coki1306

07/10/2010 01:19:40

Celdur había estado ajetreado entregando cartas por el bosque, viajando largas distancias a lo largo del camino del comercio, cada vez más cansado... cansado emocionalmente. Por este motivo decidí dar un paseo.

Dados los peligros del sur, no había mejor lugar que el norte.
[i:233662c595]
(Tengo hasta que se ponga el sol, entonces tendré que volver hacia el campamento del sur... tendré tiempo para reflexionar, seguro...)[/i:233662c595]

Abandonadas las proximidades de Weldazh, encontré una grácil figura. Se trataba de Nork, la semielfa. Se le veía algo apagada, sin embargo se animó a unirse en el paseo.

Seguimos nuestro camino al norte llegando ya a Ambar, compartiendo las preocupaciones que ocupaban nuestras mentes... Así fue hasta que en nuestra mentes se dibujó la horrible imagen que se exponía ante nuestros ojos. Un ser de unos quince pies de longitud de su cabeza a su cola, el cual se movia ras del suelo cuan sierpe sin alas, con un piel de tono grisaceo, casi plateado.

Al principio se mantenía en posición neutral... pero poco duró esta situación. Pronto le dio un fuerte mordisco al padre de Nork, cayendo inconsciente, rápidamente Nork y yo conseguimos reducir al ser, huyendo hacia el lago próximo a Ambar.

Tras reanimar a Alex, seguimos hacia el lago para encontrarnos con el ser... éste se sumergió en las aguas... observamos que se empezaba a sumergir más y más... Tras un debate sobre qué hacer, se convocó un elemental de agua para que le siguiera por las profundidades. Pasado un tiempo se esuchó algo al otro lado de la orilla... El ser había arrasado las mercancías de Jet.
Al dirigirnos al otro lado de la orilla, el hombre nos dirigió unas palabras.[i:233662c595]

Diligil al nolte, lompel mis melcancias.[/i:233662c595]

En ese momento pusimos rumbo al norte, siguiendo al pesado ser hasta una cueva, junto a unas cataratas.
En esta pasó algo similar a lo ocurrido en el lago... el ser dejó un rastro de sangre que acababa en el fondo del estanque de la cueva. Empezamos a escuchar sonidos... rugidos que provenían del fondo de las aguas, estos se multiplicaban y ensordecían a la vez que causaban pavor.

A la superficie salió uno de esos seres... Empezamos a combatir con él, cuando detrás suyo aparecieron otros dos... y detras de estos dos, otros dos más... Milagrosamente sobrevivimos, más de una plegaria a Corellon, flechazos de Alex y Nork... y algo de suerte, por qué negarlo... algunos ensartados con las espadas, otros cayeron al abismo de la cueva y otro con más suerte, consiguió huir saliendo de la cueva en dirección sur, hacia Ambar.

No tardamos en darle caza... Su cuerpo yacía entre el lago y la ciudad de Ambar, cerca del puente que une Ambar con el camino del comercio. Tomé una muestra de su sangre, en ese momento, del cuerpo muerto salió un ser pequeño, que se zambuyó en el agua. Poco duró la existencia del ser, pues pronto fue destrozado por unos guardias cercanos de la ciudad...
[i:233662c595]
(Será mejor entregar la sangre a algún mago... aunque Celewiel no tiene tiempo. Habrá que pensar en alguien.)[/i:233662c595]

dunkan_cero

09/10/2010 19:09:08

[i:3931a72ccd]Estenion y Tabris salian de una traqnuila visita por las moradas de los gigantes al atravesar el umbral de la cueva, tabris llamo a su caballo con el cariño hbaitual que le profesa a dicho equino.
Mientras este se disponia a salir al galope un fuerte ruido de pisadas nos sorprendio, al girarse el gracil elfo observo la figura de un enorme mamifero que parecia olfatear el aire en los bordes del camino, sorprendidos ambos aventureros deicidieron seguir a la criatura en su marcha hacia el sur.

El criatura de torpes movimientos de dirigio a un claro entre el bosque arrasando arboles a su paso, donde se reunia un grupo de curtidos tragos a los que este ser devoro sin miramientos.

Tras al parecer saciar su hambre (cosa en la que mas tarde descubriria que estaba equivocado) , se dirigio con su ritmo implacabale y destrucotr a las proximidades dde Arion mientras Tabris trataba inutilmente de dominarlo o hechizarlo para evitar la catastrofe que se avecinaba, tras muchos intentos dicho esfuerzo obtuvo su resultado, rapidamente nos dispusimos a sacar al colosal animal de los lindes del camino llevandolo de nuevo a donde lo encontramos.

MIentras observavamos a la criatura los efectos enajenadores del conjuro del hechicero se esfumaban, un rugido abismal rompio la noche haciendo que instantes ams tarde otro ser aún mas grande se personase en el lugar de lo acontecido, este implacable y corriendo hacia mi eprsona me devoró de un solo bocado, Tabris acudiendo a su arte para poder salvar mi vida logro partirlo por la mitad a base de un conjunto de hechizos, mientras el compañero huia malherido hacia el norte.

Tabris deicidió la buena idea que sería saquear el cadaver del pobre elfo, entre mis eprtenencias encontro un pergamino para traer del averno a los muertos, teniendo el detalle de emplearlo conmigo me trajo del abismo.

