Axtro2006

19/07/2006 10:06:27

Tras el desagradable encuentro con aquel drow, Earalduil vagó por el desierto, desorientado, maltrecho, desquiciado, no lo entendía, y lo peor es que se estaba acostumbrando a ello, a odiar a su propia raza.

Por un momento se quedó parado mirando a la puerta de calimport llevándose la mano al estomago. (Quizás Kaatos pueda ayudarme o el gran sacerdote del templo del distrito de la fe). Fue al templo primero a visitar al sacerdote, pero no pudo atenderle por tener muchas curas pendientes, y su aprendiz, realmente no sabía nada, pero me dijo que le contaría lo ocurrido a su maestro. Con Kaatos, casi igual, estudiando, encerrado en su biblioteca, solo tenía tiempo para los nuevos arcanos, para los iniciados, pero decidí dejarle un pergamino poniendo lo que me pasaba.

Salí de calimport, no sin antes escupir hacia la zona donde aquel elfo exponía a la venta sus cosas y despotricar en voz baja contra los de mi raza, estaba totalmente desquiciado y lo único que me faltaba era Kassandra, ahí estaba, al menos estaba a salvo de aquel maldito drow, al menos sentía que había merecido la pena, hasta que ella habló, con el mismo respeto que le había tenido siempre, sin dar unas gracias y encima con sus estúpidas bromas, ya estaba hasta la capucha de escucharla. (Mejor dar un paseo). Dio un paseo por el distrito de la magia, luego hacia los muelles, pensó en visitar a los de aguas profundas, pero decidió esperar a que le dieran una respuesta, ya se acostumbraba a que "Eso" le perturbara todo el rato, aunque no podía resistirse al odio por los de su misma raza a pesar de su buen corazón.

Sus pasos le llevaron otra vez a la entrada, salió por la puerta dirigiéndose al oasis, y comenzó a caminar alrededor del agua, le daba vueltas y vueltas a lo ocurrido sin entender, pero aquello había subido desde su estomago hasta la cabeza, incluso de vez en cuando se movía para darle retortijones. (A lo mejor, "Ello" estaba vivo, a lo mejor podía ser aniquilado). Una voz le sacó de su ensimismamiento, otra vez Kassandra, esa chica le sacaba de quicio en aquel momento, justo en aquel momento es a la que menos necesitaba, su cabeza se agobiaba, escuchaba las palabras de la chica pelirroja casi de fondo y le vino a la mente algo, le dio la espalda a Kassandra aún escuchándola mientras se dirigía al lago del oasis, se miró fijamente y repudió su rostro, ahí fue cuando decidió hacerlo, era el momento. Colocó el dedo índice y el corazón juntos y tocándose con la punta justo el centro de la frente, en el interior de la cicatriz que le había echo aquel drow, pronunció unas palabras y su corazón dejó de latir mientras su cuerpo caí a plomo sobre la humeante arena.

Kassandra miraba el cuerpo absorta, su expresión de sorpresa era clara y miraba a su alrededor sin saber lo que había pasado, gritaba a alguien inexistente que apareciese, creía que había sido asesinado por algún arcano, lo había sentido, incluso había logrado escuchar levemente parte del conjuro. Lo más rápido que le fue posible cogió el cuerpo y se lo llevó a un lugar para ocultarlo de su agresor, invocó el poder de Tempus y el alma del hechicero volvió a su cuerpo, aturdido miró arriba y vio a Kassandra diciéndole algo y recostándolo de nuevo, ella se alejó corriendo para defender la posición, pero el arcano utilizó la teleportación que le llevó a un lugar seguro, donde sabía que nadie podría molestarle, necesitaba descansar y averiguar si la situación había hecho efecto, al menos ahora, se sentía relajado, ahora podría meditar tranquilo.