gatovengador

31/05/2009 00:34:19

Los males nunca vienen solos, pensaba Lilian tumbada en su habitación en la posada de la fortaleza del Fénix. Miraba el techo y su cabeza daba vueltas. Las últimas horas habían sido demasiado intensas en todos los sentidos.

El maestro le había llevado a ver el Baluarte de los Justos donde hace años luchó, y que finalmente se perdió. Cuando llegaron Lilian reconoció el lugar, hace años que no lo pisaba, pero el recuerdo del Principe casi partiendola en dos era más que nitido, pero ahora gracias al relato de Wilhelm ya sabía quién había sido ese príncipe y cuál era la montura por la que había clamado aquella vez.

Ahora era más rápida, su voluntad más fuerte, y aunque el grandullón hace años había sido una buena compañía, ahora iba con el maestro. Así pues se adentraron en las ruinas y con facilidad acabaron con los nomuertos que custodiaban el exterior. A través de una grieta accedieron al patio, y de ahí al interior del edificio. Una bruma lo inundaba todo y Lilian notaba como el mal empapaba todo a su alrededor.

Como su maestro dijo, el viejo Bastión tenía una estructura similar al nuevo, así que recorrieron las antiguas salas polvorientas de la planta baja, el viejo almacen, la sala común, la capilla. Acabaron con los no-muertos que encontraron a su paso con la esperanza de darles la paz que se merecían. En un par de ocasiones tuvienron que retirarse, con los demiliches estaban en tablas, puas aunque su magia no podía atravesar sus defensas no había forma de que los monjes los derribaran.

Bajaron hasta las catacumbas, y en la antigua sala de Justica un ser les aguardaba. Al principio no respondió a su presencia, pero al poco sus ojos sin cuencas se fijaron en ellos. No respondió a sus preguntas, pues como dijo, sólo en la muerte hallarían las respuestas, y con una risa muda cargó contra ellos cubriendose con su inmenso escudo.

El espectro era fuerte, y compensaba la velocidad de los monjes apareciendo y desapareciendo a voluntad. Todas las técnicas conocidas por Lilian tuvieron que ser puestas en práctica mientras que a su alrededor centernares de voces de ultratumba rugían y el edificio entero temblaba. Aun así para ambos monjes una cosa se hizo clare: ese ser no luchaba con todas sus fuerzas, lo hacía casi con hastío. Tras un duro combate el espectro cayó, pero los temblores siguieron, así que ambos monjes corrieron fuera del edificio.

Una vez fuera, cansador por el esfuerzo, se quedaron mirando la entrada del bastión. Wilhelm le dijo a Lilian que una luz surgió del espectro cuando se fueron, y al ascender explotó. ¿Era posible que le hubieran dado la paz? ¿Acaso era eso lo que buscaba?

Estaban discutiendo ese tema cuando un viento empezó a arreciar desde el bastión, de repente una tormenta de arena se les vino encima y no les quedó más remedio que resguardarse dentro de las murallas derruidas. Allí, a cubierto, vieron como cientos de caras en agonía formaban la nube de arena, gritando sin emitir sonido, pero en cuestión de segundos inundando la disciplinada mente de los monjes con años de dolor y sufrimientos, para desvanecerse dentro del edificio. Miedo, dolor, sufrimientos, agonia...palabras negativas grabadas a fuego en su mente.

Cuando todo pareció haberse calmado salieron en silencio, la mirada vacía. Cómo olvidar.

Lilian seguía mirando el techo. Los males nunca vienen solos. Horas más tarde, ya fuera del desierto se encontraron con una masacre a la entrada del bosque del clan orco. Decenas de cuerpos amontonados, humanos, elfos y orcos por igual. De dentro gritos de rabia incontenida clamaban. Los monjes siguieron su camino, pues sólo eran dos. Aun así avisarían al Fenix y al clan enano. Junto a Weldazh se encontraron al maese Bifur, y al informarle de ambos asuntos perdió la cabeza y se dirigió en solitario hacia el enclave orco.

