davidsanesc

11/09/2006 21:18:57

[i:58821255de]Mientras acontecían raros sucesos alrededor de todas las tierras lejanas a aquella gran ciudad: Aguas Profundas, una semielfa llegaba en barco con grandes esperanzas de hacerse famosa y enriquecerse gracias a la magia; a la misma a la vez que una elfa gran conocedora de los peligros que envolvían por doquier comenzaba a caminar por los alrededores del río de la ciudad con un gran dolor de cabeza y malestar, sin saber muy bien a dónde iba, sin ver adecuadamente, perdiéndose en la noche por aquel largo camino que le llevaría lejos de sus viejos amigos, aquellos a los que no recordaría nunca mas.

Sus pies bailaban de lado a lado consiguiendo avanzar unos metros mas mientras su túnica encapuchada paraba la fría lluvia que caía sobre ella. Los pies se le clavaban en la tierra charco tras charco. Su vida parecía haber caído en un abismo de infortunios, tal vez por merecimiento propio. Cayó al suelo al par de horas de comenzarse a alejar de aquella ciudad.

El sol salía un día mas, esta vez esperanzador y con la luz un gran lobo manso lamía la cara de la mujer limpiando sus sucias mejillas.

¿Ese lobo la conocía acaso para comportarse de esa manera? Tande no lo sabía, pues algo faltaba en su cabeza, un vacío, un inmenso vacío. Sus últimos veinte años habían desaparecido. Lo último que recordaba era haber aprendido junto a otros elfos el gran poder de la mente en un lejano lugar. Un lugar que probablemente quedaría solo en su recuerdo, pues el camino hasta allí fue un simple hecho del pasado, un pasado hacía una veintena de años que la habían hecho caminar peligrosos caminos, aquellos caminos que volvería a pisar, “pero de una manera diferente”. [/i:58821255de]

davidsanesc

03/11/2006 01:12:41

[i:896a135836][color=olive:896a135836]LOS POBRES BANDIDOS[/color:896a135836]

Se miraba las manos magulladas. ¿Qué habría hecho para tenerlas así?.

Se cruzó a un par de bandidos en el camino. Uno sonreía con esos dientes negros y boca pútrida de donde salía un aliento apestoso.

- ¡Ehh! Chiquilla, ¿quieres diversión?. Hoy es tu día.
- Sí, sí, no te alejes muchacha, somos amigos. No te haremos nada, nada ...!bueno!

Tande oyó como sacaban lentamente las hojas de sus vainas. Esas largas orejas le permitían mantenerse siempre alerta. Sacó una ballesta que poseía en una de sus bolsas. Fue un acto rápido. La ballesta, pura reliquia, había aparecido con ella sin saber de dónde la había sacado. Dónde la había conseguido, no le importaba ahora tampoco.

- <¿Decíais algo varones?>. Ohh perdón, que no entendéis elfo. Vaya, es una lástima que vuestro cerebro no sirva más que para pensar cosas de las que luego os arrepentiréis.

- ¿Te estás riendo de nosotros cría?

Unas risas asomaban por la comisura de aquellos rotos labios. Un susurro entre ambos y los dos bandidos se protegieron con un escudo que portaban en sus espaldas.

- Creo que tienes las de perder joven elfa. Yo de ti dejaría que todo fuera rápido.

Tande apuntó con la ballesta, la recargó en un abrir y cerrar de ojos. Y zas, un virote fue a parar a un muslo de aquel humano. El otro lo miró y salió corriendo hacia ella.

Tande miró la ballesta.

- Noo.

Salió disparada escondiéndose detrás de una piedra a una velocidad cegadora. El hombre reía al verla correr de esa manera. No iría muy lejos. Mientras tanto Tande se puso un anillo plateado. Otra cosa que no sabía de donde había sacado y ...el hombre se asomó con la daga en mano para deshacer los pocos botones de esa túnica de monja.

Pero ella, ya estaba detrás de él. Le dijo:

- Te lo dije.

Luego le golpeó con el canto de la mano y cayó al suelo inconsciente mientras su compañero se retorcía de dolor allá a lo lejos. Se volvió a colocar bien su bolsa acomodándosela en la espalda y siguió su camino en la búsqueda de sus respuestas.[/i:896a135836]

davidsanesc

07/11/2006 01:24:36

//buah, crei que iba a tener tiempo hasta recuperar la memoria, ...este pj es mas viejo que los otros dos importantes y ya veis lo poco que he escrito. Bueno, hay algo mas, pero ... 8) está en lugares insospechados.

[color=cyan:1a640e12e7]LA DAMA; BALAGOS, SU HIJO: TRES DESEOS [/color:1a640e12e7]

[i:1a640e12e7]El sol aumentaba la temperatura de la arena paulatinamente en todo el reino Calishita mientras en las afueras, cerca de un oasis, un gran grupo de personas se reunía debatiendo algo.

- Hemos de ir a buscarle. Balagos dijo que arrasaría la ciudad. No tenemos más remedio que hacerlo. Además, seguro que podemos hacerlo.

Unas palabras de optimismo hacían sentir al grupo como si de grandes aventureros se tratara.

