nail2005

08/08/2007 00:30:14

// Post para el tema de no-muertos y portales de Vado.
// Creo que no hay ninguno, poner aquí lo que hayáis observado con vuestros Pj's

nail2005

08/08/2007 00:38:01

// observaciones de Bulinar

Por fin he llegado a la famosa ciudad, Vado. Me pregunto si ese pequeño gnomo seguirá por aquí, me dijo que quería unirse al no se que clave... supongo que ya lo encontrare...

(iré al mercado a ver que encuentro)
*se pone a negociar con un mediano y luego con un tipo con bastón*

Disculpe, puede mostrarme sus mercancías? no? ahh es un Guardia... Sabe donde encontrar trabajo? en esa taberna?
*El guardia se ofrece a acompañarle a salvar al hijo del granjero*

*de regreso a la ciudad encuentran todo en desorden. guardias muertos, mercaderes heridos, ciudadanos corriendo hacia todos los lados*

Eh que es eso!? un espectroo!! otra vez no!!
(Me marcho de la sarten para caer en el fuego!)
*luchan contra varios espectro y combatientes hasta vencerlos*

*el guardia, que resulto ser de alto rango, monta una barricada y coloca unos arqueros delante del cementerio, parece ser que ese es el foco del mal*

Breogan

09/08/2007 23:16:09

El teniente Jame X manda un mensaje urgente A la orden del Fenix.

En el dia de hoy y acompañado por Rad Cole y algunos guardias mas,
entre en el cementerio para ver la situacion ,despues de la aparicion de un portal.

Fuimos atacados por gran variedad de espectros y no muertos.Despues de abrirnos paso hasta el portal , nos encontramos que en el centro de este se hallaba una figura vestido con una armadura roida por el oxido
y de su cinto pendia una espada oscura , en la armadura destacaba el simbolo de Torm.

Me dijo que transmitiera dos mensajes uno a la Orden del Fenix y otro al Gobernador.

Para la Orden del Fenix es : Que su nemesis ha vuelto

Para el gobernador: Que el Señor de los Muertos reclama su tierra

PD: Hago llegar este mensage tambien al Consejo de Vado
espero ordenes.

*un mensajero parte raudo y veloz con las tres cartas*

mandriLe

13/08/2007 13:49:21

(No puede ser salgo de Calimport y no me ha durado la tranquilidad ni dos semanas, no se que diablos ocurre pero quizas ese rubí tenga algo que ver con todo esto . . . he de avisar en el Sur, si los ataques van en aumento Vado no tardará en estar en buen apuro y yo he de conseguir esa piedra . . . me extraña que el encapuchado tenga tanta paciencia)

Blues

18/08/2007 15:57:01

Hacia unos meses que no pisaba aquella ciudad,no mucho tiempo para un elfo,pero suficiente para hechar de menos a los numerosos amigos que alli habia dejado.

Nada mas entrar me percate de la numerosa guarnicion frente a la entrada del cementerio.Me acerque alli por curiosidad y me encontre con JameX y Andrik frente a la puerta.

Tras los saludos,Jame me conto lo que habia pasado en mi ausencia,mientras Andrik cuchicheaba algo a su familiar que se adentro en el cementerio.

Un nigromante quiere apropiarse de Vado,como antaño intentaron con Tirodarco.No les dejaria pasar,no podran con la ciudad como no pudieron con la aldea.

El familiar de Andrik trajo noticias,numerosos no muertos pululaban por el cementerio,sus descripciones no me recordaban a ninguna de las clases que habia visto y tenia curiosidad de saber a quien nos enfrentabamos.

De repente aparecio Merioppi,me alegro mucho verle,me parecio como si hubiese crecido,su rostro parecia feliz pero preocupado.Me explico el encuentro con una niña y el objeto que le habia dado nos lo enseño.

Lo que parecía ser un OJO, con todos sus detalles y párpados inclusive, de metal, que se partía en cuatro trozos iguales, como si fuera una flor abriéndose, con un cilindro en su interior que tenía unas varillas pegadas a él, que al rodar podrían tocar otras más flexibles. Una de las veces que se cerró, formando las 4 partes el ojo empezó a parpadear y unas luces aparecieron rodeando a Mer,la puerta del cementerio se cerro de un portazo,no podiamos llegar hasta Mer ni el salir de esas luces.

Una de esas luces parecia parpadear rapidamente hacia el oeste,la seguia pero al final siempre la perdia.Las luces que rodearon a Mer desaparecian poco a poco,mientras intentaba seguir a esa luz roja.

Mer nos llamo,parecia que el ojo le guiaba a algun sitio,le seguimos poco a poco hasta llegar a la muralla del oeste.Alli de repente aparecio un portal.Lo atravesamos con cuidado y llegamos a un lugar inospito.El portal se cerro dejandonos encerrados en aquel lugar.

Era una gran sala con una espesa niebla en toda la estancia.Una gran luz roja destacaba sobre todo lo demas.Al acercarnos vimos el rubi protegido por un campo de fuerza magico y unos simbolos rodeandolo.

De repente una voz rompio el silencio que reinaba mientras pensabamos que hacer para coger el rubi.Era Katoos Mago de Calimport,mi antiguo maestro aparecio con 2 golems preguntando que hacimos en su casa.

Jame le explico toda la historia,el ojo,la niña,el rubi,la serpiente,nos ofrecio un trato por conseguir el otro rubi,al parecer ese rubi lo utiliza para producir alguna cosa y no puede desprenderse de el.

