Dilvish

19/12/2010 17:37:34

[i:4200bf3638]El siguiente mensaje llega por escrito a los líderes de todas las poblaciones importantes de Amn, ciudades libres, ducados y baronías incluidos. Es de dominio público en la Costa de la Espada, ya que en los núcleos de población grandes los pregoneros se han encargado de difundirlo.

[color=olive:4200bf3638]"Se hace saber.

Quedan invitados a presentar sus respetos y rendir pleitesía a la soberana de Amn, Ilkara I "Manto de Hielo", todos aquellos que hasta este momento han sido gobernados por el corrupto y criminal Consejo de los Seis.

Bajo su manto, la soberanía de Amn y su prosperidad económica están aseguradas.

¡Larga vida a Ilkara I!"[/color:4200bf3638][/i:4200bf3638]

ior

19/12/2010 20:59:04

Unos caen y otros se alzan, Ley de vida. Pero la constante serán las guerras, unas seguirán a otras. Habrá que prepararse ahora en tiempos de Paz, para cuando vuelvan a sonar los tambores de guerra.


*Pensó la Paladina mientras escuchaba el pregón*

NubeNeverwinter

21/12/2010 19:06:18

*Valeria lee atentamente la proclama de la coronación de Ilkara, sentada en ele salón principal de las Velas Hinchadas. Tras rascarse brevemente la mejilla, arrugar un poco la nariz y pegar un sorbo a su taza de té, toma pluma y pergamino y escribe una breve misiva*

[i:a234fd1a43]"A la atención del Gobernador y de los miembros del Consejo, saludos.

Humildemente, solicito audiencia con los dirigentes de Ámbar; me gustaría plantear una idea que, tal vez, sea de utilidad para la seguridad de la villa.

Atentamente,

Valeria, recluta de la Guardia Púrpura."[/i:a234fd1a43]

*Tras terminar la nota, la barda se levanta y se dirije a la Casa del Lago a entregar el mensaje.*

puxe

23/12/2010 15:19:04

[i:a9778c62df]*La noticia llega a odios de Danel en voz de Lancel*

Quizás vaya mejor la ciudad con esos al mando - pensó[/i:a9778c62df]

Rugrim

23/12/2010 19:41:09

*El mensajero que llega a las minas de Ghordor es expulsado y su mensaje destruido*

Blues

24/12/2010 08:13:12

Paskinel recibe la nota y la deja en la mesa de Duncan despues de haberla leido.

Jack_Botas

29/12/2010 16:39:07

*El emisario fue expulsado de Arion al conocer el contenido de su mensaje. Sir Leobald se mesaba el bigote mientras observaba al mensajero del nuevo gobierno alejarse de las murallas.*

(…No rendiremos pleitesía a una conjuradora aliada de los ogros y asesina. Rumores de corrupción circulaban desde hace tiempo alrededor del Consejo de los Seis, pero lo que no es un rumor, si no un hecho, es que esa ambiciosa y desconocida mujer, Ilkara Manto de Hielo, quería Amn para si sin importarle los medios. Pactar con ogros y asesinar al consejo en pleno es un crimen deleznable… Sin duda esto nos traerá más problemas, Quebrado misericordioso dadnos valor.)

Blues

29/12/2010 17:28:18

Paskinel viaja a la capital de incognito a ver como se encuentra el estado de la ciudad,intentara saber si hay aun resistencia en la ciudad o como a quedado de destruida,que piensa la gente de la nueva reina y como son tratados los habitantes.

Dilvish

29/12/2010 19:26:50

[i:2b1cb1688f]Falta una deckana para la coronación. Las gentes corrientes en Athakla no han notado cambio alguno... salvo que antes no conocían la identidad de sus gobernantes y ahora si. No hay más impuestos. No hay mas guardias molestando ni presionando en las calles. No hay una mayor inseguridad ciudadana con Ilkara I.

Solo los ogros acampados a las afueras de la ciudad quedan como muda muestra del cambio... aunque pagan bien y en oro por los suministros, y los mercaderes con menos escrúpulos estan contentos.

Y en Amn el oro mueve montañas.[/i:2b1cb1688f]

Jack_Botas

31/12/2010 21:10:23

*Mensajeros de Arion llevan misivas a los enanos del reino de Ghordor y a los monjes del Puño Cegador en su monasterio sobre el Dedo de Piedra. Un mensajero más lleva tambien otra misiva al Palacio del Lago en Ambar *

gatovengador

31/12/2010 21:26:47

La maestra Lilian recibe el mensaje en el monasterio.

Dava

31/12/2010 21:28:14

Aoshi recibe la carta en Ambar y la lleva ante el Consejo, y los Gobernantes

gatovengador

02/01/2011 01:12:50

La Maestra Lilian se dirige a Ghordor y a la Ciudadela del Fenix para concertar una reunión entre los tres miembros de la alianza.

Blues

02/01/2011 02:59:01

Paskinel recibe la carta de Sir Leobald de manos de Aoshi y se dirige a Arion

Rugrim

03/01/2011 09:18:40

*Rugrim recibe la carta de Leobald y, junto con dos enanos, se dirige a Arion*

anbu

05/01/2011 23:29:42

Una reina es una dinastia...es sangre noble generacion tras generacion, coronados por el pueblo por respeto a sus antepasados ¿De donde sales tu reinona?....si te proclamas a ti misma reina...solo significa tirana

gatovengador

10/01/2011 17:57:52

A lo largo de la parte de Amn del camino del comercio se empiezan a ver patrullas portando el blasón de la nueva reina, algunas acompañadas por ogros. Aunque de aspecto inquietante se limitan a patrullar dejando paso libre a la gente tras un breve interrogatorio.

dunkan_cero

11/01/2011 08:52:54

Estetion salio de la ciudad con el lord dirigiendose a las colinas a galope tendido para confirmar si los rumores eran ciertos.

a su llegada alli estabn al menos y humanos y otros y ogros ataviados con armadura.

-desde luego tiene una precision implacable- comento señalando los cortes en sus gargantas -hay que vigilarla bien, si vienen mas a por los suyos puede suponer un problema sin duda-

mientras eñ semidragon caia del cielo batiendo sus alas y observando la escena.

-amigo podrias incinerar los cuerpos?- a pesar de la logica re!cion del caballero quien acabo atendiendo a razones de lo mas practicon efectivo como solo un cromatico puede serlo los cuerpos acabaron calcinados y convertidos en cenizas volatiles que a buen seguro acabarian en la nariz de la cuestionada monarca.

Jack_Botas

11/01/2011 12:41:40

*Sir Leobald regresaba a Ambar en compañía de la consejera Nork tras la incineración en las Colinas Tejarn. Ninguno hablaba. Estenion y Ace se rezagaron.*

(...Sin cartas ni instrucciones. Lanceros de Athkatla y ogros de Shozhillis juntos. Por lo que dice esa mujer drow se apostaban en el Camino del Comercio. Una drow renegada y un semidragón rojo no malvado, los nuevos protegidos por las leyes de Ambar... no tengo tiempo para eso, esperemos que el Consejo no se equivoque... Shozillis maniobra sin demora, no hemos de distraernos. Pronto, ha comenzado demasiado pronto...)

*El grupo volvió a reunirse dentro de las murallas y compartieron inquietudes. La noche trajo a Sir Celdur a las puertas de la ciudad. El caballero de los elfos traía sus propios problemas. Sir Celdur, la consejera Nork y Sir Leobald se encerraron en el Palacio del Lago hasta el alba. Tenían cosas de qué hablar.*

dunkan_cero

13/01/2011 08:34:01

Estenion caminaba junto a su escamoso compañero por el camino del comercio en direccion norte a buen pason ese cromatico tenia las piernas tan cndenadamente largas como las alas y la lengua, penso esbozando una leve sonrisa.

Tras unas horas de marcha no tardo en toparse con la invisible consejera de ambar la cual como de costumbre se acompañaba del exmago calishita y con su habitual caracter jovial trato de "asustarlo" seliendo de entre las sombras con su conjuro, estenion simulando estar asustado saludo con una sonrisa a la afable consejera.

-bonito dia para pasear invisible mi lady- dijo mientras el semidragon bufaba

-asi es, nos topamos con un puesto fronterizo de amn en el caminon situado frente a arion-



-interesante- dijo estenion meditando - si deseais podria echar un vistazo por vos-

a esto la consejera asintio levemente con gesto agradecido, tanto el como el cromatico se pusieron en marcha al norte.
Tras acuerdo mutuo el semidragon permanerecia con vuelo tras las nocturnas nubes para descender si ocurria algo mientras estenion observaba lo acontecido.
Asi pues se llevo a cabo. Al llegar al puerto fronterizo menos de una docena de soldados humanos y otros tantos ogros se encontraban alrededor de un perometro que cortaba el paso del camino hacia el norte.

Estwnion se aproximo cual viajero hacia ellos a paso tranquilo.

-buenos dias soldados ocurre algo?-
-puesto de guardia del reino para asegurar la seguridad de los habitantes- y una mierda penso para si estenion

-se puede pasar?- Pregunto -si, pero no sin antes unas preguntas- contesto el ataviado soldado

-procendicia y motivo del viaje?- -pues vengo del reino de los bosque y me dirigia a la posada del otro lado del rio en busca de cama y comida hace tiempo que no como nada decente- comento

- tan lejos? Cuestriono el soldado -solo por unas patatas?- -usted no sabe los buenas que estan-

ante esto un gigantesco oficial ogro se presento ante ellos desde la parte mas interiro del campamento, examino a estenion con detalle -que pase dijo-

esteninon con tranquilidad se despidio y puso rumbo al norte prosigueindo con viaje mientras que en las alturas el semidragon observaba todo lo ocurrido n suspiro y se dejo caer apoyado en una roca al salir del campamento

Blues

14/01/2011 20:29:43

Paskinel viajaba a Arion tras el funeral de Duncan y se encontro con una patrulla de ogros y lanceros a la entrada del camino de Arion.
Tras comprobar cuantos eran fue acabando con ellos uno a uno bajo la mirada de Norfindel que se dirijio al sur.

Cuando mato al ultimo Ogro,un hechicero protegido por 2 grandes ogros guerreros,se acerco a su cadaver y escribiendo una nota la dejo en el cadaver del ogro hechicero.

Dirigio sus pasos a Arion y lo vio altamente fortificado,se identifico y una patrulla le acompaño hasta el interior del ducado de Arion.

ior

15/01/2011 11:08:07

La paladina iba al trote con una mano en el pomo de su espada y la otra sujentando las riendas del imponente caballo de guerra hasta que llegó a lo que en otra hora había sido un puesto avanzado de la Reina cercano a los dientecillos.


Multitud de moscas y un hediendo olor a sangre impregnaban el ambiente y de un rápido vistazo parecía que nadie había sobrevivido a aquel horrendo ataque.


Desmontó del caballo y esperó a que llegasen las nuevas tropas que sin duda no tardarían en hacerlo.


-- (Bandidos o conspiradores, quienes quiera que hayan cometido esta carnicería no tardarán en pagar por sus crimenes).


Y pacientemente espero para ayudar en cuanto fuese necesario. Cuando llegaran se encontraría con una guerrero en posé marcial que los recibiría con un:

¡Larga vida a la Reina!.

gatovengador

18/01/2011 15:08:23

Por Amn, mediante heraldos reales venidos de la capital, se hace saber lo siguiente:

"Se considera al Ducado de Arion traidor a Amn, habiendo asesinado a tropas de defensa de esta sin mediar provocación, y negando la legítima autoridad de la Reina. Por lo tanto se considera a todo siervo del Ducado enemigo de la corona y todo leal tiene la obligación de hacer justicia ante tan atroz crimen.

Todo aquel que preste ayuda al Ducado o a alguno de sus miembros será considerado a su vez traidor y pagará por su delito".

Mercury

18/01/2011 20:15:09

Milithraldor se entera de la noticia tras oir a uno de los heraldos.

No debería haber salido de Aguas Profundas. Espero que el Archimago tenga la torre bien protegida, no quiero despertarme con un ogro a los pies de mi cama.

sharkang

20/01/2011 15:55:28

Nyrnael viajaba hacia Arion desde el Sur despues de atender unos asuntos en Calimport. Al llegar a las cercanias de Arion encontro un nutrido grupo de soldados que no portaban las ropas de la milicia del ducado.

- Buenos dias soldado, dijo al que parecia de mayor graduacion.
- Alto! Identifiquese! - le espeto el soldado sin miramientos ni cortesia.
- Ocurre algo?
- Identifiquese! - repitio el soldado.
- Soy Nyrnael, Paladin de tyr, aliada del Fenix.
- En ese caso estais arrestada por delito de traicion.
- Como? Que locura es esta! De que se me acusa?
- De traicion a la Reina y a Amn, por ser aliada del Fenix. deponed las armas!
- No empuño armas soldado. Escuchame bien, no quiero haceros ningun daño, pero si ser aliada de la Sagrada Orden del Fenix es un delito, nada bueno puede venir de quien dio tales ordenes. Solo quiero ir a Arion y hablar con sus autoridades para aclarar este entuerto.
- No! Las ordenes de la Reina son claras, estais detenida! Entregaros.
- Mirad soldado, una Reina que pacta con Ogros y considera enemigos a Paladines no es digna de serlo. Recapacitad antes de que sea tarde. Ahora debo irme.

La Paladin tomo una pocion de invisibilidad y marcho hacia Arion evitando muertes inutiles. Sin embargo intuia que eso no duraria mucho tiempo. La amenaza ogra extendia su sombra sobre Arion y sus gentes.

Arxaon

20/01/2011 16:30:15

Wilhelm se dispuso a salir tras días de estudio y meditación en el monasterio. Se sorprendió al ver tanto a soldados de Arion como de Amn preparados. El Puño todavía no se había posicionado al respecto, pero seguramente esa situación los había decantado a un bando sin saberlo.

gatovengador

20/01/2011 16:34:06

Tropas de Amn llegan al camino del comercio, justo al oeste del Ducado de Arion. Rapidamente empiezan a montar fortificaciones. No impiden el viaje por el camino, pero sí hacia o desde el ducado, y arrestan a cualquiera que diga tener relación con el ducado o sus gentes.

Reb

20/01/2011 18:34:36

El clerigo de Helm apenas salía de la capilla de Arion. Sir Leobald había tenido a bien dedicar, en un lateral, un altar a Helm, donde Reb pasaba los días en oración. Pero la excitación se filtraba por entre las sagradas piedras. Era imposible sustraerse a ella.

Lentamente se fue levantando, las rodillas aparecían sin piel del tiempo que había estado reclinado. Miró a su alrededor, buscando con la mirada a Leobald o Nyrnael. Un soldado le dijo que la paladina acababa de llegar. Tenía que hablar con ella... no podían permitir que su nuevo hogar sufriera.

sharkang

20/01/2011 18:44:32

Arrestos indiscriminados por el solo delito de conocer o dirigirse a Arion... Esto habia ido demasiado lejos, la Paladin estaba indignada y crispada. La hora de hacer ver a la tirana que la justicia y el bien habrian de imponerse habia llegado.

_Honor_

20/01/2011 19:16:22

[i:2c99ecac14]Lancel volvió de Arion cabizbajo, meditando sobre la charla que había tenido con Sir Leobald. Lancel había ofrecido su espada en ayuda a Arion pero ésta había sido rechazada, meditó sobre su utilidad y era cierto que en éste momento Arion no sufría ningún ataque directo, pero temía que lo recibiera pronto y pensaba que en ese momento toda ayuda era poca para proteger tanto el ducado como a los indefensos que allí vivían.

Recordó entonces las expresiones de los civiles de Berrion tras perder sus casas y entonces aceptó con firmeza el papel que tendría que llevar en ésta batalla.
Usaría su espada para proteger a los desvalidos de la guerra, usaría su oro para comprar alimento a aquellos que lo perdieran, y usaría su casa para cobijar a aquellos en los que su casa se había vuelto insegura.

Se dirigió a Berrion, a comentarle a Miriam y a Verystin las nuevas, necesitaría su ayuda y su bendición, no dudaba de que éstos se la darían aunque el hecho de pedírsela ya sofocaba al caballero.

Había muchos problemas y éstos eran más rápidos que el tiempo.[/i:2c99ecac14]

Blues

21/01/2011 04:27:07

Paskinel hacia mucho que no veia a Wilhelm,era uno de los pocos a los que podia llamar amigo.Wilhelm le habia contado que habian vuelto a poner un campamento en las afueras de Arion,Paskinel fue con la intencion de acabar con ellos de nuevo.Vigilo el campamento y veia a 10 lanceros de Amn y 3 ogros al fondo,desde la colina se podia ver el interior del campamento,no tardaria en acabar con ellos,en cuanto se fueran wilhelm y Norfindel atacaria a los ogros y sus aliados los lanceros de amn.
Aun no entendia la postura de los de Arion,aun querian hablar y reunirse con la reina e intentar arreglar esto hablando,una perdida de tiempo sin duda.

Paskinel espero a la noche y acechando en las sombras empezo la matanza,fue matando a los lanceros que se iban quedando solos y a todo aquel que se acercaba a los cuerpos tendidos en el suelo.
Desde su posicion en la colina controlaba las entradas del campamento y al que intentaba salir solo le esperaba una lluvia de flechas.

Tras acabar con ellos de nuevo dejo una nota en el ogro hechicero.

dunkan_cero

21/01/2011 13:04:00

[i:3cbcd94063]Estenion caminaba por el sendero del comercio en dirección a los bosques, cunado allí estaba un enorme ogro oficial con una tremenda espada oxidada, este se alzaba justo en todo el centro del camino con aspecto feroz.

Sin previo aviso este comenzo a correr en dirección a estenion enarbolando su espada con premeditación y una clara actitud ofensiva, Estenion desenvaino rapidamente sus espadas y se situó en posición de defensa...
El impacto fué fatal estenion salió despedido varios metros con un profundo corte en el costado, levantandose y a duras penas consigió arrastrase tras un seto mientras su rival lo buscaba avido de sangre.

El duro camino lo condujo hasta ambar fuertemente dolorido, donde la consejera lady Nork lo recogió con peocupación.

-Ogros en el camino mi lady me han atacado sin previo aviso...- dijo este con un deje de dolor mientras la consejera lo vendaba.
-yo me ocuparé e ello- dijo con tono resuelto, a lo que Estenion indicó no la dejaría sola, con una expresión de dolor y no sin esfuerzo se puso en pie y se dirigieron a su encuentro

Alli se encontraba alzado cual coloso buscando aún a su presa, un duro combate aconteció era una feroz criatura que no vendio barato su piel...

Si todos eran iguales iban a necesitar mucha ayuda[/i:3cbcd94063]

Rugrim

21/01/2011 14:03:45

*Todo aquel que pase cerca de la mina de Ghordor puede oir en su interior ruidos de picos y carretillas, más frecuentes de lo normal. Los guardias de la entrada dispersan a todos aquellos curiosos que no quieran nada en particular*

Blues

01/02/2011 18:09:13

La reunion en Arion con Sir Leobald, Nyrnael y Rugrim por lo menos habia dejado las posturas claras.El enano y Paskinel estaban dispuestos a atacar a esos ogros y los que los seguian,Leobald se preocupaba mas de la seguridad del ducado y de sus gentes,preferia esperar y aprovisionarse en el ducado,Nyrnael al final se unio a Rugrim y a Paskinel en la decision de atacar a esos ogros si no era con la guardia de arion.Paskinel intentara conseguir la ayuda de esos mercenarios del cuerno bramante que Rugrim nos comento.

Paskinel comento lo que sabia de la armeria de Nedeheim,el no habia tenido suerte de encontrarla,les dijo el nombre de 2 libros a Rugrim por si el sabia de ellos: Runas del Enano Gimiente y La Herida de Imnel.
Tambien les contro el contenido de cierto poema de Tarilonte con el titulo de la armeria de nedeheim.

Tras discutir con Leobald sobre la decision que tomaba,Paskinel salio del castillo buscando a los mercenarios del cuerno bramante

Blues

03/02/2011 20:08:55

Paskinel recibio a Bulbaiff a las puertas de Ambar.En un lugar apartado hablaron del trabajo que debian hacer y del precio.Los dos aceptaron y en 3 lunas se reunirian en el sitio indicado para atacar el campamento Ogro.

"Deben sentir miedo de volver a los caminos y que propaguen ese miedo por la capital,hay que dejar algun humano vivo para ello.Os dare una parte del dinero ahora y la otra parte al finalizar el ataque."

Tras cerrar el acuerdo cada uno siguio su camino hasta dentro de 3 dias.

//Este fin de semana si es posible haremos el ataque al campamento,si hay dm pues mejor

Jack_Botas

05/02/2011 17:04:57

*La última de las reuniones del consejo de la Alianza había concluido hacía un rato. Leobald recapacitaba sobre lo ocurrido mientras se mesaba el bigote con preocupación desde la almenara de la muralla sur. El viento le alborotaba el cabello y hacía ondear tras él su capa nívea, mientras observaba las hogueras del campamento ogro titilar a lo lejos en la penumbra del ocaso.*

(...Tres contra uno, donde está vuestro sentido común, ¿amigos? Ni siquiera tú, Nyrnael, apoyaste la postura del Fénix, y Paskinel... el odio por el ogro habla por su boca, como pasa con Rugrim. Los enanos no pondrán soldados y Ambar traerá al Cuerno bramante, tampoco se ha hablado de la Guardia Púrpura. Y aun así nos arrastran al combate... Los de Calim... hubiera preferido combatir junto al Puño Llameante, me inspiran mucha más confianza, pero dios sabe que no podemos pagarles. Espero que Ambar sepa lo que hace... Sea, lucharemos juntos, tal es la decisión del consejo, aunque cualquier soldado ve la locura de esta decisión; abandonar todas nuestras ventajas estratégicas para ir a luchar en casa del enemigo... Sin embargo, El Fénix y La Guardia Leal estarán a la altura... En fin, después de todo, tras de la nota de Estenion quizá este ataque no sea el desatino que parece.)

