nightwishes

 22/06/2006 10:41:36

Oriundo de un pequeño pueblo perdido en lo más profundo de Faerun, Amadiel es hijo de unos honrados pero simples campesinos.

Ya desde pequeño mostraba ciertas dotes para la magia, repitiendo en una ocasión un conjuro de Luz que vio hacer a un forastero . Y fue este mismo forastero quien decidió que Amadiel tenía madera de mago. Se dirigió a los padres de éste y les planteó la posibilidad de llevarse a su pequeño hijo a su escuela. Este forastero, llamado Anthor, era un viejo mago retirado, que cansado de aventuras y complicaciones había montado una pequeña escuela de magia para campesinos. Los padres accedieron ( claro está, bajo los efectos de un hechizo ) y Anthor se llevó al pequeño Amadiel inmediatamente.

El pequeño Ma'fier destacó inmediatamente por encima de sus compañeros ( campesinos todos ellos ) y pronto su maestro decidió mandarlo a las grandes ciudades de Faerun para que pudiera seguir avanzando en su formación. Amadiel estaba convencido de que sabía todo lo que había que saber sobre la magia, y fue muy seguro hasta Calimport. Allí descubrió magos poderosísimos y también diversas vicisitudes que le dieron un baño de humildad y le enseñaron que aún le quedaba mucho por aprender.

Amadiel espera encontrar en Faerun a algún buen maestro que le ayude a aprender todo lo que le queda, o en su defecto libros en los que pueda estudiar por su cuenta.

nightwishes

 22/06/2006 10:53:57

Un día que Amadiel se encontraba en el desierto, recién llegado a Calimport, vio llegar desde lejos a lo que creía era una fata morgana provocada por el calor. Era una mujer, de perfecta figura y rostro que haría perder el control a cualquier hombre que se encontrara cerca. Y esta mujer habló con él.

Iba con un hombre e iban charlando animadamente y de vez en cuando el hombre se tomaba confianzas con la mujer.

Tras las presentaciones, la mujer llamada Shyla y su acompañante aceptaron a mostrar un poco de Calimsham al mago, hasta que la noche les pilló en el camino. Se retiraron a un rincón abandonado para dormir. Pero cual fue la sorpresa de Amadiel al ver que nada mas llegar allí, Shyla y el hombre comenzaron a besarse apasionadamente y hacer el amor allí mismo, ¡delante de sus narices!. Amadiel se retiró a un rincón y pasó toda la noche estudiando obsesivamente sus conjuros, con la esperanza de así olvidar lo que estaba ocurriendo a su lado.

Al fin llegó la mañana y Amadiel no había dormido nada. Seguía enfrascado en el estudio de sus conjuros, y solo un hombre que llegó persiguiendo unos ogros pudo sacarle de su ensimismamiento. Amadiel miró a la pareja que se había interrumpido por la llegada del otro hombre. Amadiel le suplicó que se lo llevara de ahí, que no soportaba mas esa situación. La pareja apoyó su idea, y finalmente el hombre accedió.

Mientras se iban, Amadiel no podía quitarse el cuerpo desnudo de Shyla de la cabeza.

nightwishes

 22/06/2006 11:15:20

Pasado un tiempo sin verse, Shyla y Amadiel volvieron a encontrarse en el Mercado de Calimport. Entablaron una conversación trivial hasta que Amadiel tuvo la fatal idea de comentar el tiempo que hacía que no se veían.

A raíz de esa pregunta, Shyla, que era muy persuasiva, se las arregló para sonsacarle a Amadiel que la había echado de menos, que había pensado en ella desde el primer momento.

Amadiel nunca había estado enamorado, de manera que confundió el deseo mas feroz con amor a primera vista, y por ello había continuado alimentando la llama que Shyla había encendido en él.

Anthor, su viejo maestro, le repitió muchas veces que un mago debe permanecer puro, ya que el amor carnal le desvía de sus responsabilidades para con ''el arte'' y además provoca noches sin dormir, lo que significa horas perdidas de estudio. Sin embargo, hizo a Amadiel una concesión diciéndole que si en algún momento se enamoraba, podía sacralizar su unión con la fémina.En ese caso no sería tan grave, ya que así podría emplear con ella los momentos en los que no tenía nada que hacer pero no lo distraería de su estudio. Para Amadiel, esa mujer era Shyla.