- Sí, hay muchos dragones blancos. Enormes, o eso he oído. Se dice que ven a los arcanos invisibles, hasta a los seres que saben esconderse entre las sombras, hasta incluso a aquellos que saben camuflarse entre los arbustos; pero no saben ver a través de esta protección mágica.

Un hombre sacaba así un pergamino que mostraba una frase protectora.

- Y yo, ofreceré dos millones de monedas a todo aquel que se aventure junto a nosotros. Solo tenemos que distraer a esos dragones, mientras el gran Balagos se acerca a buscar a su hijo.

- Yo iré.

- Yo también. Cuenta conmigo. Si esos pergaminos nos ofrecen protección no hay porque temer. Además, quiero ese dinero.

La gente se unía a la causa. Pero había alguien que sabía que allí no solo tenían a un dragón preso. La elfa conoció un día a un hombre llamado Earyl, aquel que le dijo que un día la ayudaría a recobrar su memoria. Ese hombre fue haciéndose su amigo. Cuando él estaba enfermo, Tande le traía comida y se quedaba a charlar con él. Un día le contó algo.

- Han raptado a una dama. La Dama del Invierno según dicen. Está presa en el bosque de Mir. Los dragones la tienen bajo sus garras.

Tande escuchaba todas y cada una de las cosas que el servidor de Mystra le contaba, sin saber qué poder hacer. Pero ... el destino le tenía preparado un buen papel.

- Yo también iré. Además, tal vez pueda ayudar a distraerles.

Tande levantó la voz, poniéndose a hacer un par de piruetas tras ellos, jugando don el viento cálido que le venía de cara, corriendo a través de él.

- Bien, pues marchemos.

Un buen grupo, de entre siete y diez personas se abrían camino a través del desierto.

Tras ellos un nuevo compañero se abría entre sus filas. Un Mefit, algo juguetón y hambriento.

- Comida, comida.

Ilusos todos los que pensamos que ese pequeño se acercó a nosotros para pedir comida, pues lo que debía pasar por su cabeza era otra cosa. Se había enterado de todo. Sabía que íbamos a Mir.

- Hay muchos dragones, sí. Ellos pegar a Abele. Dragones ser malos con Abele.

Un Mefit de hielo pensó uno. Un demonio helado pensó otro. Nos serviría de ayuda tal vez.

Abele se adelantó riendo para sus adentros, tal vez sonriendo por el la diferencia de temperaturas que jugaban con su piel. Frío, calor, frío, calor.

Allí, una mujer le dio alcance. Tal vez pensó que algo tramaba aquel planario.

- Abele ayudar, si si. Ayudar.

Tande sacaba una cuerda de la bolsa por si alguien quería atarlo. Si era un ser helado y se había mantenido con vida allí adentro, es que no muy buen ser era. Aun así volvió a meter la cuerda dentro de la bolsa al oír a sus compañeros que lo querían con vida. Tal vez, ... fuera de ayuda. Pero ...salió rápidamente volando dirección Mir en cuanto supo que tramábamos.

El grupo pensaba que se estaba adelantando para mostrar el camino.

- (Ellos ir en busca de dragón rojo)

- Señores. Ese bicho ha dicho que sabe donde está el dragón. Sigámosle, tenemos que darle alcance.

Se repartieron los pergaminos. Dos a cada uno. Tande tenía la suerte de conocer la forma de sacar esa magia poderosa a través de esos papeles. ¿Dónde habría aprendido tal don? No lo sabía, era una de las tantas cosas que no recordaba, pues el vacío en su mente era inmenso.

Varios conjuramos leyendo las palabras y pasamos a estar en un ¿plano diferente?. No lo sabía. Solo sabía lo que le habían dicho, que estaría protegida. Veía todo igual, pero diferente. No podía cambiar nada del plano real a menos que ...lo deseara realmente. Pero esas palabras advertían que si así lo hacíamos, volveríamos a ser nosotros. La magia se desvanecería dejando nuestros cuerpos en el lugar en el que se encontrasen.

Pasamos bajo las arboledas. Allí, todo era diferente. El microclima creado bajo esos árboles era algo inimaginable desde un poco mas allá en el desierto. Árboles helados, insectos atrapados en la superficie cristalina del hielo. Cascadas heladas formando finas espinas de agua cristalizada y ellos. Una cantidad inimaginable de grandes dragones blancos; unos descansando, otros volando sobre el frío aire que penetraba bajo la ropa de los nuestros. Un rugir, luego otro, de dragones entonando una canción tenebrosa bajo aquellas ramas.

Empezamos a temblar. Varios dragones se movían entre nosotros. No era posible. ¿cómo hacer para que no se dieran cuenta de que allí estábamos?. Pensamientos pesimistas. Miramos algunos hacia la salida. Otros se quedaron sin saber que hacer, si moverse o no. No dábamos un paso adelante.

No era hora de perder la calma. Tande volvió a ver quienes quedaron en las afueras para advertir de lo que allí dentro había.

- Son muchos. Algunos compañeros se han quedado sin reaccionar. Maldita sea. Hemos de hacer algo.

