M_v_M

16/03/2007 00:12:47

De boca en boca va corriendo una historia sobre fantasmas y tesoros. Los niños la temen, y no pueden conciliar el sueño. Los adultos, la toman como un cuento de viejas, pero por si acaso, llevan siempre los bolsillos sacados por fuera.

Ya no se sabe quien comenzó a contarla, sólamente que unos aventureros fueron testigos de que la leyenda, de hecho, era cierta. Pues por poco acaban sus días a manos de esa sombra, a la que muchos hoy en día llaman, simplemente: "La Recaudadora".

Giorgiusy Hert jamás olvidarán ese día. Tampoco el enano que los acompañaba.

Era de noche, y viajaban solitarios por el desierto. Ni un alma había de ellos al horizonte. O eso pensaban, pues sí que había una...

La sombra con figura humanoide apareció ante ellos, y mediante gestos, silenciosa, les indicó que debían pagar un tributo. Los tres compañeros, extrañados, rieron entre nerviosos y asustados, hasta que La Recaudadora sacó una espada de sombra de su propia figura, y amenazó con cortarles el pescuezo, gesticulando macabramente, y danzando sola.

Según la leyenda cuenta, ese era siempre el método del alma en pena. Pero estos tres aventureros, curtidos en mil batallas, no le tenían miedo a lo que parecía ser un fantasma como tantos otros a los que habían dado eterno descanso.

Por lo que el enano se abalanzó hacia ella, y de un sólo golpe, la partió en dos.

Rieron los tres, aliviados, pues la amenaza, viniese de donde viniese, no resultaba ser tal. Respiraron aliviados al ver que el desierto volvía a estar tranquilo, aunque en sus cabezas no cesaba la duda... ¿De dónde había venido ese ser?.

Sin perder ni una sóla de sus monedas, se pusieron de nuevo en marcha.

Hasta que el enano cayó arrodillado al suelo, al lado de sus amigos.

La sangre brotaba de su garganta como si una fuente ésta fuese. Y la arena se tiñó de sangre enana, mientras los otros dos corrían a socorrerlo, salvando su vida de puro milagro.

El tajo de su garganta, parecía hecho por una espada como la de la sombra. Y la herida seguía siendo real, muy real.

No volvieron a cruzarse con nadie aquella noche. Y cuando alguien les contó la leyenda de La Sombra Recaudadora de nuevo, prefirieron creerla desde el principio, hasta el final.

M_v_M

16/03/2007 00:26:01

-Que sí, que sí, que es verdad.

-No me lo creo, ¿de verdad que tú sí?

Los granjeros rumoreaban, los aldeanos miraban con recelo a todo quien hablara de esa nefasta historia. Todo el mundo por los alrededores del Camino del Comercio, había escuchado alguna vez algo sobre La Recaudadora.

En Tirodarco, en Saulorr... Gentes sencillas, con vidas sencillas. En la aldea pesquera, los chismorreos corrían aún más deprisa. De vez en cuando, algún joven con aspiraciones a escribir unos versos o una buena prosa, escribía en pergaminos que iba dejando de puerta en puerta:

"Escuchadme bien todos, pues soy la Sombra Recaudadora, y esta y no otra mi historia. Hay quien dice que soy un fantasma, hay quien dice que soy un demonio. Pero sólamente soy un espíritu errante, cuya alma ha sido confinada a vagar sin descanso por este plano, hasta que no haya reunido el oro suficiente como para pagar mi absolución al señor de los muertos.

En mi otra vida no he sido honrada. Muchos panes he tenido que robar para comer, y otros tantos para saciarme por pura avaricia. Por eso ahora pago por mis pecados, y me han condenado a la pobreza. Mi razón de ser es volver a recuperar todo el oro que robé.

No me temáis si sois gentes de bien o de mal. Se que cada uno tiene lo suyo, y que no todos pueden dar tanto como pueden quitar.

No me temáis si sois gentes humildes, que sudan para ganarse la comida diaria. Sólo visitaré a aquellos que saqueen sin razón. Pues si ese oro a ellos les sobra, a mi me hace falta.

Temedme, si os negáis a contribuir para que mi eterno castigo finalice.

Temedme, si me dáis una cantidad de oro inferior a lo que en vuestro haber está.

Y recordad, que quien pague a la Sombra Recaudadora, su protección durante diez lunas tendrá.

Los bolsillos vaciós y sacados por fuera del pantalón os protegerán de mi petición, pues ya habéis demostrado con ello la humildad que a mi me faltó."

Al parecer esos papeles van sin firma, y con letras distintas cada uno de ellos. Y pueden aparecer en cualquier sitio.

M_v_M

19/03/2007 00:59:00

Vuelven los rumores.

Dos personas, una que pagó con racanería a La Recaudadora, la otra, siquiera pagó.

Se dice que sólo vieron fuego en su huida desesperada a la ciudad de Cálimport.

pancras16

19/03/2007 12:00:44

*Glognar confirma estos rumores en la tavera*

Yo fui el que pague a la sombra esa que se llama a si misma la Recaudadora, os puedo assegurar que el fuego nos persiguio a mi y a Leo todo el camino hasta calimport, tened cuidado no parece peligrosa, pero yo puedo asegurar que es mas de lo que parece...compañeros, camaradas,

*se bebe su jarra de un trago*

amigos...tened cuidado, volvera a pedir mas..os lo puedo assegurar...yo no volvere a salir de noche, sabeis?? en la noche no se ven la sombras...como puedes luchar contra algo que uno no puede ver?? que el UNO os sea favorable...otra Cerveza y esa mas fria!! BRRR

*Glognar bebe hasta quedar borracho y dormida en una mesa, se lo puede ver con un seño nada tranquilo*

//GLOGNAR//

Filo_oscuro

21/03/2007 21:08:56

Sabed que esta historia es cierta y que la naturaleza de esta criatura es incierta.

A mi a Denen se apareció y el bolsillo nos aligeró. Cielo y tierra es testigo, pues en verdad os digo, que Slim Shadow el misterio investigará. Ya que es bien sabido que si a algo tienes que temer es a lo que no conoces...

Slim Shadow.

M_v_M

24/03/2007 15:10:33

La sombra sólamente aparecía de noche, decían las malas lenguas. Y nunca se mostraba en áreas demasiado abiertas, como llanuras o desiertos amplios...

Ya eran más los afectados por la extraña figura pedigüeña, pero parecía ser que nadie hacía nada. Ni por concretar su origen más allá de lo que los rumores cuentan, ni por impedir de alguna manera ser asaltados por los caminos.

La gente, de tan confiada, estaba a punto de rozar la estupidez, la bravuconería y la temerosidad.

Seguramente, propiedades que la sombra no tiene en mucha estima.