Este asunto definio una interesante conversación que no será tratada en este escrito, tras el intercambio de dichas palabras y con mi ahbitual habilidad para el rasreo otee los restos de la criatura encontrando unas huellas de mucho menos tamaño que se dirigian al norte, siguiendolas pronto descubriomos que estas se sumergian en el fondo del rio esmel, intrigados por lo acontecido esperamos agazapados, tras unas horas de espera ambos pudimos ver como una de las criaturas brotaba de nuevo del fondo de las aguas y con su habitual caracter destructor rompiendo medio puente se dirigio a las cercanias de ambar...[/i:3931a72ccd]

coki1306

11/10/2010 11:04:09

Había sido un duro día para Celdur. Primero explorando los alrededores de Berrion, con extraños resultados, y más tarde recibiendo la visita de una vieja amiga en el campamento.

Tras finalizar un buen turno de horas haciendo guardia, una vez hubo amanecido, Celdur se dirigió hacia el norte, pues tenía la sangre de los poderosos y enormes seres acuáticos que había visto con anterioridad y había que averiguar algo más sobre ellos.

Saira insistió en acompañarme, por lo que nos dirigimos al norte juntos. Mientras avanzabamos nos topamos con Alith, su intervención podría ser perfecta... ya le había visto conjurar alguna vez, y estaba seguro de que tenía dotes arcanas. Tras pasarle el frasco empezó a concentrarse y examinar la sangre, tras lo cual dedujo que había magia en la sangre, magia de transmutación.

Sabiendo esto, decidimos viajar los tres hacia las cuevas donde viven los seres. Quizá su habitat nos diera alguna pista más..
A mitad de camino, uno de los monstruosos seres se acerco a nosotros, mordiendo a Saira hasta dejarla en un pésimo estado, sin embargo conseguimos reducir al ser, haciendo que huyera.

Una vez curamos a Saira seguimos nuestro camino, vemos como el puente de Ambar ha sido destrozado... Sin duda habría sido tal criatura la que hubiera podido hacer algo así. Avanzamos hasta llegar a las cataratas junto al hogar de esta. Allí se encontraba lo que parecía el lider de los contrabandistas.
[i:dda586f94c]
Horrible, es horrible -[/i:dda586f94c] Decía el oscuro hombre.
¿Qué ha pasado, señor? -
Esas criaturas.. No han dejado a ninguno de mis hombres vivos, y la grande... se comía cuatro hombres de un bocado, ¿Podreis ayudarme? Si hace falta dejaría el contrabando.[/i:dda586f94c][i:dda586f94c]
Bueno, quizá. Nunca hemos visto a ese ser tan grande que has nombrado[/i:dda586f94c] - le contestamos amablemente.
¿No me vais a ayudar? Entonces no servís - Dijo el contrabandista mientras recogía su mandoble antes de atacar.

El contrabandista fue rápidamente reducido.

¡Está loco! - dijo Saira casi sin entender la situación.

Entramos en la cueva, decidimos en un principio mostrar algo de discreción, no dejandonos ver lo suficiente como para que nos atacaran. Saira estaba asustada y su miedo crecía con el paso del tiempo... Nada más entrar, una de las enormes criaturas se encontraba junto a un grupo de cadáveres. La dejamos tranquila y seguimos avanzando. Encontramos a otra criatura idéntica, que aún estaba comiendose alguno de los restos vivos de contrabandista, tras terminar con su presa, saltó al vacío.
[i:dda586f94c]
hmmm... que extraño [/i:dda586f94c]- Dijo Alith mientras observaba al vacío al que se había precipitado la criatura.
No veo nada - Decía Celdur
Saira soltó una flecha en dirección al vacío, seguramente presa del nerviosismo.

Como reacción al flechazo, un potente rugido. Instantes después, empezaban los seres a escalar por el mismo sitio por donde antes uno se había tirado.
Saira temblando soltó una flecha más, tras esto salió corriendo al igual que todos.

Salió a la luz la criatura que había estado escalando. Si los otros ya eran grandes, este lo era aún más. Empezamos a correr, dejando a un elemental de tierra que aguantase los golpes del ser, durante todo el tiempo que le fuese posible. Logramos escapar... la situación era un tanto peliaguda. Saira no paraba de temblar y tartamudear, Alith y yo empezabamos a cansarnos y a quedarnos sin hechizos, por no nombrar que una enorme criatura nos perseguía de cerca.

Tras conseguir que Saira no se volviera a adentrar en la cueva arriesgando su vida, Alith y Celdur se dirigieron hacia el mismo hueco por donde había saltado antes la criatura... por donde había escalado la monstruosidad que antes nos persiguiera. Esta desapareció. Supusimos que había vuelto a bajar.

Tras encontrar una gruta que nos dirigía hacia la parte de abajo de la cueva, decidimos echar un vistazo. Atándonos cuerdas a la cintura, aseguramos nuestras vidas.
Una vez abajo la imagen era terrible, por lo menos veinte criaturas de gran tamaño, y una aun más grande. Buscamos por la cueva, pero no había ninguna otra salida... pasado un tiempo empezaron a levantar la cabeza, a gruñir y la tierra empezó a temblar de forma asombrosa... quizá nos escucharan, sin embargo no nos quedamos lo suficiente como para averiguarlo, salimos rápidamente de vuelta a la superficie y corrimos cuanto pudimos.

No hubo problemas en la huída... tras lo cual nos despedimos.

