Elenthyl

01/07/2006 16:39:02

[color=olive:978e5a57b4][u:978e5a57b4]Prologo: El mensajero Brownie

[i:978e5a57b4]Hermanos de Weldazh

Hace apenas dos lunas, extraños sucesos acontecieron en el bosque. Dos monjes se internaron en el perseguidos por sus amigos. Al parecer se habian "desdoblado", provocando la aparicion de infernales de sombra incluso bajo los mismos arboles de acceso al bosque. Pero eso no es lo mas extraño... Llovio fuego a la vez que nieve, cayeron rayos y se incendio de forma subita el cartel que señala el desvio al bosque. No se como no ocurrio nada peor... si bien es cierto que los infernales no se atrevian a entrar en Weldazh, ni los extraños fenomenos se produjeron dentro.

Poco despues, un ser apenas visible por su tamaño se mostro ante mi. Dijo ser un Brownie. Dijo que su aldea habia sido arrasada. Dijo que un gran mal estaba suelto de nuevo, que todo el mundo estaba en peligro. Al parecer algo que los elfos les habian encargado que custodiaran hace muchisimo tiempo, ha roto su prision y campea libre de nuevo.

Dijo que la alta magia deberia ser de nuevo empleada. [/i:978e5a57b4]

Elenthyl Quart-Hadast, guardian explorador de Weldazh

Elenthyl

01/07/2006 16:40:05

[color=olive:4e01686376][u:4e01686376]Capitulo Primero: Drañas en el camino


[i:4e01686376]Amanecia en el bosque de Weldazh. Una miriada de pajarillos cantaban suavemente al sol, que se filtraba a traves de las copas en una iridiscente cascada de luz. Elenthyl paseaba meditabundo por la ciudadela elfa mirando de vez en cuando hacia abajo, comprobando que la guardia seguia doblada desde la noche anterior. Apenas habia podido dormir pensando en los extraños acontecimientos que alli ocurrieron hace tan solo unas horas. Amanecia en el bosque de Weldazh, pero el corazon del elfo salvaje permanecia en sombras.

Tras divisar a Aerdrie y su hermana Belith, se decidio a bajar. Deslizandose agilmente de rama en rama Elenthyl descendio al piso de la arboleda, junto a las cuerdas que usaban los visitantes para encaramarse a la fantastica construccion arborea. Con el gesto preocupado, se dirigio a la pareja para ponerles al corriente de lo que habia acontecido alli mismo la noche anterior.

Saludo a las elfas y se dispuso a conversar con ellas en el preciso instante que otros habitantes de Weldazh salian de la espesura y se materializaban a su alrededor. Al parecer una intuicion estaba reuniendo a todos en aquel punto, tan temprano por la mañana. Milmar, Hashashint, Elenthyl, Aerdrie y Belith se disponian ahora en circulo, dandose los buenos dias. Elenthyl no tuvo ocasion de comunicar su extraña experiencia, ya que Hash parecia realmente inquieto y enseguida llamo la atencion de todos, comunicando una terrible noticia: habia avistado Drañas a la entrada del bosque, a lo largo del camino y por todo Mir. Al parecer alguien o algo estaba transformando en Draña a numerosos aventureros sin motivo aparente.

Los guardianes de la arboleda discutian sobre Drañas, intentando encontrar una explicacion. Hash proponia dar una batida por Mir, e intentar comprobar la procedencia de dichas Drañas ya que en las profundidades de aquel bosque se encontraba un viejo templo drow donde era conocido que podrian habitar semejantes aberraciones.

Discutian sobre Drañas cuando un personaje se materializo a su lado. Un elfo oscuro que se identifico como Anen Went se unia tranquilamente a la conversacion, ofreciendose a informarles sobre tales seres. El circulo se abrio y, en apenas un instante, el drow se enfrentaba a media luna de elfos en formacion, apuntando sus arcos hacia diferentes puntos vitales de su flacucho cuerpo. Manteniendo el tipo con gran serenidad, Anen continuaba hablando: el conocia aquellos seres y se habia enfrentado con exito a varios de ellos. Incluso podia intentar volver a su forma original a los aventureros transformados en Draña. Habia escuchado toda la conversacion.

Si, era un drow, pero tras lo que habia dicho, Elenthyl consideraba que era absurdo apresarlo en aquellos momentos de desconcierto. Los guardianes bajaron los arcos mirandose unos a otros: todos pensaban de manera similar, aquel drow parecia caido de cielo. Podria ser de gran utilidad para enfrentarse al misterio de las Drañas.

Tras unos instantes de cofusion comenzaron a trabajar de nuevo sobre el tema. Se decidio que Aerdrie y Belith se quedaran en Weldazh para informar a los que pudieran pasar por alli del asunto de las Drañas, mientras que los exploradores Has, Elen y Milmar pondrian rumbo a Mir, acompañados de Anen, para investigar el asunto sobre el trerreno y dar una batida en profundidad. Necesitaban mas informacion.[/i:4e01686376]

[u:4e01686376]

[i:4e01686376]El grupo de exploradores avanzaban con paso firme rodeando al elfo oscuro. Salieron de Weldazh facilmente, observando cada uno de los movimientos del drow, que parecia ser un poderoso arcano seguidor de una secta heretica entre su gente. Alcanzaron el lindero del bosque a media mañana. El sol iluminaba a un nutrido grupo de aventureros que alli se concentraban. Elenthyl reconocio entre ellos a Kei, el semidragon rojo que se ofrecio a ayudarles la noche anterior, cuando aquel extraño mal desdoblo a algunos monjes provocando aquella misteriosa sucesion de sombras y rayos, aquella lluvia de nieve y fuego.

Al parecer todos hablaban de lo mismo. No habia otro tema de conversarion en el camino aquella mañana, la noticia de la aparicion de las Drañas se habia expandido con facilidad alli donde el sendero tocaba y todo el mundo empezaba a estar al corriente. Tras un breve intercambio de opiniones los dos grupos se unian bajo el comun interes de averiguar que estaba ocurriendo. La iniciativa de los elfos de Weldazh fue bien valorada y el nutrido grupo se desplego por el camino. Kei el semidragon rojo, Raman el artesano mercader, un caballero que daba en llamarse "Lucero del Alba", los tres elfos y el elfo oscuro formaban la extraña compañia que marcha hacia Weldazh, en silencio y con la tension reflejada en sus rostros.

Tezhyr se mostro amable con el grupo durante toda la mañana. Marchaba a buen ritmo y con paso comodo, dejando atras las tierras de cultivo de aquella rica region. Al caer la tarde la expedicion se adentraba en las profundidades de Mir.

Los exploradores se desplegaron automaticamente, dejando al resto del grupo en una posicion centrada algo mas atras de donde ellos realizaban la batida. Buscaban huellas, ramas rotas, indicios del paso de Drañas, cualquier cosa que no encajara en la rojiza luz que inundaba Mir. El grupo se movia con sigilo avanzando hacia el Pantano de la Araña, en las profundidades del SurEste del bosque. Nada encontraron, exceptuando algun debil rastro que paracia confirmar las sospechas de Hash, ya que indicaban el SurEste sin ninguna duda. Durante su marcha se unieron al grupo algunos viajeros que recorrian Mir . La expedicion era cada vez mas numerosa, el sigilo era ya imposible.

