Rivelle

23/11/2006 00:36:41

Habían rechazado con éxito el ataque a la caravana y se disponía a descansar.
Sentado en lo alto de una roca observaba como hombres trataban de intimidar a la mujer.
Parecía que algunos de los guardias de la caravana no habían tenia bastante con el ataque.

Sino fuera por mi magia no estarías vivos, malditos!! - grito la mujer.
Dos de los hombres la tenían cogida cada uno por un brazo y el tercero estaba delante con la espada desenvainada.
La mujer lo miraba desafiante, empuñando una daga en la mano derecha.
Que valientes... tres contra uno - dijo Illitoreth
El que estaba cogiendo el brazo derecho de la mujer se giro para ver quien hablaba, momento que esta aprovecho para revolverse liberando el brazo.
Trato de golpear al otro hombre con la daga pero este soltó el brazo y se hizo a un lado.
Los dos hombres miraron un momento al que parecía el jefe y a una señal de este les dejaron espacio.
A ver que sabes hacer con eso bonita - dijo el hombre de la espada soltando una carcajada.
La mujer atacaba con decisión, pero con movimientos torpes y lentos que el hombre esquivaba o desviaba sin dificultad.
Parece que sin tu magia no eres gran cosa eh?
Soltando un grito de frustración redoblo la energía de sus ataques, pero con el mismo resultado.
De repente musito unas extrañas palabras y la daga se movió con una precisión mortífera clavándose en el cuello del hombre que la miraba con cara de asombro.
Illitoreth bajo de la roca de un salto y nada mas caer desenvaino las dos espadas justo a tiempo para interponerse entre los 2 hombres restantes y la mujer.

Tras unos minutos de lucha limpio las espadas en la capa de uno de los muertos y las envaino de nuevo.
La mujer lo observaba todavía con la daga en la mano.
Por que me has ayudado?
Quiero que me enseñes ese conjuro - respondió Illitoreth.
Que crees, que todo el mundo puede aprender magia?
Mi madre siempre me decía que era muy listo - respondió con una sonrisa



//Editado para corregir un par de cosillas y un par de puntos que no quedaban muy claros.

Rivelle

24/11/2006 00:34:47

El viaje había sido provechoso, habían llegado sin mas incidencias a la ciudad de destino y entregado el cargamento. Entre las bajas que de produjeron en el ataque y el combate posterior el numero de guardias entre los que repartir los beneficios era sensiblemente menor, por lo que la ganancia era bastante mayor de lo esperado.
Desde ese trabajo Illitoreth y Levilresh, así se llamaba la mujer drow, decidieron trabajar juntos. Habían llegado a un acuerdo de beneficio mutuo, ella le enseñaba los fundamentos de la magia y el le daba a ella lecciones básicas de combate.