Volvemos a vado sanos y salvos gracias al ojo de Mer.Debemos hablar con andrik para contarle lo que sabemos.

ioker

20/08/2007 22:43:53

//Blues, me he tomado la libertad de modificar tu post por una cuestión bastante importante, y es la descripción del ojo metálico. No la has hecho correcta, y para no llevar a confusión y además que lo puedas entender bien, la he reescrito como es realmente. ¿vale? Perdona si te molestó que lo hiciera, pero lo consideraba importante.

Blues

24/08/2007 13:54:08

Alli estabamos discutiendo como poder conseguir el rubi que tenia Kaatos en su poder,como salvar el campo de fuerza que rodeaba la joya.Decidimos ver que pasaba al pedir ayuda al Ojo metalico y Mer se puso a hablar a ese ojo mientras Ohr y yo esperabamos alguna señal.

Tras unos instantes Mer nos pidio que le siguieramos.Nos llevo a un portal al oeste de vado,cerca de las minas.Desde alli volvimos a aparecer en la oscura estancia donde moraba ese rubi.Intentamos con la ayuda de Ohr resolver el problema de acceder a el.

La joya seguia luchando,una luz roja con forma de serpiente giraba en torno al campo de fuerza durante breves instantes.Intentamos sacar la joya de alli sin resultados cuando un siseo familiar hizo que escapasemos.
Kaatos se acercaba,rapidamente aparecio un portal y escapamos de alli.

No pensaba que ibamos a aparecer alli,en las marismas.Ante nosotros dos grandes columnas llenas de criptogramas guardaban la entrada a un portal.El agua nos cubria hasta las rodillas y se oia algun chapoteo lejano,teniamos que estar alerta en ese lugar.

De repente una niña aparecio riendose.debia ser la niña de la que Merioppi me hablo,aparecio tras el portal y fue corriendo hacia Mer.
Intentamos sacarle mas informacion,la manera de romper el campo de fuerza,o saber donde estaba el otro rubi sin suerte.

La niña parecia conocerme,y no recordaba haberla visto anteriormente,me pregunto si iba a conseguir ese rubi y le dije que si,que lo hariamos.Me dio un artefacto,parecia una peonza metalica de 5 lados,con algunas inscripciones en los lados y el palo.

La niña tenia que marcharse,la miramos salir por el portal y de repente parecio como si su forma cambiase al atravesar el portal.Por unos momentos aparecio una figura grande,con largas extremidades y una mascara blanca cubria una bola de luz donde debia estar la cabeza.
El Portal desaparecia y nosotros estabamos en el centro de las marismas.

Intentamos que el ojo nos ayudara a salir,y ningun portal aparecio intente usar la peonza que la niña me habia dado,y ningun efecto salio de ella,asi que decidimos salir de alli corriendo sin mirar atras.Cuando ibamos corriendo nos dimos cuenta de unas barreras de luz,protegian el camino a la salida y no nos habiamos dado cuenta.

Por fin estabamos en Vado de la Daga sanos y salvos.Habia sido emocionante pero seguiamos sin saber como conseguir ese rubi.
Como lo hariamos?.Tendra algo que ver los criptogramas aquellos?
Seguiriamos buscando la forma de conseguirlo

Cormarion

24/10/2007 23:23:11

//Ya que está este post escribo aquí por que creo que viene a colación, si no, se mueve y ya está.

Jeanna de Archelon hacía una ronda por las murallas de Vado comprobando las defensas reforzadas que se habían dispuesto para un posible ataque del Usurpador. Todo parecía en orden. Desde lo alto de las murallas divisó a Dama Uralia que salía a cumplir el servicio de guardia junto con Glomir en la ruta de Tiro de Arco.

Después de despedirse de ellos se encontró en la ciudad con alguien que le pareció pertenecer al cuerpo de batidores, pues llevaba un uniforme similar al del sargento Meroippi, y Fadel creía recordar que se llamaba. También se disponía a vigilar los caminos cuando Jeanna se ofreció a acompañarla pues los caminos no eran seguros. Así que salieron a las puertas de la muralla, y como no estaba de más ser prevenidos, Jeanna decidió volver a entrar para dejar recado de su salida a los guardias de la puerta.

¡Por lo más sagrado! ¡Qué revuelo se había organizado a las puertas del cementerio! Los guardias, cogidos por sorpresa, trataban de contener la marea de seres descarnados y zombis que salían en tromba por las puertas del cementerio. Raúdos y veloces, Jeanna y Fadel, sin atisbo de duda y a la voz de ¡A mi la guardia! se unieron a los defensores. Fadel, detrás de Jeanna, disparaba sus saetas incansable y certera, mientras que la paladina hacía muestra de su arrojo al cargar contra el grupo más nutrido embistiendo con su escudo.

Muchas de las barricadas cayeron y una bruma densa, maligna, y que parecía tener vida propia se extendía desde las puertas del cementerio. Después de la primera oleada, Jeanna corrió a dar aviso al cuartel de la guardia, e instó al mediano mercader que huyera y salvara su vida.