Quiza todo esto sea obra de un poderoso arcano. ¿Te importaría que me quedara con esta muestra? - Preguntó Alith.
No, será mejor que la guardes
También tomé una muestra de agua, nunca se sabe[/i:dda586f94c] - Siguió Alith. [i:dda586f94c]
Bien, aunque es posible que tengamos que buscar un grupo lo suficientemente grande y volver. Es un peligro demasiado abultado...[/i:dda586f94c]

Tras decir decir esto, Celdur y Alith se despidieron, acordando verse en poco tiempo.

Ash

12/10/2010 04:08:42

Una noche tranquila, una mas se decia Ani, arto de fumar en su pipa desgastada , esas hiervas que en su dia consiguió robar a Manwe.

Que mal dicen que hacen, pero el bien que me hacen a mi, y lo bien que me lo paso. . . ..

Compradas unas flechas, tras conocer a un elfo bardo un poquito raro, se despidieron y Ani, comenzo su marcha para enfrentarse una vez mas con su terrible Archienemigo, el gusano purpura de los dientecillos.
Tras mas de 3 y 4 batallas, el gusano siempre escapaba, no sin antes vomitar algunos objetos que habia deborado junto con sus respectivos dueños, que ahora seguramente, tan solo era excrementos de este enorme ser.
Despues de todo, alfin y al cabo, Ani, lo habia cogido algo de cariño.

Cual fue su sorpresa, que entro canturreando, para poner en marcha su vaina magica, y que el gusano, estubiera preparado, ya que no le gustaban los combates faciles.....
Pero ahi... no se encontraba su buen enemigo.

Mediante su capacidad natural, para ocultarse y hacerse pasar por una sombra mas, no aparataba la vista incredulo de aquello que estaba contemplando, dos enormes bestias, de ojos rojos, y piel dura como el acero, estaban deborando lo que quedaba de su pobre gusano.

Esto no puede ser, me las vais a pagar. . . .
Apollado contra el grueso muro de roca solida, no sin antes esconderse debidamente.. ya que uno de ellos se dio la vuelta y comenzo a usmear el aire en direccion al elfo... que como es normal, olia a monte y naturaleza...

Decidio invocar a su muerto viviente, su fiel compañera sombra, para que probara la vision de esas bestias... pero ultimamente ella y el no se querian demasiado, asi que la sombra tardo algo en aceptar las ordenes...

Su sombra no duro mucho, esquivo, y dio algunos golpes, pero esos seres eran algo mas...
Arto y cansado de esperar uso su magia innata, haciendole desaparecer completamente, y creando un alo de oscuridad dentro de la gruta, cegando por completo a las bestias y comenzo su macabra danza.
Filo arriba, filo abajo, sus ojas pedian mas y mas sangre, las clavaba en los ojos de las bestias, rodeaba su enorme cuello con ellas, brincaba por encima abriendo grandes canales en su craneo, rodaba bajo ellas abriendolas el estomago, asta que alfin, ya solo uno quedaba, y en un agil movimiento, antes de que engullera medio torso del elfo, coloco sus filos a modo de pilares, cuales sujetan un techo de un suelo, y el ser creyendose con la victoria, morido el "anzuelo" y fue atravesado, dandole una muerte lenta y dolorosa.

Me lo e pasado en grande, ahora veamos que habeis deborado. . . espero que algo decente, por que no estoy para perder el tiempo. . .


NI corto ni perezoso, abrio bien las fauces de una de las bestias y se metio dentro de ella, pegando algun tajo que otro para acortar distancias con su estomago, consiguio su objetivo.

El estomago dela bestia era una maraña de carne y acidos, que bañaban todo tipo de armaduras, escudo y demas armas, ademas de a lo que se hubiera comido, vio un extraño baston que llamo su atencion, pero tras medio ahogarse, vomitar y volver a entrar a examinarlo, se dio cuenta de que no era mas que un baston de cabrero.

Pobre infeliz, el pastorear por estas tierras te a salido caro....
Bien es sabido que algunos seres tienen cierta sensibilidad por la magia u objetos de misma indole, y aciendo uso de esta aptitud, se concentro en el baston, irradiaba una fuerte magia. pero no precisamente del baston. algo que descoloco mucho a Ani y se quedo perpeplejo mirando a lo que acababa de matar, no sin antes darse cuenta, de que dos pequeñas criaturas habian salido de esos seres y se dirigian a toda prisa hacia la salida...

tras cerciorarse de que la magia provenia de esos seres, corto un pedazo de lengua y se dirigio a la salida.

Os cazare pequeñajos, sereis mios..

En cuclillas, olfateo la hierva,toco las pequeñas briznas que sobresalian, y se dio cuenta de que un pequeño rastro, unas pequeñas patitas, desdecendian la ladera,cruzandose con otras enormes, que iban direccion a la cueva.

(estos son los que e matado... espero que no haya mas por ahi,,)
siguio el rastro unos cientos de metros, al norte, asta que llego casi al ducado de Arion..
(sera mejor no pasar por aqui, y menos de noche, no se vallan a pensar que quiero algo de este lugar. . Dare un rodeo por el otro camino y seguire su pista. . . )

Con el pedazo de lengua en una pequeña bolsita , tomo direccion Weldazh en busca de los druidas. . .

Masha

17/10/2010 00:58:04

Esta ciudad no es tan divertida como pensaba... Iré fuera, al campo, a ver si encuentro a Suzette. ¡Tengo tantas cosas que contarle! Y le enseñaré a Theo...

