Elenthyl

28/05/2006 21:14:49

Cuaderno de campo de Elenthyl, explorador.

*...Recostado en el tronco de un arbol, en un rincon de Wedalz, Elenthyl reflexiona y pone por escrito los acontecimientos de los ultimos dias*

[i:7f694853c0]Ciertamente, nadie esperaba que esto se complicara tanto...
Todo empezo aquella tarde, en una inspeccion rutinaria de los bosques que lindan con las montañas de la Marcha. Aquellos humedales donde abundaban lagartos de todos los tamaños estaban tranquilos, muy tranquilos... tanto que resultaba sospechoso. El bosque se escondia de algo. Inquieto por la ansiedad que percibia, me adentre buscando una explicacion a aquella tensa calma. Nada, el bosque estaba vacio, nada se movia en el...

...al menos en este momento. Desplazandome hacia el norte descubri una huella gigantesca. Y mas alla otra... y otra. Parecian los rastros de una incursion. Aumentaba el numero de huellas segun me alejaba del bosque. Las segui durante horas, y nada perturbo mi concentracion. De nuevo aquella quietud me rodeaba. Finalmente las huellas perdieron su frescura, y me vi obligado a un rastreo minucioso que ralentizo mi marcha. Avance hacia el norte hasta llegar a una estribacion montañosa, donde era evidente que habitaban gigantes. Gigantes!

Decidi regresar a Calimport, donde esperaba encontrar unos amigos que se interesaran por el tema. Doline lo hizo, no podia esperar menos de el, y se nos unio una joven exploradora que resulto ser muy util a la hora de seguir nuevos rastros. Su nombre es Taurithyl. Juntos volvimos, tras un viaje de algunas jornadas, al lugar donde deje el rastro. Efectivamente encontramos una guarida de Gigantes, y exterminamos a un gran numero de ellos, no sin pasar muchas dificultades. Creimos que el bosque estaria tranquilo ahora. Cuanto nos equivocabamos...

Algunos dias despues, hastiado de la ciudad, decidi pasear por el bosque, y por su reinstaurada tranquilidad, lagartos mas o menos... Por el camino se unio Andriuth, valeroso paladin que vio el bien en el trabajo que estaba realizando con los gigantes, y se decidio a velar por mi seguridad; y Elessa, quien no teniendo nada mejor que hacer, decidio acompañarnos. No emitire juicio alguno sobre su actuacion posterior.

Y de nuevo, encontramos gigantes... Al parecer solo habia conseguido retrasar un poco su reaparicion. Entre los tres limpiamos de nuevo aquella zona, y nos preguntamos la razon de que hubiera tanto gigante suelto por el bosque. De comun acuerdo decidimos rastrear a este nuevo grupo, que parecia mas fuerte que el que exterminamos anteriormente, hasta su guarida, que no podia estar muy lejos ya que no iban muy bien equipados... se diria que iban de paso. De esta forma, llegamos a las Montañas Estrirall.

Un joven hechicero, MorgWatch, decidio acompañarnos al oir la palabra Gigante. Aceptamos su curiosidad con indiferencia y nos adentramos en las colinas, sorteando numerosos grupos de gigantes que parecian cada vez mas frecuentes. Entablamos combate y cazamos a todos los que encontramos a nuestro paso, hasta llegar a la cumbre de aquellos altos, donde un cabecilla gigante parecia supervisar algo.

Molesto por nuestra interrupcion, nos espeto que nos largaramos, pero ya que habiamos encontrado un gigante capaz de hablar, teniamos que intentar averiguar algo. Intentamos mantener una conversacion con el a pesar de que parecia no poder controlar sus ganas de hundirnos en la tierra con su martillo. Farfullo algo a cerca del numeroso grupo de aventureros que "visitaban" sus dominios montañeses, y se preguntaba por que a nosotros nos molestaba que ellos bajaran al bosque. Ellos iban donde querian. Quiza si los aventureros respetaran sus dominios... En esto estabamos cuando Elessa decidio que era divertido provocar al gigante, el cual no tardo ni 20 segundos en responder a su provocacion con un terrible golpe de martillo que nos vimos obligados a rechazar. La negociacion habia acabado. Habiamos matado a un cabecilla de los Gigantes. Antes de morir, el cabecilla emitio un grito terrible, y al instante el suelo comenzo a temblar. Cientos de gigantes bajaban de las cumbres, hacia nosotros...[/i:7f694853c0]

PD es muy largo? no he hecho esto nunca, espero que no os aburra!
PD me dejo a un pj al principio, no se si era uno u otro... sorry!