*El cambio de guardia lo sacó de su ensimismamiento. Las hogueras de los ogros parecían brillar con más fuerza cuando el caballero las dio la espalda para volver al alcázar.*

Vitule

06/02/2011 14:02:32

Bulbaiff hace llegar a cada uno de los miembros una carta en la que se detallan los próximos movimientos a tomar con respecto al ejercito de ogros y lanceros apostado cerca del ducado de Arion así como el destino que deben sufrir a excepción de algunos que puedan llevar el mensaje al resto de ellos y que la simple idea de regresar a los caminos donde perecieron sus aliados les provoque el mayor de los temores. Las últimas palabras de la carta rezan:

...tras leer estas líneas ponte en camino a los dientecillos, el Cuerno Bramante tiene trabajo.

Blues

06/02/2011 17:42:57

Paskinel le hace llegar a Bulbaiff,Nyrnael,Leobald y Rugrim esta carta.





[u:aea8d87bc8][i:aea8d87bc8]1-Arqueros y Magos:Son los que daran comienzo al ataque.Empezar con conjuros de Oscuridad y luego a saco con conjuros de area dentro del campamento,tipo bola de fuego o nubes aniquiladoras etc.Arqueros con vision en la oscuridad atacar a los arqueros de Amn y Ogros.Si el ejercito sale de las barricadas a por ellos,lanzar oscuridad dentro del campamento y huir hacia posicion 3.Los Heridos grave ir a posicion 3 para ser curados y volver.

[u:aea8d87bc8][i:aea8d87bc8]2-Guerreros y Luchadores:Protegen la retirada de Arqueros y magos hacia posicion 3.Siempre por detras de la carreta,atacaran al ejercito de la reina que los persiga,impediendo que lleguen a posicion 3.Si acaban con todos los perseguidores vuelven a su posicion.

[u:aea8d87bc8][i:aea8d87bc8]3-Clerigos y Sanadores:Su funcion sera clara,curar a los heridos que vayan llegando y resucitar a las bajas en caso de haber mas de un clerigo o sanador.Siempre a de haber un sanador en la posicion 3.

[u:aea8d87bc8][i:aea8d87bc8]4-Mision Infiltrarse ocultoSera la mision mas arriesgada pero es muy importante eliminar todas las armas de asedio.En la posicion 4 habra como minimo 2 personas capaces de entrar en el campamento sin ser vistos y destruir las armas de asedio.Esperaran a que el ejercito salga a repeler el ataque de 1 y aprovecharan la oscuridad lanzada para adentrarse en el campamento y destruir las armas de asedio,llevar varitas de fuego u otro metodo para hacerlo lo mas rapidamente y salir de alli.

En cuanto las armas de asedio sean destruidas tocar retirada.El grueso del ejercito de Arion seguira defendiendo Arion sin tomar parte en la batalla.La huida seria hacia el norte y el sur quedando todos de nuevo en el fuerte del camino secundario.Se llega desde las montañas de tejarn al este y sur y quien tome el camino al sur de Arion para retirarse tras pasar el puente de weldazh al este.
Al no retirarnos hacia Arion no podran acusar a Arion de ser el culpable del ataque.

dunkan_cero

07/02/2011 08:45:40

[i:4c6665e8b1]Alli estaba Estenion formado entre las filas con azhmel a su derecha y el enorme y temible lider del cuerno de bramante a su izquierda, la batalla estaba proxima...
Los tambores renoban por las montañas, el avance de las tropas hacia temblar el suelo como si de un terremoto se tratase, estanion trago saliva de forma leve tratando de mantener la calma mientras oteaba el frente enemigo con gesto petreo, por Corellon se habia enfrentado a dragones en Berrion no podian intimidarlo unos sucios ogros.

Tras unos minutos de insufrible espera la señal sono la esperada alarma rubrico con el interior del valle como un estruendoso preludio de lo que alli aconteceria ese dia, pasarian a la historia como heroes o como martires, solo su pericia decidiria si la obra a representar seria un drama o una epica azaña.


Sus pensamientos solo duraros un efimero instantes mientras arropados por el
ocaso dos terribles dragones rojos se alzaban por encima del campamento
enemigo desde terjam, por fin esos malditos lagartos eran utiles, implacables estos hacia llover fuego y destruian maquinas mientras los atemorizados y desconcertados soldados enemigos corrian de un lado a otro, no tardaron mas de dos minutos en reorganizarse y formar un impenetrable muro, protegiendo a sus arcanos del ancestral fuego magico, no cabia duda eran soldados eficientemente entrenados.


Y alli estaba el esperando la carga que se avecinaba, a una unica orden de su enorme caudillo los lanceros cargaron, estenion con semblante petreo alzo su arco y apunto con terrible efectividad dos flechas surcaron el aire cortandolo con presteza para introducirse em la blanda piel bajo el yelmo de uno de los soldados reales, la primera vida se esfumaba en el dia de el, que Corellon guardase su atormentada alma.

no era menos la aficiencia de sus compañeros de armas, azmhel disparaba si cabe aun con mas letalidad, mientras el terrible muro en que consistia bulbaiff esperaba la carga parecia poder contener solo a todo el ejercito sin esfuerzo.
Y de no ser por el abrumador numero del enemigo asi habria sido, la carga fue brutal al menos 20 soldados rodeaban al lider del cuerno quien se los quitaba de encima como si de moscas se tratasen, ahzmel lanzo su arco al suelo y desenvainando su espada cargo en ayuda del enorme soldado, mientras tanto estenion disparaba a un velocidad abrumadora contra los soldados que llegaban hasta sus posiciones.

Tras dios sabe cuantas horas de duro combate y encontrandose embebidos por la sangre propia y del enemigo, duzdin el espectacular, haciendo honor a su nombre llevo acabo una nada menospreciable entrada en el campo al grito de retirada, asi se hzio manteniendo la defensa poco a poco los soldados se retiraron a las barricadas interiores de la mejor forma posible, donde sin duda tendrian que aguantar muchos dias...[/i:4c6665e8b1]

Jack_Botas

07/02/2011 15:38:32

*Los hombres de la Guardia Leal de Arion tomaron posiciones en las defensas levantadas en la entrada del ducado. Veteranos de las Las Lanzas junto a jóvenes y motivados soldados se apostaban tras las barricadas con las ballestas dispuestas. Resistirían más allá de lo posible antes que ceder la posición. Leobald estaba seguro de que los aliados los necesitarían para blindar su retirad a una posición segura. Paskinel había capitulado a última hora de su idea inicial y el combate de hoy había de ser finalmente una escaramuza en la que eliminar las máquinas de asedio y no un ataque frontal. Una retirada segura, ese era el papel de Arion en el combate; el enemigo era demasiado numeroso y era un temeridad tratar de vencerlo en su propio terreno. Máxime ahora que los refuerzos de la capital habían llegado, según la segunda nota de Estenion.

Leobald designó un grupo de una docena de veteranos y avanzaron posiciones con discreción mientras el grueso de la tropa defendía la posicion fortificada en la frontera del ducado. Lady Nyrnael y sir Reb estaban con él. Darían cobertura y auxilio a los mercenarios del consejero y las gentes de Ambar que buscaran cobijo. La calma era tensa y nadie hablaba pues todo estaba dicho.

Pronto vieron los dragones sobre el cielo de Arion; la señal convenida, el conjuro de ilusión de Milithraldor, el pupilo de Duzdin. Todo había empezado. Duzdin y Tabris, transformados en dragones, cayeron por sorpresa desde Tejarn sobre las máquinas de asedio ogras allá a lo lejos. Las columnas de humo pronto se elevaron por encima de las copas de los árboles del bosquecillo del cruce. Los rumores de batalla llegaron desde el sur a los oídos de la guarnición avanzada de Arion, los mercenarios debían estar ganándose su oro. Leobald esperaba que el consejero y su grupo hubieran conseguido llegar a las máquinas para desmantelar aquellas que no hubieran ardido presa del fuego mágico de Duzdin. El grupo de Arion mantuvo la posición disciplinadamente durante largo rato son ver soldado enemigo alguno.
Entonces los ruidos de combate se acercaron desde el sur. Estenion y los mercenarios del Cuerno bramante combatían contra un enemigo muy superior en número. En ese momento Duzdin llegó por fin a la posición de los caballeros y confirmó la destrucción de la mayoría de las máquinas. Juntos, salieron a dar cobertura a la retirada del grupo mercenario hasta el ducado. Combatieron a los soldados de Ilkara mientras se retiraban escalonadamente. El enemigo detuvo su avance cuando las tropas aliadas se hubieron replegado a las barricadas del ducado, donde los ballesteros de la Guardia leal causaron cuantiosas bajas enemigas.
Los soldados de la reina parecían dispuestos tratar de entrar pero sin duda tenían ordenes de sus superiores. Disciplina y un liderazgo inteligente, pensó Leobald, pues en un combate desorganizado y en persecución de los mercenarios habrían caído por docenas antes de poner un pie en el ducado, donde la ventaja estratégica era del Fénix.

Bubaiff, y sus mercenarios fueron emplazados a acampar junto al destacamento fronterizo del ducado en espera del consejero Páskinel que había quedado fuera. Entretanto tendrían comida y abrigo en tiendas. Tabris, habiendo combatido por el ducado fue exonerado temporalmente de su pena en virtud de la ley del Fénix, que quedaba en suspenso de revisión hasta el final de la amenaza ogra; el mago quedaría bajo la responsabilidad de Duzdin, pero no podría entrar a la ciudadela.
El Fénix reforzó a guardia y relevó a los combatientes dando orden de mantener la posición en caso de un combate o replegarse escalonadamente a la siguiente defensa si el enemigo rompía la línea. El caballero era consciente de que el ataque llegaría tarde o temprano y si eran atacados en firme habrían de retroceder escalonadamente hasta la ciudadela, pero de momento enseñarían los dientes al enemigo. Necesitaba tiempo para preparar adecuadamente el repliegue y había cosas que debían ser explicadas en el consejo de la Alianza.*

Vinduil

07/02/2011 15:57:05

Los soldados y ogros de Amn persiguieron a los miembros de la alianza hasta el mismo límite del ducado y haciendo acopio de disciplina o quizás de miedo a sus superiores ninguno de ellos cruzó el límite.
A partir de ese momento sería muy complicado que alguien entrara o saliera de Arion por medios terrestres.

(// prohibido entrar o salir a pie sin dm)

EspadaUngida

07/02/2011 16:45:58

El sueño atrajo al mago como el cálido abrazo de una amante y se zambulló en sus profundidades durante numerosas horas. Durante sueños, revivió lo que había hecho despierto aunque de manera confusa, mezclandose hechos con poca relación entre sí.

Recordó las fauces de una pantera, los cuernos de guerra, los gritos de una elfa, la llamarada de un dragón, la voz firme y carente de emociones de Sir Leobald y el tono agudo e ironico del hechicero Tabris. Todo se hizo una mezcla de ideas, sucesos vividos aquella noche y otros quizas por ver, los sueños del mago eran así, una mezcla entre acertijos propios del pasado, recuerdos que deseaba olvidar y sucesos que vendrían a suceder.

Lo último que recordó fueron las filas del enemigo cuyo campamento se perdía en las profundidades de la montaña y los soldados parecían simplemente pequeñas hormigas desde su favorable vista.
Las máquinas de asedio se cernían sobre él, altas, imponentes, amenazantes. Las flechas llovían contra él, se mezclaban con los brillos de luces y fuegos artificiales, sentía que volaba en compañía de una manada de dragones, los gritos de júbilo de Tabris resonaban con el caer de las catapultas y daban paso de nuevo a sus gritos de dolor cuando caía presa de la lluvia de flechas.

Cayó sobre la hierba, y rozó con sus manos las hojas resecas por el otoño. Entonces sus ojos se abrieron, sus manos rozaban las arrugadas sábanas que se retorcían en la cama en innumerables y extrañas formas como el mar en un día de ventisca.
Tanteó la mesilla de noche hasta que sus dedos dieron con la manivela que encendía la lamparilla, la luz apareció chirriante y molesta a los ojos del anciano, entonces se preguntó cuantos días había dormido.

Con paso lento se encaminó hasta su escritorio, y se sentó en aquel sillón enorme, sintió una punzada de dolor en la cadera, allí donde una flecha había quedado clavada el día anterior. Apretó los dientes y se convino a seguir, el trazo de la pluma era fino, esbelto y no se curbaba pese a sus espasmos de dolor.
Al terminar, cerró la carta y la selló, el sello aún estaba caliente y goteaba cuando se incorporó y soltó la carta en un hueco de la pared, cualquier persona hubiera dicho que allí hubo una chimenea, pero no, ese hueco en la pared tenía una función, la carta caería hasta las manos de su aprendiz o al menos, hasta su pupitre, éste debería leer la carta de su maestro y entonces, seguir las instrucciones escritas.

Había intentado ser lo más claro y conciso:
[i:f2d05b4906]
"Milithraldor, sin tiempo para felicitarte por tus actos de ayer hoy ya es un nuevo día y requiero de tus brazos, cabeza y piernas para nuestra siguiente tarea, prepararnos para un asedio.
Quiero que despiertes al maese Haydee y juntos salgáis con unos pergaminos de teleportar mayor que he adjuntado en la carta. Para dentro de una semana quiero que me consigáis la mayoría de los siguientes componentes:
> 2 papeles en blanco (para escribir cartas, no conjuros)
> 2 plumas para escribir
> 5 frascos de sangre de dragon.
> 2 lingotes de adamantita
> 4 esmeraldas
> 10 frascos de polvo de hadas
> 2 plumas
> 10 pergaminos para conjuros.
> 5 minerales de carbon, extraidos de la mina.
> Cuarenta o cincuenta diamantes.

El tiempo apremia, intentad conseguir la mayoria posible.

Duzdin, Servidor de Mystra, Archimago de Arion y Consejero de la Orden del Fenix.[/i:f2d05b4906]

Mercury

07/02/2011 17:33:28

Milithraldor se despertó al sentir que algo caía sobre su cabeza. Se había quedado dormido sobre su pupitre, agotado tras haber mantenido la ilusión de los dragones todo el tiempo que pudo. Se levantó he hizo crugir su cuello dolorido por haber dormido en mala posición y luego abrió la carta.

Creo que la mayoría de las cosas serán fáciles de conseguir, pero la adamantita, la sangre de dragón y los diamantes costará bastante, además tengo que conseguir unos cuantos para mi o no podré conjurar otra ilusión como la de ayer.

El aprendiz se levantó y fue a despertar al mago Haydee.

_Kaworu_

07/02/2011 21:11:36

Tabris agarró la nota que le pasó el aprendiz y sonrió al tiempo que se la devolvía.

"Miau, tu dejame a mi los dragones y los diamantes. La adamantita será lo más dificil...hm..si te ves con valor viaja a Skullport y contacta ahi con algun proveedor pero mucho ojo que es muy peligroso. El polvo de hada ni se te ocurra ir a conseguirlo en las grutas de Ambar, ahora mismo es muy peligroso."
[i:8bbb579079]
Tomó el pergamino de teleporte mayor, lo guardó en su bolsa y se marchó de la torre.[/i:8bbb579079]

//Con permiso de SM-Vinduil, me escabullo de Arion con teleport que tengo la marca en Ambar.//

_Kaworu_

08/02/2011 02:49:30

"Miau" cogió su pequeña lista de la "compra" y fue marcando los elementos que él ya habia adquirido... luego se paró y la volvió a examinar con curiosidad.

> 2 papeles en blanco (para escribir cartas, no conjuros) -> Hecho
> 2 plumas para escribir -> Hecho
> 5 frascos de sangre de dragon. -> Hecho
> 2 lingotes de adamantita -> Hecho
> 4 esmeraldas -> Hecho
> 10 frascos de polvo de hadas
> 2 plumas -> Hecho
> 10 pergaminos para conjuros.
> 5 minerales de carbon, extraidos de la mina.
> Cuarenta o cincuenta diamantes. -> Mirar mochila

[i:8c4b18be5b]Al pasar sus ojos por el "Mirar mochila", Tabris examinó su bolsa para comprobar cuantos diamantes habia conseguido...habia muchos, pero no eran 40 o 50, sino más bien 30.

Encontrar adamantita resultó ser mucho mas sencillo de lo que en principio habia pensado, sin duda habia sido un golpe de suerte, aunque eso no significaria que Duzdin o Leo se libraria de pagar la factura del coste de los componentes que ya ascendia a más de 2 millones.

Pero no podía pararse, aun tenia muchas cosas por hacer...Ambar seguia bajo la atenta mirada de Shiandree, Arion bajo asedio y ademas su trabajo debia incluir mas cosas que el hacer de chico de los recados.[/i:8c4b18be5b]

Blues

08/02/2011 13:10:47

Mientras todos retrocedian a Arion Paskinel se quedo en el camino.Seguiria atacandoles por sorpresa en varias ocasiones,matando a algunos de los ogros apostados.Tambien acabo con el que parecia el capitan.Tras eso numerosos arqueros Ogros le dispararon y algunos ogros soldado le siguieron hasta tejarn.Tras acabar con ellos se retiro.No tardaria en volver y acabar con unos cuantos mas.

Blues

12/02/2011 15:53:21

El ejercito de la Reina Ilkara se desplego por todo el camino y levantaban fortificaciones de madera por la zona para impedir los ataques,parecia estar bien dirigidos y al dispersarse por la zona era imposible hacer el daño que hacia hasta ahora.

Se escondio entre los arboles y observaba el campamento.Salian carretas del campamento,algunas escoltadas por 10 soldados otras solo con varias personas.Paskinel las siguio hasta un cruce de caminos,mientras la escoltada por soldados seguia hacia la capital,la otra seguia al norte.Espere a que acampasen para adentrarme en la carreta sin ser visto.Solo seda y alfombras,diversas telas y ropajes llenaban el carromato.Parecian ser comerciantes que habian comercio calisita y seguramente negociaban con el ejercito.Tras prender fuego a la mercancia volvio al camino.Por el cruce pasaban numerosas carretas algunas escoltadas por 10 soldados otras que parecian de comerciantes.

Volvio a Ambar para pensar como conseguir ayuda para atacar las caravanas que se dirigian al campamento.No pensaba que les hiciese mucho daño asi,pero si que si les iba cargando de problemas podria retrasar el ataque a Arion.

Vitule

16/02/2011 01:17:05

Su memoria le permitió llegar al templo de Gond y no el mapa que le había proporcionado el mayor de los Fuegoscuro días antes ya que este había desaparecido misteriosamente y todo parecía indicar que había sido otro miembro de los Fuegoscuro, aunque no a los ojos de todos, el que se había encargado de darle otro uso, el famélico buey.

Llamó a la puerta y esta se abrió ayudado por lo que esperaba encontrar, un gnomo que pronto desapareció de su vista no sin antes mascullar algo referido al enano de pobladas cejas y alborotada barba que entraba en el templo examinando el lugar y deteniendo la mirada en quien hizo llamar su atención con un -¿Qué deseas maese?-. Escueta fue su respuesta así como la explicación de para que necesitaba esa dinamita, pronto Redgar no podía más que intentar descifrar el desconocido idioma que le parecía estar escuchando de otro gnomo al que hicieron llamar y que se encargaría de acompañarlo a la mina y disponerlo todo para el posible ataque, pocas fueron las palabras que alcanzo a entender entras las que se encontraron:

- Rápido, hablar y cabra-. Pronto comprendió el porqué de la última de ellas…una cabra descendió de los cielos hasta detenerse frente a ellos cargada con fardos repletos de dinamita ante la sorprendida mirada del enano que no daba crédito a lo que veían sus ojos.

El camino hasta la mina seguido de un gnomo al que no podía entender la mitad de las frases debido a la excitación que parecía tener y las ansias por decir aquello que pensaba y de una cabra cargada con un peso en dinamita superior del que el enano podía imaginar podría cargar un animal así no sería algo que fuera a olvidar con facilidad Redgar Fuegoscuro.

Solo quedaba la colocación de la dinamita en los puntos estratégicos del puente y el gnomo parecía tener muy claro como debía hacerse, fueron necesarias unas horas de trabajo, la valentía de este y la fuerza del enano que debía sostenerlo en el aire mediante una cuerda que vaciló en algunos momentos pero que no dejo caer al pequeño gnomo aunque sus chirriantes ordenes le hicieran plantearse lo contrario.

Cuando todo estaba en su lugar el gnomo requirió el pago por sus servicios y se le entregó lo que pedía…sin duda, un precio pequeño por la seguridad de la mina de Ghordor.

Jack_Botas

16/02/2011 15:29:33

*El emisario de Ilkara y su escolta de ogros y humanos abandonaron las barricadas del puesto avanzado de Arion tras el breve diálogo con Leobald, que ahora les observaba marchar. EL caballero se mesaba el bigote pensativo.*

(..No habrá rendición del ducado ni juraremos lealtad a Ilkara, pero eso ya lo sabían antes de venir. Ilkara siente que una guerra aquí no le conviene. De ahí su oferta envenenada; rendición, sumisión y paz. Enterró su credibilidad y su honor al aliarse con Shozillis para asesinar al consejo de Seis. Quizá tenga otros frentes abiertos. Deberíamos ponernos en contacto con alguien de la capital. Quizá incluso con la reina de Thezyr, enemiga conocida del poder ogro de Muran. Tomaré pluma y papel y hablaré con Duzdin para que abra uno de sus portales.
Pronto habremos de batallar de nuevo, con ayuda del mago y el terreno a nuestro favor haremos más daño al enemigo del que sospecha. No podemos ganar esta guerra solos, pero lucharemos por defender el ducado tanto tiempo como nos sea posible. Ningún ogro tomará la ciudadela mientra quede un fénix con vida.)

