ojos

18/06/2011 14:41:41

Memnlor Del'Armgo había comenzado a aprender magia desde que comenzó a hablar, y a estudiar los complejos tomos arcanos desde que aprendió a leer y escribir. Había leído ya todos los pesados tomos de la biblioteca de la segunda casa de Menzoberranzan, y casi todos los que había en la torre de Sorcere. Así que ahora dedicaba su tiempo en practicar su arte en los túneles y reunir muestras de aquellas criaturas que le resultasen mas interesantes para sus estudios y experimentos.

A menudo hacía que los parias que encontraba por los túneles le guiasen por estos e hicieran el trabajo sucio, es decir, que lucharan contra toda criatura que se encontrasen mientras él observaba sin hacer nada desde una distancia prudencial y con las adecuadas protecciones arcanas. Le resultaba divertido ver sufrir tanto a los parias como a las criaturas, pero si alguna vez la batalla se ponía demasiado complicada para los drow, aveces se dignaba a invocar algún convocado que les ayudase. Rarísima vez conjuraba sus hechizos ofensivos en presencia de público.

En una de estas expediciones, tras desmembrar y tomar las muestras necesarias de una curiosa criatura: una androesfinge; encontró una extraña llave en sus entrañas. Preguntó a sus dos guías si sabían que abría. No lo sabían, pero habían visto varias puertas donde poder probar.

La casualidad quiso que en la primera puerta que encontraron la llave encajó perfectamente. Para sorpresa del joven drow, tras abrir aquella puerta y entrar en la sala, seis magos de su propia casa le saludaron con el respeto que se merece un noble. Miró a todos lados sorprendido. Era evidente que la sala era un laboratorio donde se estaba llevando a cabo alguna investigación. Había numerosos esclavos y sujetos de experimentación en lamentables condiciones. Cuando Memnlor preguntó que se investigaba allí, le respondieron que debía preguntar a la madre matrona. Ellos no podían decírselo delante de los parias. Es mas, o había que matar a los dos parias o mover el laboratorio secreto de lugar. Sin duda la opción mas sencilla era mandar matar a aquellos dos parias, pero resulta que precisamente esos dos ya le habían sido bastante útiles en esa y otras ocasiones. Así que optó por recomendar que los dejaran vivos a pesar de que tendrían que trasladar el laboratorio.

Se les dejó muy claro a los dos afortunados que no habían visto ni oído nada en aquel lugar que jamás habían pisado. Y tras asegurarse de que lo habían entendido y se alejaban lo suficiente de la zona, se apresuró a teletransportarse a su casa y pedir audiencia con la madre matrona. La curiosidad le picaba mas que nunca.

La matrona Del'Armgo, que ya había sido avisada por medios mágicos de lo sucedido, quedó sorprendida al ver que Menlor no sabía nada de lo que allí se experimentaba.

- Precisamente fueron tus preguntas en la clase del maestro Loimyril lo que hicieron surgir esta investigación.

- Bien, entonces ya se con quien tengo que hablar. Con el maestro Loimyril.


Entonces tras terminar la audiencia con la matrona se dirigió directamente a Sorcere a hablar con su "primo" y maestro.