Ambos monjes fueron detrás para disuadirle, pero no lo consiguieron. Fueron emboscados pero eso no disuadió al enano, que se internó solo al bosque. Con un suspiro los monjes fueron detrás para encontrarle luchando contra un orco descomunal que pedía refuerzos, pronto se vieron rodeados por una decena de ellos, de armaduras y escudos impenetrables y fuerza demoledora. Por suerte consiguieron convencer al enano de retirarse e ir a informar al clan, pero Lilian recibió un duro golpe en el proceso.

Y ahora estaba en la posada del Ducado de Arión mirando el techo.
Los males nunca vienen solos, pensaba, y se durmió con una lagrima cayéndole por la mejilla, rezando por no soñar.

gatovengador

15/06/2009 12:27:26

Dos ojos azules relucían tenuemente observando el Camino del Comercio en Tezhyr, ocultos entre los riscos. Y tras esos ojos una vorágine de emociones y pensamientos que su dueña trataba de ordenar y controlar como tanto le insistía a su discípulo. Vaya maestra estaba hecha a veces.

Poco a poco, entre inspiraciones y exhalaciones cada vez más lentas ese torbellino mental fue calmándose, y pudo ver con claridad, analizando lo ocurrido recientemente, y tampoco de esa manera le gustó lo que vio.

El asunto de los orcos había pospuesto los planes para con el Bastión, pero al menos el Padre Vasile se había ofrecido a acompañarles para purgar el lugar con la ayuda de Tyr. Y eso era todo lo que habían avanzado en todo este tiempo. Los paladines del Brazo de momento han dicho que no intervendrían... en el desastre que ellos mismos dejaron atrás.

Y si eso no fuese suficiente había tenido ya suficiente del buen hacer del Brazo tanto manejando el asunto de semiorco como hacía apenas unas horas con un kobold... Un kobold, sí. Dos paladines convocando el poder de su dios para atacar a un kobold al que previamente habían ignorado y menospreciado. ¿Dónde estaba la humildad y la compasión? Desde luego, mejor dejarles fuera. Como bien había dicho el Maestro Wilhelm, su falta de disciplina era notoria.

Y por supuesto en esta ecuación no se podía quitar a los elfos de la arboleda. Tanto había sacrificado ella por ellos, ya no solo meses de su vida, y gran parte de sus recursos, sino que a punto había estado de perder la vida ¿para qué? ¿Para que ahora la mirasen mal por hacer lo correcto, para sentir sus miradas de menosprecio y desdén?

Luego en medio de todo estaba ese semiorco. Nesh le acusaba de amenazarle, lo cual ella creía que estaba sacado de contexto. Los elfos le acusaban de asesinato, cuando él dijo que ellos habían atacado en primer lugar, y que tras últimos acontecimientos ella le creía. Fergol, el Gran Héroe Kobold le había preguntado si era alguien importante ya que suscitaba tanta atención. Lilian lo dudada, simplemente creía que era alguien que había estado en el peor lugar, en el peor momento.

¿Habían cambiado tanto las cosas? No, cada vez estaba más segura de ello. Ella había cambiado, ahora era una... ¿cómo dijo el kobold? ¿Gran pega-piños? y antes era una ingenua. Pues ya nunca más.

gatovengador

20/07/2009 14:10:13

Sin duda no había sido una buena idea...

La monje había seguido a su amiga hasta el antiguo Bastión. Un simple reconocimiento para ir preparando el terreno para la reconquista. Un plan sencillo el suyo, entrar, controlar la entrada y los alrededores y salir. Debería saber que a estas alturas no había planes sencillos, pero hay lecciones que cuesta aprender.

Las dos entraron dentro del recinto del bastión para verse inmersas en una espesa bruma que cubría todo el suelo. Nada tenía que ver con la bruma devoradora de magia del sur, esta era... densa, fluida. Nyrnael imploró a Tyr por su protección y la bruma se despejó alrededor suyo formando un circulo en el que ambas se mantuvieron.