Parecía que se habían abierto las puertas del mismísimo infierno. Mientras tanto, Fadel estaba alerta ante las puertas, cuando espectros ataviados con negras túnicas cargaron contra ella y los guardias. El aura de aquellos seres, junto con el lamento que proferían, hicieron caer la moral de las tropas y huyeron en tropel. Aquellos seres ansiaban alimentarse de la fuerza vital de los vivos y acorralaron a Fadel, que superada en número también había caído presa del miedo. Jeanna se zafó entre los espectros hasta llegar junto a Fadel, pues su Fe le permitía no desfallecer ante tal horror. Acabó con algunos y extendió su mano a la batidora y la llevó a lugar seguro hasta que se calmó. Los seres habían drenado a Fadel su fuerza vital y había perdido hasta el color de la cara, pero de nuevo volvieron a la carga dispuestas a acabar con el resto de criaturas que estaban aterrorizando a los guardias y al mercader.

Cuando pudieron dar un respiro, un tercer embite de la amenaza desconocida emergió entre la bruma. Criaturas de cabeza bulbosa, de ojos vidriosos como peces muertos, flacos, de piel apergaminada y de aspecto primigenio, hacían uso de sus poderes para ocultarse entre la bruma y atacarnos con los tentáculos que hacían bailar ante nuestros rostros deseosos de aferrarse a nuestras caras. El mago del Cónclave, Ohr, llegó a tiempo para prestar su ayuda y acabar con los restantes.

Cuando la plaza quedó despejada, la bruma avanzó más y más, furiosa y hostil. Fadel se internó en el área y bolas de fuego como nunca haya visto y tormentas de ácido cubrieron el área en defensa ante nuestra presencia.
Ohr, tuvo que dejarnos y la paladina sugirió a la batidora que empujasen una de las barricadas para no dejar resquicios en la defensa. Fadel, estaba débil de fuerzas, y aunque exhausta instó a varios guardias que no parecían muy malheridos que nos ayudasen. Mientras los guardias realizaban la tarea, Jeanna sugirió a Fadel que tenían que lograr, aunque fuera a costa de sus vidas, dar un rápido vistazo en el interior del camposanto pues la información podría ser vital para acabar con la amenaza. Una vez que Fadel reunió el valor, se acercaron a las puertas, y el suelo tembló bajo sus pies, como si la misma presencia de los vivos fuera una intrusión. De tal magnitud fue la sacudida que parte de los muros se resquebrajaron, las barricadas cayeron, y Fadel aunque de grácil equilibrio no pudo resistirla cayendo y lastimándose un hombro. Sólo la paladina se mantuvo impertérrita, con la determinación suficiente que le daba su renovada Fe, y al sentirse parte de algo más grande que ella y que ahora era su nueva familia, pues contaba con sus hermanos, los Caballeros del Fénix. Alzó a la batidora y se adentraron en el cementerio.

La oscuridad se había adueñado del camposanto, no se oía ni pájaro ni grillo, y tal era la atmósfera que casi robaba el calor de sus cuerpos. El sudor debido al esfuerzo anterior se les helaba ahora sobre su piel. Tras conseguir iluminar débilmente el área mediante sencillos conjuros de luz, la paladina poseedora de una vista comparable a un ave de caza, avistó débil resplandor que emergía del suelo en un rincón del camposanto. La débil luz, de un tono amarillo frío, para nada cálido, iluminaba el suelo a su alrededor mostrando un extraño e intrincado dibujo en el suelo. La paladina ya había visto uno similar la noche en que hizo guardia junto a Sir Arthur, Sir Thearos y Sir Yany y un clérigo de Kelemvor llamado Baristian o Beristian. Aquella noche le contaron muchas cosas y ahora está convencida de que esto guarda relación.

La débil luz del portal fue eclipsada por una figura. La paladina entrecerró los ojos y logró ver su rostro. El altivo ser se plantó ante ellas demostrando superioridad y sus pálidas y angulosas facciones mostraban desdén por su irrupción. Con una mirada que helaba, las sopesó como el que se entretiene en arrancar alas a las moscas. Fadel, más impetuosa se adelantaba echando mano a una saeta de su carcaj cuando Jeanna la contuvo. La experiencia de la paladina y la dura disciplina autoimpuesta la ayudaron a mantener la cabeza clara. Las miradas se cruzaron como en un lance de caballeros, y ambos resistieron. Después en previsión de lo que pudiera pasar se protegió y conjuró defensas con una plegaria al Caballero Torm. Cuando reunió todo su coraje, y en vista de que el ser estaba muy seguro de si mismo, inició el interrogatorio de la criatura pues debía conocer todos los detalles.

Jeanna: ¡Tú! *le señala con su espada* ¿Eres el causante de todo este mal?
Heraldo: No sois bien recibidos aquí. Nadie os ha invitado.
J: Dejad a los vivos en paz.
(Fadel guarda silencio atenta a los movimientos del Heraldo detrás de Jeanna)
H: La paz de los muertos es lo único que encontrarás en este lugar.
J: Vuelve por donde has venido criatura.
H: El proceso no ha hecho más que comenzar, pronto este lugar no tendrá nada que envidiar al plano de fuga... ni a la ciudad de los muertos. Pues los muertos se alzarán en la no vida para servir a su señor.
J: ¿Ese es tu mensaje? Vado se defenderá y volverás a la tumba.
H: Ese es el mensaje del Heraldo.
J: ¿Heraldo? ¿Así que sólo hablo con un siervo?
H: Y ahora volved por donde habéis venido, considerados afortunados.
J: Vuelve a tu cubil, alimaña.
Fadel: Eres escoria.

