M_v_M

04/08/2006 00:41:39

Tras una breve charla en el mercado de Puerto Cálim sobre magia arcana y sobre ámbitos de poder de cada uno de ellos, el grupo decidió salir a campo abierto a compartir sus poderes y a practicar su fuerza mágica contra los insensatos monstruos que se cruzaran por su camino.

Narx, Laugrim, su pareja Ulurae y el sombrío Moreese Vállorac salían de la ciudad con sus varitas al alcance de sus manos y sus mentes repletas de conocimiento y conjuros.

Lo mejor es conocer bien a tus posibles enemigos para conocer sus puntos débiles, pensó Vállorac mientras observaba cómo los compañeros actibaban sus conjuros y sus piedras ioun rodeaban sus cabezas.

Siempre convenía tener ese tipo de aliados que saben cómo actuar en cada momento... por lo que el mago sombrío conjuró a un diablillo desde el más profundo abismo, para que le sirviera con su sabiduría y conversación, cuando de repente el ser infernal perdió la consciencia y empezó a atacar a todo el grupo... Vállorac no tubo más remedio que luchar contra él y mandarle al plano del que venía muy a su pesar... Aquello era demasiado raro... Nunca ningún aliado menospreciaba a Moreese Vállorac... Él siempre pagaba bien cualquier servicio prestado, pero aquello...

Divagando sobre esto, en el desierto de Cálim, la piedra ioun de Ulurae cayó como un vulgar guijarro al suelo, inactiva e inservible... Aquella fue la gota que colmó el vaso... Mientras los demás magos seguían el camino sin percatarse y sin dar demasiada importancia a aquel incidente menor, Vállorac recordaba viejas lecciones teóricas del pasado...

"Las zonas de magia salvaje son las que más debes temer, aprendiz... Pues en ellas cualquier conjuro puede resultar mortífero, desde el más inofensivo hechizar persona, que podría volver loco a todo un pueblo, o el más ruín rayo de escarcha, que podría convertir la región en un témpano... Mientras que un lamento de la banshee podría revivir a los muertos y el mejor de los revivires podría matar a todos los presentes para siempre... Es en esas zonas donde se debe tener más cuidado... La aleatoreidad invade hasta el último confín de esas áreas, y lo más recomendable es dejarlas en paz..."

Y vinieron a su cabeza antiguas leyendas sobre Cálimport... Magia de fuego, Djinnes, antiguas guerras milenarias, perturbaciones durante la Era de los Trastornos y los avatares de las deidades correteando por allí... Aquello no podía ser anticipo de nada bueno... La Urdimbe era difícil de perturbar, pero... posible al fin y al cabo...

Divagando sobre todo aquello estaba Vállorac hasta que él y sus compañeros de viaje llegaron a Colina de Gilian. Abundante cena y buena bebida, pero la inquietud era la reina en la mente del mago...

Se despidió de sus compañeros y, preocupado, se concentró en aquél lugar donde la ioun se dispersó... Al abrirlos estaba en ese lugar, tras un conjuro de Teleportar con éxito.

Con su impaciencia y ansía de saber como mejores armas, se adentró en la ciudad en busca de respuestas, camino a la Biblioteca del Inmortal, cuando casi al salir del mercado un estallido de cristal atronó el aire y hasta la misma Urdimbre...

Un cristal antimagia de la entrada había explotado en mil pedazos, y según los testigos, sin causa aparente... Se acercaba a la entrada junto con la multitud de curiosos y arcanos interesados como él, junto con la guardia, cuando, sin tiempo a asimilar la situación, una nube apestosa cubría la zona del pozo...

Aquello era un caos, la guardia arcana no daba avasto para explicar y buscar explicaciones para los sucesos que no podían ser otra cosa que una perturbación muy seria en la Urdimbre...

Quizá alguna deidad descontrolada? Magia antigua desenterrada?

Moreese Vállorac y otro arcano recién salido de ninguna parte que se hacía llamar Beck, salieron en busca de explicaciones y soluciones, compartiendo sus temores... Magia Salvaje...

El silencio de los guardias, el temor de la plebe, el caos que los bandidos aprovechaban para asaltar y robar...

Todo encubría el misterio, y la noche se cernía sobre el mago sombrío, que no encontró respuesta en sus rezos ni en la biblioteca...

nail2005

08/08/2006 18:49:26

*un gnomo de viaje*
Estaba preprando mis conjuros antes de enfrentarme a la muerte viviente ke asolan nuestras tierras, pero antes de entrar... *flup* todas mis protecciones desaparecieron, asi sin mas. Un echo sin precedentes que debia ser cuidadosamente estudiado.

Un mägo no puede puede permitirse este tipo de cosas. Si esto hubiera passado unos segundos mas tarde, en plena batalla... no no.. mejor no pensar en eso.

En esta situacion Rad prefirio no pelear este vez, no hasta ke no tubiera control nuevamente sobre su magia.

Iva de camino a Aguas, para adquirir una nueva katana. Estando tan cerca las fechas del torneo. Debia estar bien preparado. Con esos pensamientos en la cabeza se dio cuenta de que algo asi durante el torneo podria resultarle fatal.

En el mismo camino poco antes de llegar a Aguas, otra vez sucedio, la urdimbre estaba jugandole malas pasadas sin ningun motivo aparente. Todas sus protecciones disipadas de nuevo.

El gnomo acelero el paso para llegar a la ciudad, mejor estar en un lugar protegido, dadas las circumstancias.

(Kizas en la torre de magia de esta ciudad puedan aclararme alguna cosa), con estos pensamientos el gnomo fue trankilamente a comprar su nueva katana.

Artanis

08/08/2006 20:47:14

Andrik está preocupado. Demasiado. La magia está sumida en el caos y Andrik, como mago que es, también lo está. Por su mente no paran de pasar las imágenes de los fallos de su magia.

La primera vez fué en Tezhyr, sus conjuros, por entonces algo básicos, se disiparon sin causa aparente: soportar los elementos, santuario y la convocación que en ese momento había realizado. Andrik pensó que sería una leve perturbación en la Urdimbre sin importancia, o quizá una falta de concentración que tuvo como consecuencia la disipación. No obstante, no paraba de oír de boca de otros arcanos que habían tenido problemas similares, no demasiado graves, cosa que no hizo otra cosa que incrementar la preocupación que Andrik tenía.

Días después, cuando Andrik caminaba por el desierto probando una de sus nuevas convocaciones, el caos mágico repercutió en ellas, llevándolas a una confusion absoluta. Mientras la pantera convocada mordía una de las piernas de Andrik, su méfit Einal golpeaba el lomo de su pantera. Andrik, totalmente sorprendido, a duras penas pudo pronunciar las palabras que desconvocaron a las criaturas. Por suerte lo hizo a tiempo.

En estos momentos Andrik se halla buscando información sobre los extraños sucesos. A pesar de la información que ya ha encontrado, Andrik sigue indagando en los libros para arañar cualquier pequeño dato que sea útil y rezando a Mystra para que todo este caos acabe.

M_v_M

09/08/2006 11:49:43

Relámpagos que caían a su lado, zonas que de repente se volvían oscuras sin motivo aparente, entes de luz que brotaban de la nada y tentáculos negros que surgían del suelo... Demasiadas incógnitas.

Toda una compañía de magos y guerreros acompañaban a Moreese Vállorac hasta el último sitio donde les sería seguro el regreso. Tras una larga caminata cargada de interminables obstáculos, la compañía llegó a Aguas Profundas, acompañada de las alteraciones mágicas...

(Es posible que alguno de nosotros sea el causante de todo esto...incluso es posible que nos persiga alguna criatura devoradora de magia....) -Pensó el mago oscuro antes de despedirse de los demás.

-¡Laugrim, Narx! -gritó con su fría voz- ¡Si hay novedades manden emisarios o mensajes oníricos, el teletransporte desde allí es imposible!

Los dos magos y los demás allí reunidos asintieron mientras veían cómo Vállorac desaparecía tras el horizonte a lomos de un corcel negro como la noche... rumbo a las Tierras Centrales Occidentales... rumbo a Candelero...

//Tengo que buscar info sobre la ciudad, luego rolearé mi estancia allí XD

M_v_M

09/08/2006 12:13:13

Las enormes murallas de la ciudad eran lo único que se divisaba desde los ojos de Moreese Vállorac. Desde el denominado Camino del León, el mago cabalgaba hacia su destino. La ciudad de Candelero se asentaba sobre un risco volcánico que dominaba el mar.

Vállorac, sabedor de las normas de la ciudad y de la biblioteca, llevaba consigo el peaje necesario para acceder a ella: un libro cualquiera pero de valor e interés suficiente como para dejarle pasar. Se trataba de un completo manual que versaba sobre la creación de gólems.

-Portalero, vengo a visitar la biblioteca... Aquí tenéis lo necesario para permitir que mi entrada sea grata... -dijo con su voz más amable el nigromante.

El denominado Portalero, como siempre justo en palabras, asintió guardándose el volumen bajo su túnica e indicando al mago que lo acompañase.

Mientras duraba el trayecto, Vállorac no pudo sino admirar la férrea jerarquía de poderes que se daba en esa ciudad... Candelero estaba gobernada por el llamado Guardián de los Libros, con varios Grandes Lectores a su servicio (no podían ser más de ocho). Éstos a su vez eran ayudados por el Cantor, que dirigía los cantos proféticos de Alaundo, el mayor profeta de todo Faerûn. Y por último estaban el Guía, que era quien enseñaba a los acólitos y el Portalero, que era quien se ocupaba de la seguridad y de los visitantes.

En su condición de clérigo, Vállorac había sido bien recibido en anteriores visitas a la fortaleza, que no temía de la seguridad de sus libros ya que se habían implantado grandes medidas de seguridad. Por medio de la magia, ningún papel o libro podía arder dentro de los límites de Candelero, el teletransporte estaba negado dentro de la ciudad, y a los ladrones les esperaba en su única vía de escape el fantasma de una dragona argéntea. Además ningún visitante, por extraordinario que fuese, podía permanecer más de diez días en la ciudad, y no podía regresar hasta pasado un mes entero desde su anterior visita...

Tras la audiencia con Úlront, actual Guardián de los Libros de Candelero (que se tornó breve, debido a la confianza que Moreese había inspirado en anteriores ocasiones gracias a su preocupación por los libros), el Portalero acompañó al mago a la biblioteca principal, donde había una copia de casi cualquier libro que se había escrito alguna vez en Faerûn... También había rumores de una sala especial subterránea que guardaba toda una biblioteca repetida de toda edad o tema... Pero en aquella visita, el mago no se preocupó de hacer caso a los rumores...

7 días después...

Sin descanso y sin haber salido de la biblioteca más que para comer y dormir poco y mal...Las pilas de libros revisados por Vállorac se amontonaban alrededor de la mesa en la que se sentaba, ojeando y hojeando todo volumen y libro de conjuros que consideró interesante...

Hasta que dio con lso tres libros que contenían la información que buscaba... Mandó a los escribas que hicieran inmediatamente una copia de todos ellos, pagando lo necesario para que los concluyeran en tres días, pues su estancia en la ciudad se estaba agotando... Dos días después y cien mil monedas de oro perdidas, la noche era atravesada de nuevo por el encapuchado montado a lomos del caballo, igual de negros los tres... Mago, caballo y noche...

En la bolsa de viaje del nigromante, tres libros con un sello se apilaban cuidadosamente guardados y protegidos, los tres con el símbolo de Candelero: un castillo con llamas de vela ardiendo en lo alto de sus torres. Los tres volúmenes eran: "Magia Salvaje & Magia Muerta", "Historia completa de la región de Calimshán" y "Cómo conjurar un detectar magia con éxito"

Atrás quedaba ya la ciudad fortificada, aproxímádamente un mes después de su partida desde Aguas Profundas...

Moreese Vállorac dejaba atrás Candelero, con la placa en la entrada de la ciudad: "Aquel que destruya el saber con tinta, fuego o espada, será también destruido. En este lugar, los libros tienen más valor que las vidas"...

heredeiro

10/08/2006 02:09:32

La última cerveza antes de el viaje está llegando a su fin, Seriand observa la jarra casi vacía y alterna la mirada con la puerta. Piensa en Racks, quizas consiga gente que le acompañe un buen tirador y un buen guerrero, un barbaro estaria bien, no soportan la magia y un buen tirador... a saber.

El viaje esta a punto de empezar y si nadie cruza la puerta para escoltarlo su cruzada sera en solitario; sea lo que sea, la oportunidad que buscaba se ha presentado frente a él y no la dejará escapar, no sin antes haber sacado su parte al menos.

Burgg

11/08/2006 17:24:27

Khashirath acompañada de dos compañeros de aventuras se dirigían hacia el pantano de la araña a practicar un poco, Kashirath camuflada con la apariencia "Yli" una joven exploradora, felizmente se abrían paso entre las arañas y derrepente...cayó un rayo cerca de ellos y el cuerpo de Kashirath se cubrió de sombras sus compañeros huyeron atemorizados.

La clériga incosciente apareció en un lugar desconocido para ella delante de tres tronos un tétrico lugar donde las sombras habitaban...

Kashirath despertó y una sombra con forma femenina apareció delante suya y se sentó en el trono del centro una voz la obligó a caer de rodillas y comenzó a hablarla.

Shar- Bienvenida hija mía-
Kashirath- ¿Dónde estoy?-
Shar- Tu no eres quien hace las preguntas-
*Kashirath quedó en silencio*
Shar- ¿Conoces los fallos que existen ahora en la Urdimbre?-
Kashirath- Así es-
Shar- Los he provocado yo, he creado unas criaturas que están devorando la Urdimbre como unas polillas a una tela y esa tela está casi desgarrada y por eso tengo una misión para ti-
Kashirath- Mándame cualquier misión que las cumpliré con gusto-
Shar- Debes engañar a las gente para que mis gusanos terminen de comerse la tela-
Kashirath- Serán engañados como niños
Shar- Muy bien, debes rezar durante una hora para volver al plano material y te daré fuerzas para cumplir tu misión, esa es mi Voluntad-
Kashirath- Será cumplida-
*La diosa desapareció en las sombras*

Después de rezar una hora Kashirath apareció en el mismo pantano lista para cumplir su misión divina.

//Nadie puede conocer esto

M_v_M

12/08/2006 01:43:05

//Pero alguien que en sus investigaciones se haya topado con la Urdimbre sombría o sepa un poco sobre deidades, puede sospechar de que algun poder divino pueda estar detras... Y deidades tan malignas y misteriosas, aparte de engañosas...hay tres o cuatro :lol:

De todas formas, lo de tu encuentro con Shar no lo debe saber nadie si no lo dices antes, claro

Un saludo

M_v_M

17/08/2006 12:34:19

Los cadáveres de las formicidas invadían el suelo de la cueva, y entre el fétido olor que desprendían, se erguía un Moreese Vállorac ataviado del negro mas absoluto... mirando a la mujer que tenía delante y al elemental de tierra que custodiaba la entrada...

-Lo primero es lo primero... Su magia no es normal, verdad? -preguntó el nigromante a aquella misteriosa mujer, que conjuraba hechizos más difíciles de disipar y sombríos... A aquella mujer que se hacía llamar Ynberg.

-Eso está claro, y no es lo que importa aquí... Me da igual lo que sepa acerca de la otra Urdimbre, pero lo que no quiero es que nada de lo que hablemos salga de aquí...

-Tranquila -respondió con su habitual tono de voz frío y tajante- Si estoy vivo es porque sé guardar un secreto...

-Espero entonces que siga pudiendo guardarlo, por su bien...

(Qué poco me gusta que me amenacen... -pensó Vállorac- pero sin su ayuda, poco voy a sacar de todo esto....)

