada había sido más agradable para el menudo, que había logrado hacer algo de oro a costa de dos dados, el dinero de los demás, y la suerte que Nathan cree "adherida a los malditos medianos".

Es innecesario explicar el porqué de la desconfianza hacia el mediano, a pesar de que él mismo inquiriera varias veces que no robaría nunca a amigos. Claro que tampoco afirmó considerar a Nathan como tal. Sabía, eso sí, de su gran versatilidad.

El camino hasta allí habia sido largo, pero pese a ello, el sueño no acudía a ninguno. Entre conversación y conversación, cada uno se puso a lo suyo.

El mago, con sus bolsas mejor anudadas que nunca, estudiaba tanto los sortilegios del día siguiente como los movimientos del pequeño. Sin llegar a levantar más sospecha que la que ya había, terminó de estudiar. Fue entonces cuando se percató de que un individuo de tez morena y desaliñado, hablaba con el elfo.

-¿...A un tal Nata?- Alcanzó a oir el mago. Esforzándose en oir las palabras que decía el andrajoso, iba recogiendo pequeños datos... Se refería a un mago que, acompañado de un elfo había...

Entre molesto e intrigado, mirando al elfo con esos ojos que dicen "¿pero qué coño...?" se acercó a ambos.

-...Nathan!- terminó por recordar el tipo.
-Presente. ¿Quién eres?
-Bah... Yo soy Asim...- se presentó mostrando sus amarillos dientes con tintes negros de reservas alimenticias.

Asim, habitante de los suburbios de Calimport, también estaba al tanto del Torbellino Negro, de que la pareja lo había visto. Si querían resolver dudas, deberían partir de viaje, siguiendo las instrucciones que procedió a dar. El destino era una choza en el desierto, en donde estarían esperando a los aventureros para hablar de ese asunto.

Pasaron los días y llegó el del comienzo del trayecto. Sólo quedaba recoger los caballos y llenar las alforjas para salir al paso, cuando decidieron buscar a Asim por los suburbios con el fin de aclarar los últimos detalles y hacer algo más de tiempo por si llegaba el mediano.

Dieron por fin con el desaseado y hablaron durante unos minuros. Más rato perdido, pensó el mago. Se le antojó "un tipo bastante críptico", no sacó nada en claro y hastiado siguió a Ankor hasta el establo.

-Si queréis volver a verme ya sabéis por donde estoy- dijo Asim, antes de partir dando tumbos.
-¿Y para qué iba a querer hacerlo? no es más que una pérdida de tiempo...

En las cuadras esperaba el mediano, impaciente por empezar la aventura.

pastoretpastor

07/11/2008 10:38:38

Una silueta se colocó tras el camello mientras el maestro observaba los raros especímenes que allí se mostraban. Sin duda, se lo estaba pasando bien, pero la silueta habló con una voz conocida.

Siempre que había tratado con él fue solo y por trabajo, pero esta vez, además de su borrachera no traía más que palabras que llevaban a otra gente. Pareció tener morriña de tiempos de aventuras o repulsión, no se sabe nunca cuando habla Asim.

El maestro titubeó al verlo marchar, pero el rector le explicó pacientemente que esas palabras estaban fríamente calculadas. A lo que el maestro alegó positivamente.

Recorrieron las estrechas calles de los suburbios, el paseo de las caravanas, el gran bazar y el distrito de la magia, moviéndose rápido y entre las drúdacas más angostas pero más rápidas llegaron a la escuela. Sin prestar la menor atención a ninguno de los interinos que traían noticias desalojaron una de las salas, la más abierta al mundo y, tras un par de pases místicos, un foco arcano desgastándose, cánticos en dracónico y algunos griales por los que empezó a borbotear la masa urdímbrica de su alrededor: el sortilegio surtió efecto.