*El caballero observó como los soldados añadían a la zanja los sacos aceitados de glándulas de araña que habían sido recolectadas en las cloacas, a fin de que, al quemar, el humo fuera lo más espeso posible.*

gatovengador

18/02/2011 15:23:01

Por Amn circulan pregoneros con el escudo de la nueva reina. Su pregón, un mensaje en contra de la corrupción y a favor de la unificación para alcanzar la verdadera paz. Entre los promotores de la corrupción se cita a Arion, cuyos líderes egoistamente someten a sus vasallos en pos de sus intereses personales y en contra de la paz en Amn que la Reina Ilkara I quiere crear.

ArkasLynvail

18/02/2011 20:33:41

Por todas las tierras de la Intriga - Tezhyr, Calimshán y Amn- llega rápidamente a sus ciudadanos el último edicto de la Reina Zaranda.

[i:b3f8457b8e]El reino de Tezhyr no acepta ni ve con buenos ojos las nuevas noticias que llegan desde Amn, tomando a la nueva reina como una usurpadora que se ha hecho con el trono de Amn de manera totalitaria y con la ayuda de seres oscuros como los ogros de Sozhilis.

La corona de Tezhyr espera que la situación se normalice y espera no derramar más sangre inocente, deseando que los nuevos gobernantes Amnianos entiendan de lo equivocadas de sus acciones. Por todo ésto Tezhyr no irá a una guerra contra el nuevo poder de Amn y su alianza con Sozhilis.

Por otro lado Tezhyr abrirá sus fronteras a cualquier refugiado Amniano que busque cobijo o un lugar seguro. [/i:b3f8457b8e]

El edicto es repetido por numerosos pregoneros, muchos de manera diferente pero con el fondo del edicto bien claro. Tezhyr se opone al nuevo gobierno pero no irá a la guerra.

Jack_Botas

25/02/2011 18:39:38

*La espera se hacía larga, el enemigo se movía más allá de las barricadas del puesto avanzado, tomaba posiciones, pronto atacará. Nyrnael trataba de enardecer a las tropas enarbolando el pendón del Justo. Los aliados se había reunido junto a las defensas: Norfindel, Azhmel, Estenion, Lady Nyrnael, Sir Lancel, Sir Reb. Sir Leobald les explicba el plan de batalla: defender las posiciones, replegarse defensivamente y férrea resistencia junto al puente.*

-¡Avanzan Sir! *gritó alguien*

*En efecto avanzavan, lenta e inexorablemente. Ogros y humanos con las armas prestas. Una ofensa para el mundo libre y la Triada. De pronto todos se retiraron y corrieron hacia atrás. El caballo de Sir Lancel corcoveó y Sir Leobald apenas tuvo de tirar de las riendas del suyo antes de que Lady Nyrnael gritara:*

-¡Al suelo!

*Una llama cayó de los cielos e hizo saltan por los aires las barricadas. Una lluvia de astillas incendiadas envolvió las tropas de Arion. Maldiciones surgieron de las gargantas de los guardias leales para las madres de los magos enemigos. Apenas habían rehecho la línea cuando los de Ilkara les cayeron encima. Contuvieron a duras penas la primera oleada. Tabris conjuraba sin cesar y Norfindel, Estenion y Azhmel se movían con agilidad entre los enemigos. Los caballeros defendía la vanguardia hasta que la segunda oleada rompió la linea. Cada vez eran más y no dejaban de llegar. Soldados bien entrenados y ogros sedientos de sangre. Todo se volvió un caos. Leobald retrocedió hasta una elevación e hizo sonar el cuerno de oficiales, la señal acordada para la retirada. Rescató una varita de su cinto e implorando a Ilmater una columna de llamas encendió lo que quedaba de la zanja.*

-¡Retirada! *gritaba el caballero en el fragor de la batalla*

*Los hombres corrían a la siguiente posición al abrigo del humo de las glándulas de araña, las flechas enemigas no les alcanzaban, el humo y el fuego hacían su trabajo. Sin embargo, muchos enemigos habían cruzado las líneas antes de encender la pira.
El grueso de la tropa arionita se retiraba a la siguiente posición entre sangre y acero. Caían y se levantaban con la ayuda de los dones de Sir Reb.
En la siguiente posición solo Tabris aguardaba.*

-¿Dónde están el resto? *preguntó Sir Leobald*
-Fuera *respondió el hechicero*

*Sin mediar más palabras Leobald reuni´ó a un grupo de arqueros y regresó para cubrir la retirada del resto de aliados. No habían oído la señal o no habían podido replegarse. Lancel, Nyrnael y Reb luchaban valientemente por separado. Sir Leobald llamó a retirada un vez más. Los arqueros les cubrían. Los ogros y los soldados cayeros sobre el pequeño grupo. Cayeron se levantaron de nuevo pero alcanzando todos por fin la siguiente defensa.
Sin apenas descanso los enemigos volvieron a caer sobre los aliados. Eran demasiado y estaban frescos, debían ser el relevo. Eran demasiados.*

-¡Retrocedemos al puente! *gritó Sir Leobald, que hizo una seña a los ballesteros de la muralla sur de la ciudadela para que los cubrieran.*

*En las murallas los ballesteros se prepararon para descargar una tras otras andanadas de virotes. Ogros caen enterrados en astas emplumadas de ocas de Arion. El enemigo dio un ligero respiro y los soldados de la Alianza consiguieron llegar al puente.
Los aliados se reunieron en al boca del puente y defendieron la posición ferozmente. La barrera mágica de Duzdin brillaba a sus espaldas, sobre el puente, los ogros no podrían pasar si al final tenían que retroceder a al ciudadela. El combate fue eterno, el grupo de defensa se vio separado. Muchos hombres buenos dejaron la vida aquí. Si caían en el puente caerán los campos, todos lo sabían. A pesar de todo el valor no es siempre suficiente, eran demasiados.
¡Nyrnael había sido rodeada! Se batía con maestría y valor encendiendo los corazones de los aliados. Atacaron, rompiendo el cerco a acero y sangre, para retroceder de nuevo. Demasiados enemigos. Leobald cayó de nuevo, pero poderes divinos lo trajeron de vuelta una vez más. Los ballesteros de las almenas hacían presa en los enemigos, pero siempre parece haber un nuevo soldado tras cada uno que cae. Sir Leobald se batía en medio del puente*

(...El acero pesa en el brazo, la sangre ha tornado carmesí mi manto, el cansancio comienza a hacer mella, la sangre amiga es viscosa y el puente resbala. Sujeto firmemente la espada de nuevo y asesto mandobles de nuevo, una y otra vez. Un, dos, tres, cinta mandoble escudo y vuelta a empezar, los defensa es maquinal, disciplinada, casi no he de pensar, mi cuerpo está al límite, lo noto. Ahorro fuerzas, minimizo lo movimientos, espero, ya llegan de nuevo: un, dos, tres, finta mandoble, escudo. Un velo rojo nubla mi visión. Hace horas que combatimos. ¿Es esto nieve? Debe serlo, aunque no siento el frío... Duzdin, debe haber comenzado...)

*A lo lejos una tormenta negra como el Abismo descargaba piedras y frío sobre el centro del ejército enemigo. Los propios hombres de Arion comenzaron a acusar el frío gélido e hiriente*

(...Suficiente, esto es insostenible. Los dioses nos ayuden, comienza le sitio...)

-¡A la ciudadela! ¡Retirada! ¡Todos a dentro! *bramó tan alto como pudo antes de que un certero golpe lo noqueara de nuevo. Sus hombres lo llevaron tras las murallas.*

*Con un sordo crujido el rastrillo bajo y el puente levadizo abrió un abismo entre los ogros y los arionitas. Arion cerró sus puertas dando comienzo el sitio del santo lugar.*

Reb

25/02/2011 19:47:43

- Sir Leobald, si os parece, estableceré la enfermería en la sala de entrenamientos... es espaciosa, dijo el Clérigo.

- Naturalmente, cuidad de ellos, será nuestro sanatorio, le dijo a Reb.

*Espaciosa... si.. lamentablemente necesitaban un sitio espacioso. Había muchos heridos entre los soldados de Arion, que lucharon como se esperaba de ellos. Las heridas sanarían, por el poder de Helm y de la triada. Pero a Reb le empezaba a preocupar algo mas. Estar sitiados es muy duro, y ahora lo estaban. Y las heridas de la mente son peores de curar que las heridas del cuerpo.*

(He de hablar con Leobald. Debemos hacer todo lo posible por mantener alta la moral... Hay esperanza y debemos contagiarla... los hombres deben ver en sus oficiales nuestra fuerza de espíritu. La batalla ha sido dura, pero lo que nos aguarda es todavía peor. Si vemos nuestro hogar como una vulgar ratonera en la que estamos atrapados nos habrán vencido.)

*Reb se acomodó la capa protegiendose del intenso frio mágico que Duzdín había logrado, mientras imponía las manos sobre otro herido, invocando a Helm*

_Honor_

25/02/2011 23:41:31

- Los caballeros salen de las murallas - Dijo uno de los más ancianos que estaba mirando através de los sucios cristales.
- Barhes, no os levantéis. Ya os dije que debéis descansar - Le dijo Lancel con una voz no exenta de cariño.

El Hospicio de Arion era un lugar humilde y pequeño, pero Lancel había aprendido que los caballeros y milicianos de Arion procuraban que mantuvieran llenas sus estanterías de vendas.

Con gesto suave apoyó la mano sobre el anciano y lo guió con un movimiento sutil hasta el catre, el anciano refunfuñó pero aceptó que debía descansar. Lancel observó tras la ventana, como dijo el anciano varios caballos salían de Arion con presteza, abriendo los portones del ducado. Lancel reconoció rápidamente los estandartes de Arion y los símbolos de la triada que portaban. Aquellos debían ser Ser Leobald, Lady Nynrael y Ser Reb.

- Algo ocurre - Murmuró para sí, pero el anciano lo escuchó.
- Sí...van a la guerra, deja de preocuparte por mi. No me voy a mover de aquí por mucho que quiera y tú eres joven y fuerte, te necesitarán ahí fuera. Venga vamos, deja de mirarme ya y ponte el jubón, la capa y coge esa espada - Dijo mientras señalaba con sus dedos esqueléticos a "Esperanza" la espada bastarda que estaba apoyada en la mesa reflejando los tenues brillos de las pocas antorchas que iluminaban la habitación.
- Intentaré volver pronto - Prometió Lancel - Espero que no ataquen hoy....es muy pronto.

Lancel se colocó su regio jubón sobre la túnica que solía usar cuando atendía a los heridos, después se colocó el peto de una armadura sobre ésta y ajustó los guanteletes y las grebas todo lo que pudo. Equiparse le llevó más tiempo debido a su ausencia de escudero, pero hacía ya muchos años que había aprendido a ponerse su armadura solo cogió su capa de piel, la espada y su yelmo y salió a paso rápido del hospicio.

Fuera el ambiente era tenso, más guardia de la normal estaba apostadas en las almenas y las calles mucho más desiertas. Mientras caminaba hacia los establos se colocó el cinturón y la vaina de la armadura. Al llegar al establo se fijó que el ganadero no estaba.

- ¡Plata! ¿Plata estás? te necesito compañera - Dijo un par de veces, entonces su yegua apareció tras un par de yeguas más, los caballos y sementales que estaban en los establos contiguos relincharon y se irgueron al ver a la hembra.
La yegua era bella, su pelo era de color gris blanquecino, alta para ser una yegua era tres palmos más pequeña que la mayoría de los sementales, pero sus movimientos eran mucho más gráciles, parecía que se deslizaba por la hierba.
- Ven aquí...me temo que vamos a tener que pelear juntos otra vez pequeña - La acarició su cabellera blanquecina - quizás sea la ultima, sí ya sé que te lo dijo siempre - dijo mientras se detenía y apretaba las correas, la yegua se removió pero no se quejó más - pero esta vez el enemigo es poderoso y nos supera. ¿Nuestra fe es mayor verdad? - Se respondió a si mismo, pero tal y como miraba a su corcel parece que se lo hubiera dicho ella - Y la fe es más poderosa que cualquier espada así es.

Lancel subió de un salto a su caballo y lo expoleó saliendo de los establos. Los soldados cuando lo vieron dirigirse hacia la puerta subieron el rastrillo permitiendole cruzarlo con su yegua. Y hasta que no cruzó la mitad del puente no puso a su corcel a galope.

La velocidad de plata le permitió llegar con rapidez hasta el último puesto defensivo de Arion, en el camino se cruzó con un par de puestos más, todos defendidos por arqueros y lanceros Amnianos, todos tan impacientes como temerosos de tomar parte de la batalla. Lancel les dedicó un saludo a cada uno pero no se paró hasta que llegó al último, allí las fuerzas eran mucho más numerosas que en todos los puestos anteriores.

El castellano de Arion, Sir Leobald era el único que estaba montado a caballo impartiendo las últimas órdenes ante la inminente batalla, montaba un gallardo semental bastante más alto que Plata, bajo su armadura de escamas plateadas y rojizas se podían ver sus férreos músculos, el corcel trotó levemente al divisar a su yegua y ésto hizo que Leobald se diera cuenta de su presencia.

- Ser Lancel, me alegra veros aquí y combatir junto a vos. - Dijo Ser Leobald con respeto, aunque su voz destilaba tensión por la batalla que se avecinaba - la batalla se acerca, los ogros cargan hacia aquí.
- El placer es mío Ser Leobald. Defenderé a muerte éste lugar y seguiré sus instrucciones - Dijo con firmeza.
- ¡Soldados y gentes de Arion a mi, mantened la primera línea! - Gritó Leobald y caminó en paralelo a la primera línea que se había formado para evitar desajustes.

Sólo entonces Lancel observó a quienes pelearían junto a él en la vanguardia. Aparte de Ser Nynrael y Ser Reb no divisó más caballeros, el resto parecían milicianos y lanceros de Arion contó un par de decenas. El resto parecían una extraña nota discordante entre el militar grupo; un joven encapuchado de ropas ligeras, oscuras y ceñidas donde en sus caderas descansaban dos espadas cortas pero terriblemente afiladas, un elfo menudo de ropas rojas, en su espalda había dos vainas de espadas largas y curvas Lancel no había visto luchar nunca a alguien con unas armas así pero no dudaba de que aquel elfo debía manejarlas con soltura, y por último un joven de ropas extravagantes de color violáceo, cada parte de tela estaba hecha de una manera diferente, como si un ataque de locura hubiera dado a su sastre.

Pero en todo éste tiempo había aprendido que las apariencias engañaban, y eso era algo que iba a darle la razón poco después. Fue entonces cuando una voz familiar sonó tras su nuca, Lancel se giró.

- Ser Lancel, veo que ya habéis llegado - Era Norfindel, el monje del Puño Cegador, Lancel profesaba un profundo respeto por aquella persona de aspecto austero y de aún mayor humildad - Me alegra de que estéis aquí, y antes de que empiece la batalla.

Lancel asintió, el monje siguió caminando a paso rápido. El monje se había sentido muy reservado en las últimas semanas pero apenas unas horas Lancel había logrado hacerle sacar todos sus temores y miedos, pero ya no era momento de recordarle aquella conversación. Se giró, situó a su caballo delante de la empalizada y colocó su yelmo alado sobre la cabeza.
Entonces algo lo cegó, usó sus manos como visera mientras levantaba la mirada hacia el cielo. La luz se hizo más intensa, tanto que le lloraban los ojos, pero ya no sólo era de la luz, sino del calor. ¡Una bola enorme de fuego se acercaba a ellos! todo sucedió muy rápido, instintivamente tiró de sus riendas hacia atrás y todo explotó.

Astillas, gritos, fuego y luz. Todo se mezcló en un estruendo ensordecedor. Plata se encabritó y amenazó con tirarlo al suelo, suerte de que había agarrado sus riendas previamente a la explosión.
En ese momento vio como hombres y ogros saltaban los restos chamuscados de las empalizabas y saltaban sobre los sorprendidos guardianes. Lancel aún estaba algo conmocionado por la explosión, la voz de los soldados le sonía como un eco lejano. Observó que la línea se había mantenido casi íntegramente y desenvainó gritando con todas sus fuerzas ¡Por las gentes de Arion!.

Se sucedió el entrechocar de espadas, los caballeros enemigos lanceros de Amn se mostraban muy organizados y eran una fuerza temible sumada a la fuerza de los ogros.

- ¡Por la libertad de Amn! - Gritó alguien tras él, por fin había recobrado su oído.
- ¡Mantened la línea! - Escuchó que decía Leobald.

Pronto Lancel estaba en una situación de cinco a uno, y vio que el resto también. Gritó el nombre de su dios, de su antiguo rey y de la justicia. Pero a cada enemigo que abatían aparecían tres para sustituirlos, pronto pasó de atacar a defenderse, el olor a sangre impregnó el campo de batalla.

- ¡Retrocedamos! - Escuchó que decían ésta vez varias voces, tiró de sus riendas hacia atrás, pero entonces observó el cuerpo del elfo entre varios enemigos.
- ¡Vamos plata! - El caballero expoleó las riendas y su yegua dió un salto derribando a dos soldados y situandose junto al cuerpo del elfo.

Lancel empezó a golpear las lanzas con su espada bastarda, y logró cortar dos, otra se hundió en la coraza de plata que atenuó su daño pero no evitó que ésta relinchara de dolor.
Una luz proveniente del hechicero morado creó caos y confusión entre sus enemigos y encontró un mínimo espacio para lograr curar al elfo gracias a un pergamino arcano.

- Gracias Miriam....gracias mi señor - Murmuró cuando el elfo se levantó y fue suficientemente inteligente y ágil para voltearse y escabullirse de los enemigos.

Alguien más gritó que retrocedieran y ahora sí Lancel volvió a galope hacia el siguiente puesto de defensa, por suerte el ejército enemigo se había estirado y pudo cabalgar entre los enemigos, golpeandoles en su carrera.
Observó el siguiente punto de defensa, estaba en una posición crítica, en lo alto de un pequeño montículo Lady Nynrael combatía a pie con al menos siete enemigos, entonces cargó hacia allí.
El peso del caballo cayó sobre la espalda del lancero que intentaba atacar por la espalda a la paladina, rápidamente Lancel a caballo y Nynrael a pie combatieron juntos, pero eran demasiados y apenas podían hacer otra cosa que defenderse y aguantar.

Escuchó un grito de Nynrael, la sangre manaba por su costado, la habían alcanzado profundamente pero ella seguía combatiendo. Al cabo de un par de golpes más las fuerzas desaparecieron, y una lanza la atravesó el vientre.
No tuvo tiempo de quejarse y maldecir, los soldados que habían derribado a Nynrael cargaron contra él, Lancel intentó dar círculos, cortar sus largas lanzas pero era insuficiente una se hundió en los cuartos traseros de Plata que relinchó y se tambaleó, solo apoyada en sus patas delanteras, Lancel movió frenéticamente su espada y su cuerpo intentando no perder el equilibrio pero entonces una lanza le atravesó la cota y penetró su pulmón, sus armas se cayeron y se llevó las manos a la herida mortal intentando sacar aquella perniciosa arma de su interior y contener la emorragia que salía de la herida.

El ogro que estaba delante de él rió grotescamente y su hacha cortó el cuello de plata bañándole con un rio de sangre. El caballo cayó léntamente como un viejo árbol al ser talado y con su cuerpo aplastó la parte inferior del cuerpo del paladín.

- ¡Ya no gritar tanto eh paladín! - Dijo el ogro con la sonrisa más grande y los dientes más podridos que había visto Lancel en su vida - Ahora no gritar nunca más cuando cortar cabeza.

El ogro levantó el hacha pero entonces sorprendido observó el cuerpo de la yegua, éste se tornó azul tan brillante que lo cegó por un momento y cuando recobró al vista la yegua ya no estaba.

- Vuelve....a ...casa... - Dijo Lancel con esfuerzo y movió la mano que había quedado apresada por el cuerpo de su caballo.
- ¿Qué has hecho? - Dijo estúpidamente el ogro, pero la confusión le duró un instante, volvió a enarbolar el hacha con intención de decapitarlo.
Pero en ese momento dio un alarido terrible, soltó el hacha y se llevó las manos a su espalda, Lancel sintió el olor a carne quemada, era aún peor que el aliento de aquel ogro que fulminado cayó sobre sus piernas dejándolo atrapado de nuevo.

La vista de Lancel empezó a cerrarse y sintió como el dolor le desaparecía, vio al hechicero de ropas moradas corretear entre cuerpos de ogros y humanos calcinados y entonces todo se hizo negro.

- Arriba, vamos arriba - Dijo una voz débil o lejana. Lancel abrió los ojos y observó a un hombre de unos treinta o cuarenta años. Llevaba el símbolo de los justos en su coraza y un colgante de Torm. - Debemos volver al puente, son demasiados - Le dijo Reb, cuando Lancel recobró la consciencia.

Apartó de un empujón el cuerpo del ogro y movió sus entumecidas piernas para que la sangre recobrara su circulación. Le llevó un rato encontrar su espada pero cuando la encontró pudo volver hacia el puente, su paso no era tan rápido como esperaba y un punzante dolor en una de sus piernas le hacía tener que cogear. En el puente la situación parecía tan complicada como al principio << Al principio >> Pensó << Parece que hayan pasado días >>

- Ser Leobald, Azhmel, Norfindel y ¡Nynrael! combatían al enemigo a las puertas del ducado. Las huestes ahora eran más numerosas que nunca pero el último puesto se había mostrado como el más fiable y seguro de todos, apoyado por los arqueros de las almenas del ducado y sus escorpiones los ogros no tardaban en ser abatidos en cuanto se acercaban al grupo, su altura les hacía ser un blanco perfecto para las balistas.

