ojos

10/04/2010 00:30:38

Tim Ador con su intelecto y astucia pudo llegar a ser un gran mago, pero sus padres murieron cuando apenas tenía tres años y se le fue asignado como tutor a su tío, el cual era un matón y a veces asesino de escasa habilidad que pasaba la mayor parte del día borracho en la taberna, y cuando llegaba a casa solía ser para zarandear y golpear al muchacho. Así que Tim, desde pequeñito, tuvo que aprender a sobrevivir por él mismo en las calles de los barrios “sin ley” de Aguas Profundas.

De todos sus amigos o compañeros, ladronzuelos y jóvenes rateros, no era el de mayor habilidad, pero era el mas astuto. Sabía mejor que nadie del que y el cuando debía apropiarse de lo ajeno y cuando no. Con su labia solía saber como conseguir lo que quería de los demás o hacer que hiciesen lo que deseaba. Aunque siempre rehuía de la violencia en sus planes. Ya recibía demasiados golpes en casa como para buscárselos también fuera.

Poco a poco fue ganando confianza en si mismo y volviéndose un poco mas soberbio. Quería más, o por lo menos una vida distinta, más cómoda. Hasta que a la edad de 18 años se le ocurrió la genial idea (o estúpida, según se mire) de intentar hacerse pasar por un noble. Él mismo falsificó sus títulos nobiliarios, que para ser una primera vez no estaban mal, pero no eran perfectos.

Consiguió ropa de buen vestir y se dirigió a los barrios nobles. Allí logró seducir a una joven noble, guapa y sobretodo rica. Con la confianza que se ganó entre los nobles gracias a su nueva amiga, no le era difícil entrar en las casas de éstos y en momentos de distracción, intercambiar algunos de sus bienes por las primeras tarjetas de visita de “El Astuto Ladrón”. Elegía gemas y objetos de no gran valor, así la mayoría de los nobles ni se enteraban del robo, o por lo menos para cuando las echaban en falta ya hacia bastante de la visita de Tim. Algunas de estas tarjetas ya empezaban a hacerse famosas, pero la mayoría, por vergüenza no eran mostradas, después de todo al noble no le había desaparecido gran cosa y era peor la humillación de haber sido robado.

Tras dos años de cortejo y galanterías iba a casarse con la joven noble, pero durante la boda, cuando tuvo que mostrar sus títulos nobiliarios, descubrieron su falsedad.
-¡Hey! Muchacho, estos papeles son falsos. Espero que tengas una buena explicación para esto, es un delito muy grave.
-*la joven noble, con lágrimas en los ojos* No puede ser, ¿querido es eso cierto?
-*Tim* Eh... esto... si, bueno, ya sabes... por amor se hacen grandes locuras... no tenia otra forma con la que poder amarte...
-*desde el público* ¡¿Qué?! ¿Qué este muchacho es un impostor? Ahora encaja todo. Justo después de que él apareciera empezaron a desaparecer nuestras cosas.
-*otro noble desde el público* ¡Eso es! Tiene que ser. ¡Es ese maldito ladrón!
-*otro más* ¡A por él! ¡Guardias, a por él!
-*Tim Ador, mientras retrocedía para alejarse de la nobleza enfurecida y de los guardias que comenzaban a acercarse* Oh, bueno, pero no se enfaden, solo fue una pequeña broma... jeje... necesitaba impresionar a mi amada *mientras miraba a la joven noble con ojitos de cordero, pero a ella ya no le afectaba eso, estaba ya furiosa y decepcionada* ...os lo iba a devolver... jeje... os lo devolveré ahora, está todo en...
Mientras continuaba retrocediendo, describió el lugar donde había escondido todo, al menos lo que aun no había gastado. Algunos de los presentes más avariciosos o que más habían perdido decidieron ir tras los botines antes que a por el ladrón, el resto junto con los guardias se pusieron a la carrera tras Tim Ador.

Brinco tras pirueta logró salir como pudo del lugar donde se iba a celebrar la boda, y corrió como alma llevada por el diablo, sorteando y esquivando a los transeúntes, cada vez perseguido por mas guardias, hasta los barrios donde se había criado, que le eran más familiares y conocidos. Allí se apresuró a entrar en una de las tabernas más bulliciosas. Antes de que les diera tiempo a entrar a sus perseguidores se colocó en la barra y susurró al mas grande de los que allí había:
-¿Sabes que aquel tipo de allí dice que eres un enorme mastodonte de sebo con el cerebro de una pasa?
-¡¡¡¿Qué?!!!
Mientras, entraban los guardias a la vez que Tim volvía a escabullirse y se colocaba al lado de una atractiva joven con un tipo duro como novio al lado. La cogió de la mano y se la beso mientras le susurraba un bonito piropo que hacía enrojecer a la joven y llenar de ira y celos al novio. Uno de los guardias llegó a agarrar a Tim, que se agachó justo a tiempo de evitar el puñetazo del furioso novio. Puñetazo que en vez de dar a Tim impactó de lleno en la cara del guardia. En pocos instantes una gran pelea que involucraba a todos los presentes lleno la taberna de caos y alboroto.

Con suerte mas que con habilidad, consiguió llegar a la cocina de la taberna, y escapar por la pequeña ventana de ésta sin que los guardias se enteraran. Abandonó la ciudad de Aguas Profundas lo más rápido que pudo, una vez fuera y a salvo pensó:
-(mmm... veamos, ¿cuál será la próxima ciudad? Puerta de Baldur pilla cerca, pero he oído que ha sido arrasada por orcos, después están los ducados de Arion y Berrion, pero no deseo enfrentarme aun a caballeros y paladines... creo que puede que tenga posibilidades en Calimport. En la joya del desierto seguro que los nobles tienen muchas riquezas, aunque no serán fáciles de engañar. ¡Pronto será famoso mi nombre por todo Faerun!, bueno, mi nombre no, jeje, mi pseudónimo: “El Astuto Ladrón”).