Fue entonces cuando las cuatro figuras llamaron su atención, inmoviles y a caballo las vieron junto a la puerta del muro exterior. Se acercaron con precaución para observar a los jinetes, carne muerta sobre monturas de ultratumba, inmoviles, sin reaccionar, con los ojos mirando al infinito aquellos que aun los conservaban.

La paladín invocó el poder del Equanime para expulsarles pero no hubo reacción, simplemente la bruma se elevó por encima de sus cabezas, tapando la luz del sol, sumiendolo todo en tinieblas. Después les exhortó a descansar, pero la única respuesta la arrastra el viento, una voz que helaba la sangre. Unios a nosotros, cumplid vuestro destino, continuó la voz, y los cuatro jinetes las miraron.

Ambas se pusieron en guardia, y replicaron que su destino no estaba escrito, y nadie, y menos ellos dictaminarían el suyo. Y entonces los jinetes cargaron. La monje saltó a un lado, apartandose de la trayectoria y lanzando un par de golpes en el proceso, pero los cuatro arrolaron a Nyrnael ensartándola con sus herrumbrosos filos. Lilian observó pasmada como su amiga caía muerta por los golpes.

Una criatura del bien, replicó el jinete, y para sorpresa de la monje los cuatro se fundieron con la bruma para volver a su posición junto a la puerta.

Lilian se acercó con cautela al cuerpo inerte de su amiga para sacarla de allí cuando sintió algo a su espalda. Al mirar un vortice se había formado en la niebla y un espectro de un caballero emergió de él, espada en mano.

Ella es nuestra ahora, nuestra hermana se unirá a nosotros, dijo el ser mirando a la monje.

no teneis poder sobre ella, va a salir de aquí conmigo.

El espectro desapareció en la bruma para reaparecer junto a ellas, con el arma a dos manos apuntada directamente hacia el pecho de la paladín. Es su destino, dijo mientras alzaba el arma.

La monje lanzó una patada a la desesperada apartando al ser y evitando el fatal golpe, pero este simplemente cambió la espada a una mano y volvió. Lilian se interpuso entre el y el cuerpo y tras un rápido intercambio de golpes el espectro retrocedió. No eres rival para mi, dijo el no-muerto, bajando el arma. La monje se mantuvo en guardia.

pero no dejaré que te la quedes hoy.
[i:a4fdba2c52]
Puede ser,[/i:a4fdba2c52] dijo el espectro mientras se desvanecía,Matadlas.

Ya era hora de salir pitando de allí, así que la monje agarró como pudo el cuerpo de Nyrnael, pero pesaba demasiado con la armadura. Se agachó instintivamente y evitó el ataque de un nuevo espectro que empuñaba dos espadas cortas pero al ir a encararse a él se desvaneció en la bruma. Un nuevo ataque vino desde un flancó, y luego otro por la espalda. La aparición desaparecía después de cada uno, y los que conseguían impactar provocaban dolorosos cortes. En un intento desesperado Lilian hecho mano a su Centro de Vida y lo dirigió a la cara del espectro mientras descargaba su poder. El golpe erró, pero el ser retrocedió. Sí, vida, le grito Lilian mientras que se hacía con el cuerpo y se retiraba penosamente hacia la salida, y la seguridad del desierto, pero no encontró tal.

La niebla les seguía fuera del bastión, y entre ella pudieron ver siluetas humanoides que avanzaban hacia ellas. No lo dudo un segundo y fue tan rápido como pudo en dirección sur, hacia la ciudad de Calimport, no queriendo plantearse demasiado como se tomarían allí que apareciese con un ejercito de nomuertos pisandoles los talones. Hizo un descanso en lo alto de una duna para ver si la seguían pero no vio ni rastro, así que retomo su camino.

Por suerte no tuvo que ver que habría pasado en Calimport, por desgracia era porque había un contingente de espectros en perfecta formación esperandoles antes de la ciudad, así, con su carga al hombro dio media vuelta, para encontrarse con otro contingente justo al norte. Hasta que hemos llegado, pensó la monje. Así que dejo el cuerpo de su amiga sobre una duna y se preparo para plantar una última resistencia. Pudo ver como hacia ellas se acercaba uno de los espectros que se detuvo a unos metros.

