Pixydixy

13/08/2006 21:46:12

Las ultimas luces del dia alargaban las sombras del desierto, estaba a punto de anochecer. Una extraña figura se deslizo al exterior de la cueva, miro en todas direcciones. Era el momento.

Partio en silencio, dejando tras de si un rastro de podredumbre. Se encaminaba hacia la ciudad. Buscaba a su presa.

La Gloria de su Señor debia ser restituida, un sacrificio para honrarle y alabarle, la sangre derramada le seria ofrecida como regalo, como ofrenda. Los tiempos de majestuoso esplendor de la celula habian quedado muy atras. Ahora, ella era la unica que podia hacer algo para remediarlo.

Todo el mundo debia saber que el poder de Bane aun no estaba extinto, debia captar nuevos miembros, reconstruir el legado que Neyron le dejo, devolver la grandeza a la Red.

Envuelta en sus pensamientos y en un manto de invisibilidad se topo con un grupo numeroso. Era la ocasion perfecta, esos humanos no suponian una amenaza para ella, en cambio, si un presente.

Se sentia magnanima asi que les dio la oportunidad de elegir quien de todos ellos seria el sacrificado, el que daria su vida por honrar al mas grande. Pero, estupidos mortales, como era de esperar no llegaban a ningun acuerdo, incluso algunos intentaron escapar. Craso error. Un cumulo de circunstancias le hicieron cambiar de decision.

Tras algunos minutos eran muchos los cuerpos que yacian inhertes en el suelo, todos los que alli estaban. Excepto uno. Un elfo con un laud. Al que la suma interceptora perdono la vida, sin duda alguna, con la intencion de que contara todo lo sucedido. Su Dios le sonreia y queria que nadie en toda aquella region, se quedase sin saberlo.

Luego, el acero de su espada hizo el resto. Dejando asi la señal de la Mano Negra en el desierto...