Con los primeros rayos de Luna la expedicion alcanzo el acceso al pantano de la araña. No habian encontrado Drañas en ningun momento, sin embargo habian identificado algunos rastros que provenian de diferentes direcciones y convergian en aquel punto, rastro de Draña sin duda alguna. Aquellos monstruos acostumbrados a las profundidades no podrian ocultar su paso por el bosque a los exploradores de Weldazh, posiblemente los mejores del continente.

La voluntad del grupo sufrio una escision en este momento de la batida. Mientras unos pensaban en arrojarse alocadamente al interior del pantano, destrozandolo todo hasta llegar al templo drow para, una vez alli, reducirlo a escombros sin piedad alguna, Elenthyl intentaba obtener algo de informacion de aquellos rastros. El elfo salvaje se negaba en redondo a entrar a ciegas en un pantaño repleto de arañas y, posiblemente, de maleficas drañas. No podia entender que empujaba a los ansiosos aventureros a introducirse en el terreno del enemigo, donde este tendria ventaja sobre ellos, tan irreflexivamente. Consiguio apaciguar algo los animos del grupo, pero en aquel momento...

...algo se movia en la espesura.
[/i:4e01686376]

Elenthyl

01/07/2006 16:41:24

[color=olive:c2a0f6282b][u:c2a0f6282b]Capitulo Tercero: Incursion Draña

[i:c2a0f6282b]Algo se movia en la espesura, cobijado tras las sombras de la noche. El ruido de ramas quebrandose del lado del pantano puso en alerta a los exploradores y el nutrido grupo de movilizo inmediatamente. Mientras se encaramaba a una rama de un par de saltos, Elenthyl observo como los aventureros se ocultaban. Una cascada de hechizos de invisibilidad recorrio el bosque y el murmullo que acompañaba a la expedicion se torno en silencio. Aquel lugar se mostraba aparentemente vacio. La noche campaba sobre el bosque de Mir.

Moviendose torpemente, un par de drañas salian del pantano e ingresaban en el bosque de Mir. Parecian comentar algo entre ellas, algo confusas. A su espalda se percibian mas movimientos. Apenas pusieron una pata en el bosque, la primera Draña recibio una lluvia de flechas que la clavo literalmente al terreno, muriendo casi al instante. Su compañera se lanzo a la carrera hacia un lado, intentando ponerse a cubierto de una segunda andanada, chocando contra un muro de espadas de fuego, de hielo, espadas de todos los colores que se materializaron a su alrededor como si de una fantastica coreografia de los elementos de tratara. Metal y magia golpearon al monstruoso ser al unisono, acabando con su vida. En las profundidades del pantano, algo se movia hacia Mir cada vez mas rapido, un contingente que acudia a los estertores de las dos primeras drañas.

Un batallon de Drañas inundaba ahora Mir saliendo de la espesura rapidamente, arrojandose sobre los aventureros en una tempestad de confusion. El pequeño ejercito expedicionario salio de las sombras y comenzo a rechazar el ataque, el combate era ya generalizado. Entre flecha y flecha a Elenthyl no le quedaba tiempo para pensar. Trepando a un arbol se retiro levemente del lugar de la accion y observo a su alrededor. Las Drañas caian con facilidad, pero asi no creia que obtuvieran ninguna informacion. Intentando sobreponerse al griterio, Elenthyl instaba a sus compañeros a no matar a todas, a que aislaran a una y la dejaran con vida para que aquel olfo oscuro, Anen, pudiera interrogarla.

El grupo luchaba ferozmente destrozando Drañas con una rabia inusitada, caian como hojas del bosque en otoño. El combate decrecia, el batallon estaba siendo exterminado, pero afortunadamente Anen consiguio escuchar los gritos del elfo salvaje e insto a los que le rodeaban a mantener con vida a una de las drañas. Cuando el combate finalizo, una espesa capa viscosa cubria el bosque de Mir. La sangre de draña estaba por todas partes. Elenthyl bajo del arbol donde habia instalado su observatorio y se aproximo a Anen. La expedicion al completo, sin baja alguna, rodeaba a aquella draña que se mantenia milagrosamente con vida.

Anen la examino constatando que efectivamente, era una draña, pero que le faltaba ese caracteristico brillo el los ojos, el ansia de sangre. Comenzo a interrogar a la draña, que empezo a hablar de un ejercito de drañas convocado por una misteriosa aparicion. Parecia confusa y miraba a su alrededor mientras hablaba, examinado a los aventureros. Alguno de ellos reconicio en la draña a uno de sus amigos desaparecidos. La conversacion continuaba por los derroteros de la confusion, cuando se vio interrumpida por un temblor de tierra, una leve sacudida que podia ser razonablemente normal. Una segunda sacudida de gran intensidad derribo a casi todos los que alli se encontraban al suelo, interrumpiendo definitivamente la conversacion.

El grupo se puso en guardia, la alerta corrio de una esquina a otra y la expedicion se desplego por el boscoso terreno, rodeando a la draña que parecia aterrorizada. Un rayo cayo a escasos metros de la aberracion. Y otro mas, que casi derriba a Hash. Los rayos continuaron cayendo unos minutos, mientras los aventureros se movian intentando esquivarlos pues parecian ser dirigidos contra ellos y la draña. Entonces comenzo a llover.

Tras truenos y relampagos, parecia logico que lloviera... ¡si no fuera por que lo que llovia era fuego! Esta antinatural sucesion de acontecimientos recordo a Elenthyl los sucesos acaecidos a la entrada de Weldazh la noche anterior, precisamente a aquella hora... El grupo se movia ahora de un lado a otro, esquivando las llamas que se precipitaban de los cielos. Elenthyl miraba al cielo y a su alrededor, esto ya lo habia visto antes. "Ya solo falta que nieve", penso en voz alta.

Al instante la lluvia de fuego ceso y comenzo a nevar. Elenthyl no salia de su asombro. Iba a comunicar estas extrañas coincidencias a Hash y Milmar cuando, sin previo aviso, una segunda oleada de drañas inundaba el bosque de Mir, haciendoles retroceder hasta su lindero, expulsandoles finalmente hacia los campos de Tezhyr.

La lucha era sin cuartel. Poderosos hechizos llenaban el aire. Caian rayos, llovia fuego y nieve.

Aquello parecia el fin de los tiempos.