Lancel se hizo paso en el puente, golpeó a un hombre en la nuca y éste cayó por la borda, su grito en la caída aún resonaba cuando se giró para enfrentarse al siguiente enemigo. Codo con codo los últimos miembros de la vanguardia resistían el puente, los brazos de Lancel estaban totalmente agotados y cada nuevo golpe le parecía más fuerte que el anterior.
Entonces una gota cayó sobre su guantelete no una gota ¡un copo! un copo de nieve y luego otro y cientos de decenas más cayeron sobre él y quienes lo acompañaban. Pensó que era alguna treta del enemigo, algún tipo de alucinacion del cansancio. En un primer momento el calor de la batalla no le hizo sentir frío alguno, pero después éste se hizo tan intenso que no pudo obviarlo, miró a su lado confuso como si preguntara al resto si también sentía lo mismo que él. El grito de Leobald zanjó sus dudas.

- Es cosa de Duzdin, ¡retirada a las almenas, abrir el portón! ¡Retirada, retirada, retirada! - Gritó el caballero.

El suelo del puente retumbó cuando el portón cayó sobre éste, pesado. Los aliados cruzaron al interior y también varios enemigos incluso uno saltó sobre la puerta cuando ésta se elevaba denuevo. El entrechocar de espadas llegó hasta el patio de Arion, pero no durante mucho tiempo, en su interior esperaban más soldados y los arqueros no tardaron en abatir al enemigo, pronto los únicos gritos que venían eran las órdenes desde la muralla.

Se tomó unos instantes para coger aliento.

- ¿Esta nieve es cosa del Archimago? - Dijeron algunos, confusos.
- Pero es tan negativa para ellos como para nosotros - Dijo otro - este frío es insoportable, acabaremos congelados.
- Pero nosotros tenemos castillos y casas de piedra y ellos solo finas tiendas de lino, el frío será terrible para ellos si sigue durante mucho tiempo pero debemos protegernos de él - Dijo Lancel ya más recuperado.
- Sí, debemos ir al castillo. Caballeros, Azhmel, Norfindel, Estenion seguidme. El resto a las almenas y hacer cambios de turnos a la mitad del tiempo normal, no quiero que os congeléis o enferméis - Indicó el castellano Ser Leobald.

Lancel se quitó el yelmo, su pelo estaba apelmazado sobre su cabeza debido a su propia sangre y sudor. Apretó el amuleto que colgaba en su cuello, era una fina cadena de plata con el símbolo del Quebrado, y lo apretó con más fuerza cuando recordó la imagen de Plata siendo degollada por aquel ogro hediondo.


Pero se prometió que la venganza no guiaría su espada, lo haría la justicia, únicamente la justicia, Amn y sus gentes merecían un soberano legítimo y no una tirana que se aliara con bestias depravadas tomando su poder por medio de la fuerza y el asesinto. Sí, lo haría por eso y no por la muerte de Plata, lo haría por la justicia y por los aldeanos y plebeyos, para que no sufrieran la soberanía de la Tirana de Hielo. Miró la nieve y las murallas, el asedio sería largo y duro y habría nuevas sorpresas.

Stoker

26/02/2011 23:46:21

Norfindel estaba agotado.

Los últimos meses habían sido demoledores para él, podía perder el único lugar que se había parecido a un hogar para él en toda su vida, y por otra parte estaba lo de Ersel, que le consumía por dentro...pero esa es otra historia.

Había estado aislado casi todo el tiempo en el monasterio del Puño Cegador. Él mismo no se dejaba hacer nada, ni ejercitarse ni descansar. meditaba y se ejercitaba de una forma más pasiva comparada conforme hacía antes, y por las noches sus pensamientos no le dejaban conciliar el sueño: la tormenta de su mente agitaba el mar de su cuerpo. Ahora estaba más demacrado, con ojeras y signos de agotamiento, no más débil pero sí más inestable. Las únicas conversaciones que mantenía eran con Lancel en algunos de esos días de guardia en la muralla, y al menos, eso le ayudó a estrechar un poco los lazos con él.

El monje consideraba curiosa la forma en que dos eran las únicas cosas que le reconfortaban en estos días: las conversaciones esporádicas pero profundas con Brishander, y la tensión. Esta última le preocupaba cada vez más, en medio de la atmósfera de presión y nerviosismo ante una posible, casi segura guerra que reinaba en Arion, el se sentía más cálido, más cómodo. Al aprendiz le turbaba y regocijaba a la vez su felicidad en la zozobra.

Un día despertó y fue a dar una vuelta rutinaria por Arion. Las cosas estaban más tensas de lo normal, algo sucedía. En cuanto quiso darse cuenta vio un muro brillante plantado en el puente de Arion, y se comenzó a preguntar si ya era la hora. Vio que a la torre arcana la rodeaba un muro similar, de destellos esmeralda, vaporoso y claramente arcano. Al acercarse pudo ver a Tabris, Reb y Nyrnael preparando un mensaje arcano para Ghordor.

En cuanto quiso darse cuenta Estenion había llegado, y acto seguido todos empezaron a marchar al último puesto de defensa. Allí se encontraba el grueso de la fuerza arionita, era obvio que el ataque no tardaría mucho en llegar.

Entre este aura de incertidumbre, volvía a encontrarse contento, prácticamente eufórico, pero sabía que ahora mismo le convenía estarlo, le ayudaría en la batalla. En el puesto avanzado vio resaltar las figuras de sir Leobald, montado en su caballo, además de la extravagante ropa de Tabris de nuevo, las armaduras brillantes y exhaladoras de energía arcana de Reb y Nyrnael y las ropas entre y negro de Estenion. En cuanto volvió la cabeza vio a Lancel galopando hasta el emplazamiento, y pasados unos minutos, le saludó como un compañero más que era.

Norfindel era consciente de que poco podría hacer cuerpo a cuerpo, no estaba a la altura de sus compañeros más experimentados ni de los ogros, así que le pidió a Reb algunos pergaminos, porque ayudado de su velocidad podría resucitar a sus compañeros en medio del combate con más diligencia.

Al darse la vuelta, aun con otras cosas en mente escuchó gritos que instaban a que se tumbara todo aquel que quisiera conservar su vida. Al mirar hacia arriba vio un proyectil reluciente acercarse rápidamente, y sus reflejos le permitieron saltar detrás de un pequeño montículo, donde la explosión siguió calcinándole, pero al menos no se llevó el impacto frontal.

El monje se levantó sin tiempo de ver las quemaduras que tenía, pues la bola mágica había reducido las barricadas a unas cuantas brasas, y los batidores ya avisaban de la carga enemiga. En lo que cae una piedra de un acantilado, el enemigo ya estaba ahí, los ogros se acercaban poderosos y altivos, y los lanceros inclinaban sus armas listos para la carga...y la batalla comenzó.

Veía sangre y muertos por doquier, corría, pateaba y golpeaba a todo lo que se le ponía a tiro que fuera enemigo, sin darles tiempo a responder. Donde había un tumulto de enemigos, ahí se encontraba uno de sus aliados, y él acudía mermando por detrás su número. En una de estas ocasiones vio en la estepa un cuerpo familiar inerte a lo lejos. A pesar de la sangre, casi podía asegurar que se trataba de Leobald. En ese momento dio gracias a el arduo entrenamiento con los cubos de agua al que le había sometido su maestra Lilian, pues pudo colocarse a su lado en un corto espacio de tiempo, leerle el conjuro, ayudarle a levantarse completamente rejuvenecido y salir corriendo a seguir ayudando antes de que el caballero pudiera haber recuperado la consciencia completamente.

Norfindel escuchó los cuernos que mandaban la retirada, pero en ese mismo momento vió como unos lanceros se arremolinaban alrededor de un ogro que elevaba su hacha y de Lancel, montado en su yegua, ondeando su espada bastarda, asediado por la supremacía numérica.

Cuando el aprendiz de monje se dispuso a saltar sobre unos enemigos para derribarlos, vio que una punta metálica comenzaba a sobresalir por su hombro izquierdo, le habían dado. El lancero remató la faena completamente haciendo pasar su arma casi al completo, y Norfindel cayó al suelo preso del dolor.

No supo ni cuándo ni quien ni cómo, pero alguien le ayudó a levantarse, y acostumbrado ya a las reanimaciones, el semielfo ya sabía dónde estaba, y que debía escabullirse para recuperarse. Cuando hubo retrocedido a un puesto posterior, empezó a descorchar pociones para estimularse y volver a la lucha, pues aunque habían tocado retirada, nadie estaba ahí, y su sitio estaba con el resto.

Al volver al campo de batalla, vio como había un gran número de caídos, y se preguntó cuánto tiempo habría pasado inconsciente, aunque en estos momentos ni recordaba el dolor de su herida, pese a que no podía usar su brazo izquierdo. Avistó el cuerpo tumbado de Estenion, y acudió rápidamente a ayudar a su amigo. Como tan sólo le quedaban hechizos de reanimación simple, usó uno con él y le ayudó a retroceder hasta la posición del puente para que se recuperara debidamente.

Entre tanto, la retirada ya había sido efectiva y mucha gente ya se encontraba luchando en la posición del puente. Allí optó por sacar todo el arsenal de shurikens que tenía escondido, y decidió usarlos indiscriminadamente y casi sin precisión, pues las armaduras enemigas eran duras y la cantidad primaba a la calidad en esta ocasión. Al final no hubo más remedio que cruzar el puente y refugiarse tras los muros, donde se coló un pequeño pelotón de lanceros, pues los ogros no podían atravesar el campo mágico, que fue reducido rápidamente mientras las puertas y puente de Arion se cerraban y levaban, respectivamente, muy al pesar de Norfindel.

Intramuros se dio cuenta ya de que nevaba, y de que ese frío no era normal... despedía energía arcana por doquier. Posteriormente se enteró de que fue un truco de Dudzin para debilitar al enemigo, que no tenía resguardo para la inclemencias del tiempo.

El monje estaba desolado. Habían perdido la Torre Arcana, los campos de cultivo... y el Monasterio. ¿Podrían aguantar sus dos maestros, si es que se encontraban allí? Norfindel confiaba en ello, pero siempre cabía la duda. Además, había experimentado los horrores de una guerra para la cual se había estado preparando, pero para la que nadie pudo haberle preparado. Estaba empapado en sudor y sangre, igual que todas las estepas de Arion, había muerto mucha gente allí, y la piedad había sido borrada del mundo.

Nunca podría olvidar la imagen que vio cuando ayudaba a Estenion a volver y miró atrás: todo el campo lleno de cadáveres ensangrentados de humanos y ogros, así como personas, probablemente con familias, y seguro con esperanzas, sueños y sentimientos agonizando en ese mar de muerte y sangre, donde nadie se acordaría de ellos, excepto los filos de los enemigos, deseosos de finarlos.

Al entrar al castillo estaba en estado de shock, y no tuvo fuerzas para escuchar a sus aliados, ni tan sólo para mirarlos a la cara, únicamente se dirigió al sanatorio a instancias de sus compañeros para que le sanaran la herida del hombro.

Días después, con la herida mejor gracias a los poderes de Reb y los ánimos más altos gracias a la cicatrización del tiempo, tuvo energías para convencer a tres hombres para que aprendieran a usar armas a distancia tales como arcos, ballestas y balistas y se unieran al aún más escaso entonces ejército de Arion, toda ayuda sería poca.

sharkang

28/02/2011 17:32:25

Las caras del consejo denotaban lo grave de la situacion. Sir Leobald, Sir Reb, Estenion, Norfindel y Nyrnael discutian sobre la via de actuacion a seguir, con gesto grave y un aplastante peso sobre sus hombros y conciencias.
Sabian que la situacion era desesperada, sitiados con 2000 almas que alimentar, sin suministros y con un enemigo cuyo poder aun no se habia mostrado en todo su esplendor a las puertas. Las decisiones que tomaran podrian suponer la vida o la muerte de muchos...

Tras largas reflexiones acordaron que el Archimago Duzdin sacara a Nyrnael del ducado usando sus artes arcanas. Las responsabilidades de la servidora del Justo eran claras, buscar aliados fuera de toda esperanza. Para ello sabia bien a donde debia dirigirse y sus largos años al servicio de la Triada quizas hiciesen que fuese escuchada alla donde seria reconocida. Al menos debia intentarlo, pues toda esperanza de resisitir en la actual coyuntura era poco menos que clamar por un milagro.

Acordaron tambien que el Archimago, autentico artifice de la resistencia Arionita, sacara al maximo numero de civiles posibles del Ducado. Seria una tarea ardua, pero eso salvaria muchas vidas, aliviaria las necesidades de provisiones y daria algo de tiempo a la resistencia.

Nuevamente por unanimidad se decidio cerrar las alacantarillas desmoronando su entrada. Los hombrs lagartos eran ahora enemigos de Arion y los Paladines no lo olvidaban?. Con un enemigo a las puertas debian asegurarse de no tener otro dentro de ellas. Algun dia pagarian la muerte de Sharlas's al que el Fenix habia jurado proteger.

Por ultimo, se discutio sobre una posibilidad de mermar al enemigo. Sin embargo no llegaron a un acuerdo. Los Paladines dudaban de la etica de tales medidas, aunque sabian bien que la situacion era desperada, pero una vez mas, la eterna disputa de la justificacion de los medios en relacion al fin, el bien mayor sobre el bien en si... la etica, la moral... Finalmente decidieron posponer esta decision hasta tener mas datos al respecto.

El Consejo se clausuro y Nyrnael se dirigio a las almenas donde pidio a los vigias que hiciesen señales a la torre arcana para lllamar a Duzdin.

La esperanza era minima, pero la fe entre aquellos muros sitiados era firme.

Nyrnael dirigio la mirada hacia las tropas enemigas que acampaban en la lejania, bajo la magica nieve que les martilleaba. Sus ojos se dirigieron despues mas lejos, hacia el horizonte, buscando unos aliados que no veia.

Reb

28/02/2011 19:42:32

El consejo había terminado.
Se había conseguido la unanimidad en todo, menos en la cuestíon de si se debía tratar de envenenar los suministros del enemigo. Arion caería antes que traicionarse a si misma.
Pero Reb no pensaba que recurrir a tales métodos fuese maligno en si. La clave estaba en si el mercenario podía asegurar, y con que margen, que tan solo las tropas enemigas sufrirían los efectos del veneno. Sería inasumible que civiles, aun del otro bando, sufriesen por tales métodos. Había que averiguar si en el campamento que sitiaba la ciudad había soldadesca y oficialidad o... Una medida así tampoco acabaría con todos los soldados. En grandes contingentes hay turnos de comida, hay mas de una varidad de las mismas... pero sería un gran golpe si un buen tanto por ciento de los ogros se retorcía de dolor.

Mas cosas iban quedando claras consejo tras consejo. Por ejemplo que Leobald era un lider. Y que Nyrnael se la volvería a jugar. Y que la vida da muchas vueltas... (si Penco hubiese visto combatir hombro con hombro a Tabris y a Azhmel junto a nosotros defendiendo el ducado, le habría salido pelo en la cabeza...)

El clerigo se cubrió un poco mas con la capa y fue a ver a Norfindel, que soportaba con valentía la cura de su hombro herido.

Blues

28/02/2011 20:33:23

Lilian y Paskinel intentaron atravesar las lineas Ogras sin suerte,Tuvieron que salir corriendo de alli,pero vieron como la mayoria de los soldados vigilaban las grandes catapultas.

Volvieron a Ambar y trazaron un plan,atacarian las carretas de suministros que llegaban al campamento e intentarian perjudicar el comercio en la capital.Pronto se puso mano a la obra y pidio una carreta a los pescadores,tambien buscaba aceite que ardiese facil,pregunto si sabian de algun tipo comun que ardiera bien y fue a preparar unas cuantas botellas.

Irian al camino y atacarian las carretas protegidas por soldados.Unos se harian pasar por comerciantes con la carreta mientras otros atacarian la carreta de la capital a distancia y a los soldados.Al menor despiste los que se hacen pasar por comerciantes se apoderaran de la carreta y huirian con las 2 carretas,si no fuese posible huir verterian el aceite y huirian en su carreta,las flechas harian el resto para que ardiese.

Perjudiciar el comercio de la ciudad podria ser util,asi que cortarian el paso a cualquier comerciante que entre o salga de Alkhtla,los comerciantes que no se avengan a las buenas se les quemara la mercancia y la carreta dejandoles vivos.

sharkang

01/03/2011 16:31:30

Nyrnael tomo la carta de Sir Leobald y preparo su petate, su fiel corcel Fastfaloth acudiria a su llamada cuando estuviera fuera de la fortaleza.
Se dirigio a las murallas, esperando que hubiesen recibido las señales en la torre arcana.
Solo faltaba que Duzdin la sacara de alli, despues muchas millas la esperaban. Mas que nunca debia moverse rauda y sacar el maximo partido a sus dotes diplomaticas.

sharkang

02/03/2011 14:41:27

Duzdin habia conseguido sacar a Nyrnael llevandola a traves de sus artes arcanas a las cercanias de Berrion. La Paladin no perdio tiempo, convoco a su montura y susurrandole unas palabras al oido partio como una exhalacion en direccion a Darromar.

Una vez llego al castillo de la Reina de Tezhyr el vigia le dio el alto.
- Quien va?
- Soy Nyrnael, Paladin de Tyr, portavoz de la alianza contra la tirana de Amn y Soszhilis. Necesito que la Reina Zaranda me reciba en audiencia, es de vital importancia. traigo una misiva de Sir Leobald del Quebrado, Maestre de la Sagrada Orden del Fenix de Arion.

El castillo rezumaba lujo por doquier. Nyrnael fue conducida por el Senescal hasta una sala en los pisos superiores del castillo donde espero unas horas hasta ser recibida.

Puso sumo cuidado en guardar el debido protocolo. Sabia que no dispondria de mucho tiempo asi que trato de ser breve pero al mismo tiempo clara.

La situacion en Arion era desesperada. Unos miles de civiles hambrientos y en su mayoria ancianos y niños mas un puñado de defensores exhaustos tras la primera embestida del enemigo. Arion no tardaria en caer y entonces Ilkara y Soszhilis tendrian un punto fortificado desde el que hostigar a Tezhyr. Que seria lo siguiente en caer si Arion cedia? Berrion? Los enanos se mantenian en la seguridad de sus tuneles, los elfos ocultos en su arboleda. Que impediria abalanzarse sobre Darromar, donde el poder de la Reina Zaranda aun estaba cuajando?

No obtuvo la servidora del Justo la ayuda militar que suplicaba. No obstante, logro mas de lo que podia esperar en un principio. Algo que afianzaba su fe en la resistencia. Sin embargo habria de guardarlo en absoluto secreto.

Al salir del Palacio un rayo de esperanza en las gentes de bien le cruzo el pecho. Por que no? - penso - hay muchos buenos corazones que solo necesitan que se les despierte. Debo intentarlo, no veo otra salida...

Se dirigio como un viento hacia la arboleda elfica. La fortuna hizo que se encontrara con aquel al que buscaba. El Consejero Eldeth la recibio calurosamente. El te con miel que compartieron llevo el recuerdo de Nyrnael a tiempos mas felices y menos sombrios. Pero la realidad pronto volvio a su mente.

La sensatez de Eldeth reconfortaba a la Paladin. El elfo sabia que el consejo habia decidido no intervenir ,pero podrian ayudar algunos a titulo personal, quizas mezclados con otras fuerzas.

Eso era! Buscaria a cuaquiera que quisiera ayudar, los convocaria a todos en un lugar y dia concreto y marcharian contra el enemigo. Quizas consiguiera reunir unos pocos valientes que podrian hostigar al enemigo desde el Norte y el Sur. No un enfrentamiento directo, pero quizzas suficiente para hacerles dudar, no es facil asediar cuando no sabes que puede aparecer a tu espalda.

Repaso mentalmente.
- Berrion, alli hay buenas gentes si, pero debo ser cauta. Ghordor, he luchado codo con codo con el Rey Rugrim en numerosas ocasiones, quizas logre que hostiguen al enemigo y luego se replieguen. Ambar, he de tratar de encontrar algunas fuerzas y coordinar un ataque desde el Norte, aunque solo sea a modo de maniobra de distraccion.
Se mantuvo pensativa largo tiempo.
- No se si es acertado y seguramente me arrepienta de esta decision, pero ire a Calimport. Tratare de buscar alli a gentes que quieran luchar por una buena y justa causa, a cambio de ... nada. Sera esto posible? No prejuzgare. Que Tyr me muestre el camino.

Tiro de las riendas de Fastfaloth y cabalgo en direccion a su siguiente destino. El tiempo no jugaba a su favor.

Jack_Botas

03/03/2011 00:55:55

*Media docena de soldados aguardaban, lanza en mano, junto al muelle subterráneo. Sir Leobald y Bubaiff los precedían con las manos en las empuñaduras de sus armas. El caballero leyó un conjuro de visión verdadera mientras veían la pequeña embarcación acercarse lentamente en la penumbra, en silencio.*

-Soldados, prestas la lanzas, puede ser una trampa. *susurró el caballero a los hombres* ¡Ah del navío! ¡Deteneos! ¿Quien va? *añadió elevando la voz*

*La voz del fénix resonó en la cámara para encontrar el silencio por toda respuesta. La embarcación se deslizaba por el agua hacia ellos, inalterable. Los vigías de la muralla sur habían visto uniformes arionitas a bordo, pero a la luz de las antorchas todo permanecía sombrío. Había hombres a bordo pero no contestaban ni se movían. Entonces la barca se detuvo con un golpe suave al encontrar el embarcadero y sus ocupantes, combatientes de Arion, atacaron como bestias enloquecidas. El combate fue breve y pronto fueron abatidos. Con el último de ellos un diablillo jactancioso apareció en escena de la nada parloteando en la lengua herética del inframundo. Antes de que nadie pudiese reaccionar desapareció con una risa esperpéntica.
Tras escrutar la sala y registrar la barca en busca de nuevas sorpresas sin encontrar nada de interés, Sir Leobald se acercó a los cuerpos y entonó la oración adecuada y dirigiendo los dedos hacia ellos para detectar trazas de magia.*

-Nigromancia *concluyó el caballero con seriedad*.