Dalharuk lleva este quest, y es muerte permanente

Elenthyl, explorador

Andriu_ZGZ

28/05/2006 22:21:37

[i:e471a42718]El calor de Calimport era insoportable, portar la armadura era un sacrificio, no en vano si de los maleantes y los siervos de lo oscuro te querías ver protegido.
La mirada del mediano era temblorosa, cerca del mercado, protestaba por el supuesto ataque de un perro. Ese animal resulto ser de lo mas dócil que he podido ver y viendo que no había peligro me retire al oasis a descansar dejando caer el cuerpo en la arena en frente de las aguas de la laguna cercana a Calimport.
Un elfo llamado Ellenthyl me pidió ayuda para su cruzada personal contra las tribus de gigantes que moraban en su precioso bosque. Una vez descansados nos pusimos en marcha para averiguar si tan solo era una incursión temporal o verdaderamente esas tribus querrían permanecer acampados en el bosque por un tiempo indefinido.
Atravesamos el desierto con las provisiones de que disponíamos y llegando a su termino divisamos las estribaciones del bosque de mir.

Los lagartos no supusieron ningún problema para mí, mi experiencia en combate era irrefutable y poco a poco avanzamos por el bosque hasta llegar a la zona donde se supone Ellenthyl acabo con varios de ellos.
Ciertamente los gigantes tardaron pocos días en volver a ocupar el lugar, como hacía tiempo y mientras entrenaba, volví a luchar con ellos, con el respeto que merecen; hasta de ahora eran de las pocas criaturas que me hacían sangrar.
Junto con la mujer llamada Elessa, Ellethyl y yo volvimos a derrotar a los gigantes en pos del bien del bosque, aunque decidimos investigar marchando hacia las colinas y atravesando Tezhyr.

Las montañas Estriral ofrecían lo mismo, la misma dureza del clima, las tribus de ogros en sus faldas y nuestros primeros encuentros con gigantes que fueron demasiado pronto. Habían movido sus asentamientos, los ogros parecían desplazados y empujados por ellos, es cierto que los ogros no son rival para un gigante, asi pues, nos vimos obligados a enfrentarnos sin apenas descansar del viaje.

En las faldas nos sorprendieron en emboscada. Viendo que el grupo no era lo suficientemente fuerte, lleve el peso del combate y me puse a la vanguardia de la expedición junto con Ellessa, dejando al arquero Ellenthyl y al arcano Morghat detrás en retaguardia. Avanzamos con precaución pero una hilera de gigantes venía por la falda de la montaña.
Saque la espada y me dispuse a hacerles frente, ellesa resulto ser una gran guerrera pero los gigantes no solo venían por el frente.
Por la espalda dos de ellos atacaban la retaguardia de Ellenthyl y el mago cayó de un golpe certero de un gigante.
Mi dios volvió a estar conmigo, una vez acabada la hilera de frente cargue contra los de atras, una vez acabado recuperé de la inconsciencia a Morghat pero aun tocaba lo peor.

Los montes Zaragalla estaban nevados, sus estribaciones no parecían estar vigiladas, pero ahí estaba, un gran sequito de gigantes muy bien armados y uno que resaltaba por su apariencia, un poco mas enorme y portando un arma con diferencia mejor que sus defensores.