[color=olive:c2a0f6282b][u:c2a0f6282b]Capitulo Cuarto: El consejo del Ent

[i:c2a0f6282b]Tras contener la segunda oleada, un tercer grupo de drañas de todas las condiciones se adentro en Tezhyr desde el bosque de Mir. Clerigos, magos, combatientes... Los campos empezaban a estar llenos de cadaveres de estos repugnantes seres, y los animos de los aventureros comenzaban a flaquear. Tras rechazarlos, exhaustos por el esfuerzo, se reunieron en torno a un pozo que ardian en llamas, arrojando bocanadas de fuego en vez de agua. Era el mundo al reves. Seguia lloviendo fuego y nieve, y Elenthyl llamo a los de Weldazh a consulta apartandose del resto. Alli les relato su encuentro con el Brownie, el mensaje que le habia sido confiado, y la extraña meteorologia que acompaño la visita del pequeño duende. Hash decidio que era importante que todos lo escucharan, y reunio a la numerosa concurrencia en torno a el, junto al pozo en llamas.

Elenthyl comenzo su relato mientras los ojos de los aventureros se abrian llenos de asombro. Conto concisamente su encuentro con el Brownie, y les transmitio el mensaje.

"El mal que hace muchos siglos los elfos nos confiaron, ha escapado a su prision. Mi aldea ha sido arrasada. Soy el ultimo de los Brownies que guardaban vuestro secreto, y vengo a advertiros. La Alta magia sera necesaria de nuevo"

El relato de las condiciones atmosfericas que acompañaron a esta visita convencio a los presentes de la relacion de este hecho con lo que alli estaba ocurriendo. A propuesta de los exploradores de Weldazh, se decidio marchar al bosque sagrado y consultar a los Ents. Ellos llevaban el suficiente tiempo aqui para saber de que gran mal del pasado estaba hablando el pequeño Brownie. Elenthyl y Milmar marcharon rapidamente mientras el resto del grupo se quedaba organizando una barrera de contencion en los campos de Tezhyr.

Los elfos llegaron rapidamente al bosque, empleando menos de un dia de marcha. Agotados por el esfuerzo, tomaron un sorbo de agua de riachuelo y prosiguieron su marcha hacia el centro de la arboleda, donde un Ent paseaba tranquilo. Se aproximaron al viejo coloso, y comenzaron a espabilarlo suavemente. En esto estaban cuando llego Hash, acompañado de numerosos aventureros. No habia permanecido mucho tiempo mas en Tezhyr. Los presentes en Weldazh tambien se aproximaron al lugar de la consulta. La expectacion era maxima. El capitan de la guardia al que Elenthyl habia informado n primer lugar se acerco al Ent y ayudo a que fueraconsciente de la presencia de los exploradores.

Aegnor, Raman, Neferet, Elenthyl, Anen, Milmar, Hash, una nutrida concurrencia miraba expectante al Ent. Anen, el elfo oscuro, y Elenthy comenzarona a interrogar al giagnte arboreo sobre los extraños aconteciemientos. Al oir la palabra Brownie, el Ent acabo de despertar.

"Que ha esacapaaaadooooo", decia el Ent, muy enfadado. "Nooo ess posiiibleeeeeee" su profunda voz inundaba el bosque.

El Ent comenzo a relatar una vieja historia. Hace miles de años, dos hermanos luchaban entre si. Dos criaturas cuasi inmortales, dos espirituos de energia, de gran poder. La lucha era incesante, hasta que uno de ellos, cansado de tanto horror, decidio encerrar al otro. Pidio ayuda a los elfos, que hicieron acopio de la Alta magia y consiguieron encerrarlo. Se encomendo a los Brownies su custodia. Si ha escapado, este puede ser el fin... de todo. El Ent parecia extremadamante preocupado cuando pronunciaba estas palabras. Al finalizar el relato, Anen pregunto al Ent quien era ese que se habia escapado. La respuesta fue "el que ha creado el mal de los monjes". Elenthyl, Milmar y Hash se miraron al instante. El Ent continuo su monologo, informando a la atonita concurrencia que, al igual que su hermano se ayudo de los elfos para encerrarle, el que o la que habia escapado podria estar reuniendo otro tipo de ayuda. Todos pensaron en las drañas. Todo comenzaba a encajar...

La batalla entre los dos hermanos que crearon el primer monasterio se habia reanudado en Faerun. [/i:c2a0f6282b]

[color=#444444:c2a0f6282b][/color:c2a0f6282b]

Elenthyl

01/07/2006 16:42:53

//Solo he cambiado el formato de los textos, el contenido sigue siendo el de antes. Saludos!

Elenthyl Quart-Hadast, explorador

Elenthyl

01/07/2006 16:45:22

//a eliminar

Elenthyl

02/07/2006 11:25:55

[color=olive:ddc275c8a0][u:ddc275c8a0]Capitulo Quinto: El Elfo Oscuro


[i:ddc275c8a0]La luna brillaba con intensidad sobre las arenas del CalimSham. Tres sombras se desplazaban por el camino moviendose al unisono. La brisa traia los sonidos y olores de la gran ciudad, un resplandor iluminaba el cielo nocturno. Calimport ya estaba muy cerca.

Elenthyl avanzaba junto al camino hacia el enclave humano batiendo el margen izquierdo a una prudente distancia. Como si de un espejo se tratara Milmar hacia exactamente lo mismo en el lado derecho, sus movimientos coordinados. Hash escoltaba a una figura invisible recorriendo el centro del camino. Los tres exploradores de Weldazh llevaban a Anen Went, el elfo oscuro, a la ciudad.



[color=cyan:ddc275c8a0]Cada vez que salgo de mi ciudad me encuentro en el centro de enormes problemas. Tengo en casa toda la tranquilidad que necesito, ¡pero noooooo! Tengo que salir a la superficie y asegurarme de que ninguno de mis protegidos se mete en un lío. ¿Que demonios haría Kessithalth en Weldazh!?!?! ¿Y por que tiene que despertarse un demonio justo en los pocos días que paso por allí!?!?! ¿No podría haberse esperado??.

Todo iba bastante bien, prácticamente unas semanas de relajación para recuperarme de los experimentos en mi torre. Unas pocas semanas en el bosque siempre me han venido bien. Mientras esperaba para hablar con el archidruida sobre Kess, acamparía tranquilamente. A parte del típico y más que lógico recelo de los habitantes del bosque hacia mí por el color de mi piel, todo iba bien.

De repente todo cambió. Me encontraba en el poblado élfico comprando algunos utensilios cuando oí que se habían visto drañas por las cercanías. Eso no era nada anormal, no demasiado lejos en el bosque de Mir había una cueva con varias drañas. Lo que me llamo la atención es que los protectores del bosque dijeron que esas drañas que habían visto, eran hasta hace poco elfos y humanos normales, incluso algunos eran amigos suyos. Nunca había oído hablar de drañas que no hubieran sido drows antes de su maldición. Alguna vez había roto esa misma maldición en la infraoscuridad, así que les ofrecí mi ayuda. A partir de ahí todo se desmadró.

