nightwishes

16/10/2006 08:52:46

* Un fajo de epístolas, enviadas y escritas por Beladriel E'lin a su amiga en Lunargenta *

nightwishes

16/10/2006 08:53:09

Gilian; A 20 se Setembre.

¡Oh Dy’naïs, tengo miedo!

¡Las nuevas que hoy te envío no son buenas! ¡Tu amiga que aquí te escribe podría haber perdido la vida! Mas debo estar sumiéndote en la confusión, de modo que me explicaré:

Earyl ( del que te he hablado tantas veces ) y yo habíamos quedado en la Dama Verde, una posada de Gilian cuyo vino aprecio mucho. Durante varias horas, bebimos y hablamos sobre cosas nuevas y cosas viejas. ¡Ya sabes cómo me gusta charlar!.

Pero también soy una mujer de mundo; Mientras duró la convalecencia de mi amado, no me importó permanecer junto a él en el campamento. Sin embargo ahora, que está recuperado, echo de menos las largas jornadas que pasábamos juntos en el camino. Pisábamos tierras nuevas para mí, y descubríamos hermosos lugares cuyo conocimiento nos pertenecía solo a nosotros. ¡Verdaderamente lo extrañaba!.

De manera que, tras acabar cada uno su copa, le propuse partir. Hacia dónde, no importaba, pero juntos. Pagamos nuestras consumiciones, y salimos por la chirriante puerta de la Dama Verde.

Nada más salir me dirigí con paso tranquilo, y sin pensar a dónde llevaba el sendero, hacia la colina que da nombre a la aldea. Earyl me avisó que era un lugar muy peligroso pero, la prudencia no es una de mis virtudes, así que insistí e insistí. Finalmente mi amado accedió.

Lentamente y con precaución nos adentramos en la colina. No te asustes cuando leas que estaba plagada por drows. Con esfuerzo pude acabar con unos cuantos, mientras que Earyl y Mystra hacían el resto con facilidad.

Puede que tras escribir lo que vino después, pienses que mi historia es inventada, pues resulta increíble. Bien, amiga mía, puede ser increíble, pero es absolutamente cierta.

Tras deshacernos de un grupo de drows emboscados, llegamos a una cavidad habitada por un enorme dragón negro. Bien pensado, y comparado con otros dragones que he visto desde que partí de Siempreunidos, era mas bien pequeño. ¡Pero resultaba enorme y terrible aun así!

Debo confesar que su tamaño era proporcional a su poder, pues resultó relativamente fácil reducirlo después de que nos atacara. Earyl arrancó el corazón del cadáver de la bestia, ya que colocarlo en un altar cercano, era el único modo de salir de esas horribles cuevas.

Tras inmolar el corazón, oímos los chirridos de la puerta de piedra, que lentamente se abría. A todo correr nos dirigimos a la salida. En cuanto pisé dos trampas que antes no había ahí, me asusté, y en una carrera loca me dirigí hacia la salida.

Después de eso, solo recuerdo el dolor que de pronto sentí en mi espalda, y el frío de las piedras del suelo antes de perder la consciencia.

De pronto, me desperté en una habitación de la Dama Verde, con Earyl durmiendo profundamente a mi lado. Pensé que quizás solo fuera un sueño... pero a la mano de mi amado le faltaban los dedos...

¡Oh Dy’naïs, tengo miedo! Mientras escribo las últimas líneas de esta misiva, mi compañero de habitación comienza a despertarse. No sé si deseo saber como le hicieron eso...

Recibirás mas noticias mías, vieja amiga.

Beladriel, que te echa de menos.