La mujer siguió hablando:

-Es la voluntad de quien me envía que sus teorías no salgan a la luz... dígales a los arcanos que esto se solucionará con el tiempo, que no hay que hacer nada concreto para arreglar la situación actual de la Urdimbre... Y si, como yo creo, sabe quien me envía... sabrá a lo que se arriesga si hace otra cosa...

Tras reflexionar unos segundos, una sonrisa torcida se dibujó en el rostro encapuchado del mago:

- ... No les diré eso... Les diré algo aún mejor... Pero quiero su palabra de que con todo lo que tengo pensado, no saldré perjudicado, al menos por parte de usted y de su diosa...

-La tiene...

En los siguientes minutos, el arcano narró su plan a la misteriosa mujer de los secretos, que no pudo sino escuchar y mostrar su aprobación ante tales ideas...

Piconsi

18/08/2006 05:13:37

Los zarcillos de energia crepitaban, saltando de un lugar a otro, ganando y perdiendo poder. Cual un descosido en la tunica de Mystra, unas pocas hebras de la Urdimbre se habian deshilachado. La Señora de los Misterios sabia que, aunque molesto, de momento no existia peligro inmediato. Sin embargo, tambien era consciente de que un solo hilo mal tejido puede arruinar hasta el tapiz mas perfecto. Y ella estaba al cargo de un Tapiz muy importante...

Ya habia tomado una decisión.

Artanis

26/08/2006 12:13:43

Era un día como otro cualquiera en Calimport, el mercado estaba repleto de ciudadanos, mercaderes y aventureros.

En los bancos en torno al pozo de la entrada de Calimport se encontraban unos cuantos de estos aventureros manteniendo una distendida charla; éstos eran Andrik, Laugrim, Urulae y Earyl, tres de los cuales eran arcanos, lo que generaría una mezcla explosiva... literalmente.

Earyl y Laugrim se alejaron unos pasos, parecía que querían tratar algún tema privado... Andrik los miraba intentando sonsacar cualquier información a partir de sus semblantes.

Fué en ese momento cuando el caos mágico volvió a golpear. Muchos de los objetos mágicos de los presentes comenzaron a explotar, uno tras otro. No fué como en las otras ocasiones en que explotaba un objeto o, como mucho, dos. En esta ocasión fueron muchos mas los artefactos mágicos afectados.

Andrik quedó en el suelo con una rodilla hincada en la arena a causa de las explosiones. Laugrim curó sus heridas y le ayudó a levantarse. Cuando Andrik se recuperó y levantó la mirada vio en el aire un brillo... la magia estaba muy concentrada en aquella zona. Las pequeñísimas partículas brillantes comenzaron a arremolinarse alrededor de los tres arcanos allí presentes formando una especie de torbellino alrededor de cada uno de ellos.

Los cuatro allí presentes estaban totalmente pasmados, lo que ocurría era algo que nunca habían visto. Entonces se dieron cuenta de que según los arcanos se separaban entre ellos, los torbellinos parecían disiparse... fué un tremendo error. La magia arremolinada no se disipaba cuando los arcanos se alejaban, sino que se concentraba en un mismo punto entre ellos.

Andrik, Laugrim y Earyl se dieron cuenta de ello demasiado tarde... las pequeñas partículas ya se habían concentrado en el mismo punto, formando una de las ya típicas partículas de magia pura que tanto se habían visto en Calimport.

Fué un corto combate, aunque no por ello poco intenso, todo lo contrario. La partícula de magia pura comenzó a lanzar conjuros con la típica rapidez que la caracterizaba, Earyl cayó y Andrik quedó malherido. Fue un guardia que pasaba por allí quien propinó el golpe final a dicha partícula con su espada mágica.

Concluido el combate, el mismo guardia llevó el cuerpo de Earyl al templo para que le devolvieran a la vida. Andrik se quedó allí quieto... no quería moverse ya que había llegado a una conclusión sobre la causa de todo eso... la proximidad de varios arcanos.

//Bueno, si alguien quiere escribir lo mismo por mí vale, que a mí no se me da muy bien el tema de contar historias :p, y además así tenemos más puntos de vista.

Burgg

26/08/2006 21:17:59

Ynberg tras llegar de su viaje decidió vender unas cuantas baratijas para eliminar peso de su mochila mientras vendía las mercancias a los distintos comerciantes del mercado Calishita un hombre con una armadura plateada y roja la miró descaradamente ese hombre era Vallorac y quería hablar con ella.


Ynberg- ¿Quieres algo?-
Vallorac- Quiero hablar con usted-
Ynberg- ¿Pero quién sois?-
Vallorac- Soy Vallorac-
Ynberg- Ah es verdad-
Sin pensarlo se marcharon fuera de la ciudad a un lugar apartado

Vallorac- Debo informala de las nuevos acontecimientos que hay sobre este tema
Ynberg escuchó atenta la nueva información de Vallorac
Vallorac- Como ya sabes he mandado a unos cuantos magos a la busqueda del Mytal y se están volviendo locos, también he ido a Aguas a un templo de Mystra con Laugrim para averiguar más cosas y una de sus aliadas me ha dicho que iba a mandar a alguien para que la informase.
Ynberg- ¿Aliadas?, yo no tengo aliadas...
Vallorac- Ella me dijo que mandaría a alguien
Ynberg- A mi solo me envía una persona mejor dicho no es una persona...
Vallorac- Ella es una vampiresa que me habló de su fe y me ha propuesto unirme a su ejercito también me mostró una especie de castillo custodiado por balors y un lugar con tres tronos y yo quiero servir a tu diosa porque tengo conocimientos de la otra Urdimbre
Ynberg- Tres tronos...interesante sigamos hablando sobre el tema de la magia
Vallorac- Está bien también hay un clérigo de Mystra llamado Earyl que quiere invocar a su diosa
Ynberg- Debemos eliminarlo como a ese mago Laugrim

//Luego escribo otro post y termino

Burgg

26/08/2006 21:54:56

//Esta situación se anula.
Edit: la anterior si

M_v_M

27/08/2006 04:18:52

//La continuación o versión personal de mi PJ está en "dudas de un arcano tentado". Pensé que era mejor ponerlo ahí... quien le interese, ya sabe donde encontrarlo :wink:

Piconsi

31/08/2006 17:38:42

Una masa negra ha aparecido sobre la Esfera de Kaatos. Nadie la ha visto aparecer, simplemente esta ahi... Para los que presenciaron el ultimo Ataque de Magia Pura en Calimport, les recuerda a los tentaculos que absorbieron las esferas de magia durante el ataque.

Desde que ha aparecido, no se han vuelto a repetir ataques en Calimport, ni se ha visto ninguna perturbacion magica en la ciudad.

Dilvish

01/09/2006 14:19:39

Dardalion, primeras respuestas.

[i:9cfbddec04]El clérigo de Mystra atracó en el puerto de Calim al anochecer.

Mediante su magia había "forjado" una gran amistad con el capitán pirata, que en un primer momento pensó en tirarle al mar para cobrar y evitar el largo viaje. El experimentado guerrero del mar poco sabía de la Ciudad del Desierto. Le recomendó una posada en el Distrito de los Muelles y que el mercado, cerca e un oasis, era el mejor lugar para obtener información sobre la ciudad. Dardalion decidió buscar primero una cama y una vez conseguida, y protegidas sus escasas pertenencias por un glifo custodio como era su costumbre, salió a conocer la ciudad.

Cuando llegó al mercado, y a pesar de que caía la noche, había numerosos comerciantes y público que vagaba silencioso entre los puestos a la busca de mercaderías. Todo se vendía en esta ciudad, incluso esclavos. Dardalion no se metió en nada. No le agradaba la esclavitud, pero no arriesgaría su misión por salvar a un desconocido.

Intentó entablar conversación con algunos aventureros, o eso parecían a simple vista, en el puesto de un tal Bunus. Nadie quiso o supo contestar a sus preguntas, a pesar de que solo quería saber si existía un templo de la Dama en la ciudad.

De repente un elfo cubierto por un sombrero de ala ancha le abordó y por 100 mo le ofreció ponerle al día de informaciones que quizá podrían salvar su vida. Antes le advirtió que abandonara la ciudad pues sucesos extraños y mortales ocurrían en ella. Eso fue lo que le decidió a creer en su buena fe.

Dardalion aceptó, y con un conjuro de ataque en los labios, siguió al elfo através de la muralla exterior hasta una zona que inmediatamente identificó como los barrios marginales de la ciudad. En eso todas las ciudades son iguales, pensó, con la única excepción de Luna Plateada quizá. El elfo le advirtió de posibles robos y para evitarlos Dardalion se hizo invisible y le siguió hasta una posada "El camello escupidor".

Dentro del local, el clérigo se hizo visible sentado a la mesa y delante de unas jarras de cerveza la lengua del individuo se desató. Una plaga asolaba la ciudad, matando inumerables personas. La magia se había vuelto inestable en la ciudad y los objetos mágicos portados por los ciudadanos explotaban, matándo o hiriendo a los desdichados que estaban cerca. Además un draco-liche se había apoderado del Distrito de la Fe y el templo de Mystra en la ciudad había sido destruido y recientemente una nube negra marcaba la guarida de un tal Kaatos. Tuvo que insistir, pero el elfo al final le contó que se trataba de un esqueleto capaz de ejecutar conjuros arcanos... a todas luces, un liche.

Abrumado por la información, Dardalion se aseguró la colaboración futura del señor Luna, como asi se identificó el elfo, entregándole una buena suma de dinero. No tenía sueño, por lo que decidió explorar la ciudad y los lugares que había mencionado Luna.

Tenía una misión... pero no sabía todavía cual era. Quizá si recorría la ciudad la Dama de los Misterios le enviaría una señal.[/i:9cfbddec04]

Piconsi

03/09/2006 15:08:22

Por alguna razon que la mayoria desconoce, la llave que daba acceso a la Biblioteca de Kaatos ha quedado inservible y vacia de magia.

Piconsi

04/09/2006 12:05:56

La nube que inicialmente podia verse por encima de la Esfera de Kaatos, ahora cubre todo el Distrito de la Magia.

azalea_flameus

04/09/2006 13:24:18

[i:ae4c64ea6b]una druida de viaje


Mientras estaba paseando por los alrededores de Calimport y vigilando que los bosques estubiesen en órden....... vi como los conjuros hechizados sobre mi desde hacía muy poco rato, desaparecían sobre mi sin tener explicación alguna........ estaba confusa y no entendía que había pasado.......

"Cosas mias, no puede ser Azalea" pensé y seguí mi marcha.......volví a ponerme conjuros de protección y volvió a suceder lo mismo......decidí tumbarme en la hierba y descansar para ver si entendía que sucedía cuando estirada, vi que una gran manada de pájaros huía de la ciudad de Calimport.....

"Qué raro, esto no es normal" dije, silbé al aire esperando la llegada de mi fiel halcón Claudia y le pregunté qué estaba sucediendo.......

"una nube envuelve la ciudad de Calimport" me dijo en voz animal, "los pájaros huyen, nadie entiende qué sucede"...pensé que quizá dicha nube hacía que desapareciesen mis poderes al haber inhalado su aire así que fuí a investigar.......

Cuado llegué quedé sorprendida, un cristal antimagia de Calimport se había roto! nadie entendía el porque de lo sucedido y yo cada vez pensaba que esto tenía más y más relación con lo sucedido a mi magia...... estando tumbada en la hierba no pasaba nada pero en pleno combate hubiese sido fatal....... nadie entiende qué está sucediendo y de dónde ha salido dicha nube pero....... llegaremos al fondo de la situación

Piconsi

08/09/2006 22:16:05

A media que van pasando los dias, la nube de energia oscura que inicialmente cubria la Esfera de Kaatos ha ido creciendo y expandiendose, por lo que ahora puede divisarse desde el desierto, y cubre la mayor parte de la ciudad, impidiendo el paso de la luz del sol y dejando a oscuras a sus habitantes.

Por otra parte, los curiosos que paseen por el Distrito de la Magia, pueden ver como varias ramas muy gruesas han roto los cristales de las ventanas de la Esfera de Kaatos, saliendo fuera de la misma.

Sin embargo, desde la aparicion de la nube no se ha repetido ningun ataque a la ciudad.

Dilvish

09/09/2006 12:36:43

Dardalion, la nube negra.

[i:550e0416f6]Desde su llegada a Puerto Calim, la nube que cubría la extraña torre del distrito de la magia no cesaba de crecer.

Dardalion estaba asustado. En su interior, una pregunta se abría paso en su mente hasta interrumpir sus rezos o aparecer en sueños. Solo su fe en Mystra, le impedía salir corriendo de este maldito lugar de arena.

-"Acaso la nube comenzó con mi llegada? Seré, sin quererlo el culpable de esta desgracia?"

Recientemente había vuelto al Distrito de la Magia y había visto unas extrañas raices. Estas se abrían paso desde dentro de la torre... como si algo creciese en su interior.

Por más que preguntaba en el mercado de la Ciudad del Desierto, nadie le daba razón de los sucesos que en la ciudad ocurrían... desmoralizado, Dardalion se recluyó en la habitación de la posada portuaria donde se alojaba y rezó a la Dama durante tres días y sus noches esperando consejo.[/i:550e0416f6]

Dilvish

18/09/2006 19:04:53

Dardalion, por fin un arcano.

[i:5f990e8df8]Desde el oasis, la nube se alzaba negra y ominosa, como si la ciudad fuera su pertenencia. Por lo menos eso era lo que le pareció a Dardalion cuando, después de un mes de encierro y oración, se decidió a salir de la posada del Distrito de los Muelles.

Se quedó embobado mirando la nube, cuando un caballero vestido de negro le abordó. Amablemente, aunque con la frialdad que ya había detectado en otros habitantes de la Ciudad del Desierto, le advirtió que era delito llevar un bastón en la ciudad. Dardalion le respondió que se trataba del báculo de un anciano, y que difícilmente podría tratarse de un arma.

Con rapidez la conversación derivó a la nube y su propósito. Cuando el caballero se identificó como Moreese y le confirmó que era un arcano, el corazón de Dardalion se aceleró. Quizá fuera alguien capaz de ayudarle. Hablaba de los seguidores de la Dama en tercera persona, por lo que no se consideraba seguidor de la Diosa. Daba igual, cualquier usuario del Arte indirectamente ayudaba a la causa de Mystra.

Mientras hablaba con el, Dardalion tuvo una revelación. Miró la nube y la vió como era en realidad. Una enorme y brutal aura de abjuración que protegía o negaba el acceso a la ciudad. Tal conocimiento le descentró, perdiendo el hilo de la conversación durante segundos.

Cuando la retomó, Moreese le estaba pidiendo ayuda. Una dama padecía la amputación de la lengua. Fiel a sus votos, intentó curarla. Tranquilizándola con una sonrisa, Dardalion le impuso las manos en la garganta con delicadeza y oró a la Dama, para que fuera curada.

-"Dama de los Misterios... escucha a tu humilde servidor... que el habla de esta desdichada regrese... que lo que fue amputado sea devuelto..."

Nada.

El clérigo de Mystra estaba desorientado... o sus dolencias estaban fuera de su habilidad, o la Dama no quería que la joven recobrara el habla. Fuese como fuese nada podía hacer ya... y la nube se llevaba toda su atención. La abjuración, ahora era incapaz de verla con su forma de nube negra, representaba un enigma para él. Hasta que las piezas del puzzle se unieron en su mente, con la facilidad de las soluciones lógicas que esperan en un rincón del cerebro a que alguien abandone sus elaborados razonamientos... para basarse solo en el sentido común.

Una abjuración es una protección. Y las protecciones se tienden cuando se espera un ataque, o cuando no se quiere mostrar algo. Dardalion lo vio claro. Podía estar equivocado, pero el intento merecía la pena.

Solo conocía a Moreese. En el mejor de los casos no era seguidor de ningún dios, pero solo ese arcano se había mostrado interesado en las investigaciones del Tapiz.

