Rivelle

29/04/2012 16:14:38

Los peligros del desierto
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Tras haberse despido de Aley, Kyle se adentró de nuevo en el desierto. Esta vez tenía pensando internarse un poco más, hacia el este.
Tras avanzar durante algunas horas algo llamó su atención en el medio de las desoladas arenas. Al acercarse vio que se trataba de una mano. Una mano gigantesca que sobresalia de la arena. Mienstras se preguntaba como debería ser de grande la estatua algo llamo su atención. Alguien se acercaba a caballo.
Cogió la ballesta y la cargó por si acaso. Se acercó un poco al jinete y al comprobar que éste se disponia a atacar con magia, le dispató un virote y falló (no era el mejor ballestero). Recargó lo más rápido que pudo y esta vez si acertó. De repente alguien le atacó por la espalda y le causo una herida profunda. Trato de alejarse corriendo mientras desenvainaba la espada y tras un breve intercambio de golpes volvieron a herirle de gravedad y se hizo la oscuridad.
Cuando se despertó se encontraba atado a la mano gigante, a uno de los dedos. No se encontraba muy bien, pero al menos ya no estaba sangrando. Habia 2 tipos delante suya, el arcano y el tipo que le habia atacado por la espalda. Le habian atado bastante bien, pero quizás podria soltarse con algo de tiempo.
No estaba amordazado y los 2 se dedicaron un rato a interrogarle. No muy convencidos de sus respuestas, a pesar de que no tenia nada que ocultar y les dijo la verdad, uno de ellos decidio que habia llegado el momento de cambiar de táctica. Decidido a poner en practica las dotes aprendidas de su padre, carnicero, saco un estuche de cuero con unas herramientas utiles en el arte del corte y despellejo.
Mentalmente ya habia dado gracias a Tymora por seguir con vida, y el hecho de ver lo que se disponia a hacer el bandido le hizo rogar con mas fervor a su diosa y prometerle realizar un generoso donativo si salía de esta.
El aprendiz de carnicero se lo tomaba con calma y cogiendo un punzón se decidió a empezar por los pies de Kyle. Su compañero se había alejado al no tener mucho intereres en ver manar la sangre y demás.
Kyle pensó que era el momento de actuar. Las cuerdas estaban un poco más flojas y podía mover las piernas. Cuando se disponia a quitarle una de las botas el bandido, murmuro las palabras de uno de los pocos conjuros que podría lanzar estando atado, y con la precisión que propiciaba el conjuro de impacto verdadero le pateó con todas sus fuerza y le dio en la naríz.
El bandido cayo al suelo sangrando y ligeramente aturdido. Por suerte, gracias a Tymora, las cuerdas terminaron de aflojarse y pudo ponerse en pie antes que el bandido. Cogió del estuche un objeto contundente y lanzando de nuevo un conjuro golpeo al bandido en la cabeza y este se desplomó.
Sin perder mas tiempo recogió sus cosas lo más rápido que pudo y tras tomarse la unica poción de acelerar de que disponia se alejó de allí corriendo. La suerte seguía de su parte, ya que al poco de acabarse el efecto de la poción se encontró con un habitante del desierto, que se ofrecío a acompañarle hasta la ciudad de Calim.

Tras descansar en la posada del puerto decidió que esta vez probaría suerte en la ciudad. Habia escuchado algunos rumores acerca de unos contrabandistas en el puerto y se decició a hacerles una visita.