Rugrim

08/05/2011 00:13:49

[size=18:93cb0793a3]Vida y persecuciones de Elorin y Zakein Sulocasô[/size:93cb0793a3]

[color=green:93cb0793a3][size=17:93cb0793a3]I. El comienzo[/size:93cb0793a3][/color:93cb0793a3]

Todo empezó hace poco más de un siglo...

-Ha sido un duro parto, pero al fin estás con nosotros Zakein – dijo el padre con su hijo en brazos.
-Los dolores no cesan, Laucion creo que viene otro – Dijo Valastriasial, intentando soportar el dolor.

Quince minutos después nació el segundo varón. Idénticos hasta en el tono de sus llantos, los hermanos Sulocasô habían llegado a este mundo. Pasaron ochenta años y, según el tiempo pasaba, sus vidas avanzaban ligadas, con un preciado y único objetivo, cortejar damas.

-Dime hermano ¿Qué les dices al oído que consigue engañarlas tan bien? - Preguntaba Zakein.
-Te falta tacto Zakein – Decía Elorin a su brusco hermano.
[i:93cb0793a3]-¿Ah sí? Yo creía que el tacto venía después de cortejarlas, hermano *tras esto Zakein soltó una larga carcajada*
-Los secretos no se revelan, hermano –[/i:93cb0793a3] Dijo Elorin con una sonrisa en su cara.

Pero no todo eran carcajadas en sus vidas. Pertenecían la familia Dhorinshyl y sus padres no permitirían que se criasen sin recibir la educación correspondiente a su posición. Las clases con su padre eran de lo más aburridas, horas hablando sobre el comportamiento de los humanos y sobre su extraño idioma.

[i:93cb0793a3]-En las ciudades humanas no vereis numerosos árboles, ellos levantan fortificaciones hechas con piedr... ¡Eh! Quién te ha dicho que te podías echar a dormir, Elorin. Y tú, Zakein, ¡deja de mirar al cielo y concéntrate!
-Sí padre –[/i:93cb0793a3] Contestaban al unísono con un tono aburrido en sus voces.
[i:93cb0793a3]-Bien. Su comportamiento puede ser a veces difícil de entender...*Elorin levantaba la mano* ¿Sí, Elorin?
-Madre dice siempre que los humanos son como los carroñeros, solo se acercan a ti si estás débil, para destruirte.
-Vuestra madre tiende a exagerar un poquito las cosas, algunos puede que lo hagan, pero no todos tienen ese comportamiento errático; debéis darles alguna oportunidad.[/i:93cb0793a3]

La posición de la madre hacia los humanos era un tanto radical. Algo comprensible dado su lejano parentesco con la familia de los Sultaasar.

Rugrim

08/05/2011 17:03:09

[color=green:03aad14f83][size=17:03aad14f83]II. El camino del combatiente[/size:03aad14f83][/color:03aad14f83]

El entrenamiento físico era impartido por Quarior, el único guardia de la familia con reputación en la arboleda. Las clases eran duras, pero entretenidas. Enseñaba lo cómodo que era el uso de armas ligeras y arcos.

-¿Para qué coges eso, Zakein?- Preguntaba mientras el joven elfo intentaba coger una espada bastarda de madera.
[i:03aad14f83]-Creo que está bastante claro.
-Que puedas levantar la espada no significa que la puedas manejar.

*mientras la conversacion se llevaba a cabo, Elorin buscaba un buen lugar para disparar con su arco largo a Quarior para apoyar a su hermano*[/i:03aad14f83]

Con un ágil movimiento, el guardia desenfundó dos dagas de madera, una lanzada hacia alante a Zakein, quién no pudo esquivarla dada su pesada carga, dándole en la frente, y la otra lanzada hacia atrás a su hermano Elorin, quien pudo esquivarla con una buena pirueta.

-Si hubieses cogido un arma pequeña, habrías tenido la oportunidad de esquivar el ataque...

Rugrim

09/05/2011 21:11:33

[color=green:3be0e6bd51][size=17:3be0e6bd51]III. Tezhyr[/size:3be0e6bd51][/color:3be0e6bd51]

Las lecciones siguieron durante los siguientes años, el dominio del idioma de los humanos era bueno, y el manejo con las armas de los hermanos había mejorado considerablemente. Sin embargo había una constante ; los encuentros con hembras seguían siendo iguales que a sus ochenta años.