Cuando le propuso su plan, Moreese aceptó en seguida. Formarían un grupo. Un grupo donde todos los talentos tendrían cabida para sobrepasar las defensas de la nube. Quizá ese tal Kaatos, un liche, fuera el causante del mal... o quizá no. Pero solo dentro podrían saberlo.[/i:5f990e8df8]

Piconsi

03/10/2006 15:42:17

La tarde parecia tranquila, hasta que los primeros demonios se materializaron. La arena formaba agujeros en el desierto, de los cuales surgian varios demonios para atacar la ciudad. Los mercaderes y ciudadanos gritaban mientras la Guardia intentaba contener la horda demoniaca que se les echaba encima. Algunos aventureros intentaban ayudar, en mitad del caos, mientras un demonio tras otro golpeaba las murallas de la ciudad. Fuego y sangre cubria la arena del oasis, hasta que la nube oscura que cubria la ciudad empezo a contraatacar a los demonios. Un remolino de energia negra como la noche se avalanzo sobre los infernales, engullendolos.

Pero algo habia cambiado... Si no, Kaatos no habria roto su aislamiento.

//Agradeceria que los jugadores implicados escribieran lo que jugaron.

Arxaon

03/10/2006 16:43:49

Wilhelm se encontraba en la entrada a Calimport junto a Moreese y Avanthiel. Se disponían a salir de allí para caminar por el desierto que con su brisa nocturna haría que ese paseo fuera agradable. Nadamás traspasar la puerta de la muralla calishita se empezaron a sentir extraños temblores en las arenas. Cada vez eran más fuertes, más intensos. De pronto, una gran cantidad de figuras enormes surgieron del suelo ante ellos. Las había aladas, alargadas, de cinco metros... y nadamás ver al grupo frente a la ciudad, se dispusieron a atacar. Wilhelm y sus compañeros se sentían rodeados, no parecía haber muchas esperanzas, pero la guardia de Calimport salió enseguida para repeler el ataque. Muchás eran las bajas en ambos bandos, las hordas de demonios no paraban de aumentar y las fuerzas de los defensores disminuían rápidamente. Parecía que podían mantener a raya a los demonios, pero no podrían aguantar mucho tiempo allí, pues en cuanto el cansancio se apoderara de ellos flaquearían y seguramente, caerían.

Irremediablemente, el número de guardias disminuía considerablemente. Podía ver a Moreese defendiéndose de los demonios como nadie, pero ya empezaba a cansarse. Lo mismo le ocurría a Wilhelm y a los guardias, y a Avanthiel no conseguía verla.

De pronto e inesperadamente, la nube oscura que anteriormente estaba sobre la Esfera de Kaatos los cubrió absorbiendo así a todos los demonios. Milagrosamente habían sido repelidos, aunque las bajas habían sido numerosas. Aún se oían algunos llantos de los heridos. Avanthiel estaba entre ellos, pero Moreese pudo reanimarla.

Pero parecía que la nube no tenía intención de quedarse allí, se dirigía hacia el Kanduq. Un guardia salió corriendo, alertado por la nube y preguntando lo que había ocurrido. De pronto apareció Kaatos ante todos y, al igual que el guardia, les preguntó lo que había ocurrido. Al escuchar las palabras de Moreese sobre lo que había ocurrido se alarmó y con prisa los mandó hacia el distrito de los muelles, donde ahora se encontraba la nube oscura.

Allí estaba, sobre el templo abandonado de Shar. Quizá ella había robado el control de la nube a Kaatos para defenderse a sí misma de los ataques o para otras intenciones desconocidas por el resto. Kaatos parecía afectado, enfadado y preocupado al mismo tiempo. Era de entender. Según dijeron los allí presentes (pues más se unieron una vez allí) en el templo abandonado se encontraba un portal activo que unía este mundo con el plano de Malkuth.

Kaatos pidió a los presentes que buscaran guerreros capacitados para investigar sobre el asunto y actuar lo antes posible. Él buscaría más ayuda por su parte. Era una misión de gran riesgo para todos... pero si no se llevaba a cabo, las consecuencias podían ser aterradoras...

Fibrizo

04/10/2006 09:49:48

-malditos magos locos

No paraba de rezongar esa frase. Pensativo como estaba...para que demonios querian ir a malkuth? Bueno si, para traer de vuelta la nube negra de kaatos. Pero...tan necesario era ir todos? Yo estoy en buena disposición con la dama oscura, porque narices tienen que venir todos ellos? Urdimbre? Es un mero problema diplomático! La mismísima Cryshil LunaHelada me invitó a ir al plano de malkuth, y asentarme allí si fuese necesario. Quizá no sea tan mala idea...jurar esterna servidumbre a la Señora de la pérdida, a cambio de esa nube oscura. Valgo más que todos esos demonios... Tanto en combate, como herramienta diplomática. A los magos es fácil venderlos allí, no creo que la ramera se arriesgue a darles sus conjuros en el dominio de Shar. De cualquier forma... debo ir, sin mi, Calimport corre peligro en manos de patanes como esos... y que demonios son esos adornos que llevan a la espalda? dios santo, dicen que es para hacer bonito y me recuerda demasiado a cuando me convirtieron en Draña.

Y, no obstante, sería mas que facil dejarlos a todos en malkuth, quedarme alli con la Señora de la Pérdida, y acabar con ellos de una vez. Odio a los magos. Odio a los curas. Odio cualquier cosa que lance conjuros, pero sobre todas las cosas, Odio a Cyric por haberme dejado tirado! Que narices ha sido de nuestro antiguo vínculo? No eramos aliados? yo te hago tu trabajo, y tu me das poder, ése era el trato!!!! Te hago tu trabajo, y que me das? nada! He llegado muy lejos, extendiendo en lo posible su credo, castigando con palabras o mas allá de las palabras a aquellos no cyricistas. Intentando quebrantar la fé de los paladines, rompiendo los hilos con que sus dioses los controlaban sin mas. Y qué recibo?! Desprecio! Juro tan solemnemente sobre la tumba de mis padres, que se estan removiendo en su tumba. Cyric, para mi no eres mas que el vestigio de lo que fuiste, y tu fé ya no es lo que era. Puedes darme por muerto, porque tus designios no van a ser cumplidos por mi.

Piconsi

05/10/2006 10:45:55

El marinero miraba atónito esos dos resplandores que se veian en el desierto, desde el parque de los muelles. ¿Que ocurria?

Entonces las piedras del templo empezaron a... ¿Desmontarse? El torbellino de energia oscura parecia absorber una piedra tras otra...

Tras 30 segundos, el huracan negro empezó a moverse hacia el desierto, movido por la fuerza del ritual.

En los muelles, donde antaño podia verse un templo maldito, ahora solo quedaba un grabado en el suelo:

Un disco negro, rodeado de un halo púrpura.

Lo mejor seria partir de inmediato... Asi que el marinero se dirigio a su barco a avisar a su Capitan.

maethorgaraf

05/10/2006 13:57:59

En las jornadas anteriores había surgido un rumor que se extendía como el fuego: un mago había encontrado una cura para la plaga. La Cura. En todo Calimport y Aguas Profundas no se dejaba de hablar de este tema. Se iba a realizar un cónclave de magos arcanos para realizar el ritual que nos liberaría de esta enfermedad maléfica que no dejaba de traer muerte y sufrimiento a nuestras gentes.

Era el día acordado. Me acercaba al mercado de Calimport a trapichear unas mercancias, cuando detecté un inusual bullicio en sus puertas. Decenas de seres, de toda raza y condición, inquietos y ansiosos por el acontecimiento que se nos avecinaba. Nadie sabía nada con certeza, pero la gran mayoría se mostraba esperanzado. Un poco antes del anochecer me fui al desierto. Había varias agrupaciones de trasgos que me encargué de eliminar. Nada podía perturbar la reunión que se debía llevar a cabo. Poco después, comenzó a llegar gran cantidad de gente al lugar de reunión. Paladines, enanos, elfos, hechiceros, magos, exploradores.. Todos allí para lograr un bien común para todos. El tiempo pasaba y la intranquilidad invadía nuestras almas. Finalmente se presentó el Mago que debía salvarnos. Khandelthor, me vino el nombre como una cuchillada en mi mente. Recordaba a aquel inquietante mago de la reunión anterior en la cueva. Convocó a los magos arcanos presentes y nos ordenó formar un circulo. También hizo traer a los enfermos que estaban siendo cuidados en el Bastión. Poco a poco, fue haciendo un ritual que escapa por completo a mi entendimiento (algo limitado, lo reconozco). Runas. luces, y un escalofrío que no dejaba de recorrer mi espalda. Parecía que no era yo el único que se sentía fuera de lugar, ya que el rostro de algunos legendarios guerreros allí presentes, también refleja lo que yo sentía. De repente, sentí un aliento gélido a mi espalda. Miré de soslayo y mi corazón creo que se paró por unos instantes. Cinco encapuchados surgieron de la nada y se dirigían hacia el circulo. Estas formas espectrales eran los magos que encontraron la cura para la plaga de 1259. Con una mezcla de intranquilidad y esperanza, mi corazón pareció recuperar si ritmo normal. El ritual prosiguió con estos magos incluídos en la parte central del círculo.

Poco a poco, todo comenzó a aumentar en intensidad. Cada vez más rayos y luces herían mis ojos, impidiendo fijarme bien en lo que estaba pasando. Mi cabeza se llenaba de plegarías que intentaban darme fuerza. Me pareció ver que los enfermos que habían traído en unas parihuelas comenzaban a levitar. No sabía que hacer, la inquietud invadía mi alma. De repente el suelo comenzó a temblar. El pánico me invadía. Instantes despues, el fin del mundo pareció llegar. Nuevos temblores hacían resquebrajarse el suelo y una multitud de rayos caían a nuestro alrededor. Aquello no parecía presajiar nada bueno.

Y así ocurrió. Recuerdo la risa de Khandelthor que helaba el aire que respirabamos. Nos había engañado. Habíamos sido utilizados para abrir las puertas del infierno y hacerle depositario de todo el poder maléfico. El pánico cundió entre los allí reunidos. No sabíamos que hacer ni donde ir. Un ejercito de sombras parecía emerger de las grietas del desierto. Unos cuantos decidimos huir hacía el Bastión. Otros quizás decidieron refugiarse en Calimport y otros posiblemente quedaron prisioneros presa de su pánico a merced del Mal. Conseguimos llegar al Bastión. Tras un combate ligero a sus puertas, decidimos organizar una defensa ante el ataque que se avecinaba. Los guerreros formaron una primera línea, quedando los arqueros detrás. De poco sirvió. Empezaron a surgir criaturas de todas las sombras. Su poder era enorme. Mis flechas eran simples arañazos en sus negros ropajes, y eso cuando conseguía apuntarles y disparar. Su sóla presencia invadía el alma de horror, dejándote como un ratón presa del pánico. Ni anillos, ni conjuros ni amuletos podían hacerles frentes. Fui derribado y masacrado junto a otros compañeros. No se que pasó despues. Solo recuerdo dolor y pánico. De repente, sentí la presencia de un Clérigo a mi lado. Cuando abrí los ojos, sólo pude darle las gracias.

Estabamos en el interludio hacia un desenlace que se presagiaba fatal. Unos pocos podían haberles hecho frente, pero sabíamos que su siguiente acometida podía ser la definitiva. Salimos de allí con la intención de llegar a Calimport y allí hacernos fuertes. En el desierto se veían signos de actividad y lucha en el Erial del Esclavo. Quizás habían montado allí su campamento. Me acerqué con sigilo hacia su entrada, pero el pánico lleno de nuevo mi alma. Sentir sus aullidos me hizo pensarmelo mejor y dar media vuelta para salvar mi vida. Continúa con la compañía de otros supervivientes hacía Calimport. Parecía tranquilo. Quizás estabamos salvados.

De repente un rastro a unos pocos metros, unas leves huellas, quizas de trasgos que se dirigían hacia unas rocas. Con horror comprobé que no eran trasgos. Eran esas malditas criaturas. Intenté escabullirme pero fue inútil. Sólo sentí un golpe seco en mi nuca y mi cuerpo inerte caer sobre la arena del desierto, más fría de lo habitual. Mientras mi mente se retorcía en el limbo, un pensamiento fijo... Se dirigen hacía Calimport...

// Maethor Garaf

Joganth

05/10/2006 14:07:00

Todo parecía indicar el fin de los problemas....sin embargo, Joganth no se fiaba. Nunca se habia fiado de las intenciones de ese mago del qeu tanto oia hablar, pero fue demasiado extraño que se produjera aquel súbito empeoramiento masivo de la enfermedad justo cuando se halló la cura.

Sin más opción, los enfermos salieron al desierto, donde se produjo el ritual. La enfermedad fue extirpada, sí, pero el oscuro poder que la provocaba fue aprovechado por ese desgraciado para abrir una brecha en los planos y traer a unos seres oscuros y umbríos que, sin demasiada dificultad, se hicieron con el desierto.

¡¡Y todavía hubo quien culpó a los paladines de ello!!

Tras algunas peleas entre estos desagradecidos y Andriuth, hastiado ya de calumnias, hubo un súbito ataque.

Lo siguiente que pudo ver Joganth fue que se incorporaba y que los demás tambien, pero instantes despues esos seres volvieron. Curiosamente, no parecian querer atacar a aquel que Andriuth habia atacado ni a la mujer que lo increpaba......ni a Aurora, que hizo su aparición más tarde.

Recuperando las fuerzas, Joganth replegó a cuantos pudo hacia el Bastión, pero Israel quedó atrás.

Esquivando a los seres sombríos con bastante habilidad, cogió el cuerpo de Israel y lo lanzó más allá de la barrera que Essael había tendido. Alli estaría a salvo.

Tras una charla con Aurora, el antiguo lider del Brazo de los Justos volvió a desaparecer entre las dunas.

ElfoS

05/10/2006 14:50:58

Tras las noticias del ritual, y el empeoramiento de la enfermedad de manera extraña, Los paladines comenzaron a preparar durante horas medios de transporte para los enfermos que no puediesen moverse.

De manera organizada y bien escoltados por los paladines, los Enfermos fueron dirigidos hacia el centro del desierto, donde se iva a realizar el ritual, pero los paladines desconfiaban. Aldarion organizaba el acercamiento junto con Andriuth, Aurora y otros paladines. Una vez llegados al desierto, el ritual ya estaba preparado. Aldarion se puso delante de los enfermos, y situo detras de los mismos a Aurora, en todo momento estuvieron escoltados.

Tras la afirmacion de andriuth, Aldarion acerco a los enfermos con cautela.

Fue ubicandose tras su maestro, sospechando del mago cada vez mas segun veia.

De pronto la oscuridad se hizo, tras caer inconscientes varios de los arcanos presentes, y los encapuchados comenzaron a luchar contra los participantes en el ritual, rapidamente fueron abatidos.

Aldarion en todo momento protegia a los enfermos de manera visible. Cuando todo ceso, cuando una bruma negra comenzo a invadir el desierto, empezo a dirigir a la gente presente hacia el bastion. Alli estarian mas seguros.

Los enfermos se ivan curando, todo era una patraña del mago, pero la esperanza se hacia mas fuerte en el corazon de aldarion (habras conseguido tu objetivo, pero has liberado a la gente de la enfermedad, esa accion caera sobre ti, ya podran defenderse por si mismos, y defender a los demas. Ahora el bien tiene mas brazos y corazones puros en sus filas)

Tras levantar a varios enfermos inconscientes, y portando a uno en el hombro, la mayoria de las personas que habian en el desierto centro fueron guarecidas en el camino hacia el bastion. Mientras tanto Essael mantenia la barrera de proteccion.

