Vinduil

05/07/2009 14:55:12

El pequeño semiorco estaba tumbado sobre la nieve mirando hacia el cielo nublado. Le dolía todo el cuerpo tras la paliza recibida por los niños orcos. Un poco mas pequeño que ellos y ligeramente menos fuerte, hubiera podido defenderse contra uno solo, pero no contra tres. Hacía tiempo que sabía que no sería aceptado como un auténtico miembro de la tribu hasta que no demostrara que era tan fuerte y brutal como los orcos de sangre pura y aún así estaría lejos de obtener algo de respeto, simplemente sería tolerado. Sabía muy bien que nunca tendría ninguna autoridad en la tribu debido a la sangre humana que corría por sus venas.
En ese momento pudo ver en lo alto entre las nubes una enorme figura alada. No era la primera vez que la veía, todo habitante de los Picos Nevados la había visto alguna vez. Los mas afortunados desde lejos, los menos afortunados habían ido a parar al estómago de la bestia o habían quedado congelados en estatuas eternas de hielo. Se trataba del anciano dragón blanco Shires, dueño y señor de la zona. No había ningún ser en las montañas, ya fuera orco, trasgo, kobold o cualquier otra criatura que no tuviera absoluto pavor a la gran sierpe. Toda tribu, clan o poblado de la zona pagaba tributo a Shires. Así había sido desde siempre. Hacía tiempo que sabía lo que debía hacer para ser considerado parte de la tribu, pero solo en ese momento se le ocurrió como conseguir el respeto y el temor de todos. Acabaría con la gran sierpe blanca.
Gruumsh no le había dotado con la misma fuerza que a los demás, pero si con mayor inteligencia y por eso sabía que matar a un dragón cualquiera ya era una tarea muy peligrosa y complicada. Matar a un dragón anciano era una misión que muy pocos podían llevar a cabo. Decidió en ese momento que comenzaría un riguroso entrenamiento, adaptaría su cuerpo progresivamente a resistir las fuerzas elementales de los dragones y fortalecería su mente para resistir el instinto primario que casi toda criatura sentía al ver una sierpe.

[i:18fef9dc1f]Paso a paso, empezaré por los mas pequeños, luego alguno mas grande y así hasta ser capaz de derrotar a Shires. Cuando lo consiga, toda la tribu me aclamará, me temerá y el jefe podrá empezar a planear la conquista de toda la zona, esclavizando o destruyendo a todo el que se ponga a nuestro paso!
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