Encontramos a las drañas en el bosque de mir, y curiosamente carecían del ansia de sangre típica en esos monstruos. Algunos parecían incluso amistosos....pero sin duda su ama no lo era. El suelo comenzó a temblar, comenzó a llover fuego y a nevar, todo a la vez. Estaba claro que el ama se acercaba. Mitad prudencia y mitad temor, salimos corriendo para evitar encontrarnos con algo capaz de hacer esas cosas. De poco sirvió pues cerca del camino del comercio el ejército de drañas cayó sobre nosotros. Aparecían de la nada, pero con algunas dificultades podíamos acabar con ellas. El problema era que no paraban de aparecer y que su ama acabaría por llegar en algún momento. Hice lo único que podía hacer, me concentre en cerrar todo teletransporte hacia donde estábamos nosotros. Unos pocos segundos después estaba de rodillas en el suelo, mi magia agotada y yo al borde del desfallecimiento.

Había conseguido mi objetivo, pero acababa de darme cuenta de que me enfrentaba a algo realmente poderoso. Un digno enemigo al que destruir. Supongo que ese pensamiento se debe a la sangre de mi padre y de mi abuela, la sangre de dragón rojo acaba por volverte vanidoso. Por suerte nunca seguí la senda del discípulo de dragón.

Me puse en camino hacia Weldazh para poder descansar y para recuperar mi magia, apenas dos horas pude descansar. Al despertar, un guardián del bosque, un ser al que llaman Ent contaba una vieja historia. Vieja para los humanos y hasta para los elfos, pero no para un Ent. Dicen que viven milenios y algunos dicen que simplemente no pueden morir de viejos. El Ent contaba la historia de dos hermanos sumamente poderosos, los hermanos ki, creadores del primer monasterio. Hacia milenios el hermano oscuro había sido vencido por el otro hermano con ayuda de los altos magos elficos. Parece ser que ahora ha vuelto y se ha rodeado de drañas. Si pudiera absorber el poder del hermano oscuro podría llegar a convertirme en lo que siempre he deseado. Un ser inmortal y con enormes poderes. Sin duda otro rasgo de la sangre de mi padre, ansia de poder y avaricia. Aunque siempre había planeado conseguir ese poder para proteger a los que lo merecen, la magia, mi ciudad y todos los seguidores de Eilistraee. Una vez más doy las gracias por no haber seguido la senda del discípulo de dragón.

Decidimos dividirnos en dos grupos, uno averiguaría todo lo posible sobre los hermanos y el otro iría a la biblioteca de Kaatos para conseguir también información allí. Lógicamente me ofrecí para ir yo a hablar con Kaatos, hace tiempo que nos conocemos. De camino encontré una draña, tras derrotarla encontré un amuleto con un símbolo, una draña rodeada de fuego. Mi encuentro con Kaatos fue un éxito. El propio liche había derrotado y encerrado, cuando aun estaba vivo, a la ama de las drañas. Un poderoso demonio. Más poder para absorber. Desgraciadamente, Kaatos había vendido sus notas sobre el combate con el demonio hace muchos años. Había dividido los documentos en dos, una mitad acabó en manos de los altos magos de Siempreunidos y la otra mitad en manos de una sacerdotisa drow llamada Llothanda.

Solo con oír ese nombre paso de la absoluta tranquilidad al borde de un ataque de pánico. Debe haber cientos de Llothandas en la infraoscuridad, pero solo una es la matrona más despiadada que he conocido, la matrona Oblodra de Menzoberranzan. Con ayuda de un pequeño conjuro le mostré a Kaatos la cara de la sacerdotisa y me confirmó que había sido ella. Hubiera preferido enfrentarme a Demogorgon o a Asmodeo en persona...pero no a la matrona oblodra. Por desgracia no me quedaba mas remedio, era el único del grupo capaz de acercarse siquiera a Menzoberranzan. Tras informar a los demás y sin tener un plan claro para conseguir el fragmento de la matrona, me teleporte a los túneles exteriores de la ciudad drow. Me puse ropas mas apropiadas y caminé durante unos minutos por esos túneles que tan bien conocía, solo me quedaba doblar la esquina y estaría prácticamente en una de las entradas a la ciudad. Allí aguardaba una draña.

Di un salto y me oculte de nuevo a la vuelta de la esquina, pero la draña detectó mi presencia. Aun oculto comenzamos a discutir. La draña decía que ahora esos túneles eran suyos, yo decía que como saliera una patrulla de la ciudad no iba a quedar nada de la draña para reclamar los túneles. Efectivamente, salio una patrulla, pero la draña consiguió escapar a tiempo. La sacerdotisa de la patrulla me ordeno acompañarla a Tier Breche para informar de lo ocurrido.

¡Tier Breche!!! Hacia décadas o siglos que no pisaba el recinto de las academias. Solo podía rezar para que no me llevara ante alguna de las grandes maestras de Arach Tinilith. No es que no pueda derrotarlas, pero pese a todo seguían siendo poderosas y además iba a estar en su propio terreno. Pensaba que había olvidado los modales propios de un simple varón, pero por suerte no fue así. Tras contarle lo ocurrido a una sacerdotisa de alto rango pude marcharme....no sin antes ser abordado por Gromph Baenre en persona. Tengo que admitir que ahí si que sentí miedo. Gromph es un mago poderoso, de eso no hay duda, pero creo que podría aguantar lo suficiente combatiendo contra el como para poder escapar. Lo que me preocupaba es que Gromph es un maestro en las artes adivinatorias y yo no podía permitirme que descubriera mi autentica identidad. Tras informarle de lo ocurrido con la draña también me dejo marchar.

Estaba delante de la casa oblodra, pero no tenia ningún plan. Mystra o Eilistraee, nunca se cual de las dos, me sonrió. Un mago oblodra apareció para comerciar con el mercader. No encontraba nada interesante y vi mi oportunidad. Le dije que tenía poderosos objetos para arcanos, pero que ese no era lugar para mostrárselos así que nos dirigimos a la taberna. Le mostré algunas cosas interesantes y el mago quería adquirirlos todos. Le dije que poseía un objeto aun más excepcional pero que nadie debía verlo. Se levanto de la mesa diciendo que era un gran aracnomante de la casa Oblodra...pero acabo por acompañarme a la arena.

Allí lo dejé inconsciente aunque antes envió a su araña a la casa. Le robé sus ropas, su insignia y su libro de conjuros. Por suerte para mi el aracnomante no era muy poderoso, podría deshacerme de el sin necesidad de matarlo. Le deje unas pocas monedas para que pudiera comprar alimentos...y lo teleporte a Skullport. Eso me daría tiempo mas que de sobra para entrar en la casa oblodra haciéndome pasar por el, usando mi empatia animal para cubrirme con algunas arañas, tal y como hacia el. Nada mas entrar, me forcé a mi mismo a mantener siempre en mi mente imágenes de arañas y de drañas. Algunos oblodra poseen poderes psiónicos y la matrona es la que más. Entré y comencé a buscar la araña del aracnomante. No tardé en encontrarla y una suma sacerdotisa entro en la sala. Acarició a la araña y comenzamos a hablar.