Todos se organizaron, los enfermos atras, los arqueros en 2º linea de combate, y los espadachines, guerreros y paladines se situaron al frente.
No tardaron en comenzar los ataques, llegaban guerreros poderosos, y Elementales de sombras....

Aldarion Expulsaba a los elementales y luchaba contra los asaltantes. Al principio, todos podian aguantar los ataques, pero de pronto comenzaron a llegar seres mas poderosos, del mismo tipo, q resistian las expulsiones de los presentes. Comenzaron a caer, llegando a quedar 3 combatientes: Dirk, Andriuth y Aldarion, estaban acorralados por multitud de combatientes.

*mientras luchaba, oraba por los presentes*

Su cabecilla se encontraba herido de muerte, pero aun asi, era el mas peligroso, mientras dirk y andriuth retenian a los combatientes, aldarion se dirigio hacia el cabecilla, pero uno de los combatientes q se percato, asalto por la espalda al Paladin, dejandolo inconsciente en el acto.

Al despertarse, Dirk y Andriuth estaban en pie, todo los demas habian caido de una manera u otra. Comenzo la reanimacion de todos los presentes. A pesar del sufrimiento todos sobrevivieron. Despues de todo, aparecio el arcano a mofarse de los presentes, pero solo consiguio que los paladines se fortaleciesen, y llenasen de valor para seguir combatiendo.

Las fuerzas oscuras, se replegaron en las guaridas de los esclavistas, y los Justos comenzaron a reorganizarse tras la barrera de Essael.

Una pausa pero no un final, todo esta por ver. Lathander esta con nosotros.

*Al amanecer, Aldarion rezo sus oraciones y se renovo de confianza*

kamikaze_77

05/10/2006 15:31:40

Brr.. malditos magia y todos los que la practiquen!

Quien iba a pensar que aquel que proponia algo tan noble como salvar a todos los infectados por la plaga iba a ser un traidor?

Solo recuerdo el estar junto a mis camaradas formando un muro de escudos por lo que podia avecinarse (y lo que nos oliamos por lo raro que se estaba volviendo el ritual) mientras el mago hacia cosas raras... muy raras, rodeado por un nutrido grupo de arcanos.

Entonces ¡PAM! una onda de extraña energia choco contra nosotros precedida por un temblor de tierra. Parecia que habiamos salido ilesas hasta que vi a mi camarada Glonadar tendido a unos metros de nosotros... brrr.... ¡MALDITO!-grité- y me abalance contra aquel que habia matado a mi amigo, pero no di 10 pasos cuando algo (magia, seguro) me golpeó y cai inconsciente al suelo.

Tras esto, no estoy seguro de quien o que fue el que me ayudo, pero logré despertar de mi inconsciencia.

Los recuerdos que tengo de despues son confusos... recuerdo el Bastión... unas sombras.... lucha...

Ugh! como me duele la cabeza!

//Glognar Ironwrath

ArkasLynvail

05/10/2006 18:30:17

Era la hora del ritual, el gentio se congregaba alrededor del ya famoso mago llamado Khandelthor. Un aura de pesimismo cubria a todos los presentes, no parecia el dia en que se curara de una vez la plaga.

Khandelthor encomendo la tarea de buscar magos con suficiente poder para realizar el ritual y alli aparecieron magos de renombre con Moreese Vallorac, Laus Carna o Arkas Lyonald entre otros. Pero el archimago parecia haber cambiado de planes cuando invoco a varios magos encapuchados... molestos los magos protestaron ante tal cambio de planes.
(¿que sentido tiene todo esto? ¿para que hizo buscar a los arcanos si el ya disponia de cinco capaces de realizar el ritual?) las dudas asaltaban al mago Arkas, aun asi acepto con resignacion su papel y entro en el circulo magico.

*El mago terminaba los preparativos del ritual y comenzaba a entonar un canto*, el ritual habia comenzado.

Khandelthor, los encapuchados, Moreese Vallorac, Laus Carna, Lenin y Arkas Lyonald como arcanos y los enfermos de la plaga formaban el circulo runico.
Las piedras empezaron a levitar a la altura de los ojos, destellos magicos de todos los colores rodearon a los miembros del ritual.
Desde dentro Arkas era incapaz de ver nada a un palmo de distancia, su mirada estaba fijada en todos los movimientos de Khandelthor.
El archimago saco una extraña piedra de una de sus bolsas, alzo la piedra al cielo y en ese momento salieron unas sombras de los cuerpos de los enfermos y fueron a parar al extraño artefacto.
En ese momento el ritual termino.

La magia desaparecio y todo parecia volver a la normalidad, en medio de los arcanos se encontraba Khandelthor rodeado de una espesa humareda y chillando y riendo como un loco.

Khandelthor: ¡Lo consegui!! JAJAJA

En aquel momento los magos encapuchados se avalanzaron contra nosotros, todo parecia un caos y enmedio aquella carcajada tetrica.
No tardamos en destruir a los encapuchados y no habriamos tenido bajas si aquel mago no hubiera creado una gigantesca onda magica que estallo justo encima de nuestras cabezas. El suelo se resquebrajo y todos los presentes cayeron al suelo por la onda espansiva.

El mago nos habia traicionado.

El caos reinaba en el desierto cuando dos haces de luz como estrellas fugaces aparecieron en el cielo, una iba hacia el oeste y la otra al norte.
Estaba decidido a ir a investigar, no podia quedarme parado viendo aquella multitud herida tenia que ayudar.
Fuimos en espedicion el mago Laus y el hechicero Lenin junto a mi. A paso rapido guiados por aquel extraño brillo....

//Arkas lyonald

HaandirBorja

05/10/2006 18:52:07

El mago se situo dentro del circulo, alrrededor suyo los encapuchados de negro, al ver el ritual empece a sospechar y mande la orden a mis camaradas enanos de juntar los escudos, creando una linea que nos resguardase de lo que pudiese pasar. Golpee mi pecho repetidas veces para infundir moral en mis camaradas, les ordene retroceder y mantener la linea, no sabiamos que podia suceder... . De repente el suelo empezo a temblar y una fuerte explosion hizo caer a los que estaban mas cercanos del ritual, todos retrocedimos un poco pero un segunda explosion me alcanzo dejandome fuera de combate en el acto, el temor se apoderaba de todos, todos gritaban y los clerigos y magos ayudaban sanando a los heridos. Al despertar, estaba dolido, un dolor profundo recorria mi cabeza, entonces oi decir a alguno de los presentes-¡Debemos partir hacia el bastion!...sin pensarmelo dos veces acompañe a todo el grupo, al llegar establecimos una linea de defensa dentro del bastion, todos se daban ordenes entre si, yo mismo di la orden de forma tras la puerta del bastion.-¡Guerreros y cualquier experto en armas a la vanguardia, arqueros magos y clerigos a retaguardia!, pero la confusion era tal que nadie obedecia,recibimos un primer ataque, al parecer parecian espectros, nuestras lineas se rompieron y muchos calleron. Por suerte los clerigos hicieron bien su trabajo, sanaron a los heridos y levantaron a los caidos. Volvimos a empuñar las armas y fuimos atacados de nuevo, esta vez con mas dureza, solo los mas fuertes lograron aguantar.Rechazamos el ataque y me vi obligado a retirarme a Calimport, atravese el desierto desapercibido, se puede decir que tuve suerte. //Glognar"MataTrolls"

HaandirBorja

05/10/2006 18:55:36

//Glondar"MataTrolls" perdon

Kentara

08/10/2006 21:42:49

Paso a paso, con las fuerzas reunidas sobre la poca esperanza que quedaba, me arrastré por el frio desierto. Las huellas tras de mi no eran legibles, y como yo otros muchos que salian del bastión "de los justos". *rie*



Procuré pese a todo, no acercarme al resto y observé la peculiar reunión con desconfianza. ¡Qué inutiles! Con lo ingenuos que son podré manipular a gusto...

*Suspira* Nos encontrabamos reunidos los enfermos, moribundos, débiles... por un lado, y los magos, aventureros y los que sólo iban a ojear (curiosa afición) por otro.
Lo recuerdo todo a la perfección... Aquel mago, otros encapuchados y algún conocido en el circulo...

¿Por qué fiarse de quien deja morir a los demás? Siempre dije eso desde el momento en que los seres de hielo aparecieron... sea como fuere, ¿qué tenia yo que inmiscuirme en asuntos ajenos? *rie* Le saqué jugo al asunto, pues...estoy curada de nuevo.

Tras unos minutos de organización el ritual comenzó, no recuerdo ninguno ni lejanamente parecido en todos los años que he estudiado sobre los asuntos que ahora persigo, y no han sido pocos... un humano no hubiese vivido tantos, por ejemplo.

Me coloqué en mi respectivo lugar, bajo la capucha, nerviosa he de admitir...
Bueno, no siento adversión por los que persiguen el poder por medio del mal, asique no intervine para nada y dejé que todo siguiese a pesar de temerme lo peor.

Recuerdo empezar a flotar, mis botas dejaron de tocar arena por primera vez en mucho tiempo, la sensación era un tanto extraña, estaba preparado para rayos, gritos, sangre, dolor, muerte, pero...¿para levitar? *sonrie*

Como temiamos, unos entes, espiritus, espectros, surgieron de nuestros cuerpos y atrapados por una red invisible ascendieron hasta que fueron absorvidos por él... por la piedra que él tenia.

*se dibuja una sonrisa malévola en su rostro* Pero comencé a sentirme mejor, poco a poco.

Lo demás fue lo clásico, risa malvada. Los encapuchados atacaron, uno de ellos a mi pero no era relevante, lancé mi magia contra el maldito mago, conjuré una columna de fuego que descendió desde los cielos pero entre espadas y magia vi que... no le habia hecho nada... nada...

*hace crujir el cuello y cada uno de los dedos de ambas manos*

Donde unos sufren, yo me regocijo... veremos en qué acaba todo esto
*sonrie*

Dilvish

20/10/2006 11:11:54

Dardalion, el mensaje de la Dama.

[i:3d1467d455]El sudor perlaba su frente cuando el servidor de Mystra se despertó despavorido. Durante unos segundos los huesos descarnados de sus compañeros le acompañaron mientras sentía las enormes piedras caer...

Dardalion se incorporó y acercándose a la palangana de su habitación en los muelles de Puerto Calim, se mojó la frente para despejarse. Para el clérigo, los sueños no eran solo sueños. La Dama quería advertirle de algo siniestro que ocurriría... o que quizá ya había ocurrido.

Despacio, pues los años no pasaban en balde, se vistió con su túnica azul y empuñó el báculo de madera retorcida que siempre le había acompañado. Minutos más tarde salía hacia las calles, la multitud habitual llenaba los muelles de la Ciudad del Desierto.

En las puertas de la torre de Kaatos, Dardalion conoció a un arcano. Delduil era su nombre. Él o el mago Moresee eran los únicos que podrían ayudarle.[/i:3d1467d455]

Dilvish

24/10/2006 18:06:41

Dardalion, encuentro con Laus Carna.

[i:a16e506b05]El maduro sacerdote nunca había creido en las casualidades, pero había que admitir que encontrarse con un arcano en la puerta que separa el Distrito de la Magia y el mercado del desierto, era cuando menos extraño. La mano de la Dama de los Misterios, tenía que estar detrás de todo y, ante ese convencimiento, Dardalion dejó de lado sus habituales recelos.

El joven que tenia enfrente, vestido de negro, rojo y dorado, tenia el aspecto del mágico de conjuro fácil. Su actitud y su atuendo revelaban al mundo que era un usuario del Arte, uno competente y habilidoso, y que no tenía reparos en demostrárselo a los incrédulos.

Dardalion se sorprendió saludándolo y preguntándole claramente por su oficio. Tras unos minutos de presentaciones, el joven accedió a acompañar al anciano fuera de la ciudad para demostrarle su poder.

Entre las dunas lo hizo, y con creces. Aliviado por tener enfrente un arcano competente, capaz de dominar la novena esfera y de controlar los efectos sus conjuros a voluntad, el clérigo de Mystra le contó el primer sueño. No le defraudó Laus Carna, relacionando inmediatamente su sueño con la debilidad del Tejido y con los ataques de los seres de sombra. Pero la alarma hizo presa del jove evocador cuando le contó la primera parte de su segundo sueño... el ritual de los magos de túnica negra. Nervioso, incluso un poco sobrecogido, Laus Carna le contó a Dardalion la traición de Khandelthor y el ataque de los seres de sombra sobre el Bastión.

Sin decirle a donde se ecaminaban, el joven le llevó a través del desierto durante casi una hora. La magia de su bastón, que tan imprescindible era para él, le ayudó a seguir el grácil paso de Laus.

Una vez en su destino, Dardalion quedó boquiabierto. Una barrera de sombra impedía el paso a una sección del desierto. Como en sus sueños. Las sombras se movían con vida propia, anulando la luz a su alrededor. Cuando los dos humanos se acercaron hacia su linde una sección de la sombra se separó de las demás, en una forma humana. Unos brillantes ojos les miraron desde la negrura.

-"Apartaos del límite".- fue la escueta amenaza.

Laus Carna advirtió a Dardalion del peligro en el que se encontraban. Había oío, o quizá participado, en alguno de los combates con los seres de sombra. A pesar de ello, el clérigo pudo advertir que su compañero tenía un conjuro de ataque preparado. Joven e impetuoso, Laus se comportaba como la mayoría de los evocadores.

Dardalion se enfrentó en una estéril lucha dialéctica con la sombra guardiana, pero ambos sabían que no era el momento del enfrentamiento. Los dos humanos solo estabn alli para comparar la realidad con el sueño... y si, era lo mismo que la Dama le envió hacía ya meses. Cuando regresaron un grupo de grantrasgos les atacó, emboscándoles desde unas dunas en el desierto.

Sin pensar ambos arcanos recurrieron al Arte para defenderse... pero el Tápiz estaba dañado y los conjuros de ataque vinieron acompañados por rayos de enérgia mágica pura que golpearon aleatoriamente la arena, dejándo grandes cráteres en el camino.

Sin más dilación y por medios más mundanos, Laus Carna y Dardalion llegaron al mercado de Puerto Calim. Más seguros ya por la próximidad de las murallas y las tropas que las protegen, el sacerdote de Mystra le contó a su compañero el final del segundo sueño y ambos decidieron que la clave eran las piedras y la ciudad voladora. Sin mas se repartieron el trabajo y quedaron para volver a verse en cuanto los conocimientos estuvieran en su poder.

Ya en solitario, Dardalion preparaba mentalmente los rituales adivinatorios necesarios para saber más sobre la ciudad voladora. Pero una idea le desconcentraba una y otra vez... cual era la decisión que, según el sueño, debía tomar para que el ritual funcionara, o cual no debía tomar?

No desesperaba de encontrarse con Delduil, quizá podría ocupar su puesto en el círculo.[/i:a16e506b05]

Dilvish

26/10/2006 13:25:11

Dardalion, encuentro con un espectro.

[i:3a79bcedbf]Respondiendo al "recado" de Laus Carna, Dardalion buscó una cueva en el desierto, en las proximidades de Puerto Calim. Cuando llegó se encontró al evocador en compañía de un ser incorpóreo, un espectro o un fantasma.

-"Eres el elegido de Mystra, como dice este aprendiz?".- preguntó con su voz de ultratumba... muy parecida al viento del desierto.

-"No lo soy. Solo soy un humilde servidor de la Dama."

-"No te pareces a Elmnister... ni a Khelben...".- siguió el espectro.

-"Ni mucho menos a una de las Siete Hermanas".- dijeron ambos a la vez. Dardalion con una sonrisa y el espectro sin ella. El clérigo no era capaz de discernir un tono de humor en la voz del espíritu del desierto.

El espectro no dejaba que Laus planteara ninguna cuestión. Según le informaron tenían un acuerdo. Dardalion plantearia las preguntas y "el aprendiz" solo esucharía.