Sin duda tenían por donde empezar.

radabar

07/11/2008 14:40:31

Media dekhana pasó hasta que llegaron a Shamedar. Era buena señal. Seguirían el resto de las indicaciones para llegar a la choza descrita por Asim. Cabalgando otros tres días llegaron por fin al lugar.

Se trataba de un pequeño oasis y cerca, como había pronosticado Asim, estaba la casa. Se alzaba varios pisos y estaba construida de piedra. En la entrada había una bandera que llamó la atención del mago. Su símbolo correspondía a Shóndakul, jinete de los vientos, la deidad de los viajeros, y en ella había una frase escrita en un dialecto del desierto.

Mientras se planteaban cómo proceder, una figura se aproximó desde el sur. Guiando a un camello por las riendas, al aproximarse y ver el oasis, corrió a hidratarse. Un rato se pasó en el agua creyendo que eran los cielos, luego, se acercó al trío para presentarse como Tarem, viajero del desierto.

Después de unos minutos de conversación, el mago le preguntó si conocía el dialecto de la frase. Así era, pero no la iba a traducir a menos que él sacara algo a cambio. Supieron entonces que la casa era la guarida de unos maleantes a las órdenes de su líder, el cual, decía Tarem, tenía un colgante que le robaron a una parienta del Syl. Si lo veían, deberían dárselo. Aceptaron.

-La frase dice algo así como que debéis mostrarle respeto al dios para que podáis pasar- aseguró el viajero- en fin, aquí os espero-.

El mago fue el que primero se las ingenió para que Shóndakul abriera la entrada y pudiera pasar. Confiado, Ankor decidió internarse, recibiendo una descarga de energía que lo expulsó de la morada con furia. Captó el mensaje de que ellos también tendrían que hacerlo. Habrían de comunicarse con él para poder continuar.

Desde el interior, se podía apreciar una prolongada descensión, en lugar de la alzada que se veía desde fuera. Sorteando algunas trampas y pruebas consiguieron avanzar hasta mitad de la estancia. Desde luego no era el recibimiento que esperaban.

Nada más lejos de la verdad. El primer grupo de personas que les vieron, desenvainó y atacó a la voz de "¡intrusos!". Los encuentros se repitieron otras dos veces y el trío tenía claro que no retrocederían con las manos vacías una vez llegado hasta allí.

Al fin llegaron hasta abajo, ahí terminaba la guarida. Dentro, el líder y dos secuaces más, mejor preparados que los otros. Por suerte para el cuerpo del mago, el diagolo prevaleció y no llegó el enfrentamiento.

Guresh, que así se llamaba la jefa de los bandidos, no esperaba citarse con nadie. No conocía a ningún Asim. Nada sabía del Torbellino Negro y aseguraba que era imposible que se conociera el emplazamiento de ese lugar. Y el colgante oscilaba en su cuello.

"Y para qué iba a querer volver a verle, me pregunté antes de venir aquí.... ¡Puto Asim! ¡Se va a enterar ese cuando vuelva! Creo que se va a liar en los suburbios.... Uy que si se va a liar...".

Creía Guresh en un principio, que humano, elfo y mediano habían irrumpido en la guarida para robar sus objetos y oro. Cuando por fin entró en razón, decidió sacar provecho de las circunstancias. Les ofreció el colgante a cambio de un papiro de incalculable valor.

Deberían ir al plano del fuego y allí buscarlo. Entrego al mago un estuche con la información que necesitaría para poder acceder y desenvolverse en dicho lugar. Partieron de ahí con el fin de llegar a Shamedar, descansar uno o dos días y continuar el viaje.

Empezó a creer Nathan que lo único que había querido Asim, o para quien trabajara, era que los aventureros quedaran fuera de juego.

A la salida de la morada, Tarem se despidió diciendo que iba a hacer noche en las dunas, que se volverían a ver. El grupo, se encaminó a la ciudad y por fin llegaron a una posada donde pudieron descansar tras esos tediosos días.

annael

07/11/2008 16:13:01

Ankor habia seguido las indicaciones de asim al pie de la letra, incluso recogio mierda de camella que llevaba guardada celosamente en la mochila, se suponia que era para que la piel del elfo aguantara las inclemencias del desierto...