La pequeña Eva caminaba deprisa por las calles de Ambar. Cada vez más al Norte, cada vez más cerca de las murallas de la ciudad. Sonería para sí imaginando la diversión que la esperaba. Estaba realmente harta de repasar caligrafía y élfico y ansiaba correr con la chiquilla salvaje entre los campos. Al fin pasó entre los guardias que vigilaban la entrada a la ciudad y se adentró entre los cultivos.

Aquí no parece estar Suz...

De repente, sus pensamientos se cortaron. Oyó pasos estruendosos a su derecha, que la hicieron temblar de piez a cabeza. Giró la cara, sintiendo la sangre helada pincharle en las venas y vio a su lado, como en una pesadilla demasiado real, una enorme criatura con cierto aspecto de tiburón. Así de cerca, le pareció tan alta como las murallas de Ambar. Caminaba a cuatro patas. Tenía una cabeza alargada que apenas se distinguía del resto del tronco, una boca enorme y dientes afilados más grande cada uno que ella misma.

La criatura plateada caminaba sin prisa. Derribó el vallado que protegía el campo de maíz que quedaba al lado de la pequeña Eva para después devorar todo su contenido. La niña no podía moverse, respirar ni parpadear. Sólo miraba a la bestia con ojos incrédulos, rebosantes de terror.

El extraño monstruo se acercó a ella y empezó a olisquearla. Inspiró un par de veces y después expiró, haciendo a la niña caer sentada hacia atrás. Eva se arrastró sobre las manos para alejarse del peligro, temblando de forma casi sobrehumana. Pero las mandíbulas de la bestia no parecían interesadas en un bocado tan insulso. Su dueño rodeó a la niña y se dirigió al siguiente campo.

Eva vio que allí había campesinos labrando la tierra. Presa de un valor suicida, se levantó y gritó a la bestia para llamar su atención. Pero no funcinó. En un abrir y cerrar de ojos, la criatura ya había devorado de un bocado a una mujer, una campesina. La niña no pudo hacer más que observar esta dantesca escena y como, segundos después, el monstruo se giraba para repetir el proceso y convertir en su postre a un anciano que caminaba junto al río.

Siguió mirando también, con los ojos abiertos como platos, paralizada y presa de un salvaje temblor, cuando los guardias se acercaron corriendo para abatir al asesino y como éste se lanzaba al río y desaparecía en sus aguas. Sin embargo, nadie vino a por ella.

Un cuervo se acercó a picotear el maíz que había quedado en las cosechas devoradas, revoloteando alrededor de la pequeña Eva. Y a la media hora salió de la ciudad un hombre que intentó hacerla entrar en sí.

Por mucho que la zarandeara e intentara hablarle con palabras dulces, la niña no reaccionaba. Sólo miraba a un punto fijo y perdido en el espacio, blanca de terror. Finalmente, el hombre la cogió en brazos y la llevó a la Torre del Grano, donde la dejó a cargo de un viejo conocido suyo mientras se disponía a averiguar más sobre aquél turbio asunto y, con algo de suerte, a quién debía llevarle esa chiquilla muda y paralizada.

puxe

21/10/2010 18:04:47

[i:2c5438a6b2]Sirge caminaba tranquilo por la ciudad de Ámbar como de costumbre.
De pronto un fuerte hedor se intensificó en el ambiente, era el hedor de la muerte, y provenía de las granjas.

Sin pensarselo dos veces se dirigió hacia el olor.

Se encontró con los restos de varios granjeros esparcidos por el suelo, un cuervo picoteando las calabazas aprovechando la situación, y una pequeña, de cabellos del negro azabache.

Corrió hacia la posición de la pequeña, y seguidamente la miró a los ojos.

¿Que a pasado pequeña?, ¿estas bien? - dijo Sirge.

La niña no contestaba y nadie le daba respuestas, asi pues decidió coger a la niña y llevarsela consigo hacia la Torre del grano, dónde hacia varios días le hizo un favor al propietario.

Por favor, ciudad de la muchacha - dijo Sirge.

Ha sucedido algo extraño por la zonas de las granjas - dijo Sirge.

*Acto seguido, Sirge salió por la puerta sin esperar respuesta del propietario de la Torre del Grano*

Sólo añadió:

Volveré a por ella al anochecer - dijo Sirge.[/i:2c5438a6b2]

magma

25/10/2010 02:27:33

Edelgar regresó al campamento como había prometido a Saira y Celdur. Tomaría un té, recuperaría las fuerzas necesarias para regresar a su hogar y con esta excusa pasaría un buen rato con sus amigos.

Sabía que no disponía de mucho tiempo, debía regresar lo antes posible a Suldanessellar, allí había demasiado que hacer.

- Quería atacarte - Dijo Celdur acercándose a Saira , por la espalda de Edelgar que había intentado sorprenderla.

La elfa no creyó ni una palabra del provocador Celdur.

- No puedo quedarme mucho tiempo, por desgracia. - Les explicó Edelgar.

Entonces Celdur se puso serio y le explicó que al norte habían tenido un encuentro con unas craituras que parecian lagartos, que al parecer vivían en el agua pero podian estar largos periodos de tiempo fuera de ella.

- Alith podrá proporcionarte una muestra de sangre de esas criaturas. Quizás podrías examinarlas, al parecer tienen algo de mágicas -

Edelgar no desoyó las palabras de Celdur y regresó a su hogar con más trabajo del que había imaginado.

(mejor, así no podré pensar en tonterías) se dijo. Y partió a paso ligero hasta alcanzar una distancia en la que nadie le viese. Activó su palabra de regreso y apareció en su habitación, de pié junto a su confortable cama, pero no se tumbó en ella. Partió en busca de Alith.