Acto seguido, unos esqueletos cargan contra ambas como salidos de la nada. La paladina se hace cargo de ellos mientras Fadel suelta la saeta que hacía tiempo apuntaba al negro corazón del Heraldo. El Heraldo, presa de la furia, se abalanzó contra la batidora portando una espada larga de aura rojiza y diabólica, mientras que la paladina suplicaba toda la ayuda de la Furia Leal. El Heraldo se batió duramente pero no pudo contra ambas y Jeanna le asestó terribles estocadas que acabaron con el Heraldo dejándolo postrado en el suelo.

Con urgencia, pues las misma oscuridad parecía tomar forma y la atmósfera se hizo más opresiva si cabe, la paladina registró por encima el cuerpo sin encontrar ninguna pista para después examinar el portal. Jeanna, lanzó una plegaria en el lugar y derramó el contenido de varios viales de agua bendita entorno el dibujo que mancillaba la tierra santa. Del centro mismo del portal, ante la bendición que recibía la tierra, haces de energía que parecían espectros negros y rojos de cuencas vacías, golpeaban el cuerpo de ambas tratando de hacerlas caer. Ante tal ataque, Fadel no resistió mucho, y Jeanna pese a su fortaleza, tras echarle el brazo a la batidora para ayudarla a salir también vio mermada sus fuerzas. A pesar de todo lograron salir cerrando tras de ellas las puertas del cementerio.

Las barricadas se habían dispuesto nuevamente y fueron al cuerpo de guardia para relatar lo ocurrido y recuperar fuerzas.

J: Puede ser que no hayamos acabado con el Heraldo, ese ser volverá. Estoy segura. Y no vendrá solo.

-Malkav-

26/10/2007 13:16:07

[i:6d1b941ba4]Acceder al recinto fue sencillo. Le bastó uno segundos para adaptar su visión a la oscuridad del cementerio.

La niebla pestilente se arremolinaba a su alrededor en volutas, mientras avanzaba hacia el portal. Una hueste de muertos le salió a su paso, pero no tardaron en darse cuenta que estaban ante el Heraldo y los alzados se agacharon ante él en una muestra de sumisión, respeto y terror.

Entre la neblina y los fuegos fatuos del cementerio, se materializó el horror. Una figura de negro, imponente, permanecía en el centro del portal. Sus ojos rojos de cuencas vacías miraron al recién llegado. Al tiempo, el heraldo puso una rodilla en el suelo:

-Mi señor... todo está dispuesto, los primeros ciudadanos han sucumbido a la plaga... se pagó un alto precio, pero está resultando de provecho...

La figura de negro se movió hasta el borde del portal, sin traspasarlo, y asintió satisfecho a las palabras de su agente.

-Bien... pronto seré libre... confío en que llevas la otra parte del plan por buen curso... eso aceleraría mi fuga y nuestros planes...

El heraldo asintió y hizo una reverencia a la criatura. Cubierto por el manto de brumas y oscuridad desapareció en la noche...[/i:6d1b941ba4]

-Malkav-

26/10/2007 13:52:34

[b:823273100a][i:823273100a]Las noticias volaban raudas en Vado de la Daga. Al parecer una extraña plaga estaba afectando a los ciudadanos.

Sus primeras víctimas niños y ancianos. Los clérigos de Chauntea, los primeros en tratar un caso, no saben explicar el origen de la misma, si bien muchos achacan el mal a las pestilentes brumas que flotan en la ciudad y que tienen como punto de origen el cementerio de la ciudad. La niebla hedionda se extiende ya por todos los rincones...

Los escasos supervivientes, dada la virulencia de la enfermedad, están siendo trasladados a la ciudadela de la Orden del Fénix, donde sus clérigos y paladines trabajan incansablemente pero sin encontrar por el momento una cura para dicha enfermedad, que en los medios populares se la conoce ya como la Muerte Negra.

Corren rumores de todo tipo entre los ciudadanos:

Se dice que han visto a unos extranjeros vertiendo un líquido extraño en los pozos de la ciudad, y que éste podría ser el orígen de la plaga que les azota.

Otros hablan de hombres de negro que caminan solitarios bajo el auspicio de la noche y que contagian con el mero contacto de su piel...

Otros dicen que son las mordeduras de los muertos las que hacen enfermar y volver a la vida antinatural a los fallecidos...

También circula el rumor que al fallecer los afectados por la plaga, algunos han visto las almas de los mismos arrastradas y disueltas en las brumas de la ciudad.

Todos estos rumores no hacen más que acrecentar el miedo de la población que permanece encerrada en sus casas atemorizada y bajo una orden de toque de queda para evitar contagios masivos.

En cualquier caso, todos los afectados fallecidos regresan de la muerte y no es cosa rara ver estos días a muertos vivientes vagando por la ciudad camino a su punto de reunión, como atendiendo a una llamada... el cementerio.

Aventureros de todo tipo están llegando a la ciudad, tras el reclamo del gobierno de la ciudad para detener las huestes de muertos que azotan la región y que tienen a la población sometida al terror y la desesperación.[/i:823273100a][/b:823273100a]

Cormarion

28/10/2007 20:49:32

La paladina Jeanna de Archelon había investigado profundamente la historia de los Caballeros del Fénix y su doctrina para ponerse al día cuanto antes. Numerosos detalles importantes ocurridos en el pasado se le habían revelado y le pareció que existían cabos sueltos que tenían relación con la situación actual de la ciudad de Vado.