Mando a varios gigantes a por nosotros, parecía un espectáculo en el que nosotros eramos los conejos a cazar, pero las cosas cambiaron de repente.
Mi espada brillaba como nunca, la espada que Dambel me regaló poco despúes de regresar de mi no muerte fue una increible aliada, junto con el apoyo desde atras de mis amigos derrotamos al sequito y dejamos al lider de la tribu con un grupo de aventureros que podrían acabar con su vida.
Como siempre baje el arma y esperé que la criatura supiese el común, asi fue como empezamos a negociar. El gigante nos maldijo por nuestra incursión, maldijo a los aventureros que se acercaban, robaban, asesinaban y dejaban sus cuevas con el aire putrefacto de la muerte. Ellos no eran estafermos de entrenamiento ni seres a los que un día cualquiera pudiese desafiarles.
Nunca supe si verdaderamente el lider planteaba una excusa o decía la verdad, tan solo me sorprendía que Ellessa tuviese el valor de desafiar al lider.
Sus palabras lo ofendieron e instando a su honor, el lider de los gigantes cargó contra ella.
Tuvimos que matarlo o nos mataría a nosotros, la ira de los gigantes acababa de empezar, oyendo los gritos del lider al morir el eco se propagó por las montañas instando a todo guerrero a bajar y luchar contra los humanos opresores.
Durante días, tuvimos que enfrentarnos a ellos, fue una odisea regresar a Tezhyr, nunca me había enfrentado a tantos gigantes.
Demasiadas heridas, demasiado cansancio, todos llegamos con vida al llano, mientras la sombra de las montañas se hacía mas oscura y la provocación para una guerra que se avecinaba con cada día que pasaba.

Habría que unirse contra esta nueva amenaza, druidas y exploradores del os bosques, miembros del bien, y todo aquel que tuviese valor para defender el llano.

La guerra era inminente.[/i:e471a42718]

Sakura

28/05/2006 22:41:10

Como lo vio Elessa.

[i:d2140e68bc]Elessa, estaba dando un paseo cercano a la cadena montañosa de Calimshan. Bajo el ardiente Sol abrasador del desierto.
Aburrida y sin nada que hacer más, decidió poner rumbo a la capital, Puerto Cálim. Pero en la vuelta, ésta se encontro con el guerrero Andriuth, y el explorador Elenthyl. En la que éste último la invitó a unirse a ellos dos, para investigar el creciente movimiento de los gigantes por los bosques.
Así que lo tres se encaminaron por el bosque Mir, donde encontraron un pequeño grupo de gigantes que acabaron rápidamente con ello. La tarde siguió sin más problemas, pasando el bosque, y saliendo de los límites de Calimshán, hasta llegar a las llanuras de Thezyr, dejando el bosque ya muy atrás.
Cuando pusieron un pié, en la nueva cadena montañosa, las llamadas Estriral; un arcano parece ser, con complexión élfica, MorgWacht, se unió al grupo, interesado por el motivo que no había hecho llegar allí.

Los grupos de ogros que medoreaban la zona, fueron extermiando con suma facilidad. Pero las cosas empezaron a complicarse, cuando mientas ascendían por las montañas, un numeroso grupo de gigantes ¡¡con un solo ojo!! nos emboscaron y atacaron sin piedad, en la que Morg, cayó inscosciente. Pero al terminar la escaramuza, Andrith le sanó las heridas con gran eficacia para que pudiera seguir andando.

Así que decidos, y llegando a la cota más alta, justo antes de pisar la region de las montañas nevadas de Zargalla, un gigante, mas corpulento y grande que cualquiero otro que Elessa había visto; comenzo hablar. Bueno si esos alaridos, gruñidos y fuertes amenazas de muerte se le pudiera decir "hablar"

-¡Malditos insectos, largáos de aquí, si no queréis que os mate!- Dijo el gigante, visiblmente furioso.

Entonces Andrith, bajó las armas, y comenzo a pedirle una explicación del por qué los gigantes estaban bajando en numero tan altos, a los bosques.

-¡Ningún insecto vendrá a decirme que tengo que hacer, y ahora marcháos de aquí, malditos insectos!- Volvio a rugir el gigante.

Elessa, que tiempo ha, que llevaba en silencio, le aclaró al gigante, con tranquilida
-Tu no eres nadie para decirme donde voy o dejo de ir, gigante-
Acto seguido el montruo con su portentosa arma que empuñaba, cargó contra la joven muchacha, dispuesto a llevarse su vida por delante.
Suerte fué que Elessa, siempre alerta, fué rauda en reflejos, y con sus habilidades innatas, consiguió que las sombras de la proximidad aturdieran al gigante durante unos segundos. Tiempo suficiente para la rápida mujer.
Atacó con sus kukris envueltos en llamas, con fiereza en las rodillas, haciendole multiples cortes, para hacerlo derribar, mientras el poderoso guerrero Andriuth, le golpeó con la espada por el muslo. El gigante, aturdido y mal herido perdió el equilibrio. Y Elessa aprovechó ese momento para conducir su llameante kurki, a la garganta de la bestia, donde le degolló por completo, intentando gritas, pero la oscuridad se apoderó de él, mientras se ahogaba en su propia sangre...

