gatovengador

 14/11/2010 01:46:34

El Archimago estaba en su laboratorio, en la cúspide de Sorcere. Frente a él una construcción de magia pura, y en su mano un objeto que por ley ya no debería existir. Qué le iba a hacer si a veces era un meláncolico. Además uno no sabía cuando algo así podría ser útil.

Deposito el objeto, una insignia, en la mesa dentro de un circulo arcano bastante complejo que había diseñado para la ocasión. Sus encantamientos defensivos habían sido rotos, obra de un gran mago, pero no uno de su talla. Una visita reciente le había llamado la atención sobre esa insignia, y si había uno, estaría bien ver si quedaba alguno otro más.

Entonó el conjuro, un cántico con una serie de inflexiones y entonanciones que muy pocos tenían la capacidad de realizar, menos teniendo en cuenta la concentración que se necesitaba para mantenerlo. A medida que este lo entonaba en la construcción arcana, una replica creada mediante magia de Faerun un punto brillo con fuerza.

Con una sonrisa, el archimago musitó una palabra final, que provocó un estallido de luz que deshizo la construcción. Después apuntó los resultados en una hoja y se fue a atender otros asuntos.


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En las minas de Ghordor uno de los enanos que trabajaba en la forja se llevo un buen sobresalto. Uno de los hornos estalló por los aires, quedando reducido a poco más que acero candente y piedra derretida.

gatovengador

 18/11/2010 20:58:16

-¡Un terremoto- grito uno de los guardias enanos.

Todo el clan observó como la mina temblaba entera, el techo se desprendía en varios sitios, y algunos temieron que se les fuera a colapsar encima a pesar de su recia constucción. Sólo un par de minutos duró el temblor, pero a los que lo sufrieron les parecieron horas.

Cuando acabó los enanos diligentemente se fueron a apuntalar túneles por si se producía otro, pero mientras lo hacían algunos murmuraban ¿No eran rugidos lo que parecía se había escuchado de fondo durante el repentino seismo?

EspadaUngida

 18/11/2010 21:54:44

[i:5edceab157]El crugir de las viejas páginas era lo único que se escuchaba en la estancia, la luz del candil era un pequeño punto de luz entre aquella oscuridad.
Y entre aquella oscuridad, se encontraba un enano atabiado con una túnica repleta de intrincados símbolos y runas enanas que probablemente portaba más abalorios y objetos mágicos que varios nobles de aguas profundas juntos.
El enano, daba intermitentes caladas de su puro, mientras pasaba las páginas de los antiguos libros que había recopilado en su dilatada vida.

En aquellas páginas se podía leer la historia de sus ancestros, la historia de un reino tan grande que podría rivalizar con el Imperio Netherino o con la época dorada de los elfos.
Por desgracia para unos, y bendición para otros, el reino se perdió hace muchos siglos y sus entradas fueron selladas para no volver a ser abiertas nunca.
Más él no era un joven enano con deseos de gloria, había investigado sobre aquel lugar desde hace siglos y poseía la suficiente ambición, poder y aliados para comenzar su ansiada búsqueda.

Encontraría Shanatar.[/i:5edceab157]

Vitule

 19/11/2010 13:17:09

Tras una sucesión de golpes con lo que parecía ser un objeto metálico y un - Está abierto Redgar- seguido de un suspiro, proveniente del otro lado, la puerta se abrió dejando ver a un enano de pobladas cejas, abundante barba y un exagerado golpe en la frente que normalmente no estaba ahí, no era lo único diferente en el enano ese día pues se mostraba demasiado agitado. Como era costumbre iba seguido por un buey de aspecto esquelético y cargado de mineral en una cantidad superior a la que parecería en un principio poder portar.

Tras la explicación del suceso que había dado como resultado el golpe que mostraba en la frente, que implicaba la extraña explosión de un horno y de golpear en numerosas ocasiones al buey para que dejara de morder y comerse los diferentes pergaminos y uno de los sillones presentes en la estancia fue su turno para preguntar.

