ojos

15/08/2011 18:18:00

Estudiando en la biblioteca, un alumno interrumpió al maestro Deivid:

Interino: - Maestro, en la entrada hay un chico que dice que quiera hablar con alguien de la escuela, pero que no le vale un simple estudiante como yo.

Deivid: - *ss* Shhh, silencio en la biblioteca, voy a ver que quiere.

Bajaron el maestro y uno de los alumnos, Marduk, a ver que quería el chico. Era un muchacho harapiento, bastante nervioso, que quería contar algo. Le invitamos a la sala de reuniones. Allí contó que habían matado a su amo.

Deivid: - Vaya... eso es grave... pero si no hay magia de por medio esto es asunto de la guardia, ¿por que has venido aquí?

El muchacho: - No, no... la guardia no. Creerán que he sido yo. Mi amo me dijo que si me pasaba algo viniese aquí, que vosotros sabríais.

Estaba muy nervioso y casi temblando sacó un pañuelo arrugado de su bolsillo. Llevaba una inscripción:

"Janyra"

Y después de su otro bolsillo sacó un anillo. Deivid estaba perplejo. Observó el anillo y reconoció el símbolo que llevaba. Fue el símbolo arcano de Janyra, una poderosa arcana que sirvió a Shun IV. Pero esto en vez de solucionar las dudas, creó otras:

- Deivid: - ¿Tu amo era mago?

- Muchacho: - No.

- Marduk: - ¿A que se dedicaba? ¿En que trabajaba?

- Muchacho: - No lo se, no hacía nada. Mi amo ya era muy mayor. Leía, leía mucho. Mi amo siempre era muy bueno conmigo. Siempre me decía: Ali, algún día serás alguien.

- Deivid: - Hummm... ¿Tienes talentos innatos para la magia?

El muchacho puso una mueca de no entender muy bien que quería decirle Deivid, y simplemente respondió que no.

- Deivid: - Humm... entonces, ¿qué habilidades o talentos tienes?

- Ali: -No se, mi amo me decía que tenía talento para meterme en líos.

- Deivid: - Jejeje, no, me refería a que sabes hacer.

- Ali: - Pues se cantar, leer, cocinar, remendar la ropa... Pero eso no son habilidades, son cosas que se hacer.

Deivid: - Son cosas que no todo el mundo sabe hacer, ni sabe hacerlas con la misma habilidad. Yo no sabría cantar por ejemplo, podría hacerlo, pero entonces todo el mundo huiría, jejeje.

Por primera vez el muchacho sonrió. También les contó que su amo le sacó de un orfanato y que desde entonces habían viajado mucho.

Deivid le invitó a subir arriba, quería comprobar si el muchacho podía tener talento innato para lo arcano. Le preguntó si se sentía con ánimos para cantar y Ali les deleitó con una preciosa canción sobre la belleza de la costa del Espolón.

Marduk: - ¿Qué opinas maestro Deivid?

Deivid: - Que canta de maravilla, pero no he podido comprobar si tiene o no los talentos mágicos de un bardo.

Entonces Marduk tuvo una gran idea. Le mostró un pergamino y preguntó a Ali si sabía leerlo.

Ali: - Ahh, si, los papelitos. Mi amo me enseñó a leer con ellos.

Y al leer el pergamino que le dio Marduk desencadenó su efecto. Aunque no podían estar seguros al cien por ciento, ahora ya sabían por que su amo le había enviado aquí, o por lo menos en parte.

Deivid: - Bien, muy bien. Te acogeremos en la escuela, y aquí podrás aprender a desarrollar y controlar un poder que ni siquiera imaginabas que tenías.

Ali, observando la opulencia de la escuela, asintió entusiasmado. El maestro Deivid asignó a Ali como compañero de habitación de Marduk, para que éste pudiese vigilarle, presentarle a sus compañeros y enseñarle como funciona la escuela. Después fueron a la cocina a darle un poco de comer. Ali tenía principios de desnutrición y deshidratación. Engulló dos platos enteros de sopa hasta quedar mas que satisfecho y entonces continuaron preguntándole para intentar esclarecer quien era y que había podido pasar con su amo.

Marduk: - Antes dijiste que habíais viajado mucho, ¿por dónde habéis viajado?

Ali: - Por todos sitios. Dormíamos en una tienda, o si íbamos a quedarnos mucho tiempo en una ciudad mi amo alquilaba una habitación o una casa.

Deivid: - ¿Y que hacía tu amo en cada ciudad? ¿Visitaba las bibliotecas? ¿Compraba cosas?

Ali: - No lo se, ami siempre me decía que me quedase en la tienda y no saliera, haciendo las cosas de la casa.

Deivid: - Humm... pero has dicho que leía mucho, tendría que tener muchos libros.

Ali: - Si, los llevábamos en un baúl.

Deivid: - Humm... ¿y viajabais siempre vosotros dos solos?

Ali: - Si.

Deivid: - ¿Y tu amo no tenía ningún familiar? Hijos, hermanos... ¿no?

Ali: - No.

Casi al unísono Marduk y Deivid le dijeron que entonces, él sería el heredero de esos libros. Pero tenía que decirnos y acompañarnos a recogerlos. Ali estaba de nuevo muy nervioso, pero entre los dos consiguieron tranquilizarle. Otro alumno más, Wald, se unió a la excursión al paseo de las caravanas para comprobar la tienda de Ali y su amo.

Cuando entraron estaba todo revuelto, y el viejo humano yacía en el suelo con una daga clavada a la espalda y un brazo extendido hacia delante. Por la empuñadura, la daga parecía de calidad, pero poco más podía decir sin sacarla. Deivid lanzó detectar magia para comprobar la tienda. Al hacerlo, se revelaron cuatro runas antiescudriñamiento, cada una en cada esquina de la tienda. Probablemente las escribió el viejo para proteger al muchacho. Wald y Deivid que fueron los únicos que entraron a la tienda se dispusieron a recoger los libros y restos que quedaban en todo ese desorden. Al hacerlo, Deivid vio que el hombre había escrito algo en el suelo con su propia sangre antes de morir. Se trataba del mismo símbolo que había en el anillo que antes había visto: la marca arcana de Janyra.