Al morir, decenas de gigantes, decenas no ¡¡cententas!! bajaron por las montañas nevadas, furiosos por la actucación de los aventureros. Donde éstos, sólo podian ir en una direccón, vuelta atrás, bajando por las montañas.
La tierra temblaba a su paso, puesto que eran muchos, y cada uno de mas de 6 o 7 metros. Con sus espadas de dos metros de longitus, que nu dudarían en ensartar a cualquier cosa que no fuese igual de grandes que ellos.
Llegaron por fín a la zona más baja de la cadena montañosa, habiendo tenido un descenso muy accidentado. Cada uno usando sus artes que mejor sabía. Morg con sus artes arcanas, Elenthyl con el arco, Andriuth, con espada brillante, y Elessa, golpeando en zonas vitales con sus kurkis.

Apunto estuvieron de atraparlos, si no fuera por su velocidad corriendo. Y llegar al tranquilo llano de Thezyr, donde los gigantes no los siguieron más. Pues deicidieron hacer unas enormes barricadas acorde con su tamaño para que ningún aventurero pasara más por allí.

Al recobrar el aliento perdido, tras la huida, Andriuth, se marcho, según él, para informar a sus superiores sobre lo acontecido. Y Elenthyl volvió al bosque, a esperar alguna represalia de los monstruos.

Así que Elessa, volvio a Puerto Cálim, y meditar sobre lo ocurrido, y especulando si tendrá esto severas percusiones para un furuto muy incierto.[/i:d2140e68bc]

//Bueno más o menos fué asi, aunque me he comido muchas partes creo yo. Espero que se entienda bien XD

Saludos.

primo

30/05/2006 11:00:41

Nulir se dirijia hacia las arenas del desierto de Calimport , alli tenia asuntos que atender , el cielo se tornaba rojizo , algo habia pasado , iba a pasar o pasaria , a mediada que se acercaba a las llanuras podia escuchar un griterio inconfundible , se trataba de gigantes , pero gigantes en las llanuras? algo extraño sin duda , al llegar cerca del desierto este diviso a un par de gigantes , al parecer habian descendido del monte Zharagalla , pero con que motivos? se encargo de ambos , y un poco mas adelante llacia el cuerpo de una mujer , maldicion !!! exclamo este , se trataba de una conocida de este , Mishia , intento incorporarla pero no parecia que esta estuviera consciente , y rebuscando en su mochila hallo un pergamino muy poderoso segun le dijeron en el mercado de Calimport , con el podria devolver a la vida un cuerpo ya fallecido , y sin mas se apresuro a su lectura , lo leyo como buenamente pudo , y efectivamente esta se alzo de repente sin saber muy bien que habia pasado , solo le comento algo acerca de unos gigantes , mas bien cientos le dijo , quizas esagero un poco , el caso es que habia que ir con sumo cuidado y alertar a los viajeros que por alli debian pasar para seguir sus rutas .

Una vez en las calidas arenas del desierto , al fondo diviso otro cuerpo que tambien llacia en el sulo , entonces Nulir saco su Gran hacha y se puso el yelmo , no podia dejar que le sorprendieran , el joven que llacia en el suelo era un amigo de este de la aldea de Gilian , se trataba de un arquero experimentado llamado Hash , pero nada podia hacer por el , simplemente buscar ayuda , pidio a Mishia que se quedara con el alli , y pocos metros mas adelante , encontro otro cuerpo mas tirado en las arenas del desierto , se trataba de un mediano , Farben , les dejo alli y marcho hacia el mercado en busca de la ayuda de la gente .

Casi al lado de la ciudad encontro a tres personas ( Vernosh , key , fean ) y este les alerto gritandoles desde lo lejos que necesitaba de su ayuda , estos marcharon rapido hacia las profundidades del desierto acompañados por el enano , uno de llos ( vernosh ) saco un artefacto , lo froto en la espalda del mediano y este volvio a la vida en un instante , todo parecia arreglarse , nadie moriria hoy en esas arenas , tras esto se acercaron a Hash y igual que el mediano este torno a la vida , ya estaban todos a salvo al parecer , tras una breve charla , Farben , Nulir y Mishia acompañaron a Hash al bosque de Weldaz por si le sorprendian de nuevo pero nada , los gigantes se habian marchado y Nulir se encamino a su destino inicial , el mercado de Calimport .


salu2

moreral

30/05/2006 14:45:02

Los pulgares ya descansaban a buen recaudo en su bolsa, esa tarde alguien tendría un buen regalo. Había sido sencillamente sencillo...