*Sir Leobald se dispuso a limpiar el lugar y los cuerpos de los hermanos caídos en desgracia con otro pergamino. Tras las oraciones de exhorcismo pidió la bendición del Quebrado para fallecidos*

-Llevad los cuerpos al templo para que reciban la sepultura que merecen. Que este acceso sea cerrado. Ya no es seguro. Volvamos dentro *sentenció el caballero*

*Cuando todos hubieron pasado la puerta fue cerrada bajo llave y un retén de una docena de soldados fue destinado a la vigilia de la misma.
De nuevo junto la fuente del hall de entrada al alcázar del Fénix Bubaiff y un pensativo Leobald compartieron unas palabras por fin a solas.*

-Una advertencia, ¿que otra cosa puede significar esto? “Conocemos esta entrada, no hay escapatoria” *apuntó el caballero.*
-Eso creo yo también *dijo el mercenario, parco en palabras.*
-Este encuentro solo nos aporta la certeza de que al menos tienen un nigromante entre ellos *dijo el caballero; ambos asintieron*

Jack_Botas

15/03/2011 18:20:47

*Sir Leobald organizaba el castillo con rapidez. Timbró varias órdenes para Lance, que llevaría el castillo en su ausencia. Los héroes habían sido avisados ya. Varias pociones de invisibilidad descansaban sobre la mesa.*

(...El monasterio ya no existe, el fuego azul lo ha devorado, pero quizá nos haya dejado la pista que hemos estado buscando sin éxito durante meses. Si estoy en lo cierto y si el aprendiz Milithrandor no se ha equivocado, los acontecimientos podrían precipitarse. Es necesario adelantarse al enemigo, comprobar si está ahí. Es demasiado importante como para no intentarlo. Espero no llamar en exceso la atención del enemigo. ¿Dónde estará Duzdin?)

*El caballero recogió las pociones y se ciñó la espada antes de salir de la sala de audiencias con paso vivo en busca de Sir Reb y los demás.*

...

*El último de los consejeros se había marchado tras el consejo de urgencia tras los acontecimientos del dedo de piedra. Sir Leobald se sentó pesadamente para dejar constancia de la última reunión del Consejo de la Alinaza, como tenía por deber. El caballero parecía cansado.*

(..Nada, de nuevo nada. O la menos nada que pudiera sernos de ayuda en esta liza. Quebrado dadme fuerzas para que mi tesón no flaquee. Sea, ganaremos un poco más de tiempo para Arion con la ayuda de La Triada. Nos centraremos en eliminar esa catapulta. Nada más podemos hacer)

*El fénix se sumió en al trasncripción del informe.*

Jack_Botas

21/03/2011 02:01:10

*Leobald y Norfindel contemplaban desde la muralla sur los cascotes caídos en el fondo del foso. La nieve, que no dejaba de caer, comenzaba a cubrirlos. La catapulta había cesado en su fuego inclemente, pero había destruido los últimos metros del puente de piedra y el puente levadizo estaba enormemente dañado. La cadena de soldados, que se había formado en el patio, aun vertía agua sobre los maderos ennegrecidos del rastrillo y el puente. Otros trataban de apuntalar lo que quedaba en pie.*

zurtnalon

22/03/2011 16:24:53

Quizás los nombres no eran los más acertados, pero habían tenido el cuidado al menos de cambiarse su ropa habitual y llevar en el cinto armas que a decir verdad, Nork no tenía ni idea de cómo usar, pero para aporrear a alguien con un palo solo hacen falta ganas.
El primer problema fue, descubrirse, no les habían echado de allí nada más verles, pero si les habían pedido que se quitasen los cascos, tras remolonear un poco acabaron cediendo, la suerte fue que no les reconocieron.
Uno de los guardias fue a avisar al capitán, tras un rato de espera aparecieron ambos, el capitán tampoco les reconoció, la conclusión sobre aquella gente era que no debían de salir mucho.
Tras sentarse en un lado del campamento, empezaron las preguntas algo tontas, todo por hacer tiempo e intentar ver algo de por allí.

¿a ti no te lo parece Lilee?
-He probado cosas mejores, si –contestó Nork tratando de poner cara de asco.
-Pues deben de comer mierda muy exquisita –reprochó el capitán.

Además preguntaron dónde iban a dormir, cuanto cobrarían, nada le parecía adecuado a su compañero, y por suerte parecía que el capitán estaba de buen humor, o muy necesitado para no haberles mandado lejos.

Al final, decidieron que no se quedarían, después de todo ya tenían lo que querían. Salieron escoltados de nuevo al camino. No había sido tan grave como había penado en un principio. El problema ahora era que aquella idea que le había aparecido en la cabeza de no se sabe donde hacia un par de noches antes mientras trataba de dormir, funcionase.

-No nos hará ganar… pero espero que al menos nos sea de ayuda.

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Vitule

27/03/2011 18:11:33

Con paso firme se dirigió a la entrada, la piernas largas había llegado y él mismo, el mediano de los Fuegoscuro, se encargaría de recibirla y transmitir después el mensaje al rey.

Encontró a Valeria en la entrada bajo la atenta mirando de los guardias, degustaba una manzana que después terminaría por hacer desaparecer el famélico buey que acompañaba a Redgar. Escuchó con atención cada palabra de la humana, la situación que en el campamento que sitiaba Arion se estaba dando, las fuerzas aparentes de ese ejército, el material de asedio, la frenética actividad que parecía sumirlos…y antes de despedirse la humana plasmó en papel la distribución del campamento que había visto a través de los ojos de su familiar y que sin duda el rey Rugrim encontraría de gran utilidad.

Ahora era él, quien debía conocer la situación y sin más demora salió en su búsqueda mientras escuchaba la voz de Valeria a su espalda:

- Suerte en la batalla, maese…-.

Vinduil

30/03/2011 14:12:13

Arion había empezado a sufrir serios golpes en la guerra contra la coalición de Amn y los ogros. El monasterio había quedado destruido por una enorme explosión mágica que nadie podía explicarse y el puente del castillo había sido destruido por los proyectiles de la máquina de asedio enemiga. Además de eso la zona de justas había quedado reducida a restos quemados de madera roca y tela. Varios soldados intentaban limpiar la zona cuando entre los escombros apareció un portal. Rápidamente dieron la alarma y en pocos segundos el portal estaba rodeado por 5 guerreros con sus lanzas apuntando a la puerta mágica. Un humano vestido con una túnica elegante salió del portal con las manos en alto.

- Soy un emisario de la Reina Zaranda. Venimos a entregar la comida prometida por Su Majestad a la paladín Nyrnael.

Mas humanos aparecieron por el portal, esta vez portando sacos de grano y barriles de agua. En dos veces el portal se cerró y se volvió a abrir mientras se llevaban los alimentos, permaneciendo el emisario de Tezhyr en el lado de Arion.
[i:3e3161913c]
- Con esto tendréis para dos meses mas, puede que 3 si sois muy estrictos con las raciones, aunque eso puede debilitaros. En Thezyr negaremos tener cualquier relación con Arion. Si necesitáis mas alimentos enviad de nuevo a la paladín elfa.
[/i:3e3161913c]
Con una reverencia el emisario entró en el portal, que se cerró tras él para no volver a abrirse.

sharkang

30/03/2011 16:22:21

Nyrnael entrego a Sir Leobald un atisbo de esperanza. Aquel objeto magico permitiria recibir alimentos y sacar a los civiles de Arion.

Debian actuar con cautela, por ello solo informo a Sir Leobald y Sir Reb. No debian delatar la ayuda prestada por la Reina Zaranda.

Ahora debia volver a salir de Arion. Trataria de ayudar desde el exterior, pues la resistencia desde el interior, ahora que los civiles podian ponerse a salvo y los viveres no escaseaban, solo dependia de la fortaleza de sus murallas.

Ensimismada en sus pensamientos busco al archimago Duzdin. Debia inflamar el corazon de aquellos que quisieran ayudar y tratar de desestabilizar al ejercito enemigo. Si debian mirar a su retaguardia no podrian focalizar todas sus fuerzas sobre la asediada Arion.

Jack_Botas

31/03/2011 21:10:38

*Leobald despidió al mensajero de Zaranda con gratitud y encaró a la paladín del Justo*

-Los Padres os traen de vuelta en el momento justo, Nyrnael; solo nos quedaba avena y algo de aceite. La acción transcurre en Ambar ahora *añadió frunciendo el entrecejo*. Duzdin y Sir Reb han partido ya junto al resto de ambaritas. La bruja Shiandree amenaza con acabar con nuestros aliados. Quiza Milithraldor, el aprendiz de Duzdin, pueda sacaros. Yo quedaré aquí junto al Puño Cegador y Bubaiff para mantener la plaza a salvo hasta vuestro regreso *suspiró*. No os demoréis. Valor, amiga, el Quebrado os guarde.

*Con un pretón de manos, los paladines se separaron de nuevo*

Jack_Botas

09/04/2011 13:15:15

*Casi todos los aliados habían partido a Ambar tras la petición de ayuda de la consejera Nork y muchos de los habitantes de Arion habían abandonado el castillo por los portales que la diplomacia de Lady Nyrnael había conseguido. Los heridos de los combates estaban casi restablecidos, Sir Lancel había hecho un buen trabajo en ausencia de Sir Reb y ahora el hospital de campaña instalado en el salón de entrenamiento se había convertido en el hogar de los pocos civilies que quedaban en el alcazar. En la soledad de los pasillos de piedra del alcazar del fénix, SIr Leobald se desvelaba por encontrar una vía de solución al sitio que duraba ya más de tres meses*

(...Tres meses e Ilkara no se ha dignado a aparecer, o nos teme o no nos considera una amenaza en absoluto. La catapulta no ha vuelto a disparar desde que derribaran la sección de puente, dirigiendo la situacion a una calma tensa; nosotros no podemos presentar combate a caballo y ellos no puden entrar. Los Magos encapuchados no han vuelto a actuar desde el geas a Ersel, y aun así, la orden de sabotaje era una medida tímida para el poder que poseen. Pareciera que no quieren presentar combate directo. Sin exploradores no podemos saber cual es la situación en el campamento enemigo, pero a buen seguro que las relaciones entre los ogros y los soldados de Amn han empeorado. Ahora nosotros tenemos víveres y somos menos bocas, además de la sólida piedra que nos cobija. La proporción de hombres combatientes en nuetras filas se ha invertido, ahora que muchos de los arionitas han partido al reino de Zaranda... Espero poder dirigirme a ellos algun día para rubricar la promesa de protección de su hogar que les hice... Con todo, es extraño que el enemigo no haya atacado. Quizá sea el momento de mover pieza sobre los escaques...)

*El caballero se encaminó a su escritorio en la sala de jucios y tomó pluma y papel*

-Capitán Lance, acompañáos de Sir Lancel y buscad al mejor de nuestros arqueros, el mejor, *dijo a Lance mientras se mesaba el bigote* ...debe hacer un tiro certero.

*Sir Leobald redactó el escrito que había estado postergando*

_Honor_

09/04/2011 13:37:33

Lancel recogió la nota en su pequeño "despacho" que era una pequeña sala dentro del hospital improvisado de la ciudadela. En él no había más que una mesa y silla de madera vieja y desgastada, repletas de unguentos y utensilios para curación, a su izquierda había una desangelada estantería con apenas varios fármacos y vendas en sus estantes.

Tras coger la nota y leerla salió del hospital y fue al campo de tiro, donde varios arqueros vestidos con jubones de cuero practicaban tiro sobre un estarfemo hecho de paja. Le alegró ver que entre ellos había más diálogo y chanzas que hace unas semanas, los días de tranquilidad habían infundado algo de esperanza a los resistentes.

Tras hablar con todos ellos, se quedó observando a todos los arqueros del Ducado hasta dar con el que mejor disparara. No sabía lo que se proponía el castellano, pero un gesto de preocupación se dibujó en su rígido rostro mientras observaba los disparos de los arqueros y ballesteros.

puxe

09/04/2011 21:01:40

[i:d562239285]Un una cara se habia vuelto a ver por Arion.
El escudero Aedan habia regresado a la ciudad gracias al portal mágico.
Se encontró con Sir Lancel y entablaron conversación, este informó a Aedan sobre lo sucedido en la ciudad, y seguidamente se dirigió a la sede de los Caballeros del Fenix para presentarse a el Gran Maestre Leobald.

Allí estaba en la iglesia, rezando sus plegarias dirarias. Aedan se hacercó no sin antes santiguarse y en silencio se arrodilló al lado de Sir Leobald.[/i:d562239285]

Jack_Botas

09/04/2011 23:15:51

*Sir Leobald se percató de la llegada del paladín, pero no dio muestra alguna de efusividad; acabó sus rezos y se irguió en silencio respetando el tiempo de oración de Aedan. Solo cuando pasó por su lado le puso una mano sobre el hombro en señal de cálida bienvenida. El fénix se encaminó a un lugar más apropiado donde esperarlo y poder conversar.*

(... Bienvenido a casa Aedan de Tyr)

puxe

11/04/2011 09:54:09

[i:66ceaeaec7]Tras terminar sus rezos el paladín se encaminó sobre los pasos de Sir Leobald. Habia llegado hace poco, tendría que estar al tanto de que lo sucedía, aunque Sir Lancel ya lo había informado, ahora esperaba ordenes directas del Gran Maestre.

*Se acercó a él con paso normal, y realizó una breve reverencia*

Gran Maestre..., mis respetos. Aedan de Tyr se presenta.[/i:66ceaeaec7]

EspadaUngida

02/05/2011 02:20:58

[i:23e3626aff]El anciano mago estaba sentado en el banco, un halcón picoteaba a su lado, probando las migas de pan que habían soltado por el suelo empedrado, picoteando a los pies de su túnica sin que el mago hiciera amago de reacción.
Muchos magos se alejan del prototipo tipico del mago, pero sin duda Duzdin no. Vestido con una larga tunica de impoluto blanco, una larga cabellera y una aun mas larga barba caian por sus hombros hasta la cintura, sobre su cabeza sobresalia un enorme sombrero picudo, sus rostro marcado por miles de arrugas que habian vivido mas años de los que se pudieran contar marcaban sus ojos cerrados, ojos que llevaban muchas horas sin abrirse.

Los soldados se paraban y miraban al mago, cuchicheaban pero no se atrevian a alzar la voz, como si de un espectro al que convenía no despertar se tratase.

El mago de pronto abrió los ojos, sintió como si decenas de voces se hubieran apagado al unísono y sin motivo en su cabeza, entonces resonó una sóla, la de su aprendiz, Milirhaldor.

- Maestro las defensas mágicas de la torre....han desaparecido - Escuchó que decía en un tono de voz excesivamente bajo - Me ha parecido ver algo.... un liche, voy a seguirlo.

El grito del aprendiz lo alertó aún más, se incorporó con presteza y murmuró una palabra arcana que lo hizo desaparecer de la plaza, llevándolo directamente a los pasillos de su torre.
Delante de él encontró tirado en el suelo a Milirhaldor, con la mano sobre la cabeza, atontado.

- ¿Dónde está el liche? - Preguntó el arhcimago, mientras se agachaba para ver el estado de su pupilo.
- Ha subido las escaleras...hacia tu despacho.

Duzdin lanzó varios conjuros protectores sobre él mismo y el aprendiz y juntos subieron las escaleras. Entonces, un temblor casi les hizo caer, mantienendo pie a duras penas se apoyaron en la pared. Una nueva voz, resonó en su cabeza, fría y seca como el hielo.

- Tu me quitaste algo, ahora seré yo quien te quite algo a ti.

No tuvo tiempo de asimilar la frase cuando el suelo empezó a temblar aún más, cayeron al suelo y rodaron por las escaleras, vio un fugaz brillo por una de las ventanas, escuchó el eco del grito de Milirhaldor, sintió el apoyo fijo de la barra y cerró con fuerza los ojos.

Cuando los abrió pudo ver como Milirhaldor tumbado en el suelo, en el otro extremo del pasillo se deslizaba pasillo a bajo, junto a muchos muebles estanterías y velas. Duzdin, conjuró un sencillo hechizo para levitar y logró mantenerse erguido, su pupilo pronto se recompuso y lo imitó.

- Mirad la ventana maestro, espacio infinito y un cielo morado, esto no puede ser Toril - Dijo el alumno con un deje de cautivación en su voz.
- No, ni ningún plano conocido....debe ser algún semiplano, ve con alerta no sabemos qué nos podemos encontrar.

La torre había sido teleportada a algún lugar remoto, ahora estaba hundida en una enorme montaña de arena, su estructura ladeada amenazaba con derrumbarse de un momento a otro.

- ¡Allí está maestro, el liche!

El ser que apareció a su espalda era una figura enjuta, cubierta por una fina túnica de hilo blanco, su aspecto era delicado y su rostro angulado y demacrado por una muerte tardía, demasiado tardía. Aquella criatura se giró y los observó con unos ojos faltos de vida y un rostro donde la piel luchaba por aferrarse al cráneo. Duzdin lo observó y no pudo evitar una mueca de preocupación.

- Me temo que eso no es ningún liche, Milirhaldor.[/i:23e3626aff]

Jack_Botas

02/05/2011 19:16:50

*El general Augustos Shake de los ejércitos de Amn se alejaba del puente con su comitiva a paso enérgico. "Dos días para la rendición o la muerte para todos los de dentro"; ese había sido su ultimatum. El grupo de caballeros se dispersó al fin tras unas palabras de aliento compartidas; incluso el mercenario Bubaif parecía apoyar firmemente la acción del fénix. Momentos más tarde, a solas, en la cámara de audiencias, Leobald reflexionaba mientras miraba un vial de sangre de dragón, con pesar.*

(… Las derrotas contra un enemigo inferior en número, la convivencia con los ogros y nuestra férrea defensa de la plaza lo humillan. Fui todo lo delicado que pude al exponerle la única vía pacífica al conflicto que soy capaz de ver, espero que en la soledad de su tienda no se deje cegar por la ira o el orgullo. Si la razón esta de parte de Ilkara, tiene una vía para demostrárnoslo. Si se niega a transitarla es por que poco le importan las almas de Amn. Muchos hombres de ambos bandos morirán si intentan tomar la plaza y el general lo sabe.
Por otro lado, el comentario del general sobre la magia poderosa que obra a nuestro favor me intranquiliza tanto como Sir Reb. No era prudente mostrar debilidad en presencia del general, pero lo cierto es que un tercer poder parece estar obrando en la sombra, responsable de la desaparición de la torre y quizá de los temblores sobrenaturales que vienen sucediéndose. ¿Serán los magos ogros de Shozillis? Espero que Duzdin arroje respuestas sobre eso pronto. ¿Donde estará? Lo necesitamos en las murallas.
En cualquier caso, esto ya no será necesario. Hemos de reunir al Consejo de urgencia.)

*Suspiró y guardó el vial.*

Mercury

02/05/2011 20:22:52

[color=darkblue:3f9c707236]Los tratados de botánica por aquí, los de criaturas sombrías en esta otra estantería y estos...[/color:3f9c707236]
Milithraldor giró la cabeza de forma inconsciente en dirección a la entrada de la torre. El pasillo que llevaba al salón central se encontraba obstruido por enormes piedras, pero al sentir como las barreras mágicas que su maestro había creado desaparecían, esperó ver como algo acababa con las rocas. Sin embargo no ocurrió nada mas.
El aprendiz empezó a moverse por la biblioteca con todo el sigilo del que era capaz hasta que observó como algo que parecía flotar a pocos centímetros del suelo doblaba una esquina y se perdía entre dos estanterías.
[color=darkblue:3f9c707236]Esa cosa no está viva y no parecía un vampiro. Tiene que ser un liche. Quizás si lo sorprendo pueda acabar con él.[/color:3f9c707236]
Se acercó en silencio hasta que volvió a ver claramente a su objetivo y abrió la boca para conjurar...sin llegar a decir una sola palabra.
[color=darkblue:3f9c707236]Ilusiones contra un liche? Muy mala idea Milithraldor. Será mejor que me mantenga oculto y avise al maestro.[/color:3f9c707236]
Se separó todo lo que pudo y en una esquina conjuró un recado mágico para Duzdin. Justo cuando estaba terminando el hechizo, el liche apareció delante de él.
[color=cyan:3f9c707236]Quien eres tu, semielfo?[/color:3f9c707236]
[color=darkblue:3f9c707236]El que acaba de llamar al archimago de la torre y el que no va a caer ante tus conjuros liche![/color:3f9c707236]
Milithraldor activó rápidamente un conjuro de almacenaje, rodeándose al instante de varias protecciones mágicas. Las ilusiones no dañarían al liche, pero gracias a sus estudios sobre abjuración (y sobre todo a su falta de experiencia dada su edad) estaba convencido de aguantar hasta que llegara Duzdin.
El liche pareció sonreir justo antes de comenzar a conjurar.

Reb

03/05/2011 18:41:51

Reb había consagrado su vida a sanar cuerpos... y almas. Usaba la espada, la menejaba con cierta destreza, pero como un medio necesario para preservar el bien. Jamás había entendido bien la incoherencia. Y o bien Augustus Shake era el hombre mas cínico que había pisado la tierra o era un alma atormentada. O en tránsito de una cosa a la otra. No podía haber servido fielmente al consejo y luego decirse servidor de quien lo había eliminado. Fue curioso pues no recordaba que el general hubiese intentado combatir las afirmaciónes de "asesina" que pesaba sobre la Reina. Dos día... tan solo dos días. ¿Sería posible hacer nacer la conciencia a un hombre en tan poco tiempo...? No apostaría su cena por ello.
Leobald lo había mencionado y descrito con precisión... un tercer poder. Y eso sin contar con los lagartos de las cloacas.
Jugamos una partida mortal a ciegas. Atrapados. No conocemos a nuestro adversario ni el a nosotros. Proponernos que dejasemos Arion lo demuestra.
Que los dioses nos ayuden.

_Honor_

09/05/2011 15:45:31

[i:fb2808e781]- ¡Honor y gloria!
- ¡Por Arion!
- ¡Muerte a los ogros y a la tirana del hielo!

