Vinduil

02/10/2009 14:43:47

El elfo estaba sentado en el despacho, el bastón contra la pared, un vial y el fragmento de cristal sobre la mesa.
[i:ba3775223d]
- Supongo que estarás contento, los orcos no te pusieron las manos encima.
[color=red:ba3775223d]- A ti si que te las pusieron.[/color:ba3775223d]
- No tengo paciencia ahora mismo Ladrón de Almas, no tientes a la suerte.
[color=red:ba3775223d]- Estás vivo y tienes dos nuevos juguetes.[/color:ba3775223d]
- Eso no compensa el perder una ciudad, aunque entiendo la ventaja que me puede dar el cristal en combate mágico y la destrucción que puedo causar con el vial.
[color=red:ba3775223d]- Además ahora tendrás tiempo para tus estudios. Ya va siendo hora de que des el paso final.[/color:ba3775223d]
- Sin los recursos de toda una ciudad lo tendré bastante mas complicado, pero no imposible. Si, creo que ese será mi objetivo a partir de ahora.
[color=red:ba3775223d]- Bien y quizás cuando termines con eso....puedas sacarme de aquí.[/color:ba3775223d]
- Eso ya lo veremos. Para mi nuevo objetivo necesitaré recursos de los que no dispongo ahora mismo, la cuestión está en si debo conseguirlos a través de la Academia, haciendo que sea conocida y ganarme contactos en esta ciudad bajo tierra....o usar los últimos resquicios de autoridad y poder que me quedan de Puerta de Baldur.
[color=red:ba3775223d]- Gracias a ti se salvó la mayoría de la población y muchos soldados del Puño Llameante. Podrías transformarlos en tu ejército privado.[/color:ba3775223d]
- No, no. Eso llevaría demasiado tiempo, pero me has dado una idea. No necesito una ciudad, me quitaría demasiado tiempo. Un pequeño pueblo, un fuerte. Eso si que sería viable. Perdería varios meses en reunir a algunos soldados y ciudadanos de Puerta de Baldur que me sean completamente leales. Pero no basta con unas pocas personas, necesitaría unos terrenos. Por suerte dispongo de suficiente oro. Tezhyr estaría bien. Con eso podré fundar Fuerte Zyrustine.
[color=red:ba3775223d]- Fuerte Zyrustine?[/color:ba3775223d]
- No suena bien, no. Fuerte Eltan. Si, Fuerte Eltan. Un homenaje al que nos salvó la vida. No puedo evitar sonreir ante la ironía de que fuera el fantasma de Eltan, un muerto viviente, el que nos salvara.
[color=red:ba3775223d]- Quizás nuestro señor tuvo algo que ver en eso.[/color:ba3775223d]
- Nuestro Señor tiene cosas mas importantes que hacer que salvar el culo a uno de sus clérigos y a su bastón parlante, pero debo admitir que hasta yo tengo dudas.
[color=red:ba3775223d]- Algún día se lo preguntaremos en persona.[/color:ba3775223d]
- Algún día, pero durante los próximos meses tenemos mucho trabajo por delante.[/i:ba3775223d]
El elfo recogió su bastón y los objetos que había sobre la mesa. Salió de la academia y con una sonrisa bajo la máscara se dirigió hacia los túneles que lo llevarían a la superficie.

Vinduil

03/10/2009 02:33:46

Al amanecer del siguiente día Earar se encontraba ya en los caminos cercanos a Arion. Pasó varias horas observando, intentando analizar la situación....y reuniendo las fuerzas y el valor necesario para dar los siguientes pasos. Puso rumbo al sur y tras pasar Weldazh buscó un lugar apropiado, una colina bastaría para fundar Fuerte Eltan. Necesitó mas tiempo del que esperaba, pero finalmente encontró un pedazo de tierra que podría convertir en la esperanza de los supervivientes y en su nuevo hogar.
Volvió al norte y ya cerca de Arion se vistió con la capa que había usado como duque y con la armadura que había usado como aventurero y agente de Eltan. Inspiró profundamente y con paso firme traspasó las murallas de la Orden del Fénix. Allí encontró a los supervivientes en un campamento mal montado. Algunos de los soldados supervivientes lo reconocieron enseguida y se apresuraron a cuadrarse. La disciplina del Puño Llameante o mas bien de lo que quedaba de él. Earar sabía que habría división de oponiones entre los que se habían reunido allí. Algunos le culparían siempre de lo ocurrido, otros le estarían eternamente agradecidos por haber tomado las decisiones que habían salvado a la mayor parte de los habitantes de Puerta de Baldur aún a costa de su destrucción, pero la mayoría estarían demasiado cansados y apenados para tener opinión propia.
Cuando estuvo seguro de que le prestaban atención comenzó a hablar:
[i:dcc35c088f]
Puerta de Baldur, la hermosa y viva Puerta de Baldur, ha caído. Pero no debemos estar apenados, puesto que hemos demostrado a todo Faerun que no nos doblegamos ante nadie, que somos capaces de resistir los mayores castigos que los dioses puedan hacer caer sobre nosotros y continuar en pie, con orgullo. De entre los habitantes de Puerta de Baldur ha surgido un grupo de héroes que ha realizado proezas que los bardos cantarán durante siglos y de entre esos héroes uno brilla mas que los demás. El Gran Duque Eltan, con su sacrificio, aseguró la supervivencia de su pueblo y es por eso que debemos estar agradecidos. Eltan nos ha demostrado a todos que un solo hombre con valor, dedicación y compasión puede salvar lo que mas quiere sin importar a lo que se enfrente. Nunca se trató de las piedras, sino de las personas. Puerta de Baldur sigue viva en cada uno de nosotros y eso se lo debemos a Eltan. Es por eso que debemos rendirle homenaje, levantarnos, mirar al cielo y gritar a los dioses que seguimos con vida. Eltan merecería una estatual en Ciudad Alta al lado del propio Balduran, merecería eso y mucho mas. De momento, la mejor forma que tenemos de honrar a este gran héroe es fundar un nuevo hogar para los hombres, mujeres y niños por los que se sacrificó. Hoy es el primer día después de Puerta de Baldur. Mañana será el primer día de Fuerte Eltan!!!
[/i:dcc35c088f]