Rivelle

25/11/2006 14:26:42

Bastante tiempo después Illitoreth se encontraba descansando recostado sobre una roca. Un sonido de entrechocar de espadas llamo su atención y se dirigió hacia el.
Varios de los soldados estaban practicando. Todos ellos pertenecían a una casa noble de Menzoberranzan que se distinguía entre otras cosas porque sus miembros vestían de rojo y negro. La caravana estaba llevando un envío de dicha casa y debido a ello aparte de la habitual guardia de mercenarios había un destacamento de soldados.
Uno de ellos llevaba una espada en cada mano y estaba combatiendo contra otros dos que estaban armados con espada y escudo.
Se acerco para poder ver mejor el combate. Estaban luchando con espadas de prácticas, con lo que podían entrenar sin contenerse por miedo a herir mortalmente al otro.
La técnica del hombre de las dos espadas era asombrosa. Se movía a gran velocidad empuñando las dos espadas como si fueran una prolongación de su cuerpo, utilizando ambas tanto para atacar como para defender según lo requería la situación.
Parece que tenemos público – dijo uno de los soldados.
Los 3 dejaron de combatir y se quedaron mirando a Illitoreth.
A si…, el mercenario de las dos espadas.
A ver si las que llevas en la espalda no son más que un mero adorno – dijo Brakka, el soldado que empuñaba las 2 espadas.
Dejadle vuestras espadas – ordeno.
Los dos soldados se acercaron y le dieron las espadas a Illitoreth.
Illitoreth copio las espadas e hizo unos cuantos movimientos con ellas para comprobar su equilibrio.
No esta mal – murmuro.
Brakka le esperaba en posición de guardia empuñando dos espadas como las suyas.
Vamos – dijo con una sonrisa.
Sabia que no tenia ninguna posibilidad, pero al menos lo haría lo mejor que pudiera.
Se concentro aislándose de toda distracción y se lanzo al ataque.
Empezó tanteando al contrario con movimientos ofensivos que no abrían demasiado su guardia, pero que su rival desviaba con suma facilidad.
Empezaron un intercambio de golpes que se prolongo durante varios minutos en los que Illitoreth recibió varios golpes que le habrían causado heridas bastante graves de no haber sido espadas de practica.
No te contengas – dijo Illitoreth.
Brakka sonrió y acometió con una serie de golpes que Illitoreth trato de desviar hasta que en el ultimo Brakka le golpeo con la espada que empuñaba en la mano izquierda fuertemente en el pecho.
Illitoreth dejo caer una de las espadas y si llevo la mano al pecho. Le costaba respirar, probablemente le había roto una costilla.
Parece que eres bastante observador. Te diste cuenta de que no me estaba empleando a fondo.
Illitoreth levanto la vista y sonrió - estaba con un rodilla en tierra y apoyado en la espada de la mano derecha.
Que te parece una pequeña apuesta, si consigo golpearte una sola vez con una de las espadas me presentaras a tu maestro.
De acuerdo – respondió Brakka en tono confiado.
Illitoreth se levanto despacio y recogió la espada.
Ataco con toda la energía que le quedaba sin preocuparse de detener los golpes que Brakka le propinaba. En un ultimo esfuerzo musito las palabras del conjuro que Levilresh le había enseñado, consiguiendo con ello golpear a Brakka en una pierna al mismo tiempo que una de las espadas de este le golpeaba en la cabeza.
Cuando volvió en si Levilresh le miraba con cara de preocupación.
Por un momento pensé que te había matado, maldito!!!
Le costaba enfocar la mirada, pero vio a Brakka mirándole también y le hablo.
He ganado la apuesta – consiguió decir antes de desmayarse de nuevo.

//Editado para corregir.

Rivelle

26/11/2006 00:59:51

Cuando se despertó estaba en la tienda que compartía con Levilresh.
Le dolía la cabeza y al tratar de incorporarse se mareo por lo que se tumbo de nuevo.
Esperaba que Brakka cumpliese su palabra, ya que a fin de cuentas habían tenido varios testigos y no creía que fuera a echarse atrás.
Porque sonríes como un idiota? Casi te abre la cabeza como un melón!!
Bah, tú no lo entenderías…
Que no que??
Luego te lo explico. Ahora acércame un paño frió o cualquier cosa para aliviar el dolor de cabeza.
Levilresh le miro un momento sin decir nada. Parecía dudar entre mojar el paño en la palangana o coger esta y tirársela a la cabeza.
Por favor. Luego te lo explico.
Se acerco a el con un paño húmedo y se lo puso sobre la cabeza.
Que alivio…

Después de descansar le explico Levilresh su idea. Lo que pretendía conseguir. Para alcanzar ese nivel de destreza en el combate tenía que haber tenido un maestro muy bueno, y lo que Illitoreth pretendía era hacer todo el posible para conseguir ser uno de sus alumnos.
Si para ello tenía que entrar a formar parte de la guardia de la casa Oblodra pues ya se las ingeniaría para conseguirlo.