davidsanesc

05/11/2009 20:14:39

[color=yellow:9b1d9de375]PRIMEROS MESES EN PUERTO CALIM[/color:9b1d9de375]

[i:9b1d9de375]Era de día, el atardecer venía y tras él, la noche y el pico vibraba junto a la roca para hacer caer pedacitos de metal.

Los sacos se llenaban, así como las bolsas mágicas, pocas bolsas, mientras receloso miraba Fanaldebuenacero como algunos compañeros de trabajo, desconocidos para él iban y venían con sus bueyes.

Era un trabajo duro y se lo dedicaba a su dios.

Llenados los sacos hacía lo imposible para arrastrarlos sobre la arena ...quiero decir ...hacía fuerza hasta sudar, sudar y sudar y casi caer mareado, pero no lo hacía (el caerse mareado), pues tras muchos pies y todos contados a la vez que un "op op op" salía de su boca, estaba la mesa para moldear su futuro trabajo.

Era angustioso el arrastre y no se podía permitir el lujo de comprarse un buey, así que le pedía a Flandal que le diera fuerzas, para picar y arrastrar, para picar y arrastrar.

Y su dios, tal vez él y no otro, al ver su duro trabajo y lo que le costaba le permitió el don de portar las cosas, pequeñas cosas de una manera diferente, sin que él, Fanaldebuenacero, se diera cuenta.

Los sacos al arrastrarse se rompían, y algunas piezas o material en bruto como se le llamaba, se caían ...vaya desperdicio, ¿no?

Pero a cada pasito que el gnomo daba, pedía a su dios más fuerzas para avanzar y ojos hacia delante, pieza que caía detrás de él se levantaba como pato recién nacido y le intentaba llamar como polluelo intenta llamar a la gallina.

Al parecer levitaban ...esas diminutas piezas metálicas estaban para ser recogidas por él, pero él no se daba cuenta, pues al caer caían sobre arena y la arena señores ...no suena como el pico al romper la roca.

Tal vez fuera por el deseo del gnomo trabajador, futuro protector de las personas gracias al trabajo dedicado a su dios: Flandal; pero algo estaba pasando sin él darse cuenta.[/i:9b1d9de375]

davidsanesc

06/11/2009 15:13:53

[i:0a00c480cc]Pasaban los días y lo que él hacia usar de pluma sobre sus armaduras para inscribir su nombre en dedicación a Flandal se iba resquebrajando sin saber él el porqué.

Un diente afilado de bodak, una buena herramienta para grabar sobre el aún caliente metal.[/i:0a00c480cc]