likazu

01/01/2009 19:01:23

El fin:
[size=18:fa34c2e852]Últimos hálitos de vida.[/size:fa34c2e852]



[i:fa34c2e852]Karam paseaba tranquilo por el oasis, sonriente ya que hacía poco que había vuelto del reencuentro con su madre, miro el agua del oasis tranquilamente, avanzó y observo las puertas de su tan apreciada ciudad.
Cuando derrepente, chssss chsssss. Algo llamó la atención de Karam, alguien escondido detrás de una tienda le instaba a ir.
(No puedo perder nada...)-Pensó-.

Se acercó hasta la figura que estaba escondida, al llegar se sorprendió al verlo, pensó que podría ser un mendigo que quería dinero, pero no...
¿Quieres ganar dinero fácil y rápido?-dijo entre susurros aquel extraño hombre-.

Karam asintió y sonrió.
¿Qué es lo que tengo que hacer?-dijo Karam en el mismo tono de voz-
De camello, ,transportarás algo...y precisamente no será droga, será material Basadoni.-Dijo sonriendo y mostrando sus amarillentos dientes-

Bien. ¿Dimensiones? ¿Recompensa al finalizar?-Dijo Karam sin dejar de mirar al aparente mendigo-
Son dos cajas, cada una de una dimensión así. *Hizo la dimensión explicandola con sus brazos, no más de 20x20cm por caja*. La recompensa será de 200.000 monedas.

¿Donde recojo el material y donde lo entrego?¿Quien me pagará cuando termine el trabajo y aquien le doy lo que transporte?-Dijo Karam serio mirando a aquel hombre de aspecto desaliñado y de dentadura amarillenta.-

Lo recogerás en la parte de la costa, del paseo de las caravanas al final del todo, verás un barco de velas negras, allí recogerás el transporte, después deberás llevarlo al almácen abandonado de los muelles, allí lo esconderás entre la paja. Ya se te pagará, no te preocupes por eso. Te pueden descubrir, asi que ten cuidado y sé cauteloso. Y ve ya, el encargo está esperando. -Dijo mientras se iba-.

Karam se preparó, oró a Mask para que todo saliera bien, se cambió de ropas a unas más ligeras y se encaminó como si de un viajante normal se tratara hacia la costa del paseo de caravanas.
Cuando llegó y divisó el barco de velas negras, no pudo hacer más que sonreir.
(Al final será demasiado fácil, me lo esperaba más difícil...)

Llegó hasta el mismo barco, subió por la trampilla y se dirigió al pirata que parecía ser el cabecilla y entre susurros le dijo.
Vengo a por el cargamento.-Dijo Karam-
El pirata llevo la mano hacia el pomo del machete que colgaba de su cintura.
Karam hizo lo mismo, llevando su mano al pomo de la cimitarra, aquella cimitarra envuelta en oscuridad, aquella que aún no había podido descubrir, el porqué cambió de color, y el porqué de ese halo de oscuridad que la rodeaba.

Vengo por el encargo, por el material Basadoni, soy el camello. -Dijo al final Karam-
El pirata separó la mano del machete y sonrió.
Bien bien, cada vez los escogen mejores, ¿Asi que ron eh?, bien bien, ven conmigo.-Dijo mientras le guiaba a una caravana cercana al barco-
Te daré una caja de ron para que puedas ocultar la mercancía.-Dijo el pirata mientras sacaba dos cajas pequeñas y una más grande llena de botellas de ron-

Karam cogió las cajas, se despidió maleducadamente del pirata y se encaminó hacia los muelles. Todo parecía ir bien, sin problemas hasta los muelles, parece que nadie se había percatado de nada.
Cuando llegó a la parte de detrás del almácen, busco una sombra cercana y se deslizo por ella cobijandose entre ella, poco a poco pasó y esquivó un mendigo que estaba en la puerta.

Abrió la puerta muy sigilosamente y entro dentro. Cierto era que era un establo abandonado, pero Karam pudo ver tres o cuatro trampas apiladas a mitad del establo, algunas estaban en las puertas de las cuadras.
(Tal vez sea una trampa...andaré con ojo)

Derrepente una extraña figura saltó desde detrás de él, desde la puerta. Una figura envuelta en ropajes oscuros, con dos armas que despedían de sí un gran hálito de maldad. Rojas como la sangre, la figura extraña colocó una de ellas en la garganta de Karam sin que éste pudiera ni moverse. Karam intento soltarse de él, pero lo único que hizo es hacerse un leve corte en el cuello, así que decidió quedarse quieto y esperar lo que le venía encima.

Ese material fue robado al Bajá Basadoni, llevo meses detrás de los ladrones, y te han usado a ti de camello. Ahora deberás pagar por no haberlo pensado antes.-Dijo la extraña figura, sin duda conocida en toda Calimport, pero nunca vista por Karam, Artemis Entreri.-

(Este asesino...no es un cualquiera...no puedo quitarmelo de encima.) -Pensó Karam-
Karam le contó donde se encontraba el barco de velas negras, le contó lo del supuesto mendigo y le ofreció ayuda a Artemis Entreri para liquidarlos. Artemis soltó mientras tanto a Karam de la presión que le ejercía y le empujó con el pie, Karam se giró y miro a Artemis.

Artemis Entreri rechazó la invitación y dijo.
Trabajo solo, y tú sabes demasiado. -Dijo Artemis y empezo a hacer un baile de espadas hasta que dejó paralizado a Karam sin poder hacer nada, dejandole de pie, quieto.
MASK AYUDAME!!! -Dijo Karam sabiendo que era su último hálito de vida.-
Artemis se colocó detrás de él y atravesó el corazón de Karam.

Cuando el cuerpo de Karam chocó contra el suelo, Artemis Entreri dijo las últimas palabras y se marchó llevandose el encargo.
Malditos trabajos, adiós siervo de Mask. Decia Artemis mientras sacaba una extraña gema, pronunciaba unas palabras mágicas la lanzaba y el cuerpo de Karam se deshacía en cenizas-.

Karam ascendió a una de las capas de los nueve infiernos, allí un guía le esperaba. Le llevaría junto a Mask, el guía alzó su espada, hizo una estocada y golpeó el suelo, una grieta de oscuridad surgió de él. Y como si de un torbellino se tratará absorbió a Karam y se sumió en el portal hasta llegar con su deidad, a la que tanto ansiaba ver, Mask.[/i:fa34c2e852][size=18:fa34c2e852]Fin