- ¿Qué haces aquí tan tranquilo, no has oído ese temblor hermano?, - Tras detenerse a pensar un instante acariciándose la espesa barba-, no creo… ¡Por nuestro difunto padre espero que todo esto no haya tenido nada que ver contigo eh! siempre con esas luces, rodeado de libros llenos de símbolos sin sentido…

Ash

 19/11/2010 15:48:02

Despierta escoria Dyrr...
Fue lo primero que escucho, abriendo poco a poco su rojizos ojos.
Ante el se situaba un mago, sin insignias, ni nada que pudiera delatar su procedencia.
Junto a el, el capitan de los exploradores, un mago un poquito raro, y una protegida de la casa barrison.
Ahi estaban los 4 aceptando no de muy buena agrado la mision impuesta por ese poderoso Drow.
Al parecer, no los mataria si le traian un antiguo mapa,gravado en la roca de los antiguos tuenles olvidados,en el territorio Duergar.

Mision aceptable portando un geas. . . .
Tras todos los preparatvos, y demas, se reunieron en la arena , donde el buen mago abriria un portal que los llevaria asta las rutas de las caravaas, no a muchas horas de distanca de su cometido...
Aunque esta vez les acompañaban otros dos.... un tal Byron, jaluk sin prestigio alguno.. y un pequeño escudriñamiento. al parecer por alguien de la casa Baenre. . .

La hembra esta haciendo meritos para llevarse un pequeño corte en el cuello.. . .
//Gente morena, seguid aqui

puxe

 19/11/2010 16:44:43

[i:979d53ed70]Todo comenzó con el narbondel tranquilo, el Capitán de los Exploradores, estaba comerciando con el mago del bazar. Este le entregó unas gemas a cambio de una ballesta de manufactura drow, perfectamente tallada.

Al cabo de varios minutos, apareció una sombra con un bastón, era un varón, un elfo oscuro de menudo tamaño, observó al capitán de los exploradores y directamente le preguntó.

¿Os interesaria un trabajo? - dijo el varón.

Todo depende de cuanto y de que que se trata... - dijo el Capitán.

Sólo hay que levantar a unos y marcharnos, te ofrezco gemas, y varios pergaminos de teletransportacion, si me ayudas en mi gesta - dijo el varón.

El Capitán le advirtió que como fuese una trampa, el varón lo pagaría con su vida, que al mínimo peligro, se marchaba.

Salieron prestos de Menzoberrazan, y justo a las afueras, por la salida sur, el varón convocó un portal.

El Capitán disipó sus sospechas, era un mago paria.

Entra al portal, nos dejará cerca del antiguo Shantar - dijo el mago.

El Capitán miró unos instantes al mago, como si dudase de sus palabras, y entró. Si se trataba de una trampa, el Capitán lo degollaría antes de que le diese tiempo a murmurar ni un solo conjuro.

El mago pronunció unas palabras arcanas y este se hizo invisible, el capitán sabia de que conjuro se trataba perfectamente. Seguidamente, el mago lanzó el conjuro sobre el Capitán.

Ambos pasaron prestos e invisibles por hordas de elementales de magma, aquellas épicas criaturas no se dieron cuenta de que estos pasaban cerca de ellos, al fin y al cabo ambos iban invisibles.

Al final del camino se vislumbraban unas cavernas, habían dos carteles colocados al lado de dos puertas, era idioma drow.

El Capitán pensó que era una trampa, pero pronto de dió cuenta de que el mago estaba buscando los cuerpos de sus compañeros.

Deberían estar aquí, y eso es lo que los mató - dijo el mago.

El Capitán observó a la criatura, era como un león con alas, se había enfrentado en varias ocasiones a esas criaturas, junto con Axel y Kanar, sus antiguos maestros. Esta vez preferia ser mas cauto, y no atacar a la criatura, el Capitán pensó que los habría devorado, asi pues, dió la vuelta sobre sus pasos y se acercó a las dos puertas...

Forzó la primera de la izquierda, y en su interior, vió a lo que parecia ser un mago, con una túnica llega de amuletos mágicos, y a una hembra a su lado, seguida de un drow de verde caido.

Enseguida el Capitán se dio cuenta de quien era ese drow caido, no era de mucha importancia arriesgarse, pero ese drow le era util, asi pues se adentró en la sala con kukris en ambas manos seguido del mago que le encargó el trabajo.

Tenemos visita, esperad fuera, vuestros amigos saldrán en un momento, no sin antes que hablemos sobre un asunto - dijo el mago.

El Capitán guardó silencio y dejó al mago hablar.

Esos dos, son mios - dijo el mago paria.

El Capitán observó que si había una batalla seguramente acabarían muertos, pues el mago no estaba solo, y parecia ser el maestro de todos esos, y esa ser su sala de experimentos mágicos y sala de torturas.

Esperad fuera, saldrán en un momento - dijo el mago.