Los gritos se sucedían en el campamento junto al rechinar de espadas y los rugidos de la enorme bestia que había aparecido en mitad del patio. De más de cien pies de altura, se alzaba un enorme gusano que había obrado un túnel desde el campamento enemigo al interior del ducado. La brea corrió la primera vez en la noche, gritos y fuego. Espadas, los caballeros y los lanceros lucharon contra el enemigo que salía del agujero como cinetos de hormigas de su madriguera. Los cadáveres se apilaban, los gritos se sucedían, victoria, pero no por mucho tiempo, pronto llegarían gritos desde el castillo, el enemigo había entrado por las mazmorras.

Minutos de tranquilidad, la calma antes de la tempestad, el ruido de decenas de cuernos resonaron por las montañas, el vuelo de un dragón cortó el cielo, silencio. Un ruido sordo y seco cortó el silencio, como el de la cuerda de un laud al quebrarse. Varias bolas de fuego sobrevolaron el castillo e impactaron en el patio y la muralla, después en el portón. Los recursos eran insuficientes, las catapultas enemigas, demasiadas.
Ser Leobald mandó preparar la brea, sería la segunda vez que ésta corriera. Ser Reb pidió auxilio a Torm para que le concediera su conjuro más poderoso. Pero las pasarelas no llegaron, al menos, en la forma que esperábamos.

Un puente de hielo empezó a materializarse en el foso, cubriendo la brea antes de que ésta pudiera incendiarse. Y entraron un centenar de enemigos, lanceros amnianos, ogros de Sozhilis provistos de enormes hachas o arcos. La batalla fue dura, la sangre corrió, las espadas chocaron. Sintió la espalda de Leobald contra la suya, pelearon juntos, una lanza se clavó en su vientre, sintió las manos de Reb cerrando la herida, pelearon juntos.
Y los enemigos fueron cayendo, resistían, pero no muchos, pronto quedaron sólo ellos tres pero entonces, el enemigo retrocedió.

Columnas de humo se veían a lo lejos, en el campamento enemigo. Los enanos hacían su trabajo se dijeron, el ejército enemigo volvía a su campamento en retirada, y defendía con todos sus hombres el flanco sur. Era hora de salir y destruir su última catapulta, por la justicia, por nuestro honor.
Cogieron los clavos de las botas de los caídos que habían cruzado los puentes helados y se dispusieron a cruzar el puente, cuando el tramo quedó resuelto, rezaron una plegaria a la triada que les proporcionó monturas para llegar con presteza al campamento enemigo.
Entrechocaron las espadas y cabalgaron todos como una sola flecha, endiendo las barricadas enemigas, cruzando espadas, corriendo y sintiendo las flechas clavarse en su escudo, en su brazo, en sus piernas. La brea corrió una última vez, empaparon la catapulta, volaron las antorchas.
Jadeando, malheridos volvieron hasta el ducado a pie. El caballo de Lancel había caído por las barricadas, atravesado por sus púas. quince soldados enemigos les persiguieron hasta el foso donde el puente había desaparecido, tres contra quince, Sir Reb les atendió las heridas y los tres formaron un triángulo de protección, la batalla fue dura, más que nunca pero resistieron, abatieron a cinco y retrocedieron por la cordillera de la montaña por un sendero que llevaba a las mazmorras, allí los portones se abrieron y sólo sabían los dioses qué les depararían los próximos días.[/i:fb2808e781]

_Honor_

09/05/2011 22:09:15

[i:f8cfd90eff]A la mañana del día siguiente Lancel dispuso a todos los guardias que vio a reparar las murallas, y después se dirigió hacia los cadáveres del enemigo que habían sido apilados en una esquina de la ciudadela.
En silencio, empezó a cavar hoyos en el suelo, decenas y decenas. Al rato, llegó a Aedan.

- Aedan, hazme el favor y coge algo de madera de la grada de las justas. Mucha, y cortala en láminas finas y largas, quiero que hagas cruces.

Pasadas las horas, las tumbas estaban listas, Lancel fue colocando los cuerpos dentro de éstas y huntando a cada uno con unas gotas de agua divina para que nunca fueran revividos como muertos vivientes, los colocó con las manos junto al pecho y manteniendo sus armas y armaduras bajo tierra.

Cuando terminaron se quedaron de pie, uno al lado del otro y mirando al suelo. Lancel se lanzó a hablar.

- Hoy la victoria cayó de nuestro lado, pero no ha sido una victoria dulce, ninguna en la guerra lo es. Estos hombres que lucharon en el bando contrario, tenían familias, esposas e hijos como nosotros. Y lucharon por lo que creían, con honor y con valor. - Hizo una pausa y continuó - He enterrado a estos hombres, porque ante todo, no debemos olvidar lo que defendemos y lo que significa la guerra. Ilmater, perdona sus pecados y llévales en tu gloria, aceptándoles en el reino de Celestia.

Ambos caballeros se santiguaron y empezaron a cubrir las tumbas del enemigo de tierra. Al cabo de unos minutos, el suelo estaba plagado de cruces.[/i:f8cfd90eff]

Jack_Botas

11/05/2011 21:09:17

*Leobald dejó a Sir Lancel junto a las reparaciones de la muralla sur. Las ordenes habían sido dadas y la guardia leal se aprestaba a reconstruir en lo posible la brecha abierta y en establecer las barricadas. La única balista que les quedaba fue colocada para cubrir el paso y una brigada de soldados trabajaba en la reconstrucción de otra. No tenían brea apenas. Otra brigada se ocupaba en tratar de reconstruir el dañado portón y reforzarlo con lo que pudiera salvarse de las ruinas.

El caballero caminó por el patio midiendo con sus ojos el grado de devastación. Seguía nevando y el viento era frío. Los equipos de aguadores terminaban con los últimos focos de fuego. El patio de armas era una auténtica ruina, desolador. Ningún edificio permanecía en pie; cascotes y bigas calcinadas sembraban el lugar. En cuanto a la tropa, casi todos los efectivos empleados habían fallecido o estaban heridos; de no haber mantenido a cobijo en el castillo unas guarniciones de refresco las bajas habrían sido terribles. Aun así casi doscientos guaridas leales habían caído en el combate según las estimaciones del capitán Lance, pero habian aguantado. Habían repelido la primera oleada y acabado con la última de las catapultas. Una apuesta por la que muchos no habrían dado ni medio cobre al principio del día. Leobald no puedo sino rezar al Quebrado por sus almas: no serían olvidados.

El capitán Lance se le acercó de nuevo*

-Sir, tenemos prisioneros- dijo con parquedad.

puxe

16/05/2011 15:41:27

[i:cd937c528c]Gracias al archimago Duzdin, Aedan fué capaz de llegar en unos instantes a Calimport, allí pidio ayuda a sus hermanos de fé en el distrito de la fé, en aquel enorme edificio el cual lo llamaban ermita, Aedan penso que seria una especie de iglesia.

Entabló una conversación con uno de los caballeros del sol, para pedirlos auxilio, pero fué rechazado su auxilio, y con gran decepción el joven aasimar salió de la ermita, no sin antes santiguarse, y pedir ayuda a los dioses de la tríada y a su dios

Tyr dame fuerzas, he imparte justicia allá por donde vaya"

No podemos obligar a nadie a participar en el asedio. Quizás deberia volver y ayudar a mis hermanos desde dentro, pero alli poco hago, tal vez deberia formar un grupo o unirme a Ambar...

Iré a la ciudad a informarme de lo sucedido en las afueras y intentaré volver a la ciudadela de Arion, pues allí está mi lugar.[/i:cd937c528c]

ArkasLynvail

22/05/2011 18:09:30

La enorme galera mercante amniana se acercó a la costa con la luna llena como su faro en la oscuridad, recorriendo pausadamente las silenciosas aguas del mar de las espadas. Los muelles se retorcieron y crujieron ante el impacto controlado de la galera y de su proa se asomó un marinero de piel oscura y rasgos extranjeros, sin duda un nativo de Maztica.

Rápidamente dos soldados Muranníes se recorrieron los muelles de la ciudad portuaria hasta llegar a la galera.

- ¿Dónde está vuestro capitán? - Le dijo el soldado a el nativo, que le contestó señalando con la mirada la cubierta del barco.

No tardó mucho en escuchar las pisadas de su capitán y verlo en lo alto, vestido con una pulcra armadura amniana completa, y un yelmo de dos alas propio de la capital.
El hombre levantó la visera del yelmo, dejando ver un largo mostacho que le caía hasta la barbilla.

[i:4d955e9d88]- ¿Sois vos el capitán?
- Así es capitán Vander del Halcón de Fuego.[/i:4d955e9d88] - Dijo mientras golpeaba con la lanza la madera de la cubierta.- [i:4d955e9d88]traemos numerosas especias y provisiones de Maztica, estoy seguro de que a vuestro Rey capitán Angerdboard le agradará la noticia.
- El capitán Angerdboard ya no dirige la ciudad capitán, lleváis mucho tiempo en los mares.
- ¿Y quién gobierna vuestra ciudad si puede saberse soldado?
- Los ogros de Sozhilis dirigen la ciudad desde que Ilkara es Reina y los barcos exportadores de Maztica deben ir directamente a la capital.
- Tuvimos muchos problemas, sobretodo con piratas de Nemessor, llevamos tiempo fuera y necesitamos provisiones. ¿Podremos quedarnos un par de noches?
- Los ogros decidirán capitán. Antes tendréis que dejarme ver vuestra galera.
- ¿Y eso por qué?
- Mera rutina, capitán. Estamos en época de guerra. [/i:4d955e9d88]

Ambos soldados subieron a la cubierta por una escalera propiamente lanzada desde el barco, ambos soldados no volverían a salir de ese barco en muchas horas.

Una hora después un grupo de cuatro hombres, vestidos de dos soldados amnianos y dos soldados murianníes avanzaban por las silenciosas calles de Murann sin llamar demasiado la atención.
Con paso decidido se dirigieron hasta la puerta de la ciudad cuando las palabras nerviosas y gritos de un guardia resonaron en sus oídos.

- ¡Los muelles! ¡Ha habido un ataque, de la galera amniana!

Soldados y ogros salieron corriendo desde la muralla y la fortaleza hacia los muelles dejando el paso más franco a los soldados.

Cuando estuvieron delante del portón, un soldado y un ogro que presumiblemente no sabía su idioma se cruzaron en su camino.

- ¿No habéis oído la alarma? id ahora mismo a los muelles, se necesitan hombres allí.

Una enorme explosión, procedente de la galera mercante los sorprendió en mitad de la charla, o al menos a los dos vigías de la puerta.
Un brillo plateado surcó el aire cuando Vander desenvainó el arma y rajó el pecho del vigía, antes de que éste pudiera saber qué estaba pasando. Los dos guardias que precedían a Vander se lanzaron contra el ogro y el cuarto disparó con su ballesta hacia uno de los vigías que estaba sobre la muralla.

Rápidamente acabaron con los cuatro humanos y dos ogros que vigilaban el portón a la ciudad y tiraron de la enorme palanca que debía abrir el portón.

- ¡La señal, rápido! - gritó Vander a sus soldados, que estaban escalando la pequeña muralla con picos.

Prepararon sus antorchas y las lanzaron sobre una pila de paja, el fuego creció con rapidez y el humo empezó a subir más y más a gran velocidad.

- ¡Vamos! - Vander salió corriendo hacia una de las casas, pero los dos soldados que estaban sobre la muralla no fueron tan rápidos, fueron alcanzados por las flechas emplumadas de dos ogros que habían vuelto al ver la señal.

Corriendo por los callejones, Vander y otro de sus guardias lucharon con dos ogros que les cortaban el camino, rápidamente tres más aparecieron a sus espaldas y otros dos a delante de ellos, rodeándolos.

- ¡Vosotros! ¡traidores, os colgaremos! - Rugió uno de los ogros de aspecto más inteligente del grupo.

La batalla continuó y ambos podían resistir los embistes gracias a la estrechez de la callejuela, que les impedía luchar con más de dos enemigos a la vez.
Entonces, en el horizonte, más allá de la muralla y en réplica a la señal lanzada aparecieron cientos de pequeñas antorchas, desde las murallas hasta la ciudad, acompañadas del sonido de las trompetas y los tambores de guerra.

- ¡Cerrad el portón! - gritó uno de los ogros con voz gutural.
[i:4d955e9d88]- ¡No puedo, está atascado!
- ¡Barcos, vienen más barcos!
- ¡Son demasiados, miles![/i:4d955e9d88]

La luna llena y las antorchas iluminaron cientos de blasones, acompañados por sus caballeros, arqueros y lanceros. Los guardias observaron todos y cada uno de ellos, un oso pardo sobre un campo dorado, un león alado sobre un campo azul, un hipogrifo sobre un fondo púrpura. Pero sobretodo predominaba uno, un cáliz de plata coronado sobre fondo gris, el símbolo de los Rhindaun, la realeza de Tezhyr.
La imagen causó auténtico pavor en los muranníes, quienes no se podían defender ante aquel ejército.

Ogros y humanos salieron corriendo a la fortaleza principal, esperando que el desalmado y poderoso Sozhilis les protegiera, otros -humanos- se lanzaron a los brazos de los Tezhyrianos suplicando su perdón, pero ninguno o casi ninguno mantuvo la línea en la muralla por lo que el ejército y los navíos entraron como un cuchillo rajando la mantequilla.
En poco menos de una hora, el ejército asaltante estaba sobre la fortaleza, aporreando la puerta con un enorme ariete, haciendo saltar astillas a cada impacto.

El líder del ejército invasor, un caballero provisto de una reluciente armadura de plata se acercó hasta el portón acompasado con el trotar cansado del enorme semental que montaba.
En su armadura se podía ver grabado el dibujo de un enorme león rugiendo, el blasón de su casa.

[i:4d955e9d88]- Conde Dughol, la toma de la ciudad se ha completado sólo falta el castillo.
- ¿Se ha visto rastro de los ogros? ¿Algún intento o señal de huída?
- No mi señor
- ¿Y por magia? - Dijo y miró al soldado, mientras se quitaba el yelmo.
- Nnn..no mi señor, los magos dicen no haber notado nada, dicen que si hubieran intentado escapar mágicamente los hubieran contrarrestado.[/i:4d955e9d88]

El semblante del hombre anciano demostraba que no confiaba tanto en la palabra de los magos, continuó la marcha hacia el portón, acompañado por los fuertes golpes del ariete.

- ¿Se sabe algo de Ser Vander?
- No mi señor, no lo hemos encontrado aún.

Entonces un oportuno grito apareció tras ellos, junto a la multitud.

- ¡Está aquí!

Un joven soldado cargaba a Vander, que cojeaba por la herida hecha en un costado. Lo llevaron hasta el Conde, quien lo miró con rostro de preocupación en su casi siempre indescifrable máscara.

[i:4d955e9d88]- Ser Vander...habéis hecho un gran trabajo, no os preocupéis la Condesa Aalangama atenderá esa herida vuestra. Por favor, llevadle ante la carreta de la Condesa.
- Sí mi señor.
- Poneos vuestra armadura cuando os curen, quiero que estéis aquí cuando entremos para matar a ese ogro.[/i:4d955e9d88]
- Por supuesto, no pienso perdérmelo. - Una sonrisa afloró en su rostro, pero el conde no lo correspondió, se limitó a mirar en silencio el trabajo del ariete.

Vander, decidió que lo mejor era no hacer esperar mucho al viejo paladín y se encaminó cargado por dos jóvenes soldados hasta la carreta de la condesa.

No tardó en volver a estar tras el caballero, acompañado esta vez por la Condesa y con espada de mitrhill LlantodeAlmas en la mano, los tres lores cargaron junto a los soldados y caballeros cuando la puerta se desplomó ante la enésima carga de su ariete.
El Conde Dughol fue el primero en entrar, a galope de su enorme montura, ondeando su espada bastarda y hundiendola en los ogros que se le ponían en su camino, detrás de él varios caballeros más sobre sus monturas entraron en la carga de la fortaleza, recorriendo sus largos y amplios pasillos a caballo y matando a los ogros que se oponían a ellos.

Pronto tuvieron que subir las escaleras y ahí el Conde tuvo que bajar de su caballo, su pronunciada cojera y que necesitara de un bastón para caminar no fue algo que sorprendiera a sus soldados, quienes ya sabían que su pierna izquierda hacía mucho tiempo que había perdido su fuerza de antaño.
Subieron y subieron derrotando a los ogros que se cruzaron en su camino hasta que llegaron al salón principal. Dos caballeros trajeron un ariete más pequeño y aporrearon la puerta que se abrió lenta y parsimoniosamente, como si la hubieran dado un tenue empujón.

La habitación se descubrió y en su interior vieron al ogro más anciano que hubieran visto en su vida, sentado en un amplio trono hecho de calaveras y huesos astillados, a sus lados había cuatro humanos, el gobernador de la ciudad y los tres líderes de las familias comerciales más importantes de Murann, todos ellos amordazados y maniatados, tras ellos había otros tres ogros armados que usaban como escudo sus rehenes humanos.

El paladín se adelantó al resto de los caballeros, cojeando y acompañado por el sonido seco de su bastón.

- ¡Sozhilis, hemos venido por orden de la Reina Zaranda, para ajusticiarte por todos los crímenes que has cometido contra Tezhyr y las buenas gentes! - Gritó el anciano paladín que tenía el semblante tibio del esfuerzo.

El ogro centenario empezó a reir, con un gorgoteo.

[i:4d955e9d88]- Llegas tarde caballero. Sozhilis no está aquí, partió hace dos días.
- ¿Qué partió? ¿A dónde? [/i:4d955e9d88]- dijo sorprendido Vander, el ogro respondió con una muda sonrisa y miró a los ogros que lo acompañaban.
Con un gesto de la barbilla, los otros ogros degollaron a los humanos, cuyos cuerpos se desplomaron en el suelo, inertes. Un rugido de rabia inundó la sala y las espadas de los caballeros se hundieron en los corazones oscuros de los ogros.

Y su muerte fue un alivio, pero no les borró de la mente la idea de que habían jugado a una carta, matar a Sozhilis y habían fallado.

¿A dónde habría ido el caudillo ogro?

gatovengador

23/05/2011 17:32:37

La noticia de la caída de Murann no tardó en expandirse por Amn. Nadie podía decir con seguridad quién había sido el responsable, pero las especulaciones eran muchas y variadas.

filoscuro

24/05/2011 02:38:44



Aizha y Dylan, salieron de Calimport, con los deberes echos, estudiarón el plan a llevar una vez llegados hasta el ejercito de Amn.
Consiguieron pergaminos de su amigo Wald y una motivación cada uno por la cual, sabian que debian hacer la empresa que les pidieron.

Llegaron hasta el ejercito de la Reina de Hielo, donde, los vendaron y llevaron hasta estar cerca de la entrada a Arion.

Arion... ciudad donde los dos pasarón una temporada, incluso siendo llamados, ciudadanos. Al ser así, conocian a la perfección la ciudad, conocian sus costumbres, sus gentes... sus fallos.

Tal es así que aprobecharon uno de ellos, en el acantilado, habia un acceso a las celdas. Usaron un conjuro de poliformar y entraron como pixies, invisibles y silenciosos, hasta la puerta que daba acceso a las celdas. Pero, estaba cerrada y sellada.
Mas, no iba a echarles atrás en su misión, la mediana, astuta se convirtio en algo amorfo, como lodo y fue hasta la puerta para ver si la minima apertura de una piedra la dejaria pasar. No pudo, volvió a esconderse y esperaron al cambio de guardia, escondidos.

Al cabo de cuatro horas, la puerta se abrió, Aizha con reflejos lanzó un parar el tiempo, se tomó una poción de invisibilidad y pasó al otro lado de la puerta.
Dylan, se dejo ver, así haria ganar tiempo a la mediana, sabia que con ella dentro y con unos pocos minutos, sacaria a los presos de Amn. A los diez minutos, se esfumó.

La mediana, avanzaba por los pasillos, tan sigilosa como la niebla, invisible ante los ojos de casi cualquier criatura. Nadie era capaz de ver, escuchar o presentir, que pasaba por allí.

Vió ogros encarcelados, siguio y alli los vio, custodiados por dos guardias y a solo dos puertas cerradas con llave, estaban los tres presos, separados, dos en una celda y otro solo.

Los guardias custodiaban la puerta de reja de acceso a las celdas, se acercó, y con un truco, silenció magicamente todo ruido de cerrojo.
La cerradura saltó, abrió lo mínimo para pasar y se coló.

Ante ella la ultima cerradura para sacarlos, saco un pergamino y abrió un pliege dimensional dentro de la celda de los dos presos, fugandose. Luego ella sonriente, en el amparo de las sombras, sonrió y desapareció.



Jack_Botas

29/05/2011 14:31:23

*El olor dulzón, a cera e incienso, flotaba en el abside del Templo de la Triada. Todo estaba en silencio. Leobald, arrodillado junto al altar, rezaba frente a una vela. La armadura, de la que no se había desprendido desde el inicio del sitio, ni siquiera le molestaba ya para tal menester. Entre susurros pronunciaba las oraciones de piedad y misericordia por el alma de alguien a quien él mismo había desterrado de Arion tiempo atrás.*

-...Acojedlo pues en vuestro seno, Padre Ilmater. Tabris de Ambar en sus últimos días, murió por luchar en la defensa de otros, cuya seguridad estaba por delante de la si mismo. Tened piedad de su alma.

*El caballero se santiguó antes de incorporarse y salir del templo con paso cansado. En el hall del alcazar, el agua de su fuente le devolvió su reflejo mientas reflexionaba. Un rostro cargado de melancolía, donde había arrugas nuevas y la nieve comenzaba a tomar el prominente bigote*

(...Las noticias de Duzdin son muy malas. Ambar bajo la amenaza y Tabris ejecutado. El enemigo aun nos supera en número, pero sus bajas han sido cuantiosas y no creo que nos ataquen hasta que lleguen sus refuerzos de la capital. Quebrado, ayudad a los de Ambar. Sus murallas y el Esmel son buenos parapetos y Gwenfry está de su lado una vez más. Su resistencia será dura. El Consejo ha sido llamado, espero que el sentido común deje a un lado los individualismos. Alguien debe rasgar al velo del enigma, si Ambar renuncia a tal papel debemos tomarlo nosotros. Ilkara no dejará de enviar soldados, no importa cuantas batallas creamos ganar. Ese no es el camino.)