[i:f9c8010d4a]"Se había elevado sobre las montañas y llegado al territorio de los Ogros Implacables, no había visto ninguno pero eso no le habría preocupado, miraba más bien al frente en busca de alguno de los gigantes. Utilizó exactamente la misma fórmula que los gigantes, un cuello de botella, con cuidado extendió los hilos unidos a los artefactos que cubrirían su probable huida forzosa.
Descendió y ascendió los declives evitando las rampas y accesos naturales, siempre observando desde lejos y matando a algún eventual ogro que parecía estar de centinela. Los conjuros de silencio siempre resultaban efectivos.
Finalmente divisó un pequeño grupo de gigantes y, tras hacerse invisible, se dirigió hacia ellos por las alturas. A simple vista parecían gigantes comunes, enormes masas de músculos que iban de un lado para otro y ninguna pista útil. Llevaba un rato tratando de descubrir el motivo de que estuviesen por allí, pero un gigante se detuvo mirando hacia su dirección; probablemente lo habían oido u olido. Se incoporó a la vista de los gigantes, el conjuro de invisibilidad hacía tiempo que había expirado, y estos empezaron a rugir. La charla fue rápida, se saldaba en primer instancia con un gigante muerto y otros heridos levemente. El pequeño montículo que ocupaba Regart se vio de pronto inundado por gigantes con actitud poco amigable, el semidragón no esperaba nada distinto después de sus actos así que descendió por el otro lado y esperó paciente a su primera víctima. Un gigante se abalanzó en solitario contra él pero el tiempo que había disponido su adversario para afianzar su posición jugaba en su favor, la herida que segó el cuello de gigante cauterizó casi al instante mezclada por una combinación de fuego y ácido mágico que brotaba desde la hoja del kukri, otro certero golpe le asignó su primer trofeo, su primer pulgar. Lejos de amilanarse, los gigantes se lanzaron con más énfasis para acabar con aquel intruso, Regart conjuró una nube de oscuridad sobre si mismo para crear algo de distancia entre aquel grupo numeroso. Comenzó a correr por pasos estrechos, deteniéndose de vez en cuando para encarar a algún gigante y derribaro, bien por sus armas, bien por el precipicio. Ser un gigante tenía sus dificultades contra un ser alado si ambos caminaban por una cornisa.
Poco a poco se acercaban al cuello de botella preparado por Regart, otro monstruoso golpe detuvo el avance de un gigante reduciendo a dos el número de sus actuales perseguidores. Con un nuevo impulso de sus alas empezó a subir hasta otra pequeña loma mientras dejaba caer un frasco que envolvió en llamas el cuerpo del gigante, este furioso empezó a correr con más brío dejando atrás al último gigante. El semidragón esperaba aferrando el escudo con fuerza preparado para el impacto, o eso pensó el gigante justo antes de descargar un fuerte golpe en el lugar dónde tendría que haber estado un semidragón moribundo, de pronto el gigante recibió varias descargas eléctricas que lo dejaron convulsionándose violéntamente sin dominio de su cuerpo, tampoco fue consciente cuando su cuerpo estallo en llamas al pisar un extraño hilo.
Ahora quedaban uno contra uno, y el semidragón estaba tirado en el suelo afectado por sus propias trampas. El gigante corrió hacia el semidragón pero lejos de acercarse al cuerpo una explosión de sonido dejó al ser aturdido, el gigante se tambaleó durante unos segundos hasta caer al suelo en el mismo momento que el semidragón se levantaba y se dirigía hacia el caido. Una trampa perfecta. Dos golpes, uno para la vida y otro para el pulgar. La colección de pulgares crecía considerablemente. A lo lejos un grupo más numeroso de gigantes se iba acercando, un rugido divertido y un batir de alas lo sacaron de allí. Quizás los gigantes ahora estuviesen más hostiles, sería ideal para una próxima incursión"[/i:f9c8010d4a]

