Farben

29/12/2005 17:25:27

*De repente, una figura sonriente y a la par misteriosa, hace su aparición justo delante de vosotros y habla* Esta historia que voy a contaros sucedió no hace mucho en Faerun. Los bardos la cuentan al fuego de una buena hoguera. Os voy a contar esa historia tal y como se la oí contar a un bardo durante una de mis aventuras, así que lo que oiréis ahora, es tal y como él lo dijo...



Era un día como cualquier otro, apenas había diferencia con el anterior excepto quizás algo más de calor que otros días. Varias personas sentadas a una mesa de la Novena Campana toman una copa, cuentan historias y charlan animadamente de esto y de aquello. Todos ellos eran miembros de la Llama Aventurera o amigos de éstos, pero ninguno de los allí presentes tenía ni idea de que poco después esa amistad sería puesta a prueba...

En un momento dado, el pequeño Farben, un mediano habilidoso, necesita ir a ver al Clérigo Supremo de Calimport, pues se siente a gusto en esta ciudad y quiere hacerse ciudadano de ella. Tiene un problema: apenas sabe escribir bien (nadie se lo enseñó). Cuando plantea esto a sus amigos, estos se ofrecen a ayudarle cada uno como pueda con el papeleo. Que bien, todos juntos de nuevo...

Llegados ya al Templo, todos contentos, sobre todo el pequeño mediano por ver sus deseos cumplidos, son recibidos por el Clérigo amablemente... todos menos uno...

De repente, el clérigo reconoció al pequeño Farben y comienza a gritarle, sus amigos, buenazos todos ellos, intentan esclarecer la situación, pero el Clérigo no hace más que preguntar gritando y mirando al mediano "¿COMO TE ATREVES A VENIR AQUI, MALDITO???" *silencio y mirada al público que oía esta historia* y cosas por el estilo. Todo se complicó cuanto el Clérigo le dijo esas palabras... esas palabras que nadie había dicho refiriéndose a él durante siglos, aunque tampoco se conoce a nadie que las dijera y sobreviviese... ¿sabéis cuál era? ¿No? pues le llamó asesino... de niños *silencio y mirada directa a los presentes*. Ante estas acusaciones, sus amigos, aquellos que confiaban en él, se sobresaltan, no creen lo que oyen sus oídos a pesar de la por todos conocida reputación del Clérigo Supremo. Andriuth se levanta cabreado y como paladín que es, se concentra y detecta maldad en el mediano... una maldad... distinta, como no había visto hasta ese momento. *habla rápido* Acto seguido, con la rapidez que le dan sus mil batallas, desenvaina su espada y avanza hacia Farben con determinación... En esto, Selucia, con su gran inteligencia, es capaz de mantener la calma y trata de contener a Andriuth. A todo esto, el mediano retrocede rápidamente. *habla a velocidad normal*. Entre unos y otros consiguen contener a Andriuth, que espera, espada en mano, explicaciones.

A todo esto, el Clérigo, vuelve a gritar al mediano "¿QUE HACES AQUI?? MARCHATE AL INFIERNO DEL QUE VINISTE ¿CREIAS QUE NO TE RECONOCERÍA?" sabed que pocas veces se ha visto al Clérigo tan enfadado e irascible. Ante esta situación, y viendo que perdía a sus amigos, a Farben no le quedó mas remedio que confesar la verdad sobre quien era, y volver a recordar... el dolor, ese dolor... Así que comienza a hablar y sus palabras fueron más o menos éstas:

*Farben mira avergonzado a sus amigos, al Clérigo y a su ayudante y empieza a hablar más bien bajito y mirando al suelo* "Veréis... yo... bueno... esto... El Farben que conocéis no siempre fue así, no. Veréis... hace unos 400 años, yo... bueno... *coge fuerzas* yo era el ser más despreciable que existía en esta tierra *se asombran todos, les parece increíble*. Antes las cosas no eran como ahora, había que ganarse la vida de otra forma, yo elegí un mal camino, ahora me doy cuenta. Llegué a ser el peor y más despiadado asesino de todo Faerun. Veréis ¿recordáis el templo de mieliki, lo despiadado del ser que allí habitaba y lo que les hizo a los elfos? pues yo era algo así... o incluso peor. *Todos los presentes angustiados y enfadados, apretando los dientes y los puños*"

"Confiábamos en ti" *decían algunos.*
"Dejad que se explique" *decían otros*.
"¿Cómo has podido tratarnos así y hacernos esto?" *decían los demás*.