Vinduil

14/10/2009 13:26:30

El nuevo Puño Llameante ya estaba funcionando, los soldados servían como guardia en Arion ante la falta de milicianos por parte de los paladines. Además había 5 nuevos miembros de la compañía y otros dos lo serían muy pronto. No llegaba ni de lejos al esplendor de antes de la guerra contra los orcos, pero era un buen comienzo. Con esos soldados podía comenzar la segunda parte de su plan.
Se dirigió hacia sur, pasado el boque de Weldazh y llegó a unas tierras en Tezhyr conocidas como Berrion. Allí esperaba hablar con el señor si es que existía alguno, con la intención de ofrecerle un trato ventajoso para todos. La suerte, o quizás su dios, le sonrió en aquel lugar. Un grupo de milicianos acampaban fuera de la fortaleza. Su capitán, llamado Jert, le preguntó que le traía hasta ahí. Earar respondió con la verdad y el capitán le dijo que pasara, que el señor de Berrion se encontraba muy debilitado por una extraña enfermedad que le hacía envejecer demasiado rápido. El duque prometió ayudar en todo lo posible y siguió hasta el castillo.
No necesitó mas de unos segundos para saber lo que ocurría allí. El señor de Berrion se encontraba sentado en su trono, extremadamente delgado y anciano, ni siquiera podía responder a sus preguntas. De eso se encargaba un oscuro mago que se llamaba a si mismo El Negro, consejero y portavoz. El adivino ni siquiera recurrió a sus dones para saber que el mago era la fuente de la enfermedad y que buscaba hacerse con el control de Berrion.
Consiguió que el Negro le llevara a un laboratorio para hablar en privado y allí el elfo le descubrió. Le ofreció conocimiento y riquezas a cambio de que el mago humano abandonara su plan y se fuera de Berrion para no volver jamás. Cuando eso no funcionó, amenazó con traer un ejército contra el que no podría vencer. El humano pareció aceptar, pero en el último momento gritó llamando a los guardias, dando la orden de matar al último duque de Puerta de Baldur.
Por la mente de Earar pasaron varios planes a seguir en esa situación: podría acabar con el humano y los guardias ahí mismo, para luego volver a la sala del trono y curar al señor de Berrion de su enfermedad, pero se dió cuenta de que si quería hacer las cosas bien no podía haber derramamiento de sangre, salvo quizás la del nigromante humano. Optó por abandonar el castillo por medios mágicos y reunirse con los milicianos que acampaban fuera, fieles al señor de Berrion y contrarios al consejero oscuro. Desde allí daría los siguientes pasos.