*El fénix suspiró y se dispuso a encarar el próximo Consejo*

Dava

29/05/2011 19:02:19

De las dependencias del gobernador brotaba un tenue y agradable olor a incienso, acompañado de una letania ininteligible para cualquiera que no venga de su tierra.

En su interior, reposaba sobre el estafermo el peto de mallas rojo, regalo del 1er gobernador de ambar.

Frente a la puerta, dadnole la espalda, la figura del viejo samurai adoptando una de las posiciones que le enseño su "nieta" tiempo atras, a su izquierda, Katana y Wakisazhi reposaban envainadas y atadas.

Frente a este un plato con 3 varillas de incienso.

De pronto el samurai abrio el ojo, y permanece mirando a la ventana, por la cual ve como algunas aves de los linderos del bosque sombrio, levantan el vuelo.

Rapidamente el samurai se incorpora, recoge sus armas y se dirige a la sala del consejo. Por el camino manda llamar a Gwenfrei y a Isk.

(No podemos descuidar en norte... y tenemos que hacer acto de presencia en esa reunion)
*suspira*
(Como hacer ambas cosas a la vez sin apenas poder hacer una bien ...)

Vinduil

01/06/2011 17:41:20

El comandante Aurelius entró en la tienda del general Augustus y con un gesto de la cabeza ordenó a los guardaespaldas dejarlos solos.

Aurelius: Los humanos que quedaban en el castillo ya han sido liberados. También los ogros.

Augustus: Nunca deja de sorprenderme tu habilidad para las negociaciones. Deberías haber considerado tomar otro camino que el del guerrero. Seguramente te hubiera ido mejor.

Aurelius: Recuerda hermano que solo he sido vencido una vez en combate directo. Podría vencer sin problemas a cualquiera de tus soldados.

Augustus: Se muy bien que solo has sido derrotado una vez. Yo te derroté. En cualquier caso has hecho un buen trabajo, como siempre. Hemos recuperado a todos los soldados y eso subirá la moral a los demás. La elfa preñada podrá contar muy poco al paladín. Ahora solo falta deshacernos de los dos elfos del bosque.

Aurelius: Ilkara se encargará de eso. Debes saber una cosa, en el intercambio ocurrió algo. Usaron magia contra mí. Por supuesto que no tuvo efecto, pero quizás empiecen a sospechar.

Augustus: Eso no importa a estas alturas. Ya sabes lo que va a ocurrir, tenemos que estar preparados para la batalla, quiero perder el menor número de hombres que podamos.

Aurelius: Que hago con los ogros rescatados?

Augustus: Tienes unas pocas horas. Nos servirán como guardaespaldas, ya sabes como debes hacerlo.

Aurelius: Bien. Todo lo demás está preparado?

Augustus: Estamos preparados.

puxe

05/06/2011 09:48:31

[i:ab3340ba44]Tal y como le pidió el escudero preparó a los caballos de batalla que quedaban, ensillandolos y curandolos de sus heridas de la batalla anterior. Muchos habían perdido a su jinete, y muchos jinetes habían perdido a su corcel.

Mas tarde se dedicó a reparar los botes, y a prepararlos para que al menos resistiesen en grandes mares, aunque Aedan esperaba no tener que utilizarlos se esmeró como un herrero haciendo una obra maestra.

Esta batalla iba a ser la definitiva... al menos eso esperaba Aedan, no había muchas esperanzas en las filas de los soldados pero aun quedaba un pequeño atisbo suficiente para que todos pudieran ensillar sus caballos, coger sus lanzas y darles un final justo al enemigo.[/i:ab3340ba44]

Jack_Botas

11/06/2011 12:41:45

*Leobald revisaba mapas en la gran mesa de la sala de audiencias. El ducado y las montañas colindantes, el curso del Esmel, Muran, e incluso Athkatla, cubrían el escritorio. El caballero reflexionaba.*

(…Las cosas comienzan a moverse. Solo espero que no sea demasiado tarde. Los consejeros y el resto de amigos parecen haber entendido que el combate por el combate solo debe ser una manera de ganar tiempo para nuestros ojos y oídos fuera de los muros. Ojalá tengamos más éxito que los de Ambar. Hay demasiados interrogantes para dar un paso seguro. Debemos arrojar algo de luz sobre las intrigas o cada paso que demos puede hundirnos un poco más en el lodo de Ilkara. Sin embargo, Sir Lancel y Milithraldor tienen razón en parte; se nos acaba el tiempo para tomar la iniciativa en la batalla por el ducado. Los de Ilkara pronto moverán ficha, a buen seguro. Sus refuerzos de la capital no han de tardar. Esperaremos un poco más, espero no tensar la cuerda demasiado. Wilhem ha hecho un gran trabajo, loados sean sus rápidos pies, al menos sabemos que los ogros han dejado el ducado para no volver de inmediato. Ambar será puesta a prueba. Duzdin, Ersel… espero que estéis bien. Al menos el joven Aedan está con nosotros ahora, tras su periplo por los reinos del sur. El tiempo le ha convertido en una espada hábil. Pronto tendrá ocasión de poder blandir acero por el ducado.)

Gludar

13/06/2011 20:44:16

Kaen se había llevado dos días consecutivos estudiando los libros de la Torre Arcana que el aprendiz le iba trayendo. Apenas quedaba información por estudiar dentro de de la torre relativa a Sozhillis y la Armeria, o por lo menos información a la que tuviera acceso.

Estaba cansado, pero por primera en mucho tiempo tenían algunas pistas digamos que sólidas, tres nombres que quizás nos diesen alguna información veraz sobre el paradero de la Armería. Cogió sus notas y le dijo al aprendiz que necesita planos antiguos del territorio de Amn.

Estaba cansado, muy cansado desde que había llegado a la ciudad no había tenido dos noches tranquilas. Había presentado sus respetos a los consejeros, una vez que lo sacaronde la celda, se había reuido con Los Barones de Berrión por el tema de la pequeña...pero por desgracia el asunto de la Armería teníá prioridad, por lo menos hasta que llegase Eva.

Cuando salío de la Biblioteca, se encontró con Aoshi, el cual iba a reunirse con alguien dentro de la Torre. Con la premura que la situación requería le habló de los hallazgos. Aoshi lo miró fijamente y le pidió que lo siguiera para acomparñarlo a la reunón.

Las sorpresas no paraban de surgir desde su regreso a la ciudad. Aoshi le presentó e informó al Arcano de los trabajos que había realizado Kaen en post de la ciudad.

El tiempo corría en su contra, así que no había que andarse con rodeos. Explicó sus hallazgos y temores. Durante unos segundos Aoshi y la tercera persona se miraron hasta que este útlimo con tono severo pregunto al Gobernador.

-¿Es de fiar el Sr Kaen?, ¿Cual es su implicación con la ciudad?

El Sr Aohi, respondió con buenas palabras a las preguntas del arcano. Le explicó que la implicación del ex-consejero con la ciudad eran totales y alabó sus hallazgos en el poco tiempo desde su regreso incluso sin tener conocimiento del pergamino.

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Regresó a la posada, para tomarse su último té antes de acostarse, se sentó en el silló que le gustaba, pero se levantó y cambió de sitio. María lo miró divertido.
-¿Va todo bien?, ¿algún problema con el sillón?
- Para nada, para nada..pero..no sé, creo que será mejor queme siente en este.

De regreso a la habitación alquilada sacó sus notas, como tenía constumbre las memorizó y luego destruyó los papeles. Ahora solo quedaba esperar que en la Torre dieran con los libros que había pedido...mientras podría entretenerse con las frases del poema, su doble significado...El tiempo apremiaba y los Ogros estaban cada vez más cerca.

Se dejó caer sobre la cama, y añoró acostar a Eva, darle un beso de buenas noches y contarle una historia para dormirla, no podía creer que la tenacidad de los Barones se la arrabataran pero no había nada que hacer . Los ojos se le iban cerrando poco a poco. En su mente lo repetía una y otra vez...La clave está ne el siete...
meditó en los Ogros, en Sozhillis, en la Reina de Amn...en su alianza...Sozhillis un poderoso Mago, La Reina, un poderoso Mago... alianza la Reina los Ogros...Los ojos se le cerraron de agotamiento.

EspadaUngida

13/06/2011 22:44:02

[i:8618e388a0]Los días en la capital de la Moneda eran largos y el asunto avanzaba más lentamente de lo que el archimago quisiera. Imaginando su preocupación el arcano se dirigió a un estrecho callejón y asegurandose de que no hubiera miradas indiscretas (tanto físicas como mágicas) cogió una piedra fría y murmuró las palabras de un encantamiento, el cual debía ponerle en contacto directo con Leobald.

- Estoy infiltrado en la capital, aquí las cosas parecen estar tranquilas, os seguiré informando por ahora no tengo avances de los que contar. - Dijo el archimago apurando al maximo las veinticinco palabras que permitian el conjuro.

Cuando Leobald contesto el conjuro expiró y la piedra se derritio en sus manos.[/i:8618e388a0]

gatovengador

15/06/2011 16:30:22

El anciano pescador estaba sentado tranquilamente junto a la orilla del Esmel, disfrutando del atardecer rojizo reflejado en el lago mientras aguardaba a que algún pez picara el anzuelo. Su nieto le había dicho que no era seguro salir él sólo, que eran malos tiempos, pero él ya había vivido malos tiempos antes y ahí seguía. Que los grandes lucharan sus guerras, todo seguía igual para la gente de a pie.

Algo le sacó de sus pensamientos y de la contemplación del reflejo de la puesta del sol en las aguas. No podía precisar el qué, pero juraría haber escuchado algo detrás suyo. Giró la cabeza hacia la línea de árboles a su espalda pero no vio nada que le llamase la atención. Todo parecía en calma. Ese chico del demonio me he metido miedo en la cabeza, pensó volviéndose a centrar en su caña y el lago.

Pasaron unos minutos más antes de que otro ruido lo distrajese. El ruido de algo saliendo de entre los arboles, algo pesado. Se giró hacia atrás para ver un ogro enorme, vestido con una extraña armadura mirándole, detrás suyo más ogros iban saliendo de entre los árboles. El gigante le sostuvo la mirada un momento, antes de resoplar, como descartando algo insignificante, nada digno de su atención. Había oído que los ogros eran seres de mentes pobres, pero en esa mirada había una inteligencia que le dejó helado.

Para cuando se recompuso ya era demasiado tarde. Otro grupo de ogros había emergido más al este y el primero de ellos estaba ya encima suyo. Lo último que el anciano vio fue una monstruosa espada moviéndose imparable hacia su cabeza. Segundos después la aguas junto a donde estaba la caña se tiñeron de rojo mientras más ogros iba ocupando la orilla.

Vinduil

15/06/2011 16:42:07

En los tablones de Amn y Tezhyr se puede leer lo siguiente:

[i:01faa210c7]Se hace saber a los habitantes de Amn y Tezhyr, que sus Majestades la Reina Ilkara y la Reina Zaranda han firmado un acuerdo por el cual Amn se compromete a soltar a los presos elfos sanos y salvos y a luchar contra los ogros en caso de que decidieran alguna vez traspasar la frontera tezhyriana. A cambio Tehzyr se comprometerá a no acutar en la guerra civil amniana ni contra Sozhilis salvo que las tropas amnianas o los ogros traspasen las fronteras. Además se pondrá en busca y captura a todo habitante de Tezhyr que de ahora en adelante participe en la guerra civil amniana para que sean juzgados por sus crimenes en Amn.
[/i:01faa210c7]
*sello de Ilkara y de Zaranda*

Jack_Botas

08/07/2011 00:42:24

*Leobald recibió a Milithraldor en la sala de audiencias. Lance salio y cerró la puerta tras de sí dejándoles a solas. El fénix salió de detrás de escritorio con rostro serio*

-Bienvenido. Ya me han informado de que el asunto de la torre está concluido. Esperemos que sea suficiente. Pero no os he madado llamar por eso *el caballero hizo una ligera pausa mientras se mesaba el bigote como hacia siempe que le preocupaba algo*. Me digisteis que los encapuchados impiden el uso de portales, pero es posible que nuestra aliada el sur tenga a su disposición magia poderosa para contrarestarlos. Debe intentarse, debeis tratar de llegar hasta Zaranda e informarle de que necesitamos alimento. Vos poseéis el poder del recado mágico o la teleportación; no hay nadie más en la ciudadela ahora que pueda hacerlo. Por supuesto no pueden relacionar a Zaranda con nosotros. Nadie más debe saberlo. Es mucho lo que os confío, Milithraldor. ¿Lo haréis?

Mercury

09/07/2011 22:24:10

Avisaré a Zaranda despues del ataque, ahora tengo que prepararme.
Milithraldor se fue a la torre y preparó los conjuros de globo de invisibilidad que iban a necesitar. Habría 3 grupos de 20 arqueros, cada grupo con un jefe que llevaría el globo de invisibilidad.
El plan salió bien y al poco tiempo de que los enanos empezaran a atacar el campamento de Amn, los arqueros de Arion, junto a Lancel, Aedan, Miriam y Milithraldor salieron por el foso. En cada grupo el jefe llevaba el globo de invisibilidad y el plan consistía en que los arqueros se adelantaran, lanzaran andanadas de flechas y volvieran con su jefe para no ser vistos por el enemigo. Todo iba bien hasta que se dió el primer asunto que no habían previsto: el enemigo retrocedía, aunque de forma organizada.
En ese momento los paladines decidieron cambiar de táctica y llamaron mas soldados de Arion que salieron del foso todo lo rápido que pudieran. Presionarían al ejército de Amn para hacerlos retroceder todo lo posible. El ataque iba mejor de lo esperado y en ese momento las protecciones mágicas de la torre desaparecieron. Milithraldor viendo que en el campo de batalla no podría hacer mucho conjuró varias protecciones mágicas sobre Lancel y se teleportó a la torre.
Había gritos y encantamientos por todas partes. Los Magos Encapuchados estaban en la torre y buscaban mas protecciones mágicas. Milithraldor se ocultó y comenzó a caminar entre las estanterías practicamente vacias de la biblioteca con todo el silencio del que era capaz. Si conjuraba lo detectarían y no quería ser descubierto al menos hasta llegar al piso superior. En la puerta de la biblioteca encontró dos magos discutiendo, parecían bastante jóvenes y tenían pocas protecciones mágicas. Aprendices como Milithraldor, solo que el semielfo tenía otros recursos. Descolgó su maza del cinturón y se acercó en completo sigilo por detrás de los magos. Cuando estuvo cerca cogió la pequeña arma con las dos manos y golpeó en la cabeza a los otros dos aprendices. Los enemigos quedaron aturdidos y un tercer mago que había estado oculto vió a Milithraldor. El semielfo se volvió invisible, conjuró todas las protecciones mágicas que le quedaban corrió hacia el falso despacho que había preparado en el piso de arriba. Los magos encapuchados le seguían los pies y cuando llegó al despacho se dió la vuelta, justo a tiempo para ver como la energía mágica de un conjuro de petrificar impactaba en su pecho.

Jack_Botas

12/07/2011 20:39:46

*El alba llega poco a poca a la ciudadela de Arion, que comienza a desperezarse entre las ruinas. La liberacion del camino del Comercio ha dado un respiro a los maltrechos arionitas, que han podido dormir largamente depués de muchas semanas de tensión y batallas. El peligro no ha pasado, todos son coscientes y entre la Guardia leal no son pocos los que se preguntan cuando volverá el enemigo y si serán capaces de repelerlo de nuevo. Sin embargo la victoria reciente ha arrojado nuevos héroes que tb están en boca de algunos soldados que hablan de ellos con admiración.
Pronto otro rumor se estiende por la ciudadela como un clamor: Hay dos nuevos Caballeros del Fenix en Arion y un nuevo prelado a cargo del Templo de la Triada. Los rumores se confirman cuando Sir Aedan de Tyr y Sir Lancel de Ilmater salen al patio vistiendo el blasón del Fenix para organizar a los efectivos restantes. Miriam de Ilmater sale tras ellos con la cogulla de prelado y el broche de Escudo en su capa para visitar a los soldados heridos en sus puestos.
Muchos arionitas miran a los héroes con reconocimiento, pues ya se habia hecho un lugar en sus corazones. Otros, simplemente miran a un lado agradeciendo que al menos no se haya perdido tiempo y esfuerzos en una larga ceremonia fuera de lugar.*

...

*Mientras tanto, en algún lugar en las estribaciones de los Dientecillos occidentales, los pies veloces de Lilian devoraban leguas con avidez. La tyrita apenas eran un borrón para cualquiera que se cruzara con ella, aunque a decir verdad, no había muchas almas entre Arion y su siguente destino: Muran*

...

*La capital de la moneda de Amn se amontonaba bajo las opulentas casas de los adinerados comerciantes que no habían tenido escrúpulo alguno en ceder ante el nuevo gobierno de Ilkara. Entre las sombras de los viejos callejones un anciano se movía sin ser molestado, de posada en posada, de fonda en fonda frecuentandas por marineros y la soldadesca; atento, inquisitivo. A veces alguien miraba en su dirección sin verlo.*

Gludar

14/07/2011 17:35:56

Despues de muchas horas de estudio en la biblioteca, despues de dar sus clases a la pequeña a la espera de la reunión con los Barones...estaba cansado, muy cansado...otro día más y el bibliotecario sigue sin aparecer con los libros o noticias sobre ellos...
Se levantó pausado, guardó sus notas y se dirigió a las Velas, tenía que darle de cenar a la pequeña.

Jack_Botas

16/07/2011 13:26:09

*Sir Leobald hizo llamar a sus recien ordenados hermanos en el Fénix a la sala de Los Ocho. Las columnas esculpidas con las efigies de los ocho santos jalonaban la cámara circular mientras la luz de la mañana se colaba por las aspilleras allá en lo alto.*

-Caballeros, valor y honor *dijo mientras estrechaba sus manos por el antrebrazo* ...hace ya dos días que no sabemos nada de Militrhaldor. Su desaparición repentina en el campo de batalla y el no tener noticias suyas me preocupa. Id la Torre y ver si podéis dar con él, quizá dejara un mensaje. Si le ha pasado algo debemos llegar hasta él y ayudarlo. Cuidaos de la magia del lugar... *se mesó el bigote con lentitud*...antes de partir, tened *les hizo entrega de sendas llaves de bronce*. Son las llaves del alcazar, con ellas podréis abrir todas las puertas del castillo. Estamos en la sala de los Ocho, un lugar discreto y recogido. Por esa puerta de allá se va a las cámaras de los caballeros, elegid una propia si lo deseáis. Al final del pasillo encontraréis la sala del Consejo de la orden.... Caballeros, valor y honor en vuestra misión; yo he de partir al encuentro con el rey Rugrim por el asunto de los víveres.

puxe

16/07/2011 14:57:04

[i:c353c50088]*El caballero Aedan asintió*

Se hará lo que decis, Ser Leobald, necesitaremos ayuda de hombres de gran fuerza para retirarl los escombros que cubren la entrada a la torre, estoy seguro de que la guardia leal estará encantada de ayudar. Ya hemos terminado casi todas las tareas para con los heridos y enterrado a nuestros caidos, y a los caidos enemigos. Después de liberar la torre, proseguiremos a reconstruir el puente.

Valor y honor"[/i:c353c50088]

Jack_Botas

05/08/2011 19:51:32

*Leobald descabalgó en al entrada de la mina enana. El guardia o miraba de soslayo mientras esperaba a que bajase de la montura.*

-Soy Sir Leobald del Quebrado y el Fénix *reverencia cortés* aliado del reino enano bajo la montaña. Me gustaría tener una audiencia con el rey Rugrim, hay asuntos apremiantes que tratar. ¿Puedo pasar?

*El guardia enano permite la entrada al caballero y le guía hasta una sala lateral en el primer nivel del complejo. Durante el trayecto puede observar como uno de los pasillos laterales está anegado por fango y agua. Unos minutos después entra en la habitación Rugrim e indica a los guardias que esperen fuera.*

-Bienvenido, paladín. ¿En qué puedo ayudaros?

*Leobald saludó al regio enano con una leve reverencia. Desde la última vez que se vieron la nieve había tomado las puntas del bigote del caballero y las arrugas de su rostro eran más pronunciadas. El largo asedio había envarado la figura del hombre y su rostro siempre serio lo hacían parecer mucho más mayor a la luz de las antorchas; casi un viejo a pesar de rondar los cuarenta nada más.*

-Bien hayado rey Rugrim, el Quebrado os guarde. Antes de nada, quería agradeceros en persona que os mantuvierais firme en las viejas alianzas. Sin vuestra ayuda no habríamos podido romper el cerco a la ciudadela. Sir Lancel me ha contado del valor de los vuestros en la batalla *asientió con aprobación y respeto*. Sir Lancel y Sir Aedan, a quien creo que conocísteis en el campo de batalla, son ahora jurados de Fenix como yo mismo. Podeis confiar en ellos como en mi mismo... *el caballero hizo una pausa* ...espero que en algún momento podamos devolveros el favor y honrar nosotros tb la vieja alianza. Sin embargo, el peligro no ha pasado en la superficie. Los Shakes se han replegado a las faldas de Ilkara, pero seguramente regresarán. Hemos de prepararnos. Por eso debo pediros algo más: alimentos para las almas de Arion y los servicios de uno de vuestros maestros de la piedra. La muralla principal y el puente de acceso a la ciudadela han quedado muy dañados por el fuego de las catapultas enemigas. ¿Tendréis la bondad de aydarnos en tales asuntos, rey Rugrim?
- Con respecto a la comida no podemos prescindir de nada, pues no somos productores de comida y en caso de que nos ataque no seríamos capaces de aguantar un asedio. En cuanto a las murallas y la puerta, podría recomendaros a alguno de los artesanos, aunque tendríais que tratar directamente con ellos, ya que mis conocimientos en arquitectura son bastante limitados.