Merendando con su amigo un refrescante plato de macedonia fresca Edelgar comentó el tema de esas criaturas sorprendentes y la muestra. Para sorpresa del joven druida Alith no solo le entregó rapidamente la muestra de sangre, sino que añadió otra de agua. El agua del lugar donde al parecer habitaban esas criaturas.

-Quizas pronto hagamos otra visita a esos seres- Añadió Alith.


Unos dias después volvieron a verse y le contó que efectivamente habían regresado allí. Con todos los detalles posibles Alith explicó a Edelgar lo que había visto, y respondió lo más fielmente posible a las preguntas que le hacía.

-Me pondré de inmediato con las muestras. Quizas haya alguna forma de acabar rápidamente con todos ellos, aunque parece que debiesen extinguirse solos en pocas horas si es que se devoran entre ellos. -

El druida se teleportó a su habitación, cruzó dos puertas y se situó frente a la mesa de su sala de trabajo e investigación. Allí estaban a buen recaudo las dos muestras.

Sangre o Agua? Decidió comenzar por el agua.

Colocó sus manos sobre la muestra para tratar de sentir algo a cerca de ese agua que convivía con esas desagradables criaturas.

Quizas no fuese agua normal.

magma

01/11/2010 18:51:51

Al llegar a Suldanessellar se encontró con Alith. Su compañero no dudó ni un segundo en entregarle la muestra de sangre, y también le entregó otra muestra, ésta de agua, el agua que había en el lugar dónde al parecer se concentraban esas criaturas.

Edelgar agradeció a Alith su confianza y se dispuso estudiar las muestras cuánto antes.

En su sala de estudios y laboratiorio realizó varias pruebas, estudiando las propiedades de las muestras. Sin dudar era increible, pero parecía haber descubierto alguna cosa importante. Prepararía material para entregar a Celdur y Saira, quizas pudiese serles útil, y después emprenderia el viaje junto a Zana. Les informaría de todo.

Miró el cadáver del escarabajo, con su diminuto cuerpo y sus enormes patas, había caído panza arriba, inmovil, muerto repentinamente. El elfo no estaba seguro de que todo hubiese sido tan rápido como para que el pequeño insecto no hubiese sufrido.

- Lo siento amigo, esto no estaba en los planes... no era mi intención...-

El remordimiento le venía a la mente, pero no podía dejar que se adueñase de él, no había tiempo para lamentaciones, muchas otras muertes podían suceder si no se daba prisa.

(será mejor purificarlo mediante el fuego, si lo entierro... quizás otro animal lo devore, gusanos... o incluso podría contaminar la tierra y con ello las plantas que creciesen alimentándose de sus restos...) pensó Edelgar. Cogió el cuerpo del escarabajo y lo arrojó a las llamas despues de un breve discurso. El cadaver ardió y se volvió cenizas.

Edelgar se puso a trabajar en varias pociones, varitas y algun pergamino. No había tiempo que perder.

magma

02/11/2010 12:28:24

Edelgar envió a Naîda con un mensaje para Alith, se colgó la mochila y partió hacia el bosque de Mir.

A lomos de Zana se adentró a toda prisa en el bosque y llegó hasta el campamento de los habitantes de Berrion.

- y Celdur! - gritaba mientras buscaba con la mirada apresurado entre las gentes humanas.

- Edelgar! - le llamó una voz conocida. Era Saira. El elfo se alegró de encontrarla, pero no estaba sola. Aredhel y otro elfo con una capucha negra y un pañuelo del mismo color cubriendole el rostro estaban con ella.

Edelgar saludó a Aredhel serio, dedicó tan sólo una mirada algo desconfiada al desconocido.

-Saira, y Celdur? tengo que hablar con vosotros cuánto antes-
- Ha partido para Ambar - respondió ella.
Edelgar casi nunca salía de Weldazh, solo sabía ir a Mir.
- Recuerdas cómo llegar hasta allí? -
- No estoy muy segura... -
Entonces Aredhel le explicó cómo llegar hasta Ambar. Edelgar se lo agradeció, pero igualmente no le contó nada de lo que ocurría. No quería problemas ni estaba por discutir, era algo serio. Y además, a saber si podría realmente abandonar ese bosque, rodeada de Calishitas siempre.

Aredhel y Edelgar ayudaron a Saira a subir a la grupa de Zana y despues partieron al galope dejando atrás a la joven elfa de cabellos plateados y al misterioso elfo con el rostro oculto.

- Agarrate fuerte a mí Saira!-


Atravesaban el camino a toda velocidad, Zana era un caballo fuerte, quizás no el más veloz, pero les llevaría a su destino sin vacilar. Pasaron frente a Weldazh y la elfa reconoció el lugar por el agradable olor que el bosque desprendía. Edelgar sonrió complacido ante la observación de su compañera de viaje. Aún así siguieron adelante sin detenerse.

El caballo cubierto por enormes y viejas cicatrices corría extendiendo su cuello todo lo largo que era a cada tranco. Sus cascos golpeaban el suelo con fuerza, sin miedo, con la determinación de quien está convencido de sus actos. Pero no iba a ser sólo un viaje veloz a contrarreloj, pues en los caminos otros peligros acechaban, y de pronto, como salidos de la nada, un enorme grupo de bestias enormes, blandiendo garrotes se abalanzaron contra Zana. El caballo corcoveó, botó, golpeó alguna de esas criaturas malvadas en el pecho y lo hizo caer, pero no solo cayó el enemigo, de su lomo se desplomaron inevitablemente Edelgar y Saira. Zana, preso del pánico salió corriendo tanto como pudo tratano de dejar atras a un par de esos gigantes que pretendian darle caza. El resto rodeó a Saira y a Edelgar.