// se me ha olvidado el nombre del mago malo xD

Vinduil

13/11/2009 19:54:12

El elfo había cumplido su parte y había traído al Puño Llameante hasta Berrion para ayudar a los milicianos rebeldes. El capitán Krein le había dicho donde podrían esconderse los soldados y con una pequeña distracción no había habido problema. La mayor parte del Puño Llameante descansaba en una cueva oculta junto a una buen número de milicianos rebeldes. El resto, elegidos uno a uno por el nuevo comandante de la compañía, estaban a plena vista. Que los cuervos de Othar Capa Negra vieran que había movimiento, eso haría al menos que el nigromante se preocupara, pero no tanto como si supiera lo que realmente iba a ocurrir.
El líder de los milicianos había informado a Earar de un túnel secreto que llevaba hasta la cofradía de artesanos de Berrion, ese extremo había sido tapiado. Según contó Krein, del túnel aparecían criaturas terroríficas, muertos vivientes y otros seres hechos con pedazos de carne. La localización del lado exterior del pasadizo era desconocido. El plan consistiría en lanzar un ataque contra la fortaleza como distracción mientras un pequeño grupo buscaba el túnel y llegaba hasta el interior.
Los soldados ocultos del Puño Llameante ayudarían a los milicianos rebeldes en el ataque, sobrevivieron a los orcos, sobrevivirían a un asalto de este tipo. El último duque se había rodeado de aventureros capaces para encontrar el túnel, nuevos miembros del Puño Llameante. Cada uno de ellos era competente en sus tareas, pero nunca habían actuado juntos y eso sería un problema. Además había otros aventureros ayudando en esta parte del plan. En total el grupo estaba compuesto por Max Rogers, Hart, Lyan y Laura del Puño Llameante, Kawa, James, Leda y otros tres que habían encontrado justo antes de comenzar: Svenn, Rufat y un genasí de aire. (// espero no haberme dejado a nadie >_<)
El ataque comenzó, las máquinas de asedio disparaban sin cesar, explosiones y gritos por todas partes. El no tan pequeño grupo comenzó la búsqueda, que fue fructífera. Un mausoleo en el cementerio. Allí encontraron poderosos espectros guardianes que atacaron a los aventureros sin piedad. La falta de coordinación causó mas problemas de lo esperado, pero entre Max y Hart los muertos vivientes fueron derrotados.
Earar pronto se dio cuenta de que la única forma en la que conseguirían salir victoriosos era si él avanzaba delante con los dos guerreros experimentados, mientras que los demás usaban arcos y ballestas desde la segunda línea, protegiendo también a Leda. Sin la clériga no tardarían en quedarse sin forma de levantar a los caídos. Poco a poco el grupo avanzó hasta llegar a una sala repleta de guerreros nomuertos y cuervos espías. Hart, Max y el duque formaron un muro para que ninguno de los enemigos pasara. El pasillo anterior a la sala era perfecto para ello, los muertos no podrían atacar en masa, podrían ser contenidos y eliminados uno a uno. Les llevó un buen rato acabar con todos, pero finalmente el último cedió ante los poderosos golpes de los guerreros. En la sala solo quedaban los cuervos, Kawa pudo reconocer rápido que no se trataba de criaturas naturales. Mientras algunos inspeccionaban una puerta tras una pequeña escalera de bajada otros inspeccionaban la sala. Encontraron un tablero de ajedrez y James cometió el error de sentarse a jugar. Mágicamente las piezas se colocaron en su posición de comienzo y la partida empezó. James no podía levantarse del asiento. Todos ayudaron a intentar ganar la partida, pero subestimaron al contrincante inexistente. Cuando llegó el jaque mate James sufrió las consecuencias de perder: cayó inconsciente ...o muerto. Todos llegaron a la conclusión de que la única forma de abrir la puerta era la e vencer en el juego. El duque se sentó sin pensarlo y las piezas volvieron a colocarse. La partida duró mucho mas de lo que el elfo esperaba, el contrincante era muy bueno, pero finalmente gracias a su enorme capacidad de concentración, ganó la partida. Se escuchó un chasquido que provenía de la puerta cerrada y los cuervos atacaron. Era casi imposible golpearlos y mucho mas dañarlos, eran rápidos y se deshacían en niebla al menor contacto para volver a rehacerse al momento. Como toda criatura, tenían un punto débil. No tenían ningún tipo de protección mágica y tras gastar varias varitas, evitando así agotar sus propios conjuros, las bestias fueron destruidas.
Se prepararon para bajar por las escaleras, no sabían lo que encontrarían al final, pero sabían que sería realmente duro. Una plataforma y dos puentes que llevaban a otras dos plataformas. En estas dos últimas se encontraban los zombis mas grandes que Earar había visto nunca, quizás un clan de gigantes cuando aún estaban vivos y varios muertos mas pequeños, pero mucho mas peligrosos. Los zombis avanzaron por los puentes y los aventureros volvieron a formar un muro para no poder acabar con sus enemigos con menos riesgos. Los muertos cargaban sin descanso y no se inmutaban ante los golpes que ellos recibían. La lucha fue larga y dura, alguna vez se encontraron a punto de ser derrotados, pero el grupo reunido para acabar con Othar era fuerte y resistente. Todos los zombis y los lanzadores de conjuros enemigos de la primera plataforma fueron aniquilados.
La segunda...fue todavía mas dura. Un buen número de los aventureros cayeron, incluidos Hart y Earar, pero Max resistió. Ni los legendarios enanos defensores hubieran aguantado la carga a la que se enfrentaba el guerrero humano. Cualquier cosa que se pusiera delante de su hacha acabaría por ser reducido a pedazos en poco tiempo. Finalmente hasta el liche guardián fue derrotado. Se encontraban agotados, física y mentalmente, pero la mayoría no podría descansar en ese lugar. Mientras James exploraba mas adelante, el resto del grupo se dispuso a recuperar algo de aliento. Leda pudo rezar a su dios por nuevos conjuros que les serían necesarios en las siguientes horas y Earar repasó su libro de conjuros.
James regresó e informó de que mas adelante se encontraban unos pasillos abandonados que daban a un buen montón de escombros. El grupo no tenía otro lugar por el que avanzar y ya era demasiado tarde para regresar, así que comenzaron a quitar los escombros, aprovechando para hacer algunas bromas y aliviar algo la tensión. El genasí fue bastante útil buscando brisa entre las rocas. Finalmente vieron luz arriba y Earar trepó. Allí vio varios mesas de ebanistería, habían llegado al final del túnel. Ató una cuerda y la dejó caer para que los demás pudieran subir. Una vez todos se encontraban en la estancia, se dividieron en dos grupos. El primero saldría de la cofradía hacia la derecha en dirección a las puertas de la muralla exterior. Intentarían abrirlas para que los milicianos rebeldes y el resto de soldados del Puño Llameante pudieran entrar. Earar puso a Hart al mando de ese grupo, sería la mejor prueba para estar seguro de que servía para oficial de la compañía. Mientras tanto el segundo grupo avanzaría invisible y en silencio hasta el castillo. Todos tenían órdenes de no dañar a los civiles y de hacer lo mismo con los soldados enemigos si era posible.

