Nizzdrit

14/02/2005 19:50:57

Mi historia empezó hace ya mas de 2 siglos, en la gran caverna que alberga la enorme ciudad de Menzoberranzan, nací en el seno de la 3ª casa de la ciudad, la casa Oblodra conocida por sus poderes sobrenaturales. El dia que por fin pude abandonar la casa, fué un dia que marcaria toda mi existencia, me cruce con una joven misteriosa conocida como Jayelet.

Siempre que podiamos escapamos de la ciudad a sitios mas tranquilos donde poder mantener largas e interesantes conversaciones en las que a mis oidos llegó por primera vez el nombre de Eilistrae, una de las cosas que mas me sorprendió es que nunca me llamo varón, sino que me llamo Niz y siempre me trataba como a un igual.

Tras varias semanas de escapadas juntos, un dia como cualquier otro, traté de reunirme con ella, pero escuche ruido en la sala de entrenamiento, y me dirigí allí y observe. Alli se encontraba el maestro de armas de la casa realizando sus ejercicios matutinos, yo quedé impresionado de tal muestra de destreza, tanto que cai fascinado, y aquel hombre se convirtió en mi maestro. Axe Blackshadow.

Las primeras semanas junto al maestro fueron muy duras, pero aprendí mucho de el y empece a dominar el arma que habia elegido el para mi, la espada larga.
Todo esto me vino muy bien ya que quedaba poco para mi ingreso en la
academia, los ultimos meses junto al maestro de armas despertaron en mi el ansia de dominar mas las artes en el combate y esperaba que llegara ese dia ansioso...entonces me encontre con Jayelet. Hacia meses que no la veia, ella me encontro cambiado, como mas violento recuerdo que me dijo. Le conté que iba a ingresar en la academia y que empezaba a entender mas los motivos que impulsaban a nuestra sociedad actuar asi, y que queria saber mas ingresando en la academia. Ella me dijo que no lo hiciera, que una vez saliera de alli no seria el mismo. Le dije que no interfiriera en mi camino, pq me podia mas el ansia de poder que cualquier sentimiento que mi mente pudiera albergar.

Me despedí de ella y le dije que fuera con cuidado, ya que veia que pronto
se meteria en problemas con las sacerdotisas de Lloth. Ella me miro con pena y se fue corriendo, pero no la seguí, ataqué a un grupo de esclavos kobolds que pasaba por alli en aquel momento, y eso aplaco mi herida.
Me dirigí orgulloso a mis aposentos, al dia siguiente ingresaria en la
academia.

Bien!, por fin llegó el dia. Me preparé la cota de malla y la espada, y me
dirigí a la sala del trono de la casa, alli estaban la matrona Llothanda, y
el maestro de armas. Despues de un corta conversación en la que la matrona me recordó que tenia que dejar en buen lugar a nuestra casa, el maestro ni me miró.

Los primeros años de entrenamiento no resultarón tan fructiferos como lo
serian los últimos, vencí a todos mis adversarios y progresé en el manejo de la espada. Por fin llegó el día de salir a patrullar por los tuneles, nos
pusieron a cargo de una sacerdotisa conocida como Riss, pertenecia a la casa Oblodra, pero nunca la habia visto, era poderosa y gozaba de los favores de la diosa araña, tb nos acompañaba otro alumno de mi clase conocido como Kai, en varios años que formamos grupo, mantuvimos a raya a las malditas drañas, alejamos a los oseogarfios de las fronteras, incursiones rapidas y efectivas en zonas pobladas de ilicidos y muchas cosas.

Dia a dia, creia mas en lo que hacia, odiaba a los elfos de la superficie,
no soportaba a los enanos, malditas razas de la superficie algun dia os
haria pagar todo el mal que le hicisteis a mi pueblo. Riss y yo pasabamos
mucho tiempo juntos, me trataba con respeto, extraño en una sacerdotisa, pero igual fue gracias a eso que heramos tan efectivos.

Por fin llego el ultimo año, y pase 6 meses en la torre de la magia, allí
aprendi el uso de diferentes objetos magicos tales como varitas y demas
utensilios. esta parte del entrenamiento me sirvio de mucho ya que gracias a estas habilidades me sacarian de muchos problemas en el futuro. Los ultimos 6 meses en la torre de las sacerdotisas fueron mas duros, o acaso hay algo mas duro que vivir en una torre poblada de hembras??, nos impartieron el terrible catecismo que predicaba la reina araña, odio, y muerte. El dia de la graduación fué una orgia de carne y sentimientos diabolicos. Y por fin me gradué y pude volver a la casa.

La vuelta a casa me sento muy mal, me veia atrapado de nuevo en las rutinas de la casa y eso es lo que mas me asustaba, mas que cualquier cosa. Mis salidas a los tuneles se vieron reducidas una temporada ya que eran tiempos dificiles. A Jayelet no se le veia nunca en ningun sitio es como si se le hubiera tragado la tierra, dando un paseo a ver si la veia me encontre con un joven despistado.

Perdone señor -dijo el joven- hace poco que e ingresado en la academia, mi nombre es Anen, Anen Went soy un explorador, me han dicho que le informe que pronto la compañia de Riss haria una incursion a la superfcie (asi nos conocian en la academia).

Esperaba que llegara el dia con gran ilusión, pero hubo un cambio de planes, la matrona le dio a Kai ordenes nuevas´y cuando nos reunimos Riss, Anen y yo aun no habia vuelto, Llegamos a Aguas Profundas y la masacre fue completa, muchos guardias cayerón, las salmodias a lloth encendian nuestra ansia de sangre, pero anen mostraba poco interes en la mision. Yo mientras disfrutaba de mi sed de sangre al igual que Riss.
Pronto los humanos lograron reorganizarse, entonces fue el momento de
finalizar el ataque, fuimos perseguidos pero logramos volver a salvo a los
tuneles de la antipoda oscura.

Anen volvió a la academia a seguir con sus clases, y la matrona le encomendo a Riss una busqueda que debia realizar ella sola, a lo mas profundo de la antipoda oscura, entonces Kai volvió, su cara no mostraba ningun sentimiento, entonces entendi que habia fracasado en su mision, los guardias de la casa se lo llevaron ante la matrona, y fue convertido en una terrible y asquerosa draña, suelta en los tuneles, sinceramente me alegre de no verle mas, ver a un conocido, a un compañero de batalla convertido en eso, es repugnante.

Mis viajes por los tuneles empezaron a ser mas frecuentes, a realizar cosas cada vez mas dificiles para ponerme a prueba, despues de realizar varias hazañas fui nombrado guardia negro de Lloth y mis responsabilidades religiosas aumentaron un poco mas (solo poco debido a mi condicion de varon), cuando sali de la torre de las sacerdotisas, en un nivel superior de las paredes de la caverna, pude ver la silueta de una hembra, que para mi era inconfunfible. Era Jayelet