Farben

30/05/2006 16:50:15

Farben, conocedor de los rumores, decidió arriesgarse para investigar un poco el tema de los gigantes de camino a Vado. Iba solo. No quería que nadie más se arriesgase a enfrentarse a esos enormes seres. De hecho, confiaba en su capacidad para pasar desapercibido y poder llegar hasta el mismo centro del campamento. Una vez allí, ya vería lo que hacía, como minimo, tratar de recabar información y, si podía, tratar de llegar hasta el cabecilla y tratar de charlar con él, cosa muy muy difícil, pero confiaba en que alguien de su tamaño inspiraría confianza a un gigante, y no recelo.

Pobre soñador...

Recién entrado en el camino de comercio, y aún en el desierto, dos gigantes de la escarcha que no temían al calor le divisaron a lo lejos y se avalanzaron sobre él. Automáticamente utilizó la sombra de los propios gigantes para ocultarse, saltando desde alli a una sombra cercana que proyectaba una piedra en el medio del desierto.

Pero algo pasó... a pesar de encontrarse en un medio externo al suyo... ¡le veían incluso cuando se escondía! Esto ya le había pasado con magos que llevan unos ojos extraños dando vueltas sobre su cabeza, y con dragones, y lo veía lógico, un dragón, todo el dia en su guarida, la tiene estudiada hasta el más minimo detalle y, con lo viejos que son, las tienen perfectamente estudiadas, pero... ¿un gigante de esos de hielo?¿en medio del desierto y que le ve sin los ojos esos? Se quedó tan asombrado que solo tuvo tiempo de correr y tratar de comprobar que no era un fallo suyo, lo malo es que... ¡también corrían que se las pelaban! Alcanzaron al pobre mediano y de un golpe imposible de evitar lo dejaron k.o. en el suelo. De repente, la luz se volvió oscuridad y todo perdió importancia...

Lo siguiente que pasó fue que se vió rodeado de un enano y otros dos. A uno lo conocía, Vernosh, a los otros los conocería más tarde. Agradecido por la ayuda, se tiró a la pierna de Vernosh y estuvo un rato allí subido, al enano, llamado Nulir, se le tiró al cuello agradecido, pues era más bajito y Farben llegaba bien. Cuando contó lo sucedido, el enano le dejó un yelmo que, aseguraba, lograría que ya no le ganasen los gigantes a la carrera. Tras esto, y tras conocer a un tal Hash, que estaba inconsciente en el camino también y al que no pudo, obviamente, ayudar, decidieron acompañarle hasta weldazh, donde decía que iba a una reunión. Mientras duraba la reunión, estuvo charlando con Misia, que, al parecer, también había caido inconsciente por culpa de los gigantes. Allí se tiró horas descansando, había sido un dia con demasiadas emociones.

Tras un reparador descanso, tuvo que ponerse en marcha de nuevo hacia Calimport. Sabía que era un gran riesgo, pero no podía hacer otra cosa, así que decidió arriesgarse. Trató de utilizar varios pergaminos para pasar desapercibido y que había usado en otras ocasiones, pero ahora, algo pasaba que... ¡no podía! ¿tan fuerte le habían pegado? Meneando la cabeza extrañado, decidió arriesgar e ir hacia la ciudad, debía encontrar a ese semidragon negro... y vaya si lo encontró, mucho antes de lo esperado... Había dos personas hablando cerca de donde le dejó caer la mano encima el gigantey, lo más asombroso era que ¡uno de los gigantes le servía! Luego dijo que es que había que saber tratarlos. Y ahí fue donde apareció, por un lado, un semidragón negro ¿sería él? y por el otro lado, un semidragón rojo que miraba con cara de hambre a un oso propiedad de uno de los que charlaban.

Tras esto, pudo por fin llegar a Calimport y descansar. Menudo día había tenido el pobre Farben... Necesitaba descansar sus maltrechos huesos.