Tras reunirse a solas con Sir Kian, le presentó toda una exposición de hechos y acontecimientos en los que él mismo había sido partícipe en algunos. Agotada por el esfuerzo mental, la falta de sueño y el ayuno, con la fijación de encontrar evidencias que hubieran sido inadvertidas, finalmente no pudo contenerse más y la sierva del Caballero del Deber rompió en llantos desconsolada. Jeanna se lamentaba profundamente de las pérdidas de camaradas a los que no pudo socorrer por atender otros servicios.

Perdió camaradas en Calimport cuando perteneció a la Orden del Brazo de los Justos, cuando los paladines eran asesinados; perdió compañeros de los Dragones Púrpura cuando no pudo luchar a su lado contra los enemigos de Cormyr; no pudo socorrer a todos los afectados por la Plaga del desierto de Calimport; no pudo llegar a tiempo de combatir el mal que acabó con el Bastión, milicianos y paladines muertos que no pudo salvar. Sir Kian la consoló con sabias palabras y poniéndose el mismo como ejemplo, y afectuosamente le ordenó un merecido descanso.

Junto a Sir Kian se plantearon el futuro de las acciones a seguir mediante una división de tareas y una hoja de ruta, que aún debía ser expuesta al resto de miembros, pero que requería la puesta en marcha de algunas acciones inmediatas. La sombra de Myrkul, el Usurpador y una historia antigua que afectaba al futuro de la Orden acosaban a los Caballeros.

Fruto de la reunión, hace unos días ya que Lady Jeanna había dejado un mensaje en el Tablón de Anuncios en el Vado de la Daga, en que solicitaba al Clérigo Baristian que se presentase en la ciudadela de la Orden y prestara su ayuda y experiencia, tal y como hizo en otra ocasión.

Unos días más tarde, el Clérigo de Kelemvor hizo acto de presencia en la ciudad de Vado ya que había llegado hasta sus oídos que una extraña niebla iba cubriendo la ciudad. Junto a él ya han combatido el mal que surge del camposanto y los no-muertos que vagan por las calles dirigiéndose hacia el mismo. Es un valioso aliado del que, si bien no tiene conocimientos acerca de la naturaleza de la niebla, debemos seguir sus sabios consejos para combatir los no-muertos que asolan la ciudad.

Blues

29/10/2007 03:18:35

Nada mas acercarme a Vado el olor se hacia mas intenso,un hedor nauseabundo venia de la ciudad.

Al entrar por la puerta sur una niebla cubria toda la zona.Jame yOhr estaban alli entre ella esperando un ataque proviniente del cementerio,me pusieron al corriente y empece a buscar algun puesto de defensa mientras hablaban.

Parecia que nada me afectaba,era como si hubiese perdido todo tipo de sentimientos,pero sabia que era importante defender la ciudad.Coloco unas trampas entre las barricadas que habia en la entrada al cemebterio y subio la muralla sin mediar palabra con nadie mas,esperó en lo alto el ataque.

Desde arriba divisaba gran parte de la zona sur,y veia llegar los refuerzos a las puertas del cementerio,ya anochecia no tardarian mucho en atacar,y entre las piedras de las almenas vigilaba constantemente.

Una gran oleada de muertos irrumpio de repente que no consiguieron ni acercars a las barricadas,pero no cesaban de llegar y al final pudieron llegar hasta las trampas donde acabaron su misera existencia.Sin dejar tiempo a recuperar fuerzas un gran dragon de huesos aparecio sebrando el caos y la destruccion,las barricadas cedieron ante su poder.

Disparaba flechas sin parar,desde mi posicion era mas facil acertar a esa inmensa criatura.Abajo se empezaron a oir algunos gritos de ayuda,pero nada de eso me afectaba ya,solo deseaba matar a todos los muertos que pudiera.El Dragon cayo por fin y algun grito de victoria se escuchaba a lo lejos cuando una hilera de arcanos aparecio ante nosotros,tambien aparecio un portal frente a la tienda del mediano con mas arcanos,todos ellos protegidos por unas criaturas que lanzaban fuego.

Muchos abajo caian,los clerigos intentaban curar las heridas que los arcanos infringian y las quemaduras de sus siervos,me hacian retroceder y debia de cambiar de objetivo constantemente,debia de acabar con ellos cuanto antes.Dos de ellos consiguieron llegar a mi posicion cuando aparecio Ohr y entre los dos liquidamos a esos engendros.Habia muchos heridos pero habiamos derrotado mas del doble,el enemigo tambien habia tenido bajas.

Una especie de piedra empezo a flotar de repente,una luz tenue la envolvia,mis flechas desaparecian en esa luz sin acercarse a ella,ni con mi mejor disparo era capaz de dañar esa especie de roca volante.Retrocedi y observe.Abajo Jame y alguno mas luchaban con ella,me asomaba de vez en cuando y lanzaba una serie de flechas hasta que por fin la derrotaron.

La Victoria era nuestra pero no sentia ninguna alegria,tampoco pena por los heridos,ni siquiera me afecto descubrir que esa espesa niebla propagaba una enfermedad.El Templo de Khauntea se empezaba a llenar de gente enferma y Lomoniak se apresto a ayudarnos.

