Ash

04/10/2010 05:17:59

Situado junto al gran olmo cercano a la ciudadela de Arion, sentado, con grandes ojeras, su rostro cada vez mas palido, el paladin rezaba a su dios.
Inumerables cortes, tajos y marcas en todo sucuerpo, podian decir de el, que mas de una batalla habia librado, pero poco a poco algo hacia mella en el, no sabia que le pasaba, aun asi su dios no lo habia abandonado, su fe no se quebraba, pero su poder se habia limitado, su brazo ya no era el que antaño conseguia partir de un tajo la cabeza del orco mas salvaje.Su cuerpo, ya no podia aguantar los que antaño, inumerabes golpes hacian falta para poder derribarlo.
Algo le ocurria, no sabia el que...
Tras ponerse una vez mas su capa, colgo a su hombro ese antiguo escudo de mithril, forjado por el mejor Maestro de mithril de las minas enanas, coloco en su vaina su bastarda, a su cintura y a su espalda la "perfora escamas".
Puso rumbo hacia el norte, hacia a las montañas heladas quien sabe si para no volver jamas.....
Espoleo a su fiel corcel nube entontando un viejo codigo...que rezaba igual en su antebrazo:

[i:78ff15359c]Sé siempre el primero en entrar en Batalla y el último en salir.
En la Batalla primero elige siempre al oponente más peligroso.
En la Batalla primero elige siempre a los clérigos de deidades opuestas.
No toleres la Tiranía.
Ofrece plegarias antes y después de cada combate.
Ofrece al enemigo una oportunidad de rendirse antes de matarlo.
Da frecuentemente donativos valiosos a los seguidores menos afortunados de Torm.[/i:78ff15359c]