Tempus

26/06/2006 20:06:15

Tomen volvía quejándose (como siempre) de los altos precios del mercado.....y los malditos viajeros cada vez quieren pagar menos por mejor calidad...

Tomen escupe mascullando mientras azuza las burras con un gruñido gutural, usando el dialecto de la zona...algo que sonaría "deshh'aaaa!" a los oidos no habituados a esa lengua...

Pero...en el ambiente hay algo extraño...Husmeando, daga y sombra, los perros mestizos que lo acompañan en sus trayectos (que duran casi dos días hasta el mercado), están inquietos...algo huelen...pero si bueno o malo habrá de verlo...

No mucho más adelante en el camino y tras una curva, una carreta volcada junto al camino indica que los trasgos han vuelto a hacer de las suyas.... Algo alejado de los restos desventrados de las mulas de carga, Tomen empuña su ballesta y la carga con un virote cuadrado, mirando con atención los lindes del bosque que comienzan a unos 20 pasos de donde fue atacada la carreta....


-Hmm ays'seear...biss dak...biss...biss¡¡¡ (Vamos chicos..oled..oled) - le dice a los perros...
Pero Daga y Sombra no están por la labor...más interesados en los restos carbonizados de un ser que anteriormente tuvo que ser una mujer (por la longitud del pelo), y del cuerpo abierto de brazos y piernas, que atado a una de las ruedas, ha sufrido la fractura de todas las extremidades y la emasculación, asómandole los genitales por la boca abierta en un gemido del dolor más absoluto...

Tomen niega con la cabeza algo asqueado, pero no lo suficiente como para perder la cabeza. No en vano el formaba parte de las Razzias que se hacían contra esos demonios para tratar de echarlos de las tierras..pero...eso fue hace tanto...cuando el buen rey...

Algo le saca de su ensoñación....un maullido de gato...

¡No...!...¡El llanto de un níño....!...Procede de una cesta de mimbre, de las que se usan para guardar verduras y recoger castañas, una cesta como cualquier persona humilde del campo tendría entre sus aperos...

Algo intrigado, se acerca y apartando a Daga y Sombra que husmean con curiosidad la bolsa, mira dentro...

Lo que ve le hace sonreir...

Un bebé de no más de 9 meses de edad...entre patatas, se está meando con un chorro recto y ambarino hacia la cara de uno de los perros mientras se parte de risa...

-JAJAJAJA...EINE BRIG ZUM RAMMAN ¡¡¡ -dice mientras sonrie....
(JAJAJA Un enano en un capazo de patatas¡¡)

Y sonriendo aun, coge la cesta con cuidado y apartando a los perros se vuelve a la carreta. Seguro que su esposa lo cuidará bien...y dentro de poco podrá trabajar en la posada...

Entre dientes mientras sonrie agarra las riendas de las mulas y mirando hacia atrás susurra divertidö:
-Ramman...Ramman...- menea la cabeza divertido y azuza las mulas en dirección a la posada

Tempus

04/07/2006 15:09:11

- Y luego me engrasais las cinchas y las riendas..¿de acuerdo, jovencito?

El petrimetre encopetado que se dirigía así al mozo de cuadras, no se percataba de que mientras, pagado se si, admiraba con verdadero embeleso su cabalgadura (maravillosa por otra parte), el joven mozo Raman, huerfano y adoptado por Tomen, propietario de la posada "La última cama caliente", le dedicaba miradas como saetas envenenadas a la joven prometida, que sonreia turbada sin que su prometido se percatase de nada...

-Quien sabe..lo mismo esta damita venga después de la cena a dar un paseo a ver su palafren...- pensaba Raman divertido mientras se relamía observando las blancas pantorrillas que asomaban bajo los anchos pantalones de la dama.

Hacía ya 17 largos años que esta era su vida... acarrear bosta de caballos, ayudar en la siembra de los bancales de hierbas aromáticas que aderezaban los guisos en la posada.... y el peor trabajo de todos...aguantar los embites amorosos que le lanzaba Dirshia...la hija del posadero. Cualquiera que la viera pensaría que había sido fruto de una violación de los más feos orcos que hubiesen sido paridos en este continente. Raman se aguantaba como podía porque...¿que le podía decir a Tomen?..."Tomen..mira..tu hija me tira los trastos...me la tiro o no?". Pensando en ello Raman sonreía... Pero luego recordaba los acosos en la noche, con sus padrastros durmiendo... las miradas que de vez en cuando Lucas echaba a Raman. Lucas...el hermano con suerte...