*Farben hace un gesto y continúa* "Esperad a oírlo todo y vuestras respuestas serán dadas"

Cuando se hace el silencio, continúa: “si, yo era tal y como os he descrito, de hecho, lo que más me gustaba era, cuando tenia que matar a alguien, dejar que se desangrase lenta y tranquilamente en el suelo mientras en una mano tenía una cerveza o algo para comer y con la otra sostenía la cabeza de alguno de sus hijos o de sus sobrinos para que viesen como sus seres queridos iban muriendo lentamente, después, justo antes de morir, les decía mi nombre, para que se lo llevasen al mas allá, pues, aunque poca gente lo sabe, cuando alguien muere, si se le dice el nombre de su asesino justo en el momento de exhalar su último aliento, ese nombre traspasa el mundo material y viaja junto con el alma del asesinado hasta el otro mundo, eso haría que me temieran incluso en el otro mundo, o eso creía yo”.

*Los demás se levantan sobresaltados, e incluso alguno de ellos hace ademán de sacar su arma*

“¡Esperad! He dicho que primero escuchéis todo, al menos respetad eso” *poco a poco con esfuerzo, se van tranquilizando y Farben sigue* “pero no todo fue maldad, hice una sola obra buena en toda aquella vida mía: salvé a una niña que estaba rodeada de lobos; no preguntéis porqué alguien como yo haría algo así en lugar de ver tranquilamente cómo era devorada viva mientras se comía una manzana, que ni yo mismo lo sé.” *suspira, toma aire y continúa, con la garganta ya medio seca de tantas voces como tuvo que dar* “bueno, como a toda persona que vive una vida violenta, morí de una forma violenta: fui traicionado y asesinado, así que fui, lógicamente, al infierno, concretamente al 8º infierno, donde hace un frío tan intenso que el viento corta como cuchillos y el hielo es tan frío que quema como el fuego del horno del mejor artesano. ¿Sabéis qué fue lo peor? Que me hicieron olvidar porqué estaba allí, y sufría más, ya que no comprendía qué había hecho para merecer esas torturas. Había una diabla a la que le gustaba especialmente torturarme, era… ¿Cómo decirlo? muy sutil a la vez que enormemente despiadada.” *se le pone cara de dolor al recordar aquello*

“Veréis, un día, la diabla, después de arrancarme un brazo haciendo pequeños cortes con una daga al rojo vivo para que no me desangrase del todo” *hace un gesto de repelús* “luego me agarró por el otro brazo y me llevó a un sitio extraño, a otro plano supongo; era como verde y me dijo que alguien me esperaba. Era cierto… más adelante, encontré a aquella niña a la que había ayudado con los lobos. Resulta que estuvo hablando con un dios que se apiadó de mí y analizando todo lo que había pasado hasta entonces, decidió darme una segunda oportunidad si estaba sinceramente arrepentido de lo que había hecho, y, como no lo recordaba, activó mis recuerdos diciendo y haciendo esto que voy a deciros”

*El bardo que cuenta la historia cambia un poco el tono de voz para que se vea que es la niña la que habla* “Farben, sé que no recuerdas lo que hiciste, y ese dios que se ha apiadado de ti, me ha concedido el poder del recuerdo” *acto seguido le coge del brazo que le quedaba*

*El bardo vuelve a cambiar el tono porque ahora sigue Farben contando la historia* “cuando esa niña me cogió del brazo, sentí no solo el poder de ese dios, sino también todo el dolor que había causado, pero no sólo a mis víctimas, sino también a sus allegados y amigos. Ya sabéis que cuando se mata a alguien no sólo sufre el que muere, sino también aquellos que le querían y apreciaban. Os lo aseguro, sentir ese dolor fue… muchísimo más terrible que cualquier tortura que había recibido, porque no lo sentí todo de una vez, sino que iba sintiendo el mismo dolor que había sentido cada víctima y cada persona que había lamentado esa muerte. Es un dolor… ese dolor… no se lo deseo ni a la peor persona del mundo, creedme, que sé de lo que hablo. A raíz de aquello, cambié completamente, pues comprendí que tanto sufrimiento no es algo con lo que se deba jugar, y la maldad que sentía dentro de mí se extinguió” *mira avergonzado el suelo* “he sufrido muchísimo, no sabéis lo que es aquello” *se le escapa una lagrimilla* *ante esto, los demás no pueden sino sentir auténtica pena de verle así, pues le conocen hace tiempo y saben cómo es el Farben actual*

