puxe

06/07/2007 20:27:36

En uno de sus muchos viajes, Legebril, se dirigía hacia Baldur, si si, como lo oyes, a Baldur, la gran ciudad del Puño Llameante dirigida por unos grandes duques…

Pero a el eso le daba igual, el sólo buscaba a alguien al que contar sus historias, algunas son echos, otras inventadas, nunca se sabe cuando podrá decir algo que sea del todo cierto.

Un mentiroso no es, pero no dice la verdad, digamos.. que sólo dice lo que quiere oir.

Caminando iba por los muelles, cuando pensó que alguien podría haber en la ciudad Alta, se encaminó hacia allí.

Un vez allí vió a una mujer joven, de pelo blanco, le pareció extraño y curioso, pero en el fondo… sólo queria que escuchase una historia así pues se encaminó a hablar con la mujer.

-Legebril dijo- Salud.

-La mujer le respondió de buena manera, y con una sonrísa.

Sin mas preámbulos, Legebril, se descolgó su guitarra, y comenzó a tocar una agradable melodía.

-Legebril dijo- ¿Te gusta como toco?

-Mujer- Sí, tocas bastante bien.

-Legebril pensó- Perfecto.

-Legebril dijo- Entonces no te importará que te cuente un relato de un mago rojo de Thay.

-Legebril dijo- Si, como lo oyes un gran mago rojo de Thay, esos locos que se dedican al estudio de grandes libros, y algo más harán digo yo *rie*

-Mujer- Adelante, me encantaría escucharla *entusiasmada*

-Legebril dijo- Algunos dicen que estaba loco, otros que solamente le faltaba una tuerca, al fin y al cabo es lo mismo…

-Legebril dijo- Nos adentramos en una cueva húmeda, con olor a perro… como no, perro mojado.

-Legebril dijo- En el fondo, unos veinte Gnolls estaban, el mago lanzó conjuros contra ellos, y estos calleron al suelo como si de moscas enfermas se tratasen, sí, las moscas hacen ruido hasta cuando se están muriendo.. *rie*

-Legebril dijo- Cuando el mago terminó con todos, se tumbó a descansar, estuve un rato esperandole, cuando se levantó, dijo algo que me escamó.

-Legebril dijo- ¡Me llegó la hora!

-Legebril dijo- El mago se acercó a mi y me dio estas magníficas botas, y estos brazales, y un cinto.

-Legebril dijo- me dijo que se los entregase a un tal Then de Calimport, menos las botas, que son para mí.

-Legebril dijo- ¡Y el mago lanzó un conjuro, y desapareció con una carcajada estruendosa!

-Legebril dijo- Gracias por escucharme, llevaba tiempo queriendo contarlo *sonríe*

-Legebril dijo- Ahora que me acuerdo… quizás deba llevarle eso al tal Then…supongo que sacaré algo de dinero a cambio *rie*

-Legebril dijo- ¿Me acompañas a Calimport?

-Mujer- Si, claro, por que no, ahí hay mucha gente.. , si, quizás esté ahí.

Legebril y la mujer de cabello blanco fueron al puerto, tomaron un barco con dirección a Calimport.

Una vez allí se separaron…, y Legebril seguía buscando a ese tal Then…