gatovengador

15/09/2009 10:51:37

Meciendose en el vient sobre Zaragalia las dos poderosas sierpes observaban la escena que se desarrollaba a sus pies. A muchos metros por debajo un grupusculo de humanos y elfos había intentado atacar la montaña que estaban obligados a defender, y habían acabado con prácticamente todos los mestizos de los que disponían. Algunos de sus hermanos más jovenes habián entrado en colera y se habían lanzado al combate sin dudarlo, pero no sólo algunos de los intrusos negaban de morir, si no que levantaban a aquellos que caían abatidos, y habían conseguido abatir a alguna que otra sierpe. Simplemente decepcionante.

Ahora observaban como el gran guardian negro se hábría paso entre esos insignificantes seres sembrando el caos a su paso. Se habrían unido gustosos, pero la vieja sierpe tenía un plan que les resultaría mucho más satisfactorio.

Cuando les hubo vapuleado lo suficiente el gran negro se le unió en el aire y las tres enormes figuras siguieron haciendo círculos a su presa, dejandose ver, permitiendo que el terror hiciese mella en los corazones de quien los viese.

Para sorpresa de los tres dragones el grupo no huyó al sur, de donde creían que preocedían, sino al norte, y les siguieron hasta una fortaleza más allá de los bosques élficos, con una de las murallas medio derruida. Las tres sierpes observaron como se escondían en un edificio del aparentemente abandonado castillo y comenzaron el descenso.

Para su satisfacción el sitio no parecía abandonado, pues escucharon los gemidos de terror de dentro del edificio que los incursores habían tomado como refugio, de crías humanas entre ellos. Uno de los azules empezó a golpear el edificio mientras que el gran negro tomaba aire para descargar su ácido aliento. Los gritos de pánico estallaron.

Una hora más tarde tres siluetas se alzaban de Arion en dirección sur, tras ellos sólo quedaba muerte.

Rugrim

15/09/2009 11:49:48

El enano se encontraba descansando a la entrada de la mina, cuando vio a dos humanos correr hacia el norte como alma que lleva el diablo. Antes de poder decir nada, empezaron a aparecer más y más, todos corriendo como locos. Entre ellos reconoció a algunos calishitas.

Cuando estaba aún asimilando que hacía un ejercito calishita corriendo desbocados, tres enormes sombras pasaron por encima de su cabeza, tapandole el sol...tres dragones gigantescos les perseguían.

Por un momento Rugrim se alegró.
(que demonios....hacia el norte hay multitud de poblados....¿a donde se llevan esos dragones? que se los lleven a su maldita ciudad)
El enano se dirigió al norte intentando alcanzarlos, pero al llegar al primer cruce ya no supo hacia donde fueron.

Tras un momento de reflexión decidió que iría al Ducado de Arión, informaría a la orden de paladines que un ejercito de calishitas y tres dragones bastante grandes habían entrado en sus tierras. Cual fue su sorpresa al llegar a la fortaleza y descubrir a dos dragones ya en la fortaleza arrasando con sus alientos y poderosas garras y al tercero al otro lado del puente torturando a los que intentaban combatirlo.

Sin pensarlo dos veces, el enano tronó su cuerno, y se lanzó contra el dragón azul. Las garras de éste le producían extrañas quemaduras, como las de las bolas de luz de los arcanos, y Rugrim tuvo que retirarse momentaneamente para prepararse mejor y recuperar fuerzas. Pero cuando estuvo listo, se encontró que los calishitas habían expulsado a los dragones.

Cuando echó un vistazo a la fortaleza, se le fue el alma a los pies...estaba practicamente destruida, pocos habrían podido sobrevivir a tal matanza...

MichBucanan

15/09/2009 12:22:51

[i:2237539625]Se escuchaba fragor de batalla al sur, a poca distancia en el camino de Tezhyr. Amamir asomó y vio venir a un gran grupo de gente seguido por un dragón negro enorme. Se apartó de la zona peligrosa y se dedicó a observar.

El dragón alzó el vuelo y se unió a otras dos figuras. Éstas siguieron al grupo, y Amamir siguió a los dragones hacia el norte a una distancia prudente.

Finalmente pararon en un lugar: El Ducado de Arion. Los perseguidos no parecían pertenecer al Ducado, así que seguramente habrían guiado a los dragones allí a propósito. El grupo se había metido en la taberna, según había oído decir a un mediano que les acompañaba.
- No deberían haberlos dejado entrar, si tras ellos venían esos dragones - pensó el elfo. - Quizás esto inicie una guerra. Espero que no afecte a nuestro pueblo -.

Amamir observó el Ducado de nuevo y se dio media vuelta. Un enano acudía hacia el Ducado, pero él no pensaba tomar el mismo camino. Su lugar estaba en el bosque.[/i:2237539625]

Elgatovolador

15/09/2009 13:18:55

[i:115ff7d850]El mediano no entendía el porqué de dirigirse a molestar a gentes que no tenían nada que ver con la paliza que habían sufrido los fortachones a manos de los escamosos.

Quizás robaba a quien se lo merecía o se lo podía permitir, le gustaba el oro y el aguardiente, pero no disfrutaba viendo sufrir a los demás por el mero hecho de evitar problemas, no , no era su estilo , nunca lo había sido .

Los dragones estaba claro que no eran amistosos, y la verdad Rago nunca había visto a seres tan poderosos como estos, nunca pensó que los más pintados de la Ciudad tuvieran que retirarse ante tales criaturas.

(demasiadas disyuntivas, quizás sea el momento de establecer prioridades)

En el Pueblo de los Paladines habían puesto piernas nuevas a Rago y ahora , algunos sureños decidían donde huir, ¿Baldur , Arion ?, Arion estaba más verca y las alas y garras de los Dragones se mecieron con fuerza contra la fortaleza .

(no son muy listos ni siqueira vieron al elfo espiando , ni al enano que nos vió pasar . . . volveré a Calimport he tenido suficiente por hoy)[/i:115ff7d850]

pastoretpastor

15/09/2009 13:26:28

El padre observó los restos de la batalla alrededor de la fotaleza cuando su caballo le trajo a las verdes tierras de Amn. Pasó media hora dando vueltas y el único suspiro que se pudo oír fue el piafar de su corcel.

Marchó al trote y pensó con arrepentimiento: debería haberlo hecho antes... todo esto es en parte culpa mía...

Cormarion

29/11/2009 17:43:37

[i:f2217def2d]-¡A la Tríada pongo por testigo! -exclamó Jeanna en la capilla arrodillada ante el altar, portando la capa roja por primera vez, bajo la mirada de las estatuas de Torm, Tyr e Ilmater.

>>Os pongo por testigos de que no lograrán aplastarme. Viviré por encima de todo esto y cuando haya terminado nunca volveré a saber lo que es pasar este calvario. No, ni yo ni ninguno de los míos. Aunque tenga que recurrir a la Ira Divina y enfrentarme sola a todo mal. ¡A la Tríada pongo por testigo que no dejaré que vuelva a suceder![/i:f2217def2d]



//Parafraseando a Scarlett O'Hara (Vivian Leigh) en Lo que el viento se llevó.