*El bardo vuelve a cambiar el tono, ahora habla como si fuera la niña* “Bien, ésa es la reacción que quería ver en ti, sabía que había algo bueno muy muy en el fondo de tu alma. Escucha, te has ganado tu oportunidad, así que regresarás de nuevo a los sitios que conociste, volverás a vivir, pero con algunas condiciones: ten en cuenta que han pasado 400 años desde que dejaste el mundo de los vivos, y que ahora todo habrá cambiado, nadie te reconocerá y eso será una ventaja para que puedas demostrar lo sincero de tu cambio, aunque no se espera que seas tan bondadoso como un paladín o un clérigo del Bien, eso es IMPOSIBLE dado tu pasado, métete eso en la cabeza… pero ese dios se conforma con que hagas las cosas lo mejor que puedas y que trates de no causar sufrimiento a la gente de bien… Hay otra cosa más… también irás maldito, pues llevarás dentro de tu pecho una marca que hará que ciertas personas privilegiadas, detecten esa marca tan concreta, una marca de maldad como no hay otra igual y que hará que seas rechazado en cuanto sea detectada; si todo se desarrolla como debe ser, tal vez algún día puedas quitarte la marca, pero no antes, además, cada vez que hagas algo bueno, sentirás dolor, mucho dolor en la zona que ocupa la marca maldita, ya que así sabremos si eres constante en tu deseo de cambiar y no olvidarás que cualquier cambio SIEMPRE es doloroso” *en ese momento, la diabla estalla en maledicencias y se cabrea muchísimo por perder a su juguete* *Farben, delante de sus amigos, no puede menos que mirar al suelo avergonzado y decir una última frase* “bien esta es la historia, mi historia, ahora, antes de tomar cualquier decisión, pensad en las cosas que hemos pasado juntos y decidid qué hacer conmigo; lo lamento muchísimo si os sentís engañados, pero es que, al ver que érais buenas personas, pensé que podría aprender sobre cómo hacer las cosas bien, de hecho, he descubierto cómo usar mis antiguas habilidades que sólo causaban sufrimiento para que ahora ayuden a la gente, nunca me acerqué a vosotros con malas intenciones; si no me queréis con vosotros, lo entenderé *muy triste*, sólo decidlo y no volveréis a verme nunca más” *vocecilla triste*

*El bardo habla con el tono normal* Ante esto, uno de sus amigos, Andriuth, el paladín de Torm, se concentra y trata de ver cómo es esa marca, aunque sólo ve algo difuso dentro del pecho de Farben, pues no es una de esas personas privilegiadas.

Sus amigos están apenados, pues conocen bien la forma de ser del mediano. Después de discutir y pensar si denunciarlo a la guardia o no, concluyen que ya ha pagado por sus pecados y que, hay que darle una oportunidad, y Andrituh se ofrece para encaminarle y mostrarle el camino del Bien, pero eso sí, como dice Selucia, estará bajo SU vigilancia y si vuelve a matar a inocentes o a causar daño a las personas de bien, serán tomadas medidas.

*se oye la voz atronadora del Clérigo Supremo de Calimport desde el fondo de la sala, justo tras el altar* “¡¡Sal ya de aquí!! ¡¡Fueraa!!” Ante esto, todos miran al Clérigo con una misma pregunta en sus mentes hasta que uno de ellos la hizo: “¿hay alguna forma de ayudar a Farben?” El clérigo se muestra ceñudo, pues no cree que Farben haya cambiado, aunque conoce su historia por leerla en un antiquísimo libro y sabe que no miente. A fuerza de insistir, le convencen y al final el Clérigo dice: “hay una forma de quitarse esa marca, pero es muy complicada. Necesitáis el nombre de ese dios y además a tres verdaderos creyentes cada uno de un dios no malvado diferente. Además, necesitaréis hacer el ritual en un plano diferente al que nos encontramos, y ahora marchaos”

“¿pero como sabremos ese nombre?” preguntaba el grupo de aventureros

“bien, buscad a un gólem que se halla en la zona donde la niña fue ayudada, es muy probable que, con la edad que tiene, sepa algo, y marchaos ya” *ceñudo*