¿Por qué no aceptais vuestro destino? preguntó con su voz monotona, carente de emociones.

no teneis poder en este lu...

La frase se quedó en suspenso, el ser se había materializado justo enfrente suyo y su espada atravesaba el abdomen de la monje, pero Lilian no sintió nada. Miró hacia abajo y vio el filo del espectro entrando en su cuerpo, pero no había sangre, y cuando lo sacó no había herida, y su túnica estaba intacta.

Alzo la mirada hacia el espectro y esta vez con plena convicción repitió la frase que había dejado incompleta antes. No teneis poder en este lugar. Y el espectro retrocedió para deshacerse en la arena. De repente la noche estaba en calma. Llegó hasta el cadaver de su amiga y trató de levantarlo nuevamente, pero estaba demasiado agotada, y acabó cayendo de culo en la arena y se quedó ahí, bajo el cielo estrellado.

Paso un rato y de repente la elfa abrió los ojos, que estaban en blanco, lo que hizo que Lilian diera un buen respingo. Nyrnael se incorporó quedando sentada en la arena. La monje la observo y timidamente le preguntó si estaba bien, entonces sus ojos se volvieron normales y la miró. Claro que estoy bien, Lil, ¿por qué no iba a estarlo? preguntó. La monje le explicó lo ocurrido, cada vez más preocupada, y ella lo negaba. La paladina no solo no recordaba nada de lo ocurrido, sino que además para ella hace dos segundos estaban de camino al bastión, y por mucho que Lilian le intentaba explicar lo ocurrido se negaba a creerlo, así que insistía en seguir con la misión e ir al bastión a explorarlo.

Así volvieron hasta la entrada del bastión a pesar de las protestad de la monje que insistía en buscar primero a un clerigo, mientras que la paladín decía que entraría protegida pos un conjuro de santuario y que volvería enseguida. Estaban discutiendo junto a la bruma que había salido del bastión cuando Lilian se encontró a Nyrnael preguntandole muy preocupada si estaba bien. ¿No te acuerdas de lo del doble? le preguntó. La humana la miro con cara clara de no saber de lo que hablaba.

Así que la paladín le relató como un doble suyo había salido de la bruma y les había atacado empleando sus mismos poderes, y cómo ese doble había abatido a la monje, y cuando la autentica Nyrnael la había hecho retroceder se había desvanecido entre la bruma. Hasta llevaba una armadura defectuosa como la suya que despedía ácido al golpearla.

Después Lilian se había levantado de la misma manera que ella había descrito a Nyrnael hacerlo. Ahora estaban las dos de acuerdo, volverían a Arion y buscarían el consejo de un clérigo.

Emprendieron ell camino de vuelta y dejaron un mensaje pintado en una roca junto al camino para que nadie se acercase a la bruma que salía del bastión, y ya casi habían salido del desierto cuando se encontraron con algo bastante desconcertante, pintado en la arena del desierto con sangre estaba el nombre de la elfa escrito en grandes letras. Mientras lo observaban el viento lo cubrió de tierra, y decidieron darse más prisa.

El último suceso extravagante de ese día lo tuvieron ya en Thezyr cuando se toparon con una ecploradora humana que dijoi que juraría haberlas visto como nomuertos cuando se acercaron a ella desde lejos. Esto fue la gota que colmó el vaso y fueron hacia Arion tan rápidas como pudieron. Sea lo que sea lo que pasaba su influencia no podría atravesar las murallas benditas del castillo.

Y ahora estaba allí, descansando en una de las habitaciones del castillo. Una vez que estuvieron dentro la fatiga que les oprimía se desvaneció en gran medida. Sin duda algo tenían que hacer con ese lugar, su influencia crecía cada vez más, y el tiempo se les estaba agotando.