El duque avanzó al mando de su grupo hacia el castillo, esquivando milicianos enemigos, hasa que consiguieron entrar sin haber dañado a nadie. En la entrada les esperaba un grupo ingente de soldados, pero estando invisibles también pudieron pasar sin problemas. Fueron descubiertos por un mago que no era Othar y no les quedó mas remedio que luchar. Earar dió la órden de atacar sin compasión del enemigo, si estos soldados se encontraban tan cerca de la sala del trono es porque Capa Negra confiaba en ellos y ellos le eran fieles a él y no al señor de Berrión. Se abrieron paso metro a metro, Max delante seguido del elfo y los demás. En la sala del trono les esperaba Othar Capa Negra, el comandante de las fuerzas fieles al mago y unos veinte soldados. Earar se enfrentó al comandante mano a mano, mientras Max acababa con los soldados. Othar no intervino, el resto de aventureros....había caído. El elfo no conseguí dañar a su enemigo, ni con espada ni con magia, pero tampoco recibía mayores daños en la pelea. Cuando el último soldado enemigo se desangraba en el suelo a causa de los hachazos de Max, Capa Negra entró en escena. Atacó al guerrero con poderosos conjuros y en ese momento los dos supervivientes cambiaron de enemigo. Max fue a por el comandante enemigo, Earar a por Othar Capa Negra. El humano iba a entender el error que había cometido al atacar al elfo unos días antes. En ese momento apareció Laura, sola y asustada. El grupo que debía abrir las puertas exteriores había sido derrotado. Earar le gritó que se pusiera a salvo y continuó su duelo arcano. Sus conjuros no afectaban a Othar, que obviamente se había preparado para esta situación, así que decidió cambiar de táctica. Agotaría los conjuros de su contrincante, contraconjurando hasta que ninguno pudiera lanzar un solo hechizo mas. Cuanto Capa Negra tuvo que recurrir a su bastón para continuar la pelea, Earar usó el fragmento del cristal de los orcos para acabar con las protecciones mágicas del humano. Para entonces Max había acabado con el comandante y tras dos hachazos a Othar, este intentó huir. Fue eliminado sin piedad, no podían correr riesgos.
// y hasta aquí lo que ocurrió en el server ;)

Vinduil

13/11/2009 19:55:13

Othar Capa Negra había sido derrotado, pero todavía quedaba un asunto muy importante. El Señor de Berrión se encontraba en su trono, consumido y viejo como la última vez que Earar lo había visto. El elfo usó un pergamino para levantar a Leda y le dijo que levantara a los demás, para poder cerrar las dos entradas a la sala del trono. Luego el mago se concentró en el anciano gobernante, tenía que acabar con el hechizo que Othar había lanzado sobre él y devolverlo a su estado normal. Solo de esa forma todo acabaría rápido y bien. Primero usaría conjuros de disyunción y si eso no funcionaba tendría que ser mas creativo para dar con la solución al problema.

IRyD

14/11/2009 21:54:40

Dos hachazos brutales por la espalda, eso es lo último que sintió el tal capa negra antes de caer muerto al suelo. A Max nunca le gustó atacar por la espalda, pero después de ver lo que había organizado ese arcano, no se lo pensó dos veces. Fantasmas, zombies y demás cosas indescriptibles habían pasado por el filo del guerrero, no era momento para dudar.

