incubo_1

10/12/2008 14:25:01

[i:fcb62b1e08]Los Drows habian llegado al portal que unia a los dos mundos. Tenian curiosidad para saber que habia arriba y sobretodo estaban hartos de que los mercenarios se encargaran de su faena.

Se prepararon y cruzaron el portal.
Una vez arriba, se encontraron en unos tuneles, pero estos con salida. Despues de recorrer un largo pasillo salieron al mundo de los rivvins.
La brisa del aire impactaba contra ellos provocando inseguridad... el techo, lleno de luces y criaturas que jamas habian visto antes. Incluso el terreno que pisaban, de una tonalidad verdosa era lliscante, una trampa para ellos.

Decidieron ir hacia el sur... pasando por un camino lleno de estalagmitas, verdes por arriba y marrones por abajo, aunque no tenian forma de estalagmita. Parecian que algunos hasta se movian, y la brisa hacia mover la punta de sus "extremidades" verdes.

Los drows habian llegado a tierras mas calidas, de una tonalidad marron, y un mismo paisaje de este a oeste. Siguieron un camino marcado, hasta llegar a una caravana, alli huyeron del ruido que habia mas al sur cogiendo una desviacion de nuevo al bosque.
Ese conjunto de estalagmitas les hacia sentir mas como en casa. Aunque sabien que esas cosas no eran estalagmitas.

Dredor y Alak se preguntaban porque no habia nadie en los tuneles o caminos hasta que se dieron cuenta que no era verdad. Un rivvin, con armadura y espada en mano cabalgaba con un monstruo debajo de el hacia un claro(Algiual que un Lagarto). Los Drows sonrieron y le asaltaron causandole graves heridas. Dredor miraba el espectaculo mientras Alak se reira de la patetica forma de defenderse del rivvin.

Poco a poco la oscuridad se iba y los drows se preguntaban que hacer con el rivvin inconsciente, pero una bola de fuego enorme les hizo obligar a marcharse de alli.

Alak se puso en pie camino de nuevo a la cueva, al portal.... con la cimitarra rozando al suelo y el escudo en alto iba tropezando y pasando todos los obstaculos. Sus ojos eran incapaces de ver nada.
Tras una larga hora, encontro una cueva donde pudo recobrar la vista y por su sorpresa apareció una rivvin ante sus narices. Iba acompañada por un elemental enorme y un monstruo de cuatro patas. Parecia muy fuerte y Alak se temio lo peor. Dredor no aparecia.
El noble Dyrr no tenia grandes esperanzas en salir vivo si se lanzaba al ataque, asi que con gestos logro hacer marchar a la rivvins. Lastima que no tan lejos como el quisiera. La rivvin esperaba fuera.
Maldita, Matame ahora y no me hagas sufrir! *Pensaba Alak*

Cuando la Bola de fuego parecia morir la rivvin entro en la cueva ofreciendo un tipo de objeto rojizo al drow. Este lo cogio y no dudo en salir corriendo hasta la cueva.

Antes de entrar, el drow se deshizo del objeto por seguridad.
Paso el portal y alli estaba Dredor.

De milagro, vuelta a casa.[/i:fcb62b1e08]

Renthor

10/12/2008 20:00:29

Hezabel se detuvo de pronto en medio de ninguna parte. Renthor no veía nada, pero confiaba en su montura, su compañero y hermano en la fe y en la batalla.

Había alguien delante a pocos metros.
Buenas noches No hubo respuesta, y sintió la inquietud de Hezabel.
No sabía de donde venía, pero el desconocido hablaba con otra persona, en una lengua que sonaba hostil y muy antigua.

¿No conocéis el idioma común? Tampoco hubo respuesta. Tiró un poco de las riendas para dar la vuelta, pero algo le cayó encima con un golpe terrible. Forcejeó para quitárselo de encima, pero cuando las llamas de la espada se encendieron ya era demasiado tarde.
Ese algo empezó a darle espadazos destrozando y calcinando el tabardo de escudero y, más tarde, la armadura. Hezabel alzó las patas delanteras, tirando al escudero y a su agresor al suelo. El hombro empezó a entumecerse, y lo notaba húmedo, olía a sangre, no sabía si la herida era mortal, no había sentido la hoja entrar.
En la oscuridad sólo veía las llamas de la hoja yendo de aquí para allá, veloz y sin compasión. Se hizo borrosa, y el ruido de las llamas profundo y lejano.

Se arrepintió de sus pecados y esperó paciente el veredicto de Tyr.