Entró de nuevo, colocándose un objeto mágico. Ese cinturón le daba una fuerza interior inconmesurable. Cogió dos varitas y se adentró. Activó una, luego otra. Varios acorazados caían bajo las garras de aquellos dragones. Uno, otro y otro mas. Estaba atrayéndoles hacía una esquina; dando tiempo a los suyos para que reaccionaran. Para que marcharan del lugar si querían o para que avanzaran de una vez. Pues ya estábamos allí y de allí por lo menos ella, Tande, no iba a salir sin saber el paradero de ella. De la Dama del Invierno como así la llamaba su amigo Earyl, el cual estaba también en paradero desconocido.

Vio a uno compañero del grupo acercarse a ella.

- ¿Dónde vamos?
- No lo se, a una cueva dijeron. Drañas

Se detuvieron un momento entre susurros y miraron el lugar donde la concentración de sierpes era mayor. De allí provendría más frío, por lo tanto, seguro que era allí donde mantenían al dragón.

Varias sierpes alzaban el vuelo a media altura, manteniéndose ojo avizor de que ningún ser vivo cruzara las barreras trazadas por el gran dragón.

- (Una cueva)

Así es, dieron con ella. Se adentraron. Drañas. Tal vez hubieran hecho algún pacto con los dragones para poder mantenerse con vida. Eran repelentes. Esos grandes ojos negruzcos no le agradaban a la elfa. Corrienron y corrieron hasta que ...el pasadizo se terminó presentándose una visión desoladora. Una gran bestia alzada olfateaba sin parar la antesala de su estancia.

- Espero que ese Mefit diga la verdad o me lo comeré.

Nos olió, sabía que estábamos allí.

Un rugido recorrió la cueva. Pero los demás dragones no se alertaron, pues debían haber sido frecuentes los rugidos emitidos por él hacia ella, la dama presa.

- VIENEN A BUSCARTE.

No, no iban hacia ella. Iban hacia él. Hacia el hijo de Balagos. Se apresuró a acercarse al joven dragón.

Tande había terminado con su segundo pergamino. Pero ¿y él?

- ¡LA LLAVE! SOLTADME. ESTÁ EN UN COFRE.

La dama del invierno, atada toda ella con unas cadenas mágicas a un pilar permanecía inmóvil, sin poder hacer nada.

- CALLA. ¿ACASO CREES QUE SE VAN A ACERCAR?

¿Acercar?. El dragón no sabía que estábamos tan cerca. Nos había olido sí, pero ...

Miró Tande los cofres. No, algo no cuadraba. No podía ser que una llave que mantuviera atada a un ser tan importante no tuviera alguna sorpresa. Sacó rápidamente un pergamino.

- (Este es)

Lo abrió. Dijo las palabras. Y una luz se activó en aquellos recipientes apagándose rápidamente. Abrió el cofre más grande. No, no estaba allí. Luego el otro y el otro, el dragón no se daba cuenta de lo que pasaba. Estaba arrancándole el cuello al joven dragón a mordiscos. Hasta que quedó sin vida. Sus fauces se elevaron terminando de morder el cuerpo inerte de aquel ser. Los colmillos superiores atravesaban el cuerpo de lado a lado.

Tande se puso detrás de ella.

- Ya está ya está. ¿y ahora que?

Su protección desapareció ante los ojos del dragón. Se le levantaron las cejas a la sierpe. Soltó al bicho enseguida. Vio a la Dama libre. La Dama, de ojos azul cristalizados, cabello blanco plateado, y alas brillantes, alzo las manos entonando una frase en un idioma desconocido para ella. ¿Dracónico tal vez?

- Ser del tiempo desaparece ante mí. En frío has vivido, vive ahora en el absoluto calor eterno.

No estaba. Ya no estaba. La Dama suspiró, los ojos le centellearon pasando una luz blanca a través de ellos. Había retomado su poder. Era ella e iba a hacer pagar lo que le habían hecho.

Un mago, aquel hombre llegó corriendo. Por fin, se había decidido a venir también en ayuda al dragón.

La Dama extendió las alas, luego las manos cerrando los ojos. Sin frases, solo pensamientos. En el exterior empezaba a llover. Una cálida lluvia de verano derretía lentamente el hielo superficial del bosque. Los dragones extrañados marchaban de aquel horrible lugar. No era agradable ya para ellos.
Fría lluvia y una ventisca, una gran ventisca se acercaba desde las alturas. Balagos se apresuraba a adentrarse en el bosque. Se lanzó contra uno y luego contra otro. Los dragones blancos eran arrebatados del aire en el que se movían. Caían de nuevo donde habían vivido, pero esta vez sin vida, mezclando el agua de tinte rojo, de sangre helada, que pronto se calentaría.

La Dama les miró de nuevo.

- Me habéis salvado. ¿qué deseáis a cambio?

El hombre no sabía muy bien quien era ella. No así Tande, que había ido especialmente a conocer su paradero. ¿quién iba a decir que encontraría a dos seres en peligro en vez de a uno?.

El hombre señaló al dragón sin vida antes de decir palabra alguna; al hijo de Balagos.

- Está hecho.

Los tejidos de la joven sierpe comenzaban a unirse entre sí cerrando aquellas terribles heridas. Los ojos comenzaban a parpadear. Las pupilas retomaban su tamaño, mientras el joven dragón comenzaba a levantarse.

- ¿Y vos?