Una vez comprobado que el mago estaba muerto, del todo, cojió el cadaver y lo llevo ante el trono del verdadero dirigente de Berrion, que se encontraba allí sentado. Miró a Earar y asintió, mientrás recobraba el aliento. Todo había finalizado, al parecer, pero el verdadero señor de Berrión no pasaba por sus mejores momentos, al menos eso es lo que apreciaba Max a través de sus ojos.
-El causante de todos vuestros problemas y los de tu pueblo, ha sido eliminado.- Dijo el guerrero mientrás señalaba el cadaver.

Max se apartó a un segundo plano y dejo al Ex-Duque hacer, al fin y al cabo el sabría mejor que hacer en estos casos.

sannla

14/11/2009 22:27:45

Un mago nigromante se ha apoderado de Berrion- dijo Earar a Leda en un encuentro casual cerca de Weldaz. Y apresurado como iba por llegar al ducado, desapareció camino arriba.
La joven debía entregar una carta urgente en Arion, pero tan pronto como pudo estar de vuelta, acudió a comprobar con sus propios ojos lo que acontecía en Berrion.
Al llegar vio muchas caras conocidas: Laura, Lyan, Hart, James, el señor Rogers, y porsupuesto, Earar como cabeza del grupo. Hablaban de un tunel, del ataque, de un tal Capanegra.
Leda no entendió nada hasta que un cortés caballero de rubios cabellos, que se encontraba en el grupo, le contó brevemente lo que estaba ocurriendo.
El ataque fue inminente.
Aunque la desorganización era palpable, lograron salir victoriosos del ataque de zombies, bandidos, y unos terribles cuervos.
Tan cortés como siempre, Hart fue el único que agradeció a Leda su trabajo, proporcionándole además ciertos conjuros que ayudarían en el momento del asalto final al castillo.
Se dividieron en dos grupos y una vez dentro...poco más vio la joven. Un certero hechizo la hizo caer tras acercarse a levantar a James...todo se volvió oscuro.
Al despertar, se hallaba ante la presencia del duque de Berrion, y sus compañeros de fatigas parecían encontrarse todos allí,sanos y salvos.
Leda suspiró aliviada al entender que todo había terminado.

M_v_M

14/11/2009 23:42:28

En el lugar equivocado, en el momento equivocado. Para no variar.

Tras dejar a Lyanna descansando en la posada de Bérrion ante lo que hubiera sido el primer entrenamiento serio de combate de la semielfa, James salió del fuerte con intención de buscar el lugar apropiado para dicho entrenamiento.

Pero en los lindes del campamento asentado a las afueras del castillo se encontró con un viejo grupo de conocidos, todos dispuestos con armaduras, escudos, espadas... Incluso los milicianos se preparaban para entrar en combate.

¿En combate contra qué?

Una conversación y una sorpresa después, el antiguo soldado de Aguas Profundas entendió lo suficiente como para tomar cartas en el asunto.

Iban a atacar el castillo. Los motivos le daban poco más o menos igual, pero Lyanna estaba ahí dentro... Y vistas así las cosas, ya no quedaba tiempo para sacarla de allí.

De manera que decidió lo que le pareció lo más apropiado. Si iban a entrar allí por ese pasadizo, se aseguraría de que una vez dentro no le pasara nada a la mujer de la que se iba enamorando sin remedio.

Conoció al tal Hart, el caballerito perfecto que le tiraba los trastos a Lyanna antes. No se andó con rodeos y le dijo que estaban juntos.

Pero la sonrisa interior que se le quedó al verle la cara al guaperas le duró bien poco.

Como siempre que tocaba jugarse la vida a dar estocadas, el que fue capitán por un sólo mes del Tercer Regimiento de Aguas Profundas intentó abstraerse lo más posible, y pensar poco. Sentir aún menos. Antigua disciplina y saber hacer. Su pequeño órden dentro del caos que era su vida.

Después de atravesar el susodicho pasadizo subterráneo, de caer y ser levantado, de perder la partida de ajedrez más cara de su vida, de jugarse la cara explorando los corredores antes que los demás, llegaron al interior de las murallas.

Designaron dos grupos, pero él tenía claro que no iba a pertenecer a ninguno. Al menos de primeras dadas.

En cuanto tuvo oportunidad, se escabulló a la posada, y comprobó que Lyanna estaba allí, como tantos otros civiles sitiados que nada tenían ni querían tener que ver con la guerra que, sin comerlo ni beberlo, había estallado en medio de la noche.

Llegados a este punto, no pudo abandonar a toda aquella gente. Gruñó para sus adentros, por sobrevenirle aquel sentimiento de camaradería espontáneo, pero acabó saliendo al exterior de nuevo, tras poner al día deprisa y corriendo a las gentes de la taberna.

Entró al castillo y allí vio que el grupo de Earar y los demás luchaban contra el comandante del ejército de Bérrion leal al tal Capanegra. También vio al anciano demacrado en el trono, y al mago oscuro lanzando conjuros como un poseso, avisado pero ni mucho menos prevenido contra lo que se le venía encima.

La gracia es que también le vieron a él.