Hable largamente con Lomoniak por la que sentia un gran respeto,Hablamos sobre el antiguo bastion,sobre la plaga de calim,sobre la muerte negra y encontramos demasiadas coincidencias.Quizas la decision,que yo creia estupida,de los del antiguo bastion de quedarse a curar esa plaga en Calim pueda ayudarnos ahora.

Los pocos arqueros que sobrevivieron se turnan vigilando la puerta del cementerio desde la muralla alta.Todos llevan pañuelos cubriendoles la boca.Espero que no tarden en evacuar la ciudad o moriran todos.

elfrances

29/10/2007 12:09:59

* los enfermos a causa de la nauseabunda niebla que invadía ya toda la ciudad iban siendo transladados a la Ciudadela del Orden, que había sido acondicionada como hospital... clérigos y caballeros se afanaban en mejorar las condiciones de los enfermos que llegaban allí... pero las esperanzas eran pocas, y morían todos inexorablemente.

Kian, como todos los días, dedicaba unas horas, las que la vigilancia y defensa de la ciudad le permitían, al cuidado de los enfermos. Cada una de las personas que clavaban sus ojos en él mientras les prodigaba cuidados y les decia reconfortantes palabras, le atravesaban hasta los más profundo de su alma... Todas esas miradas pedían socorro, todas conminaban a que se hiciera algo para acabar con esta locura...
Kian trataba de elevar la moral tanto de enfermos como de cuidadores, clérigos, caballeros... con palabras que llevaban la promesa de un futuro mejor, promesas de una lucha sin cuartel contra los enemigos de Vado, tanto por parte del Ejército como por parte de la Orden, la promesa de estar, hasta el final, al lado de los enfermos y de la ciudadania, protegiéndolos... la promesa de que los dioses de la Triada escuchaban sus súplicas y les protegerían...

pero Kian sabía que si esas palabras no se veian cumplidas en poco tiempo, el desánimo acabaria por hacer añicos la moral de todas esas personas... y para que esas palabras se vieran cumplidas, el Gobierno de Vado debía actuar...

esos pensamientos ocupaban su mente mientras se disponia a salir de la fortaleza para dirigirse al distrito sur de la ciudad cuando, justo en la puerta, vio al hombre que más deseaba ver en ese momento...
el Gobernador Corwin.
La conversación fue corta pero intensa...

Kian: Gobernador... me alegro de veros... a quién buscais?

Corwin: a vos, Sir Kian, a vos... queria hablaros sobre las amenazas que se ciernen sobre mi querida Vado...y sobre la carta que recibí de vuestra parte...

Kian: si, en la que os sugería que tomárais decisiones que atañían a la seguridad de Vado... quizás no supe expresar bien mis sugerencias, no era mi intención presionar...

Corwin: pero lo haceis, Sir Kian... con la mejor de las intenciones, sin duda, pero lo hacéis... me recordáis mucho a Sir Arthur, teneis el mismo modo de actuar, los mismos valores, en cierta forma, sois su sucesor en la Orden... pero hay una virtud de los servidores de la Triada en que os supera... *sonrie* la paciencia...

Kian: Sir Arthur fue un gran hombre, un hombre de Fe, inigualable... un ejemplo a seguir...

Corwin: el Consejo de Gobierno de Vado de la Daga siempre escuchó la voz del Fénix por las palabras de Sir Arthur. Ahora, debéis ser vos la voz... reunámonos, Sir Kian... acudid a la próxima reunión del Consejo de la ciudad

Kian: me halagáis con vuestras palabras, Gobernador... pero la voz que ahora representa a la Orden es Sir Jeremias... él es el nuevo Gran Maestre, el sucesor de Sir Arthur.

Corwin: *niega con la cabeza* Sir Jeremias es otro tipo de hombre, no es igual que Sir Arthur y que vos... ahora es momento de la acción... y estoy seguro de que demostraréis estar a la altura, en este momento de prueba.

Kian: podeis contar conmigo, y con toda la Orden del Fenix, Gobernador, para defender la ciudad hasta el final...

Corwin: *asiente* se os enviará una carta notificándoos el dia y la hora de la reunión... si lo deseáis, podeis venir con algún miembro de la Orden

Kian: bien, señor Gobernador... que Torm os guíe y os ayude en la dura carga que debéis llevar sobre vuestras espaldas... y que bendiga y proteja Vado

Corwin: desde luego... Vado necesita toda la ayuda posible...

*despues de despedirse los dos hombres, el ánimo de Kian había cambiado... si la reunión del Consejo era pronto, todavia habría esperanzas... y el plan que el Gobernador Corwin había trazado agradaba mucho a Kian... además, el hecho de estar presente en el Consejo de la Ciudad le permitiría exponer sus ideas y opinión mucho mejor que por carta... y evitar malentendidos... debia avisar a Sir Jeremias de la reunión próxima, seguramente, él también desearia acudir...

el escudero Tomas le estaba esperando a escasos 10 metros... era momento de partir a comprobar como iban las cosas por Vado Sur*

VL

30/10/2007 18:14:18

[i:b8be4effcb]El hombre llevaba una manta raída que le envolvía y una espesa y desmadejada barba, parecía que llevaba algún tiempo descuidando su higiene personal. Una armadura antaño reluciente se dejaba entrever bajo la manta, si bien los efectos de la lluvia y la dejadez habían hecho que partes de la misma acumulasen ya algo de óxido. A la derecha de su cintura, pendía oculta, una espada.