- Yoo, yoo. (No creo que sea posible. Ojalá supiera que es lo que me ha pasado. Qué es todo ese vacío en mi mente.)

Tande estaba pesando en ello, cuando la Dama tampoco dejó terminar su frase.

- Deseeeo concedido.

Tanto el mago como el otro hombre miraban alucinando la regeneración del dragón.

Una explosión de imágenes le vinieron a la mente a la elfa. Miró a todos los lados nerviosa. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que ...?. Abrió su bolsa. Allí estaba en el fondo de la misma, aquel frasco de veneno no se había perdido, no había caído en malas manos. Apartó el frasquito y allí estaba, escondido en un trozo de tela roto. El amuleto.

- Varón. No recuerdo haberos sentido cuando ellos se acercaron.

- Señora. Tal vez no llegara a tiempo, pero su intención ha sido la misma que la nuestra.

- Pide un deseo entonces.

Laus, nombre desconocido para Tande y los demás pensó en algo importante. La urdimbre.

- Quiero saber.... qué le ocurre a la Urdimbre.

La Dama calló un momento. Los ojos azul platino, se tornaron todo blanco. Un resplandor crecía paulatinamente, luego ...pasados unos minutos se apagaba recobrando sus ojos su color normal. Aquel color, mas bien no era normal. Parecían los ojos de una diosa, aunque claro, ¿cómo eran los dioses?.

Le dijo la respuesta. El mago asintió satisfecho. Una sonrisa aparecía en su cara. Al parecer no estaba desencaminado en sus investigaciones, nada desencaminado.

- Deseo concedido.

Tande se acercó un poco a ella. Había aprendido mucho en su pasado, ahora lo sabía. Era ella de nuevo. Tande.

- Han caído seguramente muchos en su búsqueda señora. Bueno, y en la de él. Tal vez pudiera ...hacer algo por aquellos que aun se pueden recuperar.

Tras haber visto Tande la regeneración del dragón, no perdía nada en pedirle aquello a tal ser.

- Me habéis salvado. Yo he hecho lo mismo por vosotros. Ahora es él, quien os debe algo.

Era cierto, nos había salvado. A Tande le había devuelto a la “vida”, al dragón también, al mago le había dado aquello que tanto anhelaba, y bueno, al gran guerrero ...le había dado la opción a dialogar con el padre de su deseo.

La Dama desapareció al instante.

El suelo comenzó a temblar. Algo en las afueras se movía cada vez más deprisa.
El dragón sabía que era él. Su padre.

- Padre padre.

Corría a cuatro patas hacia la salida, ya que la altura no le permitía tomar una altura considerable. Allí afuera ...la gran bestia se alzaba ante ellos.

- Padre padre.

Un rugido tronante recorrió los valles. El reencuentro esperado.

- (Nos volvemos a ver Balagos)

Tande recobraba su memoria poco a poco. Allí, por segunda vez frente a él saldría viva.

- mmm Yo quiero pedirle ...

El hombre que le devolvió a su hijo no tuvo lo que deseaba. Tal vez ... el destino le deparara alguna gran sorpresa.

- ¿QUIERES ALGO?. ¿NO TE BASTA TU VIDA?

El dragón agitó las alas junto a su hijo. Sus ojos se tornaron un momento hacia ellos, luego giró la cabeza hacia su guarida y se perdió en la lejanía.

Ahora la superficie de Mir volvía a la normalidad. Sangre de dragón unida a agua. Pronto se filtraría, pronto el bosque se recuperaría. [/i:1a640e12e7]

davidsanesc

26/11/2006 22:02:23

[color=yellow:d4630017e7]LA BÚSQUEDA. PARTE 0.[/color:d4630017e7]

[i:d4630017e7]Tras lo ocurrido en el bosque de Mir, Tande se comenzó a preocupar por el estado de sus viejos amigos, aquellos con los que había pasado interminables horas debatiendo temas de suma importancia.

El viejo, el galán, el escurridizo y algunos más. ¿Dónde estaban ahora tras todo este tiempo?.

Sabía que si se acercaba a Aguas sin saber nada de cómo estaba el tema actual podría volver a caer en la misma tragedia. Memoria borrada y vuelta a empezar.

- (<No fue un descuido, solo que no miré bien en la bolsa.>)

Tande pensaba para sus adentros. Aun así debía preguntar a los suyos, a aquellos de los que no sabíaa ...

- (<Un momento...en Weldazh se me cruzó un hombre ...que se parecía a Cor.. )

Sacudía para sí negando haber visto a algunos y que éstos no le dijeran nada. Que éstos ni siquiera se preocuparan en saludarla una vez dejara de ser quien era. Pero ahora los encontraría de nuevo y viviría angustiada para el resto de su vida. Tal vez ...pudiera volver a ver a su maestro en Puerta de Baldur. Tal vez y solo eso.

Así pues caminó hacia el bosque de los elfos, allí en Weldazh podría reencontrarse con uno. Pero ...una vez llegó las personas rehusaban hablar del tema. Al parecer Tomar ...el viejo Tomar, había muerto.

Las lágrimas comenzaban a deslizarse tibiamente sobre el dulce rostro delgado, élfico, de cara blanca, sobre los labios tiernos y muchas veces serios, repletos de sabiduría como su viejo amigo Tomar.