_pues que quieres que te diga, pero llevo todo el viaje oliendo a mierda...- decia el mediano constantemente-

- ¿a mierda?, -Ankor negaba con la cabeza y cuando gludar se giraba no hacia mas que reir- ¿has hecho tus necesidades antes de salir gludar?...- reia sin parar-

Gludar intentaba perderse constantemente pero Ankor se lo impedia, una nueva ciudad con infinitas posibilidades para robar, el elfo no iba a permitir que le metiera en ningun lio, el asunto que se traian entre manos era demasiado importante como para dejar al mediano a sus anchas..

- Gludar voy a hecharme a dormir , seguro que los dias que estan por venir van a ser duros, asi que ni se te ocurra escaquearte..

- ¿yoooo?, ¿escaquearme?, no se que piensas Ankor, pero a estas alturas no se como no te fias de mi...

Ankor cerro los ojos y antes de que el sueño le domirara por completo abrio un ojo para ver si Gludar seguia alli...

(lo sabia donde se habra metido ese maldito mediano)...- nego con la cabeza posiciono las mantas para reposar la cabeza y se quedo profiundamente dormido.

Gludar

07/11/2008 17:11:39

Tras todo el camino bajo un sol terrible, y entre el nauseabundo olor que irradiaba ANkor, y el impresionante dolor de cabeza debido, para que negarlo, a la tremenda borrachera alcanzada gracias a la dinero logrado en los dado, ( quién iba a decir qu euna noche d pesquisas por los bajos barrios de Calimport iba a dar para tanta diversión), el resto del viaje se hizo muyy aburrido, la única diversión las divertidas bolsas de las demás personas de la caravana... noera palna que se le perdiesen a esas buenas personas sus ganancias, era mejor que yo la tuviera a buen recaudo, es mas se las guardaría a Nathan gustosamente pero las tiene constantemente aferradas y vigiladas, debe temer que haya un ladron entre la caravana, por ello he decidio tb vigilr mis cosas por si acaso.

UNa vez llegados alli, no se muy bien ni como ni porqué, es loq pasa cuando uno junta tantas bebidas extrañas, pero cd desperte tanto ANthan como Ankor no paraban de combatir, asi estuvieron un buen rato hasta que recobré la concienca, no se si por algún golpe recibido o algún mareo del esfuerzo

Lo único que recuerdo desde entonces fue a Ankor que mdijoq me ocultara y tanto él, como Nathan empezaon a hablar con una maciza lalamda Guresh, creo que era la jefa de no se quié, y de ahñi solo recuerdo que dsicuntía sobre una gema, sobre un papiro...
Vamos que en breve tendríamos q salir a buscar algo para alguien y poner nuestra vida en peligro. Que se le va a hacer, si dejoa estos dos solos seguro q la espichan, aiq me encrgaré de solucionar la papeleta

He comentado lo buena que estaba Guresh.

annael

22/11/2008 12:52:54

Ankor buscaba a nathan, no pararia hasta encontrarlo, las palabras de Abu en el oasis de calimport despertaron en el una extraña sensacion, un presentimiento oscuro afloro en su interior..." acabar lo que tengais que hacer , o tendreis una sorpresa no muy grata, nadie quiere acabar chamuscado y cuidad vuestras mentes, ese ser se introduce en tu interior y es capaz de escrutar el pensamiento...".

Debia encontrar a nathan y buscar esa entrada pronto, (la primera salida al desierto al este), esas eran las indicaciones, a ver si veo a gludar y a nathan , porque la verdad es que no es sensato ir solo...

De pronto el elfo diviso una figura en las arenas del desierto...¿arul?..
Podia ver la figura de un caballo sin jinete en la distancia...!!!arul..¿donde te habias metido?!!!...