Cuando abrió los ojos aún estaba en Faerun, y el Sol había barrido la oscuridad. Al primero que buscó fue a Hezabel, pero no lo encontró, y rezó porque hubiese conseguido regresar a Celestia. Todo indicaba que así era.
Tampoco hayó rastro de su agresor, o agresores, salvo varias heridas, el tabardo chamuscado y la armadura estropeada.

ior

11/12/2008 00:08:09

Había llegado como de constumbre el momento de recorrer los túneles y nuevamente Alak y Dredor volvían a coincidir, se entendían y seguían por inercia la rutina que tantas y tantas veces habían puesto en práctica...sin embargo, sin mediar palabras ambos se habían puesto de acuerdo en variar la ruta, avanzaban rápidos, sin entretenerse, hasta que cuando quisieron darse cuenta tenían ante ellos la salida. Se miraron, y una vez má se pusieron de acuerdo. Alak acarició su anillo y desapareció de su vista. Dredor estaba nervioso a la vez que ansioso. Y subió sin más....Y allí estaba, un enorme ser, plateado y con mirada amenazante al ver aparecer de la nada a Dredor invadiendo su territorio, pateó con brutalidad el suelo, bufó en su dirección y un humo verdoso le cubrío por completo dificultándole aún más su desesperada busqueda de su anillo de invisibilidad.


La aventura no empezaba nada bien, pero no iba a mostrar sus dudas ante Alak. Avanzaron, hasta que llegaron a la salida de la cueva. Ahora iban bien protegidos y sólo les quedaba dar un paso para conocer de primera mano aquel mundo del que tanto había oido hablar y leido. Pero ya habían llegado hasta alli, apreto con fuerza los ojos dispuesto a abrirlos poco a poco preparado para meterse de nuevo en la cueva. Medio ojo... el ojo completo.... nada ocurría...


-- (Malditos, nos han engañado con el cuento del Orbe no hay nada que haga tanto daño)


Eufóricos y perdidos, no sabían hacia donde ir, primero subieron hacia el norte, a paso que era de todo menos ligero, se les hacia raro todo, incluso el tacto de aquella tierra negruzca que no hacia mas que agitarse. Llegaron hasta un edificio enorme. De mal gusto en su opinión, nada que ver con los que estaba aconstumbrado a ver En Menzo, aquello no podía competir con sus construcciones....pero había algo que le producía mal estar. No tardaron en ponerse de acuerdo para volver sobre sus pasos...

Nada interesante ocurría, los caminos estaban desiertos y nada salia a su paso. Hasta que Dredor se adelanto, confiado en su manto de invisibilidad, pero tenía tanto en que pensar que no se dió cuenta de que su fuerza iba perdiendo poder hasta que de repente se disipó por completo.


Y allí quedó, sin magia que lo protegiese y justamente en ese momento apareció delante suya una enorme criatura de cuatro patas que llevaba encima un ser corpulento.

El humano, intentaba comunicarse con él, pero Dredor no hacia caso, pendiente de donde se habia metido Alak, cuando por fin vió que estaba justo detrás. El humano insistía pero no obtuvo respuesta. No tenian tiempo que perder, aquel humano se impacientaba y Alak estaba en posición para asaltarlo. Y así lo hizo, una certera estocada y el caballo se desplomo con un sonoro estruendo y terribles chillidos que no hacian sino animar a Alak a seguir mientras Dredor se mantenia quieto, algo lo estaba paralizando, alzo la vista y un rayo de luz, incidió de lleno dejandolo completamente cegado. En ese momento Alak ya había dado buena cuenta del jinete y empezaba a sentir los efectos del Orbe.

Habian tenido suerte, pero no hubo tiempo para celebrar la victoria como realmente mente lo merecía. Alak no conseguia abrir los ojos y cualquier intento por buscar el cuerpo del humano eran sin éxito. No tenia manos suficientes para palpar y a la vez taparse de los ojos.

Decidieron huir, pero cada paso era una eternidad, tropezaban, trastabillaban, maldecian y vuelta a empezar. Cuando por fin habian conseguido cruzar el puente y se tomaban un descanso, Dredor percibio un terrible sonido que se le acercaba.

Algo enorme avanzaba con calma hacia el haciendo que se elevase ligeramente con cada nuevo paso que daba la criatura. Sin saber reaccionar se quedo inmovil, cuando una voz le dijo algo. Era el fin. Pronuncio una palabra y desperto del terrible sueño que habia tenido. Alli estaba, de nuevo en casa, el murmullo cotidiano del mercado estaba completamente ajeno a lo que le acababa de ocurrir.

-- (Sera mejor que vuelva al portal, o mis problemas no habran acabado si Alak consigue llegar vivo).

Corrió como nunca lo había hecho hasta el portal y justo cuando llegó Alak estaba bajando por el portal. Desorientado como estaba, no fue difícil convencerlo de que había permanecido junto a él en todo momento....