Lucas estaba prometido con una agradable y sana campesina, que junto a su familia vino a asentarse no lejos de la posada, a menos de 3 horas de marcha. Raman siempre se preguntó que carajo vio la pobre Luika (que así se llamaba) para enamorarse de un bestiajo tan tonto y con tan mala leche como Lucas. Pero, a las mujeres nunca las entendería.

Un día, Lucas partió de caceria con varios de los sirvientes, a fin de proveer de carne de venado y jabalí la ya exhigua despensa de la posada. Pero antes de irse echo una última mirada a Raman y en un susurro le dijo:
-Ramancito...deberías ya hablar con padre ...y pedirle permiso para tomar por esposa a Dirshia - El hijoputa..siempre haciendo sangre en la misma herida...
y con una carcajada se fue hacia el monte con su arco y sus jabalinas de caza...

-Al hijoputa este...voy a darle una lección...- pensó Raman trazandose un plan que le sacaría del apuro de Dirshia y se vengaría a la vez de Lucas.

Sabía que algunas noches, Lucas se iba hacia la granja de Luika, que la llamaba con piedrecitas en la ventana y se encontraban en el pajar... Lo sabía porque se divertía viendo los esfuerzos que hacía Lucas por satisfacer a la pobre Luika, que siempre terminaba boca arriba con la mirada perdida, la falda levantada y una brizna de trigo en la boca, echando miradas furtivas al cuerpo inerte que emitía ronquidos como un oso que siempre quedaba a su lado desmadejado.

Así que sin pensarlo dos veces, Raman cogió sus exiguas pertenencias (un martillo de herrero que un enano le regalase una vez por resultar inservible, algo de oro que consiguió sisar y poco más), así como la capa y algo de ropa de Lucas y echando un ultimo vistazo abandonó la posada en dirección a la granja de los padres de Luika.

Tras embozarse y sonriendo interiormente, lanzó una piedrecita a la ventana de Luika. Poco después el cabello alborotado y la cara risueña de Luika se asomó asintiendo y señalando el pajar.

Raman se fue al pajar procurando quedarse en la parte más osculra del mismo...y nada más llegar Luika la cogió y comenzó a besarla con pasión sin dejarla hablar.

El combate cuerpo a cuerpo entre ambos duró horas, horas de cuerpos sudorosos y entrelazados, de besos, caricias y risas lanzadas con cuidado, al tiempo que miradas furtivan se dirigian a las ventanas de la casa, con el temor a ser descubiertos.

Cuando Luika, soltando un suspiro se echó hacia atrás frotándose el sudor del labio superior, miró con curiosidad la sombra que yacía cerca jadeando divertido y satisfecho.
-Tu no eres Lucas - dijo con una sonrisa picara y mordiéndose al mismo tiempo el labio inferior
-Claro que no...porque ...hoy has disfrutado verdad? - contestó Raman muy divertido.
Luika con gesto avergonzado, asintió mirando al suelo. Y mirándo a Raman, le dijo:
-si...pero ahora deberás huir, porque debo decírselo a Lucas. Y si te encuentra te matará..

Raman sonrío a medias y se encogíó de hombros, vistiéndose.
-Tenía asumido que me iría..pero...-la sonrisa se dibujó más aun en sus labios- quería hacerlo por la puerta grande...

Así que recogiendo el petate que tenía escondido en un angulo oscuro para dirigirse a la puerta del granero. El cielo comenzaba ya a ponerse azul añil, dejando atrás la oscuridad de la noche. Y cuando ya estaba casi fuera, ...
-Raman....
-¿si? - Raman se volvió a mirar a Luika
Ella lo miró sonriendo y le lanzó un beso....
-Gracias ...

Raman soltó una carcajada, y haciendo una gran reverencia le contestó antes de encaminarse hacia los caminos que llevan más alla...

-El placer...ha sido mío...