Rugrim

02/11/2010 21:49:23

En las afueras de la fortaleza de Arion se ha divisado una enorme criatura de cabeza gigantesca. Los testigos afirman que escaló los acantilados que dan al Lago Esmel y devoró todo aquello que encontró a su paso, incluidos dos granjeros que intentaron proteger a sus animales y un guardia que intentó derribarla.

Cuando los refuerzos llegaron a la zona, la criatura se había ido en dirección Sur, dejando un rastro de destrucción. Ni siquiera los árboles más antigüos aguantan la embestida de la criatura.

magma

08/11/2010 12:50:56

Edelgar llevaba varias horas observando el agua del Lago. ¿Era aquella criatura otro ser distinto del que habian perseguido? Otra posibilidad horrible le vino a la cabeza. Habría jurado que la bestia habia regresado a su cueva, y sin embargo las huellas les habian llevado hasta allí, y los rumores les traían desgracias acontencidas en Arion.

El elfo se levantó, los demás ya deberían haber recuperado las fuerzas y estar a punto para reiniciar la cacería.

Salió al puente y allí se encontró con Alith y con Anirildur. Les comentó que debía viajar y que precisaba de escoltas. Edelgar no era muy viajero y poco conocía fuera de su bosque. Había oido hablar varias veces de Arion, pero nunca habia estado allí. Además, desde el encuentro con la terrible emboscada no se sentía tan tranquilo viajando solo.

Alith y Anirildur explicaron varias cosas a Edelgar, Anirildur había logrado cortar la lengua a un ejemplar y se la había entregado a Aredhel. Edelgar quería ir a Arion y despues de ver lo que allí pasaba esperaba encontrarse con la elfa para poder ver esa lengua.

Caminaron sin detenerse, superando las pocas dificultades que se encontraron en el camino. Anirildur iba observando el camino, en busca de huellas.

-Estamos cerca - comentó Anirildur a los otros dos.

Se encontraron con el puesto de guardia de la entrada al ducado. Hablaron con el guardia, el cual les explicó que los rumores eran ciertos, habían visto a dos criaturas horribles. La más grande no había vuelto a ser vista, la pequeña permanecía en la zona de las granjas, los campesinos habían sido evacuados.

Los tres elfos se dirigieron al lugar de los hechos, sabiendo que otros elfos habían acudido en busca del ser que dejaba tanta muerte y destrucción a su paso.

Al llegar a la zona de las granjas no encontraron nada extraño, sigueron avanzando, y junto al acantilado descubrieron una diminuta figura. Edelgar mantuvo las distancias mientras los otros dos se acercaron al desconocido. La pequeña figurá extendió su brazo y señaló hacia un punto muy concreto. Edelgar se volvió para ver a dónde señalaba.

Al parecer alguien había abatido a la criatura de menor tamaño, a penas una cría. Su sangre se desparramaba fresca por el suelo y había llegado a verterse en el agua.

(Mala cosa, pero una buena ocasión para probar mi teoría) pensó Edelgar.

Aparecieron un ginete y un elfo a pie. Aredhel y Ankor, Ankor...
Edelgar ignoró a Ankor, saludó a quien había sido el motor de sus latidos.

Aredhel, ven, observa, estate atenta. El joven elfo avanzó hacia el cuerpo inerte de la criatura, buscó las heridas que le habían sido causadas. Varias perforaciones por flecha, y un corte considerable hecho por cuchillo. Asintió para sí y se centró en la herida del cuchillo. Observó la sangre y los tejidos internos de la cría. Estaba fresca, roja, líquida en su totalidad, tal y como había esperado que fuese.
-Aredhel, mira hasta donde ha llegado la sangre y observa que todos los animales y plantas de la zona sean normales, que todo siga como manda la ley natural. -

Ella así lo hizo, sin discusiones, comprendiendo la importancia de la situación igual que lo hacía Edelgar.

Edelgar colocó sus manos cerca de la herida, pero el pequeñajo le molestaba. Pidió varias veces que lo apartasen de ahí, no podía concentrarse con la respiración del otro en su oreja, asomando la cabeza por encima de su hombro como un niño o una vieja chismosa. Al fin Anirildur logró atraer a Gludar. Había perdido unos segundos preciosos, pero al fin podría actuar. Se concentró y apeló a los poderes de la naturaleza para poder congelar la sangre a través de la herida. De sus manos salió un chorro de frío que heló la sangre y los tejidos internos de la criatura, el suelo y parte del río. Edelgar observó su logro y asintió.

(Si mis estudios fueron acertados esto debería funcionar, la vida del pequeño escarabajo no se habrá perdido en vano)

Se concentró de nuevo y pidió a madre otro favor. De sus manos salieron destellos de una luz cálida y suave, chisporroteante, y entonces la criatura comenzó a descomponerse y su sangre a coagularse a una velocidad trepidante. Edelgar asintió, trató de localizar toda la sangre vertida, pero ya era tarde, solo seguía ahí la qeu había sido alcanzada por el hielo. Repitió el hechizo y esa sangre congelada en el agua también se oscureció y coaguló.

