Atreidez

10/04/2010 02:57:15



y entonces volvio a conjerar un conjuro aprisionador con la inutil idea de que el mago seria devorado por los cangrejos... quizas si no estuviera mejor preparado habria recibido algo que una serie de molestos picotazos... siempre claro a no ser que por un exceso imprudente de confianza no hubiese preparado algun conjuro sin el maldito componente somatico...

Sere imbecil... es recuperar la mano y perder medio cerebro... me esta bien empleado

los picotazos iban enfureciendole cada vez mas... por cada picotazo recibia una leve descarga de energia curativa de la sortija de platino que llevaba puesta alredededor del meñique de la mano derecha... casi una hora despues quedo libre para arrasar con las pequeñas bestias carroñeras y cruzar los caminos del tejido hasta skullport donde empezo a correr la voz

Busco una mediana, es algo urgente... la has visto? no iba sola... sabes como localizarla...?

Lo unico por lo que pregunto el sucubo era por una mediana y en que plano se encontraba... por lo visto era la culpable de que su hermana hubiera sido exiliada del plano material... tener algo para negociar con un demonio aunque sea un demonio menor siempre es un buen negocio....

Sh0No

12/04/2010 13:16:16

[i:142e0f3504]Todo estaba oscuro... estaba tendido en el suelo y ella me salvó. Nunca había visto nada igual, tenía ante mí a una belleza incomparable... que me había salvado la vida. Y se ha dirigido a mí! Me ha hablado! Incluso me ha... ha dicho que soy encantador... no, no es posible que alguien como ella se fijara en mí... Dioses, es tan bella...

Que si podía hacer algo por ella... por supuesto que podía! Mi vida se la debo a ella ahora, cualquier cosa que pueda hacer es poco para agradecerselo.[/i:142e0f3504]

*Un hombre pregunta a la guardia sobre cómo podría hablar con el señor Rodrik, al parecer tiene un mensaje para él. Dice llamarse Robert Hosh y parecía embobado, con cara de idiota.*

Nerusyfe... es tan bella...

gatovengador

14/04/2010 15:25:26

Estaba siendo una noche tranquila en la posada de La Dama Fortuna. Los habitantes de Arion disfrutaban tranquilamente de una buena cerveza y de conversaciones cotidianas, todo tranqulidad.

Y entonces se oyó el estruendo. Todas las cabezas se giraron hacia la entrada, hacia la puerta que llevaba a la capilla de Tymora que, curiosamente, estaba cerrada, y comprobaron, con horror, como una bestia felina de más de dos metros salía por ella en cuanto se abrió.

La hasta entonces tranquila posada se inundó de gritos de terror mientras la bestia hacía volar mesas y sillas por los aires. Curiosamente para cuando la guardia logró abatir a la bestia descubrieron dos cosas: Que no había atacado a nadie en la posada, y que la estatua de Tymora había sido destruida.

KHEYNAN

14/04/2010 15:48:46

Se presentaba un dia tranquilo en Arion, por fin en casa penso Dylan mientras se acercaba al mercado, tras comprar unas cosas que le faltaban en el equipo, se sento en uno de los bancos a organizar la bolsa momento que aprobecho para sacar una manzana, despues de comerse la manzana sentado al sol, estaba empezando a relajarse cuando un gran estruendo lo alerto , venia de la posada, ¿que a pasado ? se pregunto. La guardia se dirigio a la posada para ver lo que habia pasado , Dylan al ver a los guardias tambien se acerco, ¿que ocurre ? le pregunto a uno de los guardias, una bestia enorme salio de la posada, sus ojos eran de un negro ebano y sus garras eran mortales, tenia la apariencia de un tigre...pero su experiencia en los bosques le decia que esa criatura no era natural, el guardia al que pregunto redujo a la bestia y esta se esfumo sin dejar rasto alguno, tras acabar con la bestia la guardia dio la alarma y elevaron el porton , nadie puede salir dijo, uno de los guardias entro en la posada, habian profanado el templo de Tymora....

Cormarion

16/04/2010 20:46:02

[i:d65b1e9f3c]Regresaba a Arion, cansada por el viaje pero con alegría en el corazón al ver ya la silueta de la ciudadela recortada contra el cielo estrellado. En las cercanías del puente que cruzaba sobre el foso se encontró con una mujer apresurada y se detuvo al reconocerla. Encomendó de nuevo a Nork recados para Phedro de Ámbar y le aconsejó que no sería prudente salir al camino en la noche con todos los peligros y amenazas que había.

Llegaron a la posada de la ciudadela, El Trago Feliz, y la paladín iba a ordenar que preparasen una habitación a la mujer cuando el tabernero empezó a vociferar.


-¡Mi señora! -decía saliendo de detrás de la barra agitando los brazos en el aire.
-¿William? ¿Qué ocurre? -preguntó Jeanna.
-¡La capilla! ¡Una bestia! -dijo el posadero.
-¡Alto, alto, calma! -reclamó Jeanna. ¿Qué bestia? La capilla... ¿aquí en la taberna o en el castillo?
-¡Mire! -William echó a correr hacia la capilla de Tymora que disponía la posada. Abrió la puerta y dejó ver los restos de la hermosa estatua de la Dama de la Fortuna. Estaba hecha añicos.


Jeanna examinó los restos y removió algunas piedras. La cabeza, piernas y un brazo se conservaban mientras que el resto estaba completamente pulverizado.

-¿Quién hizo este destrozo? -inquirió la paladín. Nork se quedó en la entrada observando curiosa-. ¿Fueron varios?
-Sería esa bestia, oímos un estruendo y salió, como un gato pero enorme -respondió William moviéndose nervioso.
-Magia quizás -determinó la paladín y revisó las paredes sin encontrar marcas-. No parece haber rastros de rayos o fuego.


Según contó el tabernero nadie había visto entrar a la bestia y en la posada sólo estaban los paisanos habituales. Esto había ocurrido hacía dos días. La bestia había destrozado sillas y mesas. Los clientes se refugiaron en las habitaciones y un guardia abatió a la bestia que desapareció al instante de caer.


-Magia... -repitió Jeanna. Un tipo enfundado en negras ropas y que lucía un vistoso sombrero negro como ala de cuervo saludó al llegar a la posada y ver a las damas y al posadero-. Saludos señor Corvis, sois una espada sortílega creí entender, pasad, ¿podríais detectar magia en estos restos?


[/i:d65b1e9f3c]

zurtnalon

18/04/2010 16:13:57

Esperó en el pasillo de la posada mientras el tabernero, Jeanna y Corvis permanecían en el interior de la capilla de Tymora. No entendía de magia y no quería molestar allí dentro mientras trataban de averiguar algo.

-Señor, quizás debería volver a ocuparse de los clientes –dijo tomando del brazo a William para sacarle de allí.

Una vez el tabernero salió, entró en la capilla cerrando tras de sí, mejor cuanta menos gente estuviese por allí o más de uno se pondría igual de nervioso que el tabernero. Se mantuvo en silencio casi todo el tiempo, no se le ocurria nada que pudiese ser de ayuda en un sitio asi y con lo que había pasado, asi que mejor no molestar.

No tardaron mucho en llamar a la puerta, una mujer de ropas ligeras y que tenía el vago recuerdo de haber visto antes, apareció por la puerta. No le gustó mucho, de una forma u otra le parecía que llevaba escrito en la frente la palabra “problemas”.

Menos le gustó cuando dijo quien era y ver la reacción de Jeanna y de Corvis, ciertamente “problemas” quedaba pequeño con lo que aquella mujer podía traer consigo.

-Nork, que salgan todos de la posada, y avisa a la guardia -le indicó Jeanna

Caminó por el pasillo hasta el tabernero tratando de mantenerse tranquila, lo peor que podía pasar era que se alarmasen todos, no ayudaría mucho tener a gente corriendo, preguntando o gritando por allí. Con toda la calma que pudo trató de convencer rápidamente a William de que debían salir todos.

Y aun tenía que darse prisa en salir para avisar a la guardia.

Chimichurri

22/04/2010 00:14:54

Aquél no era un día más para el semielfo. Tras descansar unos minutos al lado de su amada, el mestizo se revolvió en la cama y se levantó, volviendo a vestirse. Era imposible conciliar el sueño al lado de aquella elfa, tan sencilla y natural, y por ello, a sus ojos, tan sumamente hermosa, deseable... Corruptible.

Alex Corvis salió de la habitación que compartía con ella en "La Posada del Viajero, dirigiéndose a la planta baja tras dejar una sencilla nota a su compañera de viajes: "Volveré en unas pocas horas. No tardaré mucho, si te despiertas, intenta esperarme al menos una hora. Tengo un mal presentimiento".

Con esas aciagas palabras en mente, el mestizo se puso en marcha. Su viaje a Arion fue más rápido aun de lo que esperaba, pues no encontró ni un solo obstáculo en el camino. Nada más llegar a la ciudad, decidió dirigirse a la posada donde tenía desde que había llegado una habitación alquilada, para uso exclusivo. Tras un trato muy beneficioso para el tabernero, finalmente la había conseguido, por lo que se dirigió allí para recoger algunas cosas.

Al entrar a la posada, se encontró de frente con algo inesperado: la semielfa Nork y la Gran Maestre Jeanna se encontraban investigando un extraño caso: la estatua de Tymora situada en la pequeña capilla que se había instalado en el local había sido destruída, al parecer, con magia.

-Saludos, Alex - sonrió la semielfa, saludando con la mano al mestizo, con un gesto de la mano que bien podría recordar al de una niña.