No, te he dicho que esos dos son mios, y se vienen ahora conmigo... - dijo el mago paria.

El Capitán observó silencioso el intercambio de palabras que mantenian los dos arcanos, mientras buscaba posibles puntos débiles del arcano.

El Mago paria no cejó ni un segundo, lanzó una mano mágica que resulto ser un conjuro fallido, pues no apresó al mago.

El Capitán se abalanzó con los kukris preparados en ambas manos hacia el mago.

Lanzaba estocadas varias, que daban resultado, varios conjuros desconcentraron al mago, mientras el mago paria lanzaba conjuros sobre el, resultó ser una batalla mágica grandiosa, intercambio de conjuros de aqui y allá, pero el Capitán no tuvo tiempo de esperar a ver quien era el vencedor.

Sacó de su piwafi de uno de sus multiples bolsillos un cetro y pronunció la palabra de mando sobre el cuerpo de Urendel, el esclavo de la matrona.

Este se levantó desconcertado, mientras que un conjuro hizo que el Capitán perdiese el conocimiento...

Al despertar, se encontraba fuera de la puerto, junto con el cuerpo de Urendel en el suelo, este habia caido de nuevo.

No notaba nada extraño, todo su equipo estaba intacto, no le faltaba nada, pensó que el mago paria habia acabado con el mago de la sala de torturas, pero no fué asi. Alzó la cabeza y vislumbró lo que era el cuerpo del mago paria, envuelto en su túnica y su capa mágica, seguido de su bastón bien aferrado a su mano, caido en el suelo, con la túnica chamuscada.

Algo no habia salido bien..., el Capitán oyó unos pasos, los reconoció al instante, eran pasos de duergars.

Acto seguido el capitán se fundió con la pared que tenia detrás, esperando con kukris en mano para rebanar a sus adverarios.

No fueron dignos, el combate no duró apenas dos segundos, el capitán había acabado con dos en un santiamén.

Arrastró el cuerpo de Urendel fuera, mientras que la protegida de la casa enemiga arrastraba el cuerpo del mago paria.

Al salir de las cavernas y encontrar un lugar seguro, la hembra los arreprendió con una sarta de palabrotas muy poco dignas. Y les dijo que tenían un geas..., para que se asegurase bien de que hacían el trabajo.

El trabajo consistia en ir a unas minas al este de donde se encontraban y conseguir una roca con una mapa, o copiarlo en un pergamino.
Parecia un trabajo fácil, de no ser por que algo, o alguien lo que estaba actualmente allí habia exterminado a todos los duergars que vivían en esas minas, y el mago les dijo que se pertrecharan de bastantes provisiones.

El Capitán tomó cartas en el asunto, y le indicó al mago paria que crease un portal que los llevase a puerto calavera para cambiar sus atuendos, y pertrecharse de municiones y pergaminos, y para así intercambiar varios objetos que poseeyeran, al fin y al cabo iban a ser aliados durante un tiempo, y no venia nada mal que tuviesen buenos equipos para asi ayudarse.

Quedaron en que se verian en dos narbondeles dejano justo de este, irian de incognito y nadie pronunciaria sus nombres mientras estuviesen en Menzoberrazan hasta que todo el asunto estuviese solucionado....
[/i:979d53ed70]

karun-Ra

 20/11/2010 02:05:44

Los drows se movían por los intrincados túneles de la infraoscuridad, siempre intentando pasar desapercibidos. Atentos a todo lo que sucedía a su alrededor y con los pensamientos en la extraña figura que los observaba desde las sombras.

Entrar en la mina duergar no significo ninguna dificultad, eliminaron a los guardias de forma brutal, y ni los refuerzos que respondieron a la llamada de algún duergar que no cayo lo suficientemente rápido, pudieron pararles.

Todo sucedía según los planes, hasta que la mina les llevo a un lugar surgido de las peores pesadillas. El estrecho túnel de la mina dejo paso a un vestíbulo de piedra y allí empezaron los problemas.

karun-Ra

 21/11/2010 20:53:46

El vestíbulo se encontraba vigilado por dos seres de sombra, que olisqueaban el aire en busca de intrusos. Consiguieron pasar ocultos entre esas criaturas, siguiendo adelante, hasta parar enfrente de una escalera de piedra. Arriba, en los escalones, les esperaba una sucubo, que con voz dulce les advirtió que nadie salía de ese lugar. Sonrió y desapareció por sorpresa de los drows.