Cuando despertó estaba en la posada, con Lyanna atendiendo las heridas y el agotamiento que James cargaba a sus espaldas. No sabía si habían pasado horas o días, pero se alegró a su manera de haberse metido en todo eso.

Al verla sonreir y preocuparse por él.

Qué menos podía sentir el explorador.

Preguntándose si todo esto tendría algún reconocimiento en el futuro... Una casa en Bérrion, un puesto en la guardia, la maldita medalla que ni en Baldur le quisieron poner...

Con todo eso en su cabeza, se dejó cuidar y cerró los ojos.

magma

15/11/2009 13:38:06

(Nadie le hace daño a Laura y sale con vida) pensó Lyan mientras le daba unas pataditas a los pies del ya cadaver Capanegra.


La guerrera estaba segura de la victoria, a sus ojos había costado mucho encontrar al "mago de papel" que provocaba pesadillas y fiebres a su sobrina y que, no contento con ello aun se atrevía a mandar dragones invisibles, que por suerte la guerrerera estaba segura de destruir a pesar de todo.

Para ella la realidad era distitna a la auténtica, a sus ojos todo habia sido un juego que debían hacer para llegar hasta su "mago de papel" ella llevaba bien a mano la cantimplora, pero se alegró al ver que llovía. Con el agua, el papel se arruga y se queda pegado al suelo. Era un buen augurio y les facilitaría las cosas.

Se sabía ganadora de la competición de sacar escombros, pero se desilusionó un poco cuando Earar no le dejó ir para matar ella misma al mago. Sin embargo obedeció, eso le habia enseñado su maestro anular ¡SEÑOR! , debía ser obediente y respetar a los superiores aunque no callase su opinión.

Lyan siguió a Hart, Earar había dicho que sería ese hombre quien mandase, pero Hart sabía que Lyan era una gran guerrera y le nombró segunda, así ella quedó contenta, aceptando de buen grado y con orgullo. No entendía porque no querían que matase a todos aquellos que le mirasen mal, a fin de cuentas si eran malos debería poder matarlos, pero trató de hacer caso, y corrió y corrió y corrió y siguió corriendo, haciendo que un gran grupo de soldados armados hasta los dientes le persiguiese gritandole que iban a darle muerte. Estaba segura de que si le alcanzaban así lo intentarían hacer, pero sus botas mágicamente livianas le concedían un paso rápido y ella se cansaba poco.

Correr, correr, correr y atraer al máximo de soldados para que le persiguiesen a ella en vez de ir a por los demás, mucho menos a por Laura. Los soldados iban cayendo presas del agotamiento, teniendose que detener para recuperar el aliento, el grupo que le perseguía cada vez era menor, y se iban cambiando unos por otros, pues volvían a ir tras ella al recuperar el aliento. La guerrera, como si fuese una burla, les iba disparando una flecha de vez en cuando, para devilitarles y para alimentar las ganas de acabar con ella y dejar así a los demás tranquilos.

En una de sus vueltas, en su circuito predecible por los campos de cultivo, un soldado más audaz le esperaba tras la esquina de una casita, cuando la guerrera salió, le asestó un espadazo en el pecho, pues era la zona que llevaba desprotegida, a penas cubierta por cuero y la tela de algodón que debía impedir los roces de su armadura completa. Pieza, que al atacar a uno de los entes en el subterráneo había estallado en mil pedacitos brillantes, rodeando el cuerpo de la guerrera como si fuesen diamantes.


Finalmente, Lyan fue recuperada, y el haber perdido una pieza de su armadura no le apesadumbró tanto, pues los demás parecian estar bien, y el mago de papel muerto, al fin. Ahora Laura ya podría dormir sin tener pesadillas.

ArkasLynvail

21/11/2009 13:53:39

El duque pronto empezó a sentir desaparecer la magia oscura de Othar en él cuando éste cayó y al dia siguiente después de la caida de su embajador ya podía hablar con tranquilidad, aunque visiblemente le quedaba tiempo por recuperarse.

Tras esto, dió una charla con toda la guardia que había ayudado a su recuperación y con los extranjeros héroes que habían ayudado también.
[i:2e1ee7a346]
- James me ha informado de todo lo ocurrido, y aunque aún es pronto para que sepa con claridad qué ocurrió este tiempo creo que mereceis una recompensa.
Hemos pensado en ofreceros algunos puestos que quedaban libres...espero no confundirme en la pronunciación de ningún nombre [/i:2e1ee7a346]- Dijo mientras con una leve sonrisa extendía un pergamino que había sido escrito por el capitán James, que blandía una espada delante de los extranejeros.
[i:2e1ee7a346]
- A Earar el elfo por su labor y ayuda dirigiendo al Puño llameante en la reconquista y aplacando la magia de Othar, le nombro si acepta Archimago y lider de la guardia arcana del ducado.
- A Hart, Rogers y Lyan, que han demostrado su valía en el campo de batalla les nombro caballeros de honor del ducado y podrán si lo desean liderar la guardia como tenientes, bajo el liderazgo del capitán James.
- Para el aventurero James demostradas quedan sus dotes de superviviencia y conocimiento del terreno además de lucha. No hay nadie que el grupo de batidores en el ducado, si lo deseas el cargo es tuyo.
- La mujer Leda, sacerdotisa que ha sido de mucha ayuda a los soldados y que sin ella no podríamos haber continuado, la dejamos al cargo de la capilla de Berrion.
- A Laura la barda, será la barda oficial de Berrion pregonera y miembro de la guardia arcana de Berrion.