Dos habían fallecido en estos largos años. ¿Quién sería el siguiente?.

Un ahogo recorrió su cuerpo durante unos instantes, deseando, pidiéndole a todos los dioses del bien, que cuidaran de sus viejos amigos allá donde estuvieren.

Lo último importante que recordaba era que la tierra que pisaban corría peligro y la salvación estaba detrás de cualquier esquina. Y eso mismo haría, buscar la solución por si los suyos estaban en ello. Sabía que si los demás estaban inmersos en tal búsqueda acabaría cruzándose con ellos.

Por ahora no iría a Aguas, a menos que se la llamara. Bien sabía el mago como ponerse en contacto con los demás. Sacó el colgante poniéndoselo bajo la túnica empolvada por la arena del desierto, luego la capucha y comenzó a buscarles.

- (<Primero los poblados cercanos, luego el desierto>)[/i:d4630017e7]

davidsanesc

27/11/2006 19:24:31

[color=red:4f8ac4dce8]TIRODARCO PARTE 1[/color:4f8ac4dce8]

[i:4f8ac4dce8]Sigilosa, como un gato, era algo que ya recordaba el porque lo había aprendido. Sacó las ganzúas y comenzó a moverlas lentamente bajo la cerradura de la primera casa en Tirodarco. Allí unos símbolos estaban marcados.

[color=orange:4f8ac4dce8]Casa Nº4[/color:4f8ac4dce8]: El enano que la seguía hacía ruido tras ella.
- (<Maldita sea!>) (<Para qué le habré dicho que necesitaba compañía>)
Tande recorría los pasillos pegada a la pared manteniendo sus sentidos bien abiertos. Era de noche y no escuchaban a nadie, tal vez estuvieran durmiendo. Habitación tras habitación sacando conclusiones.

4.1. Hay animales y un símbolo en la habitación de un niño o niña. Muchos juguetes y lo que es más una biblioteca con libros hablando de magia. A esta casa debo volver.

El enano se dormía. No podía estarse quieto. Al salir se despidió. Nadie les había visto.

Casa Nº2. La forma de actuar era la misma. Era increíble como sus manos giraban a tan corta velocidad. Ni siquiera un clic sonoro pudiendo este hacer despertar a la gente. Otra vez no había nadie. La casa estaba llena de animales, pero no había evidencias del uso de la magia o del aprendizaje por parte de ningún niño.

Casa Nº3. ¿Una cuna? No, no cuadraba con los planes. La gente debía haber salido de viaje o el pueblo estaba desértico. No era normal la ausencia de tantas familias.

4.3. Otra biblioteca, creo que debería preguntar a los habitantes acerca de su pequeño.

Casa Nº1. Se hace de día. Los grillos han dejado de sonar el cantar del gallo anuncia la salida del sol. He corrido por las escaleras. No hay nada que indique que hayan niños aquí.

Salió del poblado para no llamar la atención. Muchas casas no habían sido inspeccionadas. Tendría que volver otra vez. Mientras tanto pasaría el día en otro lugar y por la noche iría al cementerio. Las causas eran varias, entre ellas la ausencia de las familias en el pueblo visitado. [/i:4f8ac4dce8]

davidsanesc

29/11/2006 00:45:02

[color=red:a1318b7d1e]¿HAN VUELTO? ENTRE BÚSQUEDAS[/color:a1318b7d1e]

[i:a1318b7d1e]Ahora tocaba el poblado siguiente. Volvería a Tirodarco más adelante para ver si las familias habían regresado.

Se puso la capucha dejando así su faz tapada, oculta a todos, hasta para la arena que comenzaba a atizarla cada vez más fuerte a medida que se adentraba en el desierto.

Caminaba hacia el Sur, dirección Puerto de Calim donde tal vez encontraría a aquel señor, a aquel mercenario al que pagó hacía días una relativamente considerable cantidad de dinero.

Pero ...algo inesperado, como muchas otras cosas había vivido se mostraban antes sus ojos élficos.

Personas caídas en tierra, sangre derramada y un gentío alborotado formando un círculo alrededor de ellos.

Se acercó curiosa como era ella, para ver de quienes se trataban. Al verles se llevó la mano a la boca impresionada por las personas caídas. Entre ellas Earanyl, la hermana del difunto enfermo según le contó ella misma. ¿No bastaba la muerte de un familiar para que tuvieran que ser dos?

Giró la cabeza. En sus años de vida había visto muchas cosas, pero ...parecía que la mala suerte estaba junto a ella. Ya no solo no había encontrado a los suyos, si no a los pocos que conocía ...les estaban ocurriendo cosas malas.

Se volvió a girar y la joven estaba inclinada. Al parecer alguien la había traído de vuelta.

- <¿Qué ha pasado?>

Earanyl le respondió al cabo de un rato al saber donde estaba.

- <Una ....súcubo>

Tande giró la cabeza rápidamente dirección norte. Ya hacía tiempo que habían ocurrido cosas endemoniadas en Liam. Recordó haber salvado la vida de unas cuantas personas ayudada por la generosidad del Brazo de los Justos al prestarle un cetro.