- Buen día, Nork... ¿Qué demonios se supone que ha ocurrido aquí? - preguntó, intrigado, el arcano.

- Saludos, Señor Corvis - saludó Jeanna, cordial pero seriamente -. Decíais ser un Espada Sortílega, ¿verdad?

- Decía intentarlo, sí - respondió con ironía el semielfo.

- En ese caso, algo sabréis de magia arcana, al menos, más que yo, imagino.

- Ante todo, soy un mago, Lady Jeanna. ¿Puedo ayudaros en algo? - preguntó el semielfo, aun a sabiendas de que tendría que hacer uso de su Arte para dilucidar lo que había ocurrido en aquél lugar.

La mujer asintió, invitándolo a entrar a la capilla con un leve gesto. El mestizo obedeció, llevado por la curiosidad. Al fin y al cabo, aquélla era la estatua de una diosa. Aunque el mestizo imaginaba que no estaría consagrada, el mero hecho de que hubiese magia de por medio ya despertaba su curiosidad. Se acercó a la estatua y observó los restos, posando su mano sobre ellos.

Miró a los demás, mientras el posadero contaba a las mujeres cómo una enorme bestia felina, parecida a un gato, había atacado la posada, destrozando varios muebles del local y luego escapando del lugar sólo para ser abatida por un guardia llamado Thomas.

Cuando la conversación se detuvo, el arcano comenzó a lanzar el sortilegio. Las palabras ardían en su mente, siendo incineradas en el mismo momento en que salían de sus labios y cayendo en el olvido hasta que el arcano volviese a memorizarlas. Así funciona el Arte de la Magia, al menos, en los arcanos consagrados al estudio. El Arte, en el caso de los magos, "trabaja" como una forja. El arcano memoriza las palabras y las graba a fuego en su mente, introduciéndolas después en las frías aguas del descanso para darles consistencia en su mente y, así, poder más tarde darles forma conjurando.

El mago abrió los ojos, alimentados por un leve brillo violeta, y observó las emanaciones mágicas que, aunque débiles por el paso del tiempo desde que había sido destruída, despedían los restos de la estatua.

- Interesante. Por lo que he podido averiguar, la magia residual, aunque débil, indica claramente que aquí ha actuado magia de las escuelas de transmutación y conjuración.

- ¿Qué significa éso? - preguntó, asustado, el posadero.

- No importa -respondió Nork - ¿Por qué no dejáis que los expertos echen un vistazo a ésto y váis a atender la posada?

- Sí, será mejor para todos... - Acabó por admitir el hombre, saliendo de la capilla y dejando a solas a los tres aventureros.

gatovengador

05/07/2010 22:51:10

Desde la costa del Lago del Vaho y varios kilometros tierra adentró se puede ver como nubes negras han empezado a arremolinarse sobre el volcán del Peñón de Amn.

Desde esa distancia da la sensación de que se está formando un vórtice de fuego, electricidad y oscuridad sobre el volcán activo.

filoscuro

06/07/2010 15:30:03

Ven mi niña, ven te estoy esperando

Fue unas de las frases que Aizha escuchaba en su mente con una indudable necesidad de viajar al norte.

Estaba en la casa que Dylan estaba usando de alojamiento cuando tuvo la primera sensación de tener que viajar. Así que sin más pensamientos, empezó a andar, Dylan trató de detenerla sin mucho exito. Cogió su caballo y partío hacia el norte. Dylan la acompañó.

Cerca de Berrión, en el camino del comercio, otra vez escuchó una voz...

Al este mi niña

Giró su caballo y fue al este, Dylan viró el caballo y trataba de detenerla sin exito.

Llegaron hasta el barquero que lleva a la gente hasta el volcán, allí, cerca del barquero, estaban algunos de los Calimshitas más representativos, Rodrik, Isabella, Tabris... tambien se percató que estaba Sherin y Bulbaiff.

Aizha sin pensarselo mucho, trató de subir al barco, mas Rodrik, la cogió cual saco de patatas y se la echó al hombro. En ese momento, Dylan que no queria ir, subió al barco muy convencido de que tenia que ir.

Isabella, pidió que dejaran partir a Dylan y Aizha al volcán. Tenia un plan.
Así que los dos, llegaron al volcán.

Cerca de este, las aguas estaban envueltas en fuego, pero el barco no se veia afectado, al mirar al cielo, se podia ver un vortice de fuego, electricidad y oscuridad. De él, salian diablos y toda clase de seres.
Al bajar la vista, Aizha vió como llegaba Nerusyfe, tan bella y encantadora como siempre, aterrizó y dedico una sonrisa amable a los dos.

Estuvo hablando con ella, estaba creando un hogar como el suyo, ya que no podia volver. Aizha le pidio una casita en su nueva casa y Nerusyfe le prometio un palacio para ella sola, lo que consiguio sacar una de las sonrisas más enormes en el rostro de la mediana.

Al poco, llegó Isabella con sus compañeros. Aizha estaba más pensativa en sus cosas, el palacio para ella, que en lo que estaban hablando. Hasta que escucho una pregunta de la voz de Nerusyfe.

- "¿Quereis iros? o quedaros"

Como respuesta, Aizha cogió la mano de la sucubo y esta sonrió.

-"¿Algo más?" - Pregunto Nerusyfe a Isabella

Aizha volvió a sus pensamientos, hasta que Isabella y los demás se fuerón del volcán, donde estuvo más tranquila.

Al cabo de una conversación con la sucubo. Se fue del volcán.

KHEYNAN

06/07/2010 15:53:15

Habia pasado un par de lunas desde la primera vez que sintio esa extraña sensacion en el desierto, una inquietud nublaba su mente.

( Que me esta pasando?)pensaba sin perder de vista el norte.

Le conto lo que le pasaba a Isa.

- No se lo que me pasa, es como si por un instante sintiera una necesidad de ir al norte.

_ Eso es por un geas. Le contesto la hechicera.

- Nadie me ha hechado un geas Isa, no tengo ningun geas.

_ Ay muchos tipos de geas.

Despues de eso volvieron a sus tareas. Cuando acabaron y regresaron al Oasis.

-Isa ,puedes explicarme eso del geas? puedes comprobarlo?

_Quizas Abd pueda, sientes nauseas, mareos o algun malestar?

- No, solo la necesidad de ir al norte.

_ Es un geas, no es muy fuerte asi que no tienes de que preocuparte, podras aguantar?

- por el momento si, pero no se asta cuando.

_ No tienes porque preocuparte.

Al dia siguiente estando en la habitacion , Aizha llego como un torbellino , abriendo cajones y puertas.

-¿Que haces?

_¿Donde esta?

-¿Donde esta quien?

_La prostituta...no ha venido?

- Aqui no hay nadie , asi que deja de removerlo todo

_Estamos nosotros dos asi que si hay alguien...

- Me referia aparte de nosotros dos , como se nota que te has tirado una semana sola.

La sensacion volvio a nublar la mente del explorador.

-( otra vez..)

_ bueno me tengo que ir a dar un paseo.

La mediana salio corriendo de la habitacion.

- Aizha , ¿ Ha donde vas? Pregunto mientras corria tras la mediana.

_ voy a dar un paseo. Decia mientras no apartaba sus ojos del norte.

- ¿ Tu tambien?

_ ah , pues vamos los dos . Mientras corria hacia el oasis a por su caballo.

Mientras intentaba disuadir a la mediana de la idea de ir al norte, el explorador monto en su caballo siguiendo a la mediana, la sensacion le volvio a dar una y otra vez mientras seguia a la mediana. Una fuerte nacesidad le aparecio al llegar al cruce del camino del comercio que llevaba al bosque Mir, algo lo llamaba desde el este, sus piernas espoleteando el caballo hacia esa direccion actuaron solas, ya no era mala idea pensaba el joven.

Al llegar a las montañas Alamir la sensacion se paso pero la mediana seguia, no podia dejarla sola. Al llegar al lago vio a Isa a la que le grito.

- Isa , detenla.

Rodrik , Sherin y Bulbaiff tambien estaban alli . Rodrik reacciono a tiempo y cogio Aizha antes de que embarcara. La sensacion volvio a surgir con fuerza , mi cuerpo se subio al barco con una conviccion ciega de que era lo que tenia que hacer, Bulbaiff intento impedirselo pero el gracil humano intento zafarse recurriendo a sus habilidades...

Jack_Botas

06/07/2010 21:02:42

Acababa de dejar a Dylan y Aizha en las celdas del alcazar. Su reclusión voluntaria era un buen gesto. Tras asegurarse de que dispusieran de todas las comodidades posibles tomo pluma y pergamino para redactar al misiva a Los Justos; esta empresa era demasiado grande como para tener la soberbia de pensar en lograr el éxito en solitario. Y hacía tiempo que Leobald habia dejado atrás tal sentimiento... Escribió unas líneas con rapidez y timbró la carta con el lacre del Fénix.
-A Berrion, pronto, para Los Justos- le dijo al mensajero que recogió la carta y desapareció a la carrera.

Ash

07/07/2010 15:12:38

Nesh recibe el mensaje y se marcha a toda prisa en direccion Arion.

KHEYNAN

08/07/2010 20:24:50

Tras pasar un par de dias en la celda, Leobald al ver que seguiamos alli decidio dejar que vagaramos por el castillo aun que vigilados por un par de soldados. Aprovechando que esta en el castillo le pide al capitan Lence una audiencia con Lady Myllerne o con Lady Jeanna.

Mientras le conceden la audiencia pasa los dias hablando con los guardias.