Las posiciones no son fijas y pronto habrá que debatir un esquema en el ducado[/i:2e1ee7a346] - Tras esto, cerró el papiro y asintió al capitán tras sonreir y empezar el banquete que inauguró una nueva época en Berrion.

M_v_M

22/11/2009 13:29:00

En el susodicho banquete, con las heridas ya vendadas y sin más complicación en ese aspecto, James, ataviado para la ocasión con sus mejores galas y el pelo recogido en una coleta, no pudo sino asentir y alzar la copa cuando el señor de Bérrion le nombró a él y al cargo que se le ofrecía.

(Como no hay nadie en el grupo de batidores... ¿Y qué se supone que debo entender, que voy a ser el único? ¿Una especie de enviado fuera del ducado? ¿Pondrán a una unidad de cadetes a mi cargo o algo así? ¿Y qué demonios voy a hacer con lo de Arion, será compaginable?)

Tras perder la mirada unos instantes, se encogió de hombros más para sí que para nadie y se acabó la copa de un trago.

(Pues ya hablaré después con quien tenga que hablar)

chivoloco

22/11/2009 15:54:49

En cuanto acabó la charla y antes de comenzar banquete Hart abandonó la estancia.

(A las ordenes de ese James.... ni loco!!)

Vinduil

23/11/2009 15:05:18

Será un honor convertirme en el archimago de Berrion.
*Earar se levantó con la copa en la mano*
Que el justo castigo caiga sobre aquellos que intentan dañar a los nobles hombres de Faerun.

Al acabar el banquete, Earar se dirigió en privado al duque de Berrion.
[i:a749c99a08]Mi señor, debemos hablar. Othar Capa Negra ha sido derrotado, pero siendo nigromante, su muerte no significa necesariamente su final. No estoy seguro de que hayamos oído su última palabra, aunque rezo por que así sea. Estudiaré los libros y documentos que ha dejado, para ver si encuentro algún plan por su parte ante una situación como la actual.

Pasando a otro asunto, debo reconocer que originalmente vine a Berrion con otras intenciones, puesto que todavía no sabía nada de lo que aquí ocurría. Estoy seguro de que habreis recibido noticias sobre la caída de Puerta de Baldur a manos de una poderosa horda orca. Como último duque de esa ciudad es mi deber cuidar de mi pueblo, es por eso que vine a Berrion. Vuestras tierras tienen el potencial de convertirse en uno de los mas importantes enclaves comerciales en Tezhyr, por su localicación, sus recursos naturales, su acceso al mar y por supuesto el honor y valentía que han demostrado sus habitantes. Vuestro nombre será recordado para siempre gracias al crecimiento de vuestro ducado con tres simples medidas:
- El asentamiento de una parte de los refugiados aquí como su nuevo hogar.
- La construcción de un pequeño puerto que, junto a los barcos que fueron salvados de Puerta de Baldur, darían a Berrion la posibilidad de absorber parte del tráfico mercante que navega por su costa
- Finalmente, y esto es mas una petición personal, el Puño Llameante necesita un nuevo cuartel general. Contar con la compañía haría mas seguros los caminos cercanos lo que aumentaría el paso de caravanas, con el consiguiente beneficio para Berrion. Por supuesto el Puño Llameante ayudaría a la guardia a defender el ducado de cualquier ataque y sin interferir con la milicia en tiempos de paz.
[/i:a749c99a08]

Rugrim

25/11/2009 01:20:03

Laura estaba sorprendida, había sobrevivido. Y no sólo eso, no había sido abatida ninguna vez... aunque eso tampoco era relevante ya que no había ido a combate en ningún momento. Ya le entró el miedo cuando vió al fantasma por primera vez y cuando las sombras extrañas empezaron a conjurar, la muchacha se alejó lo más rápido posible.

En las criptas todo pasó demasiado deprisa, había unos zombis que emitían un frío mortal y unos guerreros con espadas y casi medio descompuestos. Laura optó por mantenerse alejada de ambos, pero cuando vió que el pobre guerrero del hacha se enfrentaba solo a montones de ellos, superó su miedo (un poco) y se acercó lo suficiente como para que le alcanzaran sus varitas.

Ya dentro de la fortaleza, pero aún fuera del castillo; se decidió hacer dos grupos, uno abriría las puertas de la ciudad y dejaría que entrasen las fuerzas aliadas, mientras que el otro se enfrentaría al malvado y perverso mago dentro del castillo. Laura pertenecía al primero junto con su tía, Hart y el ser azul que parecía un silbato.

