Yezalel

31/12/2005 07:48:03

... llegó otro pedido, mismo que revisé y todo estaba en orden.

Al siguiente día me encontraba caminando por un camindo del desierto de Calimshan, cuando me encontré dos personas interesante y con buen gusto del vestir, quienes me encargaron bañadores y un vestido de noche, debo recordar que un bañador es de color azul. Así entonces comenzó una extraña aventura por los bosques acompañadas de un caballero del bien y una sacerdotisa que no mencionó la palabra de que dios profesaba.

La aventura nos llevó a visitar a los elfos que tienen su campamento en el bosque, y a no muchos pasos de ahí, a la cueva de un dragón verde que parecía contar con muchos años sobre su engreída existencia.
Se me hizo muy extraño que un justiciero paladín detuviese su ataque a una criatura del mal, pero así hizo el caballero Eryl, comenzó a dialogar con el dragón que pidió se le ayudase a encontrar ciertos artefactos que le habian sido hurtados.

¡Por todos los dioses! es decir, un dragón solicitó ayuda y viví para velo, e incluso escrbirlo. Dio algunas direcciones sobre donde seguir a los supuestos ladrones y salimos en la busqueda.

Más adelante otros poderosos héroes se unieron a la gesta. Deben ser héroes por unirse sin ninguna duda a la búsqueda que había comenzado.
Después de deambular por los caminos, descansamos en la posada del fuerte Liam, decidieron descender a unos caminos escondidos en el suberráneo y cual no sería mi sorpresa de ver como acabaron con una cría de dragón. Llené dos cantimploras con esa sangre.

El resto de la travesía subterránea no la recuerdo, es como una pesadilla, cuando pienso en ella sólo veo mis propios pies y manos tratándo de encontrar una forma de salir.

Comprendí entonces que yo no tengo lugar entre esos héroes, mi estilo de investigar, interrogar y favorecerme, no tiene que ver con mi habilidad manejando una espada, sino con mis dotes al negociar, comprar, vender productos, entre otras. Es decir, ¿en que estaba pensando cuando acepté ir con ellos?. Así como se ven las cosas, el asunto del dragón verde acabará en un baño de sangre, ya sea por los ladrones, por el dragón o por los que confían más en la fuerza que en la astucia.

Lo mejor que he sacado son esas muestras de sangre, podré estudiarlas detenidamente en mis ratos de ocio o durante las largas travesías por la costa de la espada.

Regresé a calimport y comencé a trabajar en el vestido de noche, por un excelente precio me hice de la cantidad necesaria para un mediano promedio, fui a la posada y...