ior

20/11/2009 00:01:53

El gnomo tras comprobar que el animal estaba en perfectas condiciones, alto era, asi que para llegar a esa altura tenia que estar sano, pasaron a hacer efectivo el contrato de compra-venta. Estaba realmente satisfecho, el elfo estaba redactandolo con esmero incluso poniendo la procedencia.

El camello tenia padre y madre, logico penso el gnomo. No habia nada raro que hiciese sospechar al gnomo. La labia de aquel elfo era mucha y el gremio necesitaba animales de porte.


Saco de monedas en mano y contra en la otra estaban a punto de hacer el trueque cuando un grito sono tras el elfo.

Un buen trato, lleveme el camello a la entrada del gremio, dudo que a mi me haga caso.--Dijo el gnomo al elfo tras entregarle el dinero mientras miraba quien rayos se metia en una transaccion privada.


Y alli estaba Isabella, molesta por que el gnomo no le habia hecho caso y habia comprado un hermoso y enorme camello. Acusandolo de haber hecho una transaccion ilegal. Faltando al respeto al pobre gnomo que no sabia lo que se le venia encima y mandando llamar a la guardia. Y por alli revolotenado una mediana gritando lo mismo. ¡¡Esa compra es iliegal!! Yo tambien tengo un contrato asi. Repetia la mediana.


La guardia se persona. Todos estaban confabulados parecia, unos tomando parte claramente por la Maestra Isabella, otros murmurando que era la Vicerrectora, otros solo mirando a una distancia que no se correspondia con los intereses que les afectaban.


Ese camello es de mi propiedad, he pagado por el un precio justo y tengo su contrato de compra-venta. Decia el gnomo molesto por los agrabios que estaba sufriendo. Mientras guiaba al guardia hacia la entrada al gremio junto al cual alli estaba el magnifico ejemplar que el gnomo habia comprado no hacia ni 10 minutos, el elfo habia cumplido su parte del trato.


Es mi camello, repetia mientras veia que los alli presentes no hacian mas que faltarle al respeto, ignorando, ya no solo su persona, su trabajo y sus posesiones, sino tambien en tredicho su condicion de respetable ciudadano. Provocado por las calumnias de quien alli ya ni se encontraba. Al ver que su camillo era llevado a sabe el guardia donde y comentandole al Capitan los graves perjucios que ocasiona la perdida de una posesion tan preciada como era aquel magnifico ejemplar.


Decidido a buscar una explicacion, de la falta de respeto publico mostradas por Isabella, sus acusaciones, su menoscabo a su persona y su inmicuiscion en un asunto privado la encontro y sin mas, volvia a dejarlo alli, sin mas explicaciones que la de aquel que ignora a otro al que no respeta lo mas minimo.



Un trato puede ser legal o no, pero la falta de respeto mostrada hacia el gnomo deberia ser explicada, pues el que ocupa un cargo, no se representa asi mismo y faltarle al respeto publicamente no solo se lo estaba faltando a el mismo.

El gnomo se quedo mirando el lugar que poco tiempo atras ocupaba su camello, mientras la insolente mirada de la mediana lo miraba intentado intimidar al gnomo.

pastoretpastor

20/11/2009 00:59:46

Mientras se mesaba el bigote susurró a la vicerrectora en Palacio:
- Eso no se podrá encubrir... tienes mi permiso para hacer lo que quieras...

A veces pensaba que había gente que no se contentaba con nada. Llegar a ser maestro en las academias era lo máximo a lo que podría llegar un cuidadano antes que ser noble por el camino gubernamental, ¿por qué arriesgarse a perderlo de una manera tan estúpida?.

- Esta juventud nos matará de vejez antes de que nos llegue la hora... -dijo a un veterano guardia de la élite de Palacio mientras pasaba a su lado patrullando, el guardia alzó las cejas sonriente sin saber que decir, ¿qué decir del mago?... el mago también sonreía, aunque con pesar...

ior

20/11/2009 02:04:21

Nadie parecia comprender los motivos del gnomo para sentirse tan aireado. Era incomprensible que el dedo acusador recayese sobre el y menos aun por parte de aquella joven que conocio hace ya tiempo.


Abd, intentaba mediar, logico, los negocios son los negocios, y ellos tenian entre manos uno muy beneficioso para ambos, pero que ahora peligraban tras la escena que habian presenciado todos los que quisieron darse una vuelta por el oasis.


Ambos se dirigieron al palacion y alli estaban El rector y la Vicerrectora.


Los motivos que le habian llevado alli eran claros, una disculpa por otra, pero el primer turno recayo sobre el gnomo, el debia ser el primero en disculparse. Pero el gnomo lo vio claro... alli el no iba a recibir ningun tipo de disculpa, ya conocia las intenciones de Isabella y esta no se la daria, deberia darla el, y con la disculpa reconocer que habia quebrantado la ley. El gnomo no era un necio. Eso jamas pasaria.


