VardaElementari

24/07/2010 03:45:07

*Te ves de repente en una sala enorme, que no parece tener fin, de suelo brillante y una luz que inspira paz y que es bastante intensa. Te giras y ves una figura enorme justo detrás de ti, con una magnífica armadura y una impresionante espada larga.

La cabeza dentro del yelmo te mira, y luego mira delante tuyo. Tú vuelves a mirar y ves cómo se materializan delante de ti tus compañeros de armas y de fe, y te ves a ti misma, hablando con ellos. Al poco una barrera gelatinosa, casi humo y semitransparente surge entre vosotros. Ves como ellos te dan la espalda, pero notas que no les gusta al ver sus caras tristes justo antes de que se giren. Tú te vuelves y al darte la vuelta el suelo desaparece, convirtiéndose en lava y ves como un demonio se ríe de ti desde las profundidades. Ves sufrir a mucha gente, gente inocente que confiaba en ti, y que ahora son devorados una y otra vez por los seres demoníacos.

La figura que estaba detrás de ti mientras ves la escena se pone a tu lado, hace un gesto con la mano y todo desaparece. Luego el yelmo te mira y te hace un gesto de que te marches señalando en una dirección que señala su dedo. Sientes abatimiento pero no puedes dejar de obedecer. Te pones a andar en esa dirección y el entorno cambia, tornándose desolado, con árboles podridos, la tierra arrasada y con cuerpos de gente por todas partes.

Miras hacia atrás y ves cómo del yelmo salen enormes lágrimas de sangre mientras la figura, ahora con una balanza en su mano, se gira, te da la espalda y desaparece. Sientes un frío y un abandono completos.

Te despiertas en la oscuridad de tu habitación y tratas de calmar el frío que sientes con un pequeño conjuro... que no funciona*
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*despues de todo lo vivido por myllerne y sabiendo que su dios no la va a volver a ver nunca con buenos ojos, y sintiendo desesperacion sabiendo lo que las visiones significan se levanta, hace una carta y la lacra, sale del castillo tras un ultimo adios a su amada tierra, y parte al mercado donde encuentra a donan, le pide una espada cualquiera, sin valor y al ver que llega una de las paladines del brazo le entrega todas sus pertenencias a la joven llamada Verinne, dejo su testamento y se fue al lago esmel donde trato de hablar con tyr una ultima vez, el cual nisiquiera se digno en voltear a mirarla, con loq ue desesperada ys abiendo que el mal la buscaria en su desesperacion para volverla por el mal camino, decidio terminar con su vida*

*respira propundo y se corta el vientre de un tajo limpio y despues se corta aun con dolor la garganta, para morir al fin, sin mas palabras, sin mas dolor, ni mas sufrimiento, ni tener que servir mas a un dios de la justicia que jamas fue justo con ella y solo vio los detalles de su comportamiento y no el todo de sus acciones, renego de el mientras moria*
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*myllerne deja en su testamento al cargo de Arion a Sir Leobald del quebrado, nombrandolo maestre en funciones de lo que queda de la orden del fenix hasta el regreso de Lady Jeanna de Archelon*

Jack_Botas

24/07/2010 13:31:34

...