Tras saber que Amadiel la deseaba, Shyla comenzó a insinuarse y a acosarle. Amadiel no quería ceder a sus instintos, no al menos hasta formalizar su unión con la bella mujer. Pero ella insistía e insistía hasta que lo arrinconó y de pronto todo se volvió borroso y extraño. Amadiel recuerda que alguien lo llevaba a algun sitio y luego perdía la consciencia definitivamente.

A su despertar, estaba tumbado en una cama de La Novena Campana y Shyla estaba sentada encima suyo, con una daga en la mano y un brazo sangrando por un corte. En una esquina de la habitación había un hombre desconocido para Amadiel que se reía hasta mas no poder.

Tras una serie de discusiones y de hirientes revelaciones, Amadiel descubrió que había perdido su pureza de mano de Shyla, y aunque ésta decía que era él quien había provocado la situación, Amadiel estaba seguro de que de la culpa era totalmente de la fémina quien se había divertido en un cruel y retorcido acto de violación.

Tras esto, Amadiel se sintió derrotado. Si no podía luchar contra sus propios deseos, como iba a luchar contra los de sus enemigos!. Él no era mas que un campesino con la vana esperanza de llegar a ser alguien en ''el arte''. Odió a Shyla. La odió mucho.

Un día visitó a Kaatos, a quien suponía poseedor de una gran sabiduría. Pero ni siquiera le planteó la cuestión, nada mas verle estaba claro lo que haría. Tras lo sucedido no deseaba mantenerse neutral por mas tiempo, era hora de luchar por sus propios intereses y de ambicionar todo el poder que la vida pudiera ofrecerle.

Y de momento, su piel se ha vuelto ostensiblemente mas clara.

nightwishes

 22/06/2006 11:15:46

Pasado un tiempo sin verse, Shyla y Amadiel volvieron a encontrarse en el Mercado de Calimport. Entablaron una conversación trivial hasta que Amadiel tuvo la fatal idea de comentar el tiempo que hacía que no se veían.

A raíz de esa pregunta, Shyla, que era muy persuasiva, se las arregló para sonsacarle a Amadiel que la había echado de menos, que había pensado en ella desde el primer momento.

Amadiel nunca había estado enamorado, de manera que confundió el deseo mas feroz con amor a primera vista, y por ello había continuado alimentando la llama que Shyla había encendido en él.

Anthor, su viejo maestro, le repitió muchas veces que un mago debe permanecer puro, ya que el amor carnal le desvía de sus responsabilidades para con ''el arte'' y además provoca noches sin dormir, lo que significa horas perdidas de estudio. Sin embargo, hizo a Amadiel una concesión diciéndole que si en algún momento se enamoraba, podía sacralizar su unión con la fémina.En ese caso no sería tan grave, ya que así podría emplear con ella los momentos en los que no tenía nada que hacer pero no lo distraería de su estudio. Para Amadiel, esa mujer era Shyla.

Tras saber que Amadiel la deseaba, Shyla comenzó a insinuarse y a acosarle. Amadiel no quería ceder a sus instintos, no al menos hasta formalizar su unión con la bella mujer. Pero ella insistía e insistía hasta que lo arrinconó y de pronto todo se volvió borroso y extraño. Amadiel recuerda que alguien lo llevaba a algun sitio y luego perdía la consciencia definitivamente.

A su despertar, estaba tumbado en una cama de La Novena Campana y Shyla estaba sentada encima suyo, con una daga en la mano y un brazo sangrando por un corte. En una esquina de la habitación había un hombre desconocido para Amadiel que se reía hasta mas no poder.

Tras una serie de discusiones y de hirientes revelaciones, Amadiel descubrió que había perdido su pureza de mano de Shyla, y aunque ésta decía que era él quien había provocado la situación, Amadiel estaba seguro de que de la culpa era totalmente de la fémina quien se había divertido en un cruel y retorcido acto de violación.

Tras esto, Amadiel se sintió derrotado. Si no podía luchar contra sus propios deseos, como iba a luchar contra los de sus enemigos!. Él no era mas que un campesino con la vana esperanza de llegar a ser alguien en ''el arte''. Odió a Shyla. La odió mucho.

Un día visitó a Kaatos, a quien suponía poseedor de una gran sabiduría. Pero ni siquiera le planteó la cuestión, nada mas verle estaba claro lo que haría. Tras lo sucedido no deseaba mantenerse neutral por mas tiempo, era hora de luchar por sus propios intereses y de ambicionar todo el poder que pudiera ofrecersele.

Y de momento, su piel se ha vuelto ostensiblemente mas clara...