Todos salieron deprisa y animados en dirección hacia el lugar en el que se supone que estaba la niña. El viaje fue largo y duro, y lleno de peligros… pero los héroes los superaron y casi consiguieron llegar a su destino, de no ser por un enorme dragón verde que les cortó el paso y se inició una lucha infructuosa, pues el dragón parecía inmune a sus armas, tal era su poder; las flechas y el combate cuerpo a cuerpo acabaron con la tranquilidad que imperaba en el lugar, pero no sirvió de nada. Ese dragón, exigió pagar un millón de monedas de oro por dejarles estar en sus dominios, a lo que se negaron, pero no quedó más remedio dada la situación… Lo malo de todo esto es que reconoció a Farben y se mofó de su situación, incluso le metió el miedo en el cuerpo diciéndole que iba a volver a los infiernos. Selucia, al menos, cuando el dragón mencionó el asunto, consiguió sonsacarle el nombre del ser del abismo que podría saber quién fue ese dios misterioso... la mismísima Reina de Malkuth

El asunto se complicaba, puesto que debían encontrar una entrada al reino de maldad, pero ¿Dónde?
Tras mucho investigar resultó que la entrada a ese reino estaba más cerca de lo que pensaban, en el propio Calim, al lado del lugar donde tantas y tantas charlas habían mantenido los amigos y donde tantas veces se quedaron a cenar. La entrada fue fácil, pero el camino hasta llegar al infierno, fue un suplicio, pues ese grupo se encontró con vampiros, contempladores, golems, yuan-ti, balors, y toda clase de seres malvados.

Por fin, tras mucho luchar consiguieron llegar a la puerta que abría un hueco entre planos y que comunicaba este con Malkuth. Al atravesarla, se encontraron con un laberinto en forma de portales que, al errar en el momento de elegirlos, les trasladaron a un lugar extraño, con más portales, uno en cada uno de los ejes cardinales y vigilados cada uno por una criatura de enorme poder; tras acabar con las criaturas e inspeccionarlos, se decidieron a atravesar uno con la esperanza de que les sacase de allí. Y así fue, volvieron de nuevo al tórrido desierto de Calimport, aunque los augurios eran malos, pues no habían conseguido llegar a Malkuth, así que, con ánimo y ya conociendo mejor el terreno, volvieron a rehacer el camino de nuevo hasta llegar a los portales de nuevo; esta vez tuvieron suerte y consiguieron atravesarlos sin muchos percances y llegar hasta la puerta del mismísimo Malkuth. Era impresionante ver la entrada, y no sólo eso, sino también a los formidables guardianes que la custodiaban. Tras hablar con ellos, dejaron pasar a los valientes y la Reina les recibió.

Tras mofarse de Farben también, les hizo luchar con el engendro que estaba con ella para saber si eran dignos de morir allí mismo o no. Tras demostrar su valía, la Reina, que ya no era Reina sino semidiosa, les dijo que para que les dijese el nombre de aquel dios, deberían traerle la corona de espinas, un poderoso artefacto que el mago Khelven “Báculo Oscuro” poseía. No les quedó, una vez más, otro remedio que aceptar el trato pues con solo una mirada mató a Darion, pero tranquilos *mirada al público de la hoguera* pudo ser resucitado gracias a la intervención de su amada.

Los amigos volvieron a Calimport como pudieron y, tras coger el barco, fueron a buscar a Khelven a su torre de Aguas Profundas, aunque sólo el pequeño mediano sabía que debía de haber un escondrijo para entrar, a pesar de no haber puerta en el muro: “Siempre las hay” pensaba “y no creo que sea una excepción”. De todas formas no hizo falta, pues resultó que preguntando por dónde estaba la torre, le fueron a preguntar al mismísimo khelven, que se encontraba paseando por el muelle y disfrutando de la brisa del mar. Éste les abrió un portal hacia su laboratorio para que pudiesen hablar tranquilos.

