Groanor

22/02/2006 21:31:35

//Siento la extension de la historia, como también el uqe no pueda ser tan buena como otras, pero 2 horas y media elaborarla creo que merece, al menos, intentar leerse


120 años de vida recluido, sin conocimiento físico alguno de otras razas inteligentes, capacitadas para comunicarse con lenguaje común, es lo que motivo a el joven elfo, de piel cobriza y ojos color esmeralda a abandonar su tierra, sus hermanos los elfos del amanecer de tan verde isla llamada Siempreunidos y en la que, ocasionalmente, solo los elfos de la luna eran invitados a saborear.

Días le costó aceptar la propuesta de Kazid, su compañero de aventuras, de abandonar no solo tan preciado lugar por todos los elfos, sino también a su familia y su padre, pues con este existía un vínculo aún mayor que con cualquier familiar y que además, era su instructor en el arte de la magia, arte no apreciado, pero que prometió esforzarse en ese menester para no defraudar a su maestro.

Solo se despidió de su padre, detestaba las despedidas pero había algo que impedía marcharse sin hacerlo al menos de esa persona, la que compartió sus alegrías y sus llantos.

Tres, cuatro meses. qué más daba cuanto tiempo hacia que dejo de ver el verdor de su tierra, sabía que ya no podía volver, que se había despedido para siempre y que como único recuerdo que le ataba allí era su nombre… Ananias, pues ni su compañero y amigo aguantó mas de dos meses por esas tierras yermas y carentes de vida alguna.

Sin víveres, sin defensas de ningún tipo, caminaba por una basta extensión de… de nada (//esto va por ti salva XD), un inmenso desierto carente de cualquier tipo de vida. No aguantó más. Apenas podía abrir los ojos del cansancio, apenas podía respirar… intentaba humedecer sus resecos y cortados labios con una lengua carente de humedad… No aguantó más.

Días, tal vez incluso semanas después despertó en una habitación, sin duda bastante acogedora para lo que se había acostumbrado los últimos meses. Se exigió ponerse en pie, pese a tener muy pocas energías. Observó a su alrededor y no pudo mas que ver unas cuantas monedas, extrañas, al menos su cuño a lo que el portaba en un principio como también en mucha menos cantidad.

Se aseó en un pequeño cuenco que había en una mesa, tras lo cual cruzó la puerta y observo un pasillo algo austero, construido con la misma piedra gris que la habitación, pero sin adorno alguno. Se sentía en el aire una fragancia extraña, cargada, pero no maloliente. Cruzó el pasillo y se encontró en una sala mucho más amplia, podría acoger a más de 200 almas fácilm… (Humanos!!!) Su cara reflejó un sentimiento de emoción, por primera vez veía otra criatura que no fuera un elfo. Ambas figuras notaron su presencia e invitaron a que se aproximase “Gracias a Tymora que os habéis recuperado” habló la figura que se encontraba tras el altar. Era un idioma que conocía, pero no estaba habituado a empelarlo como tampoco su mareada cabeza le permitiese hacerlo correctamente. Poco puedo salir de su boca, apenas lo suficiente para saber donde se encontraba, demandar algún lugar donde poder comer y dar las gracias.

Salió del templo, brillaban las estrellan y corría una brisa suave, que arrastraba una buena cantidad de tierra.. En toda la ciudad había tierra!!. No había nadie por las oscuras calles, aun así sabia donde podría alimentarse y se dirigió a una taberna.

La emoción fue mayor aún. Más humanos, elfos de piel más clara que la suya, criaturas también de un tamaño mediano… unos imberbes y otros con luengas barbas, sin duda los ariscos enanos. Se dirigido a la barra, mostró al camarero únicamente 8 monedas y le pidió comida. No se la entregaron, no era dinero suficiente para alimentar a un elfo hambriento y desconocido como tampoco el camarero se fiaba de caras extrañas. Alguien posó 1000 monedas a unos tres palmos del elfo… “Dadle lo que pida”.

No pudo mas que mirar quien podía mostrar tanta generosidad al pobre aprendiz… vio un humano... ataviado con una armadura hecha a medida y profundamente negra.

-Gracias señor –todo cuanto pudo decir mientras engullía la comida-
-Quién sois? Y qué hacéis aquí?
-Emm… -se sentía intimidado ante una persona tan directa- Soy Ananias… un aprendiz de magia, provengo de…
-Mago? –demandó la oscura figura-
-A aprendiz señor
-Bien, trabajareis para mí.
-Señor. Me debo a la magia, debo seguir estudiándola,
-O trabajáis para mi o perdéis la lengua… no creo que sea difícil la elección –en todo momento empleando un lenguaje carente de tono, expresando una gran frialdad-

La piel del elfo adquirió un tono mortecino, extraña palidez para una piel que era morena. Se frotaba las manos… sudorosas…frías. Su miedo… el terror que la frialdad con la que aquel hombre se expresaba era lo que impedía a Ananias moverse si quiera

-Le doy dos días Ananias –dijo ese hombre con una sonrisa siniestra- y no intente huir, tendría toda la eternidad para cortarle la lengua… y el cuello

Kelias, esa figura negra, logró aprovecharse del elfo para su interés, utilizando y maltratando al joven aprendiz de magia durante más de un año cuando las cosas no le salían bien. Pero no siempre sería así.