El espectro conocía gran parte de los sucesos relacionados con la ciudad de los seres de sombra y sobre el ritual de los tunicas negras. Además tambien conocía la disposición de la primera de las piedras, que contenía un enigma que llevaría a la segunda. Los paladines lo habían descubierto... quiza por ese motivo estaban muertos, o dispersos tras la destrucción de su fortaleza.

En un momento de la conversación Laus Carna regresó a la Ciudad del Desierto. Algún negocio que no quiso comentar le esperaba. En ese momento el espectro comenzó a contar la historia de un mago que podría ayudar en el ritual. Un mago que dió su vida, y su alma, para desterrar a un poderoso demonio en las arenas del desierto. Pero las perturbaciones del Tapiz dañaron la barrera y ambos quedaron liberados. Asi el espíritu del mago quedó libre. Pero libre entre dos mundos, capaz de ver el mundo material, pero sin poder interactuar con él. Abandonado, u olvidado, por sus diosas según él.

En mitad de la conversación, Dardalion supo que el espectro hablaba en primera persona.

-"Necesito un cuerpo, algo que me devuelva al mundo material. Puedo conjurar, pero pocos de mis conjuros afectan a este plano".- esa fue su forma de pedir ayuda.

-"Solo una solución veo... pero es un sacrificio enorme. El camino del protector del Arte y el saber élfico... el camino del baelnorn".- dijo el clérigo.

Dardalion se teleportó, dejando al espítitu pensando en las posibles soluciones al enigma de traerle a la vida... o, por lo menos, al plano material. Igual que Mystra le había llevado hasta Laus Carna, ahora la Dama puso en su camino el alma de ese antiguo serivor del Arte.

Cuando llegó a su cuarto alquilado, Dardalion se arrodilló y concentrando su ser en la Dama de los Misterios, preguntó como devolver a la vida al mago.[/i:3a79bcedbf]

Piconsi

10/11/2006 12:24:55

Corren rumores siniestros... Las perturbaciones cada vez son mas fuertes y constantes, y cada vez más objetos mágicos se vuelven inestables y explotan.

kosturero

11/11/2006 07:55:57

Arkas habia cambiado, y era definitivo. Midwin lo supo claramente cuando el que fue su maestro abandono a un chico al que habia llevado hasta las mismas puertas de la muerte, para probar a ver si era capaz de ser su alumno. ¡¡-Y le puso a luchar contra un terror acorazado!!¿que tipo de prueba es esa?-.

-Decid que se aparecio un fantasma.- Eso fue lo ultimo que dijo arkas mientras se encamino hacia Calimport, a lo que en un principio parecia era para pedir ayuda. Pero no volvio.

Sorprendentemente, el joven hechicero no murio, cayo inconsciente, aunque el insistia en que el tiempo que estuvo alli tirado, visito otro plano...quién sabe, ya nada me sorprende. Una vez se hubo recompuesto, se dirigieron a Calim, a buscar de nuevo a Arkas. Mid queria saber si realmente su antiguo maestro habia dejado alli tirado a aquel chico, o le habia surgido algun impedimento.

Al llegar, encontraron a Arkas entre la multitud que alli se congregaba, al parecer, curioseando por algo que habia ocurrido. Nada parecia aclararse entre el gentio. El guardia preguntaba una y otra vez, pero nadie parecia saber que habia pasado alli. Nadie, salvo un mediano, que era ignorado por todos, por mas voces que daba.

De repente, todas las miradas se desviaron del lugar de los hechos, hasta el pozo que hay cerca de la entrada al distrito de la magia. ¿que hacia ese tipo alli?.

Al parecer, era un guardia Thayino, convocado alli por el mismo Capitan de la Guardia de Calim, para apoyar a los guardias . Desde luego, eso era nuevo...el menos para Mid.

Mucha gente reunida en el Bazar de Calim...muchos arcanos, y de gran poder...era inevitable. Un rayo cayo en medio del mercado, avisando de lo que se les echaba encima, Un par mas le siguieron, pero por más que los que ya conocian lo que iba a pasar gritaban, la gente seguia junta, curiosa ante el nuevo guardia.

De subito, todo se empezo a llenar de esferas de luz, que arremetieron contra los alli presentes, lanzando bolas de fuego, tormentas de hielo, y demas conjuros, amenazando la "tranquila" tarde en el bazar.

-¡Rayos!- grito Midwin, mientras, llevado mas por su instinto de supervivencia que por el sentido comun, lanzaba uno trasotro varios conjuros de proteccion.

Justo termino de lanzar el ultimo cuando una cantidad enorme de rocas incandescentes empezaron a caerle encima. de un salto, se puso fuera del alcance de éstas -esta ya me la se, no volvere a caer igual ante este ataque...-penso, mientras bajo sus pies, algo comenzaba a surgir. -¡¡Un marchitamiento!!- y volvio a saltar a un lado.

La gente corria a ponerse acubierto, y mientras unos se ocultaban, otros tantos se lanzaron a parar la amenaza de esa magia pura, atacando a las esferas. Una tras otra, lanzo varias trombas, que si no acabaron con alguna de las esferas, si las debilito, algo que enel ultimo ataque de este tipo no podia ni imaginar.

Arkas empezo a moverse a una velocidad inusitada, pareciendo lanzar varios conjuros al mismo tiempo. La guardia atacaba sin cesar a todas esas esferas, y el resto de los alli presentes hacian lo propio, cada uno a su manera.

Una vez terminaron con ellas, los arcanos corrieron a disipar toda la magia que portaban. Todos excepto uno. Una guardia que alli se encontraba, conocedora tambien del "arte", no paraba de decir a todos que no hicieran magia, mientras ella misma portaba varios conjuros activos, asi que lo que vino despues fue inevitable.

Un estruendo, un temblor, y cuando se giro, una luz blanca...eso es de todo lo que Midwin pudo percatarse antes de caer inconsciente. Una vez mas, habia sucumbido a fuerzas que le eran muiy superiores. Un vacio negro se apodero de el...

Earanyl. Su cara fue lo primero que vio al despertar. La mujer lo saco de su estado cuando todo parecia haber acabado. Bendita sea. Pero Arkas seguia tirado en el suelo. Al parecer, el tembien cayo ante ese ataque por sorpresa, algo que hizo a Midwin sentirse en parte aliviado, ya que si su antiguo maestro no habia podido soportar el ataque, no era tan extraño que el hubiera caido.

Despues de eso, Sadwin, el que ya en alguna ocasion le habia sacado de un apuro, se le acerco para pedirle alguna explicacion d elo acontecido, y depues hubo esperado para asegurarse de que el ataque habia terminado, ambos se encaminaron hacia Tirodarco, lugar donde el Capitan residia.

Alli, lejos del bullicio de la ciudad, bebieron y hablaron hasta bien entrada la noche, momento en el que Midwin decidio marchar de nuevo a Calim, a descansar tras la dura jornada.
-Alguien deberia hacer algo con la Urdimbre, pero, ¿ quien estaria preparado para tal labor?- pensaba mientras se dirigia hacia el desierto.


-Midwyn Weftyln-

ArkasLynvail

13/11/2006 22:37:30

Arkas Lyonald la muerte de Ariadne


[i:439113c30c]Arkas Lyonald se despertó en la vieja cama de la posada de calimport. NO habia dormido practicamente nada y el poco tiempo que lo hizo no tuvo mas que pesadillas... Esferas de luz, conjuros que se volvian contra del lanzador....
Miles de preguntas le asaltaban la mente, con el dia de ayer ya habian sido una decena de veces las que habia tenido que enfrentarse con las esferas magicas y a los problemas de la urdimbre.
Aun asi llevaba varios dias planeando la expedicion que iba a llevar a cabo, todo tenia que estar perfecto pues iba a entrar en uno de los recintos mas peligrosos de todo Calim.
Era de noche y en la calle solo estaba algunos de los guardias haciendo el turno nocturno pero eso no le importaba pues conocia a bastantes guardias como para que no le estorbaran.
Y alli estaban... Ariadne y harek Blacksword, eran los unicos en los que confiaba para entrar ahi sabia que ellos no lo abandonarian a su suerte.

El grupo se adentro en la torre, una torre conocida por la mayoria de los ciudadanos criados en calim... la torre murabi.
En poco menos de dos horas habian pasado la mitad de las salas y derrotado a la mayoria de sus mas que extraños enemigos, pero fue entonces cuando volvio a suceder...
Ariadne su discipula y el mismo estaban con la mayoria de sus protecciones activas, con las piedras ioun activadas y con sus maginificas armas desenfundadas.
En el enfrentamiento con unos asesinos, ariadne lanzo uno de sus famosos y terribles lamentos de bhansee (o de sune como los llama ella..), un estallido magico surgio en lugar del conjuro, matando a algunos asesinos y hieriendo gravemente al grupo de aventureros...
Las paredes anteriormente llenas de detalles en oro y plata ahora estaban rescrebajadas y llenas de polvo.

El suelo se lleno de tentaculos negros y de fuego magico formando un circulo alrededor de los tres aventureros, Ariadne algo dañada por la explosion desenrollo un pergamino y empezo a recitar el conjuro.
Sus ojos parecian salirse de las orbitas no habia duda estaba realizando un conjuro de detectar magia... mientras que ariadne seguia concentrada en su conjuro el suelo comenzo a llenarse cada vez mas de aquellos infernales tentaculos negros, cada vez mas y mas.
- Harek Blacksword-- Disipemonos!! cada vez hay mas !! *mientras daba espadazos a los numerosos tentaculos magicos*
- Arkas -- Esperemos a Ariadne parece no estar en si, no podemos irnos sin ella.
Tras un corto pero angustioso momento...
- Ariadne--- Disiparos!!! *grito vlviendo en si*
Tras esto una bola de energia aun mayor aparecio de la nada destrozando todo a su alrededor, los tentaculos y el fuego desaparecio quedando solo una espesa humareda gris.
- Arkas -- Estais bien?? *malherido tirado en el suelo*
- Harek -- *tose* estoy vivo.. l

Poco a poco la humareda desaparecio dejando a la vista el cuerpo de Ariadne sin vida...

El arcano y el guererro oscuro salieron corriendo hacia el cadaver de Ariadne.

- Harek-- esta muerta....
*arkas furioso la coje y la lleva sobre sus hombros*
- Arkas-- No saldremos de aqui con ella sobre mis hombros... la llevare con la palabra de regreso...espero que funcione
*la cogio y la agarro fuerte contra el activando la piedra*

La cabeza le daba mil vueltas habia viajado cientos de veces con la piedra pero nunca con la urdimbre dañada y eso se notaba.... Los dos calleron justo enfrente de la puerta de Calim dando un fuerte golpe contra el suelo.

- Arkas-- Un clerigo necesito un clerigo!!

La multitud pronto se acerco a ellos rodeandolos, inlcuso un paladin intento sanarla aunque sin ninguna suerte...
Arkas-- Maldicion!! *golpea al suelo* tiene que haber un clerigo cerca...

Ariadne llevaba ya bastante tiempo muerta y Arkas sabia que eso podia ser su perdicion asique sin pensarselo dos veces empezo a buscar entre sus numerosos pergaminos...
- Arkas-- Tiene que estar por aqui...*buscando en su mochila* , vamos .. donde estas.. *mira en la caja de pergaminos de ariadne* , aqui!!

Los dos salieron del oasis (arkas con ariadne a cuestas) y empezo a entonar la letra del conjuro..
Para asombro de la mayoria de curiosos el arcano se convirtio en un Dragon Rojo enorme, cogio de la capa a ariande,la solto sobre su cabeza y salio volando hacia weldazh.
La mayoria de los curiosos con sus armas temblorosas apuntando hacia el dragon se apartaron de un salto.


El dragon rojo aterrizo en la colina del camino de Tezhyr justo antes de la entrada al bosque de weldazh.. alli habia muchos aventureros, la mayoria elfos todos se sorprendieron cuando vieron llegar a un dragon rojo con una humana sobre la cabeza....






[/i:439113c30c]

Fibrizo

16/11/2006 22:06:02

(He encontrado un libro...y dice algo... la red negra? teniendo en su poder un crital de CalimMemnon podrían haber desestabilizado la urdimbre?

Muy extraño me parece, de momento, he dado mi mensaje a aquel hombre, que se lo dará a la maga de aguas, espero que venga pronto a visitarme, o me envía un mensajero con un lugar de reunión.)

davidsanesc

17/11/2006 12:29:37

[color=blue:0bbb8ed481]REUNIÓN DE MAGOS. REUNIÓN DE ENERGÍA[/color:0bbb8ed481]

[i:0bbb8ed481]Los finos dedos agarraban la nota mientras sus ojos se movían lentamente hacia la derecha leyendo las palabras que allí estaban escritas.

“Reúnete conmigo en Tirodarco, dentro de cinco lunas, al atardecer. Dardalion no quiere que demasiada gente se entere de sus poderes, podrían cambiar el destino de las cosas”

Aioleth recordaba en ese momento la charla que tuvo con Laus hacía un mes, en Aguas Profundas, cuando intentaban acceder a la gran torre, a aquella que se elevaba sobre los demás edificios, aquella en la que el gran mago habitaba.

Estaba cerca de la ciudad de Vado, si comenzaba a caminar lentamente por el camino del comercio hasta el poblado llegaría justo a tiempo. Miró su mochila para ver si disponía de al menos lo necesario para el viaje. Pergaminos de trombas, aquellos otros que le permetían crear un pasaje en el tiempo, los de protección mágica, los alejadores planarios, los de ...disyunción y aquel que había recibido hacía un rato. Comida la justa y un poco de agua, cosa que no pudiera conseguir en el trascurso del camino.

La luna ascendía sobre ella, fijándose en las estrellas de la noche, escuchando el monótono sonido de los búhos al pasar cerca de ellos. Mystra donde estuviere podía parecerse a las estrellas, esferas de energía que emitían luz como el conjuro mismo.

Celuldur les había explicado que cada persona, cada mago tenía una percepción diferente de ver a la Dama, pero al final siempre era la misma, la Dama de los Misterior, Mystra controlaba la urdimbre, tal vez fuera la misma Urdimbre.

Llegaba tras unos largos días al poblado de Tidordarco, allí recordaba un lugar tranquilo bajo las grises rocas. Un pequeño refugio para los niños del pueblo, aquellos que disfrutaban haciendo de las suyas, queriéndose parecer a una persona mayor, cuando en realidad eran simples mocosillos que apenas tenían conocimiento del mundo exterior.

Se acercó a una olla que allí permanecía tras largo tiempo, la cogió, la relleno con agua de ese pequeño manantial interior que fluía y la puso sobre los troncos. Luego conjuró una pequeña llamarada trasfiriendo la energía calorífica a la olla y ésta al agua. Sacó de sus bolsillos unas cuantas especias, creando una infusión y esperó hasta que se oyó el sonido de la puerta cerca de ella, dejando visible a una persona entrando por ella.

- Laus.
- Sí, soy yo. ¿quién iba a ser si no?
- No ...me refiero ...¿qué ocurre para tener que vernos en esta situación?
- Aioleth, la Urdimbre. Dardalion. Tu, yo ...los demás. Te he de contar unas cosas.

Laus comenzó a contarle algunos secretos, aquellos que apenas nadie conocía. Lo que le dijo la Dama del invierno referente a la Urdimbre, lo que Dardalion había soñado últimamente. La relación entre ambas historias y el papel que deberían jugar ambos en ellas.

- Dardalion quiere verte. Él te explicará mejor lo que debemos hacer. Mientras tanto no te alejes mucho, no creo que tarde demasiado en venir.

Ambos se despidieron. Al parecer las cosas por Calim estaban feas. La urdimbre estaba mucho más descontrolada por allí que por ningún otro lugar. ¿A qué era debido?. No lo sabía, solo sabía que tenía que hacer algo mientras el jovenzuelo venía, mientras ese elegido de Mystra se acercaba hasta ella para contarle más sobre su diosa.