Pero su excursión sin duda no había sido una buena idea.

gatovengador

24/07/2009 11:14:24

La visión la había impactado, y no era para menos. El ver a su amiga empalada en las arenas del desierto podía poner de los nervios a cualquiera. Por suerte ella no era cualquiera, y no le costó ver el engaño tras la imagen. Aun así ahora estaba preocupada, pues ella había aprendido a controlar cuerpo y mente, pero, aun asabiendo que la voluntad de Nyrnael era fuerte, si ella había recibido una imagen similar quizá hubiese caido en la trampa.

Así que allí iba, rumbo al sur, tras asegurarse que Laura se quedaba en el monasterio, pues no había encontrado a su amiga por ningún lado. Por el camino se encontró con Timo, del Brazo. Le preguntó por su amiga pero este se mostró bastante seco. Es evidente que no le había sentado bien que la elfa dejase la orden. Lilian lo dejo correr, aunque Wilhelm hubiese dicho que el cinturon rojo fuese más un reconocimiento simbolico que otra cosa, ahora era una maestra de la orden, y tenía que medir aun más sus actos y palabras.

El otro monje tambien dejó el tema pasar y se ofreció a acompañarla, así que llegaron hasta Tezhyr. Por el camino hablaron del tema del Bastión y Lilian se sorprendió, anque no demasiado, al ver que la información que le había dado Nyrnael a Drahzen no había llegado a otros miembros del Brazo. Por suerte Timo se ofreció a trasmitirla tambien, lo cual le alivió en parte. Si bien ahora tenían otros asuntos más acuciantes pronto tendrían que hacer algo con el Bastión del desierto.

Cormarion

24/07/2009 16:47:44

-¿Por qué? -se decía Jeanna a si misma. La paladín caminaba de un lado a otro de la sala de justicia con las manos a la espalda-. Tenemos que salvar a los vivos ahora. Las almas de los caídos en la batalla del erial, a las mismas puertas del bastión, deben vagar buscando paladines para que se unan a ellos en la lucha que aún hoy debe continuar.

>>Aquel día no morí dignamente en aquellas arenas pues me reclamaban mis deberes con la corona de Cormyr como dragón púrpura que soy. Mis huesos podrían estar blanqueándose al sol en aquellas arenas donde reina la amargura, la desesperación y el odio.

>>Jamás he vuelto a pisar esas arenas. Pero después de hablar con Nyrnael... -dijo e hizo una pausa. Cerró los ojos e inspiró profundamente-. Salvaremos a las gentes del norte. Primero repeleremos a los orcos luego habrá tiempo para purificar las ruinas y traer la paz a aquellas desdichadas almas.


La mujer paseó los dedos por el grabado de su armadura. Hoy un Fénix lucía visible, antaño la cruz del Brazo de los Justos. Ella había pertenecido a esa orden y había conocido hombres y mujeres valerosos, llenos de buenas intenciones, aunque se fueron apartando de los dogmas y de las doctrinas en las que ella firmemente creía, y tuvo que dejar la orden por su discrepancia.

Devolvió la insignia de Iniciada a sir Joganth pero por un descuido olvidó entregar una llave. Una llave, ahora oxidada, que aún guarda con cariño y nostalgia.

Mucho tiempo ha pasado y ya no recuerda las caras de aquellos que yacen en las arenas o de quienes se salvaron y se mudaron a otro sitio. Perdió el contacto, al errar por los caminos, sola, siempre sola, siguiendo al León Dorado en sus sueños hasta que la guió a Vado de la Daga y a las puertas de la ciudadela del Fénix.

Debía hablar con sir Drazhen para saber si se salvaron los registros y diarios del antiguo bastión.

-Sí -dijo Jeanna-, he de ir a verle.

sharkang

24/07/2009 17:50:58

Nyrnael conversaba con Lilian. La paladin sintio una gran alegria al enterarse que el liche que habitaba las entrañas de las minas de la Locura habia sido enviado al mundo de los muertos de forma definitiva. Era un mision que habia tratado de llevar a cabo una y otra vez, pero siempre topo con disensiones entre Ordenes, miedos y dudas que no permitieron formar una Alianza de garantias para erradicar aquel mal. Ahora estaba hecho, y Nyrnael respiro profundamente sintiendo un gran alivio.