Tras hacerle ver todo las repercusiones que la falta de discrepcion habian levantado las acciones de Isabella ya no quedaba mucho mas de lo que hablar y entonces...

-- Ya no eres Maestro de la Escuela de Magia. Le espeto al gnomo.

Mientras el gnomo iba a la escuela, meditando sobre todo lo que habia ocurrido se dio cuenta de un detalle... El habia comerciado lejos de los limites de la ciudad, mas alla del oasis, alli, a la sombra de aquel toldo donde las normas de comercio no afectan y donde todo el mundo es libre de comerciar. Alli se habia iniciado todo, y mientras se daba cuenta de las acciones de Isabella una sonrisa afloro en el rostro del gnomo que hasta entonces se habia sentido agrabiado.


Habia participado en un juego sin saberlo y habia perdido. No se llega a Vicerreptor siendo un inepto, penso el gnomo feliz mientras se iba dejando atras a la Perla del Desierto.

ior

20/11/2009 18:18:00

El gnomo descansaba comodamente en compañia de su familiar, agazapado en a los pies de la cama, el ser tenia su naturaleza y esta era casi incontrolable, sabia como tergiversar lo que su amo le decia, era o que era y siempre se salia con la suya, asi que tras ver a su amo dormirse, salto al suelo, se cubrio con un manto de invisibilidad y salio por la chimenea. Y tras colarse por la chimeneas de varios ciudadanos en la noche y susurrarles al oido estos comentaron lo que habian soñado, como si fuese la mayor de las verdades, convencidos ellos mismos de lo que decian.


[size=18:ac9e448cc1]DISOLVIENDO CULPAS:[/size:ac9e448cc1]

Un grupo de pescadores estaban preparando sus aparejos:

--- Ese era del gremio, le sale el dinero por las orejas, no como nosotros que tenemos que estar aqui preparando esto a estas horas. Protestaba uno.
--- Y es un ladron, se lo tiene merecido, dejamelo a mi y verias como le enseñaba a comportarse, no se llega a rico trabajando honestamente. Respondia otro.
--- ¿Y arriesgarse tanto? Eso fueron los medianos, que seguro que estaban por alli, y le colaron el muerto al gnomo, si veo a uno cerca no le daria la oportunidad.
--- Al gnomo? Pero si ya se sabe que fue el. Murmuro un pescador medio dormido.
--- No!, A los medianos!.

[size=18:ac9e448cc1]LA TRANSMUTACION:[/size:ac9e448cc1]

Un grupo de conocidos en la taberna escuchaban con devocion a uno de ellos.

-- Yo se lo que alli paso. Decia orgulloso. A ese gnomo se la tenian jurada desde que sorprendio al Rector y a la Vicerrectora correteando por la biblioteca.
-- Increible. Mascullaban algunos incredulos.
-- Pues harian buena pareja. Añadia la camarera al pasar por alli y no poder evitar escuchar.
-- Ella al darse cuenta de la presencia del gnomo echo a correr, pero al pobre rector abrio un libro de transmutacion que uso para cubrirse. Tuvieron que ir varios maestros para analizar las dimensiones del problema que acababa de crearse el rector.

Los presentes a duras penas les costaba contener la risa.

-- No atinaban a acertar como disminuir el tamaño del problema y tuvieron que consolarlo hasta que el problema recupero su tamaño original.
-- Y como no lo disipaban. Pregunto uno que entendia algo de magia.
-- Y hacer desaparecer el problema....? Solto el que contaba la historia.

Las risas contenidas se convirtieron en carcajadas que retuntaban en toda la taberna mientras comentaban la historia y bebian divertidos.


[size=18:ac9e448cc1]LA GRAN ILUSION[/size:ac9e448cc1]

-- Os la han colado como inocentes. Decia orgulloso un carnicero en el gran bazar.
-- ¿Como es eso posible? Habia muchos testigos. Preguntaba una cliente.
-- Si, si... todo una ilusion, ese condenado gnomo sabe lo que se hace.
-- ¿No era maestro de ilusion en la escuela de magia? Añadia otra.
-- Lo era y lo es, ¿no os disteis cuenta de que alli la mayoria eran maestros o aprendices de la escuela?
-- Pero.... el camello era real. Replicaba otra. Yo lo vi.
-- Una ilusion. Explicaba el carnicero.
-- ¿Y el tenderete?
-- Una ilusion tambien. Añadia de nuevo.
-- ¿Y el elfo?
-- Señoras, todo era una ilusion, a estas horas debe estar toda la escuela de magia riendose de vuestra inocencia. Decia orgulloso el carnicero a la vez que seguia despiezando.