Unos minutos más tarde había conseguido convencer a la sacerdotisa de que podía ayudarla a crear un ritual para acabar con las drañas que amenazaban la ciudad, jamás hubiera pensado que seria capaz de convencer a una sacerdotisa de algo así.... Mientras yo la esperaba en la biblioteca de la casa, ella iría a hablarle del plan, que se había adjudicado a si misma, con la matrona. Oigo ruidos, parece que viene alguien. Espero que sea la sacerdotisa, estoy cansado de esperar.

En ese momento Llothanda Oblodra, Madre Matrona de la tercera casa de Menzoberranzan entraba en la biblioteca de su casa.


Anen levantándose y haciendo una leve reverencia: (drañas, drañas, drañas, arañas, arañas, arañas)

Matrona: Vendui aracnomante

Anen carraspeando: Vendui madre matrona....

Matrona: dice que puedes crear un ritual para acabar en masa con esas sucias drañas

Anen: así es, señora.

Matrona: tengo en mi poder los fragmentos de un ritual, fue usado para terminar con el amo de esas extrañas drañas. Convoca al archimago y al nigromante y reuníos conmigo en la sala del trono

Anen: (el nigromante debe ser Isendur; arañas arañas arañas) Como ordenéis señora.

La matrona abandono la biblioteca y Anen se quedó solo en la biblioteca de nuevo.



Claro...ahora paso por el laboratorio, saludo a mis grandes amigos Isendur y Tayler y les digo que me ayuden a conseguir los documentos de la matrona... Con lo bien que estaba en mi torre....Por otro lado, me decepciona que la matrona no se acuerde de mi voz, ya no me quiere jeje


Anen se dirigió a la sala del trono


Anen: Ni el nigromante ni el archimago se encuentran en casa, señora. He dado órdenes a sus sirvientes de que vengan aquí en cuanto lleguen. Mientras tanto....podría ir avanzando con el ritual si pudiera observar el pergamino.

Matrona: No varón, solo eres un estudiante de sorcere, esto te sobrepasa. Hablare con el consejo de la ciudad y pondré el pergamino en manos de los maestros de sorcere. Eso hará subir mi reputación.

Anen: (mierda; arañas arañas arañas) Si me permitís un consejo señora....si el ritual fuera creado solo por oblodras y solo los oblodras pudieran usarlo, toda la gloria caería sobre nosotros...solo os pido veinticuatro horas para intentarlo.

Matrona: Varón eres muy insolente, pero me tienes razón en eso. Tienes veinticuatro horas, no me falles (o morirás)

Anen: (como si me pudiera permitir fallar en esto; arañas arañas arañas) No os defraudare señora.

Matrona: son documentos muy importantes así que trabajaras en mis aposentos

Anen: (mierda; arañas arañas arañas) como ordenéis señora


Anen siguió a la matrona hasta sus aposentos, donde recibio los pergaminos. Eran realmente antiguos y el tiempo no los había tratado bien.

Anen: (dale unos pergaminos a una scerdotisa y esto es lo que pasara con ellos; arañas arañas arañas) Me pondré ahora mismo con ellos señora, lo primero sera copiarlos en un pergamino nuevo.

Matrona: No lo olvides, veinticuatro horas.


La matrona abandono sus aposentos y Anen se quedo solo. Tras asegurarse de que la matrona había marchado se concentro en las protecciones magicas que seguro tenia la habitacion. No funciono. La habitacion impedia todo tipo de magia, seguramente a todos excepto a la propia matrona. Anen estaba encerrado, pero había ideado un plan para escapar.

Guardo los pergaminos conmucho cuidado en una de sus bolsas, colocó un pequeño simbolo de Eilsitraee en la almohada de la matrona, agarró una silla y la tiró contra la pared gritando socorro. Luego se acostó en el suelo boca abajo. Los guardias golpearon la puerta preguntando si todo estaba en orden, pero Anen no contestó. Rapidamente fueron a llamar a la matrona, solo ella podía abrir la puerta. No tardó en llegar y Anen se preparo para escapar. La matrona entro en el cuarto y cuando el mago sintio que ella estaba muy cerca se levanto rapidamente, la empujó y salio a toda velocidad de la habitacion. Fuera de ella su magia volvia a funcionar y no perdio ni un segundo en teleportarse. Unos segundos despues, Anen se derrumbó en la entrada del templo de Eilistraee en la Planicie. En el ultimo momento del conjuro había recibido un conjuro de dañar. Sin duda de alguna de las hijas de la matrona....o de Tayler en persona. Con ayuda de las clerigas del templo no tardó en reponerse.
Estaba vivo, había conseguido un pequeño grado de venganza contra la casa oblodra y tenia los pergaminos que necesitaba.

Se teleportó hasta Weldazh, aviso de que estaría en el Bastión de los Justos (uno de los pocos sitios que conocía en la superficie donde podría descansar tranquilo) y se dirigió hasta el.[/i:ddc275c8a0]

Anen Went[/color:ddc275c8a0]

//Tomado literalmente del post de Anen

Elenthyl

02/07/2006 12:31:58

[color=olive:0e61cf3bc8][u:0e61cf3bc8]Capitulo Sexto: SiempreUnidos


[i:0e61cf3bc8]Dos figuras encapuchadas conversaban en tono quedo en una esquina del salon principal de La Novena Campana. La posada no estaba muy concurrida, era la hora de la cena y Calimport se daba un respiro de su frenetica actividad. El elfo oscuro se despedia del elfo salvaje.

Elenthyl escuchaba atento las ultimas indicaciones de Anen Went. Su intuicion no le habia fallado y aquel elfo oscuro resultaba ser una pieza muy importante para el devenir de los acontecimientos. Se encontraban solos, ya que unicamente ellos dos habian conseguido llegar hasta Kaatos, pues el Liche solo aceptaba en audiencia a los arcanos. Las horas pasadas junto a su abuelo en la Escuela de Magia de la ciudad de Mezro servirian para algo al fin y al cabo.

El plan era sencillo de formular. Otra historia seria como encontrar la forma de ejecutarlo. Anen volveria a su oscuridad para intentar recobrar los pergaminos de la casa Oblodra, mientras que los que permanecieran en la superficie debian desplazarse a SiempreUnidos y consultar a los Altos Elfos. Elenthyl se comprometio a conseguir los pergaminos que le correspondian. No habia nada mas que hablar y se pusieron inmediatamente el camino. El elfo salvaje salio de la posada con paso firme, internandose en la noche que ya caia sobre Calimport.

Dos dias mas tarde divisaba las estribaciones del bosque de Weldazh. Sin perder un instante se interno en la sagrada arboleda, y llamo a reunion a los interesados en solucionar todo aquel desbarajuste. Un gran numero de aventureros que se mantenia por los alrededores manteniendo a raya a las Drañas se acercaron a escuchar que era lo que aquel elfo tenia que decir. Al parecer se habia encontrado una solucion.

Elenthyl relato lo acontecido con Kaatos, y el plan que Anen habia trazado. Se decidio entonces que el elfo salvaje junto con alguien que fuera capaz de llegar a la isla sagrada se desplazara de inmediato alli, mientras Belith y el resto seguian con su labor de contencion de las Drañas e intentaban evitar que su numero creciera.