….

Llevábamos cerca de dos meses haciendo investigaciones en nombre del máximo representante de la fe en Calimport, de dudosa confianza tras y como se habían desarrollado por el momento lo acontecimientos. Cuatro personas nos jugamos la vida por un clérigo en apariencia bondadoso, en apariencia sumiso a su diosa, pero con grandes ansias de poder pues había cosas que el dinero no podía comprar y mucho menos pagar a gente para conseguirlas. Más sencillo es actuar en nombre de una diosa a la cual no sirve y embaucar a un pequeño grupo de aventureros a ayudarle, mandándolos contra hordas de seres no-muertos por un papel insignificante.

Extrañamente, el grupo aumentó de tamaño, ya no éramos solo esa pequeña cuadrilla formada por un guerrero y practicantes del arte… Se había unido Fibrizo a petición del jefe del grupo, a causa de un personaje extraño, que conocía también algunas artes mágicas, pero iba ataviado con armadura, sin duda era capaz de dominar ambas cosas con maestría y peligrosidad. Ese era el extraño grupo… bueno, faltaban 2 humanas por añadir, de extrañas vestimentas y de profesión pública seguramente, calladas, fuertes y con tanta ambición como el resto de guerreros.

Un medallón, en eso consistía esa misión, hacerse con el colgante de una pobre muchacha que le pertenecía por derecho y únicamente porque un liche y un fantasma nos lo dijo.

La buscábamos incansablemente, ella era la clave, pero ¿para qué? Para aumentar el poder y la codicia de todas las sombras que nos observaban, o que en el mismo grupo se observaba, incluso Kelias quería ese colgante de oro aunque tuviese varios y todos ellos con gran poder mágico.

Una mujer de rojo -pensé-. El grupo no tardo en verla y mucho menos en acosarla. Una sola mujer haciendo frente a 8 individuos desconocidos, enfundando armas de diferente procedencia, pero igual de cortantes y peligrosas. Percibí tensión y temor por parte de la mujer.. ¿Cómo pretendían hablar unos guerreros sudorosos, con sus armas por delante, con una mujer indefensa? Algo estaba saliendo mal… la chica daba pasos hacia atrás mientras tres buitres se acercaban a ella… “ignorantes, no conseguirán nada de ese modo”

-Piensa Ananias piensa *murmurando* -¿Cómo ayudar a una mujer desconocida? Hacerlo implicaba traicionar no solo al grupo, si no al maldito Kelias que sin duda me perseguiría hasta el abismo por esa pequeña acción, aunque representaba mucho mas que una simple acción, ¿qué más da que tuviesen en su poder el medallón unos u otros? Solo implicaba tener unos pergaminos mágicos, los más poderosos y creados por los mas grandes magos Netheritas… entonces ella era descendiente de ese pueblo, poco conocía de aquel pueblo de magos, apenas lo que mi padre me contó, únicamente que se extinguió hace miles de años… así que había algo extraño en todo esto…

No puede más que guardar silencio, quería ayudarla, pero no a costa de mi vida ni de ninguno de los inocentes integrantes del grupo… aunque no hubiese ninguno… Paseé la mirada por todas y cada una de las espaldas del grupo… perfecto, tenia mis victimas, jamás conseguirían salirse con la suya y obtener los pergaminos, nadie los conseguirías, los destruiría pese a poder utilizarlos en beneficio personal aun a sabiendas de poder crear una guerra en la que estuviesen involucrados los dioses en la cual yo sería el centro de todas las miradas

GoLeM

23/02/2006 00:35:02

Muy buena Ananias! me ha gustado mucho de verdad, sobretodo la primera parte. A ver cuando escribes todo lo que hicimos tu y yo donde has puesto los tres puntos suspensivos que separan las dos partes de tu historia. Buah, pues no nos han pasao cosas! que se lo pregunten a todos con los que nos hemos topado. Y tambien deberias poner cuando mas alante se unio fibrizo a nosotros.

Ah, y fibrizo, estaria bien que tu tambien pusieses tu vision de las cosas, osea como lo ve tu PJ. es curioso ver tres versiones de una misma cosa. (la tercera version es la mia XD).

Fibrizo

23/02/2006 10:11:07

//Hay muchas cosas que relataré de manera diferente si tengo o no el visto bueno para mi historia(si algun otro dm quiere leerla Parece bien. Aunque creo que es algo extensa (5 páginas), y asi me da alguien el visto bueno... es que es algo extravagante. Antes de postear mi visión de las cosas, me gustaría postear el contexto de mi personaje, para que asi se vea bien de que manera influye. Pero sí, escribiré la versión de mi pj sobre los hechos.