Bengue

18/06/2010 13:19:49

Caminaba por el río Esmel y justo al cruzarlo por el puente me encontré con Nork. La asusté, como era esperado y luego me quedé charlando con ella de banalidades.

Mientras hablábamos, escuché un sonido a mi espalda y me encontré a Crestas vigilándonos entre las sombras de la noche. Nork no le veía asi que era obvio que estaba espiándonos.

Cuando iba a decir algo, apareció...

Un perro blanco y pulgoso se cruzó en nuestro camino. Como soy un amante de los animales, le atraje y le acaricié. El perro me miró con ojos curiosos e inquietantes... asi que me dí cuenta que no era un perro normal.

-¿Tienes algo de comer? -Dijo el perro.

Si no me caí al río del susto fue simplemete porque el respingo lo dí hacia delante. ¡Ese perro hablaba! y tenía hambre... yo en ese caso hice lo más lógico que habría hecho cualquiera.

-Pues... tengo pan, queso, jamón, moras, una manzana y... una armadura que sirve cerveza.

-¿Pero qué clase de comida es esa? Dame el jamón.

Le dí mi comida... y el perro se marchó.

Cuando miré a mis acompañantes, Nork tenía la boca rozándole con las tetas de lo abierta. Mientras que el elfo medio mudo se había convertido en elfo mudo del todo.

-Será mejor que vaya a echar un vistazo. -Dijo Dwaw. Pero el vistazo no le duró mucho, pues en el río apareció un gnomo algo... especial.

Estaba complétamente desnudo, a excepción de un libro que leía al revés y... un capirucho de papel en la cabeza. Cuando nos miró lo hizo de manera curiosa.

-¿Qué hacéis todos desnudos? No le estaréis haciendo cosas a la muchacha.

-Que va, esta no se deja. -Contesté yo algo mosca, un poco por tener que seguir la corriente... otro porque lo que decía era cierto.

Tras un rato de estúpida charla, el gnomo desapareció en el lago... asi que, tontos de nosotros, allá fuimos.

Después de charlar con una rana con indigestión... apareció de la nada una oveja negra.

Mientras Norky y el orejudo se quedaban mirándola embobados, yo fui a descubrir el orígen de este asunto...

Seguí las huellas de las criaturas y dí con un claro en medio del bosque, en él había una piedra con un extraño símbolo que me sonaba excesivamente, pero no era capaz de recordar. Asi que dibujé el símbolo y la piedra en un dibujo perfecto... como todos los que hago, claro.

Tras esto, toqué la piedra con un palo y de ella salió otra vez el gnomo... ¡Ahora lo recordaba! Era un componente del teletransporte.

En un momento de lucidez guardé la piedra en mi bolsa de contención... y como esperaba, al poco tiempo una voz salió de ella:

-¡Ala! ¡Cuánta luz!- sí, era el gnomo atrapado en mi bolsa. Ahora podría interrogarle con más facilidad.

Pero... ¡Inútil de mí! olvidé sacar mis cuchillos de la bolsa, y temiendo que la rajara por dentro extraje al gnomo que, tras arrebatarle el cuchillo de la mano y hacerle un pequeño corte sin querer... se marchó y desapareció.

No volvimos a ver nada raro... de momento.