Ash

09/07/2010 21:58:55

Tras ponerse al corriente de la situacion, Nesh , emprende la marcha hacia las faldas del volcan a espera de que las misivas enviadas sean recibidas.
"no dejare que ese ejercito crezca y arrase con todo"
Se decia para si mientras cabalgaba a toda prisa hacia el volcan.

gatovengador

16/07/2010 01:09:38

Pasan los días y el vórtice sobre el volcán se mantiene, pero se han empezado a ver cambios. Parece que ha empezado a crecer vegetación frondosa en su loma a la que no afecta las altas temperaturas, y una brisa fragante se extiende desde él hasta las costas vecinas.

Bengue

16/07/2010 22:12:07

Caminaba despacio y pensando en sus simples preocupaciones cuando un aroma embriagador inundó su nariz. Los más gratos pensamientos recorrieron su cabeza y su sexto sentido le hizo pensar que quizá al este encontraría aquello que tanto anelaba. Y tras escaquearse de las labores que Rod le mandó, montó en el barco y partió en busca del orígen de aquella fragancia...

[i:a14d9a416e]"Cuando entorno los ojos bajo el sol otoñal
Y respiro el aroma de tu cálido seno,
Ante mí se perfilan felices litorales
Que deslumbran los fuegos de un implacable sol.

Una isla perezosa donde Naturaleza
Produce árboles únicos y frutos sabrosísimos,
Hombres que ostentan cuerpos ágiles y delgados
Y mujeres con ojos donde pinta el asombro.

Guiado por tu aroma hacia mágicos climas
Veo un puerto colmado de velas y de mástiles
Todavía fatigados del oleaje marino,

Mientras del tamarindo el ligero perfume,
Que circula en el aire y mi nariz dilata,
En mi alma se mezcla al canto marinero."[/i:a14d9a416e]

Y llegó hasta el peñón, donde seres de increíble belleza bailaban al ritmo de una música celestial formando el bucólico paisaje que tanto había buscado.

Y se encontró con Nerusyfe, y se hicieron promesas de amor eterno.

"Protégeme de mi hermana, ella querrá separarme de tí"

Al poco tiempo llegó Isabella, Sherin y lo que parecían dos paladines, que con sus palabras confundieron a Azhmel.

¡Incluso por un momento llegó a odiar a la bella mujer! Pero se recuperó rápido y pidió que echaran a los intrusos, Nerusyfe satisfizo sus deseos.

"¿Cuándo podremos casarnos, amada mía?"

"Debemos esperar a mi madre"

"Tu... ¿Tu nunca me harías daño, verdad?"

"Jamás"

filoscuro

17/07/2010 11:16:15

Aizha se encontraba en Arion, esperando saber que día se moverian para el volcán para poder actuar.
De mientras hacia lo que le pidió Myllerne, más por su propio interés que por el de ayudarla, le pidió que buscara todos los puntos débiles del ducado, por donde cualquiera pudiese colarse. Esa era su especialidad, colarse en lugares indebidos o lugares donde no era bien recivida, así que en cierta manera, lo hacia con sumo gusto.

"Esto me servirá para saber por donde colarme, diré todos los puntos débiles menos uno, que usaré para mis intereses" -pensó la pequeña mediana mientras sonriente buscaba esos huecos-

sharkang

20/07/2010 14:05:46

Nyrnael patrullaba en las cercanias de Mir tratando de impedir que mas inocentes se encaminaran hacia el volcan.
Al llegar al campamento que Calimport habia instalado recientemente, encontro a Isabella, Azhmel, Ankor y Luminita.

Nyrnael se sintio extrañada al ver a Azhmel, pues no habian podido rescatarlo de las garras de la sucubo. La Paladin dudaba de las palabras de Azhmel. Habia conseguido huir como decia o era un enviado de la Sucubo? Sin embargo no vio mentira en las palabras del humano.

Tras despejar las mentes de los presentes contra la influencia de la Sucubo y los envenenados aromas que se extendian por el bosque, se oyo una voz. Pronto se encontraron ante un demonio.

Nyrnael conjuro contra el mal y se preparo al combate.

- Acercaos a mi, dentro del circulo - Ordeno.

El demonio se identifico.

- Soy Grazz't.

Al oir eso nobre muchos lo identificaron, adulandolo ante el evidente terror que les causaba. Principe y Lord de demonios lo llamaron.

El demonio ofrecio un trato. El ayudaria a acabar con la Sucubo y a cambio se deberia convocar a unos de sus subditos en un lugar lejano a Calimport cuando el dijese.

- No hare tratos con un demonio, se haga llamar Principe o plebeyo. Os he combatido en el pasado, lo hago en el presente y asi lo hare mientras viva.

Algunos de los Calishitas presentes accedieron al trato. Alli se encontraban ahora Tabris, Rodrik, Bulbaiff y algun otro.

- No permitire que se convoque a demonio alguno. Lo impedire. No existen dos bandos de demonios para mi. Aquel que traiga demonios a este plano estara en el bando contrario y sera mi enemigo. Esta aberracion solo traera mas mal.



Tras el si de algunos de los presentes el demonio dijo que prepararia todo para la guerra y desaparecio.

Nyrnael se dirijio al embarcadero de las montañas Alamir y alli encontro varias puertas planarias de las que salian seres demoniacos. Los abatio uno tras otro. Los demas llegaron en ese momento lamentandose de que la servidora del Justo habia eliminado a los 'refuerzos'.

En ese mismo momento Grazz't aparecio de nuevo y se encaro con la servidora de Tyr.

- Vuelve por la puerta de la que has salido aberracion demoniaca!

La respuesta fue un 'ya estoy harto' seguido de un mandoble de la gigantesca espada bastarda del demonio. Nyrnael cayo a varios metros, no era rival para Grazz't. Por suerte Luminita no pensaba dejar alli a la Paladin y la trajo de vuelta a la vida.

Conmocionada, la Paladin vio salir de aquellas puertas multitud de demonios a oleadas. Preparaban el campo para la batalla que vendria.

- No puedo acabar con esto yo sola, ire en busca de aliados. No distinguire bandos de demonios.

Partio rauda y recorrio al galope las llanuras en busca de ayuda.

//esta noche de miercoles para los que quieran ayudar

EspadaUngida

21/07/2010 13:39:46

[i:685be94502]El mago oscuro estaba de pie como una sombria estatua, observando el tablero que se representaba en el suelo delante de él. Buscaba las sensaciones que necesitaba para encontrar el hechizo adecuado, normalmente a un hechicero como él éstas le sobrevenían en cuestión de décimas de segundo. Pero cuando se trataba de un hechizo tan poderoso y complejo, debía meditar largamente y simplemente esperar a que éstas le sobrevinieran.

La voz de su pupilo lo sacó de su total meditación pero no de su concentración ya era un arcano suficientemente versado como para meditar y realizar hechizos mientras hablaba.

- Shalafi, ya estoy listo. Escuché a los ejércitos cerca de aquí. Quizás deberíamos partir ya - Dijo el pupilo con un ligero tiemble de voz, no quería ofender a su maestro.
- Se irá dentro de poco, mi impaciente aprendiz - Contestó escuetamente el hechicero, a lo que el elfo no pudo más que asentir y retirarse hasta el rincón más oscuro de su habitación.

Izan desenroscó el colgante que colgaba en su cuello. Éste tenía una gran gema de color verde en el centro que otorgaba a su dueño multitud de protecciones físicas y mentales.
Agarró con el puño el colgante y lo dejó balancear libremente, como un péndulo mientras de su boca se desgarraban en el aire los versos del hechizo, en una lengua tan oscura que no podía otorgársela a ninguna de las razas del primario.
La magia empezó a arremolinarse, siluetas humanoides cubiertas con un tono carmesí empezaron a danzar en torno a él. El señor de la torre estaba arremolinando toda la energía del caos y el mal en el objeto y pervirtiendola a su vez, la magia empezó a entrar en la gema del colgante que absorviendo su energía empezó a desprender un intenso fulgor rojizo.
Finalizado el hechizo y gastado sus componentes se colocó el colgante alrededor del cuello que aun crepitaba y temblaba del poder del hechizo. Este se fue apagando paulativamente hasta adquirir un tono morado, que parecía provenir de las profundidades de la gema.
El aprendiz lo miró a su maestro una vez más sorprendido.

- El hechizo de Antipatía ha concluido - dijo Izan - Con éste colgante, debería evitar al grueso de los demonios. Ahora sí es hora de encaminarnos a las montañas de Alamir.

Fuera de la torre el nigromante de túnica negra alzó su bastón y junto a ellos empezó a arremolinarse una masa humeante que parecía salir del bastón del arcano, el humo empezó a cobrar la forma de una sierpe voladora. Quien presa por el bastón del arcano extendió una de sus enormes alas para que éstos pudieran montar sobre ella.
Sobrevolaron el bosque de Mir, cruzando el campamento Calishita y se acercaron a las montañas de Alamir, lo suficiente para ver la impresionante nube negra que se cernía sobre el volcán del Vaho.
En la costa del lago que bordeaba el volcán esperaban los ejércitos convinados del norte, sur y un grupo de formadas huestes demoníacas provenidas por el señor oscuro Graz'zt con el fin de ayudar a los mortales a perjudicar a su acérrima enemiga.
La muchedumbre se acercó a él, parecía que lo esperaban.
En cambio fue un enorme Balor, quien desplegó sus llameantes alas y rugió la primera señal de la batalla.

- Destruyamos a esas súcubos. No dejeis a ningún demonio que sirva a aquella zorra con vida. - Rugió el Balor, con una voz salida de las profundidades del abismo.
Delante de él, apareció una grieta que empezó a abrirse formando una puerta dimensional, al otro lado se podía ver con claridad las tierras devastadas que rodeaban el volcán.