Ahora tal vez hubieran vuelto.

Acarició la cabeza de la pequeña y desapareció sin decir nada en la lejanía, confundiéndose con la arena voladora del desierto, aquella llevada por los vientos.[/i:a1318b7d1e]

davidsanesc

12/12/2006 14:29:06

[color=orange:20fd5c9ea7]UNA ESPERA [/color:20fd5c9ea7]

[i:20fd5c9ea7]No sabía nada más acerca de la súcubo, pero recordaba lo último dicho por sus viejos compañeros.

Ahora tras los árboles y en medio de la espesura se mantenía inmovil mirando hacia la nueva frontera de Vado.

- (<¿acabaron ellos con los demonios que aquí se aposentaban? ¿Acaso ...?)

Mientras pensaba se fijaba en cada acto de la guardia. Tenía que averiguar si había algo diferente en esas personas, pues no les creía capaces de haber austado a tal criatura.[/i:20fd5c9ea7]

davidsanesc

19/12/2006 00:53:45

//bueno Laus, Yandrel y aquellos que os acojonasteis. esto sigue una trama, como todas. No golpeo por el hecho de golpear :wink:
Espero que os guste. No me odieis.

[color=red:b41d217ce7]¿DEMONIOS? TANDE ESTÁ SOLA[/color:b41d217ce7]


[i:b41d217ce7]Hacía frío entre los árboles. Comenzaba a temblar, pero sabía que de un momento a otro aparecería y se mostraría como lo había hecho ante la gente en el desierto.

Se sentía sola, muy sola. Agazapada en medio de las ramas, con una sola capucha y una túnica conseguía camuflarse en el entorno sin que nadie apreciara que estuviera allí.

No, las palabras de sus viejos amigos no debían haber sido ciertas. No aparecía ningún demonio, ninguna súcubo. ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué se sentía tan sola? Sabía que Khelben no iba a perdonarle su error de haber perdido el amuleto que la distinguía como arpista.

Ahora, Tomar y los dos caballeros de negro estaban desaparecidos como normalmente sucedía. Les había estado buscando durante meses y no les había encontrado.

Tumbada, mientras miraba hacia la guardia vadaguense en su puesto, Tande comenzaba a verse hundida. Las lágrimas comenzaban a deslizarse sobre su mejilla.

- (<Khelben, lo siento. Espero que estés bien. Yoo ...no quería...no quería ....perderlo de vista. Por favor, sólo quiero ver que estáis bien. No me dejéis sola. La súcubo anda suelta por estas tierras. ¡!!DONDE ESTAIS VOSOTROS!!!)

Comenzaba a angustiarse por momentos. Cuando antes había sido una muchacha tranquila, ahora parecía estar descontrolándose. ¿Y si habían muerto todos a manos de los demonios? ¿Y si sólo quedaba ella? ¿Y si en vez de haber pedido a la Dama del Invierno que llenase sus vacíos le hubiera pedido alegría, felicidad, y tranquilidad para el resto de su vida?

No fue así, ahora, exarpista, recordaba todo lo que había vivido antes. Los enfrentamientos junto a sus compañeros. La salvación de Faerun una y otra vez. Ahora sola y desconsolada debía ser ella quien se ocupara de todo. Pero ...¿una persona en vez de cuatro podía hacer algo contra el mal que se cernía sobre la tierra?


Los rayos de sol se colaban entre las ramas. Se alejó entre la espesura dirección contraria a la milicia, luego retomó el rumbo. Volvería a Calim una vez mas. Sabía que uno de sus antiguos amigos solía ir al “Camello Escupiendo”.

Allí, alerta de los medianos, pasó un día tras otro. Nada, seguía sin saber nada de nadie.
Nadie en la torre, nadie en Puerto Calim, nadie en el camino y el mal rondando el camino en busca de las tres, aquellas salvadoras de Faerun. Y Tande, ella sola, para impedir que las encontrasen.


La súcubo no se mostraba hasta que ...apareció el hombre montado a caballo. Un ser repugnante y de afilados colmillos apareció ante él. Seguía sus ordenes. Esa mirada penetrante, un ojo ...inquietante. Ese ojo la llamaba, tal vez fuera ella disfrazada. Se acercó y le golpeó. Aquella masa de carne era repugnante, como nunca había visto. No era un ser de la superficie, tal vez un enviado del demonio que la vigilaba, pues hacía días había gritado al cielo y a la noche su nombre.

- SAL MALDITA! MUÉSTRATE ANTE MI! ¿QUÉ LES HAS HECHO?

Ahora, habiendo desecho esa criatura repugnante no se sentía mejor. Seguí mirando al cielo sin verla aparecer. Y de pronto varias ilusiones fantasmagóricas comenzaron a sucederse. Alguien estaba tras ello y no iba a dejar que le pasara nada malo a los que allí estaban. Como hizo cuando tuvo que proteger a toda esa gente de las garras de los dragones blancos, volvió a sacar un cetro trayendo a este plano un ser acorazado de grandes dimensiones. El acorazado giró la cabeza y alzó la espada llameante hacia aquel ser que veía de forma diferente y que reconocía como enemigo, aquel que la elfa nombraba.

- BÚSCALE! VE A POR ÉL, QUE NO ESCAPE!