Lamentablemente nadie alli conocia la manera de llegar a SiempreUnidos. Elenthyl se quedo en Weldazh esperando encontrar pronto a alguien que pudiera guiarlo hasta alli, mientrs el resto volvia a lo que estaba haciendo. El dia paso lentamente, sin noticias de aquella isla.

A la mañana siguiente una voz familiar desperto a Elenthyl de su sueño. Aioleth visitaba el bosque acompañada de su discipula Aman, posiblemente atraidas por noticias sobre Drañas y extraños fenomenos meteorologicos. Todo Faerun debia conocer ya lo que estaba pasando.

Bajo rapidamente del arbol donde descansaba sobresaltando a las ardillas que estaban acomodadas unas ramas mas abajo, y se lanzo raudo al encuentro con aquella poderosa arcana que lo habia contratado dos meses atras para aquella extraña busqueda. Quiza ella, con sus profundos conocimientos, pudiera decirle la manera de alcanzar su destino.

Alertada por los extraños acontecimientos que habia presenciado por el camino, Aio escucho atenta las explicaciones de Elenthyl sobre todo lo que habia averiguado. No dudo un momento en ofrecer su ayuda al elfo salvaje, y este le expreso su deseo de visitar SiempreUnidos. La arcana sonreia, incapaz de comprender la preocupacion del elfo: era sencillo ir hasta alli, siempre que fueras bien recibido, claro...

Salieron de la espesura del bosque a peticion de Aioleth. Una vez en el lindero, la arcana comenzo a conjurar mientras una nube de magia poderosa la envolvia... Algunos minutos despues, un extasiado elfo salvaje atravesaba las nubes cabalgando una dragona argentea, junto a Aman y Vernosh, compañeros de viaje de Aioleth.

La fuerte brisa provocada por el avance del poderoso animal magico, que no era otra que Aio, revolvia el pelo de Elenthyl, que se habia descubierto para sentir las nubes en la cara. Afianzado al cuello de Aio con las piernas, sus brazos se movian libres en el aire trazando elasticas formas. ¡Elenthyl estaba volando! El bosque de Mir se perdia a su espalda. La delegacion de Weldazh avanzaba hacia el ocaso.

Tras tres dias de vuelo sobre las nubes, la presencia de dos dragones mas en el aire a su lado rompio la monotonia del viaje. Eran vigilantes de SiempreUnidos, y les conducirian a un punto de acceso. Los tres dragones descendieron vertiginosamente, atravesando las nubes a ciegas. De repente las nubes desaparecienron y ante sus ojos se desplego la isla magica de los Altos Elfos. SiempreUnidos. Una lagrima resbalaba por la mejilla de Elenthyl. Jamas penso que sus viajes le llevarian tan lejos.

Descendieron del dragon en una especia de puerto aereo instalado en las copas de unos gigantescos arboles. Era un lugar fuertemente protegido, y enseguida se les aproximo un guardian elfo. Tras identificarse y exponer el motivo de su vista, esto es entrevistarse con los Altos Elfos, una escolta armada les acompaño hasta una fantastica edificacion que se encontraba a media jornada de alli. Aquella isla parecia sacada de un sueño. Los viajeros atravesaron bosques salpicados de magicas construcciones, sin cansarse nunca de mirarlo todo, con los ojos como platos. Despues de tomar un tentempie y descansar un instante junto a un arroyo cuya agua hizo desaparecer el cansancio del viaje llegaron a su destino. El Palacio de los Altos Elfos.

No tuvieron que esperar mucho para su audiencia pues estaban sobre aviso, y de inmediato fueron conducidos ante un consejo de Altos Elfos que se reunia para conocer el motivo de su presencia en la isla prohibida.
Elenthyl expuso con precision los acontecimientos que les habian conducidos alli: las Drañas, el Ent, el Liche... Les hablo del elfo oscuro y de su plan. Y les expuso su sospecha de que el demino Draña o lo que quiera que fuese aquello que invadia el bosque de Mir con sus legiones fuera el hermano oscuro del que hablan las leyendas.

En eso el elfo salvaje estaba equivocado, y fue corregido por el Consejo. El hermano oscuro no era ese que provocaba la aparicion de las Drañas. Simplemente se estaba sirviendo de el, su poder era inmensamente mayor. Sin embargo, aquel era un mal que debia ser solucionado como ya en una ocasion hicieron. Para eso servian los pergaminos que obraban en su poder, y nos los entregarian una vez Anen consiguiera recuperar la otra mitad. Si eso ocurria, deberiamos mandar un mensaje magico a la isla y los Altos Elfos acudirian a Weldazh con su parte.

Todo estaba en manos del elfo oscuro. Tras permitirles descansar unas horas mas en la isla, el Consejo de Altos Elfos los despidio hasta nuevas noticias. Al dia siguiente partirian hacia Weldazh, donde esperarian noticias de Anen Went.[/i:0e61cf3bc8]

Elenthyl

15/07/2006 13:15:59

[color=olive:e1142cbd45][u:e1142cbd45]Capitulo Septimo: Weldazh


[i:e1142cbd45]El jabali no se lo esperaba. Nunca podria hacerlo. Una sombra lo acechaba invisible en la espesura, tensando sus musculos, preparada para dar el salto definitivo. Ajeno a su suerte, el puerco paseaba tranquilo por el bosque de Weldazh escarbando de tanto en tanto en busca de trufas. Dos puntos de luz estaban clavados en el.

Cazador y presa interpretaban los ultimos movimientos del baile mas viejo de la historia. Sin embargo esta vez la conclusion final nunca llego. Un subito ruido de matorrales sobresalto al jabali, que pudo ver como una pantera negra como la noche se alejaba en direccion contraria. Desconocedor de lo cerca que habia estado del fin, se interno en matorrales bajos buscando proteccion, mientras la primera luz del dia iluminaba tenuemente el bosque.

Hacia muchos dias que la pantera no sabia nada del elfo salvaje. Aquel loco se habia marchado a lomos de un dragon... nunca cambiaria, se dijo para si. Sin embargo, habia vuelto a percibir el olor caracteristico de su compañero elfo. No podia confundirse, habia vuelto. Luna salio disparada hacia la ciudadela de Weldazh, al encuentro de Elenthyl.

Elenthyl habia llegado al bosque con la unica compañia de la dragona que le servia de montura. No traia los pergaminos, pero si la promesa de los Altos Elfos. Ardia en deseos de tener noticias del elfo oscuro y su mision. No hubo de esperar demasiado ya que, nada mas bajar de Aioleth, mientras esta volvia a su forma normal, La guardia de Weldazh le informaba de que tenia un mensaje de Anen Went. Al parecer habia regresado con exito de su viaje a la infraoscuridad, y se encontraba alojado en el Bastion a la espera de ser convocado.