Tan pronto como los demonios se encontraron en mitad del desolador paisaje, atenuado por lo que parecía que eran pequeñas plantas tropicales creciendo alrededor de la candente roca volcánica.
En cambio, poco pudieron observar el paisaje, empezaron a escuchar un enorme zumbido, muchos tuvieron que taparse los oidos ante aquel infernal sonido. Observaron el cielo y vieron como una de las nubes que les cubrían se movía ¡y en su dirección!.

- A cubierto, replegaos - Gritaban los mandos del ejército calishita, mejor formados que los caóticos demonios o la desperdigada gente del norte.

La nube no resultó tal, sino un enjambre de chasmes - demonios con forma de mosca - sedientos de sangre, y picoteando a otro grupo de criaturas aún mayor pero que caminaban por tierra.
Los rutterkin, guiados por las picaduras del chasme como si fueran los golpes del látigo de un esclavista se lanzaron entre gritos contra el ejército de caballeros y magos.
Izan rápidamente perdió de vista a su pupilo, por decirlo de alguna manera perdió de vista a todo el mundo. Solo divisaba miembros desperdigados, espadas, tajos y cadáveres.
Un chasme se acercó a él con la intención de desgarrarle la espalda pero antes de que Izan pronunciara un hechizo destructor observó cómo éste se alejaba con el rostro contraido por el pánico de él.
El mago sonrió y observó su colgante, que vibraba y parpadeaba por la energía que desataba.

Pensó en avanzar en dirección al portal, pero recordó las palabras del Lord demoníaco en las que recordaban que el portal debía ser cerrado por ambos lugares simultáneamente.
Necesitaría la ayuda de esos mortales, asi que empleó su energía en curar y revivir a los heridos, aprovechando que los demonios se alejaban de él a su paso y no lo atacaban dandole el espacio suficiente para realizar los hechizos curativos.
Pero los demonios no eran estúpidos, rápidamente se dieron cuenta de su ingenio y algunos arqueros tieflings apostados en las montañas empezaron a disparar contra él haciendole desplegar numerosos hechizos protectores sobre él mismo.

Poco a poco, el ejército, ayudado por las huestes demoníacas de Graz'zt se abrieron paso através del enjambre de demonios y hombres poseidos por las súcubos que peleaban hasta su muerte. Todo hasta llegar al vórtice custodiado por la temida hija de Malcanthet , Nerusyfe.

Mientras el resto de soldados luchaba contra sus súbditos, Izan extendió su colgante y lo acercó a ella que chilló molesta, pero ella no huyó como el resto rugió y avanzó con intención de quitarle aquel objeto tan molesto.
Entonces la hoja curvilinea de Ankor cortó el abdomen de la Súcubo que chilló de dolor, confusa aún por la magia del colgante, recibió una y otra cuchillada del elfo que la atacaba sin parar.
Entonces llegó el turno del arcano que hasta ese momento no había usado su magia de ataque, empezó a moverse a una velocidad inusitada y de sus conjuros salieron decenas de proyectiles mágicos que junto a los mandobles del soldado elfo acabaron con el cuerpo de Nerusyfe.

Malheridos y cansados apenas se escucharon un par de vítores cuando tomaron el volcán y rodearon el Vórtice que conducía a la capa 570 del abismo, el hogar de la madre de Nerusyfe.

- Qué debemos hacer ahora, el portal debe ser cerrado desde el otro lado - Dijo alguien.
- Quien entre no podrá salir. Estará condenado - Dijeron temerosos algunos, nadie quería entrar y quedarse atrapado en el abismo.
- Lo haremos nosotros entonces - Se adelantaron los dos paladines del grupo Nesharay y Nynrael, con sus armaduras repletas de salpicaduras de sangre demoníaca - Es nuestro deber, moriremos con gran honor por ayudar a cerrar ese vórtice.
- Por mucho valor y corazón que le pongais, cómo sabreis como cerrar el portal - Dijo Izan, ante el desazón de quienes les escuchaban. Para sorpresa de casi todos se pronunció - Iré yo con vosotros.

Rápidamente, su pupilo apareció entre la muchedumbre, con algunas visibles heridas en su cuerpo.

- ¿Quereis que os acompañe Shalafi? - Dijo el elfo, que lo observaba detenidamente, sin mucha confianza para entrar en el portal.
- No, tú te quedarás aquí y ayudarás a cerrar el portal desde éste lado.

Se giró y encaminó junto a los dos caballeros, justo delante del llameante contorno del portal.

- Vamos caballeros, no tenemos mucho tiempo - Tras ésto, los paladines iniciaron marcha y el mago de túnica negra se adentró a su espalda.

Los paladines quedaron totalmente confusos cuando cruzaron el umbral, como todas las personas del mundo primario habían escuchado terribles historias del abismo, pero no se esperaban lo que veían. Ante ellos se cernía un lugar de paraiso, palmeras, una cálida e hipnótica brisa, unas playas de aguas cristalinas...un lugar ideal para muchos mortales, o al menos en apariencia pues tras esa bella fachada se ocultaba un lugar de pesadilla.
Un lugar muy apropiado para la reina de las súcubos, pensó el hechicero de túnica azabache y adelantó la marcha, aún con el colgante sobre su pecho brillando intensamente.

- ¿Dónde estamos? - Dijo el caballero, mientras miraba a uno y otro lado confuso.
- Es el abismo, la capa 570 el hogar de Malcanthet la madre de Nerusyfe.

Antes de que el paladín quisiera preguntar si realmente ésto era el abismo y no alguna trampa de la súcubo, varios demonios salieron de detrás de las palmeras, otra mano demoníaca sujetó su pie saliendo desde el interior de las casi blancas arenas.

- ¡Demonios! - gritaron los caballeros mientras daban espadazos intentando quitárselos de encima.

Izan, aprovechó el momento para estudiar el portal, rozando con la llema de los dedos las runas grabadas en su contorno y concentrandose en él. Entonces sintió un hilo de energía, que brotaba desde algún punto del plano y lo siguió como si siguiera pequeñas migas de pan. Tras él, abandonó a los caballeros que se enfrentaban a los centenares de demonios con todo su poder.

El camino terminó para él, y se plantó delante del foco del portal, un pequeño obelisco brillante, repleto de runas doradas y moradas en la oscura lengua del abismo.
Sintió como el poder que irradiaba era una mezcla de mágico y demoníaco y supo que si bien junto a él no estaban los paladines, él debía usar medios similares para acabar con él.
Lanzó dos disyunciones sobre el obelisco, debilitando la magia arcana que éste irradiaba. Agotado e incapaz de realizar ningún hechizo de gran poder, clamó al poder que le había sido otorgado hace una década mientras alzaba el bastón apuntando al cielo rojo que les rodeaba.

El bastón empezó a brillar por la energía "divina" y el mago golpeó con todas sus fuerzas el obelisco.
Por cada golpe que daba, parecía que todo el plano temblase de furia, truenos y relámpagos aparecían junto a él, desatando terribles mareas. Algunos demonios, lo observaron presas del pánico por lo que el arcano estaba logrando, pero por algún motivo no lograban acercarse a él, en alguna parte de su equipo un objeto irradiaba una energía que los instaba a alejarse de ella y no lograban sustraerse de su efecto.

Continuó golpeando y apareció una brillante grieta, entonces la silueta del obelisco empezó a parpadear y hacerse menos tangible, mientras los temblores aumentaban y las grietas que rodeaban el obelisco aparecían en la tierra del plano.
Izan supo que había logrado destruir el obelisco y que su tiempo se le acababa asi que se lanzó lo más rápido que pudo hacia el portal, para lograr escapar antes de que éste se cerrara o acabara engullido por alguna de las grietas que aparecían en la superficie del plano.
Finalmente, agotado, malherido y sin conjuros divisó el vórtice, que temblaba y se cerraba poco a poco. Observó el campo de batalla, cientos de demonios yacían en círculo, y en el centro de éste dos valerosos caballeros muertos, pero antes de desfallecer habían logrado acabar con sus enemigos.
Y librarle así el camino, se dijo el arcano, que pasó junto a ellos sin dedicarles más atención. Pudo haberles revivido, como había hecho en las faldas del volcán, pero decidió que ya no le podrían servir de ayuda y les agradeció mentalmente el trabajo que habían realizado, mientras se encaminaba hacia el vórtice.
Pero entonces, la mala suerte se cernió sobre él, el suelo tembló por las sacudidas del plano y un rayo cruzó el cielo hasta estrellarse cerca de él. Izan, logró agarrarse a la grieta antes de caer al abismo infiinito, pero pudo observar como el portal se cerraba delante de sus narices, a no más de un metro de él.
Gritó y gritó de rabia, maldijo en todas las lenguas que conocía, mientras agotado se incorporaba.

Jadeante, pensó que su fin estaría cerca y se acercó a los caballeros, utilizando sus últimas energías para revivirles. Ahora si que podrían serle de ayuda.