Andriu_ZGZ

16/07/2006 18:21:46

[i:17e6440dcb]Dispuse algo de comida en la mesa, algo de vino y lo que compré en el mercado de Aguas profundas; el resto de los miembros, de los cuales tan solo habían acudido: Cora Lyonall, Drudoc, Paskinel y Guilfrood, se sentaron en las sillas mas cercanas a un extremo de la mesa.
Desde allí presidí la reunión, desde hacía tiempo la llama Aventurera no se reunía, fueron momentos de ilusión, todo poco a poco volvía a la normalidad.
Trate varios temas, pero sobre todo preocupaba la cuestión que me llevó a ayudar a Elenthyl en su busqueda de respuestas sobre la bajada de los gigantes de las montañas al llano y los bosques.
Comenté todos los detalles con mis amigos y todos propusimos ideas, pero la más acertada es quizás la de volver al diálogo con los nuevos jefes sitos en estriral y Zaragalla e intentar reconducir a los gigantes de nuevo a sus dominios en las montañas.
La solución no era fácil, se había barajado la posibilidad de realizar un trato preferente con los gigantes de Gilliam, ofreciendo a cambio nuestros servicios si para ello pudiesen mediar en la negociación con los de su especie.
Era muy complicado, esas bestias podían no atender a razones y macharcarnos en sus cuevas.
Buscamos la idea de utilizar a un mago experto para transformarse en gigante y podir pactar mas fácilmente con ellos. Pero no conocíamos a ninguno lo suficientemente poderoso.
La última solución la propuso el señor drudoc, partir en busca de los famosos gigantes de las nubes y pedirles ayuda, son gigantes bondadosos según dicen en los libros. Pero aun así no sabíamos donde podían hallarse, asi que buscando alguien disponible para que nos pudiese ayudar, pensamos en Delfen lavagualda, arcano de vado y que en alguna ocasión ya nos ayudo a conseguir algun tipo de información.
Así pues, como nadie del grupo salvo Cora Lyonall, que es oficial de la guardia de vado, podía entrar en vado de la Daga por los problemas que pasa actualmente, se decidió que Cora hablara con Delfen para que nos informase de la localización de algun reducto de gigantes de la nube.[/i:17e6440dcb]

Elenthyl

26/07/2006 23:06:34

[i:5a7720bc06]
Amanecía en el bosque de Weldazh, y sus habitantes aún dormían plácidamente. Solamente una sombra se agitaba inquieta en la copa de uno de aquellos gigantescos árboles. Quiza la brisa provocara aquel minimo crujir de hojas, o quiza... un elfo salvaje no pudiera dormir.

Elenthyl no consiguió conciliar el sueño aquella noche. Habia estado de patrulla y estaba exausto, pero no podía dormir. Después de tanto tiempo de espera, al parecer se producían movimientos en Estrirall. Aquella misma tarde había recibido la visita de Andriuth, el afable paladin que le acompañó en los remotos comienzos de esta aventura hasta aquellas cercanas cumbres... le venían mil imágenes a la cabeza. Ese acontecimiento marcó su entrada en el cuerpo de exploradores de la Arboleda de Weldazh, desde aquellos días había encontrado un hogar más o menos estable, abandonando el camino del nómada temporalmente. Si, habia pasado mucho tiempo.

Así pues, paladín y explorador se habían encontrado bajo la ciudadela avanzada la tarde. No eran grandes amigos ya que sus caminos apenas se cruzaban, pero mantenían una charla amigable y distendida propia de dos personas que se respetan mutuamente. Andriuth venia preguntando por el director de la arboleda y, al no encontrase allí, Elenthyl lo atendió lo mejor que pudo, prometiendo dejar un mensaje escrito a Tomar y Veria sobre lo que hablaran allí. El paladín había seguido el tema de los Gigantes y sus incursiones desde el primer momento, y debido a los movimientos antes mencionados que últimamente se detectaban se imponia buscar una solución. Pero no era aquella charla el motivo de su visita.

Andriuth visitaba Weldazh con una advertencia en los labios y una sonrisa quebrada. Temía por la integridad del bosque ya que sería un objetivo muy evidente si los gigantes salian de sus dominios por el Sur. Queria que estuvieran preparados allí por lo que pudiera ocurrir, y ofrecía el apoyo del Bastión de los Justos, así como del grupo del que formaba parte, La Llama aventurera. Junto con Weldazh formarían la primera línea defensiva en caso de conflicto, y sería probablemente cerca de los accesos al bosque.