Recogió provisiones para el camino, una vez llegara al desierto sabía que encontraría aventureros que se alejaban de la ciudad en busca de aventuras y así fue.

Tras largo tiempo sobre la arena del camino se cruzó con un mediano grupo de unos cinco integrantes. Allí se presentó. Conocían su nombre, cosa rara. Al parecer alguien iba contando historias acerca de ella por los alrededores, aparte claro de que sabían también que era imbuidora. Aioleth siempre acababa pensando que la gente la alardeaba por esto último, cosa que ...no le gustaba.

Aun estaba invisible, frente a ellos, hablando los presentes con el aire. De repente la energía se comenzaba a concentrar frente a ellos.

Planarios y más planarios cayeron de las redes de la diosa. Un agujero muy grande debía tener ya la red para que esto estuviera sucediendo.

Comenzaron los ataques. Aioleth cogió rapidamente los conjuros de disyunción junto a los del destierro de los planarios. Primero comenzó protegiéndose tal como había aprendido, luego leyó las palabras.

- Iros iros, no volváis, morid en este plano y no aparezcáis más. No es vuestro lugar, es el nuestro, yo os destierro mediante las palabras pronunciadas. Iros, y no volváis.

Sus palabras atraían más, no caía en que esto que estaba haciendo era la causa de la crecida en número de planarios. Cuatro pergaminos, ocho planarios. ¿Acaso no funcionaban sus palabras? Era un conjuro más que estudiado.

Los cuerpos de los aventureros caían por doquier, otra vez el nerviosismo se apoderó de su cuerpo. Alzó a uno con una varita luego ....cayó al suelo adolorida.

Un elemental de piedra le estaba pisando el tronco contra la arena, otro, un elemental mayor de agua la estaba intentando ahogar.

Había tragado mucha agua aun inconscientemente. Los elementales habían desaparecido con su magia. Los cuerpos de las personasestaban esparcidos por la arena.

Oyó unas palabras en su mente allí tendida.

(Aioleth Meline, levanta, se fuerte, recuerda...es la magia...avisa a los demás. La magia ...usa solo la magia que elimina la magia. Levanta ahora ...sigue tu camino.)

Aioleth escupió el agua por la boca atragantándose. Estaba viva. ¿Mystra la había salvado?. No lo sabía. Vio allí a las personas, cogió el cetro de Tomar y comenzó a apoyarlo sobre la cabeza de los demás mientras seguía escupiendo unas gotas mas. Ella había sido la culpable.

Varios conjuraron confusos por si había algún planario cerca.

- NOOOO!! MAS MAGIA NO!!

Así pues desenrolló los pergaminos de disyunción. Los leyó e hizo desaparecer los efectos mágicos de su realidad envolvente. No ocurría nada. Las palabras que había oído eran ciertas. La escuela de Abjuración salvaría a la Dama.

- Señores, necesito dos lenguas de slaad negro. Quien me las traiga recibirá cien mil monedas por cada una. Y recuerden, nada de magia.

Así pues, ...tenía que adelantar algo de trabajo. Por lo menos debía ir reuniendo los componentes.[/i:0bbb8ed481]

Fibrizo

17/11/2006 18:26:27

Un dia redondo

Llamados por la barda comosellame, una furcia que queria pagarme en especies, en vez de oro, nos fuimos aquel enano, portas o algo así, se presentó luego, y yo. Nos fuimos en barco los dos a Aguas Profundas, que poco me gusta esa ciudad, pero siempre que he ido, ha ocurrido algo interesante.

Ibamos llamados por aquella barda, en nombre de una maga, en la torre del orden, que podía pagar una buena cantidad por un corazón de lagarto. Amaneció despejado, algo raro tan al norte, y el barco llegó a puerto poco despues del amanecer. Aquella ciudad parecia ajena a la realidad, sin ladrones (almenos, ninguno bueno) y una mezcolanza de razas que de poco me hace llevarme dos dedos a la base de la lengua.

La mujer en cuestion, una maga a la que encontramos en la sala de imbuiciones de la torre del orden, decia pagar 250000 monedas de oro por un corazón de un rey lagarto. Y bajamos a las alcantarillas, sabedores de que alli hay lagartos. Los tres primeros pisos ya los conocía, y los pasamos sin dificultades. El cuarto fue mas complicado, bajé a hacer una pequeña inspeccion, junto con el enano, invisibles, cualquier cosa podia desvelarnos. Y vimos a aquellos lagartos, enormes, con sus armas chirriando, chorreando acido o llameantes como la boca de un dragon rojo. Pero todos parecian igual. excepto uno. Aquel lagarto iba desarmado, y parecia asustado del resto. Le preguntamos (no sin antes tomar algunas precauciones) acerca de la posibilidad de encontrar un rey lagarto, y nos hablo de un altercado estupido de esa raza inferior.

La cuestion era que sí había un rey lagarto, y nos esperaba en alguna parte de las alcantarillas de Aguas profundas. Entonces, empezamos a buscar al maldito rey lagarto. Maldita rata, donde estaría? Seguimos buscando,y al final encontramos una puerta con unas luces extrañas. Entramos, tomando las precauciones pertinentes, y fué coser y cantar, el rey cayó en menos que cantó un gallo. El enano me disputaba el triunfo, pero tanto él, como yo, sabiamos qu habia sido yo quien habia dado muerte a semejante ser. //aqui tengo screen, te la mando por PM, piconsi, para que veas que fue por lo de aioleth, y quienes ibamos//

Subir, fue algo mas complicado, la magia volvió a fallar, y casi nos quedamos en las malditas alcantarillas, a causa del fallo de mi conjuro de santuario mayor.

Llegados a la torre, la maga nos dio nuestro pago (250.000 monedas, de las que 50mil fueron al enano, para que se callase), y mencionó algo de la urdimbre, cuando le comenté el fallo de mi conjuro. Parece ser que había encontrado a la maga que intentaba sanar a la ramera. Excelente, iba a sacarle hasta los higadillos.

Con algo de negociación, conseguí una daga excepcional a cambio del libro, que tan facilmente había comprado al mago de calimport. 250.000 monedas, y una daga de incalculable valor. Lo que se dice, un dia redondo.

davidsanesc

19/11/2006 13:05:58

[color=blue:a6875b9866]DOS HOMBRES Y UN DESTINO[/color:a6875b9866]

[i:a6875b9866]El destino no era una simple palabra que se pudiera tomar a la ligera. Los últimos acontecimientos llevaban a la semielfa a pensar en que éste existía, tal como podía existir su sangre recorriendo sus venas, el agua que la gente bebía, las personas que caminaban por las calles, o la maldad que recorría las mentes más oscuras del continente.

Una persona pidiendo su ayuda en el futuro, ella accediendo ante la petición. Se uniría junto a ellos por el bien, para defender a los indefensos, por todas aquellas vidas que se habían perdido, por todos aquellos amigos que habían caído.

Pero ...¿en qué podía ayudar ella si la Urdimbre se encontraba en tal estado?. Los magos, ahora renegados, indeseados de recorrer las calles de las distintas ciudades o poblados nos manteníamos alerta de no cometer ningún fallo. Pues un conjuro traía peligro y el peligro la muerte de inocentes.

Colocó anuncios en la Torre de la orden de la ciudad. Algunos leyeron la nota. Se acercaron valientes caballeros.

- Daré doscientas mil monedas de oro por el corazón de un lagarto rey.

El guerrero y el enano asentían con firmeza, sabedores de donde localizar lagartos. Allí, bajo la ciudad, tenían entendido que una ciudad de esas bestias vivían tranquilamente, alimentándose de arañas, ratas y algunos seres inferiores mas.

Volvieron tras casi medio día. Algo magullados, pero impresionantemente alegres por el logro, ofrecieron el corazón a Aioleth, dando ella el dinero prometido.

El maese miraba mal a su compañero que portaba el corazón. Él decía haber sido quien lo había logrado, arrebatar la vida del lagarto. El hombre mascullaba, decía que había sido él con sus “convocaciones”.

- ¿HAN USADO MAGIA? ¿Acaso no les dije que nada de magia?
- No señora, ¿cómo que nada de magia?

Ambos la miraban extrañados. Pero uno de ellos, sabía que los magos estaban preocupados por la Urdimbre, sobre todo una arcana de Aguas Profundas, donde estaban, frente a la que en ese mismo momento estaban.

Cambiando el tema, el hombre la cogió del brazo y subió con ella las escaleras, una vez allí el destino de Aioleth parecía verse claro.

Ahora no solo tenía que investigar sobre la Urdimbre, si no que también iba a ayudar a aquel hombre que la buscó hacía un tiempo. Su destino estaba marcado, ahora ...corría peligro.[/i:a6875b9866]

Piconsi

27/11/2006 19:09:10

Corren rumores extraños entre los arcanos.

Al parecer, los objetos con la propiedad de acelerar a su portador estan siendo afectados por la Urdimbre, y se han vuelto inestables.

Algunos cuentan historias de explosiones, otros de magia salvaje, ataques de demonios, magia pura descontrolada... Estos objetos ya no son seguros. ¿Seguira avanzando este problema?

davidsanesc

28/11/2006 12:20:16

[i:3430e1af6e]Se comienza a hablar por [color=green:3430e1af6e]Weldazh[/color:3430e1af6e] donde está ahora la semielfa que URGE encontrar dos lenguas de slaad negro antes de que sea demasiado tarde.

Las palabras que se dicen son estas:

- Al parecer alguien necesita dos lenguas de slaad negro. Dice que si no se consigue en poco tiempo la Urdimbre se seguirá desestabilizando y que objetos mágicos de un gran valor saltarán por los aires. Y eso no es todo, dice que cree que las únicas cosas que impiden que un slaad de esos maten a alguien son los objetos mágicos llamados "salvadores de vidas" aparte de una magia protectora, pero dicee también que los magos no deben usar magia, así que si nadie se da prisa no habrá solución a menos que alguien se encargue de encontrar a un par de esas cosas desprevenidas.[/i:3430e1af6e]

Al parecer se va dando una descripción cada vez más distorsionada de lo que es un slaad negro. Defenido primero por la conocedora de criaturas Aioleth pasa la descripción a sus más allegados, Earanyl, Hash, Willhelm, ... y éstos a otros. //eso si quereis vosotros decid a quienes vais contando

//espero los rumores se extiendan. Por mi parte estais informados de esto los que habeis estado las ultimas dos semanas por Weldazh. (solo Los que entienden comun y elfo).

//POR CIERTO: FOTO DE LA MUERTE DE LOS SLAADS NEGROS Y A PICONSI. (lo digo por si alguien va).

AnenWent

03/12/2006 01:18:44

La luz al final del túnel
El espectro llevaba días dando vueltas en la cueva, cada vez le costaba mas mantener a raya los efectos secundarios de no tener cuerpo material. Derepente una figura conocida avanzó por la entrada, era el enviado de mystra.

Dardalion: Saludos espectro.
Espectro: Saludos enviado.
D: Llevo días intentando dar contigo.
E: No me he movido de aquí.
D: No importa, tengo noticias importantes. La Dama me ha hecho llegar este libro, pero no se si es para terminar con lso problemas de la urdimbre... o para darte un cuerpo.
Espectro moviendo sus manos transparentes: Tendrás que pasar las páginas por mi...
*Unos minutos después el espectro habia dado una rápida vista al contenido del libro memorizando lo mas importante*
E: Hace referencia a muchos componentes nigromanticos, no parece una solución propia de la dama para los problemas de la urdimbre...
D: Toda forma del Arte es dominio de la dama...
E: Cierto. De todas formas hay partes del libro que no se pueden leer. Intentaré descubrir que es lo que falta.
D: Yo ya estoy encargandome de los componentes necesarios que se describen en el libro.
E: Bien, parece que estamos avanzando, sirva para lo que sirva lo que contiene el libro, será importante. Si arregla los problemas de la urdimbre todo se habrá terminado. Si me da forma corporea podré volver a mi torre y usar todo el conocimiento que allí he atesorado a lo largo de los años.
D: Es un regalo de la dama, puedes dar por seguro que es un paso adelante para terminar con los problemas que nos ocupan.
E: Hay algo mas que pueda hacer además de estudiar el libro? Digamos que tengo bastante tiempo libre.
D: Las sombras del desierto pueden arruinar nuestros planes, no estaría mal si pudieras mantenerlos vigilados.
E: Así lo haré. Algo mas?
D: Nada mas, ahora debo irme.
E: Bien, ya sabes donde encontrarme, hasta pronto.

// no estoy muy inspirado y no recuerdo las palabras exactas, pero creo que no me he dejado nada importante ;)

Piconsi

03/12/2006 14:02:00

El Círculo estaba formado. Habian tardado varios dias en reunir todos los componentes, algo que les había alejado de sus múltiples ocupaciones, pero el peligro que les amenazaba a todos y a la Dama era excesivo.

No tardaron ni 10 minutos en terminar con el ritual. Una vez desentrañados sus secretos, lo cierto es que era sencillo, y más para arcanos de su poder. La corrupción habia sido encontrada y eliminada. El Tapiz por fin volvia a estar unido y entero.

Pero aun les quedaban dos cosas por hacer...


__________________________



Alústriel esperaba la señal, encaramada en el risco. El calor era sofocante, pero la luz del día les daba ventaja.

Entonces se produjo la explosión. La zona trasera de la estructura de piedra, anteriormente la guarida de unos enanos esclavistas, comenzó a derrumbarse, mientras varias luces chisporroteantes terminaban con la vida de las Umbras. Varios zarcillos de energia oscura reptaban por la montaña, buscando, matando todo lo que encontraban, pero los Elegidos de Mystra habian previsto este tipo de defensa y estaban prevenidos.

Cuando la última Umbra del Erial cayó muerta, Alústriel, La Symbul, Khelben y Elminster se reunieron ante las puertas de la guarida. Éstas se abrieron, dando paso al Príncipe Lámorak y a dos de sus arcanos más poderosos.

Durante horas, el desierto de Calimshan se sacudió de temblores. De vez en cuando podian verse fogonazos lejanos. Nadie sabia lo que ocurria, pero todos sabian donde estaba ocurriendo. El ataque a las Umbras se prolongó durante toda la mañana y parte de la tarde, hasta que finalmente los temblores cesaron y ya no se vieron más luces. Todo volvía a estar en calma.

Ahora sólo les restaba visitar a un conocido.

Dilvish

03/12/2006 16:07:36

Dardalion, el Tapiz completo.

[i:81b2617736]En medio de la noche, el clérigo de la Dama despertó sobresaltado.

Su especial relación con la Urdimbre hizo que se diera cuenta de inmediato. El Tapìz estaba completo. Sintió el Arte dentro de si, tal y como toda su vida lo había sentido. Como una parte de su ser... la realización de la voluntad de la Dama en su interior.

La alegría se mezcló con el dolor. El poder, el alma de la Diosa se había restaurado. Pero su misión había fracasado. De inmediato se postró en el suelo junto a su cama.

Durante horas rezó para pedir el perdón de la Dama y para que le diera fuerzas para resolver la última de las cuestiones. Aquella que devolvería la fe a un servidor perdido.[/i:81b2617736]

davidsanesc

03/12/2006 22:12:28

//seguramente sea 1/4 parte de lo que tengo pensado seguir escribiendo.

[color=orange:385e49e932]
RECUERDOS BAJO UN LARGO VIAJE. JINETES RELUCIENTES (FINAL URDIMBRE. PARTE 1)[/color:385e49e932]

[i:385e49e932]Un sin fin de idas y venidas entre tantos días de espera. La no utilización de la magia para ir de un lado a otro se hacía pesada. Aseleth comenzaba a adquirir una maravillosa musculación al trotar sobre las irregulares superficies del camino pedregoso de la Costa de la Espada. Unas millas más al Oeste se divisaba un kilométrico pasaje arenisco amarillento donde habitaban pocas personas en pueblos pesqueros.