- ¿Qué? ¿Qué ha pasado....dónde estamos? - dijo la caballera mientras recogía su espada y observaba el plano que les rodeaba.
- Habíais caido, abatidos por los demonios. He logrado cerrar el portal, pero no hemos podido salir antes de que éste se cerrara.
- Entonces lo hemos logrado, más no importa nuestra situación. Hemos logrado lo que nos proponíamos - Dijeron los caballeros, sonrientes por haber logrado lo que se propusieron aún a costa de sus vidas. El arcano les miró con una mueca agria en su rostro.
- Si lo que esperais es la muerte, no será eso lo que recibais - Dijo con su rostro contraido el arcano.
- ¿Tormento eterno? - Dijo el paladín, deduciendo a qué se refería el nigromante.
- Así es, cuando Graz'zt se retire ahora que ha logrado su objetivo, Malcanthet volverá, y créeme que no estará contenta de ver a sus huestes muertas al igual que su hija y el vórtice cerrado.
- Moriremos combatiendo - Gruñieron los caballeros, que no estaban dispuestos a ello.
- Es probable, aún así, tengo una última idea, un conjuro que nunca he probado fuera del plano material y no sé si funcionará... - El mago rebuscó entre sus cosas, requería diez zafiros, diez diamantes, diez rubíes y diez esmeraldas. Tenía de sobra en todo excepto en zafiros que apenas tenía dos - Necesitaré zafiros, ¿teneis?
Los paladines negaron rotundamente para desazón del arcano.
- Entonces dadme todas las gemas que poseais, lo intentaré de todas formas, quizás más esmeraldas o diamantes puedan contrarrestar los zafiros que nos quedan.

Puso un cuenco delante de ellos, y los caballeros empezaron a soltar todas las gemas que poseían, hasta que el arcano dijo basta.

- Mientras yo conjuro, crear un círculo protector, para cuando los demonios vuelvan.

Los paladines asintieron y empezaron a orar a Tyr, trazando círculos y runas en el lenguaje celestial, con el fin de impedir el paso a las criaturas demoníacas. Mientras tanto, Izan se concentró en su función, recopilando las gemas y recitando las palabras del ensalmo, pero pronto entendió que algo no iba bien, se concentró todo lo que pudo pero entendió que era insuficiente, los zafiros eran una parte esencial en el hechizo y solo pudo observar como todas las gemas se deshacian en el cuenco y evaporaban todas las esperanzas del arcano en huir de aquel lugar de pesadilla.

Los ruidos de guerra en el plano también cesaron al mismo tiempo que las esperanzas del grupo, y sintieron como todo se tranquilizaba de nuevo. Las tormentas cesaban, los temblores y grietas también. Pero entonces escucharon un infernal grito de furia, provenido por una voz femenina.
A un metro del círculo la arena empezó a arremolinarse en un pequeño torbellino que dió a luz a la poderosa reina de los súcubos.

Malchantet desplegó sus inmensas alas coriáceas, mientras desplegaba una belleza más propia de una diosa que de un demonio.

- ¡Vosotros! Habeis sido quienes habeis destruido el portal.. y mi hija y mis siervas..- Continuó gruñiendo y gritando la enfurecida demonio.
- Nosotros no deseabamos atacaros, vinimos a cerrar el portal pero los demonios nos atacaron - Dijeron los paladines, mientras el hechicero negaba con la cabeza por lo inútiles de sus explicaciones.
- Pagareis eternamente por vuestras ofensas, creedme que torturaré vuestra mente, corazón y vuestra alma. - Prometió la súcubo.
- Moriremos antes - Dijeron los paladines, quienes desenfundaron sus brillantes armas, que irradiaban poder divino.


El hechicero de túnica observó la situación y entonces apareció en su mente una idea, un plan que podría sacarle de allí, aunque quizás a un precio alto para algunos, pero al hechicero eso ya no le importaba...[/i:685be94502]


//Siento el tochazo, decir que me lo pasé muy bien.

Suu

21/07/2010 15:26:16

La elfa llegó corriendo donde estaban apostados los demonios “aliados”. Instintivamente dio un paso atrás al ver el ejército de demonios que estaba allí agrupados en la espera de órdenes. Miró a todos lados, pero no le vio, dio media vuelta y salió corriendo. Sus pasos la guiaron hasta Nyrnael, que a sus pies había una grieta y en su mano solo la empuñadura de su espada. De repente la espada comenzó a reestructurarse trozo a trozo, hasta que después de una luz cegadora, apareció una espada totalmente nueva y con un filo brillante. La paladina le dio gracias a Tyr, estaba decidida a eliminar todo demonio que se encontrase, fuese “aliado” o no.

Luminita emprendió la marcha de nuevo hacia el norte, tenía que encontrarle antes de que la batalla comenzase, no pudo evitar sonreír a ver al caballero Nesharay, que al enterarse de que la paladina de Tyr iba a luchar en la batalla, salió raudo a su ayuda.
Ambos llegaron al lugar, en el que cada vez había más aventureros dispuestos a ir a matar a esa súcubo. Cuando el ejército demoniaco dio la orden, todos emprendieron la marcha, atravesando un portal que les dirigía al mismo volcán.

En las faldas del volcán la lucha se hacía interminable, en el suelo había tanto aliados como enemigos, pero el grupo consiguió abrirse camino hasta llegar donde se encontraba la súcubo, la cual murió decapitada por la cimitarra de Ankor. Ahora solo quedaba cerrar el vórtice, para ello alguien debía ir hasta el otro lado y cerrar también desde allí. Solo Izan, Nyrnael y Nesharay entraron al otro lado. Tras una larga espera, el vórtice explotó, la tierra comenzó a temblar y los demonios que quedaba empezaron a reagruparse, así comenzó la huída hasta llegar al portal por donde entraron, el cual más tarde explotó dejando atrapados en las faldas del volcán a Rodrik, Ankor, Luminita, el bardo Ders, Aihza y el arcano que vino con Izan. Tras comprobar quien podía salir y quien no, Rodrik y el arcano desparecieron teleportándose.
La elfa miró al cielo, le pidió a Ankor que se marchase, ella se ocuparía de los que no podían salir de ahí. Pero el elfo era demasiado testarudo y se negaba a irse y dejarles solos. Algo golpeó el suelo con fuerza, un dragón rojo, extrañamente “amistoso” que ofreció llevarlos a todos hasta donde estaban los demás. Subieron todos y al llegar quedaba la duda de que hacer con el arcanos y los paladines. Pero Izan consiguió regresar, los dos paladines seguían atrapados en el Abismo.

Y ahora solo quedaba pensar que hacer, Isabella decidió ir a la biblioteca de Calimport, Luminita a petición de Ankor fue a buscar información en la biblioteca de Weldazh y el resto se quedo en el campamento de Mir a la espera de nuevas.


//Primero siento al otro arcano, en serio no me acuerdo bien del nombre y antes de liarla prefiero poner eso, aunque me quede feo xD. Siento la tochada y lo mal redactado que esté, pero me lo pase ayer muy bien, gracias a todos ^^

ArkasLynvail

08/08/2010 21:03:13

El olor a incienso y los regios cánticos eran la tónica del lugar, los fieles adeptos escuchaban y repetían al unísono cada uno de las estrofas y versos que componían las oraciones.
Junto al lugar más iluminado de la sala el sacerdote guiaba las plegarias levantando las manos al cielo, éste vestía una holgada túnica de matices claros y brillantes símbolos de oro. Sus jóvenes ayudantes le colocaban todas las cosas que iba requiriendo en el instante preciso, presos de un entrenamiento que les había llevado años.

Pero algo trastocó la armonía de la misa, un joven quedó paralizado observando el rincón de la capilla, el resto le instaron con furtivas miradas a que se apresurara antes de que el sacerdote requiriera. Salió de su ensimismamiento y observó al sacerdote que lo miraba, al igual que el resto de frailes y el no pronunció más que una interminable y casi ininteligible frase.

Todos siguieron la vista del joven, atraída su mirada por algo más que curiosidad. En un principio, observaron una estatua sumergida en sombras, ésta representaba un hermoso ángel guardián de las estatuas centrales que representaban a los dioses de la triada. Pero para asombro de todos, las piernas de la estatua se estiraron al igual que hicieron sus rocosas alas como si sus músculos se hubieran totalmente humedecido se estiró por completo mientras la roca se deshacía a su paso.
Saltó del pedestal y cayó como una enorme barra de plomo haciendo retumbar el suelo, la estatua de roca observó la ahora silenciada capilla mientras la piedra le resbalaba por el cuerpo hasta caer al suelo como si la roca solo fuera una capa que cubría a un ser muy real, hubiera sido esto cierto si cada trozo que caía no desvelara una luz intensa que parecía provenir de las entrañas de la estatua.

Le esperaré junto a las cámaras de rezos.

Tras esto la criatura salió en dirección oeste, dejando a su rastro una estela de roca mientras se descubría su verdadera silueta.



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Mientras tanto...a varios mundos de distancia de aquel lugar, una humana y un hombre estaban encerrados en lo que parecía un auténtico paraíso, sino fuera por el inmenso mal que encerraba su lujosa apariencia.
Llevaban allí cerca de un mes pero el tiempo les había parecido una eternidad, las pruebas que habían sufrido en el abismo habían multiplicado a las del mundo mortal, a cada hora a cada instante, las súcubos o incubos se acercaban a ellos, usando sus ilusiones para corromper sus férreas mentes, para entregarse a los placeres que les proporcionarían y para atormentarlos físicamente cuando se negaran a ellos.