-Bueno, estamos entrenados como para poder salir del bosque, ¿no crees hermano? - Decía Elorin.
-Sí, eso mismo pensaba yo, con algo de suerte encontramos a una bella dama en el camino.

Y así fue. De camino al sur, ya en el exterior de Weldazh, los elfos vieron dos humanas huyendo de un grupo de trasgos. Rápidamente, los hermanos se dispusieron a combatir con un sistema que habían desarrollado ante su tutor, Zakein utilizaba un estoque y un escudo, que le servía para evitar con facilidad los ataques de los trasgos, mientras su hermano, con su arco largo y su fina puntería, se encontraba a distancia dispuesto a acabar con ellos.

Al ver a los elfos armados, los trasgos cambiaron de objetivo. Armados con dagas, los tres trasgos se acercaban a Zakein. Elorin aprovecho el recorrido de los trasgos hacia su hermano para lanzar una flecha certera al corazón de uno de los trasgos. Los trasgos cargaron hacia Zakein, mientras este apreciando su táctica preparó el escudo contra uno de ellos y dispuso su estoque para contraatacar. La técnica funcionó, uno se golpeó contra el escudo, mientras el otro fue ensartado con facilidad, gracias a su velocidad contra el elfo, y al movimiento ágil de muñeca que colocó el estoque en su cuello.

Con un flechazo Elorin atravesó de oreja a oreja al trasgo confuso por el golpe con el escudo, finalizando el combate. Elorin se aceró a ver el estado de sus flechas clavadas sobre los trasgos. Ambas partidas, dada la penetración de estas sobre ambos cuerpos.

Al ver a las dos humanas, Elorin le dijo a su hermano

[i:3be0e6bd51]-Hermano, te voy a enseñar como cortejar a una chica y ellas nos servirán de peleles. Siempre tienes que decirles lo que quieren oír *guiña un ojo a su hermano*
-¿Estáis bien, bellas damas? Espero que esas monstruosidades no os hiciesen un gran daño. Por suerte mi hermano y su gran habilidad con las armas han permitido que acabemos con ellos *deja a su hermano para que termine la conversación*
-Eso, bellas da...[/i:3be0e6bd51]

Por desgracia Quarior les había seguido para asegurarse de que no les pasaba nada y creyó que los dos hermanos estaban flirteando de verdad con las humanas, por lo que intervino, expulsando a las humanas y llevando a los gemelos de vuelta a la arboleda.

Rugrim

15/05/2011 16:01:34

[color=green:91eb979160][size=17:91eb979160]IV. El adios[/size:91eb979160][/color:91eb979160]

Quarior les llevó ante sus padres. El descontento ante la noticia era inmenso. Laucion estaba cansado de tanto cortejo, más de un padre de otras familias élficas importantes había presentado su descontento en su propia casa y esto no hacía más que demostrar su desmesurado desparpajo. Su madre simplemente no podía creer lo que oía.

-¿Humanas? Eso pasa por enseñarles que los humanos son de fiar – dijo Valastriasal rabiosa.

Laucion hacia sus hijos molesto por el comentario de la madre terminó con la conversación.

-Os enseñé que había que darles una oportunidad, NO que os emparejarais con ellos.

Tras unas largas horas, Laucion y Valastriasal hablaron en privado. Tras meditarlo, les llamaron y les comunicaron su castigo.

-Seréis enviados a Suldanessellar para completar vuestra madurez. La decisión no ofrece discusión.

Tras esto dejaron a sus hijos recoger sus cosas para a la mañana siguiente marcharse. Aprovechando su ultima noche antes de partir, los gemelos se escaparon de casa y vieron partir al mensajero. Le siguieron y cuando estaban lo suficientemente lejos, le exigieron que les diera la carta.

En la carta rezaba:

[i:91eb979160]
Estimado Amamir, hemos mandado a nuestros hijos a Suldanessellar para que maduren, su comportamiento ha sido el peor imaginable durante estos últimos años, su relación con los humanos es demasiado próxima, llegando a querer el contacto físico con humanas. Sería un honor que les inculcases algo de disciplina. Si les vieras hacer algo indebido, nos alegraría que los instruyeras y adoctrinaras en los verdaderos valores y costumbres élficas.

Atentamente tu prima tercera Valastriasal[/i:91eb979160][size=12:91eb979160][/size:91eb979160]