Un mensajero partiria de inmediato hacia alli con el fin de convocarlo a Weldazh. Al dia siguiente, Aioleth volaria sola a Siempreunidos a informar a los Altos Elfos. En menos de una semana, los pergaminos estarian reunidos. Finalizados los preparativos, el elfo salvaje pudo al fin descansar del largo viaje por el cielo de Faerun.

Los dias pasaban lentamente. Weldazh registraba una actividad poco comun ya que los visitantes que por alli pasaban, informados de los acontecimientos, se quedaban para poder contemplar el fantastico conclave. Elenthyl contaba a todo el que quisiera oir sus ultimas aventuras, especialmete a Belith y Nuborn, que se mostraban tan ansiosos y preocupados como el. El numero de aventureros Draña crecia constantemente, pronto serian un ejercito.

Anen Went se presento cuatro dias despues en Weldazh. Tres dias mas tarde dos dragones argenteos proyectaban su sombra sobre la ciudadela elfa de Weldazh. El dia habia llegado.

Aioleth descendia escoltando al otro dragon a una gran plataforma arborea capaz de soportar el peso de las enormes bestias magicas. Una nutrida concurrencia les esperaba ya alli, alertada por la guardia exterior al cual los habia divisado con algo de antelacion. Llegaron al fin ante los alli reunidos. Mientras Aioleth volvia a su forma, una anciana maga de los Altos Elfos descendia de su montura apoyandose en un baston.

Tras las oportunas formulas de bienvenida elficas, se paso de lleno al tema que preocupada a toda aquella region. Los pergaminos, las drañas. La anciana comenzo a explicar la naturaleza del ritual que debia realizarse con ambas partes. Serian necesarios un clerigo de gran poder y un poderoso arcano para poder llevarlo a cabo, asi como sangre de dragon de sombras, imposible de encontrar, que los Altos Elfos proporcionarian llegado el momento. Y habia algo mas... se necesitaba un componente especial.

El ritual desarrollado por Kaatos exigia un alma. Un alma que actuara de sello y guardian del demonio. Uno de los dos celebrantes debia ofrecer voluntariamente la suya... Lo retorcido del ritual del liche conmociono a todos. No seria facil encontrar a quien se sacrificara voluntariamente. Al acabar el ritual, la Alta Maga volveria a SiempreUnidos, esta vez con ambas partes de los macabros pergaminos.

Anen Went no dudo en ofrecerse voluntario como el poderoso arcano que era. Deseaba participar en el ritual con todas sus fuerzas. Un pequeño grupo fue destacado al bastion con el fin de solicitar la presencia de algun clerigo en Weldazh y discutir el asunto del ritual. Seria algo delicado, ya que era de suponer que el elfo oscuro no se sacrificara en absoluto por nadie que no fuera el mismo, asique era el clerigo quien finalmente moriria. Si bien esa era la opinion general, una debil intuicion iluminaba el fondo del pensamiento de Elenthyl. El elfo salvaje creia que quiza...no, eso seria muy extraño, ciertamente.

Belith partio al frente del grupo enviado por Weldazh al Bastion, con numerosa compañia y la escolta de los hermanos Doline y Racks. Elenthyl se quedaria acomodando a la ilustre visitante de la arboleda, y velando por su descanso y seguridad.

La vigilancia resulto ser tediosa. Afortunadamente el elfo salvaje estaba acostumbrado a acechar durante dias a sus presas en la jungla, y le fue llevadero. Las panteras que lo acompañaban no pensaban igual.Durante los dias que siguieron numerosos cuerpos de drañas fueron llegando desde todos los puntos de la region a Weldazh. Se habia corrido el rumor de que una solucion estaba cerca, y todas las drañas capturadas por los aventureros que se encargaban de su control eran depositadas alli.

Una semana mas tarde, al caer el sol, regreso la comitiva. Dos clerigos les acompañaban.[/i:e1142cbd45]


PD: Me gustaria que Jogant y Anen postearan algo aqui o me mandaran un privado, ya que desde este punto no recuerdo con claridad lo sucedido y ademas considero que los protagonistas de la accion hasta la conclusion de la trama fueron ellos. Help me! Un saludo

Elenthyl Quart-Hadast, explorador

Elenthyl

18/09/2006 21:13:41





[i:e5deeb2af0]La luna brillaba sobre la resplandeciente superficie nevada del desierto. En torno a un fuego, diversos personajes se habían reunido velando por los enfermos de una terible plaga que azotaba Calimport y alrededores. Earyl, enfermo, conversaba con sus visitantes: Moreese, Andriuth, Zack... Beladriel. Lo numeroso del grupo hablaba en favor del clérigo elfo. Una suave brisa levantaba pequeñas ventiscas de nieve mezclada con arena de tanto en tanto.

Sopló el viento por enésima vez. De la polvareda levantada surgió la figura semidesnuda de un elfo salvaje, materializándose en la noche. A pesar del frío seguía sin poder soportar la opresion de las numerosas vestiduras que cualquiera mostraría. Con su capa y un par de amuletos era suficiente.

Elenthyl acudía a interesarse por Earyl, estable dentro de su gravedad. La compañia allí reunida hablaba de temas diversos, últimas novedades de la alocada sucesión de acontecimientos que azotaban aquella esquina de Faerun. Los dragones blancos, los gigantes de Estrirall, la maldita plaga, el bosque mágico en el desierto...

...pero, un momento. El bosque mágico ya no existía. Según comentaban los presentes, había desaparecido envuelto en magia. Y en su lugar se vió a un ejercito de drañas. Junto con algo que se describió como un demonio. Un demonio Draña.

No puede ser.

Alarmado por las noticias, Elenthyl se interesó en el tema. Si, drañas, otra vez. Esta vez habían ocupado el refugio formicida de las Montañas de la Marcha, como en su dia sucedió en Mir. El bosque de Mir. Imágenes fugaces cruzaban la mente del elfo salvaje, que empezó a recordar con claridad aquellos acontecimientos que vivió hace ya... tantas lunas.

Mirando fijamente al fuego, recordaba en voz alta aquellos macrabos sucesos. Casi sin darse cuenta, había comenzado a relatar una de esas terribles historias que se cuentan junto al hogar, en noches de tormenta, para asustar e impresionar a los niños.

Elenthyl habló durante horas, mientras los allí reunidos le escuchaban sobrecogidos. El gesto de inteligencia que mostraba la mirada de Earyl evidenciaba que él sabía algo del tema. Tras contar los pormenores de la aventura, el elfo salvaje recordó el terrible sacrificio de Anen Went al finalizar el ritual dirigido por los altos elfos, en el que el elfo oscuro dio su vida por Joganth y por el resto de implicados. Los transformados volvieron a la normalidad, el demonio fué encerrado de nuevo. Su alma serviría de sello para toda la eternidad a aquel terrible demonio draña. Sin embargo, quién lo liberó seguía en libertad. Y, al parecer, no se había mantenido mucho tiempo inactivo.