En un instante de descanso, la perturbada mente de la paladina Nynrael se acercó a su espada, aquella arma entregada poco antes de la batalla que les había condenado en este pérfido lugar ni más ni menos que por su propia deidad, aquella arma junto a la cruz que siempre llevaba Nesharay eran los únicos objetos de quienes los demonios recelaban.
Cuando observó su filo, sintió que éste se transformaba, las antiguas runas en celestial que grababan el emblema de su dios desaparecían y Nynrael por primera vez sintió desazón por si también su arma había caído bajo la maldad de aquel lugar. Pero extrañamente las letras no desaparecieron del todo, sino que éstas formaron otras diferentes en un lenguaje que ella nunca había oído, ni leído pero que de alguna forma entendía.

sharkang

08/08/2010 22:27:53

Aturdida tras un martirio que parecia no tener fin, trato de discernir si lo que acontecia a los dones de Tyr era fruto de alguna patraña mas de aquellos seres de maldad infinita o si era real. Miro las runas tratando de enfocar unos ojos cansados, tatuados de imagenes que perturbarian a la Paladin hasta el fin de sus dias.
Se aferro con su mano derecha a la espada en una nueva oracion, mientras la luz de la balanza que aguantaba en su izquierda iluminaba el arma.
Miro hacia Nesharay, y apretando los dientes trato de mantenerse firme.
Que eran aquellas runas? Como discernir entre sueño y vigilia, entre realidad y pesadilla? Solo la fe, solo su Señor, si, solo eso seria siempre inequivoco.

Jack_Botas

09/08/2010 10:47:01

El Caballero abandonó el atrio del Templo y se dirigió al ábside central a elevar una plegaria de gratitud y valor por la empresa a acometer. El encuentro lo había cambiado, la frustración de las últimas semanas daba paso a la determinación de los que se saben dignos. El plan divino hacía mover sus engranajes para aplastar el mal lenta pero inexorablemente, siempre lo había sabido, ahora tenía la certeza, ahora tenía una misión concreta, ahora era otro hombre. Por segunda vez en su vida había sido honrado por la gracia de Los Padres. El fracaso no era una opción, dos almas puras dependían de ello. Debía reunir a quienes aun pudieran empuñar la espada por los justos ideales.
Leobald se santiguó antes de salir del templo y cabalgar a en busca de Los Justos que pudiera encontrar. La adversidad era su compañera de viaje, pero era una vieja conocida.

Reb

10/08/2010 17:10:42

El encuentro con Leobald dejó a Reb muy pensativo. El sufrimiento de Nesh y Nyrnael debía ser atroz y a pesar de su fortaleza y fuerte voluntad... todos tenemos un límite. Pero había esperanzas... las había y Leobald le dió pruebas de ello. ¡Que gran caballero se estaba forjando en ese fornido seguidor de la Tríada!Había que reunir a mas amigos y hermanos para el trabajo... mas paladines y clérigos de la tríada... No hábía nadie mas en el brazo ahora, era el turno Reb.

Jack_Botas

10/08/2010 19:22:13

Leobald leyó para sí la carta que había escrito apresuradamente tras la marcha de Sir Reb. Asintió, la plegó y la lacró con el lacre negro de los maestres.
-Para el Rey del reino enano de las Minas de Gothor, bajo los Dientecillos, apresuraos.- dijo a una mensajero que esperaba pacientemente junto la puerta de la sala del juicios.
La mensajera asintió y, tras guardar la carta junto a pecho, corrió a cumplir su cometido.

Ahora solo cabía esperar y rezar. Leobald esperaba que los enanos acudieran, pero temía pedirles demasiado. Hacía semanas que no sabían de ellos y, aunque el tiempo de los enanos discurre de diferente modo que para los hombres, temía que acaso tuvieran sus propios problemas bajo tierra.

Vampire_mina

12/08/2010 22:12:25

La hechicera se preguntaba, cuanto tardarian en aparecer Leobald, hacia ya mucho habia dejado un mensaje con la aprendiz de Nesharay, pero no habia respuesta..

(quizas, no les interese.. es una pena... creo haber dado con la forma..)

*saco un pergamino y escribio una nota*

Estimado Isendel.......

sharkang

13/08/2010 16:46:24

El mensaje del Corazon del Justo se materializo ante sus ojos. La Paladin se aferro a aquellas palabras de esperanza, pues era lo unico que le quedaba, esperanza y fe ciega en su Señor. Habia arriesgado su vida para salvar la de muchos inocentes, era su deber, pero ahora el corazon se le inflamaba sabiendo que fuera de aquel abismo de maldad habia quien no les olvidaban, quien luchaba por liberarlos de la tortura eterna.
Se encogio, metiendo la cabeza entre sus rodillas, tratando de abstraerse de la llamada del mal, concentrandose en su fe, aferrando su espada y su balanza, reflejo de su servicio.
No usaria los poderes de la espada de momento, al menos que la situacion fuese desesperada, un fallo podria resultar fatal.
Solo esperaba que sus amigos, aquellos con los que habia luchado codo con codo, espalda contra espalda, hasta en el mismisimo infierno, acudieran a liberarla de aquella pesadilla... tan real.

Reb

16/08/2010 19:31:57

Las horas pasaban lentamente. Las noches parecían no querer llegar y luego pretender quedarse. El sol recorría su arco con indolencia. Al clerigo se le hacía eterna la espera y eso que no había perdido el tiempo. Era mucho lo que necesitaba hacerse antes de que partiera con Leobald y con... solo pensarlo hizo que una plegaria de bendición apareciera en sus labios.

LLevaba varios dias junto a su hermano del Fenix, luchando y entrenando, acoplando sus estilos de lucha, fortaleciendo los brazos y acrecentandose mutuamente en la fe. Necesiban la fe... creer que era posible cumplir con su misión y rescatar a sus hermanos con vida.

Los ayunos... también estaban presentes. Limpiar el cuerpo, preparar el alma, ponerse en paz con su dios y con los hombres... consigo mismo tambien... La prueba quiza requiriese de su vida y gustosamente la iba a entregar, junto a Leobald, si con ello liberaba a Nyrnael y Nesharay. La valentía demostrada por ambos no merecía menos. Brazo y Fenix juntos de nuevo...y ambos triunfarían o sucumbirían juntos...tan mermadas las fuerzas...

Ash

17/08/2010 18:17:59

Nesh se quedo mirando a Nyrnael, sin saber discernir quizas.. que era realmente lo que estaba ocurriendo en ella, y en su espada, y sinvacilar, la apreto fuerte, e intento calmarla, como bien pudiera hacer en esos instantes.
-Nuestra fe debe seguir fuerte hermana, no dejare que caigas ni que flaquees, en estos oscuros momentos.
Acto seguido, apreto con fuerza su Cruz santa, y comenzo a orar a Torm.

sharkang

19/08/2010 14:24:40

Nyrnael devolvio la mirada a Nesharay, sus ojos cansados por la tortura brillaban ahora con una luz renovada.
- Debemos estar alerta y prestos hermano - dijo Nyrnael a Nesharay en un susurro - nuestro señor Tyr esta con nosotros y los amigos y aliados no nos han olvidado, asi hablo el Justo. Si hemos de caer en esta hora sombria hagamos que los cimientos del abismo tiemblen.

Se fundio en una abrazo con Nesharay mientras imagenes de su pasado desfilaban en su mente. Asharney, el hermano de Nesharay, Penco, Jeanna, Reb, Weston, Basthianos, Althiem, Khilak, Quiara, Timo, Wyrd, Myllerne, Leobald, Lilian y tantos otros. Sus caras y momentos vividos juntos acudieron en recuerdos limpidos, muchos habian caido en la lucha sempiterna contra el mal. Pero hoy no seria ese dia, hoy el bien daria un golpe sobre el tablero, con la furia del que es golpeado una y otra vez sin otra posibilidad que encajar los golpes.

sharkang

20/08/2010 16:20:19

Hacia ya unos dias que se habian llevado a Nesharay. Nyrnael no habia podido impedirlo.

Las torturas tanto fisicas como psiquicas se sucedian. La servidora del Justo se refugiaba en su fe tratando de mantener un resquicio de esperanza. La esperanza que le habia sido transmitida atraves de los dones de Tyr.

Una pequeña niña renqueante aparecio en las playas de aquel maldito lugar, alcanzando la costa a duras penas. Estaba magullada y asustada.

- Como has llegado aqui pequeña? Estas bien? Tranquila no te hare daño. Soy Nyrnael, Paladin de Tyr y no permitire que te hagan daño.
- Vosotros teneis la culpa. Los demonios atacaron Arion despues de que os fuerais, mataron a mis padres y a todos los demas! Devuelveme a mis padres!
- Pero solo dos Paladines vinimos aqui, para evitar que mas demonios fueran a nuestro plano. Arriesgamos nuestras vidas a la tortura eterna para salvar las vuestras. El Fenix guardaba Arion. Myllerne y....
- Myllerne? Una traidora que pacto con demonios! Vosotros sois los culpables!

Con una tristeza profunda en los ojos Nyrnael se acerco a la pequeña; arropandola con una capa.
- No temas, te sacare de aqui y liberare Arion, y si algo puedo hacer con mi vida o mi muerte traere de vuelta a tus padres. Dejame que te cure esas heridas.

La Paladin lanzo un restablecimiento sobre la niña, que grito con un chillido agudo para mostrar su verdadero rostro. Una sucubo que rio a carcajadas:
- No hay esperanza para ti! - grito al tiempo que salia volando sin dar tiempo a Nyrnael a alcanzarla con su espada.

Aun siendo una treta mas, las palabras de la sucubo hicieron mella en Nyrnael, habia oido rumores y ahora esas palabras la torturaban mas que las heridas que le habian inflingido.

Poco despues un soldado de Arion aparecio en la costa. Exhausto, clamaba sobre la destruccion de Arion.
- Arion ha sido tomada, todos muertos! Donde estaban los defensores? donde los Paladines?
Nyrnael se acerco con los ojos entrecerrados.
- Otra triquiñuela que no confundira mi mente! -Diciendo esto, Nyrnael agarro la balanza divina y la apreto contra el pecho del soldado, que grito de dolor y mostro a la sucubo que era en realidad. Esta vez el demonio no pudo escapar al acero sagrado.