-Comprendo. En cuanto a vuestro artesano, confiamos en el que vos nos asignéis. Enviadlo a Arion. Debería empezar cuanto antes, no sabemos cuando los de Ilkara pueden volver. En cuanto a los alimentos: comprendo vuestra postura. Confío en que Ambar nos ceda parte de su cosecha, podemos compartirla con vosotros si es que pasáis necesidad. Favor por favor, o si vuestro artesano prefiere el oro... llegaremos a un acuerdo, estoy seguro. Todo arrrglado entonces... *el caballero hizo una pausa para mesarse el bigote* ... cambiando de asunto, de camino a esta cámara he visto que algunas de vuestras galerías parecen haberse anegado recientemente, ¿problemas? ¿podemos ayudaros?

*Rugrim niega ante la pregunta*
-No es necesario, tenemos la situación bajo control. Preguntaré a los artesanos para ver quien podría encargarse de vuestros muros y lo enviaré en la mayor brevedad posible.

*El enano espera por si Leobald quiere hacerle otra pregunta o petición*

-Bien. Entonces todo está hablado... O casi, tenéis vecinos nuevos al otro lado del paso de Dientecillos. Parecen haber expulsado a los trolls *el caballero se mesó el bigote en silencio* ...están reclutando espadas, según creo. *hizo una pausa* ...Hablaremos de ellos la próxima vez, solo quería asegurarme de que lo tenéis en cuenta *dijo al fin*. El Quebrado os guarde rey Rugrim. Nos veremos en el próximo consejo de la Alianza.

*Los dirigentes cruzaron las manos y se despidieron con cortesía marcial.*

//escena por MP: Rugrim (Barbahierro) y Leobald (se mua)

coki1306

07/08/2011 17:12:37

El regreso del ejército.

Un grupo de diez exploradores apareció a las puertas de Berrion, con nuevas a presentar ante los barones.
[i:d13acdfc50]
Los ogros llevaban un tiempo buscando algo con ahínco en las proximidades de Riatavin, los chamanes ogros trabajaban también en un extraño ritual. De repente, todos los ogros recogieron su campamento y puso rumbo al oeste, parece ser que vuelven por donde se fueron, dirección al lago Esmel. Exploradores ambaritas descubrieron lo mismo, no confiaban en nosotros al principio, pero acabaron por hacerlo.[/i:d13acdfc50]

Tras escuchar las declaraciones, Celdur viajó al encuentro de Estenion, consejero de Ambar para aclarar tan extraña actitud por parte de los ogros.

Estenion había viajado hacia Arion, por lo Celdur se dirigió hacia el lugar.

El puente de Arion había sido destruido, pero un cuervo ágilmente adiestrado, vigilaba el puente para informar a los consejeros reunidos de posibles visitas. El consejo se encontraba en lo alto de la torre arcana, cuya entrada estaba sellada por pesadas rocas. Cerca de la entrada, apareció un portal, y por el portal una figura huamana, Leobald el paladín.

Una vez expuestos los motivos que le llevaban a la ciudad humana, hubo una amplia discusión.

Celdur expuso la delicada situación en la que se encontraban, los ogros avanzaban y las ciudades humanas serían aplastadas de no recibirse ayuda de tezhyr. La petición que la reina Zaranda había puesto para dar ayuda a los rebeldes amnianos era una explicación real a la unión entre los ogros e Ilkara, la extraña conducta de los ogros tenía que ser motivada por algo.

El paladín no desmintió que pudieran saber algo, sin embargo el consejo es amplio, y él no podía tomar una decisión por todos, por lo que se unió de nuevo con el resto del consejo, y tras unos minutos accedieron a hablar con Celdur, permitiéndole el paso por el portal, Celdur se encontraba en lo más alto de la torre arcana, junto a todo el consejo.

El miedo de Ambar y Arion a ser traicionados por Tezhyr hizo que las negociaciones fueran lentas. Para dar información sobre los ogros pedían garantías de que recibirían la ayuda. Tras intensas negociaciones, y exponer varias veces el interés de la reina Zaranda en apoyarles, entregaron algo de información. Uno de los consejeros explicó la situación real.
[i:d13acdfc50]
Los ogros buscaban la Armería de Nedheim, creían con anterioridad que se encontraba en Riatavin, pero descubrieron lo que nosotros ya sabíamos. Hace un tiempo descubrimos la localización de la Armería, y la hemos destruido. Los ogros lo saben, sin embargo se siguen acercando, y no sabemos como lo han averiguado.
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El consejero de Ambar, solicitó con tozudez hablar en persona con la reina Zaranda para terminar de dar toda la información. Celdur, con notable molestia por lo que él creía falta de confianza acabó por aceptar.

Viajaremos desde Berrion, esperaré a las afueras para viajar de inmediato hasta el castillo de la reina. - Dijo Celdur antes de teletransportarse y aparecer en las afueras de Berrion.

La espera se hizo eterna, hasta que pasadas algunas horas, Estenion apareció.

coki1306

08/08/2011 02:48:34

La alianza

¿Por qué has tardado tanto? - Preguntó Celdur a Estenion.
Los soldados de Arion dieron la alarma, una nube mágica azotó la torre, por eso me he retrasado.

Marcharon de inmediato hacia el castillo de Faerntarn. Los pocos enemigos que intentaron emboscar a los dos elfos fueron asesinados. Una vez llegaron a Darromar, los peligros cesaron. El viaje fue cansado, dada la geografía que rodea el castillo de Darromar, teniendo que subir a la más alta colina.

La guardia en lo alto de la muralla exterior del castillo vigilaba los exteriores. El portón estaba cerrado, y un soldado esperaba junto a ella.
[i:a63e69dc96]
Salud soldado. El barón Celdur Tire'ner solicita la entrada acompañado por Estenion, consejero en Ambar. [/i:a63e69dc96]

Tras sus palabras les dieron acceso al castillo, donde les esperaba el Senescal de Faerntarn. Tras las pertinentes presentaciones el consejero de Ambar pidió ser llevado ante la reina, sin embargo, no haría falta; el Senescal se encargaría de hablar sobre todo lo que hiciera falta.

La discusión entre el consejero, el senescal y el barón fue larga. El consejero, centrado en no ser engañado, intentaba buscar el pacto firmado que asegurase la ayuda del reino. Sus argumentos mostraban la necesidad del reino de Tezhyr en ayudar, dada la posibilidad de un posterior ataque del ejército de Sozhilis a Tezhyr una vez hubieran conquistado Ambar y Arion. El barón Celdur pensaba sin embargo, que la ayuda era vítal para los amnianos rebeldes, y que muchas peticiones no ayudarían.

Una vez el consejero fue convencido para que hablase, el Senescal fue informado sobre todo lo ocurrido en los últimos días: el regreso de los ogros al lago Esmel, la existencia de la armería de Nedheim, la destrucción de dicha armería...

Entre tema y tema cuestionaba la posibilidad de que los ogros hubieran podido averiguar que los Ambaritas hubieran descubierto la armería. Una vez se hubo terminado se exponer la situación, el senescal explicó la situación de Tezhyr. Ambar y Arion, se encontraban actualmente en Amn, por lo que Tezhyr no podía hacer nada, sin embargo el senescal propuso la solución que más tarde se tomaría como buena por parte de todos los presentes.
[i:a63e69dc96]
Ambar y Arion pasarán a formar parte de Tezhyr, pudiendo así defender las ciudades en caso de que los ogros ataquen, algo casi seguro. Necesitaré que me traigáis un tratado firmado por vuestros consejos, en el que solicitéis ante la reina Zaranda la anexión a vuestro nuevo reino.[/i:a63e69dc96]

Las negociaciones terminaron, y con ello la estancia de los elfos en Faerntarn.

H_a_p_l_o

12/08/2011 13:01:13

Espada Maldita

El que hubiese visto la escena probablemente se preguntaría si eran humanos aquellos que se erguían en el pasillo o simples estatuas dejadas allí por capricho.

Vería a Isk, mi humilde persona, pegado al muro con los ojos fijos en Duzdin mientras Valeria no perdía de vista la Espada que yacía al fondo del pasillo y a su lado Milithraldor velaba en silencio por su maestro.

El anciano mago hacía ya varios minutos que mostraba una mirada sin pupilas, los ojos completamente en blanco ciegos al mundo que pisaba. Periódicamente emitía murmullos irreconocibles, saben los dioses de qué idioma, mientras Isk se preguntaba si no estaría cayendo en el mismo influjo maléfico que ya se había cobrado dos victimas. Involuntariamente recordó el enorme boquete que aquella cosa había dejado en el muro cuando intentaron encerrarla en la celda antimagia, y los dos compañeros que yacían ahora entre delirios en el piso de abajo.

Y entonces Duzdin regresó en si. Sus ojos volvieron a ser los de un anciano y su expresión parecía denotar la gravedad de lo que había visto. Sus peores temores se confirmaban. Aquella enorme espada que yacía en el suelo, al otro extremo del pasillo era efectivamente El Puñal del Ogro. La espada maldita que una vez empuño el claudillo de las hordas ogras, rebosante de poder, llamaba ahora a los de la estirpe de su antiguo dueño.

Debía ser destruida y rápido. Yo sabía que los ogros se encontraban aún lejos por los informes de Celdur pero la proximidad de esa misteriosa nube mágica de la que Milithraldor había venido a avisarnos nos intranquilizaba en sobremanera.

Fianlmente tras un pequeño debate se decidió seguir el plan de Duzdin. Arrojaríamos el arma al volcán proximo al Lago del Vaho. El problema se presentaba en cómo llevar la espada allí. Había dado claras muestras de reaccionar mal ante el uso de magia y el solo hecho de traerla a la Torre desde el Templo había supuesto un ejercicio de enorme voluntad para ALexander, aún con toda su Fé en Sune.

Difícil o no debía hacerse y una vez más fue Duzdin el que asumio la tarea. Se acercó a la espada y comenzó a invocar las más poderosas protecciones que conocía. A cada conjuro la espada brillaba con más fuerza y una vez más se alzó sobre el suelo.

Los demás observabamos la escena esperando que se lanzase sobre el Mago en cualquier momento. Sin embargo cuando éste cesó de conjurar vimos que la espada aún seguia levitando en el mismo sitio, amenazante, esperando. Y entonces Duzdin lo hizo. Ante la asombrada mirada de todos se acercó y acarició la empuñadura con la yema de los dedos. Su expresión en ese moemnto no era nada alagueña. Aún así continuó hasta agarrar la empuñadura, mientras en su mano libre sostenía la bolsa dimensional en que pensaba encerrarla para el viaje. Sobre su rostro resbalaban gotas de sudor mientras de vez en cuando se le tensaba en un gesto de esfuerzo supremo. Le oímos jadear por el esfuerzo e incluso murmurar plegarias a Mystra desesperadamente, pero finalmente consiguió meterla en la bolsa y cerrarla.

Cuando acabó nos miró. Hacía rato que habiamos olvidado respirar. Su cara parecía intentar reflejar la expresión risueña habitual a que nos tiene acostumbrados pero el sudor que aún corría de la frente a las mejillas hacía que el efecto no ocultase la verdad. Al final su voluntad había vencido a la de la espada, momentaneamente, pero la lucha se había ganado por los pelos.

Había llegado el momento de llevar el arma maldita al volcán. El plan era tan sencillo como peligroso. Abriríamos un portal cerca de Berrion, lo que nos daría una buena ventaja inicial y desde allí la transportaríamos a su destino final. Desgraciadamente los planes no siempre salen bien. Efectivamente llegamos sin novedad a las cercanías de Berrión pero al poco de haber comenzado a caminar oímos extrañados como Duzdín lanzaba un juramento.

- Tenemos que volver. La bolsa con la espada ha quedado atrás.

Por suerte el descubrimiento fue rápido y pudimos volver a traves del portal que nos había abierto Duzdin para el viaje de ida. Al llegar comprobamos que la bolsa estaba en el suelo. No se trataba de un olvido, simplemente no había atravesado el portal. Pareciera que aún encerrado, el maldito Puñal del Ogro podía seguir burlándose de nosotros.

No quedaba más remedio, el viaje había de ser hecho a pie, lo que implicaba probablemente enfrentar la misteriosa nube mágica. La tarea había aumentado considerablemente y comprendimos que sería imposible sin contar con refuerzos.

Fue entonces cuando Valeria nos informó que se había cruzado con el Barón Celdur en la entrada de la Torre. Quizás los dioses no nos habían dejado totalmente de lado así que descendimos corriendo en su busca. Al llegar a la antesala de la torre pudimos comprobar que con el Baron se encontraban dos elfos que me eran conocidos. Saira y Alith, no los veía desde que fueramos hechos prisioneros pero agradecía que hubiese sido hoy el día de reencontrarlos. Y sosprendentemente cierto bardo que había llegado a la ciudad recientemente también rondaba por allí.

Lo más resumidamente que pude, dadas las circunstancias, puse a Celdur al corriente de lo ocurrido. Estaba de acuerdo enq ue el Puñal no debía caer en las manos de los orgos a ningún conste pero antes de eso debía acompañarle a Darromar a presencia de la reina. aunqué intenté convencerle de la urgencia del asunto actual parecía que para obtener ayuda era necesario hablar con la soberana sin falta. Las palabras de Duzdin habían sido claras, necesitabamos ayuda para hacer lo que había que hacer, de otra forma sería un suicidio inutil.

Así pues acepté acompañar a Celdur a pesar de las protestas de Valeria. Entendía cómo se sentía, pero si era la única forma de conseguir ayuda y de garantizar el futuro de la ciudad lo único que quería era hacerlo rápido y traer refuerzos conmigo. Si Duzdin nos abría un portal podriamos volver rapidamente con la ayuda, los ogros aún estaban lejos, eso pensaba.

Finalmente el destino vino en nuestra ayuda. Debido a la carga del Puñal Duzdin no podía encargarse de nuestro transporte sin hacer peligrar todo, de modo que el viaje debía hacerse a pie. Al final todos debiamos ir a Tezhyr y la decisión aparecio clara.

El nutrido grupo, esperabamos que suficiente, que ahora éramos salio de la Torre a paso firme hacia las puerta Sur. Fue entonces cuando la vimos.... La amenazadora nube estaba ahora sobre la ciudad, más oscura y siniestra que nunca. Apretamos el paso hacia las murallas y al poco pudimos comprobar como lentamente la nube torcía el rumbo y avanzaba en nuestra dirección.

Ya fuera de la ciudad continuamos hacia el sureste tan rápido como podíamos y entonces sucedio. Una masa oscura similar a la que nos venía persiguiendo, aunque de menor tamaño se abalanzó sobre nosotros, magia y espadas se alzaron, peleamos, caímos, nos levantamos... hasta que finalmente abatimos a la monstruosidad.

Detrás nuestro la oscuridad crecía, sabíamos que pronto otras como ella se lanzarían contra nosotros. Ahora solo había un camino, el que llevaba al destino de ese arma endemoniada. No habría más ayuda, era avanzar o sucumbir.

Y así comenzó la carrera........

coki1306

14/08/2011 23:24:38

Espada Maldita II

El destino fijado parecía inalcanzable, la montaña y el bosque nos separaban del peligroso volcán. Las nubes nos perseguían de cerca, atacándonos con todos los rayos que podían. Alith evitaba sus ataques mientras el resto de compañeros intentaban avanzar a toda prisa. Lo importante era que Duzdin, quien guardaba la espada, pudiera continuar.

Cruzamos el bosque de mir sin demasiados problemas, Alith, Saira y Celdur se quedaban atrás mientras el resto avanzaba. Saira no podía correr, lo que producía que las nubes pudieran alcanzarala hiriéndola de muerte, pero testaruda y valerosa se negaba a retirarse de la misión. Una vez sanada, Celdur dio alcance al resto del grupo. Hubo un tiempo de descanso dado por el retraso de Saira y Alith, lo cual permitiría que retomasemos el aliento. Llegamos al barco y pusimos rumbo al peñón en el que se encuentra el volcán.

La oscura nube no dejaba de seguirnos, y ahora se había posado sobre la parte más alta volcán, la subida no sería ningún paseo.

La temperatura iba en aumento, los sudores se hacían más comunes y el cansancio se notaba en cada paso. Los elementales de magma nos recibían a patadas y puñetazos. Sus cálidos cuerpos desprendían un molesto calor solo soportable gracias a la magia.

En lo más alto estaba la nube en su forma más amenazadora, como una masa de energía negra como la noche. Atacó y nos defendimos, unos la distraían para que dejara en paz a Duzdin, su principal objetivo, mientras el resto corría. Celdur intentó alejarla de la entrada al interior del volcán, una vez conseguido, utilizó ayuda divina para protegerse contra sus ataques, ser ignorado por la nube, y volver rápidamente al interior del volcán.

El gran Duzdin convocó un clon. Tras unos segundos de discusion entre ambos, se decidió que sería el clon el que se transformara en dragón y tirase la espada al volcán, para que así la lava terminara con ella.

Así pues, el clon se transformó, cogió la espada y la soltó en la lava. El volcán empezó a temblar, las explosiones se repetían por todas las direcciones, los gases empezaban a salir de la nada, la temperatura ahora era insoportable, el volcán estaba entrando en erupción. Rápidamente, Duzdin empezó a conjurar, creando así un portal hacia Ambar.

Salvamos la vida y destruimos la espada, el objetivo se había cumplido.

Una vez hubimos reposado en Ambar, hubo que salir en dirección a Faerntarn a la presencia de la reina Zaranda, como el consejero Isk acordó con el barón Celdur.

coki1306

16/08/2011 21:44:45

La Anexión

Los ogros se encontraban ya a menos de una semana de Ambar. Los ambaritas ya habían redactado el documento que les daría la capacidad a sobrevivir a los ataques de un ejército, el tratado del protectorado.

Una vez destruida la espada había que ponerse en marcha, Celdur tenía que llevar al consejero Isk a Faerntarn, ante la presencia de la reina Zaranda para que se diera la investidura. Los otros consejeros, futuros barones, se encontraban indispuestos; la enfermedad que trajo la nube oscura les había debilitado.

A paso ligero, Celdur e Isk pusieron rumbo al sur en un viaje solo perturbado por ogrillones y algún que otro orco. La subida a Faertarn, siempre dura por la altitud de las colinas, se les hizo eterna por el cansancio, sin embargo tras unas horas acabaron por llegar.

Los soldados a las puertas de la fortaleza, tras reconocer al barón, dejaron pasar a ambos; el Senescal esperaba disgustado por la tardanza del barón y el consejero. Tras explicar brevemente el motivo de la tardanza, la destrucción del arma buscada por el enemigo, comprendió la situación y les ofreció el paso para cambiar sus ropas sucias por el viaje.

Tras cambiarse, el senescal de Faertarn les condujo a ambos a la presencia de la reina.

Una vez nombraron a los visitantes, el barón Celdur Tire'ner y el consejero Isk de Ambar, y tras los pertinentes saludos, empezó la entrega del tratado del protectorado, en la cual se incluía una petición a la reina de unión a su reino, asegurando su fidelidad y aceptando las leyes de Tezhyr.

La reina habló con Isk sobre el tratado, sobre lo que significaba para él. No era una simple unión al reino por falta de opciones, no era una unión simplemente dada por la protección de Tezhyr, era un paso hacia un futuro de mayor grandeza.

Una vez los motivos de unión quedaron claros, Isk juró lealtad en persona ante la reina, expresó su interés por formar parte de un reino unido y fuerte. Tras ello, la reina le otorgó el título de barón y le hizo entrega de sus títulos, junto a los de los enfermos. Un total de tres barones que dirigirían Ambar: Aoshi, Estenion e Isk.

Al finalizar la ceremonia, Celdur Tire'ner fue nombrado valido de la reina, sin embargo la noticia más importante era otra, Ambar ya era parte de Tezhyr, y contaba con su protección.

coki1306

18/08/2011 02:26:51

Las órdenes de su majestad

Celdur el valido viajó a Faerntarn para informar al Senescal y a la reina sobre las nuevas de última hora.

El Senescal empezó hablando sobre la declaración de guerra de Amn.

La declaración de Ilkara es deleznable. Acusa a Tezhyr y a su majestad de cosas imperdonables... y es algo que no vamos a permitir.
[i:b6a27580b8]
Lo es, Senescal, y el tiempo hará que se arrepienta de sus palabras.

He de informarle sobre las inquietantes nuevas recibidas... Los batidores informan que los ogros se dirigen hacia Murann. Sin embargo, también atacan al protectorado de Ambar. Los chamanes ogros se teletransportan al interior de la ciudad y destruyen todo lo que pueden.[/i:b6a27580b8]

Y mucho me temo que no sea su único problema. Drows han atacado el protectorado de Ambar, se ha visto un buen número de drañas atacar la ciudad, mitad drows mitad arañas.

El Senescal no podía creer lo que oía.

¿Ilkara tiene tratos con drows? - dijo el Senescal antes de resoplar.

Realmente la ciudad de Ambar tiene innumerables problemas - seguía el Senescal.

[i:b6a27580b8]Bien, ordenar que Berrion se atrinchere, y que envíe tropas a Ambar, las que pueda. La baronesa se encargará de las defensas de la ciudad de Berrion, toda ciudad de Tezhyr está amenazada.

Y decidle al Barón Soroniak que viaje al norte, para apoyar al caballero Erick Longhart, su experiencia como guerrero le será útil.[/i:b6a27580b8]

Una vez recibida la voluntad de la reina Zaranda a través del Senescal de Faerntarn, el valido viajó a Berrion y Ambar, para informar a cada uno de su papel en la guerra.