Cerril

30/10/2010 17:42:14

[color=blue:6e05fe7c18]

[i:6e05fe7c18]- Donde estoy... lo último que recuerdo fue ver por el rabillo del ojo un hacha acercarse a mi cabeza...

- ¿Dónde está mi escudo, y la hoja del caos?

El drow se miró las manos...

- ¿Dónde están... que ocurre?

Miró a ambos lados, se encontraba en la reconfortante oscuridad, la que durante tantos años había adorado, aquella que le había dado la independencia...

Entornó los ojos y observó desde la distancia la figura de los enanos de la superficie. Y un bulto en el suelo -un fardo- pensó, e hizo ademán de tocar su anillo de invisibilidad para acercarse a investigar.

Pero esta vez, no encontró sus manos...

-¿Acaso he perdido mis manos?- fijó de nuevo la mirada hacia corredor donde estaban los enanos.

Y la fila de cadáveres que había a espadas del fardo.

Una sonrisa burlona se dibujó en el rostro del drow... una sonrisa que se tornó agria al instante...

-No puede ser... yo coloqué el escudo...

Entonces fijó mejor la mirada, aquello que recogían los enanos no era un fardo, sino el cuerpo de un elfo... un elfo drow...

-¿Soy yo? No es posible...

Entonces todo se volvió oscuro de nuevo, la tan reconfortante oscuridad que siempre le había dado paz...

Noto que tiraban de él, que algo lo arrancaba del plano material, una fuerza invisible.

Intentó resistir, después de todo, su alma indómita le hacia resistirse... pero todo fue inútil.

Unos instantes después se hizo la luz... una luz tan brillante como la que desprendía aquella terrible bola de fuego de la superficie y que tantas veces había tenido que sufrir.

Esta vez no molestaba, miró de inmediato a su alrededor y se encontró frente a un inmenso muro, el muro de las almas...[/i:6e05fe7c18]