Subitamente, vino a su mente otra de las tareas que seguian pendientes. El antiguo Bastion... Ella no habia luchado en aquella Gran Batalla, ni siquiera conocia la Orden del Brazo en aquellos tiempos. Sin embargo, pensar en Paladines y hombres y mujeres de bien que habian dado sus vidas por sus ideales y ahora vagaban atormentados en una no-vida perpetua, la atormentaba.

Lilian le comento que el Padre Vasile se habia ofrecido a santificar y purificar el lugar si se lograba retomar. Asi pues, Nyrnael propuso a su amiga Lili de encaminarse a las cercanias del Bastion. Sabia que era peligroso.

- Exploraremos las estribaciones del camino, sin traspasar los muros. Una rapida mision de reconocimiento. Luego informaremos al Padre Vasile de lo que hayamos averiguado.- Dijo Nynael, lilian asintio.

Vieron la entrada que daba al camino... Nyrnael se estremecio. Poco mas recuerda Nyrnael hasta bastante despues. Solo gracias a Lilian pudo reconstruir la historia... y salvar la vida... y el alma.

Esa historia de jinetes y de resurrecciones milagrosas no encajaba. Nyrnael estaba segura que el calor del desierto habia nublado la mente de su amiga.

Fue entonces cuando aparecio un doble, identico a la Paladina. Lilian le dijo que alli no tenia poder, pues estaba fuera de la influencia del Bastion. El doble de Nyrnael rio y comenzo a conjurar diciendole a Lilian que no era cierto lo que ella pensaba.

Nyrnael trato de prepararse para el comabte con rapidez. El doble golpeo primero buscando el cuerpo de Lilian. Golpeo repetidas veces. Lilian se desplomo. Nyrnael se interpuso entre el cuerpo sin vida y ese doble maquiavelico.

- Marchate! - Le grito Nyrnael - Brujeria, ilusion, espectro, viva o muerta no te dejare que le hagas daño.

La lucha fue rapida, Nyrnael llevada por la profunda amistad que sentia por Lilian, lucho con todas sus fuerzas. Cuando la victoria estaba cercana, el doble huyo y se desvanecio.

Fue entonces cuando Lilian volvio a la vida, tal como ella le habia relatado antes. Nyrnael se rindio a la evidencia. Seria mejor marcharse y hablar con el Padre Vasile. Tanto el Brazo como el Fenix debian ser informados.

Si las emociones no habian sido suficientes, charcos de sangre se vieron en la arena y bajo ellos, escrito en grandes letras "Nyrnael". Cuando estaban desapareciendo tales simbolos o ilusiones, Nyrnael reacciono y guardo unas muestras de la arena del lugar. Mas tarde trataria de buscar respuestas en el consejo de algun arcano.

No habia sido una idea brillante. Se habia dejado llevar por sus sentimientos, por su ansia de liberar a aquellos que sufrian la tortura de ser eternamente lo que combatieron en vida.

Solo se trataba de una exploracion de reconocimiento del terreno exterior, pero solo eso... pudo costar su vida y lo que es peor, la vida de su mejor amiga.

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Habian pasado ya unos dias. Nyrnael habia informado tanto a Sir Drazhen como a Lady Jeanna. Ahora esperaba que ambas Ordenes fijaran posiciones, aunque dada la reaccion de Sir Drazhen, no esperaba ayuda o consejo del Brazo y su mirada se fijo en el Fenix. Que habia pasado con aquella Orden por la que habia luchado con todo su ser? En que momento perdio el rumbo? Nyrnael seguia sintiendo una profunda tristeza, pero esperanza de ser mas util para la reconduccion de la Orden desde fuera.

Decidio salir a patrullar los caminos, tarea en la que se sentia mas plena. Y para su sorpresa al dobalr un recodo vio a uno de aquellos aborrecibles orcos anchos, como los llamaban los enanos. Sin duda un batidor del ejercito que asedio Baldur.