Las horas y dias desfilaban implacables el dolor mental era casi mayor que el corporal. Se preguntaba Nyrnael si no seria mejor morir antes de conocer los limites de su aguante. Si habia de morir queria hacerlo bajo el dogma de su Señor.

El Corazon del Justo brillo de nuevo para formar un mensaje. Los ojos de Nyrnael brillaron bajo el reflejo del sagrado acero. Las palabras que estaban en un idioma desconocido pero que ella por alguna magia divina entendia, encendieron su coraje.
Las cosas estaban cambiando... Trajeronn de vuelta a Nesharay que estaba amoratado y escupia sangre a borbotones. Aun asi sonrio al verla.

Nyrnael se acerco desconfiada. No revelaria el plan sin estar segura de que era Nesh realmente. Le tomo de los hombros y apreto contra el pecho del Paladin su divina balanza. Nesh sonrio sacando su cruz dorada.
- No me reconoces hermana?
Su corazon era puro, y eso reconforto a Nyrnael sobremanera. No habia sucumbido.
- Preparate Nesharay! Tyr me ha hablado! Debemos librarnos de los que nos custodian, para dar una oportunidad a nuetsros hermanos que tratan de liberarnos. Asi ha hablado el Justo.

Los paladines avanzaron decididos ahora, varios sucubos y hombres demoniacos trataron de detenerlos, pero habian subestimado el potencial de una fe sin medida.

Llegaron a un portal que atravesaron sin dudar. Nada tenian que perder.

Varias playas mas, desfilaban sin fin, al igual que sin fin parecian los sucubos que sin cesar caian sobre ellos, algunos con una poderosa magia que les heria hasta dejarlos al borde del colapso.

Cuando los ataques cesaban, sombrias voces retumbaban en sus mentes.
- Renunciad a vuestra fe, no hay esperanza, nunca saldreis, morireis aqui! Servidme, unios a mi! Es la unica salida!
Cuando uno de los dos flaqueaba, el otro lo confortaba. Habian perdido sangre, aliento e incluso casi la esperanza, pero habia algo que aun no les habia abandonado, la fe.
- Nunca! Solo hay un Señor para mi y no eres tu! Tus palabras son vanas! - Grito Nyrnael a pulmon tendido.
- Entonces morid aqui!!
- Moriremos, pero bajo los dogmas de la Triada! Pero antes haremos que los cimientos del maldito abismo tiemblen!

- Por Tyr! Por Torm! Por la Triada! Gritaron ambos Paladines mientras clamaban a sus Dioses, sintiendo fluir la gracia divina con una fuerza inusitada que nunca habian sentido antes.

Cegados por las alas de las sucubos, que se abalanzaban en decenas sobre los servidores del bien, el fin parecia proximo. Sin embargo, espalda contra espalda, con disciplina marcial y fe ciega, consiguieron abatir a todos cuantos les enfrentaron.

Sus fuerzas casi agotadas, no podrian resisitir mas ataques.
Nyrnael miro a Nesh que le devolvio la sonrisa. Parecia que el momento de unirse con los Padres habia llegado.

Pero no era la hora que estaba escrita para ellos. Sobre los riscos proximos a la playa aparecieron Sir Leobald y Sir Reb. Sus hermanos no los habian abandonado! Y no venian solos, un Angel habia venido con ellos.

Ahora un ejercito de sucubos capitaneado por Malcanthet, la reina sucubo, perseguia al Angel.

- No podemos dejarlo morir! No merecemos tal sacrificio! - gritaba desolado Reb.
- Debemos irnos, es designio de los Dioses, y si no, no habra servido de nada su sacrifico. - replico Nesharay.

Era duro, y todos derramaron lagrimas viendo en el cielo como el Angel era alcanzado y despedazado al instante. Pero no podian hacer nada ya, y no debian permitir que el sacrificio fuese en vano.

El portal les llevo a un sitio que Nyrnael no esperaba y en el que ya habia estado, y salido viva, el Infierno! Pero ahora estaban todos debiles, exhaustos sin apenas recursos.

El lugar era un desolado paisaje de riscos y montañas atravesado por un rio de sangre encrespado, donde los condenados nadaban y eran pescados por demonios que se arremolinaban en las orillas.

Leobald y Reb guiaron al grupo a traves de acantilados. Debieron trepar por sitios inverosimiles, a muchos metros sobre las afiladas rocas y los rios de sangre, usando una maraña de capas, latigos y cintos para sujetarse.

No os acerqueis al rio, nubla la memoria y caes en el olvido para siempre. El Angel nos advirtio. - dijeron Reb y Leobald.

Varias veces estuvieron a punto de caer aplastados, engullidos por las olas de sangre o por los pescadores de almas que les cerraban el paso una y otra vez.

Pero no podian detenerse. Pronto su presencia seria como una llamada a armas de todo el infierno.

Un ultimo ser de poderosa magia se interponia entre ellos y la ansiada salida de aquel aberrante plano. Pero no iban a morir en la orilla. Los mandobles de los Paladines, cargados por la fe y una desesperacion acrecentada parecian guiados por el mismisimo brazo del Justo.

Habian hecho lo que se esperaba de ellos, arriesgar su vida por un bien mayor y las vidas de muchos inocentes, habian caido en el abismo y cruzado el infierno. Y ahora, estaban de vuelta.

Cayendo de rodillas entre sangre, sudor y lagrimas se miraron unos a otros. Sin poder pronunciar palabra, hasta que Nyrnael rompio el silencio.

- Como se llamaba? - inquirio Nyrnael.
- Essael, Essael de Celestia - respondio Reb jadeante.
- Levantare un templo en su honor, para que no sea olvidado. Este sacrificio nos exige ahora que demostremos que somos dignos del favor que los Padres han puesto en nosotros. -sentencio Nyrnael.

Con estas palabras la servidora del Justo se dejo caer sobre la piedra fria. No habria de dormir en mucho tiempo... por miedo a despertar... y descubrir que todo habia sido un sueño, una nueva tortura de aquellos maquiavelicos demonios.

ArkasLynvail

20/08/2010 18:21:41

Su respiración se agitaba, corría a toda velocidad sin pararse siquiera a evitar los obstáculos que se cruzaban en su camino, en lugar de perder el tiempo intentando esquivarlos los traspasaba aceptando el dolor que le producía romper tablones de madera a su paso, puertas o verjas.
Y es que acababa de robar la valiosa bolsa de monedas del príncipe Faerlthann y para su desgracia varios guardias le descubrieron en mitad del proceso.
Observó a su espalda y escuchó los gritos de los guardias que se dirigían hacia él, avanzó hacia la calle principal abandonando el estrecho callejón cuando por el rabillo del ojo vio pasar el filo de una espada a su lado.
Con presteza e instinto esquivó la hoja que hubiera cercenado su cuello de no haberla visto y se situó frente a su oponente. Cómo no podía ser de otra forma era uno de los guardias del príncipe.

- ¡Maldito ratero, pagarás caro el haber robado al príncipe! - Rugió el guardia y se lanzó contra él. El joven solo pudo agarrar las manos de su oponente para que no hundiera la espada en su cabeza pero el impulso del soldado le hizo caer al suelo y le golpeó con el pomo de la espada en el rostro dejándolo aturdido.

El guardia se dispuso a rematarlo apuntando con la hoja de la espada al corazón del ladronzuelo.

- ¡Alto! - Dijo una voz imperiosa que el guardia rápidamente reconoció - No lo matéis.
- Pero alteza os robó las monedas...- Dijo el guardia confuso.
Esposadlo y llevadlo a palacio.
El joven observó con frustración como le colocaban las esposas alrededor de sus manos y miró a los ojos al príncipe, en su rostro no había agradecimiento por haberle salvado la vida sino todo lo contrario, le culpaba de haber detenido el filo de la espada.
Faerlthann observó al joven desvalido, era delgado y apenas estaba alimentado, vestía unas ropas andrajosas y su pelo intensamente rubio estaba ya oscurecido por la suciedad.
- He cambiado de idea, llevármelo a palacio. Necesito nuevos criados - Dijo el príncipe mientras subía a su carruaje.
Numerosos guardias lo observaron estupefactos, pero sobretodo un hombre que acompañaba al príncipe, éste vestía unas ropas de seda muy lujosas repletas de joyas y otros abalorios.
- ¡Príncipe! ¿vais a aceptar a este ratero y mendigo en vuestro castillo? - Dijo el hombre fuera de si.
- Así es Jahmal, ¿tenéis algún problema?¿No estáis de acuerdo en lo que yo ordeno? - Dijo el príncipe con serenidad.
- No no.... es sólo que os arriesgáis a mucho alteza, los príncipes elfos no sé como lo verán, estáis a punto de ser rey de Cormyr y ésto podría empañar vuestra imagen.- Dijo su acompañante que sin duda era algún tipo de diplomático.
¿Cual es tu nombre?
El chico lo miró confundido y solo el codazo de uno de los guardias le hizo reaccionar.
- Essael mi Lord, Essael Barthan. - Dijo inclinándose respetuosamente.
- ¿Por qué hacéis esto mi Lord?¿Por qué arriesgais tanto por un simple mendigo? - Dijo confuso.
- Por que hasta ahora nadie había dado nada de verdad por él.