Algunos viandantes mostraban su amabilidad a la semielfa para viajar juntos. Ésta durante el camino les comentaba lo que estaba sucediendo con la magia. Impresionados los acompañantes se mostraban interesados queriendo ayudar en lo que pudieran.

- Conozco a un amigo llamado Fain Sel, es un mago, seguro que también tendrá problemas. Es del reino de Amn, tal vez se una a su causa señorita...
- Aioleth. Gracias por la ayuda amigo. Amn nos viene de camino. La gente que conozco se agrupa en el desierto de Calisham, en la costa sur, en puerto Calim.
- Bien, yo pararé en Tethir. Allí me esperan familiares. Espero tenga suerte y encuentren una solución.
- La tenemos compañero, la tenemos, o eso creo.

La semielfa recordaba así las palabras de Laus en Tirodarco.

- He venido aquí amiga porque se que estáis al tanto de lo que sucede y porque veo vuestro interés por el mismo, al igual que yo. He contactado con un joven, dice llamarse Dardalion. El pequeño es como si fuera...un elegido de Mystra. Al parecer tiene sueños donde se le aparecen cosas, pero no cosas cualquiera. Dardalion sabía cosas que ocurrirían. Las umbras, ...el ritual. El joven quiere veros. Está en Puerto Calim, donde si no me equivoco usted no puede entrar.
- Así es Laus. Nada de mestizos que ayudan a la gente. Si ese pequeño es un elegido ...debemos verle.

Laus se acariciaba la barbilla pensando en otras cosas además de esa.

- Tenemos otro problema. Creemos que las umbras están aquí para ir en busca de los pergaminos de Nether.
- Lo se amigo, lo se. Son varios los hechos que me han dicho a mi lo mismo. (Entre ellos Fibrizo). Y esas umbras aun andan sueltas.
- Sí. No tenemos tiempo. La red está rompiéndose, si no hacemos algo pronto, Mystra morirá.

Los ojos de la semielfa recordaban las palabras y mostraban su temor mediante la creación de lágrimas sobre la superficie cristalina de sus esferas blancas. La mente de la semielfa se dividía en dos, por una parte recordaba lo siguiente que le había dicho Laus a la vez que por otra se mantenía alerta frente al camino que se les mostraba.

- Dardalion dice que necesitamos ciertos componentes para un ritual. Lenguas de slaad, un corazón de un gran lagarto descendiente de sangre real entre los suyos, polvos mágicos de hada, algunos pequeños huesos. ...
- No hay tiempo que perder pues. Así sea...comencemos a buscarlos. Creo que en Aguas, en la torre tenemos algunas cuantas cosas, si es que nuestro compañero Tarto no las ha utilizado ya. (Tarto, por favor, dime que aun tenemos cosas. Viejo amigo ¿cómo estarás? ¿preocupado aun porque te encuentren?)
- Bien Aio, dejo en tus manos la búsqueda de parte de esos componentes. Yo ire a buscar a Dardalion. Dentro de tres lunas llenas nos veremos aquí mismo. Por cierto, el pequeño tuvo un sueño. Tu pertenecerás al círculo.

Aioleth miró extrañada a Laus sin saber a que podía referirse.

- El ritual Aioleth. Ya sabes.
- Sí, sí claro.

Ambos cuatro se pararon en el camino.
- Sooooooooo

Unos guardias les detuvieron en el camino.
- ¿Dónde van señores?
- Al Sur. Vamos al Sur.

Los tres guardias giraron alrededor de las monturas sobre las que cabalgaban ambas personas.

- ¿Comerciantes?
- Así es.

Aioleth con su armadura en mithrill se giraba cogiendo una bolsa y mostrando lo que había en su interior.

- Bien. Pueden seguir.
- Gracias.

Los dos cogieron las respectivas riendas de los caballos siguiendo su camino.

Un día y otro más. Así, descansando uno tras otro hasta que se dividieron.

- Suerte señora. Un placer haberla tenido de acompañante durante el camino.
- Lo mismo digo.

Ambas sonrisas salieron al instante despidiéndose tal vez para siempre. Larga era la tierra en la que los hombres se movían, pero si se sabía algo, no algo, tal vez mucho acerca de alguien, se le acababa encontrando. O eso ... es lo que creía Aioleth, y eso, también era lo que creía Laus, el cual a cientos de millas de distancia ahora debía estar buscando al pequeñajo.

Cabalgaba así ahora más rápidamente por la costa como hasta el momento, recibiendo el cálido aire del desierto. Las nubes se mostraban gigantes en la lejanía y diminutas en el comienzo de la planicie desértica. Estaba ya cerca y pronto se reuniría con Aldarion y con Laus y Dardalion.

Mientras tanto, esperaba que los rumores acerca de los componentes que necesitaba corrieran de un lado a otro. Había recibido una visita hacía días, sí, pero solo una. Un gran hombre y un gran enano consiguieron traerle el corazón ansiado. Ahora, faltaban muchas más cosas.

- Soooooo, descansaremos aquí amigo.

Pararon en el desierto, Aioleth bajó de Aseleth bebiendo algo de agua de la cantimplora mientras Aseleth aun aguantaba la compostura, ya robusta por la costumbre de los viajes.

A lo lejos se veían unos caballos acercarse y sobre ellos, varios jinetes de relucientes armaduras plateadas que destelleaban la gran luz del día.[/i:385e49e932]

davidsanesc

04/12/2006 00:52:03

[color=orange:f97bb7c714]EL DAÑO AVANZA, EL BRAZO DEFIENDE A LOS ARCANOS (FINAL URDIMBRE. PARTE 2) [/color:f97bb7c714]. //(este título está puesto así porque sin otros personajes que defiendan a un mago ...bueno, ya me entendeis los que usais magos y no podeis lanzar magia)


[i:f97bb7c714]Los elfos cuidaban tanto de las hadas como de los otros seres mágicos que vivían en sus bosques. Oery entre ellas volaba dando tumbos de un lado a otro. Pequeñas nauseas, como pequeños vómitos ahora eran más frecuentes. Su amiga Aioleth no estaba allí para cuidarla, pero sabía que estaba en busca de la solución a sus problemas. La pequeña hada lloraba desconsoladamente sentada en la rama de un árbol.

- (Aio, aiooo, por favor, dateee prisa, por favor).


En el desierto, los jinetes de armaduras brillantes levantaban la arena tras de ellos. La semielfa giraba la cabeza al verles pasar por al lado de ella. Los señores alzaron las manos a modo de saludo sin fijarse muy bien en quien era la señora.

Pero Aioleth lo vio. Era Aldarion, al parecer seguido por unos cuantos hombres más. Estaba reclutando a gente, pues pensaba llevar a cabo la misión de uno u otra forma. Las umbras, aquellos seres que aparecieron tras la enfermedad, aquellos que se habían llevado tanto a sus amigos como a su maestro iban a pagar por lo que hicieron.

Aioleth subió rápidamente al caballo y comenzó a cabalgar hacia ellos intentando darles alcance.

- Rápido Aseleth.


- POR LATHANDER, TORM Y TYR. *dijeron todos al unísono sin darse cuenta de quien venía por detrás*

Los hombres animados elevaban las espadas al cielo. Tal vez estuvieran recordando acontecimientos pasados, tal vez estuvieran pidiendo la ayuda a su dios para el futuro. Tal vez estuvieran nombrando a su dios para que se mostrara ante ellos y les dijera a quienes tenían que ir a buscar ahora. Pero Aldarion sabía con quien contar y Aioleth era una de ellos.

Les dio alcance al cabo de unos minutos.

Cuatro palabras detención se sucedieron al instante frenando los caballos.

- Por Lathander, Aioleth, ¿qué hacéis aquí?

La cara de Aldarion era ahora seria y mostraba una grandeza impresionante, propia de un nuevo líder.

- Os estaba buscando, vuestro dios os ha oido.
- Eso parece.

Aldarion sonreía dándole las buenas nuevas.

- Estoy haciendo lo que puedo intentando reunir a gente para la contienda. Cuando estéis lista solo tenéis que decírmelo y actuaremos todos juntos.
- Aldarion, la cosa no va como pensaba.

En ese mismo momento comenzaba a notar como uno de sus anillos se calentaba más rápidamente de lo normal. Tal vez alguien estuviera conjurando en ese mismo instante.

- ¡!Maldita sea!!

Aioleth comenzaba a girar a Aseleth tirando de las riendas, dando una vuelta por completo, pero no vio a nadie. Se quitó el anillo lanzándolo al cielo y este mientras caía explotó convirtiéndose en cenizas.

- ¿Pero qué está ocurriendo Aioleth?
- Te lo estaba explicando amigo. Las umbras vagaran libremente por estas tierras hasta que esto cese.

En ese momento unas cuantas flechas silbaron alrededor de los cuatro jinetes y de los caballos.

- # Estúpidos humanos, os vamos a destripar vivos, como vosotros hacéis con los nuestros. #

Los caballos se pusieron nerviosos al oír voces trasgas no provenientes de ningún lugar visible para ellos.

- ¡!!!Sooooo, quietos quietos.!!!!

Los caballos alterados se movieron de un lado a otro. Los jinetes intentaban calmarlos elevando sus espadas y esgrimiendo golpes en el aire alrededor de ellos.

- Sal maldito trasgo.

- Aioleth lanzate un conjuro para verles.

- NOOO, sería más peligroso.

- Haz algo por el amor de dios, no sabemos cuantos son.

- No serán más que dos o tres.

Otra lluvia cayó del cielo proveniente de algo más lejos.

- ¡!Jinetes, a por ellos!!

- ¡!!POR TORM, LATHANDER Y TYR !!! ¡!!POR LA JUSTICIA Y POR LA SALVACIÓN DE LOS HOMBRES!!!

El señuelo trasgo se quedó parado viendo como sus planes no habían salido a la perfección. ¿Cómo iban a quedarse quietos buscándole mientras los otros intentaban abatirles?

- # Maldita sea #

Rodaron un par de cabezas, otros cuerpos fueron alcanzados en la distancia por las flechas de los paladines y el chamán salió corriendo en la otra dirección sin ser alcanzado.

Pasado un rato....

- Aldarion. Tenemos que hablar. Hacemos lo que podemos, sin ayuda de la magia poco podéis hacer vosotros solos. Puede que las umbras saquen su poder de otra diosa no enferma. Es algo que aun no comprendo, pero puede que Mystra esté absorbida por el poder de otra. Puede que la urdimbre esté canalizando su poder hacia el plano negativo.

La cara seria de su amigo se quedó inmóvil.

- (Torm, ayúdanos.). Bien Aioleth, vayamos a otro lugar, aquí hay trasgos que no nos dejarán hablar en paz.

Durante el camino hablaron de Mystra, de los componentes necesarios para un ritual, de Joganth, de la Red Negra y de posibles soluciones alternativas para atacar a las restantes umbras en el Erial, sin usar magia.

Tras un par de días se despedirían. Aioleth iría a buscar a Laus preguntando por él cerca de Puerto de Calim y Aldarion iría a buscar a más personas que quisieran unirse a la causa.

Mientras tanto las hadas sollozaban aisladamente entre las ramas de los árboles.[/i:f97bb7c714]

davidsanesc

05/12/2006 22:49:12

//post 3/4. Solo queda uno. Bueno, espero no os siente mal a aquellos por los que escribo parte de sus personajes. Lo hago con toda la buena intención. Espero os guste. mmm proximo post 4/4 el ataque a las umbras por parte de Khelben y los suyos.

[color=cyan:8b7589fb26]CINCO MAGOS REUNIDOS; UN NIÑO EN CALMA; UNA MAGA ESPERANZADORA Y LOS SERES OSCUROS VIGILADOS. (FINAL URDIMBRE PARTE 3)[/color:8b7589fb26]

[i:8b7589fb26]Oery sollozaba, a la vez que no paraba de temblar. La pequeña hada sudaba cada vez más, acurrucada en un pequeño rincón en uno de esos orificios de los grandes árboles del bosque. Todas las hadas de los alrededores también se encontraban en la misma situación. Algunas de ellas pasaban este último tiempo juntas apenas hablando para no malgastar energías.

- (Aioooo, amigaaaaa, si me oyes, si ....te echo de menos. Siempre te querré.)

El hada cerraba así los ojos mientras los temblores se le agudizaban.

Mientras tanto..., ...bajo la luz de la luna y de las estrellas, la semielfa se mantenía bajo su armadura y capucha cerca de la entrada a la ciudad calishita, mirando con ojos firmes que alguien pudiera salir de allí adentrándose en la planicie arenisca.
El viento como siempre soplando, arremolinaba las partículas, creando una pequeña duna allí y allá.

Los paladines estaban concentrados en una casa, planeando el próximo ataque hacia aquellos seres que les mermaron hasta casi exterminarlos en esas tierras. Pero siempre, siempre, habría alguien, como ahora eran ellos, que velaría por la justicia. Leales a sus antiguos compañeros no dejarían que esas criaturas tomaran el poder. Algo les decía que estaban aquí por algo importante y no iban a dejar que sus planes se llevaran a cabo.

En la casa de al lado a los paladines, un joven rezaba con ojos completamente cerrados una plegarias a su diosa. El joven como cada última noche lloraba a Mystra para que se recuperase. El pequeño, el joven Dardalion, ahora desesperado por la situación en la que se encontraba Medianoche, comenzaba a golpear el suelo con sus manos hasta hacerse sangre. Los paladines extrañados se preguntaron quien sería aquel que causaba tal estrepitoso ruido. Salió uno de ellos y empezó a llamar a la puerta.

- Señor!!! ¿Se encuentra bien?

Tras la puerta una joven voz respondía aguantando los sollozos.

- Sí, estoy bien. No pasa nadaaa.

Así ambos volvieron a lo que estaban haciendo, manteniéndose el joven algo más callado esta vez.

El viento soplaba fuerte ahora, pero Aioleth se mantenía aun alerta de poder divisar a alguien.
Otro, otrooo ser, si es que así se le podía llamar, dejaba al fuerte y frío aire desértico que pasara a través de él, mientras se elevaba sin forma bien definida sobre el Erial de los esclavos. Allí, dentro de la fortificación varias umbras seguían maquinando algo. La sombra en medio de la noche, el alma vagante de la oscuridad mantenía la distancia ante estas, pues sabía el poder del que disponían.

Y lejos...., tan lejos de este lugar, en la Ciudad del Esplendor varios magos, magos elegidos entre muchos, aquellos que poseían gran conocimiento, aquellos que velaban por la seguridad de los suyos, aquellos que mantenían el equilibrio místico; no iban a dejar tampoco que ninguna catástrofe sobreviniera. La reunión estaba a punto de comenzar. Solo faltaba uno, aquel que traía consigo el último pergamino de Nether necesario para realizar el “Ritual”. Se abrió la puerta y llegó al fin.

Todos ellos le miraron.

- <Siento mi tardanza. ¿Cómo está Mystra?.>
- Al parecer mal.
- Rápido, es la hora.

Todos y cada uno de ellos se acercaron al centro del lugar preparado para tal acto, y comenzaron a depositar los componentes por orden.

- Primero el corazón del rey.

Decía uno mientras un dios asentía para sí. Savras sabía que lo iban a hacer bien. Éste estaba presente de una forma u otra mientras los seguidores de su señora la comenzaban a salvar.

- Segundo, dientes de bodak.

Decía otro, mientras Hanali presenciaba junto a Savras el ritual.

- Tercero, nudillos de los muertos.

Decía otro, mientras Isis sonreía al recordar como el mago se los había arrancado al muerto. $Ni Velsharun, ni mi gran amigo podrán hacer uso de este “no ser” $

- Cuarto, polvos de hada. (Las pobres no han aguantado, por vosotras!)