Rapidamente Nyrnael se refugio tras un saliente, tomo una pocima y se volvio invisible. Guardo silencio y siguio al orco. En ese momento, su blanco caballo, el leal Fastfaloth se acerco demasiado a la Paladina, llamando la atencion del orco. Este precavido echo a correr. Nyrnael trato de detenerlo, pero el orco era rapido y resistente. Cuando Nyrnael se acercaba mucho trataba de asestar dos o tres golpes y luego seguia huyendo.

La persecucion duro horas, pero la resistencia del orco jugaba en su favor. Lllegaron al desierto cercano a Calimport y el orco creyo encontrar refugio.... en el antiguo Bastion de los Justos.

Nyrnael se paro en seco, quedandose en el desierto, cerca del camino a Calimport. La vision de la entrada llevo su pensamiento a dias atras. La persecucion la habia llevado al lugar mas inoportuno. Se estremecio y un escalofrio recorrio su cuerpo de arriba a abajo. El orco no salio. Era evidente.

Voces empezaron a brotar del Bastion, llamando a la elfa.

- unete a nosotros,... es tu destino... ven a probar los manjares de aqui dentro... tarde o temprano asi sera... vendras... se que lo haras...

Nyrnael se mantuvo firme y vigilante sobre una duna.

- Algun dia recordareis lo que fuisteis y vuestras almas descansaran en paz! - Nyrnael desplego el estandarte de Tyr y lo hizo ondear - Algun dia esta bandera ondeara sobre esta tierra profanada.

Luces magicas brotaron del Bastion impactando multiples veces contra la Paladina. Se mantuvo firme a pesar las heridas.

Pero sorpresa, alli estaba de nuevo el doble de Nyrnael. No identica esta vez, sino una version no-muerta de la servidora de Tyr. Esta vez no hubo combate. El doble trato de convencer a Nyrnael de no eludir el destino. Nada consiguio. Se desvanecio en la bruma. Nyrnael se marcho, despacio, vigilante, alerta.

Aquellas voces no se borrarian facilmente de su mente.
Ademas habia perdido la oportunidad de capturar vivo a ese orco y quien sabe si una oportunidad para la salvacion de Baldur...

gatovengador

03/08/2009 11:21:19

Lilian observó a Leda alejarse del monasterio, y cuando vio que estaba dentro del alcance de los muros de la ciudad volvió a entrar. El maestro Wilhelm había partido al sur y ella estaba al cargo de la orden hasta su regreso. Ojala hubiese sido en momentos más tranquilos.

Su pasos la conducieron hasta la puerta donde descansaba Laura. A través de la puerta pudo escuchar como dormía al otro lado, así que dio media vuelta y se dirigió a la cámara de meditación. La joven iba recuperando la memoria poco a poco, pero su estado general no mejoraba, era evidente que algo la afligía. "¿Soy un monstruo?" le había preguntado la joven entre susurros hace unas horas. Alguien le había metido esa idea en la cabeza, e iba a averiguar quién, y luego le haría alguna que otra pregunta.

Mientras que Laura se quedase allí, no confiaba en mucha más gente a parte de los hermanos que la habían visto crecer. Además así podía tenerla controlada, y alejada de ciertas influencias.

Por otro lado, aunque la amenaza orca parecía haber remitido, aun quedaban demasiados interrogantes como para estar tranquilos, sumados a la niebla y a las teorías de Elbereth sobre ella, hacía que cada vez que pasaba junto a los Picos Nublados una sensación opresiva hiciera presa en ella.

Aun así al menos conseguía ciertos avances. Las conversaciones en Calimport habían dado sus frutos, y ahora solo faltaba coordinar dos irreconciliables. Confiaba en lograrlo con sus aliados directos, pero no lo veía tan claro con otros. Aun así se jugabn demasiado y debían comprender y atender a razones. Pronto lo verían.

Se sentó en la posición del loto y cerró los ojos. Luego fue disminuyendo su ritmo respiratorio. Ahora un poco de calma le vendría bien.