Una vez expuesto el motivo de la visita, Khelven se negó a darles la corona de espinas, pues era un artefacto demasiado poderoso como para que cayese en tan malas manos, y entre todos trataron de urdir algún plan para que la malvada semidiosa les diese la información que querían sin tener que darle la corona de espinas. Tras mucho pensar, acordaron una treta que parecía razonable. Khelven les daría su anillo para que le dijesen al malvado engendro que estaba preso del grupo de amigos pero que no les daría la corona de espinas a ellos. El objetivo de todo esto, era atraer a la semidiosa a un círculo mágico en el que limitar su poder y encarcelarla, ya que un semidiós es casi imposible, si no imposible, de matar. A cambio de su libertad, les tendría que decir el nombre del dios que ayudó a Farben o se quedaría presa en ese círculo para toda la eternidad. Tal vez podría funcionar, o eso pensaban ellos…

Una vez más fueron a por la semidiosa a su propio terreno, y esta vez, sería Selucia la encargada de convencerla, que, al fin y al cabo, se le daba bien negociar duro. Mal que bien, la convencieron gracias al anillo de khelven y al final la semidiosa accedió, gracias a las lisonjas de las que fue objeto y a su propia codicia. Al teletransportarse a la torre de Khelven, éste le atrajo hacia el círculo contenedor y quedó allí atrapada. Tras duras negociaciones, y un buen rato de tira y afloja en el que incluso pidió el alma de Selucia a cambio de la información, la semidiosa se cansó de tanta tontería y provocó un terremoto bajo sus pies, lo que destruyó el círculo protector que la retenía, ahora era libre, y había que detenerla.

Todo fue inútil, con solo una mirada en derredor, todos cayeron fulminados, excepto Khelven, cuyas protecciones eran poderosísimas. Al final la semidiosa se marchó riendo, pero dio el nombre del dios a Khelven; quizás se confió… porque khelven, tras volvernos a la vida de nuevo y contarnos lo sucedido, nos dijo el nombre del dios que le había dicho el engendro malvado: Torm. Andriuth, fiel seguidor de Torm, se quedó sin palabras cuando se enteró ¿sería una prueba para el paladín? *mira en derredor a los que están sentados en la hoguera* los designios de los dioses son incomprensibles para nosotros, pobres mortales…

Con eso sabido, fueron a descansar, pues fue una dura jornada. Ya de vuelta en Calimport, estaban todos cenando en la novena cuando una camarera le pasa una nota al pequeñajo del grupo diciéndole que le esperan en el Templo de Calimport, así que, tras acabar la cena, se dirigió allí junto con sus fieles amigos para ver quiénes eran los que le esperaban.

La sorpresa fue mayúscula, pues resultó que quienes les esperaban eran nada más y nada menos que Caderly y los hermanos Ivan y Pikel Rebolludo *en voz alta y alegre*. Tras charlar con el grupo de aventureros, se ofrecieron a ayudarles con el ritual para que llegase a buen puerto, a lo que todos aceptaron gustosos, pues su fama les precedía y era un honor contar con su ayuda.

Caderly abrió un portal que nos transportó a un plano cercano al plano del fuego, pues, al parecer, necesitábamos el alma de un elemental de ese plano para completarlo. Tras una lucha sin igual, el grupo consiguió su propósito y pudieron extraerla. Con ella, y tras mucho rezar, Torm se presentó ante ellos, bueno, su avatar, y, tras mirar en el interior de los presentes, procedió a quitarle a Farben la marca, pero no sin antes recordarle de nuevo el dolor que había causado… Tras ver su reacción ante el tremendo sufrimiento que estaba sufriendo, Torm se dio cuenta de que realmente Farben estaba arrepentido y le quitó la marca de maldad que se albergaba en su pecho. Tras esto, felices por haberlo conseguido, y agradecidos a la inestimable ayuda de los nuevos amigos, sin la cual no hubieran podido conseguirlo, se marcharon a celebrarlo en la novena.

Bien, hasta aquí la historia. Más adelante, uno de los presentes en esa hoguera llamó al bardo Mathew Northend, así que imagino que su hermano se la contaría. Bien, espero que os haya gustado… y tened cuidado… los dioses son caprichosos… *hace un gesto y desaparece*

//Sorry, por dos cosas: por haber tardado tanto en publicarla y por resumirla tanto, que si no, no la acabo nunca, cosas de la vida off-rol XD

//Muchísimas gracias a los DMs y SMs que, de una u otra manera, nos ayudaron para hacerla posible de forma tanto on-rol como off-rol, sobre todo por su paciencia.

//Y muchísimas gracias también a La Llama Aventurera por ayudar al medianín XD

IgmarUsul

30/12/2005 11:06:03

Bravo, como te prometí, la leí enterita... esta genial... ya nos veremos dentro.

Piconsi

02/01/2006 16:15:20

//Vaya, tantas cosas hicimos para ayudar al pequeñin? Espero que lo merezca XDD.

Gran quest, y muy buena historia.