!Alto¡ -profirió un guardia de la ciudad desde las almenas- El viejo miró hacia arriba y posó sus cansados ojos azules sobre el guardia. -!No puede entrar a la ciudad, estamos bajo los efectos de una terrible plaga, vuelva por donde ha venido...¡ El paladín dejó caer la manta que le cubría y el guardia miró estupefacto al recién llegado, que lucía bajo la mugrienta ropa el emblema de la Orden del Fénix.

!Maestre Azarian¡ -gritó el guardia, que ordenó de inmediato que abriesen las puertas-

El paladín volvía de su retiro. Muchos meses había pasado solitario, vagando por los caminos, como un mendigo... quebrado tras las noticias referentes a Arthur. Nunca una pérdida había dolido tanto al viejo paladín.

En esos largos meses se había cuestionado su fe, su cometido en la vida que había elegido, en si realmente había servido para algo su vida de sacrificios, de haber dejado a tantos estimados amigos en el camino en aquella incansable lucha contra el mal que nunca parecía tocar a su fin...

Contempló por unos minutos la degradación de la ciudad. Columnas de humo y fuegos fatuos le rodeaban, gente infectada era llevada a la ciudadela donde los clérigos se afanaban en dar una ayuda que de nada servía contra el mal que azotaba la ciudad de Vado. Era tal como aquellos caminantes que encontró casualmente en un recóndito lugar de un bosque, le habían contado a Azarian.

Ni el propio caballero sabía que le había llevado de nuevo a la ciudad. En su estado actual, era una caricatura de lo que había sido. Ya no era su carácter vital lo que le movía. La desidia habia hecho mella en él, y sólo sería un golpe bajo para sus compañeros de la Orden ver al antaño y veterano maestre sumido en la abulia y la desesperanza.

Arrastrando los pies salió de la ciudad y se encaminó a la ciudadela... a desgana, pero obligado todavía por un pequeño resquicio de sentido del deber que le decía que debía presentar de inmediato ante sus antiguos camaradas.

El paladín tuvo un escalofrío y se arrebujó de nuevo en la manta... el caballero estaba herido de muerte en lo más profundo de su ser[/i:b8be4effcb]

Cormarion

12/11/2007 23:38:24

La pista que habían seguido Sir Kian y la paladina había resultado ser una pérdida de tiempo. Siguieron un rumor con la esperanza de encontrar una cura para la Muerte Negra y faltaron al enlace de Dama Uralia y el Capitán Jame. Total, para nada. Ahora, Jeanna se encontraba abatida y cabizbaja caminando entre las largas filas de enfermos acogidos en la ciudadela, recordando las palabras de las que fue testigo.

[quote:6d1079ec1c]Guardián: ...Pido parlamento...
Jeanna: Escuchad, parece que quiere decir algo.

*silencio*

Wilhelm: Está bien.
Tomas: ¡Muéstrate!
J: ¿Quién habla? Responde.
Veraf: ¿Aguien lo puede ver?... Lo veo.

*al desvanecerse la oscuridad, una calavera de cuencas vacías flotaba en el aire escrutándoles tras las barricadas*

G: Saludos criaturas vivas...
J: ¡Por lo más sagrado!
G: Myrkul y su heraldo agradecen este bonito gesto de paz... *ríe en carcajadas que hacen temblar al más osado*
V: Parece un demiliche.

*El guardián dirigió una vacía mirada a cada uno de los presentes*

G: Veo muerte a vuestro alrededor...veo también vuestra propia muerte...pero podéis redimiros...
G: Todo tiene un precio...Mi señor reclama 10.000 almas de esta ciudad.
W: Aunque fuese una, no aceptaríamos tal trato.
G: Entregadlas y cesará la plaga...o...no lo hagáis y recibirá eso por triplicado.
J: Maldito seas criatura abyecta.
G: ¿Habláis en nombre de la ciudad? *dirigiéndose a Wilhelm*
J: Es innegociable.
G: Entiendo...señorita paladina...
W: Hablo en mi nombre. Seguramente mi opinión coincidirá con el resto del gobierno.
G: Confiad en que vuestro dios sea indulgente y perdone vuestra arrogancia....Pues seréis culpables de triplicar las muertes.
W: No vamos a sacrificar a ninguno de los nuestros. El final será distinto.
G: Voluntariamente o a la fuerza... seréis sometidos.
J: *Da un paso adelante* Encontraremos remedio para la enfermedad. El pueblo de Vado no se someterá.
G: *Ríe estentóreamente* Sois un mal vidente...
J: *Da un paso hacia atrás vacilante*
G: Suplicaréis por vuestras vidas en menos de dos dekhanas...y seréis sometidos.
G: Nada podéis hacer contra el poder regresado.
W: ¿Cuál es el motivo de todo esto? ¿Destrucción?, ¿la ciudad?...¿las almas?
J: ¿Por qué Vado?
G: Motivos que tú, carcasa viva, no podrá llegar a comprender.
W: Bastante se habrá cobrado ya con vuestras almas, las de sus lacayos.
G: Entiendo que no aceptáis el trato.
W: *Asiente*
G: O que no tenéis el poder de tal decisión en vuestras manos...
Jame X: Vado si no es de sus ciudadanos, no lo será de nadie.
G: Vado será de su señor, criatura imperfecta...
JX: Tu señor tendrá el sitio no la ciudad *sonríe*
G: Si deseáis reconsiderarlo enviad a un mensajero...
J: Muy seguro de la victoria estás calavera.
G: Mientras tanto, la muerte seguirá asolando la ciudad, la muerte de los inocentes pesa sobre vuestras conciencias...