Mientras, Thot, dios del equilibrio mágico asentía para sí. $Todo merece un sacrificio para mantener el equilibrio, estos seres a cambio de la recuperación de nuestra señora$

- Y quinto, ...

Todos los magos se miraron, algunos comenzando a elevar sobre a la altura de sus ojos unas tablas doradas y pesadas.

- Y quinto, el agua de mar. Agua de misterios entre las profundidades de su extensión.

Decía otro, mientras Shaseles acariciaba el pelo negro y largo de su señora Mystra. La piel de Mystra no mostraba su esplendorosa belleza y brillantes propia de antaño, propia de la joven y reciente diosa inexperta, pero inteligente mujer.

Todos ahora alzaron los pergaminos dorados y comenzaron a leer a la vez. Una lucecita amarillenta comenzaba a alumbrar sobre ellos en el techo oscuro de la sala. Luego otra y otra más. Los cinco integrantes del círculo seguían leyendo las tablas.

Los dioses miraron a su señora. Mystra parecía estar despertándose de un terrible sueño. La urdimbre comenzaba a verse bajo sus ojos. Su cara comenzaba a obtener ese brillo característico de las estrellas. Ahora ....ahoraaa ....había resurgido y aquellos que le habían hecho esto lo iban a pagar.

Los magos terminaron con el ritual. Se miraron. Sus cuerpos comenzaban a elevarse unos palmos del suelo mientras sus cabezas se giraban hacía el techo asombrados por la luz de esas estrellas ilusorias, aquellas ilusiones que decían que Mystra ...estaba bien.

Tras una sensación de tranquilidad se miraron.

- Las umbras, Kandelthor.

Savras miraba a los magos, arpistas, a los jóvenes clérigos, a los paladines, a las umbras, a la semielfa, al espectro que vagaba sobre los oscuros seres, al otro mago, ...

- $ Es la hora.$

Las hadas dejaban de temblar. Los paladines habían llegado a una decisión. El joven Dardalion comenzaba a cerrar los ojos sobre su almohada, ahora tranquilo tras la noche, la semielfa comenzaba a caminar en camino contrario tras ver que no había forma de contactar con Laus y mediante él con el joven.

La semielfa miró dirección el Erial. Su caballo, Aseleth relinchó.

- No pequeño, no pasa nada.

Subió al caballo, cabalgó hasta el cruce y paró. Miró las estrellas y giró la cabeza de nuevo mirando otra vez el camino dirección Puerto de Calim. Allí algo, no sabía el que destellaba una leve luz.

Los caballos se pusieron en marcha, y los paladines sobre ellos.

- ¿Aioleth?
- ¿Aldarion?
- Sí, vamos a los restos del Bastión. ¿nos acompañas?
- Sí claro, aunque ...es un poco tarde.
- Sí, ya hemos pensado algo.

Mientras un niño dormía, otro vagaba vigilando las umbras sin cesar, mientras los grandes magos se preparaban para la batalla; paladines y maga comentaban unos planes.

- Aldarion, ya sabes que no puedo hacer magia, ...¿acaso no viste lo que pasó la última vez? ¿no te he contado la cantidad de planarios de infinidad de planos que aparecieron confusos en el nuestro?
- Sí, es cierto.
- Mira, lanzaré un poco de luz sobre nosotros. Como mucho nos puede caer un rayo en medio de la noche. Mientras no nos de a nosotros.

La semielfa conjuró un haz de luz sobre el grupo. Ladeó la cabeza hacia el cielo. El viento, la arena, la noche mantenía su calma ...las serpientes seguían moviéndose lentamente en busca de una presa, el niño dormía tranquilo, los alrededores no abrían ante ellos ningún portal; los ojos de Aioleth miraban sorprendida ahora, confusa a los demás. Los demás la miraban pensando en qué podría estar pensando ella para que se les quedara mirando de esa forma.

Tocó su cara para cambiarse el aspecto.

- (Si pasa algo malo, que pase sobre mi.)

Los ojos se le aclaraban bajo la luz, el pelo se le oscurecía pasando de blanquecino a castaño, los pómulos se le apretaban mostrando una cara más joven.

Los paladines la miraron asombrados.

- Muy guapa, sí.

Las lágrimas comenzaron a caer de los ojos de Aioleth. Las hadas ahora bien se asomaban desde los orificios mirando el cielo. Aioleth alzó la cabeza mirando las estrellas. Varias estrellas fugaces comenzaron a caer. Una, otra, cuatro a la vez, luego dos más.

Se puso un par de anillos mágicos y volvió a repetir el conjuro de cambio de aspecto. Éstos no se calentaban, más bien se enfriaban por culpa del aire frío de la noche. Los paladines le ofrecieron una manta y se dirigieron a una zona en ruinas, a aquel lugar que un día fue el Bastión. Allí, pasaron la noche, siempre haciendo guardias por si algún ser oscuro se acercaba.[/i:8b7589fb26]

davidsanesc

11/12/2006 23:57:24

//acabo de caer que me he dejado al fantasmilla. :? bueno Anen, si lees esto y quieres añadir algo pues ya sabes. Gente, me faltan personas, siempre podeis añadir cosillas. :wink:

[color=yellow:919ed17291]OCHO FIGURAS MÁGICAS (FINAL URDIMBRE PARTE 4)[/color:919ed17291]

[i:919ed17291]El paladín mantenía sus ojos bien abiertos mientras los demás aun dormían. Las armas apostadas a los lados de cada persona se enterraban lentamente bajo la arena traída por el viento desde unos metros mas abajo. Allí, entre las ruinas del Bastión, bajo el cual residían muchos cadáveres; los pocos supervivientes ante la batalla librada anteriormente, descansaban en paz junto a la nueva compañera.

Los ojos del paladín comenzaron a relucir cuando alzó la mirada al cielo. Dos estrellas pertenecientes a un grupo de siete emitían más luz de lo normal.

- (Bonita noche antes de acabar con un par de sombras.)

El paladín despierto comenzaba a repasar mentalmente lo que debían hacer al día siguiente mientras sus ojos permanecían aun clavados en las dos estrellas.

Al mismo tiempo, en la ciudad de los esplendores, Elminster tomaba la palabra frente a sus compañeros.

- Necesitaremos luz, mucha luz. Nos enfrentamos a sombras recordadlo. ¡El príncipe no debe llegar a entrar en la oscuridad una vez le saquemos de su escondite!

Los magos giraron la cabeza hacia la Simbul en ese momento.

- ¿Te ves capacitada de crear un espacio sin sombras?
- ¿Creéis que os voy a dejar toda la diversión a vosotros?

Los magos la miraron otra vez con cara más seria. Khelben, Elminster y su “hermana” Alustriel confiaban en ella.

- Lo haré, sí. Necesito carbón para mañana, una posición elevada y que alguien se encargue de que las umbras no tengan lugar bajo el que esconderse.

Khelben se llevó la mano a la barba tras peinarse el pelo con las manos mientras pensaba.

- He de despertar a alguien. Si me permitís.

Khelben llamó a uno de sus arpistas para que se levantara.

Mientras tanto, en la misma sala... los demás perfeccionaban el plan.


Amanecía y los rayos de luz comenzaban a recorrer la tierra rápidamente. El paladín comenzaba a despertar a los suyos y los que habían cogido más confianza con la arcana a la misma.

En Aguasprofundas los magos estaban ya listos. Uno de los arpistas había sido avisado para que fuera a dejar los objetos mágicos señaladores de espacio cerca del Erial. Allí los marcadores se mantenían ocultos ante el ojo de cualquier ser.

Khelben miró ahora a los ojos de cada uno de sus compañeros.

- ¡Mystra está con nosotros!

Sonrientes todos se miraron y luego tocaron el objeto que les llevaría ante las sombras. El avatar de Mystra en el plano en el que estaban permanecía con ellos invisible con ansias de hacer pagar no con la brutalidad de su poder, si no con el ingenio de sus elegidos, a aquellos que estuvieron a punto de matarla.


- Aioleth. ¿estás lista?
- Sí.

Sobre el desierto unas grandes nubes recorrían el espacio lentamente como advirtiendo de algo malo. Pero eso era algo que ya tenían previsto. La semielfa sacó el carbón de la mochila y lo esparció sobre el suelo, agachándose y tocándolo mientras sermodinaba unas palabras mirando al cielo.

Los paladines se preparaban para la lucha. Todos espada en mano estaban ansiosos de hacer desaparecer a algunas de aquellas criaturas.


Unos cientos de pasos por delante de ellos aparecieron varias figuras de la nada. Éstas salieron corriendo hacia el lugar del ataque. Allí las umbras se mantenían bajo las sombra de las montañas y bajo la fortificación de los esclavistas.

La Simbul consiguió llegar a la explanada superior en un abrir y cerrar de ojos mientras los demás magos entraban en el plano protector y preparaban la ofensiva.

Los trozos de carbón eran esparcidos por todo el territorio y unos cuantos sobre las manos de la gran maga comenzaban a deshacerse por la fuerza con la que los apretaba mientras las nubes comenzaban a moverse dejando un gran claro.

Se estaba maximizando el conjuro debido a que eran dos las arcanas haciendo que el sol brillara y sofocara más que nunca el lugar en el que se encontraban.

La arena comenzaba a calentarse y los paladines a notarlo.

Hasta las umbras veían necesario entrar en la fortificación del Erial debido a este acontecimiento.

Elminster sonreía al ver que los planes salían según lo previsto. Trepó como si fuera una araña hacia donde se encontraba su alumna. Allí ambos finalizaron el conjuro a la vez que lo hacía Aioleth más lentamente.

La semielfa dio el visto bueno al ver que las nubes habían desaparecido de la vista y que sus ropajes comenzaban a estar impregnados en sudor debido al calor.

Comenzaron a acercarse lentamente, resonando las armaduras a solo unos pasos de los paladines al impedir el viento cálido que avanzara mucho más el ruido.
No había sombra que se cerniera sobre la arena. El calor comenzaba a ser sofocante, los paladines comenzaban a pensar que tal vez no funcionara el plan.


Khelben comenzaba a conjurar él ahora. Sus cuerpo musculoso entre los magos, mostraba un cambio repentino a una forma gigantesca de dragón. Expandió las alas al máximo mostrándose intimidador ante la nada.

Tanto paladines como arcana y otros hombres vieron a la criatura alzarse en el cielo. Las caras de admiración no daban crédito a lo que estaban viendo más allá.

Mystra mantenía la mirada fija en el lugar. Eran pocos los magos que se habían dado ya cuenta de que podían disponer de la red para casi cualquier cosa.

Varios de los grandes magos tomaron las nuevas posiciones acercándose sin ser vistos a las cercanías de los muros de la edificación.

En lo alto el dragón Khelben volaba preparado para caer con sus garras sobre la cubierta de la edificación.

Alustriel mantenía su mirada fija en la entrada al edificio mientras la Simbul y Elminster conjuraban ahora tocando el muro posterior y los dos laterales de la edificación dejando solo el frontal sin ser objeto del presente conjuro que salía de sus bocas.


En ese mismo instante el Príncipe Lámorak dentro de la edificación ordenaba a varias umbras que salieran e impidieran que se colaran tantos haces de luces entre los muros.

- ¡Salid! Conjurad la oscuridad completa. Me da igual que sepan que estamos aquí. Nadie se atreverá a acercarse. Pronto marcharemos.

Varias umbras se tapaban el rostro con cascos y capuchas mientras avanzaban con paso firme hacia la salida.

El dragón caía ahora en picado haciendo ceder una fortificación sin muros laterales y trasero donde se apoyara. Khelben rugió al cielo viendo cumplida la voluntad de Mystra, pero algo no había terminado.

Varias umbras salieron entre los orificios asustadas esta vez, sin saber que estaba ocurriendo.

Aioleth y los paladines veían desde lo lejos asombrados lo que estaba aconteciendo y de repente se hizo la gran luz.

Una GRAN explosión solar acabó con aquellas que querían escapar.

Khelben bajo sus pies se concentró y advirtió a los demás que habían varios cuerpos intactos bajo las piedras.

Alustriel, La Simbul, Elminster y él se pusieron frente al muro de la salida que aun se mantenía intacto bajo el cual unas escaleras subían hasta las oberturas.

Cuatro sombras avanzaban enfurecidas habiéndose ya protegido contra el poder de la diosa de los Misterios sabiendo que afuera les esperaba alguien de gran poder e inteligencia.

Ocho ojos frente a ocho ojos. Todos ya protegidos, todos ya a punto de empezar una batalla que parecería sin fin.


Los paladines estaban cegados, al igual que Aioleth por la gran explosión solar de hacía un rato. En la ciudad de Puerto Calim la gente miraba el cielo intentando ver la causa de tal suceso. Varios magos de la ciudad, entre ellos Kaatos sabían desde ese momento que una batalla se estaba llevando a cabo, pues no era normal que la urdimbre se hubiera abierto de nuevo sin efectos catastróficos y alguien estuviera conjurando con tal magnitud de poder en las cercanías justo donde sabían que las umbras se habían asentado.


El calor aun invadía el desierto, el sol no había alcanzado el punto más alto, pero la luz era incesante y las sombras no aparecían más que bajo las rocas derruidas de los muros caídos.

- Los elegidos de Mystra.
- Sí, Príncipe Lámorak.

Los ocho enfrentaban las miradas. Y se desató en unos segundos el poder de las diosas.


Dardalion salió corriendo del cuarto. Se había quedado dormido por el largo sueño en el que varias personas se enfrentaban en una gran batalla.

Corrió hacia el desierto saliendo de la ciudad, así como algunos magos vacilando en acercarse demasiado.

Miraban todos asombrados de nuevo los efectos entre los choques mágicos.

Oscuridad, claridad, ocuridad, claridad, viento trayendo arena incesantemente y creando una neblina sombría, viento en dirección contraria intentando que las partículas volaran hacia el sentido contrario, tornados creándose por el choque de ambas. Manos moviéndose, bocas conjurando, estallidos haciendo caer rocas de las montañas.

El caos sobrevenía durante interminables horas. La tarde se acercaba. El sol se alejaba muy lentamente como no queriendo desaparecer.

Dardalion rezaba a Mystra, pues sabía lo que ocurría. Aioleth al ver el gran poder desatado paró a los paladines para que no se acercaran y dejaran que siguiera la batalla que se estuviera librando, pues no parecía avanzar. Toda la energía que pudieran reservar sería bienvenida mas adelante.
- AIOLETH ¿QUÉ OCURRE?

Los paladines preguntaban a la arcana sin saber si ella había avisado a alguien.

- MAGOS O HECHICEROS LUCHANDO, NO PUEDO DECIROS MAS. SOLO QUE SON MUY PODEROSOS TODOS.

Las palabras apenas viajaban unos metros hasta entrar en los oídos de sus amigos.

Las ojos permanecían clavados en los efectos causados.

Khelben y los suyos parecían tomar el control gracias a una Mystra renovada y enfadada.

El sol ya caía hacia mar. Pero la sorpresa estaba por llegar.

- ¡AHORA!

La Simbul cerró los ojos mientras los tres mantenían una posición defensiva ante los ataques de las cuatro umbras. El pelo se le oscureció volviéndose negro azabache durante un instante, la cara le comenzó a brillar en medio del atardecer y se repitió una nueva explosión solar, esta vez inimaginable.

Los grandes magos se protegieron y tras esto ...no se sabe que ocurrió, por lo menos para todos aquellos que estaban mirando el cielo en ese instante hacia el Erial.


Varias personas quedaron cegadas durante unos días recobrando la vista gracias a buenas personas.

Ese día sería recordado siempre como el día en que aparecieron unas figuras de la nada y acabaron con las umbras.[/i:919ed17291]