El elfo asintió para sí. Esa parecía la mejor forma y la más eficaz para solucionar el problema. Informarían a los humanos que allí vivian, pues Edelgar anhelaba su hogar, y sabía que esos seres se estaban propagando, solo con un trabajo en equipo lograrían destruirlos, y si esos humanos conocían el modo quizas podrían ocuparse ellos mismo si otra criatura de esas se presenciaba allí.

karun-Ra

08/11/2010 22:20:38

El guardia de Arion no quería saber nada de los consejos y explicaciones de los elfos.

- me estáis liando - *repetía*

No había más remedio que dejar un mensaje. El elfo se dirigió ágilmente hacia la entrada del ducado, donde se encontraba el tablón. Le dictó a la escriba el mensaje que quería dejar y volvió a las afueras de Arion a encontrarse con Edelgär y Ani.

Allí esperarían la respuesta.

Jack_Botas

09/11/2010 09:33:02

*Tras la cabalagarta desde el sur, Leobald es informado del incidente con el elfo. La nota es retirada y los guardias de la puerta reciben orden de dispensar al elfo, si vuelve a aparecer, la hospitalidad del Fénix en espera de ser prontamente recibido por el Maestre.
Una pareja de guardias sale en busca del elfo por el ducado. Sir Leobald les da instrucciones para que fijen una reunión dentro del término del ducado cuanto antes y le hagan saber a Alith que gustaría d reunirse tb con el druida Edelgar. El caballero observó a los guardais partir desde el puente levadizo*

(...Espero poder dejar esto resuelto antes de marchar al norte. Si las pañabras del druida Argolath son ciertas y su hermano Edelgar ve indicios de demonología en este asunto no es algo a tomar a la ligera. Espero que Edelgar acuda también.)

magma

10/11/2010 01:17:36

*El elfo aguardaba a las afueras del ducado*

//a ver si nos encontramos dentro y lo podemos seguir ;)

Rugrim

20/11/2010 12:59:59

Los guardias del exterior de las minas de Ghordor comentan con los viajeros la aparición de unas criaturas parecidas a un cruce entre tejón y gusano y que extremen las precauciones de sus viajes.

Jack_Botas

22/11/2010 17:43:59

//lo seguimos por aqui Alith y Edelgar que no hay forma de coincidir dentro.

*Sir Leobald cabalgó a la cita en el punto señalado a la patrulla de soldados, a las afueras del ducado. El elfo lo estaba esperando a la sombra de un viejo olmo*
-Aiya, Alith del pueblo de las hojas *dijo mientras desmontaba*. Lamento no haber podido acudir antes, he estado de viaje. ¿Vendrá el druida Edelgar a la cita? *lo buscó con la mirada alrededor* Hace una semana mantuve una conversación preocupante con su hermano, el druida Argolath. ¿És cierto que el druida Edelgar ve indicios de demonología en estas criaturas monstruosas?

karun-Ra

23/11/2010 17:29:47

- Aiya, Leobald, gracias por venir. Y si, Edelgar esta aquí, muy cerca.

*señala un árbol un poco mas lejos*

- Sobre tu pregunta dejaré que te conteste el, está mas enterado sobre este asunto y sabrá explicártelo mucho mejor. Yo haré de traductor sino te parece mal.

*condujo a Leobald donde se encontraba Edelgär y los presentó*

magma

24/11/2010 00:10:10

*Edelgar levantó la mirada hacia Leobald. Era un elfo delgado, cubierto por una capa y capucha verde grisaceo. De ojos verde uva y cabellos negros que le caian sobre la frente y hombros.

Se levantó y saludó con la cabeza a Leobald. Dedicó un momento a observar al paladín, sus ropajes, su físico, los simbolos que pudiese ostentar.. todo*

Jack_Botas

24/11/2010 00:54:05

*El caballero asintió en respuesta al gesto del druida. El hombre, en la trientena larga, se echó capa nívea de los Caballeros del Fénix hacia atrás revelando una armadura de escamas perladas. Sobre el pecho un fénix en gules sobre campo de plata y las muñecas anudadas de Ilmater compartían protagonismo. El paladín, de complexión fuerte, bigote prominente y un poco torpe de movimientos, le tendió la mano derecha, enfundada en un pesado guantelete de bronce. No así la izquierda, con tan solo un guante de cuero. El movimiento la espada tinteó en la cadera, al contacto con el escudo pavés de la orden; tres leones en oro sobre cruzado de gules y campo de plata. El pelo era corto y castaño, aunque la nieve comenzaba a asomar a las sienes. Dos mechones rebeldes caracoleaban sobre la frente amplia, enmarcando una mirada almendrada, serena, profunda y algo triste*
-Aiya a vos también Edelgar del Wéldazh. -su voz, grave, tenía un timbre plomizo pero firme.- es un honor conoceros por fin. Vuestro hermano Argolath me habló de vuestros progresos con esas criaturas sauriales. ¿Sabéis vos que son? ¿De dónde vienen? ¿Es cierto que hay magia demoníaca tras todo esto?

magma

26/11/2010 00:00:05

*Edelgar asintió para si y comenzó a hablar con una voz pausada y suave, aunque decidida.*

- El asunto de la criatura de las granjas está solucionado. Ha sido eliminada. Sin embargo no hemos podido evitar que parte de su sangre se derramase en el rio. -

*De vez en cuando el joven elfo esperaba para que su amigo Alith pudiese ir traduciendo sus palabras y hacer comprensibles sus frases para el humano*

