Shias

26/11/2006 00:37:04

El día empezaba a ser extremadamente caluroso en las puertas de Cálimport cuando, a lo lejos, apareció la caravana. Samir se protegió los ojos del deslumbrante sol mientras la observaba acercarse, atento a cualquier detalle que pudiera revelarle que algo iba mal ... no, todo era correcto. Era tan solo el grupo de comerciantes que acudían semanalmente a la ciudad para vender sus productos en el mercado. Venía protegida, como siempre, por medio centenar de hombres bien armados.

Contempló la hilera de viajeros que caminaba junto a las dos carretas; era bastante habitual que llegaran extranjeros formando parte de la expedición ya que el viaje a través del desierto distaba mucho de ser seguro: Habían aparecido grupos de Trasgos y, lo que era peor, los Aguijoneadores se volvían cada vez más hostiles con el paso de los días ... definitivamente era mejor realizar el trayecto en grupos grandes y bien armados. Por descontado, a nadie se le ocurría aprovechar este pretexto para intentar robar la mercancía transportada, en gran parte porque los escoltas estaban siempre atentos y no todos los que se intentaban unir al grupo eran aceptados.

El veterano guardia pensaba en esto mientras miraba como la comitiva traspasaba el portón que delimitaba la zona externa de la ciudad. Una serie de cansados rostros se acercaron presurosos al pozo para saciar su sed y descansar del fatigoso viaje. Samir aprovechó la ocasión para examinar a los extranjeros detenidamente; tras seis años vigilando la entrada y tratando con todo tipo de viajeros, había desarrollado un sexto sentido que le permitía identificar a las personas que podrían causar problemas una vez franqueadas las puertas de la modesta urbe.

Del grupo de recién llegados, dos humanos se habían acercado a los mercaderes que allí había y preguntaban el precio de tal o cual arma, dispuestos a gastar algo de oro en mejorar su equipo; Sin duda eran aventureros que llegaban a la zona en busca de fortuna. Cerca del pozo, un explorador se desprendió de arco y carcaj para sentarse cómodamente en los bancos que estaban a la sombra de las palmeras mientras escuchaba atentamente como sus compañeros elfos discutían si era mejor coger el barco hacia Aguas Profundas ese mismo día o descansar un par de jornadas en alguna posada.

Estaba mirando el buen arco del elfo cuando oyó a alguien preguntar al conductor de una de las carretas sobre donde podría conseguir cerveza enana o, en su defecto, una buena hacha. El guardia se volvió inmediatamente, esperando encontrar a un posible borracho camorrista, pero el individuo en cuestión no lo parecía en absoluto. Era un enano fornido, un aventurero a juzgar por la daga que llevaba al cinto y su armadura. A pesar de la conversación, no parecía buscar problemas, tan solo preguntaba por algo que el mismo definía como "objetos de primera necesidad y que no tenían esos descuidados mercaderes".

Samir se relajó aunque, una vez calmado, le llamó la atención la barba de aquel personaje. No era la longitud de la misma ni el cuidado peinado que tenía (ya había visto a decenas de enanos y sabia lo mucho que estimaban su barba); fue el color de la misma lo que atrajo su curiosidad. Era de un rojo oscuro, casi del color de la sangre. Un escalofrío recorrió la nuca del guardia mientras consideraba las posibles causas de tan inusual fenómeno ya que era el primer enano pelirrojo del que tenia noticia.

Esperó a que se alejara del carromato para interrogar al humano con quien estuvo hablando, pero no había nada inusual en como se unió a la caravana ni en su comportamiento durante el viaje. Eso si, pudo enterarse del nombre del extraño individuo: Theros Redheard ... estaba claro que ese apellido no era el de su clan, mas bien parecía un apodo que alguien le hubiera puesto.

Había tres cosas que el astuto guardia tenia muy claras de los enanos: les encantaban la cerveza fuerte y las peleas (aunque la mayoría eran lo suficientemente listos para no mezclar ambas cosas y menos ante la atenta mirada de los vigilantes de la ciudad), le profesaban un cuidado casi desmesurado a su barba y, ante todo, se enorgullecían de su clan y ascendencia. El que un enano no usase el apellido familiar era usualmente debido a que sufría una deshonra por un acto despreciable que había cometido ... o que creía haber cometido.

Dado que no tenía una razón justificada para impedirlo, permitió que el curioso individuo entrase en la ciudad, no sin antes mirar una vez mas el rostro del despreocupado enano antes de decirse a si mismo que nunca estaba de más ser precavido ....


// esta es una introducción de mi personaje, Theros, en el Server. He preferido narrarla bajo el punto de vista de uno de los guardias de Cálimport porque me pareció lo apropiado. Conforme lo vaya subiendo de nivel y juegue con vosotros iré ampliando su historia ^^

// [color=red:ad63875923]EDITADO[/color:ad63875923]: ups, no quería postearlo en esta parte del foro :? , sino en la de "Historias de los personajes y de Faerun". ¿Algún Administrador tendría la amabilidad de moverlo a la sección correspondiente? (siempre se puede borrar y lo posteo en donde debería estar, no es problema -tengo el texto en el PC guardado :roll: ). Gracias por adelantado y siento las molestias :wink: .