Earyl esperó pacientemente el final del relato de Elenthyl, para informarle acto seguido de la ruptura del sello, de la liberación del demonio, de la aglomeracion de Drañas en las Montañas de la Marcha. De inmediato todos pensaron en aquellos pergaminos que los Altos Elfos se habían llevado, reunidos esta vez, a SiempreUnidos una vez finalizado el ritual.

Pensaron en lo inútil del sacrificio de Anen Went.

Aquel terrible asunto no había sido enterrado.

La nieve caía suavemente sobre el desierto, al pie del Bastión de los Justos.


Continuara...[/i:e5deeb2af0]

Elenthyl Quart´Hadast, guardián explorador de Weldazh

davidsanesc

18/09/2006 23:11:32

[i:86dff33619]A la vez las noticias llegaban a oidos de la semielfa que una vez sangró por ellos como nunca nadie lo había hecho.

Los altos elfos le indicaron que era una marca drow. Pero ese drow no se había cruzado con ella de nuevo. Únicamente lo hizo uno: Anen Went. Ese drow no era de fiar. Aioleth no había estado presente en la desaparición de ese ser, pues se había quedado mirando como las drañas volvían a ser personas.

Ahora las noticias eran las mismas que en aquellos días. No!, peores!. Se hablaba del demonio draña paseando a sus anchas. Willhelm había rescatado a unos amigos de esa cueva.

¿Podría hacerlo de nuevo?. Los enfermos estaban cerca. Podían caer presa de esos seres en cualquier momento. Seguramente las drañas enfermarían, pero nuestros amigos podrían morir bajo sus patas.

Era hora de volver a visitar a los altos elfos de Siempre Unidos. Willhelm iba a venir para preguntar sobre el estado de su otro yo. Aioleth iría a buscar respuestas sobre la enfermedad a la vez que se presentaría como ayudante personal en temas que pudieran afectar al reino mágico e iría antes a buscar a Elenthyl, aquel elfo que se mantuvo con pie firme hasta el final ante aquellos sucesos del pasado. Pronto desearían viajar de nuevo sobre lomos de un dragón plateado.[/i:86dff33619]

davidsanesc

12/10/2006 20:02:51

[color=red:1464a2f315]A pocos días de que las Umbras vayan a por el Bastión[/color:1464a2f315]

[i:1464a2f315]Sentada frente al atril y con un puñado de pergaminos enredados ocupando el menor espacio posible en mochilas diferentes, se disponían bien colocados para ser lanzados un cercano día. El cansancio reinaba sobre el cuerpo de la semielfa, habiéndose quedado dormida unas horas atrás tras terminar su trabajo con las pociones.

Se despertó al día siguiente sin saber cuanto tiempo había pasado en aquella posición y rápidamente se dispuso a coger el barco hacia Calisham. Esperaba que el tiempo estuviera a favor para llegar con premura, y así fue. Desde lo lejos se divisaba algo acercarse desde el cielo a la ciudad. Lo que era no lo sabía aun.

Recorrió las calles del puerto, esquivando siempre aquel círculo medio enigmático, el círculo de la diosa Shar. Se dirigía a la salida cuando ...se comenzaban a oír gritos a lo lejos.

-La gran sierpe, la gran sierpe.

Balagos se había acercado a la ciudad a pedir algo. La gente pensaba en acercarse a buscar esa cosa, ese ¿hijo?. Pero Aioleth no podía perder el tiempo, no con dragones, aunque tal vez se le pasara la idea de conseguir un aliado para combatir al dragón de las sombras.

Su camino, su lugar ahora estaba en Bastión hasta que nada mas importante la requiriera. Así que siguió caminando dejando atrás a un grupo que se veía con ganas de ganar millones de monedas a cambio de ir a buscar a ese pequeño dragón.

Y no pasaron muchas horas hasta que una muchacha que conocía vino a buscarla allí adentro. Al parecer existía una posibilidad de que aquellas drañas que un día atacaron a unos monjes y viniese un joven a pedirle aquel cetro, (cetro no devuelto ahora que lo pensaba, por cierto), fueran a combatir junto a las sombras.

Pero ...sí, tal vez fuera mas cierto que incierto. Habían aparecido demonios, y hacía un tiempo ya que se hablaba de un demonio draña suelto en estas tierras. Era hora de acabar con una parte del posible enemigo. Salió con aquella muchacha y estaban todos allí: Fibrizo, sosteniendo una gran espada; el maese Groanor, su mejor comprador en Aguas Profundas; el mago del sombrero con el que se cruzó el primer día en el camino cuando se dirigía a ver a ciertas personas (aquel señor Nesur, que tal vez aun siguiera buscando magos para su ritual), y otros guerreros que combatirían junto a ella en la futura contienda que pronto les caería encima.

El factor sorpresa esta vez estaba del lado de ellos. Es lo mismo que iban a hacer las sombras contra el Bastión, en realidad una buena táctica propia de un buen ejército. No hizo falta un ejercito para llegar nosotros a luchar contra aquellos seres.

La gente temía lo peor y nos encontramos lo peor. Las mochilas con los pergaminos que iban a ser usados en la batalla final, tanto para el Bastión como para las sombras desaparecían rápidamente de sus manos tras ser usados y lanzados al suelo en busca del siguiente. Las drañas gemían a la vez que conjuraban y conjuraban y traían seres de otros planos al nuestro. Mystra debía estar sufriendo por nuestra culpa, pero era eso o morir próximamente. El maese y Fibrizo formaban un buen equipo atacando con sus reliquias a aquellos seres; pareciendo que se dirigían hacia los altos cuellos de aquellas cosas. Era como si supieran que parte del cuerpo tenían más débil. Pero no, había demasiadas. La presencia de la maga era también vital. Un conjuro tras otro, y otro tras el siguiente, así sucesivamente, no teniendo apenas tiempo para conjurarse protecciones mágicas sobre sí misma. Su cuerpo empezaba a tambalearse de terror. Todo era un caos. Varias salas despejadas con múltiples restos descuartizados y chamuscados por las grandes trombas conjuradas. Era sin duda un buen ataque, pero ... insuficiente; “insuficiente” ante la siguiente hilera de drañas comandadas por ella, el demonio. La magía enemiga llegó a atizar a Aioleth, que ya soportaba desde hacía un rato un teleportador sobre una mano y de repente cuando vió que su cuerpo era sacudido eléctricamente, “volvió”. Estaba a salvo, temblando en el cuarto de la torre de magos de Aguas. Celuldur estaría paseando por la torre. No la oía sollozar. Se miraba las manos, y las mochilas vacías maldiciendo a aquellas bestias que aun quedaban allí adentro, y mas aun a su señora; aquel demonio.

Cogió una carta que le habían dejado sobre la cama. Era de Willhelm, al parecer necesitaba hablar con todos los del Refugio. Leyó las primeras palabras y cayó agotada en la cama mientras se iba vendando sus heridas.

La calma se apoderó de ella unas largas horas hasta que se levantó y recordó lo sucedido. Apenas había tiempo para hacer más pergaminos, el futuro incierto estaba cada vez más cerca. [/i:1464a2f315]