*El tiempo se detuvo y en un vórtice de niebla desapareció la calavera* [/quote:6d1079ec1c]

"El plazo se nos agota y no veo luz al final del camino", pensó cuando se detuvo frente a una alta pira de cadáveres ardiendo. Elevó la mirada a la columna de humo que se elevaba alta y negra, y un fino polvo ceniciento cayó sobre su rostro. Lágrimas resbalaron por sus mejillas. Las cenizas de los cuerpos caían sobre Vado mismo pasando a formar parte de la bruma negra. "Somos algo más que carcasas vivas".

Cormarion

13/11/2007 16:06:52

La paladina se dirigió a la ciudad bajo la lluvia de cenizas.

[quote:23cbb28702="Cormarion"]Al final, la paladina aún temerosa de que el pueblo de Vado cayera en el caos y se matasen unos a otros, para salvarse desesperados de la enfermedad, creyó conveniente que los presentes debíeran jurar que no dirían nada del trato ofrecido por el mensajero, a excepción de los superiores de cada uno. El Consejero lo expondría en el gobierno, Jame y Mer son los responsables de la guardia, el mago Ohr lo podría exponer en el Cónclave, los civiles Veraf y Penco guardarían silencio, Tomas y Jeanna lo pondrían en conocimiento del resto de la Orden.

*Este es el relato que expone Jeanna cuando regresa a la ciudadela y que atestigua el Escudero Tomas*[/quote:23cbb28702]

Lúgubres pensamientos la acosaban cuando un hondo pesar le llegó al alma al ver unas carretas atestadas de enseres, muebles y ciudadanos cruzando la muralla sur, mientras los guardias abiertamente desviaban la mirada hacia otro lado. "¿Qué está pasando?". Wilhelm, el ahora nuevo Gobernador, se había comprometido a transmitir al resto del Consejo la posibilidad de declarar una cuarentena. "¿Acaso hay datos que desconocemos en la Orden?, ¿no es contagiosa la enfermedad?, ¿se ha celebrado alguna reunión del Consejo y no ha participado ningún miembro de la Orden?".

elfrances

13/11/2007 17:16:31

*tras llamar a todos los miembros de la Orden presentes en la Ciudadela, para que dejaran un segundo de atender a los enfermos y que acudieran rapidamente a la sala de Juntas, Kian se sent'o en una de las sillas y esper'o a que todos fueran acomodandose en sus respectivos asientos.
Una vez todos estuvieron dispuestos, tomo aire y relat'o lo que acababa de presenciar, hacia solo unos instantes, en el centro de la ciudad de Vado:

- "camaradas, hay una cosa de la que me acabo de enterar, y que no me ha agradado en absoluto. A pesar de ello, he evitado pronunciarme hasta conocer vuestras opiniones.

Estaba hablando con el Capitan Jame y tres desconocidos más, sobre un ataque a un ciudadano por parte de un orco, que despues de maniatarlo, le dijo que comunicara a la ciudad que, si no dejaban a los orcos en paz, habrian consecuencias.
Debatiendo esta situacion, en un momento dado, uno de los presentes dijo algo sobre un plan que tenia Ohr para sellar el portal, haciendo entrever que estaba a punto de intentarlo o que ya lo habia intentado.

Al decir esas palabras, la situacion se volvio tensa, lo noté. El mediano que lo había dicho se ruborizó mirandome...las caras del resto, y lo que más me sorprendió, de Jame, lo delataban. Habia dicho algo que no debia, pues yo no estaba al corriente y, al parecer, asi debia seguir siendo.

A continuacion, Jame se disculpó y dijo que la consejera de Guerra y comandante del Ejército, Indreth Luna Alta, deseaba hablar conmigo para ponerme al corriente de los detalles del plan... uno de los desconocidos subray'o seguidamente que Vado contaba con nosotros y valoraba nuestro apoyo.

No obstante, me quedó la impresión de que esas palabras estaban vacias de contenido y de veracidad... aunque imagino que próximamente lo sabremos, si no recibimos pronto nuevas de la Consejera de Guerra, o del propio Consejo, pues todavia estamos esperando Sir Jeremias y yo que nos avisen de la próxima reunión...

En cualquier caso, creo que es momento de averiguar con toda seguridad qué espera Vado de nosotros, qué relación tenemos... es obvio que nos han ocultado alguno de los movimientos que han realizado, y eso es deleznable después de todo lo que hemos hecho por la ciudad, y lo que estamos haciendo, pues no hay que olvidar que la Ciudadela está haciendo de hospital.

Me temo que nos ven como unas espadas de las que pueden echar mano siempre que lo necesiten. Eso y solo eso. Y quizás, con buenas formas, habriamos de recordarles lo que somos. La Orden del Fénix. Y que si quieren contar con nosotros, deberán hacerlo como aliados, de igual a igual, no como una parte de la Guardia..."

potasa

13/11/2007 23:48:54

*refortalecizo en estos duros momentos tras oir las últmas palabras de su superior, el escudero guarda silencio en la sala a la esperar de escuchar y aprender las opiniones de los maestres*

(la índole de todo este mal es muy personal... ya lo dijo Sir kian, eso no debe olvidarse. Sin embargo, ¿por que abran obrado así? no logro comprenderlo)