El acorazado empezó a perseguir a quien fuera esa cosa. De ser la súcubo era cobarde o lista. Tal vez la estuviera trayendo a una trampa, pero ...entonces...apareció el hombre de negro ....el conjurador de fantasmas. Se deshizo del acorazado matándolo en el plano. Tande había visto varias maneras de devolver un cuerpo a su lugar de origen y esa no era la adecuada. Le persiguió hasta darle alcance creyendo que era un servidor del mal.

- (<Te ha enviado ella. Lo se ....)

Se puso sobre el cuerpo, buscando como desesperada algún indicio. La gente comenzaba a asustarse por los actos de la elfa.

-Dejad su cuerpo. ¿cómo osáis profanarle?

La elfa hacía caso omiso, inmersa en su búsqueda. Alguna lágrima comenzaba a deslizarse bajo su capucha mientras los otros miraban anonadados. Seguía buscando...pero alguien se acercó y .....

El cuerpo no estaba. La elfa estaba sobre el vacío. No podía ser. No podía ser. Se le estaba escapando algo de las manos. Sacó la varita y trajo a otro acorazado.

- RÁPIDO QUE NO ESCAPEN. (<Te cogeré, te cogeré>)

Rápidamente miró al acorazado, aquel buscaba sin cesar sin saber por donde empezar, pero allí estaban, unos metros más allá, detrás de la arena levantada por el desierto. Una figura arrastrando a otra.

Enfadada, no, enfurecida corrió sin parar hasta darles alcance. Golpeó a aquel que se lo estaba llevando. Pronto se vio rodeado de gente que la miraba como si fuera una loca, pero ella seguía buscando cualquier cosa que la dijera que ellos no habían acabado con sus amigos, que ellos no eran demonios, que ellos no eran ....

Se puso nerviosa ...las voces de las personas ahora le sonaban en su cabeza graves, más graves, ...

- (<NOOOOOO>)

Se levantó y salió corriendo mirando al cielo, llorando a los cuatro vientos, llorando a sus amigos, al no poder encontrarles. Llegó hasta el bosque, allí se perdió entre elfos, luego entre animales, luego en la espesura y comenzó de nuevo a maldecir estar sola, a estar completamente sola. Ahora en los bosques de Weldazh los animales, y las personas oían unas voces gritar sollozando.

- TOMAR!!!! CORWIN!!!! ¿DÓNDE ESTÁIS TODOS? (KHELBEN DONDE ESTAS)

La elfa cayó de rodillas y comenzó a golpear la tierra con sus puños hasta cansarse.[/i:b41d217ce7]

davidsanesc

28/12/2006 01:09:46

[i:2bbf72c4c3]Era de madrugada y algunos grillos chirriaban a las afueras de la taberna. Los trasgos no podían dormir y maldecían a esos insectos una y mil veces.

La tabernera dormía junto a su marido en una habitación sencilla, mientras en la otra; en la de invitados, una mujer soñaba que escuchaba grandes historias por parte de diferentes hombres y mujeres de la ciudad a la que se dirigía.

# Sueño # - Tande se llama aquella gran monje que inspira confianza. Maestra de varias personas logró combatir las enfermedades gracias a la mente. Al parecer la sabiduría que posee del cuerpo la hacen diferente entre los suyos. ¡!!Demos gracias a la elfa del Sur!!

Tande despertaba al cabo de unas horas sin recordar su sueño. Se puso la túnica, luego las botas y apoyó las asas de su mochila sobre sus hombros.

El desayuno estaba preparado en la mesa.

Comenzó a saborearlo mientras la luz del sol se filtraba por la ventana.

Se peino con sus propias manos antes de salir por la puerta y comenzó a caminar hacia la ciudad de los esplendores para llegar a tiempo al Festival Internacional.

//gracias a todos por todo.[/i:2bbf72c4c3] :wink:

davidsanesc

30/12/2006 14:12:54

[color=red:00c3223816]EL DESTINO[/color:00c3223816]

[i:00c3223816]El brazo del destino se cernía ahora sobre el brazo de una elfa.

Varios personas la conocían de antes sonriéndola al verla. La mujer de mirada serena se limitaba a cerrar los ojos para sentir la presencia del "Fin" de los días.

- (<No es tu hora>)

Tras discusiones con antiguos compañeros dejó de lado la vida en la que ellos la conocían para unirse solo a aquellos que sabían cuando debía alguien o no morir.

Se dirigió a los cementerios donde varios seres permanecían aun caminantes sobre la tierra húmeda por la llovizna presente de la noche. Una vez allí sacó uno de esos pergaminos que llevaba en su bolsa.

- VEN SER DE LOS INFIERNOS, YO TE ACLAMO EN ESTE MOMENTO, LLEVA A ESTOS SERES A DONDE DEBEN, DESAZLOS PARA QUE NO VUELVAN A CAMINAR EN EL PRESENTE.

De pronto un portal se abrió ante sus ojos. Un ser entró en este plano rugiendo. algunos aldeanos en Tirodarco escucharon con temor nuevamente la llegada de un ser demoníaco.

Luego, Tande salió corriendo, antes de que ...el demonio pudiera darse cuenta de su presencia.