La barda los hizo a todos invisibles, pero hubo un pequeño fallo de cálculos....ninguno veía a los demás y el grupo se desperdigó. Laura no encontró la puerta, pero sí los cañones que disparaban enormes bolas de fuego al exterior y a las fuerzas aliadas del grupo. Así pues se dedicó a quitar las mechas de los cañones mientras los ingenieros no miraban impidiendo los disparos de las máquinas de guerra. Cuando terminó observó como los aliados entraban por la puerta, obligando a la rendición a los supervivientes.

Tras esto, buscó a su tía y la llevó hasta donde estaba el resto.

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- A Laura la barda, será la barda oficial de Berrion pregonera y miembro de la guardia arcana de Berrion
*Laura sonrío ampliamente y dio palmaditas entusiasmada.*
( Seré la barda oficial y pregonera...¿Tendré una campanita?....)pensó la muchacha, mientras hacía una pequeña reverencia en señal de agradecimiento

Vinduil

27/11/2009 11:36:20

El duque de Berrion había aceptado las peticiones de Earar, así que había mucho por hacer. Para empezar, el Puño Llameante escoltaría a los refugiados que quisieran asentarse en el ducado hasta allí. Sería el último trauma que tendrían que vivir los antiguos ciudadanos de Puerta de Baldur antes de comenzar su nueva vida: algunos se quedarían en Arion otros irían a Berrion. El elfo les había asegurado que pese a estar en distintos lugares, todos permanecerían para siempre unidos por el recuerdo de su amada ciudad y que estuvieran donde estuvieran, el Puño Llameante, y él como su nuevo comandante, seguiría fiel a su deber de protegerles.
Una vez terminado el traslado, habría que contruir nuevas casas en Berrion y tambien reformar el edificio que serviría de cuartel general a la compañía mercenaria. Ese mismo edificio serviría tambien para albergar a la guardia arcana de Berrion, de la que Earar era capitán.
Además de todo eso, tendría que empezar a preparar defensas para la ciudad por si el ducado se convertía en objetivo de algún ataque por parte de los demonios. Los muertos vivientes no serían un problema: Othar Capa Negra ya había utilizado prácticamente todos los cadáveres del lugar y estos habían sido destruidos durante la batalla que liberó al duque.
Mientras pensaba en todo esto, Earar subió a las murallas y se paró mirando hacia el mar.
Earar Zyrustine, Archimago y capitán de la guardia arcana de Berrion, comandante del Puño Llameante y último Duque de Puerta de Baldur. Dentro de poco necesitaré un libro entero para escribir todos mis títulos.
Luego se dió la vuelta y observó las tierras del ducado.
Al final no hemos terminado tan mal, aunque todavía quedan cosas por hacer.

magma

27/11/2009 22:33:00

"- A Hart, Rogers y Lyan, que han demostrado su valía en el campo de batalla les nombro caballeros de honor del ducado y podrán si lo desean liderar la guardia como tenientes, bajo el liderazgo del capitán James. "

*Lyan dejó de devorar los manjares que servían a la mesa al oir su nombre. *

- Yupiiiiiiiiiii - tras decir esto miró a todos con sus pequeños ojos oscuros brillandole intensamente.

(Teniente... uououo, eso es que tienes cosas! ¿qué me darán?)

Emocionada comenzó a comer con gran apetito, y a beber más que por sed por celebrar. En ocasiones, podría decirse que comía y bebia a la vez.


- ¿Hacemos un juego? a ver quien puede beberse toda la jarra de cerveza tumbado boca arriba en el suelo! - Y rió sola, comiendo a dos carrillos.

Vinduil

03/12/2009 17:54:57

Los primeros refugiados habían llegado desde Arion y fueron recibidos por su antiguo duque y por el Puño Llameante. Llegaban cansados por el largo y sobre todo lento viaje. Earar los llevó hasta una enorme explanada al lado del coliseo del ducado, allí se habían colocado grandes tiendas y dentro de ellas había todas las comodidades posibles. Dentro de las murallas, ya se había comenzado a construir casas de madera para acoger a los nuevos habitantes de Berrion, todos tendrían que trabajar duro para terminar lo antes posible.
Sin embargo el elfo pensaba en otras cosas, el camino desde Arion hasta Berrion era largo y con ese Heraldo Astado suelto, los pequeños grupos de antiguos baldurienses tendrían que tener mucho cuidado. Las pocas decenas que formaban cada grupo no serían rival para los muertos vivientes que la esencia del antiguo dios de la muerte podía convocar. Decidió que en cada grupo viajarían dos o tres soldados del Puño Llameante con órdenes de contener al enemigo durante el tiempo que pudieran para que los refugiados pudieran ponerse a salvo y luego salir corriendo ellos también.