Subieron al segundo piso y empezaron a buscar el mapa en todas los muros que encontraban, pero por desgracia de ellos, volvieron a toparse con la sucubo, les dirigió unas palabras de nuevo y desapareció otra vez.

De repente les ataco un ser de sombra similar a los del vestíbulo. Intentaron hacerle frente, derribo a unos de los drows con sus garras y cuando se dirigía a atacar a otro, fue inmovilizado por el arcano, que no había movido un dedo desde la salida. Fieles a su estilo, aprovecharon la repentina superioridad para atacar a la indefensa criatura. Estaban apunto de enviarla de donde venía, cuando aprecio otra igual, eliminando a otro guerrero drow y persiguiendo después a los supervivientes, que no tuvieron otra solución que ocultarse de nuevo. La ocultación les valía para las criaturas de sombra, pero no para la sucubo. Parecía estar divirtiéndose, los drows solo eran eso, mero entretenimiento para disfrute de ella. Cuando todo parecía perdido algo llamo la atención de la sucubo. Aprovechando otra vez un giro del destino, revivieron a los caídos, y reanudaron su búsqueda. Se encontraban entre la espada y la pared. Si huían serian victimas del geas y si se quedaban, seguramente serian pasto para los habitantes de ese lugar.

Finalmente encontraron el mapa dibujado en una piedra. La hembra se dispuso a copiar el mapa. Justo en ese momento, apareció el amo de la sucubo, un enorme balor. Aunque los vio, parecía distraído en algún otro asunto. El mismo que la sucubo?.....quizás. Se apresuraron a copiar, mientras, el balor hablaba solo, en algún idioma ininteligible. Justo cuanto terminaron, el lugar pareció implosionar y los drows quedaron inconcientes por la enorme presión. Cuando sus ojos se abrieron, se encontraron delante de la figura de un drow, con un posado serio, sentado en una especie de trono, les miraba fijamente.

Rugrim

 24/11/2010 10:20:22

Los enanos bajaron al pozo de oscuridad. La atmósfera era opresiva y terrorífica; sin embargo esto no amilanó a los robustos enanos.

Acordando no separarse, especialmente con el batidor Osk, el grupo avanzó por las oscuras ruinas hasta que se toparon con un demonio sumido en sombras acompañado de pequeñas criaturas amorfas. Todas ellas fueron rápidamente despachadas.

Cuando el grupo iba a avanzar de nuevo, apareció una súcubo riendo y amenazando a los enanos con aires de superioridad, con lo cual los enanos respondieron como cabría esperar: a golpes. Fue una batalla larga cuyo final fue una desagradable sorpresa para la súcubo, que acabó muerta.

Tras dejar atrás las cenizas de la súcubo, los enanos pudieron ver los primeros restos evidentes de que aquellas ruinas fueron en su día ruinas enanas. Una enorme estatua de un guerrero enano. Por desgracia estaba mancillada y profanada, algo que cabreó en gran medida al Rey y Sumo Sacerdote enanos.

Sin embargo, no había tiempo de lamentaciones. Ahí estaba la segunda súcubo, clamando venganza por su hermana muerta e intentando intimidar a los aguerridos guerreros. Este segundo combate fue más duro que el primero. Por suerte, utilizando uno de los portales de Sarkag, apareció el capitán Nulir desequilibrando la balanza rápidamente en favor de los enanos y dando muerte a la segunda súcubo.

Ambas súcubos habían hecho referencia a algún tipo de señor y cuando avanzaron hasta la última estancia se toparon con él. Un demonio enorme con un ojo tuerto y un ala dañada. Una vez más, el demonio intentó infundir miedo en los enanos antes de atacarles, aunque esta vez el combate se inclinó a favor del demonio dejando exhaustos a los enanos en pocos minutos. Todos los intentos de los robustos guerreros apenas hicieron mella en la dura piel del demonio, a pesar de la reciente incorporación del capitán Krok. Por suerte, el arcano tuvo más suerte a la hora de inflingir daño al demonio y consiguió derrotarle al fin junto con la ayuda de los guerreros.

Una vez muerto el demonio, descubrieron la biblioteca que éste guardaba, así como un enorme libro que hubo que derribar de su altar para poder examinarlo más adelante. Cuando ya iba a volver a la superficie, Redgar descubrió lo que parecía un mapa. Al acercarse confirmó sus sospechas. Era un mapa de la antigua Shanatar. Haciendo una copia de éste, los enanos finalmente subieron a la superficie.