Suu

24/07/2010 13:42:04

Verinne se dirigó al mercado de Arion, allí encontro al artesano Donan y a Myllerne. Estaban teniendo una conversación pero cuando al aasimar vió venir a la pelirroja se acercó a ella.
“Toma todo esto y usalo bien tú y quiene tus creas que hagan el bien con ello”, comenzó a darle bolsas llena de objetos. Verinne miró sin comprender a Myllerne. Esta cuando terminó le entrego una carta. “Esto es para Leobald, daselo cuando yo no este” acto seguido se dio la vuelta y salió del ducado. Donan y Verinne le siguieron y rápidamente la detuvieron.
Verinne intentó hablar con ella, convencerla de que aun había tiempo de enmendar su error y que no debía abandonar. Pero la aasimar rechazaba sus palabras al igual que una conversación a solas con la cleriga. Salió corriendo perseguida por Donan y Verinne, pero la perdieron de vista en el camino. El artesano partió al norte a buscarla y la cleriga al sur.
En Dientecillos la humana fue atacada por un grupo de ogrillones que le atacaron con furia, Donan llegó acto seguido y le ayudo a librarse de las criaturas.
-¿La has econtrado?- pregunto Verinne, la repuesta de Donan fue negativa.
-Y si….¿Miraste en el lago Esmel?- ante esa posibilidad los dos salieron raudos hacia el lago.
Al llegar encontraron al cadaver de Myllerne, desollado y el vientre abierto. Se enmudecieron al ver tal escena. Cada uno rezó a su respectivo dios, luego escavaron una tumba debajo del árbol de donde se encontraba el cadaver y echaron el cuerpo dentro, tras esto sellaron la tumba.
“Ahora su cuerpo ayudara a otras formas de vida a seguir su curso, descansa en paz Myllerne, ahora Kelemvor te juzgará”

Hubo una última oración y se dispusieron a volver a Arion para informar y dar la carta a Leobald. Verinne sentía un peso enorme por no a ver conseguido salvarla.

//Ya esta Jack esto es lo que paso :roll:

Jack_Botas

24/07/2010 14:20:48

Atardecía junto a la orilla sur del Esmel. El viento mecía las aguas rítmicamente contra la arena de la playa. El silencio había hecho presa del lugar como si el lago fuera consciente del dolor de los presentes. Ni siquiera los cormoranes piaban al volver al nido, ningún ruido salvo el devenir parsimonioso de las tenues olas del lago que poco a poco acunaban el sol de poniente. Los campesinos, que habían guiado al caballero hasta el improvisado sepulcro oficiado por Verinne de Los Justos, esperaban con respeto unos metros por detrás del Fénixy una pareja de soldados de Arion.
Solo ahora, ante la tumba, la verdad de las palabras de Verinne de Los Justos cobraba una dimension real y pesada. La hermana se había quitado la vida. Demasiado peso, demasiada desesperación, y no había sabido verlo ni consolarla. Nadie sabe que había pasado por la cabeza de la hermana Myllerne al abandonar este mundo, pero parecía haber sido su decisión. La respetaría y rezaría por su alma. Hacía tiempo que ya no le quedaban lágrimas para verter en este mundo, demasiado pesar, de haberlas tenido el caballero habría llorado. Rezó unas oraciones junto al sepulcro de Myllerne. Pidio permiso a los padres para trasladar el cuerpo a lugar santo con una oracion queda y exhumo el cuerpo incorrupto de la joven. Envolvió el cuerpo inerte de la hermana en su propio manto de caballero y, tras dejar dejar sus pies desnudos cargó con ella hasta Arion a pie a modo de penitencia.


En la Ciudadela de Arion, tras leer el testamento de Myllerne, Leobald decretó una semana de luto por la hermana perdida. Las banderas de Arion ondearían a media hasta por la Maestre y pendones negros colgarían del arco de entrada a la ciudadela. Sería enterrada en suelo santo, esculpiría una bella lápida para ocupar un lugar en el Templo de la Triada, cerca del altar. Preparó la ceremonia, él mismo la oficiaría a falta de clérigos en la ciudadela. Las última palabras de Myllerne tenía ciertamente tintes heréticos, pero no debian sino atribuirse al dolor de un alma torturada por su pesada carga, demasiado pesada para una muchacha tan jóven. Si acaso se habia equivocado en sus ultimos días, estos no podían borrar la estela de una vida dedicada a la bondad y el sacrificio por los demás. Los Padres sabrían perdonar.
Este era un duro golpe para la Orden, perdía uno de sus más valiosos activos, pero aun lo era más para el caballero de Ilmater, perdía una ahijada.