Seguidamente le comentó al elfo salvaje la cuestión de los Gigantes de las Nubes. Elenthyl participaría de la expedición que partiría en su búsqueda en cuanto se les desvelara una de sus localizaciones. Al parecer un poderoso arcano trabajaba en ello en estos momentos. Solo cabía esperar, de momento...

Sin embargo, los campesinos del norte de Thezir estaban muy asustados. Los movimientos de gigantes hacia el sur los habian hecho estremecerse de terror por las noches, y algunos de ellos comenzaban a abandonar sus granjas. Si aquello se convertía en un éxodo... Weldazh tendría que acoger a algunos de ellos. Decidieron doblar la guardia y vigilar especialmete los accesos al bosque.

Desde luego las noticias de Andriuth no eran muy tranquilizadoras, pero al menos aquello empezaba a moverse, lo cual queria decir que su fin podria estar próximo. El bosque sagrado estaba muy cerca de la guarida de aquellas bestias, no convenia prolongar esta tension demasiado tiempo... quién sabe si no se les ocurriria... no, eso era algo descabellado.

Al anochecer, el paladín se despedia de Elenthyl. En su condicion de guardián de Weldazh, Elenthyl dobló la guardia y puso sobre aviso a los tiradores de élite, desplegándose él mismo en el acceso. Dejo un mensaje escrito a Tomar y Veria por si volvían durante su patrulla, y se internó en el bosque...[/i:5a7720bc06]


[color=olive:5a7720bc06]Elenthyl Quart-Hadast, explorador[/color:5a7720bc06]

Andriu_ZGZ

21/08/2006 23:56:11

[i:21146aa84e]Preparamos el viaje de la mejor manera que pudimos, desde el bastión fuimos a Weldhaz a buscar a un explorador capacitado para la empresa.
Hubo suerte, Elenthyl estaba libre para acompañarnos y partimos en dirección muy al norte parando finalmente en Aguas profundas.
Antes de llegar en el bosque de Ardeep se unió a la expedición que reunía a Eirick, Rond, Elenthyl y yo, el oficial de la milicia del bastión Lang signe.
Después de que le informasen en el bastión de su marcha el partió a buscarnos y nos encontró descansando cerca del templo de la diosa mielikki.
Paramos para descansar y cogiendo nuestros pertrechos seguimos el camino hasta finalizar en Aguas Profundas, donde en mi casa nos avituallamos con las viandas y la comida que tenía almacenada especialmente para esta empresa. Salimos de la ciudad con la esperanza de tener un viaje tranquilo pero ya en las colinas de alerce los gigantes empezaron a atacarnos, no hubo problema en rechazarlos eramos muy buenos guerreros y nuestras armas eficaces.
La providencia nos hizo aguardar un atisbo de esperanza al cruzar los paramos cuando Elenthyl al llegar a las estribaciones de la columna del mundo divisó en la lejanía lo que era una inmensa fortaleza.
Escalamos la montaña y a duras penas llegamos al imponente edificio cuya puerta de mas de 5 metros de altura parecía no tener fin.
Llamamos, y un ser o así creímos se escuchó, con voz atronadora, nos contestó de repente.
Poco después y de insistir sobre el motivo del viaje, el gigante de la nube pidió que pasase solo una persona, fui yo mismo quien se encaminó dentro de la fortaleza y ver la majestuosidad del edificio con su guardia de elite apostada en los lados de aquel lugar legendario, tan solo conocido por muy pocos realmente.
Espere, a que uno de los lideres de aquella raza se personase en atenderme y concederme audiencia.
Y asi fue, el hijo de la reina de los gigantes se presentó para que se encargase de atenderme. Yo me presente con toda cordialidad, como correspondía a un caballero de mi rango y aptitudes.
Pero la suerte no corrío de mi lado, después de contarle lo sucedido en las montañas de Estriral y después de pedirle la ayuda necesaria como intermediario en el conflicto, el gigante me tachó de asesino por haber acabado con la vida del lider de los gigantes de estriral. Tan solo fue en defensa propia ya que el lider atacó primero pero el gigante de la nube no atendió a razones y pidió que me marchara.
Salí por la puerta con la tristeza del héroe vencido pensando que el conflicto tiene dificil solución o ninguna.
Asi pues me reuní con mis compañeros y volví a Aguas profundas.[/i:21146aa84e]