Muchos siglos después, en un lugar muy lejano dos caballeros observaban el pasaje que se cernía sobre ellos.
Un lugar cuya belleza rivalizaba con el mal que contenía. El plano de Malcanthet era una apología al hedonismo y perversión de los mortales, tras sus blancas arenas y cristalinas aguas se escondían horrores que los mortales simplemente no podían imaginar.
Allí en un lugar de mal absoluto se encontraban tres representantes absolutos del bien encabezados del Arcángel Essael. El trío había ido cruzado los peligros del río de la Sangre hasta alcanzar aquel maléfico lugar para rescatar a dos de sus compañeros encerrados por la Reina de los Súcubos.
Los caballeros observaron a Essael en busca de su dirección, pues hasta entonces había sido él quien había encabezado la expedición y quien había guiado sus pasos. Éste se limitó a sacar un colgante con una brillante gema en su interior.
Alzó el colgante y musitó unas poderosas palabras lanzando un poderoso conjuro de "Empatía" sobre el colgante. Éste hechizo debía atraer a la mayoría de los demonios del plano hacia el portador del colgante gracias a la energía que ahora desprendía en su interior.
El arcángel se colocó el colgante alrededor de su cuello y sonrió a sus compañeros.
- Es hora de que nos separemos.
Pero...cómo volveremos, tú nos llevaste sobre el barranco.
- Tengo fe en vosotros de que logréis vuestro cometido, pero juntos es muy arriesgado, ni siquiera yo puedo controlar a todos los siervos de Malcanthet y mucho menos si se presenta ella misma.- La voz del arcángel era tan atemporal y carente de sensaciones como había sido siempre desde que lo conocieron.
- Quedaremos aquí - Dijo Leobald.
- Buscad a Sir Nynrael y Sir Nesharay, es vuestro deber rescatarlos, por eso vinimos aquí. No retrocedais si yo caigo - Dijo el paladín y se giró hacia el borde del barranco.
Reb abrió mucho los ojos, él había entendido el conjuro que había lanzado y ahora comprendía los planes del arcángel.
Vas atraerlos para que podamos escapar, ¡pero te matarán!
Essael sonrió cálidamente.
- Volaré rápido, Sir Reb, Sir Leobald ha sido un placer batallar a vuestro lado, que Tyr ilumine siempre vuestro camino - Tras decir ésto saltó y alzó el vuelo.



Su cuerpo estaba bañado en sangre, compartida tanto por la de los súcubos que había abatido como la suya propia, sonreía ante la idea de que aquí en el plano de origen de éstas criaturas podía exterminarlas eternamente, pero ahora su hora había llegado.
Con miles de heridas, mantenido en vida solo por su propia energía había logrado abatir a la mayoría de demonios y súcubos que Malcanthet había enviado hasta él, pero la Reina solo lo había hecho para debilitarlo y poder matarlo sin arriesgarse a ser dañada.
La estocada llegó rápida y mortal y vislumbró con sus propios ojos la tan conocida belleza de la Reina Malcanthet. La reina arrancó de su cuello el colgante y lo miró con absoluta perplejidad.

- Empatía....¿Lo habías planeado ésto? - Dijo confusa y furiosa.
- Ellos ya no volverán a sentir tu pérfido aliento nunca más - Dijo el ángel que únicamente se mantenía el aire por la espada de Malcanthet.
- Eres estúpido...¿por qué lo hiciste?¿Por qué das tu vida por esos simples mortales? - Lo miró con asquedad y confusión.
- Por que hasta ahora nadie había dado nada de verdad por ellos.

Reb

20/08/2010 18:55:39

Nunca la victoria había resultado tan amarga.

Agotados, dejados caer en el suelo de la capilla de Arion, los caballeros no sonreian. La misión había tenido éxito, pero no hubo abrazos en el reencuentro. Solo podían sollozar y dar gracias.

Sus ojos habían contemplado como un ángel daba la vida por ellos, atrayendo a los demonios hacia sí, para que tuviesen una oportunidad de escapar. Ninguno de los cuatro se sentía merecedor de ello... sus vidas no podían ser iguales después de aquello. La vida no es siempre lineal, hay vueltras atrás, escalones, caidas y esquinas pero el camino debe ser andado. Los paladines sabían que sus vidas acababan de merecer un alto precio y debían corresponder. Essael... ese era su nombre... ¿que historía habría tras aquel ser que, antes de la batalla, les comentó que había pisado la tierra como un mortal mas...?

Neshray volvió herido en una pierna. La guardía fue llamada y corrieron a ayudarle, llevándolo a un sala aparte. Nyrnael, Leobald y Reb quedaron juntos un poco mas. Apenas tenían ganas de hablar... todo estaba ya dicho, pero una idea surgió en los tres de forma casi simultanea... y en un extraño momento dicho sea de paso de no tratarse de personas de fe, acostumbradas a ver la mano de los dioses donde los demás solo ven casualidades. Unión... unión... unión... Brazo y Fenix debían ser uno... algo nuevo y diferente... el bien debía ser mas fuerte que el mal... ¡tenían tanto trabajo por delante!

sharkang

26/08/2010 23:49:56

Nyrnael escucho las palabras de Isabella, palabras que la hirieron como una profunda daga en el corazon.

- Myllerne fue la culpable de que cayeseis presos en el abismo. Ella pacto con el demonio Grazz't para salvar Arion. Ella lo convoco.
- Eso no puede ser cierto - clamo Nyrnael desconcertada.
- La escudera de Nesharay me lo dijo en persona y no creo que mienta - replico Isabella.

Nyrnael miro con ansiedad creciente a Sir Leobald tratando de buscar unas palabras que refutaran las de la arcana.

Sir Leobald procedio a escrutar las palabras de la hechicera usando las artes que la Triada ponia a su alcance. Isabella repitio aquellas palabras sin que Sir Leobald hiciese gesto alguno de desaprobacion. Cada palabra se clavo como una flecha envenenada en el pecho de la servidora del Justo.

Sin esperar a oir mas, Nyrnael se encamino a la verja de entrada a Arion, caminando como una atomata. Se aferro a los frios hierros y lanzo un grito de desesperacion.

- Noooooooooo! Por que oh mi Señor! Por que!!!! - y cayo de rodillas entre lagrimas de profundo dolor y desesperacion.

Sir Leobald la tomo del brazo conduciendola al castillo de Arion. Alli el Paladin del Fenix le explico las ultimas horas de la celestial, para finalmente revelarle que se habia quitado la vida al verse abandonada por Tyr y sentir que habia fallado.

- Como ha podido suceder.... -se lamento Nyrnael.
- No os culpeis Dama Nyrnael, no cargueis con su muerte. -la consolo Leobald.
- Ella se encomendo a mi para que la guiara en el dogma de Tyr. He fallado. Donde estaba cuando sus fuerzas flaqueaban, donde se esfumo la fuerza que debian infundirle mis enseñanzas? Como no vi las sombras que la amenazaban? Como deje que cayera en la oscuridad? - se pregunto Nyrnael entre lagrimas inexpresivas.
- En los ultimos tiempos debi ser duro con ella, asi lo requerian los acontecimientos. Vos estabais presa, no podiais estar en dos sitios a la vez. -Trato de razonar Leobald.
- Ahora ya no esta, su plateado y plumoso pelo ya no ondeara en Arion, una hermana se ha ido y todos tenemos una parte de culpa. Perdoname mi Señor porque te he fallado.

Tras un silencio Nyrnael se levanto.
- Donde reposan sus restos?, llevame ante ellos.

La Paladin se desplomo ante la blanca losa de marmol, pasando sus manos sobre el frio material. Alli oro durante largo tiempo en una mezcla de fe, rabia contenida y profundo dolor y vacio.

- Sir Leobald, dadme un llave de las celdas de penitencia. Hacedme llegar pan y agua. No saldre de ella hasta que mi corazon este en calma y limpio de esta amargura que carcome mis entrañas. Una iniciada en el dogma de Tyr me tomo como maestra, su nombre es Maura, os ruego la tomeis bajo vuestra tutela pues no podria guiar a nadie en estos momentos... quizas ni a mi misma.

La puerta sono como un trueno en plena tormenta y el ruido del cerrojo encogio el corazon de Nyrnael como si una mano invisible se lo estrujara con inusitada fuerza. En aquella soledad se dejo caer y se abandono al llanto, un llanto fruto de una mezcla de sentimientos, un llanto infantil, sincero, libre y puro.

Jack_Botas

27/08/2010 13:03:11

Sir Leobald acababa de dejar a Lady Nyrnael a solas con su dolor en una de las Celdas del Silencio, en lo más profundo del templo de la Triada de Arion. En su regreso no pudo dejar de mirar una de las puertas vecinas, la que encerraba la Gran Maestre Jeanna, también en reclusión voluntaria. Sin duda el camino del paladín era inclemente con sus líderes. Sus pasos le llevaron al atrio del templo, donde se detuvo a pensar. No podía dejar de darle vueltas a una frase de Isabella de Calim: “Myllerne fue la culpable de que cayeseis presos en el abismo. Ella pacto con el demonio Grazz't para salvar Arion. Ella lo convoco”. Sin duda la maga lo creía, el Quebrado no podía mentir, pero había de ser corroborada por Lady Verinne, la escudera de Sir Nesharay. La maga había confesado una animadversión por la difunta hermana Myllerne y eso podía influir en cuanto la de Calim estaba inclinada a creer. Necesitaban la versión de los presentes.

Bengue

24/04/2011 01:55:01

Se disponía a salir a dar un paseo con Estenion, quería ver si su alumno había mejorado lo suficiente.

Tampoco se puede decir que le enseñara demasiado, solo lo justo, pero le tenía aprecio.

Caminaban por los suburbios cuando Azhmel se quedó blanco mientras una voz susurraba en su mente:

"Hola querido... ¿Me echabas de menos?"