La vida de esos muertos ...ya no era vida.[/i:00c3223816]

davidsanesc

05/01/2007 14:40:36

[i:67c4314923]- <Señor mío, gracias por traer ante la muerte de los orcos sus más justos protectores.
Les avisé. Les avisé, pero no me hicieron caso. Ahora has escuchado mis súplicas y los has traído a “ellos”.
¡Haz tu deseo mediante tus hijos! Deja que les ayude en este cometido.
Déjame ser tu hija una vez más. Aquellos que matan a los que no les ha llegado la hora deben aprender a reconocer el valor de la vida.
Se en mí lo que desees, deja que siga trayendo a aquellos seres que están a punto de caer en el olvido en otro lugar para que venguen en este mismo a aquellos a los que no les ha llegado "el momento de su muerte">

Tande hablaba a su dios mientras cogía un puñado de arena ensangrentada en el lugar de la muerte. Luego dejaba que la arena se filtrara entre sus dedos.

- <Por aquellos que quieren vivir y no pueden por culpa de otros. Por esta arena manchada por la falta de sabiduría de los hombres que la pisan. No son más que esto: “arena que se escurre entre las manos como lo van a hacer sus vidas del destino”>[/i:67c4314923]

davidsanesc

09/01/2007 01:40:13

[i:50198c8e99]La arena se ve salpicada por la propia arena en el desierto, tras los pasos de la elfa siempre vigilante, siempre constante, de que no se cometan atrocidades sobre ninguna especie, sobre ninguna raza en concreto.

Se rumorea que los que la ven se quedan inquietos tras sus palabras.

- "Ellos" han llegado. Ellos cuidan de los demás. !Tened cuidado!

Luego gira la cabeza en la dirección en la que sus pasos y su firme cuerpo la guiaban antes de la parada y sigue corriendo como el viento, siempre vigilante, siempre constante.[/i:50198c8e99]

davidsanesc

27/02/2007 22:24:09

//MP de Tande. Me encantaría recuperar los antiguos post pero supongo qeu no se puede ¿no?

[color=orange:bea289c0b4]EL FINAL[/color:bea289c0b4]

[i:bea289c0b4]Había oído de un “siervo”, una persona que al parecer traería desdicha a las tierras de Faerun.

Llevaba días haciéndose a la idea de que entraría en la torre del Kanduq, aquella que se alzaba entre las demás casas, pero cuyo misterio se albergaba en sus pasadizos subterráneos.

- (<Mi señor...no dejaré que ninguna vil criatura se lleve las vidas de demasiadas personas, no cuando aún no sea la hora>)

Sin amigos que la acompañaran ....Tande, elfa, venida de un recóndito lugar del que apenas recordaba nada, como su pasado, un pasado misterioso.

- ¿Bardos? ¿cuentos?

Mi mente y mi cuerpo son uno solo ...pero ...mi vida...¿se la debo a mi dios?.
Que así sea pues.

Abrió la puerta lentamente...como solía hacer: Gñiiiiiiiiiiiiiii.
Asomaba la cabeza cubierta por la capucha ...y el silencio reinaba al parecer en las salas. Pero no un silencio cualquiera, si no un silencio de lenguas comunes.

De pronto los pasos se oían más claramente, allí todo tipo de criaturas ....

Un golem de hierro se acercaba imponente. Se había percatado de su presencia...

La elfa cerró los ojos elevándose en el aire justo cuando estaba a unos pasos de ella. Le dio una patada en la cabeza...pero nada.

- (<Las piernas>)

Cayó como un gato cae desde un muro. Dio una vuelta sobre el suelo tumbando a la mole, la cual comenzaba a caer rápidamente. Ahora los golpes de la elfa sobre el cuerpo de hierro eran incesantes. Buscaba puntos, tal vez uniones entre hierros no terminadas de unir a la perfección....y así era. Un golpe tras otro en las mismas. La mole se resquebrajaba .

Las palabras se sucedían ahora tras de ella.

Una pálida mujer de ojos rojo intenso y pelo arremolinado se mostraba ansiosa por su vida. Unos siseos salían de sus rojos labios a la vez que Tande se dirigía corriendo a golpearle el cuello.

Terminaba de conjurar...pero ...el golpe en el cuello de la vampiresa le fue dado igualmente. Ésta cayó al suelo....maldiciendo a los mortales.

Entrecerró los ojos y se levantó. Ahora la presencia de energía negativa se olía en la sala.

La elfa lo notaba....corría de un lado a otro ...sabía que esa vampiresa la juntaría en un lugar para hacerla estallar.

Estaba en su espalda. Le patada la tumbó de un golpe certero a la altura de la cintura por lo que en principio había sido era una columna vertebral intacta, intacta hasta ese mismo instante.

Más y más criaturas frente a ella......hasta el fin de sus días.

Vio a esas tres criaturas que se acercaban ...lenta...lentamente...Las miró y ellas la miraron.

Reductos del pasado ....sus ojos no podían separarse de esos guardianes. Seis brazos se alzaron sobre ella ....”eran los guardianes”.

Su cuerpo quedó aplastado contra el frío suelo de aquel lugar ....sus ojos se cerraron ....para siempre. [/i:bea289c0b4]