NubeNeverwinter

14/07/2010 21:03:15

Valeria se encaminaba al mercado de Ámbar, dándole vueltas en la cabeza al extraño requerimiento que el señor Kaen, consejero de comercio, le había realizado la noche pasada.

"Valeria, - había dicho el consejero - dentro de tres lunas vendrá a Ámbar un invitado muy especial, un Gran Maestro Artesano enano. Trataré con él importantes negocios que pueden reportar grandes beneficios para la villa. Necesito que preparéis, tú y el señor Lucien, una sala tranquila, discreta y acogedora; y que elaboréis una cena teniendo en cuenta los gustos gastronómicos de los enanos. Todo tiene que estar cuidado hasta el más mínimo detalles: comida, bebida, atención. Todo. No acepteré nada que no bordee la perfección. Cuento con vosotros."

-Una cena al gusto de los enanos.... veamos...

La barda recordó al único cliente enano que había atendido en las Velas Hinchadas, un personaje gritón con una enorme panza, que se había mostrado muy ofendido cuando descubrió que, junto a sus piernas de cerdo asadas, los humanos habían cometido el sacrilegio de servir también verduras braseadas. "Comida de cabras", como literalmente las llamó. Valeria ofreció retirar las verduras del plato, servir el doble de patatas y el triple de carne y cerveza, oferta que el enano aceptó encantado. "Ahora nos entendemos, humana, ahora nos entendemo..."

Una cosa estaba clara: cerveza, iban a necesitar mucha cerveza. De cebada, de malta, de trigo, de avena, rubia, negra, turbia, de gengibre....

-Vale. Ocho barriles de cerveza, uno de cada tipo. Así el maestro artesano tendrá donde elegir.

Carne. Lo que más había agradecido el enano había sido la cantidad de carne en su plato. Y una ración triple o cuádruple.

-Sea. Compraré pavos, pollo, cerdo, conejo, ternera y venado. Mmmm... piernas asadas, costillas a la brasa, chuletones y solomillos a la brasa, pies hervidos.... Ah, y patatas, muchas. Parecieron gustarle.

Cuando llegó al mercado de Ámbar, la barda fue de puesto en puesto comprando todo lo que creía que iba a necesitar, mientras buscaba entre los clientes algún enano.

-A ver si alguno puede explicarme exactamente cómo prefieren que se les prepare la comida...