- Esas criaturas contienen magia, pero de la escuela de la transmutación. Su sangre es el gran secreto. Al haberse derramado por el rio puede que otras criaturas las ingieran, eso es peligroso y nada deseable por muy ventajoso que pudiese parecer al principio. Pues una criatura que beba de esa sangre podría sufrir algunos cambios, aumentando considerablemente su tamaño natural. Quizas multiplicándolo por cindo o más. Y ganando un gran apetito, comiendo sin cesar y casi sin control. Creo que lanzando un hechizo de disipar mágia con estas criaturas afectadas podria eliminar el problema, si bien no del modo más agradable, quizas del modo drástico, pero a fin de cuentas una solución a falta de otra mejor hasta el momento. -

- Ahora presta mucha atención a lo que te contaré, pues deseo poner en vuestro conocimiento el modo de acabar con esas criaturas para que si veis otra podais cuidar de vuestras tierras.

Para eliminar efectivamente a esos seres solo hay un modo seguro, hay que combinar la fuerza del guerrero con la de la mágia. El guerrero capaz debería abrir una herida lo más grande posible en el cuerpo de la bestia, el hechicero debería congelar la sangre derramada enseguida, pues como ya he dicho contiene poder mágico y podria desencadenar efectos sobre otros seres poco deseables. Sobre la sangre, una vez congelada, debería lanzarse una disipación de mágia. Lo mismo contra la sangre en la herida abierta de la criatura. Primero congelarla y luego disipar la mágia. Usar solo estos conjuros y en este orden. Una vez la criatura haya muerto es posible que su cuerpo se descomponga a gran velocidad, si no fuese así podrían quemarse sus restos, pero solo una vez eliminada con este método, pues el fuego hace reaccionar a la sangre de un modo poco apropiado si ésta no ha perdido su poder. -

*Edelgar cogió dos varitas y se las ofreció mostrandolas al paladín, eran dos baritas iguales, tan solo se diferenciaban por la runa que las marcaba*

- Me dijeron que aquí careceis de mágicos, así que os entrego mis propios poderes contenidos en estos dos objetos. Esta contiene el poder de congelar. Esta otra el de disipar la mágia. Usadlas sabiamiente. -

*Después guardó silencio observando y escuchando, serio, para dejar patente la importancia de sus palabras y de los hechos que acontecían. *

//si os parece las baritas las he hecho de verdad, podria pasarselas a Barbahierro cuando entre si no veo a Leobald directamente, espero poder entrar pronto, aunque me temo que no pueda antes del domingo. Lo siento si esta semana no he podido estar más, pero eske he estado algo floja, con molestias musculares, y me voy a descansar muy pronto.

sharkang

26/11/2010 15:27:49

Krok se preparaba para ir a entrenarse con trolls, orcos o lo que se pusiese en su camino con ganas de pelea, cuando uno de los guardias de la mina le advirtio.

- Capitan, tened cuidado se han avistado unos mostruos medio tejon, medio gusano en las proximidades, al Este.
- Por las berrugas de mi abuela! - Exclamo Krok - Unos monstruos rondando cerca de nuestro hogar? Ire a inspeccionar el terreno.

Krok camino prudente hacia el Este y pronto encontro una de aquellas moles, de extraña forma. El monstruo omlisqueo como buscando algo, pero ignoro a Krok.

Sin embargo el Capitan enano se puso en su camino gritandole.

- Tu, monstruo, estas demasiado cerca del hogar del Clan Arhum, voy a tener que patearte tu sucio trasero!

El monstruo le ataco sin mas. Pero Krok era duro y acabo con el.

Siguio hacia el Este y uno, otro y otro y otro mas hasta unos cinco conto el enano. Todos cayeron ante el hacha del Capitan de la guardia enana.

Se adentro en aquella cueva, donde se hablaba de la existencia de grandes gusanos. alli encontro a varios mas de esos seres y uno particularmente grande.

El ser ataco y Krok se dispuso a darle una leccion. Pero el monstruo era duro y dificil alacanzarle, la batalla duro por largo tiempo. El monstruo conto con un aliado en uno de esos gusanos purpura gigantes que aparecio en el peor momento.

Usando todos sus conocimientos de defensor, Krok fue poco a poco mermando a sus enemigos, hasta acabar con ellos.

Despues, silencio, ninguna otra pista.
Volvio raudo a la mina... la batalla le habia dado sed.

Jack_Botas

04/12/2010 19:20:35

*Leobald tomó las varitas*
-Gracias por vuestra información y vuestros presentes, druida Edelgar. Daré instrucciones precisas a mis hombres sobre como utilizarlas, en base a vuestras palabras. *dijo con gesto serio mientras las guardaba*
-De todas formas, desconocemos el origen de este mal y sin saber tal cosa no podemos estar seguros de haber acabado con los ataques. Dado que parecéis estar más informado de lo que yo he podido por todos mis medios, dejo el asunto en vuestras manos *suspiró el caballero*. Tengo una importante batalla que librar en el sur. Temo que un mal mayor amenaza esta parte de Faerun: Tiamat. Espero que el Wéldazh sepa medir tal amenaza en lo que representa, llegado el momento. Nada me gustaría más que combatir al lado del pueblo de las hojas y acallar así las voces que nos enfrentaron en el pasado. Caballeros, gracias de nuevo. Que el Quebrado les guarde.
*Se despidió con un gesto cortés y montó para dirigirse de vuelta al alcázar del Fénix.*